lunes, febrero 07, 2011

Siete trovadores uruguayos homenajean a Mario Benedetti en el Festival BarnaSants

Festival Barnasants 2011


Siete representantes de distintas generaciones de trovadores uruguayos —Daniel Viglietti, Jorge Drexler, Daniel Drexler, Ana Prada, Samantha Navarro, Diego Kuropatwa y Rossana Taddei— homenajearán a su compatriota, el poeta Mario Benedetti y editarán un CD que se presentará el próximo año.

02/02/2011 REDACCIÓN


De izquierda a derecha: Daniel Drexler, Samantha Navarro, Pere Camps —director del Festival BarnaSants— y Diego Kuropatwa.
© Xavier Pintanel

Este mediodía se ha presentado en rueda de prensa el ciclo que conciertos que componen el homenaje de siete trovadores uruguayos de varias generaciones a su compatriota Mario Benedetti.

En la presentación se ha contado con la presencia de los artistas Daniel Drexler, Diego Kuropatwa y Samantha Navarro; Carlos Pita, embajador de Uruguay en España; Jorge Dotto, primer secretario y encargado de Arte y Cultura de la embajada de Uruguay en España; Héctor Guido, director de cultura de la Intendencia Municipal de Montevideo, así como de Pere Camps, director del Festival BarnaSants, y Antoni Traveria, director general de Casa Amèrica Catalunya.


Carlos Pita, embajador de la República Oriental del Uruguay en España.
© Xavier Pintanel

Han asistido también Daniel Castillos, ministro consejero de la embajada de Uruguay en España, el embajador José María Aranea, cónsul general de Uruguay en Barcelona y la poeta y narradora uruguaya Cristina Peri Rossi.

Durante el acto se ha proyectado un video con un saludo de Daniel Viglietti enviado expresamente para la ocasión.

El homenaje consistirá en conciertos individuales de Daniel Viglietti —con el espectáculo que protagonizó con Benedetti A dos voces—, Jorge Drexler —con dos conciertos—, Daniel Drexler, Ana Prada, Samantha Navarro, Diego Kuropatwa y Rossana Taddei, con un eje vertebrador que es Mario Benedetti.

Todos los artistas se han comprometido a estrenar dos temas dedicados o que incluyan poesías del gran poeta latinoamericano. De estos catorce temas surgirá un nuevo trabajo discográfico que se titulará Benedetti al BarnaSants que se intentará presentar en Montevideo durante el BarnaSants 2012.

Esta propuesta ha sido declarada de interés cultural por el gobierno del Frente Amplio.

Conciertos del Homenaje a Mario Benedetti

Samantha Navarro Jueves 3 de febrero Casa Amèrica Catalunya. 19:30 h.

Diego Kuropatwa Viernes 4 de febrero Auditori Barradas (L’Hospitalet de Llobregat). 21:30 h.

Daniel Drexler Domingo 6 de febrero Luz de Gas. 19 h.

Rossana Taddei Jueves 10 de febrero Auditori Barradas (L’Hospitalet de Llobregat)

Jorge Drexler Viernes 11 de febrero Teatre Joventut (L’Hospitalet de Llobregat)

Sábado 5 de marzo Atrium Viladecans. 22 h.

Daniel Viglietti Sábado 12 de febrero Teatre Joventut (L’Hospitalet de Llobregat)

Ana Prada Viernes 18 de febrero Atrium Viladecans


Raimon y el paso del tiempo

Un disco muy esperado


El trovador valenciano Raimon publica mañana lunes 7 de febrero Rellotge d'emocions (Reloj de emociones) su primer disco con canciones inéditas después de casi 14 años.

06/02/2011


Un joven y lúcido Raimon en la presentación del CD «Rellotge democions».
© Xavier Pintanel

Raimon —lo hemos repetido hasta la saciedad desde estas páginas— es uno de los grandes, de los enormes. Alguien capaz de mirarle a los ojos en el Olimpo de la Trova, a Violeta Parra, Víctor Jara, Atahualpa Yupanqui, Silvio Rodríguez o Joan Manuel Serrat.

