viernes, diciembre 26, 2008

Un bello regalo de Navidad (enviado por Silvio)

Tropa y civiles:

Hoy tuve que parar el trabajo. De nuevo hay líos con un micrófono y hasta enero no llegan los recambios (que antes de aterrizar en mi país deberán dar algunas vueltas de despiste). Pero no crean que estoy alicaído. He trabajado mucho últimamente. Al fin estoy grabando un disco con base de trío acústico, casi cuarteto, porque por ahí también cuelo alguna guitarrita. Al piano está Roberto Carcassés, al contrabajo Feliciano Arango y en la batería Oliver Valdés. Ocasionalmente aparecen algunos otros músicos jóvenes, invariablemente graduados o por graduar en las Escuelas de Arte. Graba la ingeniera Olimpia Calderón. Juan Mario y Enzo a mano, para lo necesario. La escuadra de Ojalá garantizando la retaguardia, como siempre.

Hay un tema que parece un cuento de Pushkin, dedicado a García Márquez. Él una vez me regaló un argumento parecido para una canción. Era sobre una novia abandonada. Nunca lo usé y años después lo vi infiltrado en una de sus novelas. La canción se llama San Petersburgo y tiene un bello contrapunto de clarinete que escribió Roberto para Niurka. Esta es una canción bastante rusa, pero en el resto del disco se asoma un poquito de rock, además de baladas, sones y danzones. Demasiado es un bolero que le dedico a César Portillo de la Luz, gran autor de todos los tiempos, a quien Odilio Urfé llamaba "el filósofo del bolero". Hay un hermoso texto de Víctor Heredia que pude musicarle, llamado Lo cierto. Hay una Carta a Violeta Parra en la que le cuento algunas impresiones y les beso a sus hijos, que han sido mis amigos.

Casi todas las canciones fueron compuestas entre el año pasado y este 2008 que se está yendo. El trabajo creo que se llamará Segunda cita, que también es una canción, en este caso sobre el ángel postizo que a veces llevamos dentro.

Aquí les van algunas letras, a modo de anticipo.

Felices fiestas y, como dice un amigo parisino, que en todo les vaya antambalé.

Siempre queriéndoles,
aprendiz.

23 de diciembre de 2008, 22:00


SEA SEÑORA

Sea señora la que fue doncella.
Hágase libre lo que fue deber.
Profundícese el surco de la huella;
reverdézcanse sol, luna y estrellas
en esta tierra que me vio nacer.

A desencanto, opóngase deseo.
Superen la erre de revolución.
Restauren lo decrépito que veo,
pero déjenme el brazo de Maceo
y, para conducirlo, su razón.

Seguimos aspirantes de lo mismo
que todo niño quiere atesorar:
una mano apretada en el abismo,
la vida como único extremismo
y una pequeña luz para soñar.

Las fronteras son ansias sin coraje.
Quiero que conste de una vez aquí.
Cuando las alas se vuelven herrajes,
es hora de volver a hacer el viaje
a la semilla de José Martí.


EL GIGANTE

Un gigante,
cuando era infante,
lanzaba pedos
que daban miedo.
Y aquel bellaco
a un gran saco
fue traspuesto,
por molesto.

El gigante,
porque era infante,
gritó tan duro
que hasta el futuro
llegó su queja,
cierta y vieja
como un viento
descontento.

No se sabe si al fin la grey
supo tratar gigantes
poco elegantes,
pero de ley.

Dale a tu niño besos,
pues para eso
nos llora el rey.


SAN PETERSBURGO
A Gabriel García Márquez

Sobre algún puente del delta del Neva,
la noche blanca cautiva y revela
cada suspiro de Elena.

Canta una troika con voz de abedules
y el as de espadas se bate entre nubes
para sus ojos azules.

San Petersburgo
juega al absurdo
con falsa claridad.
Y a quien no duerme
se le disuelve
la frágil realidad.

Sobre algún puente Elena soñaba,
y en el oscuro temblor de las aguas
una cigüeña volaba.

¿Qué hacen las aves
cuando no saben
la dirección del sur?
Buscando estío
surcan el frío
en alas del albur.

Sobre algún puente bordado de historias,
abandonada, lloraba la novia
su blanca noche sin gloria.


DEMASIADO

Demasiado tiempo,
demasiada sed
para conformarnos
con un breve sorbo
la única vez.
Demasiada sombra,
demasiado sol
para encadenarnos
a una sola forma
y una sola voz.

Demasiadas bocas,
demasiada piel
para enamorarnos
de un mal gigantesco
y un ínfimo bien.
Demasiado espacio,
demasiado azul
para que lo inmenso
quepa en un destello
solo de la luz.

Demasiado polvo,
demasiada sal
para que la vida
no busque consuelo
en el más allá.
Demasiado nunca,
demasiado no
para tantas almas,
para tantos sueños,
para tanto amor.



TONADA DEL ALBEDRÍO

Dijo Guevara el hermoso,
viendo al África llorar:
en el imperio mañoso
nunca se debe confiar.

Y dijo el Che legendario,
como sembrando una flor:
al buen revolucionario
sólo lo mueve el amor.

Dijo Guevara el humano
que ningún intelectual
debe ser asalariado
del pensamiento oficial.

Debe dar tristeza y frío
ser un hombre artificial,
cabeza sin albedrío,
corazón condicional.

Mínimamente soy mío,
ay, pedacito mortal.


SEGUNDA CITA

Quisiera enmendar los comienzos
de todas las brumas.
Quisiera empezar cada lienzo
con mejor fortuna.

Quisiera pegarme unas alas
y en una cornisa
soplar una dulce balada
que esparza la brisa.

Quisiera viajar al pasado
de cierta muchacha
que andaba de noche El Vedado,
liviana y borracha.

Quisiera posarme en su vida
para convencerla,
para que con menos heridas
hoy pudiera verla.

El dolor que no curen los ángeles
ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
sólo el viento la puede saber.

Quisiera ir al punto naciente
de aquella ofensiva
que hundió con un cuño impotente
tanta iniciativa.

Quisiera ir allí con las cruces
del tiempo perdido
y hacer un camino de luces,
sin odio ni olvido.

El dolor que no curen los ángeles
ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
sólo el viento la puede saber.

Quisiera dar vuelta a la rueda
que para en lo mismo:
un simple mortal que se juega
abismo y abismo.

Y, antes de darle al perchero
mis alas de atrezo,
quisiera dejar como fuero
certeza y progreso.

El dolor que no curen los ángeles
ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
sólo el viento la puede saber.


TROVADOR ANTIGUO

Sin brillantes conclusiones
ni versículos de fuego;
sin palabras que hagan juego
con grandes decoraciones;
sin humos o presunciones,
más bien con talante exiguo
me declaro trovador antiguo.

Soy de donde los patriotas
daban nombres a las calles.
Soy de un río, soy de un valle
y de una familia rota.
Soy de un pueblo en bancarrota,
de un San Antonio fiestero
donde hoy sólo el viento sopla entero.

El nuevo trovador antiguo
se acerca a la procesión.
Le dice adiós al mundo ambiguo
y pone pie en el caracol.
Escena sucedida tanto,
anónimo el compositor.
El horizonte es el espanto;
la miniatura, el amor.

También nací en Centrohabana,
rumba de supervivencia,
son de perdida inocencia
en clamor de pena urbana;
venerable afrocubana
de existencia fabulosa,
hembra sobrenatural y diosa.

Recorriendo sus esquinas
vuelvo a sentir la fragancia
de una calle de mi infancia
barrial y capitalina:
San Miguel, ángel en ruinas
de inmaculada bandera,
luz vitral de mi canción primera.

El nuevo trovador antiguo
se alinea con la procesión.
Le dice adiós al mundo ambiguo
y pone pie en el caracol.
Escena sucedida tanto,
anónimo el compositor.
El horizonte es el espanto;
la miniatura, el amor.

Ahora soy de la memoria,
ahora pertenezco al viento;
otro dirá en su momento
si fui más pena que gloria.
Lo que fue nuevo es historia
y lo que nace alza vuelo
con el sueño de tocar el cielo.

Partero fui de un futuro
escurridizo, inasible,
seguramente posible
si no le ponemos muros.
El amor es el más puro
néctar contra la tristeza.
Bienvenida su naturaleza.

El nuevo trovador antiguo
se alinea con la procesión.
Le dice adiós al mundo ambiguo
y pone pie en el caracol.
Escena sucedida tanto,
anónimo el compositor.
El horizonte es el espanto;
la miniatura, el amor.

¿feliz navidad?


50 años no es NADA, 50 años es mucho



Por Tomás Borge
La Revolución cubana al cumplir 50 años le ha otorgado al género humano una lección de vida, decoro y resistencia, algo llamado heroísmo, inigualable.

¿De dónde proviene esta cátedra? Para mi la isla se montó en un caballo para cabalgar en Dos Ríos, donde entregó su sangre el joven poeta, orador y patriota José Martí. Se podría sospechar que buscó el martirio para que Cuba fuera posible.

Después de Martí los revolucionarios cubanos han desafiado el peligro tan solo para convertir a esa isla insolente y dulce, con vocación de antorcha, en deseo vehemente de ser ejemplo.

Fidel no se explica sin Martí. Fidel -luminoso, terco, irreprochable, de lágrima fácil y a ratos enojado- puso deliberadamente en peligro su vida –igual que Martí- no sólo durante la guerra, desafió huracanes e incendios y explosiones y se empecino en decir siempre la verdad y ver bastante más allá de las próximas fechas.

Aunque Raúl Castro brilla con luz propia no sería explicable sin Fidel. Nada sería explicable ni siquiera el faro aventajado del Che, o la singular solidaridad de Cuba, o la protección excepcional durante ciclones y epidemias de la vida humana, sin Fidel.

Más aún: yo creo que los cambios de América Latina –Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y otros- nacieron en Dos Ríos y en la Sierra Maestra.

50 años es un parpadeo en la historia pero es mucho también por tanta acumulación de júbilo, reciedumbre, lágrimas y sangre.

Algo parecido ocurrió en Venezuela. Sin Bolívar la revolución sería imposible: pero se sabe, Chávez es posible por Bolívar y Fidel. En Nicaragua el FSLN no sería explicable sin Sandino. Pero, me consta, Carlos Fonseca -su principal fundador- fue posible por Sandino y por Fidel.

Cuba es la razón de un abrazo para siempre.

Exposición Erotismo y sexualidad en el arte



Arte sin prejuicios
Moraima Clavijo Colom • La Habana

Casi tan inmemorial como el hombre ha sido la presencia del erotismo y de la sexualidad en el arte. Como un canto a la fertilidad de la tierra y de la mujer, en hermosos amuletos aparecen desde la prehistoria aquellos exuberantes desnudos que, al no ser retratos, marcan justamente su intención de género.
En la totalidad de las civilizaciones de la antigüedad y en todos los confines del planeta, sin excepción alguna, la representación del sexo, de sus prácticas más diversas y de sus ritos asociados, han sido sugeridas, interpretadas o hasta narradas en imágenes, en no pocas manifestaciones artísticas.

