sábado, abril 26, 2008

Silvio, Hijo Ilustre de La Habana


Silvio
Hijo Ilustre de La Habana
Por Rafael Arzuaga
Foto: Julio Julián
[23.04.2008]- Actualización 9:30 am de Cuba



El cantautor Silvio Rodríguez Domínguez fue honrado con la distinción de Hijo Ilustre de La Habana, este martes, en el reclusorio de Quivicán, donde cumplió su antepenúltima presentación por varios centros penitenciarios de la Isla, como parte del proyecto artístico Expedición.


Silvio Rodríguez, nacido en el municipio habanero de San Antonio de los Baños el 29 de noviembre de 1946, fue agasajado, además, con el símbolo de Quivicán y con una obra del artista de la plástica, también ariguanabense, Marcelo Oreste Perera Hernández, en reconocimiento a la trascendencia de su poética y a la consecuente militancia junto a la Revolución.
Antes, únicamente al jazzista, compositor y organista Jesús Chucho Valdés, y a Doris Oropeza, pianista y concertista, se les entregó el símbolo que, artísticamente, es un escudo.
Rodríguez Domínguez, fundador e icono del movimiento de la Nueva Trova en Cuba, interpretó Cita con Ángeles a petición de casi todas las mujeres presentes en el auditorio, después de Quién fuera y antes de cantar, junto al cuarteto Sexto Sentido, El necio.
Allí, en el reclusorio ubicado en la comunidad quivicanera de Aguacate, luego de un espectáculo de dos horas aproximadamente, Vicente Hernández Hernández, de Batabanó, recibió la distinción Coronel Mambí Juan Delgado, que también la entregó Armando Cuéllar, presidente del Gobierno en La Habana.
De la misma manera, un grupo de artistas enrolados en Expedición mereció la distinción Rubén Martínez Villena, entre ellos el pintor Ernesto Rancaño, Reynaldo González, Premio Nacional de Literatura; el cantante Eliades Ochoa, Carlos Ruiz de la Tejera, el trío Trovaroca, el cuarteto Sexto Sentido, Ernesto Mateo, Augusto Blanca y Niurka González Núñez.



En esta parada de la gira, que comenzó el 11 de enero en Guantánamo, se inauguró una exposición de obras realizadas con distintas técnicas de las artes plásticas, de artitas-reclusos de diferentes penales de La Habana y, como es práctica, se donó 200 libros a la biblioteca.
Expedición, con el autor de Unicornio cómo capitán, atracará en Matanzas el jueves venidero y concluirá el 27 de abril en Isla de la Juventud. Después, Silvio Rodríguez se preparará para el concierto del nueve de mayo en el Karl Marx, donde volverá a presentarse un día después por la gran expectación que suscita en la capital del país.
En el concierto estuvieron presentes Iván Ordaz Curbelo, primer secretario del Partido en La Habana, y el general de cuerpo de ejército Sixto Batista Santana, entre otros jefes y oficiales de las FAR y el MININT.

De parte del "sexo débil"


De parte del "sexo débil"


Layla Anwar
An Arab Woman Blues


Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Cuadro de la artista iraquí Betul Fekaiki


Hace varios años ya que dejé de celebrar el 8 de marzo.
En otros tiempos, mis supuestos amigos "feministas" venían para hacer una breve visita informal y ofrecerme un ramo de flores o enviaban unas palabras de solidaridad y devoción eterna a la causa femenina...

La mayoría de esos tipos se situaban en lo que podría considerarse como la izquierda del espectro político.

Y ¡oh!, eran tan buenos con las palabras.... Podíamos estar discutiendo hasta altas horas de la madrugada sobre dialéctica, materialismo, patriarcado y revolución permanente... Me sentía muy emocionada por aquella patente demostración de amistad y confianza, hasta que...

Hasta que oí decir que un buen número de todos esos tipos, que supuestamente se situaban desde la izquierda a la extrema izquierda, que se consideraban marxistas de línea dura, o trotskistas, y otros, ¡oh!, tan progresistas.... que esos izquierdistas habían votado por Muqtada al-Sadr, Allawi, Al-Hakim, en apoyo de la ocupación.

¿Han escuchado alguna vez que un comunista de línea dura se convierta en un sadrista, en un seguidor de un supuesto mullah cuyos hombres se han hecho tristemente célebres por violar, taladrar y mutilar a las mujeres?

¿Han oído alguna vez de un marxista que apoye al carnicero de Allawi, responsable de colaborar con los psicópatas estadounidenses que quemaron con napalm a las mujeres de Faluya?

¿Han escuchado alguna vez a un izquierdista cantando alabanzas al Ayatollah Jomeini y a sus brigadas de al Quds, de las cuales el Consejo Supremo de la Revolución Islámica de Iraq, alias el SCII del que las Brigadas Badr son la rama responsable de quemar vivas a las mujeres nawasib (*) sólo porque son sunníes?

¿Piensan que las cosas se quedan ahí? Vayan más allá de Iraq y echen una mirada a los izquierdistas árabes y verán lo mismo... Les verán apoyando los movimientos políticos más reaccionarios y retrógrados, alardeando de "anti-imperialistas", que son los movimientos más retrógrados y fascistas en todo cuanto a las mujeres se refiere... como los seguidores de Hamas, Hizbollah e Irán...