Es por eso que no es nada extraño que después de casi 14 años sin canciones nuevas, Rellotge d'emocions haya despertado tanta expectación como expectativas.

Raimon es un hombre con un nivel de exigencia y de autoexigencia muy elevado. Las cosas deben ser perfectas, no hay lugar para la improvisación. Todo tiene su tiempo y su lugar. Eso explica estos casi 14 años sin material nuevo: no ha sido un problema de inspiración o de sequía creativa, sencillamente hasta hoy no ha recopilado el material justo que él creía necesario para hacer un buen trabajo.

¿Porqué sólo diez canciones? Seguramente 9 le parecerían pocas y 11 excesivas. Así es Raimon. La creación y la exigencia por encima de cualquier otra consideración, sea comercial, financiera o de marketing. La ética y la estética por encima de estos pseudovalores que imperan en nuestras sociedades actuales.

Contaba Raimon en la rueda de prensa de presentación de este pasado jueves que esta es su obra más personal. "El tiempo es el hilo conductor", aunque no se trata de un disco nostálgico, al contrario, suena muy actual.

"Tengo que eliminar todo lo que ya he contado antes, por lo tanto, el disco es un destilado —no un decantado—, fruto de mucha reflexión interior" y ha sido concebido como un repaso autobiográfico por los sentimientos, la vitalidad y la ternura que le han acompañado.

"Algunas de las emociones de las que hablo son antiguas, de infancia y de adolescencia, y otras son más recientes y han ido aflorando con el paso del tiempo". Y es que el paso del tiempo ha sido una de las temáticas habituales en el repertorio de Raimon: "Molt lluny es un canción que habla de recuerdos del pasado, que hice con poco más de 30 años y parece hecha por alguien de 80", confiesa el trovador.

Hermosas canciones de amor, de un amor que han desafiado el paso del tiempo como A l'estiu quan són les nou; recuerdos de cuando cada primero de mayo —aunque fuera por teléfono— cantaba con su madre La internacional con una letra popular y bilingüe probablemente de origen anarquista (Arriba los de la cuchara / abajo los del tenedor, / que mueran todos los fascistas, / Visca el braç treballador" en Punxa de temps; la profunda reflexión del alguien que tiene "más recuerdos que proyectos" en Mentre s'acosta la nit; un constatación de que las cosas no han cambiado tanto como uno quisiera ("un grito de esperanza / una vez más contra el miedo") en Cançó d’un cor que crema; ese recuerdo a una Barcelona bajo la dictadura con la Universidad tomada por los "grises" (la policía franquista) en Barcelona '71; la contradicción ("paso de tiempo / tiempo de paso") en Terra negra; o el agua como elemento constante en la cosmología de Raimon en Si miraves l'aigua.

Raimon no ha olvidado tampoco en esta ocasión a uno de sus poetas de cabecera, Salvador Espriu, de quien ha tomado el poema Diré del vell foc i de l'aigua, que el trovador valenciano ha definido como "bellísimo" y que "habla sobre la unión de los contrarios en un tiempo indefinido".

El Raimon combativo reaparece en Bagdad '91, que habla de "la trampa en la primera guerra de Irak, con los medios de comunicación en connivencia con el gobierno estadounidense de Bush padre, que nos vendieron una guerra en directo, pero en realidad sólo veíamos luces que explotaban, pero escondían a los muertos y los heridos".

Los recuerdos reaparecen en He passejat per València, sol (He paseado por Valencia, solo) donde el trovador confiesa con ironía que es un lugar "donde hay gente que me quiere mucho / donde hay gente que me quiere poco / Donde hay gente que no me quiere nada". Esa gente "que no le quiere nada" es básicamente el partido que gobierna todas las instituciones valencianas, el PP, un partido de derechas y nacionalista español, que lo tiene vetado en todos los teatros públicos de Valencia e incluso de Xàtiva, su ciudad natal. Y vale la pena recalcar lo de "nacionalista" porque el veto a Raimon no es por ser de izquierdas —otros lo son y no tienen tantos problemas— sino por cantar en catalán. El síndrome del "antes una España roja que rota".

