lunes, julio 11, 2011

¿Quién mató a Facundo Cabral?

(...) sicarios... bala perdida, se escucha de los más cínicos. Víctima de un “Estado fallido” vociferan... Pero quién en verdad mató a Cabral, fueron los mismos a los que él cantó su crítica social.    


Parece increíble. Mataron a Facundo Cabral. Al trovador de prosa libre y libertaria, al cantautor que sobrevivió una infancia de penurias, la cárcel, los interminables días de la dictadura. Un sobreviviente. Lo mataron así no más, a sangre fría, 16 tiros. Unos sicarios que no valen lo que valía un moco de Cabral. Con clarividencia, en una entrevista dada en México en Septiembre del año pasado, dijo sobre el sicariato: “Pendejos siempre hubo. Y existe el secuestro y el narcotráfico porque hay pendejos que no tienen cojones para vivir la vida y prefieren asesinar". Lo asesinaron cobardemente, en una calle de Ciudad de Guatemala llamada, paradójicamente, Liberación. Varios presidentes (entre ellos el ultraderechista colombiano Juan Manuel Santos) salieron a expresar sus condolencias. Cosa curiosa, pues Cabral nunca se llevó muy bien con los presidentes. Con ninguno. En esa misma entrevista dijo “Soy un anarquista, que es algo peor que un comunista. Por eso, nunca he votado, jamás me he involucrado en la política, porque divide y yo me alejo de lo que divide. Nadie, ningún político va a venir a cambiar la realidad nuestra".

Y sin embargo, con su guitarra, esa “máquina para matar fascistas” como diría el trovador norteamericano Woody Guthrie, hizo política la mejor parte de su vida. Política buena, la sacude la indiferencia, la que despierta conciencias, la que nos hace darnos cuenta que no estamos solos en el mundo, la que rima con solidaridad, la que nos llama a ponernos de pie y enfrentar al poderoso. Ese era Cabral, el niño analfabeto de la calle, que hizo escuela en la cárcel, que no conoció padre… ese corazón prodigioso que en lugar de endurecerse como el mármol con las dificultades de la vida, se enterneció y adquirió esa comprensión de las insondables profundidades del ser humano que caracterizó su obra.

¿Quién mató a Cabral? Esa es la pregunta que todos se hacen. Fueron los sicarios, dicen unos. El narco, dicen otros. Una bala perdida, se escucha de los más cínicos. Una nueva víctima de Guatemala, un “Estado fallido” vociferan los periódicos argentinos. Pero quién en verdad mató a Cabral, fueron los mismos a los que él cantó sus prosas de crítica social.

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que mutilaron y asesinaron al trovador chileno Víctor Jara y han convertido al cantante-guerrillero colombiano Julián Conrado en un detenido desaparecido.

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que asesinan sindicalistas en Guatemala, país que ocupa, después de Colombia, el segundo lugar del mundo en el récord de sindicalistas asesinados. 16 sindicalistas fueron asesinados el 2009. 10 en el 2010. Y este año ya van por lo menos 5. 

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que asesinaron salvajemente a unas 600 mujeres solamente el 2010.

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que asesinan a cientos de campesinos mayas todos los años para despojarlos de sus tierras. Los mismos que desplazan a miles más para dar paso a la minería y los agronegocios. 

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que, luego de graduarse de la Escuela de las Américas, asesinaron a más de 250.000 guatemaltecos, desaparecieron a más de 500.000, torturaron y vejaron a millones durante la guerra civil, desde finales de la década de 1950 hasta 1996. Y siguen matando…

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que, teniendo los medios para acabar con la miseria, condenan a decenas de miles de guatemaltecos a la más brutal y sáduca de las muertes: a la muerte por hambre, a la muerte por carencias de todo tipo.

Acá no hay un misterio por resolver. Los que asesinaron a Cabral fueron los ricos, los poderosos, la oligarquía, los capitalistas, los imperialistas, de todos los pelajes, que han construido un “Estado fallido” a su gusto en Guatemala, y lo han hecho con la generosa contribución de Washington, sin ningún contrapeso desde la rendición de la insurgencia en 1996 (tome nota Colombia de lo que les espera si el conflicto se resuelve con una rendición según los términos del “presidente”). Son ellos, los poderosos, los que alimentan a las bandas de sicarios como ayer alimentaron a los escuadrones de la muerte. Esas bandas actúan con la total impunidad que les otorga el ejército y la policía, debidamente entrenados y adoctrinados por los EEUU en la era de la barbarie contrainsurgente. 

Las notas de prensa arrojan una cortina de humo sobre Guatemala, como si la violencia se redujera a una mera cuestión de narcos y mafias. “El primer narcoestado de América Latina” según la Nación de Argentina… olvidándose, claro de que ese dudoso honor lo ostenta Colombia desde comienzos de los ’90. “Un país gobernado por los Zetas”, dicen otros diarios, olvidándose que el control oligárquico en Guatemala es férreo, y que en realidad el territorio completo es gobernado por empresas trasnacionales que hacen y deshacen con las comunidades. ¿Con quién está aliado el narco? ¿Quién mantiene a los sicarios? ¿A quiénes matan las balas de la mafia? ¿Qué intereses se benefician y amasan riquezas con esta violencia?