"Nata de Café", Aldo Soler

La sutileza del erotismo o la imagen de la sexualidad son dos facetas de un mismo tema, que no evadimos mostrar en ningún caso, como el testimonio de una época o de una civilización, reflejadas con mayor o menor medida en el arte. Vasos mochicas o grabados de Ukiyo-E pueden ser ejemplos de sexo explícito, mientras desnudos femeninos y masculinos sugieren la posible y futura proximidad de los cuerpos, o simplemente la contemplación.
Más de 60 obras de los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes, de artistas invitados que han tratado con frecuencia el erotismo y de la colección de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, se han reunido para descubrir, a través del arte, estos temas permanentes y eternos.
La diversidad de orientaciones sexuales propias de la naturaleza es también reflejada en la muestra. Hablamos de erotismo y sexualidad, no solo de procreación, que sería el único privilegio biológico del acto heterosexual. Legítimos igualmente son unos y otros, si se trata de amor, o de la simple atracción física que en los humanos marca una selectividad especial.
El Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) ha hecho posible que Erotismo y sexualidad en el arte trascienda la simple presentación de exponentes para convertirse en un verdadero evento cuyo programa incluye conferencias, encuentros con especialistas de diversas disciplinas, exhibiciones de materiales audiovisuales y otras actividades de extensión cultural. A esa institución y a todos los que han contribuido a convertir esta muestra en un acontecimiento cultural y social, hacemos llegar nuestra gratitud.
El erotismo y la sexualidad son inherentes al ser humano y de recrear esta faceta de la vida misma trata la exposición que hoy ponemos a consideración de nuestro público, uniendo las colecciones de Arte Cubano y de Arte Universal, para mostrar a la vez nuestra mirada y la de otras latitudes muy disímiles en el espacio y en el tiempo.
Deseamos que disfruten de esta muestra sin prejuicios, con el convencimiento de que el arte, si es verdadero, es capaz de sublimar lo aparentemente trivial o hasta lo supuestamente obsceno. De lo contrario, no lo sería.
Textos cortesía del Museo Nacional de Bellas Artes.

Eros va en traje de arte


Mabel Machado • La Habana
Fotos: Kike (La Jiribilla)


"Los mejores días de nuestros años", Servando Cabrera

La intimidad y el mito de las relaciones sexuales humanas se descubren y desacralizan en las sociedades contemporáneas cada vez con más intensidad y desenfado. Importa al hombre de este tiempo disfrutar del placer más que reprimirlo, y en ello, las instituciones de comunicación y educativas han de jugar roles decisivos. Al Museo Nacional de Bellas Artes y al CENESEX corresponde el mérito de haber cruzado el umbral de los prejuicios aún latentes, para entregarle al público el programa de actividades Erotismo y sexualidad en el arte.
Este proyecto expositivo, con una temática nunca antes abordada con tal magnitud por ninguna institución cultural en Cuba, recoge el espíritu del motivo erótico en las diferentes épocas históricas de la civilización, en su vínculo con la creación artística, que se hace gracias a aquel, más cercana a sus receptores.
El 28 de noviembre se iniciaron los eventos, con la apertura de la exposición Erótica, que reúne más de 60 obras de los fondos del Museo, de artistas invitados que han abordado la temática y de la colección de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre. La muestra, que estará abierta hasta el 15 de febrero, incluye piezas de la antigüedad griega, las culturas precolombinas, el arte universal y del patio, con autores como el japonés Utagawa Kunisada, el francés Philibert Luis Debucourt, y los cubanos Menocal, Carlos Enríquez, Servando Cabrera y Raúl Martínez. Por otro lado, la aparición del videoarte en la sala, pretende dar espacio a los más jóvenes y favorecer el acercamiento del público a esta modalidad.


Sin discriminar ninguna tendencia o manifestación erótico-sexual, se mezclan en la exposición líricas expresiones del dolor, la pasión, el desenfreno, la reproducción, el deseo y el ideal del amor. En ello reside precisamente su atractivo fundamental, aunque no es intención de los organizadores "crear escándalo, ni siquiera suspicacia", según señalara en la inauguración Moraima Clavijo, directora del Museo Nacional.
El tema trasciende las vitrinas y las paredes de la institución museológica, a partir de la participación del CENESEX en el programa. Este centro ha coordinado, desde el final de noviembre hasta febrero, conferencias, exhibición de audiovisuales y presentación de publicaciones además de otras actividades de corte cultural y el encuentro con especialistas en el espacio Pregunte usted lo que quiera.
Advierte Mariela Castro, directora del CENESEX, que "las artes tienen un componente educativo fundamental y ayudan a integrar mejor el conocimiento, especialmente en el abordaje de la sexualidad, que se ha complejizado tanto a través de la historia en su interpretación y en su explicación, distanciándose de la realidad humana prácticamente. El Centro aprovecha la ocasión para integrar ciencia y arte e influenciar educativamente en el logro de una cultura de la sexualidad más saludable, placentera y humana, que parte de nuestros propósitos como institución".
Entre las conferencias del ciclo Arte y Sexualidad vale mencionar temas como "La atención integral a personas transexuales y su inclusión en las políticas sociales", "Género, sexualidad y erotismo a través de los tiempos" y "Representaciones del erotismo en la literatura cubana". La revista Sexología y sociedad y el libro La transexualidad en Cuba figuran entre los textos que se presentarán como parte del programa, en el cual queda también incluido el teatro, con la obra Pares y nones, dirigida por Nelson Dorr.


Este primer acercamiento integrador a la cuestión del erotismo, no permitirá que se escape ninguna de sus expresiones. Quedarán corporeizadas en la gestualidad en la escena, en la plástica, y el verbo, las imágenes de la fertilidad de nuestros antepasados, la mixtura hombre-dios-animal en el deseo, la prostitución o la pederastia griegas, el candor de ángeles y madonas, la voluptuosidad del Renacimiento, los cuerpos desnudos del impresionismo y la diversidad aportada por la contemporaneidad.


tomado de la jiribilla.

El pensamiento que quiera ser realmente humano debe ser rebelde

"Es necesario que se abra paso a las iniciativas, la participación y la libertad comprometida con el socialismo" • En el socialismo, es necesario "que se haga normal debatir, que se discuta, que se convenza a la gente, que se conduzca y no que se domine de manera más o menos autoritaria" • Entrevista al intelectual cubano Fernando Martínez Heredia, a propósito de su más reciente libro, El ejercicio de Pensar

por Diosnara Ortega

La vida de los revolucionarios está seguida de largas luchas en las que casi nunca se llega a esa entonada lucha final. Cuando los enemigos contra los que se levantan las revoluciones perviven, entonces les está destinado un camino de conflictos y enfrentamientos a aquellos cuyo fin será siempre la libertad y la justicia humana. Fernando Martínez Heredia es uno de estos revolucionarios, también hereje, «diversionista ideológico» e incluso marxista. Todas estas caracterizaciones han sido utilizadas como insultos, allí donde no prima un modo revolucionario de pensar. A propósito de su último libro El ejercicio de pensar, editado por el ICIC Juan Marinello y por Ruth Casa Editorial, Martínez Heredia nos convida a reflexionar en torno a su obra y el contexto en el que reaparece.

¿Qué sentido tiene El ejercicio de pensar en el contexto cubano actual?

—Seguro que lo dices porque el ensayo El ejercicio de pensar se escribió en diciembre de 1966. Yo lo incluí en el libro por dos razones: la primera es personal, y si se quiere sentimental. Fue el primer artículo mío que se publicó y tuvo alguna importancia. Pero la segunda razón es la que responde tu pregunta: yo considero que el ejercicio de pensar es imprescindible como una característica humana.

"Frente a todo lo que han repetido las formas simplificadoras del marxismo, por ejemplo, los que creían en la primacía de la mano sobre el cerebro, Carlos Marx decía en El Capital que las arañas y las abejas —estas estuvieron de moda por las capacidades que parecían tener— podían realizar actividades mucho más inteligentes que los operarios torpes, pero que aun el albañil menos capacitado tiene una superioridad sobre ellas: se representa en su mente el producto de su trabajo antes de comenzar a realizarlo.

"Yendo más lejos, el ser humano que piensa es capaz de levantarse aún más sobre la condición animal, es capaz de sobreponerse a que su actuación se base solamente en la sobrevivencia y el egoísmo, en la sumisión a intereses que lo llevan a ser mezquino y negarles un lugar humano de vida a quienes no sean sus familiares y sus amigos. Esa posibilidad se ha visto de muchísimas formas, desde los que creen en el mejoramiento humano individual hasta los revolucionarios que son capaces de todo por la liberación de todas las personas. Ella exige un ejercicio de pensar que es superior al ejercicio del pensamiento corriente, porque es un ejercicio del pensar que tiene que violentar las estructuras mismas del pensamiento usual.

"Es decir, si uno se pone a ver con un poco más de profundidad lo que parece ser una majestad individual del pensar, se da cuenta de que la mayoría de los pensamientos están siendo guiados por la forma de dominación de la sociedad en que suceden. El individuo no es tan soberano como cree, ni mucho menos. Se somete a ese dominio de una manera u otra, muy a menudo independientemente de su voluntad. Por ejemplo, tratar de ser bueno —esa apelación moral tan bonita—, está contenida dentro de lo que puede pensar, y dentro de lo que a él no se le ocurriría pensar, dos conjuntos prefijados que lo norman y constriñen.

"Por consiguiente, el pensamiento que quiera elevarse y ser realmente humano debe ser rebelde a las estructuras usuales de pensamiento. Y todavía más, tiene que empezar a identificar esas estructuras y ser rebelde a ellas de manera consciente.

"Cuando Joaquín de Agüero liberó a sus pocos esclavos en Puerto Príncipe, en 1843, se pretendió que tenía una enfermedad mental. Hasta sus amigos lo tachaban de loco. Es decir, podía habérsele ocurrido lo que hizo, pero no podía hacerlo. Y si lo llevó a cabo, siendo un hombre "de posición", es porque se había enfermado. Así llegamos a otro punto que es muy importante: el pensamiento tiene que corresponderse con la acción, el ejercicio de pensar tiene que estar relacionado con la acción. Tiene que romper varias cárceles.

"Primero, la estructura y el peso del pensamiento dominante, que responde a las cárceles de la dominación social, y que puede ser de lo más sutil del mundo, no tiene que ser brutal. Segundo, la de no ser consecuente con su propio ejercicio de pensar, flaqueza que aborta y ahoga tantas calidades humanas. Sólo liberándose de esas prisiones puede llegar a ser rebelde el pensamiento. Por eso he dicho alguna vez que la rebeldía es la adultez de la cultura.

"El ejercicio de pensar tiene que corresponderse con una consecuencia activa. No quiero decir con esto que todo el que piensa está obligado a romper con las trabas y los dilemas que el desarrollo mismo de la humanidad le dio. Puede que una persona alcance a desarrollar su pensamiento por caminos de liberación y sea reacio a la actuación. Pero si no es consecuente moralmente, si no se enfrenta a las encrucijadas en las que es necesario actuar políticamente con soberanía y rebeldía del pensar, entonces resultará fallido su ejercicio del pensar. Como ves, este asunto se va complicando.

"El ejercicio de pensar tiene su teatro más privilegiado en la revolución. En ella aparecen pensamientos que nadie había soñado. Por ejemplo, cuando era muy jovencito yo leía mucho al más grande pensador cubano, José Martí, que decía: «la tierra es del que la trabaja». Los compañeros míos de entonces también consideraban que el pensamiento de Martí era la guía superior. En cuanto triunfó la revolución, y antes también, estaban tratando de llevar a la práctica ese pensar.