El disco se pondrá a la venta tanto en formato físico como digital este lunes 7 de febrero y se presentará formalmente el 18 de febrero en el Teatro de Madrid, fruto de la colaboración entre los festivales MadridPresenta y BarnaSants, y los días 18, 19, y 20 de marzo en el Teatro Tívoli de Barcelona.

Xavier Pintanel
Director de CANCIONEROS.COM

Noam Chomsky: “EEUU sigue en Egipto su libreto habitual”


6 Febrero 2011

Noam Chomsky

Noam Chomsky

Por Amy Goodman *

En las últimas semanas, los levantamientos populares en el mundo árabe lograron la salida del dictador tunecino Zine El Abidine Ben Alí, la inminente caída del régimen de Hosni Mubarak, un nuevo gobierno en Jordania y el compromiso del dictador yemení de dejar el poder cuando termine su mandato. El profesor Noam Chomsky analizó qué significa esto para el futuro de Medio Oriente y la política exterior de Estados Unidos para la región.

-¿Cuál es su análisis de lo que está sucediendo y cómo puede repercutir en Medio Oriente?

-En primer lugar, lo que está pasando es espectacular. El coraje, la determinación y el compromiso de los manifestantes son destacables. Y, pase lo que pase, éstos son momentos que no se van a olvidar y que seguramente van a tener consecuencias a posteriori: abrumaron a la policía, tomaron la plaza Tahrir y se están quedando allí a pesar de los grupos mafiosos de Mubarak. El gobierno organizó esas bandas para tratar de expulsar a los manifestantes o para generar una situación en la que el ejército pueda decir que tuvo que intervenir para restaurar el orden y después, quizás, instalar algún gobierno militar. Es muy difícil predecir lo que va a pasar.

Los Estados Unidos están siguiendo su libreto habitual. Ha habido muchas veces en las que un dictador “cercano” perdió el control o estuvo en peligro de hacerlo. Hay como una rutina estándar: seguir apoyándolo tanto tiempo como se pueda; cuando se vuelva insostenible -especialmente, si el ejército se cambia de bando-, dar un giro de 180 grados y decir que siempre estuvieron del lado de la gente, borrar el pasado y después hacer todas las maniobras necesarias para restaurar el viejo sistema pero con un nuevo nombre. Presumo que eso es lo que está pasando ahora. Están viendo si Mubarak se puede quedar. Si no aguanta, pondrán en práctica el libreto.

-¿Qué opina de la apelación de Obama a que se inicie ya la transición en Egipto?

-Cuidadosamente, Obama no dijo nada. Mubarak también estaría de acuerdo con que debe haber una transición ordenada. Un nuevo gabinete, algunos arreglos menores en el orden constitucional no es nada. Está haciendo lo que los líderes norteamericanos generalmente hacen.

Los Estados Unidos tienen un poder abrumador allí. Egipto es el segundo país que más ayuda militar y económica recibe de Washington. Israel está en primer lugar. El mismo Obama se mostró muy a favor de Mubarak. En el famoso discurso en El Cairo, el presidente estadounidense dijo: “Mubarak es un buen hombre. Ha hecho cosas buenas. Mantuvo la estabilidad. Seguiremos apoyándolo porque es un amigo”.

Mubarak es uno de los dictadores más brutales del mundo. No sé cómo después de esto alguien pudo haberse tomado en serio los comentarios de Obama sobre los derechos humanos. Pero el apoyo ha sido muy grande. Los aviones que están sobrevolando la plaza Tahrir son por supuesto estadounidenses. EE.UU. es el principal sostén del régimen egipcio. No es como en Túnez, donde el principal apoyo era Francia. Los Estados Unidos son los principales culpables en Egipto y también Israel, que junto con Arabia Saudita fueron los que prestaron apoyo al régimen cairota. De hecho, los israelíes estaban furiosos porque Obama no sostuvo más firmemente a su amigo Mubarak.

-¿Qué significan todas estas revueltas en el mundo árabe?