Cuando se comiencen a hacer estas preguntas seriamente, tal vez logren encontrar la respuesta a la pregunta que todos hoy nos hacemos: ¿Quién mató a Cabral?

Para nosotros tú no estás muerto Facundo, hombre de canto fecundo. Para nosotros tú vives en los que luchan, en los que piensan con su propia cabeza, en los que desafían lo mismo a dictadores que a prejuicios milenarios. Junto a tantos otros trovadores de canto libre, como Víctor Jara, como tantos otros cuyo canto es una cadena sin comienzo ni final, donde en cada eslabón se encuentra el canto de los demás. 

Creen que te mataron, pero sencillamente te han elevado a la eternidad. Un artista, cuando no canta por cantar, nunca muere Facundo, nunca…

José Antonio Gutiérrez D.
10 de Julio, 2011

Muerte de Facundo muestra violencia en Centroamérica: Feliú

domingo, julio 10, 2011

ESTÁ LA PUERTA ABIERTA / silvio rodríguez rinde tributo a facundo cabral


Está la puerta abierta,
la vida está esperando
con su eterno presente,
con lluvia o bajo el sol.

Está la puerta abierta,

juntemos nuestros sueños
para vencer al miedo
que nos empobreció.

La vida es encontrarnos,

para eso nacemos,
porque el punto más alto
es llegar al amor.

Y no hay amor de uno,

sólo hay amor de todos,
y por ese motivo
estamos hoy aquí.

Está la puerta abierta,

la vida está esperando
con su eterno presente,
con lluvia o bajo el sol.

Está la puerta abierta,

juntemos nuestros sueños
para vencer al miedo
que nos empobreció.

Iremos de uno en uno,

después de pueblo en pueblo
hasta rodear al mundo
con la misma canción.

Todas las cosas bellas

comenzaron cantando,
no olvides que tu madre
cantando te acunó.

Facundo Cabral
Todas las cosas bellas
comenzaron cantando,
no olvides que tu madre
cantando te acunó.

Testimonios de cantautores ecuatorianos sobre la muerte de Facundo Cabral

Fabián Meneses, trovador y parte de la Red Ecuatoriana de Trovadores

Para los que comenzamos a hacer canciones en la década de los 70 y 80, Facundo es un referente de Latinoamérica. Cabral siempre mencionaba a Atahualpa Yupanqui como su padre artístico y siguió los pasos de este gran maestro argentino.

Facundo decía lo que él era. Un trovador que con su palabra hipnotizaba a la gente y su misticismo era tan grande, que hacía pensar a los creyentes que había un dios renovador y liberador. Siempre estuvo pegado a las creencias del pueblo, que por conquista se hizo católico y claro él, en sus palabras, decía eso.

Era un trovador neto, que contaba las crónicas de su pequeño pueblito por todo el planeta, que mencionaba a Tolstoi cuando decía 'Si tu cantas lo que pasa en tu aldea, le contarás a todo el mundo lo que pasa'.

Su muerte es muy confusa y no se si logren investigar lo que pasó, pero lo cierto es que un trovador a muerto, un maestro de generaciones, que no es muy conocido actualmente.

Facundo se apartó del mundo de la farándula, de las revistas artísticas, que muchos piensan que eso te ayuda a la fama. Atahualpa Yupanqui decía "a mi la fama no me va a alcanzar porque yo corro más rápido que ella"; entiendo que eso es una autenticidad, cuando uno empieza hacer trova, cuando entiende lo que es la palabra, su belleza, con lo que nos podemos comunicar sin recurrir a las guerras y dejar algo si alguna canción es buena.

Desgraciadamente ha muerto un maestro de 74 años, que empezó a cantar a sus 22 años. A unos les habrá gustado su estilo, a otros no, pero está dentro de la trova latinoamericana como uno de los representantes auténticos de lo que era y es la trova.

La canción de autor está de duelo

Juan Carlos Terán. Cantautor

Es una pérdida muy significativa para la canción comprometida, la canción de autor, esa canción que pretende transmitir ideas sustanciales y que incentiven en la sociedad un cambio de actitud, siempre positivo. Cabral estaba tremendamente dedicado a su labor, cada vez que se presenta era un ritual de poesía, de canto, de conexión con el público.

La canción de autor está de duelo en América Latina y el mundo, al perder a uno de los cantantes y compositores más importantes.

Cabral se mantuvo dentro de un rigor de compromiso con las razones sociales, con la solidaridad, su material de trabajo siempre fue el referente humano y social, que provocó conciencia y reflexión en la gente.