"Pero en menos de dos años nos dimos cuenta de que teníamos que pensar mejor los problemas del mundo rural de Cuba. Era una realidad que gran parte de la gente que llamamos campesinos, que vivían en los campos y allí trabajaban, no estaban tan interesados en tener la propiedad de la tierra, sino en tener otras muchas cosas más: que nunca más hubiera represión, trabajar todo el año con salarios mejores, atención médica para sus familias, maestros para los niños. Cada vez querían más cosas, pero no exactamente lo que habíamos pensado nosotros, siguiendo un pensamiento revolucionario ya elaborado previamente.

"La cuestión se vuelve por tanto más compleja, porque exige que el pensamiento se revolucione a sí mismo una y otra vez. Sin dudas estamos hablando de un ejercicio difícil. Pero al mismo tiempo, sostengo que es un ejercicio imprescindible.

"Se puede pensar el mejoramiento humano y el cambio de la sociedad sin salir del sistema capitalista, o pensarlo contra la dominación capitalista. No me referiré al primer caso, sino al nuestro, el que llamamos socialismo. En él es imprescindible no solamente la liquidación del poder del capitalismo y de sus sistemas político, represivo y de hegemonía, de las relaciones económicas de ese sistema como rectoras de la vida de la gente, de su modo de apropiación; es imprescindible que al mismo tiempo se vaya produciendo la expropiación del mundo espiritual, la expropiación cultural en el sentido inmaterial, de demolición de una cantidad de fortalezas de la sociedad de clases que están dentro de las personas.

"Es forzoso que se dé una aventura intelectual nunca antes soñada, una y otra vez, para que la transición socialista —es decir, el régimen revolucionario de tipo comunista que pretende en las condiciones reales del mundo cambiar de manera liberadora las relaciones sociales y las individualidades—, se prefigure de una manera muy superior a lo que ha sido, que se tengan intuiciones, razonamientos, que se haga normal debatir, que se discuta, que se convenza a la gente, que se conduzca y no que se domine de manera más o menos autoritaria. Es decir, que vayamos aprendiendo la liberación, y que se vaya enseñando la gente mutuamente, no unos a los otros solamente, sino mutuamente. Todo esto exige que el pensamiento tenga un lugar muy importante y creciente.

"Entiendo que la posición acertada es la que privilegia la praxis, la creación consciente y cada vez más masiva de nuevas relaciones, instituciones y una nueva cultura. Entiendo que el centro del pensamiento del Che es que el factor subjetivo tiene que ser el fundamental en todo el proceso de la revolución, y comparto esa idea. Para poder desempeñar las tareas y los papeles que tiene delante de sí, el factor subjetivo está obligado a formar conciencia, y a hacer masiva esa conciencia.

"De ahí que el ejercicio de pensar no es una frase que quiere ser feliz, sino un deber muy grande. Le puse así a aquel artículo que escribí por las madrugadas cuando era muy joven, porque creía que en aquel momento en que estábamos eso era imprescindible. Hoy he cambiado un poco, ahora creo que en todos los momentos es imprescindible."

El 3 de julio del 2007, cuando expuso en el ISA sus diez rasgos del dogmatismo, se produjo una ovación. ¿Fue esa respuesta del público allí presente una reacción ante la vigencia de esas características dentro del pensamiento social cubano y del proyecto mismo?

—Sin dudas sí, porque el problema de cómo sobreviven ciertas características negativas a lo que algunos con razón han dicho que son sus condiciones de existencia, es un problema sumamente importante. Por ejemplo, el racismo, los condicionamientos verdaderos del racismo en Cuba son del siglo XIX. El racismo fue un elemento cultural muy necesario para la dominación en el siglo XIX, cuando el modo de producción fue una gigantesca empresa que tenía en su núcleo fundamental a personas que eran propiedad de los patronos, los esclavos, y la clase dominante en lo económico renunció a ser clase nacional y a que el país fuera independiente, para no renunciar a la ganancia y a su posición de poder. El racismo fue elaborado e impuesto, porque en el siglo XIX, tan moderno como aquellos propietarios criollos, parecía imposible sostener que unas personas fueran inferiores a otras.

"La desaparición de la esclavitud y la independencia nacional estuvieron profundamente ligados en Cuba. Las prácticas liberadoras y el desarrollo del abolicionismo revolucionario en la Guerra de los Diez Años, las ideas y la acción del Partido Revolucionario Cubano de Martí y el evento decisivo de la Revolución del 95, cuando el pueblo de Cuba en masa emprendió una guerra popular y arrostró un genocidio en que murió casi la quinta parte de la población, la ideología mambisa, republicana y de democratismo muy profundo, todo exigía que la política impulsara junto a la libertad personal y la república democrática, a la justicia y la igualdad. El racismo no tendría ningún asidero.

"Sin embargo, la guerra triunfó pero la revolución fue asfixiada, la república fue burguesa y neocolonial, y el complejo cultural que se ha creado y desarrollado a través de generaciones, y que comparten las personas, posee muy fuertes capacidades de resistencia. El racismo se recompuso y participó en la construcción social de raza y racismo de la república de la primera mitad del siglo XX. Sus discontinuidades y sus nexos respecto al racismo del XIX, el alcance y los límites del antirracismo postrevolucionario, son lecciones que están a nuestro alcance. Las experiencias históricas ayudan mucho.

"El dogmatismo que combatíamos nosotros en los años sesenta tenía sus raíces en una inconsecuencia tremenda. La revolución cubana que triunfó en 1959 acabó con el capitalismo, pero desde el inicio tuvo que romper con lo que llamaban el socialismo. Por eso el Che escribe su diario, en Bolivia, el día 26 de julio: «rebelión contra las oligarquías y contra los dogmas revolucionarios».

"En los años sesenta, Cuba era una herejía para la URSS y el movimiento internacional identificado con ella. Cuando nos enfrentábamos al dogmatismo, en realidad nos oponíamos a aquellos que creían que tras la liberación del país había que aprender un nuevo sistema de dominación en nombre del socialismo. Es necesario tener esto en cuenta cuando recuperamos la memoria de las polémicas que en aquel tiempo se ventilaron en los terrenos de las bellas artes. No era sólo si Proust, Joyce y Kafka eran tres literatos que nadie debía leer, porque expresaban la decadencia del capitalismo, o si unas corrientes pictóricas eran "socialistas" y otras eran "burguesas", si las películas italianas probablemente fueran de la burguesía también. Clasificar los gustos y ordenar qué se debe consumir y qué no, formaba parte de una ideología de obedecer y mandar, de clasificar y condenar, de legitimar una dominación sobre la sociedad. Hubiera sido la imposición de una nueva esclavitud en nombre de la liberación.

"El dogmatismo se presentaba de una nueva manera, no de una forma brutal. Se presentaba bajo este argumento: «ahora al fin somos socialistas, e incluso somos marxistas-leninistas. Todo el que sea socialista y marxista-leninista debe creer en este nuevo dogma e imponérselo a los demás, y todo el tiempo imponérselo a sí mismo».

"Me interesa muchísimo el problema de la desgarradura terrible que se hicieron a sí mismas muchas personas que yo llamaría personas decentes, que fueron dogmáticas y que siguen siéndolo, puesto que por sus virtudes personales nos resulta todavía más difícil entender la malvada entraña del dogmatismo. La teoría política debería recoger, aunque fuera de una manera subalterna, la categoría 'persona decente'. Al creer ellos que están prestando un servicio, hacen todavía más confuso el problema.

"Por esto me pareció necesario, el 3 de julio del 2007, al menos tratar de sintetizar y ofrecer alguna ayuda a los estudiosos y a los que actúan ahora, sintetizando diez rasgos que posee el dogmatismo, no sólo para combatirlo mejor, sino para comprenderlo y liquidarlo a fondo, entre todos, sin dejarle posibilidad de que renazca, porque renace una y otra vez. Si renace una y otra vez, no es posible pensar simplemente que sea como la hierba mala, hay que tratar de encontrar sus raíces sociales, sus raíces culturales, y relacionar el problema con otros problemas más generales de nuestro proceso de liberación, que se ha encontrado con sus fronteras y sus límites una y otra vez, económicas, políticas, internacionales, de amenazas por parte del imperialismo, de los daños provenientes de la imposición o la copia de rasgos del régimen soviético, de los males que hemos permitido, alentado o creado nosotros mismos, del riesgo constante de la formación de grupos con poder que expropien la revolución.

"Necesitamos lo que Cintio Vitier definió hace quince años maravillosamente bien: resistencia y libertad. Solamente con resistencia no podemos defender la libertad. Claro, cuando uno dice resistencia y libertad enseguida aparece la justicia, porque sin justicia no es factible la libertad. Más vale que multipliquemos nuestras capacidades, y para multiplicar esas capacidades no sólo hay que acabar con el dogmatismo, hay que enterrarlo muy profundamente."

Un día lo escuché decir que "las ideas siempre tienen que ser superiores al medio en que se reproducen" ¿Podría un resurgimiento del pensamiento crítico revolucionario subvertir las estructuras desde las que se administran las ciencias sociales en Cuba hoy, o tendremos que esperar a que esas estructuras cambien mediante otros procesos y/o voluntades políticas?

—Yo creo que peco mucho de optimista histórico, pero siempre me prevengo con un poco de pesimismo cotidiano. Opino que para que se logre lo que pides tiene que predominar el revolucionamiento. Cuba tiene un promedio tan alto de niveles escolares y técnicos que las estadísticas deben parecerles increíbles a muchos. Tiene un desarrollo de la conciencia política tan alto que resulta incomprensible para muchos en el mundo. Entonces uno se pregunta ¿cómo es posible que el pensamiento y las ciencias sociales no estén a la altura de todo eso? Ya una parte de nosotros hemos constatado que no lo están, pero persiste una inercia opuesta a cambiar la situación, reforzada por la incomprensión o la resistencia dentro de instituciones que debían favorecer su desarrollo.

"La fuerza de la conciencia política, y la formación especializada de por lo menos un millón de cubanos, debería ser más que suficiente para que se produjeran revolucionamientos del pensamiento y las ciencias sociales.

"Por otra parte, el ámbito latinoamericano es el más dinámico en el desarrollo del pensamiento social en el mundo actual; no es famoso porque no es del primer mundo. En los primeros quince años que siguieron a 1959, América Latina tuvo una influencia decisiva entre los estímulos culturales externos de la revolución. En los últimos quince años las relaciones estatales con la región se han generalizado y fortalecido, y las relaciones económicas —que eran mínimas— han ido creciendo hasta alcanzar un peso fundamental en nuestras relaciones externas. Pero este nuevo auge es mucho más complejo y rico.

"Hace cuarenta años, Cuba se involucraba a fondo en los intentos revolucionarios de liberación del continente; hoy, decenas de miles de cubanos atienden la salud de una gran parte de los latinoamericanos, enseñan métodos para dejar de ser analfabetos y forman profesionales de sus países. Y la ola creciente de autonomía frente al imperialismo, los poderes populares, los movimientos populares combativos, la idea de un socialismo del siglo XXI, cuadro en el que Cuba tiene un papel relevante, alimenta los anhelos de renovar y desarrollar nuestro socialismo. Todo esto tiene que ser un acicate para el pensamiento cubano y facilitar que se recobre y avance. Me pregunto cómo es posible que todavía el pensamiento social latinoamericano avanzado y marxista sea bastante desconocido en Cuba.

"No hay nada mejor para avanzar que reconocer los propios defectos. El joven Marx escribió una vez que la vergüenza es un sentimiento revolucionario. Si superamos la fase de reconocer los errores y avergonzarnos un poco, y actuamos, sin duda los logros y las potencialidades inmensas que ya tienen el pensamiento y las ciencias sociales cubanas serán un terreno más que suficiente. Alguien me diría de inmediato: «¿pero por qué no sucede?» Y ahí viene otro problema.