-Este es el levantamiento regional más sorprendente que puedo recordar. A veces, lo comparan con Europa del Este, pero no es contrastable. Nadie sabe a lo que llevarán estos levantamientos. Los problemas por los que los manifestantes protestan son de larga data y no se van a resolver fácilmente. Hay una pobreza tremenda, represión, una falta de democracia y también de desarrollo. Egipto y otros países de la región recién pasaron por el período neoliberal, que trajo crecimiento en los papeles junto con las consecuencias habituales: una alta concentración de la riqueza y de los privilegios, un empobrecimiento y una parálisis de la mayoría de la población. Y eso no se cambia fácilmente.

-¿Cree que hay alguna relación directa entre estos levantamientos y las filtraciones de Wikileaks?

-En realidad, la cuestión es que Wikileaks no nos dijo nada nuevo. Nos dio la confirmación para nuestras razonables conjeturas.

-¿Qué pasará con Jordania?

-En Jordania, recién cambiaron al primer ministro. Fue reemplazado por un ex general que parece ser moderadamente popular, o al menos no es tan odiado por la población. Pero esencialmente no cambió nada.

* De Democracy Now. Especial para Página/12.

María Teresa Vera en el día de hoy

6 Febrero 2011

María Teresa VeraHace algunos días, sin motivo aparente, me fui directo a una compilación editada por la EGREM en su colección Voces del siglo, dedicada a María Teresa Vera. Algo, sí, me impulsaba a elegir como tema para mi audición a esa mujer única en tantos aspectos, esta vez haciendo énfasis en uno de sus rasgos más impresionantes: esa zona voluntariosa que la llevaba a manejar a su libre albedrío pero con toda la propiedad del mundo, las melodías de aquellos clásicos nuestros que, en muchos casos, gozaron de una especie de privilegio de doble vía al ser estrenados por ella. Doble vía he dicho porque, tanto para las obras y sus respectivos autores como para la intérprete, esa puesta en música –de primera mano– gratificaba a ambas partes por igual.

Hilvano estos pensamientos respondiendo a un extraño aviso: en algún momento de los trajines diarios, la fecha del 6 de febrero comenzó a reclamar mi atención y tuve la corazonada de que tenía que ver con María Teresa Vera. Corrí en busca de su biografía, obra admirable de mi amigo, el periodista Jorge Calderón, publicada en 1986 por la Editorial Letras Cubanas. En sus páginas pude -efectivamente– comprobar que un 6 de febrero –en 1895– a poco menos de tres semanas de una fecha patria como la del Grito de Baire, el pueblo de Guanajay, en el occidente de la Isla, vio nacer a esta criatura indómita e iluminada a quien nos estaremos acercando un poco hoy domingo.

Se nos hace cada vez más claro que estamos hablando de la primera década del siglo XX, a medida que vamos leyendo los testimonios de familiares cercanos, amigos, estudiosos de su vida y obra así como músicos contemporáneos de María Teresa Vera que compartieron con ella la batalla por cantar o tocar mejor, por hallar la combinación de voces más perfecta para redondear la puesta de una canción, la alegría del alumbramiento de una pieza que ella recibiría de primera mano y llevaría consigo a cualquier rincón donde mereciera la pena ponerse a cantar sin freno, sin mirar relojes o reclamar algo más allá del recogimiento que caracteriza a toda audición generosa.

En efecto, la niña cantadora a quien todos reclamaban en las fiestas entre amigos, se volvió muchacha y, a sus dieciséis años, se presentó, desconocida como era, en un beneficio (especie de homenaje de sus colegas hacia un artista) dedicado a Arquímedes Pous. Aquí viene lo más grande de esta sarta de coincidencias que se reúnen para dar cuerpo a mis palabras de este domingo: el aclamado debut vino cargado con el estreno de una de las más hermosas canciones cubanas de todos los tiempos: la criolla Mercedes, recién compuesta por Manuel Corona y tuvo lugar en el Teatro Politeama Grande, ubicado en la Manzana de Gómez, en fecha que, muy pronto, hará arribar este acontecimiento a su centenario: el 18 de mayo de 1911.

