Vicente Feliu: "El día que no sienta miedo cuelgo la guitarra"

EFE
El cubano Vicente Feliu lleva cuarenta años haciendo música, pero todavía se emociona hasta el punto de "morir de miedo" cada vez que se enfrenta a un concierto, como el que ofrecerá este domingo en el cierre del XIV Festival de Barnasants.

Esa sensación, sin embargo, le hace sentirse vivo y más próximo a la música, como explicó en una entrevista con Efe, en la que confesó no ser cobarde, pero "aterrarse" cada vez que se enfrenta a un concierto.

"El día que no sienta ese miedo cuelgo la guitarra y me dedico a hacer radio, que me encanta", bromeó.

Feliu, fundador de la nueva trova cubana junto a Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, cantará el domingo temas de algunos de sus álbumes más conocidos en España, como "Créeme", "Aurora" o "Ansias del alba".

Al comentar la reciente muerte en Madrid del cantautor uruguayo Quintín Cabrera, Feliu señaló que durante el concierto le "regalará" su tema "Canción de ombligo", una pieza "inspirada en el espíritu sonoro de los trovadores del centro de la isla de Trinidad", y "dedicada a los viejos trovadores que somos todos".
"Caminando bajo el sol, bajo la noche, bajo el peso de sus años, bajo la lluvia, va un hermano de madera y barro bueno, va un hermano mayor, un peregrino", canta Feliu en "Canción de ombligo".

El músico cubano suscribe la idea de Cabrera de que el hip hop es la música más parecida, hoy en día, a la que su generación hizo en su momento, pues los jóvenes que componen e interpretan en ese ritmo quizás "están más cerca de la realidad concreta", dijo.

"Sobre todo los que no se conocen", matizó, y agregó que "el hip hop que hacen los de la calle -que es lo que éramos nosotros entonces- tiene mucho que ver; quizás más que los propios trovadores jóvenes de esta época".

Para Feliu la combatividad de la nueva generación de trovadores ha sido distinta a la de su tiempo.

"Nosotros tuvimos que demostrar que éramos revolucionarios. Quizás los más jóvenes han tenido más posibilidades y entonces se han acercado más a otras experiencias, han tenido una combatividad distinta. Tal vez los que cantan hip hop están más cerca de esa realidad concreta", dijo.

Los temas, por supuesto, no son los mismos. En el caso de Feliu, las canciones siempre han estado relacionadas con el amor, la amistad, la solidaridad, la libertad, la angustia o la muerte, tratados siempre según como los ha sentido en cada momento de su vida.

La música le ha salvado la vida ?literalmente- al menos en una oportunidad, cuando "se las veía tan negras" que habría optado por la muerte propia de no haber sido porque no tenía nada con qué suicidarse a gusto, "así que escribí una canción", rememoró.

"Creo que soy mucho más optimista. Ahora tendrían que matarme para morirme", dijo.

Con un apellido como el suyo, las raíces ibéricas son innegables, aunque nunca había estado en contacto con su familia española hasta hoy, cuando ha conocido a Xavier Dotras, uno de sus primos catalanes en Canet de Mar, de donde era su bisabuelo, quien formaba parte del orfeón del pueblo cuando se marchó a Cuba con 17 años.

La música, así como la filiación, se ha mantenido como hilo de unión de esa familia trasatlántica, y Feliu ya ha conversado con Dotras, también músico ?"y muy bueno", como se apresta a aclarar el cubano- para hacer juntos un concierto en Canet.

Por lo pronto se podrá disfrutar de su música el domingo en el Auditori Barradas de L'Hospitalet, donde transformará en todo tipo de emociones el miedo que le hace sentirse conectado con sus canciones.

Feliu espera poder compartir su concierto con el cantante granadino Juan Trova, director desde hace unos siete años del festival "Abril para vivir", que se celebra en Andalucía.