"Hemos tenido una historia que no voy a sintetizar aquí, y que abordo a lo largo de todo El ejercicio de pensar. Prefiero remitirme al libro. Agrego solamente que las insuficiencias, los descalabros, los graves errores cometidos en el campo del pensamiento y las ciencias sociales, no pueden eternizarse por el temor de que detrás de su desarrollo sobrevenga la división entre nosotros, cuando ese peligro, que es real, podría venir del aumento del apoliticismo, de relaciones sociales que no son socialistas, del egoísmo que está relacionado con el dinero, con el afán de lucro, que han crecido y pugnan sordamente con la cultura de la solidaridad y la justicia social.

"Los enemigos del socialismo cubano, que no son pequeños ni son débiles, serían más débiles y más pequeños si desarrolláramos más el pensamiento y las ciencias sociales. Para mí, es necesario que se abra paso a las iniciativas, la participación y la libertad comprometida con el socialismo. Es necesario que se unan iniciativas y fuerzas, desde las estructuras y sobre todo desde la gente, que se unan."

¿Cómo podemos entender las fisuras que nuestras ciencias sociales han continuado profundizando en relación con una tradición de marxismo liberador y nacional? ¿A qué procesos de poder o a qué tipos de poder responden estas fisuras?

—Prefiero en este caso referirme a las vicisitudes del marxismo. Nosotros asumimos el marxismo desde una situación muy difícil, cuando parecía tener su centro y su legitimidad en la URSS. En realidad, el marxismo se arraiga en Cuba en los años de la Revolución del 30, el marxismo de Julio Antonio Mella, el de Mariátegui, el marxismo de Antonio Guiteras, relacionado con el intento de liberar al país. Después hubo cubanos que mantuvieron la llama de un marxismo independiente, que concurre en la formación de las ideas del movimiento insurreccional del 26 de Julio, desde La historia me absolverá.

"En los años sesenta, el pensamiento vivió avances extraordinarios y batallas muy duras —trato estos temas en el libro—, y comenzó a echar las bases de una cultura propia de liberación. Esos logros, y sobre todo los problemas que planteó, constituyen una fuente muy valiosa para las tareas y los proyectos actuales.

"En los años setenta se consumó la sujeción, el empobrecimiento y la dogmatización del pensamiento social. El marxismo fue subyugado y sometido a un subdesarrollo inducido. Esa situación entró en crisis con el Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas, en la segunda mitad de los ochenta, pero el proceso confrontó muchas dificultades, y perdió suelo ante la tremenda crisis desencadenada al inicio de los años noventa. No hubo tiempo ni condiciones suficientes para transformar un medio que incluía la formación de decenas de miles de personas para reproducir lo que llamaban marxismo-leninismo (fue una gran ofensa a Lenin llamarle marxismo-leninismo a la ideología que se impuso cuando los ideales de Lenin fueron abandonados).

"En medio de la caída simultánea de los niveles de calidad de la vida y del prestigio del socialismo, una gran parte de la población joven se alejó de todo el marxismo, no de una corriente u otra. Las estrategias de sobrevivencia de ciertos grupos excluían también al marxismo. A mí me sucedió algo muy interesante: después de tantos años de ser tenido por demasiado heterodoxo, comencé a ser visto como un ortodoxo, o más exactamente, como un bicho raro, por ser marxista. Entonces ser marxista empezaba a ser raro.

"Afortunadamente ya no estamos en esa situación, y el marxismo ha recuperado algún terreno. Nuevas generaciones que no tienen que desaprender el marxismo-leninismo, porque nunca lo conocieron, y gente heroica de edades medianas estudian marxismo o se acercan a él. Pero estamos en una fase demasiado temprana, la influencia del marxismo como epistemología de las ciencias sociales es pequeñísima. Incluso hay personas capacitadas que sienten un poco de vergüenza de ser marxista, les parece que no va a estar bien y que no los van a considerar científicos serios.

"La influencia tan grande que goza hoy la ideología burguesa tiene un peso enorme en esta situación. El economicismo, que cuando yo era muy joven venía de Moscú, ahora viene de los centros intelectuales del capitalismo desarrollado, que ha convertido el individualismo en método y pretende que el conocimiento de las conductas en los procesos sociales se mida por el costo-beneficio. Después de los decretos sobre «el fin de» —paradigmas, metarrelatos, historia—, un economicismo vestido de universidad del primer mundo es exigido en muchos medios para alternar, y también para tener oportunidades de acceder a algunos gajes del mundo académico. Esta ideología es «democratizada» por la avalancha de productos masivos en los que los seres humanos se dividen entre los que tienen «éxito» y los que «fracasan».

"Tenemos por delante grandes batallas por librar. Una de ellas es la de asumir el marxismo. Si digo que es necesario asumirlo críticamente sería redundante, porque no se puede asumir nada importante si no es críticamente, pero en este caso me atrevo a insistir, por parecerme imprescindible. En cuanto uno se descuida vuelve a aparecer el marxismo dogmático.

"Por cierto, en muchos planteles dentro del sistema educacional cubano se sigue enseñando marxismo dogmático y se siguen utilizando libros de los que ya nadie debería acordarse. Lo único sano que pueden hacer los alumnos que sufren esa experiencia es olvidarla después de los exámenes. Desde varios ángulos, la asunción del marxismo es débil todavía, pero creo que va a tener una importancia creciente en la recuperación del pensamiento y la ciencia social en Cuba. El camino por recorrer es todavía muy largo, a pesar de que tenemos una cantidad de profesionales mayor que nunca antes, y una gran cantidad de monografías de excelente calidad."

¿Cómo los intelectuales cubanos pueden ser militantes revolucionarios y comprometidos con la transición socialista hoy en Cuba?

—La pregunta es difícil, porque la respuesta siempre es muy compleja. Me niego a responder con una suerte de catecismo; sería un error gravísimo, casi una estupidez. Pero tengo al menos la sensación de que está claro un requisito: actuar y pensar libremente. El pensamiento debe de ser más libre que otras actividades, tener menos condicionamientos. Tiene que ser más libre que sus condiciones de producción, debe ser superior a ellas. El pensamiento tiene que parecer a veces, incluso, incorrecto, y no puede tener miedo a cometer errores. A partir de ahí valdrá la pena, para trabajar por estar a la altura de un proyecto tan ambicioso como es la liberación de las personas y las sociedades.


Tomado de Rebelión

Bienvenidos al nuevo Centroamericanto!



Bienvenidos amigos que han pacientemente esperado por una nueva actualización de Centroamericanto.
Después de varios meses el sitio sufre un cambio radical no solo en su presentación gráfica, sino también en su modelo tecnológico y de gestión. Ahora tendremos la oportunidad de modificar el contenido de una forma más ágil; gracias a esto ahora nos ayuda un dinámico grupo de colaboradores que poco a poco los iremos presentando, pero quiero adelantar del gran trabajo de Cristian el Chiriz tropero y Beatriz Cespedes ambos troperos de pura cepa J
Los invitamos a dar una vuelta por "nuestras nuevas instalaciones" y a dejarnos sus comentarios en la sección de Contacto. www.centroamericanto.com
Atentamente
El Equipo de Centroamericanto.com

Cuba, siempre Cuba


América Latina fue otra desde la victoria de la revolución cubana el primero de enero de 1959. De ello no queda ninguna duda. La posibilidad del socialismo se instaló en el imaginario del continente a pesar de todo, incluyendo dictaduras o las amenazas norteamericanas y a pesar de todo la influencia de la revolución en la perla del caribe alcanzó a generaciones y millones de revolucionarios y revolucionarias en el continente.

¡Son ahora cincuenta años de estar con la revolución cubana desde lejos o desde cerca. Son años de acompañarla por todos los medios y son cincuenta años de contar con un ejemplo de soberanía a la vecindad de los Estados Unidos.

En esos cincuenta años el mundo observo a una revolución de los barbudos diciendo como se lee en la Habana, "señores imperialistas, no les tenemos ningún miedo". Y se vivió todos estos años, con amenazas, con sabotajes, con todo lo inimaginable para derrocar a esta revolución. Nada pudo con ella.

Y con las mismas presiones se acompaño siempre a los movimientos revolucionarios del continente y del mundo. Eso fue la Conferencia Tricontinental de 1966. Pero también hubo la epopeya del Che, primero en África y luego en Bolivia. Se vivió en la crisis del caribe que estuvo a punto de desencadenar una guerra mundial y supimos que en Cuba se defendían los principios.

Mas adelante fue la independencia de Angola y de Namibia y el fin del Apartheid en Sudáfrica con el apoyo de los internacionalistas cubanos a pesar de las amenazas y con ello supimos que esa vocación era de verdad.

No es nada menor. Hace algunos años alguien decía que si Cuba caía se inauguraba una era de ordeno y mando por parte de los Estados Unidos en el continente americano, y mas allá. No es casual el liderazgo de Fidel en el Movimiento de Países No Alineados. De la misma manera, no son extrañas las muestras de cariño y solidaridad desde Europa con esa revolución tropical.

Finalmente, Cuba se sobrepuso a la caída del muro de Berlín y se sobrepone todos los días al bloqueo impuesto de manera unilateral por los EEUU a pesar que en reiteradas ocasiones la ONU ha señalado lo anacrónico del mismo, que dura la edad de la revolución. Y ahora, desde la cumbre de estados latinoamericanos, se plantea con nuevas posibilidades que se levante el bloqueo por parte de EEUU, con condiciones y sobre todo, sin concesiones.

En los cincuenta años de revolución cubana, con sus alzas y sus bajas, con sus aciertos y sus errores, existe la certeza de que los cambios son posibles, de que las luchas revolucionarias a nivel mundial, cuentan con un paradigma que está en sus principales dirigentes y mitos históricos, como el Che o Fidel.

Hoy no se habla tanto de combatientes y voluntarios en el mundo, pero hablamos de médicos y educadores, que siguen fieles a un legado histórico. Cuba tiene ahora, muchas razones para festejar por todo lo alto los cincuenta años de éxitos y victorias. Entre los cuales están hoy, el reencuentro al más alto nivel con la comunidad de Estados del continente latinoamericano, lejos de las presiones norteamericanas. Es en suma, un nuevo motivo de festejo. Por todo ello Cuba, por siempre Cuba.

Miguel Ángel Sandoval

50 años de la Revolución Cubana

50 años de la Revolución Cubana
¿Qué es la libertad?

Por Cristina Castello

La indiferencia —contracara del amor— es ajena a la Revolución Cubana y a Fidel Castro. Ellos despiertan a Eros o a Tánatos, el edén o el infierno, el amor o el odio, según la visión de cada uno. Descubrir su esencia, es tarea ciclópea.
Más que conocer la historia, importa pensar en esa isla con sus luces y sombras; y también con un pueblo que tiene mística. Se trata de desaprender la mirada capitalista que —mal que nos pese a muchos— en mayor o menos medida, tenemos incorporada. Y de indagar la esencia misma de la libertad; de preguntarnos qué significa ser libres. ¿Lo somos cada uno de nosotros?
Todo el proceso revolucionario que hizo de Cuba un país socialista desde 1959, se conoce como Revolución Cubana. Precisamente, el primer día de 2009 es el 50º aniversario de su comienzo, cuando un grupo aglutinado en torno de Fidel Castro derrotó al dictador Fulgencio Batista (1952-1958), y tomó el Poder. Nombró Presidente al magistrado Manuel Urrutia, y Castro asumió como primer ministro hasta 1976, en que asumió la presidencia.
La revuelta se había iniciado con el asalto del Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y, antes, Castro había llamado a la huelga general con la consigna «Revolución, sí; golpe de Estado, no». El desembarco del yate Granma en 1956, dio el impulso definitivo a la guerra. Ochenta y dos guerrilleros, entre ellos Ernesto «Che» Guevara, Camilo Cienfuegos y Raúl Castro, hicieron tierra aquel día. «¡Aquí estamos! /La palabra nos viene húmeda de los bosques, / y un sol enérgico nos amanece en las venas», les latían los versos de Nicolás Guillén.


