viernes, marzo 27, 2009

Liuba María hevia Veinticinco años de escenarios, habanera y ángel

Ivet Carnota • La Habana
Fotos: Kaloian (Sitio de Liuba María Hevia)




A Elsa, nuestra
A Ada Elba, luz

Transitar por 25 años de una carrera artística, si se mira fríamente, sería cosa fácil. Se hace un amasijo de grandes éxitos y funcionará. Pero cuando a los éxitos se une el alma, entonces tendremos una joya auténtica, llena de trepidantes notas y destellos incesantes, que alumbrará la noche y nos dejará para siempre el privilegio de haber estado en esta fiesta que se dio y nos dio Liuba María Hevia.

Al levantarse las cortinas de un abarrotado Karl Marx, ya se respiraba la exquisitez de lo por venir. Un atractivo montaje deslizante que ayudado por el excelente diseño de luces de Repilado, dejaba ver la pantalla que apoyaba lo que acontecería en el escenario.

La compañía que arropó a Liuba no pudo ser mejor: la novel orquesta Ensamble Alternativo ―dirigida por la maestra Greta María Rodríguez― un desfile de lujo se fue sumando al jolgorio: “nuestro Becho” Ariel Sarduy, inmenso en las notas de su violín. Una Felipa Moncada derrochando talento y ternura sobre el chelo, Lucía Huergo, nuestra Lucero con su flauta mágica y el saxo hacedor de milagros. Al piano, como tantas veces Teresita de Jesús Rodríguez. El grupo que por tanto tiempo ha acompañado a Liuba en cada entrega, en cada rincón de este país: Alexis en la percusión, el Guajiro Miranda en los arreglos desde hace tanto y Arnulfo hacedor de la magia de los puentes que enlazaron con grandeza de artesano un tema tras otro y director musical de la entrega.

Mención aparte para la sensibilidad hecha danza de la mano de Endedans dirigida por Tania Vergara quien nos hizo recordar la frágil línea que existe entre la realidad y la magia, por supuesto, para llegar a puerto seguro sin sobreponerse unas a otras gracias a la mano de Osvaldo Doimeadiós, alguien que espero nunca deje de sorprendernos en la perfección de su arte.

El concierto fue abarcador, un paseo por toda la fonografía de Liuba desde “Coloreando la esperanza”, pasando por “Del verso a la mar”, trepando por la dulzura de “Ángel y Habanera”, disfrutando con “Ilumíname” e incluso haciendo guiños al siguiente que nos abrirá seguramente las PUERTAS que un abuelo asturiano modeló a la luz de la luna para ella.

Mención aparte y agradecida por el público el momento dedicado a los grandes ausentes de la Cultura cubana, junto a los acordes de esa “… que siempre nos recuerda la distancia”.

Pero de repente nos anuncia un secreto, compartiría con nosotros las canciones que son de nuestros niños y entonces todos fuimos cual Hamelineses tras las notas encantadas del terreno insondable de la infancia y allí nos quedamos… hasta que una FIESTA de ESES (tres S maravillosas como Serrat, Silvio y Sabina) nos llevaron de la poesía a la ternura y de allí a la irreverencia para que sin darnos cuenta algún duende nos soplara al oído que la FIESTA había acabado. Pero nos negábamos a dejar a la que llegaba a los 25 años sin que nos regalara algo que le dedicamos en silencio y entre todos: “Si me falta tu sonrisa”.

Brindemos, pues, por este instante, por los ausentes, por los que estamos arropando a esta habanera que no deja de ser ángel y porque sigan llegando cuartos de siglo para celebrar de cerca y con alegría todo el talento de esta artista que talentosa y vital sigue llenando cada rincón de la cultura de esta isla que la habita.

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