Todas esas cuentas las he sacado al calor de la lectura del precioso libro, obra a la que el autor dedicó más de cinco años de investigación y en la que hallamos, más allá de la autenticidad que le aportan testimonios como los de Graciano Gómez, Sirique, María Teresa Linares y las sobrinas de la propia María Teresa, la pista para entender mucho mejor la dimensión humana y artística de esta prenda tan querida para quienes, desde el escenario o bien desde aquellos espacios que nuestra propia devoción convierte en sagrados, asumimos con gusto la misión de contribuir a que su gloria sea imperecedera.

María Teresa salía por todos los caminos en busca de la gente, asombrada ante los poderes de esas canciones que le tocaba escuchar, de primera mano, en las voces de quienes las acababan de traer al mundo. Cantaba en parques, hospitales, tabaquerías, logias, sociedades y gremios, en escenarios de teatro y en cines de barrio -muy especialmente en el Esmeralda, emblemático sitio de trova, un local pequeñito y encantador (lamentablemente irreconocible desde hace algunos años), ubicado en las inmediaciones del Mercado de Cuatro Caminos. Una mujer arrestada y deslumbrante rodeada de caballeros enguitarrados que la escoltaban como ángeles, retando a los públicos más zafios -aquellos que, por su parte, jamás la sometieron al rigor de las rechiflas. Así era ella (como hubiera dicho Oscar Hernández).

Su atracción como intérprete de boleros, canciones, criollas, bambucos, guarachas, sones, rumbas, habaneras, captó la atención de quienes manejaban la cada vez más floreciente industria del disco desde Estados Unidos y ya, a partir de 1918, comienzan sus viajes acompañada de quienes integraban con ella las combinaciones a dos voces así como aquellos que asumían parte del acompañamiento instrumental. Su arte único y diverso quedó registrado para los sellos Víctor, Columbia y otros como Brunswick. Actuó también en vivo en ese país; años después, viajó a Yucatán. A partir de la década de los treinta, ya a dúo con Lorenzo Hierrezuelo en esa alianza que duró veintisiete años, logró una presencia en la radio a través de un programa fijo en CMQ así como en la nunca suficientemente valorada Radio Cadena Suaritos en cuyo archivo quedó sepultada buena parte de ese capítulo de la historia musical cubana que abarcó tres décadas de valioso quehacer.

La imaginación es insaciable y vuela constantemente hacia los dominios de lo que pudo ser. Muchas veces me he preguntado cómo habrá sido el andar, qué color habrá ostentado el timbre de aquella María Teresa adolescente o veinteañera a quien el gran Sirique definió como la bohemia perfecta entre tantos bohemios, porque no probaba bebidas alcohólicas. Me doy con un canto en el pecho por haber albergado entre los sonidos que me hacen sentir cubana, a la voz señora de María Teresa que se ha mantenido entrándome por los oídos desde que tuve uso de razón, ya fuera desde el primer receptor de radio que se parapetó en la sala de mi casa o a través de aquellos mejorcitos que vinieron después o a partir de las esporádicas y muy especiales actuaciones en vivo, a dúo con Lorenzo Hierrezuelo, que me fue dado apreciar -supongo que a través de la televisión o en los inolvidables festivales de música popular y folklórica que organizara Odilio Urfé a comienzos de la década de los sesenta–. Guardo dos viejos discos de acetato con grabaciones suyas.

Entre los más amorosos investigadores que se han acercado a su obra, figura María Teresa Linares. Soñemos con una publicación de sus trabajos al respecto; imaginemos que la biografía que nos ha arrojado luz para enriquecer este sencillo boceto de la autora de la habanera Veinte años, es objeto de una nueva edición o que, a los títulos recogidos en la compilación a que me he referido, se añadirán otros en una próxima entrega discográfica. Soñemos con colocar una placa en el sitio marcado con el 201 de la calle San Lázaro entre Escobar y Lealtad, donde estuvo enclavado el solar La Maravilla, lugar de residencia de María Teresa y su familia, sitio donde, en octubre de 1918, Manuel Corona escribió su inmortal Longina y donde, de alguna “callada manera” de esas que descubrió Guillén y musicalizó Pablito, estarán sonando todavía los ecos de las voces y guitarras cuyas historias no habrían sido las mismas, de no haber visto la luz un 6 de febrero, en 1895. María Teresa Vera.

El Cerro, 6 de febrero de 2011