Llevaban armas: querían derrocar a Batista, un asesino que sembró muerte, hambre y corrupción. Llevaban sueños, valores —esas semillas fundamentales para Fidel—, y se nutrían de los ideales del escritor, poeta y héroe nacional de Cuba, José Martí: «Ser cultos para ser libres».
Fidel se mantuvo en el cargo hasta 2006, cuando —a raíz de una seria afección intestinal— lo cedió su hermano Raúl. En 2008, éste fue elegido por el Parlamento, tras la renuncia de Fidel, quien hoy es el comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y el primer secretario del Partido Comunista.
Desde 1959, el «Comandante» —una de las personalidades más importantes que dio el siglo XX— sufrió más de 600 atentados contra su vida, y los Estados Unidos de Norteamérica no cesaron jamás los ataques contra la Isla. Hace 47 años le impusieron el bloqueo económico más cruel y prolongado que se haya conocido. Su objetivo fue destruir la Revolución Cubana «[…] a través del desencanto y el desaliento basados en la insatisfacción y las dificultades económicas […], negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno […]».
Mientras tanto, acusan a Fidel de dictador. Pero, aun los opositores deben rendirse a la evidencia de que los índices de educación, salud y alimentación, a pesar del bloqueo y el aislamiento, colocan a la isla a la altura de los países desarrollados.

Terrorismo de Estado de los USA

El bloqueo es un componente fundamental de la política de terrorismo de estado de Norteamérica, que —sin piedad— afecta a la población toda, sin distinciones. Desde el triunfo de la Revolución, el Imperio se empeñó en derrotarla. Cometió centenares de atentados incluso en lugares públicos.
No bien Fidel tomó el Poder, hizo la reforma agraria, comenzó las transformaciones para la salud, e inició la alfabetización: el clamor por cultura de José Martí se hacía cierto en el pequeño país. «Tengo, vamos a ver, /que ya aprendí a leer, /a contar, tengo que ya aprendí a escribir y a pensar/y a reír» (Nicolás Guillén).
Cuando estaba en el corazón de la lucha por el desarrollo del pueblo, el 15 de abril de 1961 aviones estadounidenses disfrazados con insignias cubanas, atacaron tres aeropuertos y causaron la muerte de centenares de inocentes. Y a los dos días, USA se valió de mercenarios reclutados por la CIA en Nicaragua e invadió Bahía de los Cochinos, una de cuyas costas es Playa Girón.
Vestidos para matar, asolaron la isla, por tierra, mar y cielo, pero el gobierno cubano logró derrotarlos a las setenta y dos horas. En ese sitio, hoy existe un museo que recoge los detalles de aquel hecho histórico. Después de aquel asalto estadounidense, Cuba fortificó sus lazos con la entonces Unión Soviética y recibió su apoyo.
Los ataques continuaron, por cierto. En 1962 John F. Kennedy denunció la presencia de misiles nucleares soviéticos en Cuba, y la URSS retiró las armas mientras el presidente estadounidense prometió que las invasiones se suspenderían.
Pero las presiones y ataques siguieron, con los diferentes gobiernos del Norte. Cuando la URSS colapsó, después de la caída del Muro de Berlín, cesó la ayuda a sus amigos cubanos y la economía se desplomó violentamente. La isla seguía bloqueada y, ahora, otra vez en soledad.
¿Cómo Castro capea la tormenta del bloqueo? Según el escritor Gabriel García Márquez, puede hacerlo porque su visión de América latina en el futuro es la misma de Bolívar y Martí; porque ve a ésta como una comunidad integrada y autónoma, capaz de mover el destino del mundo.
Lo cierto es que la Revolución Cubana es «blanco o negro»: para la mayoría no parece existir el gris, que consistiría en aprender de lo bueno y rechazar lo que merezca objetarse.
Aunque ya casi no se aplica, en Cuba existe la pena de muerte, que ha sido utilizada —con o sin legislación— por casi todos los países, para castigar crímenes o ideas, lo cual no absuelve a ninguno.
En marzo de 2003, el Gobierno encarceló a 75 opositores, mercenarios que recibían dinero de Estados Unidos para traicionar a la patria; y en abril, mientras ocurría un éxodo masivo de cubanos, se fusiló a tres secuestradores —«los tres principales, más activos y brutales jefes de los secuestradores de una lancha»— y el mundo bramó. La mirada ética, en la cual me incluyo, bramó por eso: porque no acepta la pena capital ni en la guerra ni en la paz, ni bajo ningún concepto.
De cualquier manera, cabe preguntarse por qué el mundo no tronó ni truena todos los días, cuando las muertes en Palestina, en el Líbano, en Irak, Afganistán...; muertes cuya responsabilidad es mayoritariamente de Georges W. Bush, «terrorista», en algunos casos aliado con el sionismo. Por qué no estalló con tantas masacres que produjo el Imperio, incluidas las de América latina. Por qué no brama cuando algunos países teóricamente civilizados de Europa actúan —cada vez más— como Estados policíacos que asesinan, torturan y encarcelan. Sin justicia ni moral.
Me parece que, en principio, hay dos razones, la primera de las cuales es de manual: la repulsión reaccionaria hacia las izquierdas. En cuanto al supuesto o verdadero progresismo, ¿no será que más se le exige a quien tiene más para dar? Todavía me resuenan las palabras de José Saramago, frente a los fusilamiento de 2003: «Hasta acá llegué con la Revolución Cubana» dijo entonces.

Pero... ¿quién es Fidel?

Quienes lo abominan, dicen que es un dictador, le enrostran torturas que él niega que hayan ocurrido, así como la falta de libertad de expresión, y critican la pena de muerte.
Para los especialistas y politólogos, Fidel es un gran estratega militar y un político que creó una política exterior propia de una potencia mundial. Y lo hizo con el pueblo, desde una isla que es 84 veces más pequeña que Norteamérica.
Según esa suerte de concursos absurdos que hacen algunos medios, en este caso el «Times», él ocupa el noveno lugar entre los barbudos del mundo. El puesto primero e inamovible es para Karl Marx; y los siguientes son para Rasputín y el actor inglés Brian Blessed, para Darwin, el padre de la Teoría de la Evolución y... La cuestión es que Jesucristo es el cuarto en esa competencia fútil. ¡Qué carnaval!
Curiosamente, las primeras influencias ideológicas sobre Fidel, fueron los escritos de Primo de Rivera y la Falange española. Su papá era gallego y lo hizo estudiar en un colegio religioso. Su «guía espiritual», el jesuita español Armando Llorente, recordó que cantaban juntos el himno falangista «Cara al sol».
Después se diplomó como doctor en Derecho Civil y licenciado en Derecho Diplomático. Y pasaron los años. En 1958 y ante la interrogación de Llorente sobre si la revolución en marcha era de carácter comunista o humanista, Castro no dudó: «¡Padre, de dónde voy a sacar el comunismo si mi padre es más franquista que usted!». ¡Bueno!
Manos de bisabuelo, tiene 82 años, cabeza lúcida y alma saltarina, dijo a Oliver Stone, en el filme «Comandante», que gracias a no afeitarse ahorró muchos meses. Se lo acusa de «totalitario» y él sale al cruce y responde que lo es, porque tiene el apoyo de la «totalidad de la población»: tiene humor. Lo cierto es que se le hicieron miles de entrevistas, varios filmes, se escribieron libros, resultado de largas conversaciones; y se dice que le preguntaron todo: por la pena de muerte, por las supuestas torturas, por los fusilamientos, por las cárceles, pero... no es verdad.
Aparentemente nadie le preguntó directa y concretamente, con fechas, nombres, datos, testimonios, sobre los martirios de cada uno de quienes dicen haber sufrido las supuestas torturas; o sobre la falta de libertad de expresión, o la cárcel. Tampoco sobre la exclusión de muchos artistas, incluidos muchos escritores — disidentes, es cierto, y algunos, probados legionarios de los USA invasores; entre ellos Heriberto Padilla, Cabrera Infante, Reynaldo Arenas y Orlando Mediavilla. Es imposible leer o escuchar una repregunta...y claro que la personalidad de Castro es muy seductora y que esto no es fácil para todos. Pero si un periodista o escritor se hechiza, y no lo obliga con sus interrogaciones a responder concretamente… entonces, ¿dónde está la verdad?
Fidel. Lee inglés pero no lo habla, nunca fue a un psiquiatra y lo atribuye a su confianza en sí mismo; cuenta que los dolores más grandes de su vida fueron la muerte de su mamá y la del «Che». Dejó de fumar para tener autoridad en el combate contra el tabaquismo, le gusta cocinar, hace gimnasia y practica natación regularmente; ama la ciencia, sueña con que sus científicos descubran la vacuna contra el cáncer; es paciente y disciplinado, y tiene una potente imaginación.
A fuerza de vivir, el hombre de La Habana sabe que aprender a descansar es tan importante como aprender a trabajar. Muy cultivado, es un lector empedernido de economía, historia, literatura y poesía. No escribe poemas, pero le gusta que sus textos tengan cadencia, cierta musicalidad poética.
Ya no tiene prejuicios con los homosexuales, es fanático de todas las películas de Chaplin, disfruta de Cantinflas y le gusta el trabajo de Gérard Depardieu. En la calle lo llaman por su nombre, lo tutean, lo contradicen: la gente se siente en familia con él. No es grandilocuente, sino de modales finos y enemigo del culto a la personalidad. Es austero, y en ninguna parte de la isla podrá verse una pintura o escultura suya, ni sellos postales, ni monedas: nada. La sobriedad es uno de sus sellos.
Y de su vida privada no habla, a diferencia del circo de intimidades que los políticos del mundo comenzaron a mostrar, sobre todo a partir de los '90. Su compañera desde hace treinta años es Dalia Soto del Valle, con quien tuvo cinco varones, cuyos nombres empiezan todos con la letra A. Se comenta que tiene por lo menos tres hijos más, pero el único que se conoce es Fidelito, fruto de su matrimonio con Mirta Díaz-Balart. Se niega a exhibirse, lo que no le impide reconocer algún añejo sueño con Sofía Loren o Brigitte Bardot. Sin embargo, muchos piensan que el gran amor de su vida fue Celia Sánchez, amiga y combatiente desde la lucha contra Fulgencio Batista. Fue la cara femenina de los '60-'70 y murió en 1980. Es venerada por los cubanos.

¿Y ahora qué?

Cuba y su pueblo mítico, que tiene «esa sustancia conocida /con que amasamos una estrella». Pueblo renacido como tal a partir de la «Revolución Cubana», porque hasta entonces muchos habían claudicado frente a Washington. La isla era tan sólo una pequeña mancha en el mapa, donde las mafias hacían nido. Hoy, cuando en la mayoría de los países los seres humanos parecen huérfanos en medio de la multitud desabrigada, en la isla hay una mística de la fraternidad, y un gran amor por la patria.
Hay otra Cuba, es cierto: la de la mafia de Miami, donde los disidentes trabajan para el Imperio. Pero también... ¿por qué muchos quieren escapar?
Por otra parte, si pensamos con Simón Bolívar que «si un hombre es necesario para sostener el Estado, este Estado no deberá subsistir, y al fin no existirá», cabe preguntarse por qué Fidel no formó jóvenes para asegurar la continuidad cuando él ya no esté.
«Condenadme, no importa, La historia me absolverá», dijo Castro en el juicio del Moncada, el 16 de octubre de 1953. La opinión de cada uno es personal, a partir del interrogante: ¿qué es la libertad?
¿Son más libres los ciudadanos norteamericanos bajo el yugo del Imperio? Viven anestesiados por los hot-dogs y la gaseosa multinacional, y estrictamente vigilados en un país terrorista.
¿Quién tiene menos libertad: el que no puede salir de su país pero tiene casa, comida, educación, salud...? ¿O el que posee su pasaporte, pero carece de lo indispensable: techo, trabajo, escuela? Recordemos que cuando se inició la Revolución, había un 30% de analfabetos y un 60% de analfabetos funcionales, mientras sólo un 10% tenía cierta cultura general; hoy el 99,8% de su población está alfabetizada; y 67 universidades forman por año, gratuitamente, a 800 mil estudiantes. Hay un médico por cada grupo de 160 habitantes, y todo el servicio de salud —de la mejor calidad científica— es gratuito.
¿Son libres los inmigrantes que pueden salir de sus patrias para encontrar un lugar en el mundo... donde los matan o encarcelan? ¿Son libres los cada vez más desempleados del planeta, o lo son los cubanos, pues saben que tienen trabajo?
¿Es libre el país más poderoso de la tierra, si está convirtiendo cada ciudad en cárcel y cada persona en sospechosa? ¿Son libres los habitantes de un país que pregona la Justicia y no la ejerce? En una palabra, ¿qué es hoy la libertad?
El Gigante del Norte tiene cautivos desde hace diez años a los famosos Cinco cubanos Prisioneros del Imperio. Están acusados de espionaje — y condenados— sin pruebas, lo cual merece la reprobación del mundo y de los organismos internacionales involucrados en estos temas. Ahora se espera a Obama como al Mesías... pero —aunque lo fuera— son demasiados los milagros que lo aguardan.
Cuando Fidel Castro estudiaba, ávido de conocimiento, en una ocasión le prohibieron entrar a clase, a causa de su militancia política. Tenía 20 años.
Entonces, se fue a la playa, meditó y se acostó boca abajo, besando la arena. Después volvió, a pesar de saber que podían matarlo.
Aquel día lloró.
¿Quién llora en la isla hoy?

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castello.cristina@gmail.com

Washington envía directivas a la oposición venezolana


El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó al diario estadounidense The Washington Post de marcar con sus editoriales el camino que debe seguir la oposición frente a la enmienda constitucional.
The Washington Post difundió este viernes un editorial en el que sostuvo que el presidente venezolano, Hugo Chávez, no podrá ganar la consulta popular sobre la enmienda constitucional que le permitiría postularse de nuevo a las elecciones generales de 2012 y las siguientes contiendas.
"Ese editorial está lleno de mentiras y falsedades, pero es una orden directa a la conducta de la oposición. Le están diciendo que tiene que sabotear el referendo y que tiene que llenar de violencia a Venezuela", indicó Maduro.
"Ese editorial es la línea política que Estados Unidos le está dictando a la oposición venezolana. Verán ustedes como a partir de ahora todos los dirigentes de oposición van a salir a coro a decir lo mismo que dice el Washington Post", insistió el canciller. Maduro añadió que, sin embargo, la capacidad de "amedrentamiento" del diario estadounidense ya no es la misma de hace unos años porque "el imperio está en decadencia".
"En el pasado un editorial del Post era el anuncio de un golpe de Estado, de una invasión o del asesinato de un presidente. Hoy es pólvora mojada que sólo expresa los sentimientos de frustración que sienten por haber perdido su dominio sobre el continente", expresó.
Sobre el punto de vista sostenido en el editorial por el diario estadounidense, señaló que de 13 llamados a las urnas habidos en los 10 años de Gobierno de Chávez, las fuerzas revolucionarias han ganado 12 cómodamente y sólo han perdido una "por una diferencia insignificante del 0,5 por ciento".
Agradecimiento a diputados brasileños
Maduro agradeció también la aprobación por parte de la Cámara de Diputados brasileña del ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), que ahora debe ser votado en el Senado.
"Agradecemos a la Cámara de Diputados de Brasil la aprobación del convenio internacional de adhesión de Venezuela al Mercosur. Fue aprobado por una muy amplia mayoría y por ello agradecemos a los partidos políticos, a los dirigentes políticos", señaló Maduro. Agregó que "es una buena señal" la decisión del Parlamento y expresó que va a "buen paso la incorporación definitiva al Mercosur desde el punto de vista legal".
El protocolo de adhesión de Venezuela al bloque fundado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay fue aprobado por los diputados con 265 votos a favor, 61 en contra y seis abstenciones en una sesión celebrada el jueves pasado.
"Nosotros ya formamos parte de Mercosur, de todas las comisiones de trabajo, pero se están cumpliendo los últimos pasos legales", explicó el canciller.

Los Cinco Cubanos y el Terrorismo de Estados Unidos

Michael Parenti y Alicia Jrapko
Rebelión

Diciembre del 2006 marca cinco años desde que Fernando González, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y René González fueron injustamente declarados culpable de "conspiración por cometer espionaje" y otros cargos, y sentenciados a condenas que van desde los 15 años a dos cadenas perpetuas. De hecho ellos no cometieron ningún acto de espionaje contra los Estados Unidos. Lo que estaban haciendo era monitorear grupos terroristas de exiliados cubanos en EEUU con la intención de vigilar esos grupos y prevenir ataques terroristas contra Cuba.
Han pasado ocho años desde que los cinco hombres fueron arrestados. Y en todo ese tiempo, los grupos terroristas de derecha "anti-Castro" han continuado operando con impunidad en este país. Sin embargo, los medios de las corporaciones continúan llamándolos "militantes anti-Castro" y "luchadores por la libertad," ignorando su accionar criminal.
Desde 1959 Cuba ha sido víctima de amenazas, sanciones, invasiones, sabotaje, y ataques terroristas en su territorio, resultando en 3.478 muertes—todas organizadas desde los Estados Unidos por grupos terroristas financiados, organizados y albergados por el estado de seguridad nacional de los Estados Unidos.
El gobierno de EEUU arrestó a los Cinco cubanos por enviar a la Habana información sobre planes terroristas y acciones planeadas contra Cuba. Al parecer, el gobierno de los Estados Unidos quiere que esos grupos permanezcan anónimos, libres de continuar sus campañas de destrucción.
La jueza que los declaró culpable, admitió la existencia de esos grupos terroristas. En efecto, el 14 de diciembre del 2001, cuando la Jueza Lenard sentenció a René González a 15 años en prisión, ella estipuló "Como otra condición especial de la libertad supervisada, se le prohíbe al acusado asociarse con o visitar lugares específicos donde se sabe que están o frecuentan individuos o grupos tales como terroristas, miembros de organizaciones que propugnan la violencia o figuras del crimen organizado"
La Jueza Lenard no pareció tener problema en reconocer que grupos terroristas eran parte del folclore político establecido en Florida. Su problema era que González recabara información sobre ellos.
Desde diciembre del 2001, las voces demandando la inmediata libertad de los Cinco cubanos se han multiplicado en todo el mundo. El creciente movimiento internacional por la libertad de los Cinco fue descrito recientemente por Gerardo Hernández, en un mensaje que envió a los grupos de solidaridad alrededor del mundo con motivo de las actividades que se realizaban conmemorando el octavo aniversario de sus arrestos.
Gerardo, a quien se lo condenó ridículamente a dos cadenas perpetuas mas 15 años escribió en su mensaje "Cuando recuerdo hoy lo acontecido aquel 12 de septiembre viene a mi mente las palabras del oficial del FBI que –en medio de sus esfuerzos por lograr que traicionáramos—dijo: "Cuba no va a hacer nada por ustedes. Nadie va a hacer nada por ustedes" "Que lejos estaba el y los suyos de imaginarse lo que ocurriría con los Cinco! (Para ser honesto, ni siquiera los cinco lo hubiéramos podido imaginar). … No me alcanzaría el tiempo para contarle sobre las muestras de apoyo y de cariño del pueblo cubano y de nuestros compañeros alrededor del mundo."
En defensa de esta causa, hoy existen 288 comités en 97 países. Además, el 27 de mayo del 2005, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas declaró arbitrarias las detenciones de los Cinco cubanos y demandó al gobierno de Estados Unidos que tomara una inmediata medida para resolver la situación.
El 30 de agosto del 2005, seis mil personalidades de distintas partes del mundo, incluidos 9 Premios Novel enviaron una carta abierta al Fiscal General de los Estados Unidos demandando la libertad inmediata de los prisioneros.
El 11 de enero del 2006, Amnistía Internacional envió una carta al gobierno de los Estados Unidos diciendo que la negativa del otorgamiento de las visas a Olga Salanueva y a Adriana Pérez, esposas de René González y de Gerardo Hernández, era un castigo adicional, contrario al tratamiento decente de los prisioneros y sus familias. La carta también planteaba preguntas sobre las garantías del debido proceso en el juicio de Miami.
Mientras tanto, la Casa Blanca continúa tolerando la existencia de terroristas anti-cubanos en suelo norteamericano. En marzo del 2005, el reconocido y peligroso terrorista de origen cubano, Luis Posada Carriles, entró ilegalmente a los Estados Unidos. Hoy, este hombre se encuentra detenido en El Paso, Texas, no por todos los crímenes que cometió en varios países, incluido los mismos Estados Unidos, pero solamente por su entrada ilegal al país. Posada Carriles y Orlando Bosch, otro terrorista que hoy camina libre las calles de Miami, son responsables de la voladura de un avión comercial cubano en 1976 donde perecieron 73 personas inocentes.
En Noviembre del 2005, Santiago Álvarez y Osvaldo Mitat dos cómplices de Posada Carriles que lo ayudaron a entrar ilegalmente a los Estados Unidos en un barco, fueron arrestados. El arresto no fue por haber ayudado a un terrorista (como debiera haber sido) sino por un cargo menor de posesión ilegal de armas.
En junio del 2006, otro escándalo salió a la luz en Miami cuando José Antonio Llama, un ex director de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) amenazó con llevar a juicio a varios de sus ex- cómplices, acusándolos de fraude. En declaraciones a los medios de Miami, Llama reveló que en una reunión secreta en 1993 en Naples, Florida, la FNCA creó un grupo paramilitar. Llama acusó al grupo de no haberle pagado un préstamo de casi $2 millones de dólares. El préstamo fue destinado a la compra de ocho barcos artillados, un helicóptero, una lancha rápida moderna y 10 aviones para actos terroristas contra Cuba. A pesar de sus revelaciones, Llama nunca fue interrogado por las autoridades de Estados Unidos.
En abril del 2006, Roberto Ferro, nacido en Cuba, fue arrestado por posesión ilegal de un arsenal de 1.571 armas en su casa en Upland, California. En sus declaraciones Ferro confeso ser miembro de la organización terrorista anti-cubana Alfa 66. Sin embargo hasta ahora las autoridades de Estados Unidos no han hecho nada por averiguar porque y para que Ferro tenia ese arsenal en su casa. Tampoco se ha hecho ninguna investigación para averiguar si Ferro tenía conexión con alguna organización terrorista.
En enero del 2002, unos pocos meses después de los ataques del 11 de septiembre, Bush anunció en su discurso anual al pueblo de los Estados Unidos, "Primero, vamos a cerrar los campos terroristas, vamos a interrumpir los planes terroristas, y llevaremos a juicio a los terroristas. . . . Mi deseo es que todas las naciones escucharan nuestro llamado, y eliminen a los parásitos terroristas que amenazan a sus países y al nuestro."
Si la Casa Blanca realmente estuviera interesada en luchar contra el terrorismo debería cerrar los campos terroristas anti-cubanos del Sur de la Florida y debería llevar a juicio a Posada Carriles y sus cómplices por los asesinatos que han cometido.
Sin embargo, Cinco Cubanos que no han violado ninguna ley de Estados Unidos, que no poseían armas, y que no cometieron ningún acto terrorista, de sabotaje o espionaje, están languideciendo en la prisión por defender a su patria del terrorismo patrocinado por los Estados Unidos.

Perdon por ofender

Cuando los medios de comunicación del sistema se resisten a que exprese por su vía las informaciones de que dispongo y mis opiniones sobre quienes están detrás de los que quieren asesinarme, y a explicar como avanzan los planes de gansterización del Estado dominicano a través de esa relación contaminante, me dan ganas de hacerme una autocrítica y pedir perdón por decir y escribir tantas verdades perjudiciales para personas con tan "respetables" y con tan "buenas intenciones".

Como no quieren que escriba sobre la colombianización del Estado dominicano, he preferido optar por reconocer mi "grave error".

Pido perdón, señores.¿A quienes?

A los que quieren matarme. A los que organizan y financian bandas asesinas. A los que se han asociado al narcotráfico y hacen política son su dinero. A los que contaminan y gansterizan la sociedad dominicana. A los que se asocian a los cuerpos altamente tecnificados para ejercer eficazmente el crimen de Estado. A los que exportan sicarios. A sus socios en los cuerpos castrenses y policiales.

A los que lavan grande sumas de dinero invirtiendo dentro y fuera de su frontera. A los presidentes asociados en esas suciedades. A los generales condecorados por facilitar todo tipo de expansión de la perversidad. A los cancilleres que formulan convenios para ayudar a la infección política, empresarial y militar.

No he debido desacreditarlos. No he debido ni escribir, ni hablar de lo que hacen. Representan instituciones y cargos que son merecedores de respeto. En verdad no he tenido en cuenta su "alta investidura".

No pensé que eso podría dañar relaciones y reputaciones. No tuve en cuenta que todo lo malo que hacen, lo hacen por amor al prójimo, a la patria, a la humanidad. Olvidé que velan por la "seguridad democrática"

Que son los mejores aliados de la gran democracia del Norte, de la potencia que hace grandes guerras para garantizar la paz. Que son los que han enseñado a los "linces" y a los "swats" a combatir la delincuencia matando a todo el que se atraviese en el medio de su "noble misión". Que en el fondo, allá muy profundo, donde no alcanza mi menguada y torpe visión, son gente muy buena. Gente que actúa mal "sin querer queriendo", por obligación, por "situaciones de fuerza mayor".

No tuve en cuenta que a ellos los bendicen obispos y cardenales, aunque reprimen a los partidarios de la teología de la liberación. Pasé por alto que representan a los grandes hombres de negocios. Que velan por la seguridad de sus bienes y sus familias.

Que son luchadores contra el terrorismo, el narcotráfico y la inmigración ilegal. Que sacrifican para perseguir y apresar a los "malditos indocumentados".

Que después de cada jornada de trabajo rezan y cuando pueden -que es casi siempre –se toman sus traguitos y se "tiran" por las buenas o por las malas a esos animalitos inferiores que llaman mujeres. Que son durísimos contra los "perversos homosexuales" y las "escorias lesbianas". Que condenan el aborto.

Que torturan y les aplican la pena de muerte a los "agentes de la subversión", estén armados o desarmados.

No me di cuenta de que roban para hacer muchas obras de caridad. Que tienen fundaciones y ONGs dedicadas a la filantropía. Que saben diferenciar entre un delincuente de alcurnia y un "saltap'atrás". Que comprende que los primeros son de su misma estirpe y los segundos son desclasados que no merecen vivir.

Por mi torpeza no me di cuenta que "luchan por la vida" condenado el aborto terapéutico. Me empeciné tanto que no valoré su amor por las motosierras y otros instrumentos cortantes de trabajo.

En verdad he sido muy injusto en hablar tan mal de esos señores, en "enlodar sus investiduras" oficiales, diplomáticas, esclesiásticas, presidenciales, militares y policiales.

Comprendí en mi intimidad que la oportunidad que me brinda este virtuoso poder al servicio del sistema mediático no debe ser empleada de esa manera, sino para difundir su inocencia, su bondad, su hombría de bien.

Ellos quieren lo mejor para la patria grande y para la patria chica. Son verdaderos guardianes de la libertad, la felicidad y la paz. Luchan con tesón por ellas, aunque tengan que exterminar a los(as) demás.

Ciertamente soy un tipo injusto. Un "sinvergüenza" que se "avergüenza" por decir verdades que las normas establecidas consideran mentiras. Soy un "cabrón" por atacar a cabrones que defienden el orden legalmente establecido, la convivencia entre ciudadanos(as) y las buenas relaciones entre Estados y gobiernos.

Perdón por ofender; aunque lo seguiré haciendo donde no me lo impidan.

Narciso Isa Conde

Nicaragua será declarada libre de analfabetismo



Nicaragua espera a 2009 para declararse cuarto territorio libre de analfabetismo.
De esta manera, en 2009 se convertirá en el cuarto miembro del mecanismo de integración solidaria, Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y de América Latina en general, que cumple con este derecho del pueblo tras Cuba, Venezuela y más recientemente Bolivia.
Luego que Bolivia se declarase, este sábado, territorio libre a analfabetismo, "Nicaragua se acerca al cumplimiento de la meta", indicó el domingo Reynaldo Mairena, director general de Alfabetización y Educación de Jóvenes y Adultos del Ministerio de Educación (MINED).
De esta manera, en 2009 se convertirá en el cuarto miembro del mecanismo de integración solidaria, Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y de América Latina en general, que cumple con este derecho del pueblo tras Cuba, Venezuela y más recientemente Bolivia.
El país cuenta en la actualidad con un 7,22 por ciento de iletrados, el menor índice en su historia, gracias a la implementación de la Campaña Nacional de Alfabetización De Martí a Fidel, y a una serie de iniciativas, utilizando básicamente el método audiovisual de alfabetización cubano Yo, Sí Puedo, sostuvo Mairena.
La meta es erradicar el analfabetismo en el país antes del 19 de julio próximo, como un saludo al XXX Aniversario de la Revolución Popular Sandinista, la Organización de Naciones Unidas para Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) exige que la tasa de analfabetos sea menor al cinco por ciento.
Aún sin alcanzar sus objetivos, el gobierno del presidente Daniel Ortega presenta un formidable balance en el sector, según observadores.
Desde que inició la cruzada, el índice de personas que no saben leer ni escribir disminuyó de 28 hasta 7,22 por ciento, de acuerdo con las estadísticas.
El municipio de San Juan del Río Coco, del departamento de Madriz, al noroeste, presenta con un 13 por ciento de iletrados, la cifra mayor de esa región.
No obstante, las autoridades aspiran a cumplir la meta el 16 de febrero próximo, y avanzan en el cumplimiento del compromiso.
Según el ministro de Educación, Miguel De Castilla, "a finales de junio tienen previsto declarar Territorios Libres de Analfabetismo a todos los departamentos del país".

Fidel Castro: de la Sierra Maestra a la batalla de las ideas

Un hombre en revolución permanente
Stella Calloni
Sentado, vestido deportivamente, como quien invita a alguien a su casa para una charla distendida, el Comandante Fidel Castro Ruz tiene la misma fuerza inquisidora, inteligente y curiosa en la mirada, como aquella que vimos en fotografías, algunas de color sepia, en los días en que con otros muchachos barbudos bajó de la Sierra Maestra. Lo miro y no puedo dejar de verlo entrando a La Habana en enero de 1959, rodeado de sus compañeros de duros combates y de sacrificados días de guerra, montados en camiones desvencijados, levantando armas y banderas en las calles de la bella capital cubana y rodeados por un pueblo desbordado por la felicidad de la liberación. Una multitud que se movía en oleajes como el mar.
Fidel junto a la autora de este trabajo.
Fue esa la imagen que dio la vuelta al mundo y era esa la dirigencia revolucionaria que nunca perdió el rumbo en los 50 años de resistencia que es lo que en realidad se celebra en estos días en Cuba.
Es esa luminosidad de una revolución, que no han logrado desterrar ni los bloqueos, ni las bombas, ni el terrorismo, lo que se va a festejar austeramente, porque hay que reconstruir lo que los huracanes dejaron como tierra arrasada hace muy poco tiempo. Esta es una Isla rodeada de aguas de cambiantes colores esmeraldas, a solo 90 millas de la potencia imperial, que mantiene un sitio medieval de casi medio siglo. En realidad es un acto de guerra y terrorismo permanente, que nada ha logrado políticamente, a pesar de los daños temibles a ese país. Solo hacer más rebeldes y dignos a los cubanos y cada vez más solidarios con la Revolución a los pueblos del mundo.
Junto a Fidel, aparecen en la foto Raúl Castro, Juan Almeida, Ramiro Valdés y Ciro Redondo, en los días de la guerra de liberación.
Al final de los debates del importante Congreso-Taller sobre los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, convocado por Cuba, un compañero, respetado por su historia y modestia, me invita a dar "una vueltecita" por La Habana, que en realidad termina sorpresivamente. Quien está sentado esperando en un lugar austero es el Comandante Fidel Castro.
Hace mucho más de medio siglo que comenzó su lucha contra la tiranía y sigue dando su batalla frontal contra el imperio. Lo veo preparado para otra dura pelea de ideas, de reconstrucción histórica y denuncias permanentes...
Fidel explica un croquis para un ataque ante el Che, Almeida, Ramiro y Calixto García.
Miro a ese hombre sereno, de cabellos y barba encanecidos, que suavizan su rostro, mucho más recuperado que en fotografías recientes, y lo imagino —por un momento— cruzando un mar bravío con sus compañeros desde México a La Habana, en un barco, que, de acuerdo con todas las predicciones, no podría haber llegado como lo hizo, cargado y con 82 tripulantes. Después de un desembarco bajo brutal bombardeo, solo volvieron a reunirse en la Sierra Maestra unos pocos. Allí se inició esa increíble guerra de liberación que derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista y con ella el intento del imperio de quedarse definitivamente en Cuba. Fue la independencia definitiva lo que en realidad se logró aquel primer día de 1959.
Castro saluda de pie y su mano es firme. La última vez que lo vi, antes de su enfermedad, estaba con uniforme militar. Ahora, con su ropa de entrecasa se le ve más cercano y esto desarma toda formalidad. No será una entrevista. Me advierte sonriendo que él hará preguntas.
Todo transcurre como un río, la charla y ese deseo apasionado de saber detalles de acontecimientos y personas.
Quiere saber, por ejemplo, sobre Celia de la Serna de Guevara, la madre del Che, que fue para mí una amiga entrañable en aquel inmenso Buenos Aires de los años sesenta, cuando yo había llegado desde Entre Ríos. Castro se conmueve ante la descripción de la personalidad de Celia, culta, austera, tierna, de voluntad y pasión increíbles, sensibilizada ante cualquier injusticia. Todo lo lleva hasta el Che.
"Ella tuvo una influencia indudable sobre el carácter y la formación del Che", dice.
Conoció a Celia cuando llegó con su familia a La Habana poco después del triunfo de la Revolución, para abrazar a un hijo que no veía desde hacía años. Ernesto Guevara, el joven médico, se había convertido en el Che, en el comandante de una Revolución singular que sigue hasta hoy contra vientos y mareas imperiales. "Me impactó el rostro y la mirada de Celia", confiesa Castro.
Es sorprendente que esté hurgando en los pequeños detalles del pasado para escribir sus "reflexiones", columnas de análisis de la actualidad, que serán recogidas por periódicos en todo el mundo. Me dicen que es muy riguroso y revisa palabra por palabra, ajusta el lenguaje y es perfeccionista en extremo.
Cada una de esas palabras tendrá peso en el mundo y él lo sabe. No es vanidad, sino una necesidad imperiosa de analizar acuciosamente para desafiar el perverso esquema de la desinformación y la mentira.
"Decir resistencia es decir Fidel y dirigencia revolucionaria, la que llegó de la Sierra Maestra y la que fue naciendo en el camino de la Revolución", me ha dicho solo unas horas antes un viejo combatiente. Y sonriendo señala: "Fidel los sigue venciendo con palabras que ahora están en todo el mundo. Y hasta los enemigos deben reconocer su sabiduría y liderazgo".
Apenas atino a agradecer al Comandante sus comentarios sobre algunos trabajos e investigaciones (Operación Cóndor y guerras contrainsurgentes) y le digo que me ha dado un impulso extraordinario para seguir hurgando en las telarañas de una invasión silenciosa en nuestra América.
La contrainsurgencia informativa, el "terrorismo mediático" le preocupan mucho. Sabe que la información es hoy más que nunca un arma efectiva que se usa contra los pueblos y los gobiernos. Se mencionan los llamados "golpes suaves" y las conspiraciones que no dan descanso contra algunos países de la región.
Pero también de la enorme resistencia de los pueblos y América Latina va por delante en eso, con altibajos, porque "todo es perfectible" en el camino de la construcción de un mundo nuevo.
Es evidente que se siente muy orgulloso de su pueblo solidario, de los maestros, de los médicos, de todas aquellas mujeres y hombres que trabajan ejemplarmente por la vida en varios países de la región. De allí vamos saltando de un hecho a otro, recordando a mujeres extraordinarias como Fany Edelman, dirigente argentina del Partido Comunista, que participó junto a su esposo en la guerra civil española. Le cuento que ahora a los 97 años, ella sigue asombrándonos con sus análisis, las historias de sus recorridos por el mundo, muchas veces junto a Vilma Espín, a la que admiró siempre. Sus conferencias son de una agudeza extraordinaria, tanto como la frescura de su mirada azul. Precisamente cuando escribo esto, Fany Edelman inauguró el Congreso del PC argentino de este año con un discurso sorprendente.
Hablar de Fany nos lleva hacia el revolucionario brasileño Luis Carlos Prestes, cuya historia extraordinaria de lucha está siendo estudiada en su país en estos tiempos de recuperar memorias, para no perder futuros. En 1936, cuando Prestes fue detenido después de una insurrección, su esposa Olga Benarios, judía alemana, fue entregada por Brasil a Alemania y asesinada en un campo de concentración nazi.
Luego se recuerda a otra mujer maravillosa, Gladys Marín, quien fue legendaria dirigente del Partido Comunista chileno. "Le hace mucha falta ahora a América Latina Gladys", dice Castro algo apesadumbrado por el recuerdo. Esa misma Gladys que soñaba con "un socialismo arcoiris".
Pide detalles sobre la invasión a Panamá, que este 20 de diciembre cumple 19 años y que el gobierno de George Bush (padre) llamó "Causa justa".
Lamentablemente, dentro de la dinámica de tantos sucesos, a veces no nos hemos detenido lo suficiente en el significado que tuvo para América Latina lo sucedido en ese pequeño país donde se probaron armas que luego serían utilizadas en otras guerras que hasta hoy perduran.
Y surge el recuerdo del general Omar Torrijos, un hombre que luchó para terminar con el enclave colonial de la Zona del Canal y el Comando Sur y sus bases militares, las escuelas de contrainsurgencia que sembraron de tragedias a la región en el siglo XX. Me dice en un murmullo cómplice que alguna vez Torrijos estaba tan desesperado que estaba dispuesto a volar las bases e inmolarse: "Yo le decía que eso tendría resultados terribles para todos", pero entendía la desesperación de "un hombre que ha soportado el colonialismo" tanto tiempo.
En ese viaje en que se transforma la charla, también recuerda al ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, que firmó el Tratado con Torrijos (para la entrega del Canal), y enfrentó una feroz campaña de los fundamentalistas en su país.
Nada se escapa a sus recuerdos. Lo conmueve pensar en los muertos de esa invasión a Panamá y en esas madres lanzando flores al mar para sus hijos. Recuerda que, en 1993, el general Manuel Antonio Noriega, llevado ilegalmente a Estados Unidos después de la invasión, fue llamado para que acusara a Fidel y Raúl Castro de narcotraficantes y lo dejaban libre. "Hay que reconocer que se negó", dice. Hasta ahora Noriega continúa preso.
Y de allí retrocedemos a 1983 y parece como si una pantalla reflejara ante sus ojos el recuerdo de otra invasión, que también se ha olvidado. El 25 de octubre de 1983, Estados Unidos invadió Granada, una isla caribeña de 344 kilómetros cuadrados. Para eso inventó una supuesta "coalición" con algunos pequeños países del Caribe que prácticamente no tenían fuerzas armadas ni barcos, con las que Washington lanzó esta operación bajo el nombre de "Furia urgente".
Recuerda Castro que "lanzaron los paracaidistas sobre el pueblo indefenso y trabajadores cubanos que estaban construyendo el único aeropuerto para que se pudiera llegar bien hasta la isla". Un aeropuerto pequeño que existe hasta hoy. Los aviones bombardearon también el hospital, en una población que ni siquiera llegaba a 70 000 personas y que apenas estaba emergiendo de una situación colonial.
De alguna manera parece asociar lo sucedido en la pequeña isla, cuando una de esas conspiraciones que hoy están de moda desató una lucha interna en el Gobierno de Maurice Bishop, el gran dirigente granadino que fue asesinado.
Esto sirvió para provocar "desorden interno" y justificar la invasión, que fue el anuncio de lo que vendría en Panamá seis años después.
Ahora mucho ha cambiado. Por esas mismas horas se desarrollaba una Cumbre de la CARICOM en Cuba, que evidenció que también en el Caribe, como en toda América Latina, se entiende que la única salvación posible es la unidad.
Entre esas indignaciones justas, surge el recuerdo de Paraguay y su encuentro con el escritor Augusto Roa Bastos.
Aún lo emociona el relato sobre aquellos niños paraguayos que fueron los últimos defensores de su país, cuya población masculina fue exterminada. Una guerra de exterminio, en que bajo intereses británicos se armó otra de las típicas coaliciones. Le llamaron la Guerra de la Triple Alianza y en ella participaron los gobiernos oligárquicos de Argentina, Uruguay y Brasil. Un exterminio que transcurrió entre 1965 y 1970.
Me doy cuenta de que ese rápido recorrido por sucesos que conmovieron al mundo, o personas que han "iluminado" el continente, tiene que ver con el presente.
Por eso Fidel habla del dolor y la afrenta que significa el uso del territorio de una parte de Guantánamo, donde Estados Unidos convirtió sus bases en un campo de concentración brutal. Nos vamos a Venezuela y Bolivia, al presidente Hugo Chávez, a quien él no dudó en sorprender yendo a esperarlo al aeropuerto en su primer viaje a Cuba "allá por 1994", cuando recién comenzaba a perfilarse como un líder político.
Y el presidente Evo Morales y el pueblo boliviano que emerge desde tantos siglos de resistencias y que ahora debe resistir golpe a golpe, día a día, los intentos de volver a robarle sus derechos recuperados. Y vamos tocando otros países y otras situaciones, en este nuevo mapa de América.
Reflexiona también sobre la sorprendente situación que se vive cuando las revoluciones comienzan a hacer justicia, y por primera vez llegan beneficios a los pueblos tan postergados siempre. "Cuando pasa un tiempo ya eso se incorpora como una conquista de la vida cotidiana". De aquella admiración y asombro de los primeros tiempos se pasa a la costumbre. Ya está, ya se tiene y la Revolución debe seguir dando pasos y a la vez resistir los embates de los que necesitan que todo esto desaparezca, porque para los poderosos la justicia de los pueblos es un mal ejemplo.
De todo se habla, de ese hilo que une tan dolorosamente las injusticias de un terrorismo mundial que no cesa, de las debilidades de organismos internacionales que no detienen la mano de la muerte, cuando se esperaba un mundo distinto para el siglo XXI.
Realmente lo que uno puede sentir es su enorme preocupación o angustia, porque la tecnología que debía salvar y ayudar al hombre "para la vida, es utilizada para la muerte y la dominación". Se toma la cabeza entre las manos cuando habla de la depredación incansable del capitalismo que está destruyendo el medio ambiente, el hábitat del hombre. Y el hambre en el mundo parece dolerle en el pecho.
Entiende que hay un momento histórico único con posibilidades extraordinarias de transformación y liberación, pero también peligros inmensos.
"Tratan de llevar a una guerra cruel a países vecinos. Es gravísimo para el mundo lo que sucede entre Paquistán y la India", comenta. Insiste en el peligro de estas "contrainsurgencias informativas", que hacen su trabajo cotidiano sobre los pueblos, que paralizan y confunden, los dejan inermes y los llevan a participar en luchas estériles entre países y poblaciones que no son enemigas.
Como un hombre que ha vivido una de las experiencias más extraordinarias y creativas en el siglo pasado y lo que va de este, sabe que se necesita la reflexión creadora, la unidad imprescindible de los pueblos. Miradas generalizadoras y fuertes, no aisladas, solitarias e individualistas. Por eso, Fidel Castro está analizando ahora cada detalle para cerrar bien los relatos de nuestra historia común.
"El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo", ha dicho no hace mucho tiempo.
Ahora se informa cada día de todo lo que pasa en el mundo y escribe como un soldado de las ideas, es decir, con el arma de la palabra. Este tiempo de obligado sosiego le ha dado la enorme posibilidad de ser el único líder de una revolución y de una resistencia heroica y mítica contra un imperio brutal, que puede mirar en retrospectiva todo lo sucedido y abundar en detalles, como lo ha demostrado en el libro que recientemente escribió sobre Colombia; esos detalles que dan la verdadera luz a la historia universal.
Fidel Castro no descansa. En su retiro de trabajo nos entrega cada día un relato histórico, renovado y enriquecido para que los pueblos recuperen la memoria verdadera, sin subterfugios. Afuera, el pueblo cubano se prepara para comenzar un año festejando la Revolución que llegó hace medio siglo para quedarse. Este hombre que no ha dejado de luchar desde su adolescencia nos enseña que la humildad es un destello maravilloso de la vida en revolución.