Ahora extiendan todo lo anterior hasta abarcar a la izquierda en Occidente, y añádanle las feministas árabes y las feministas occidentales y tendrán el retrato completo de lo que está sucediéndoles a las mujeres de Iraq...

Por eso, viendo toda esa vomitiva hipocresía política, declaro el 8 de marzo como día de luto, un día de luto y llanto para las mujeres de Iraq.

Es decir, lo que es por mí, pueden atiborrarse de celebraciones de su 8 de marzo, ya pueden empezar...

Desde luego que odio la ocupación estadounidense, que es en última instancia la responsable del actual espanto de la situación en que se encuentran las mujeres iraquíes.

También mantengo que todos los cómplices situados a la derecha del espectro político son igualmente responsables.

Pero nada, absolutamente nada, supera mi total desprecio por la izquierda en general, incluidos los payasos antibelicistas y en especial los izquierdistas árabes...

Sé cuál es mi opinión respecto al actual discurso masculino islamista, sé donde me sitúo en relación al sionismo, sé donde me coloco frente a los neocon y demócratas por igual, pero lo peor de lo peor es la izquierda... Son una enfermedad cancerígena insidiosa, lobos con piel de cordero y aspecto de palomas... son una abominación, especialmente, los izquierdistas árabes...

Su total falta de posición, de principios, su propaganda manipuladora, su apoyo a los movimientos fascistas en nombre del anti-imperialismo, les hace ante mis ojos cientos de veces peor que una ocupación inconclusa.

Las ocupaciones extranjeras no duran siempre, TODAS serán finalmente vencidas, pero ¿qué podemos hacer con el enemigo interior?

¿Qué se puede hacer con el comunista que se convierte en un taladrador sectario? ¿Qué hacer con el progresista que se dedica a violar? ¿Qué hacer con el pan-arabista que apoya a los Hizbollahs y a los mullahs de este mundo? ¿Qué van a hacer con todos ellos, desterrarles al olvido físico y político?

¿Qué van a hacer con todos esos prostitutos políticos que pretenden hacerse pasar por hombres?

¿Qué le dirán a Amal, que fue violada en grupo y torturada por las milicias sectarias?

¿Qué le dirán a la Dra. Farida, que está barriendo las calles en Damasco?
¿Qué le dirán a Umm Zayd que tuvo que presenciar cómo el Hizbollah iraquí quemaba a su propia hija frente a sus ojos?

¿Qué le dirán a Aisha que encontró a su hermana tirada en una calle, violada y mutilada en sus genitales por las milicias Sadr?

¿Qué le dirán a Afaf que fue violada y torturada por las Brigadas Badr de su "anti-imperialista Irán"?

¿Qué le dirán a Dalal, profesora, que he tenido que pedir limosna por la calle?

¿Qué nos dirán a nosotras, mujeres, que hemos perdido a nuestros maridos, padres, tíos, hermanos, hermanas, madres, tías, niños, obligadas a exiliarnos sin ningún ingreso, sin ningún derecho al trabajo, sin atención sanitaria, teniendo que hacernos cargo en solitario de todas nuestras familias?

Vosotros, hombres árabes, bastardos, vosotros, izquierdistas de mierda, ¿qué es lo que nos vais a decir todos los 8 de marzo?

¿Qué nos vais a ofrecer, montón de depravados, decadentes, repugnantes?
No me dirijo a los estadounidenses, no les considero seres humanos...

A vosotros os consideraba humanos pero estaba equivocada.

No sois más que un montón de mierda, ahítos de bravuconería, no sois más que un puñado de eunucos cobardes...

Sean mis invitados, y métanse por donde les quepa sus teorías políticas, conceptos, análisis, artículos, conferencias, congresos, partidos, poesía, prosa, eslóganes y jergas.

Ninguno de ustedes vale para gobernar nada ni a nadie... no son más que prostitutas políticas entregándose al chulo más hortera du jour...

Y eso es todo lo que os ofrezco en el día 8 de marzo, prosélitos, prostitutos ideológicos.

Al infierno con todos.
N. de la T.:
(*) Nawasib, término utilizado para designar a los sunníes radicales, aunque en tiempos de confrontación sectaria puede utilizarse para designar a todos los sunníes.

Enlace con texto original:
http://arabwomanblues.blogspot.com/2008/03/from-weaker-sex.html

Bush, los millonarios, el consumismo y el subconsumo

Bush, los millonarios, el consumismo y el subconsumo


No es necesario probar que la matanza prosigue con odio creciente en Iraq, un país donde más del 95 por ciento del pueblo es musulmán —de ellos, más del 60 por ciento chiítas y el resto sunitas— y en Afganistán, donde más del 99 por ciento es también musulmán —el 80 por ciento sunita, y el resto chiíta. Ambos pueblos están constituidos a su vez por nacionalidades y etnias de diversa procedencia y ubicación.
Además de soldados de Estados Unidos, en Afganistán están involucrados los de casi todos los Estados europeos, incluido el refuerzo francés ordenado por Sarkozy.
Los rusos no se dejaron embarcar en esta guerra; su cuota de sangre allí había sido suficientemente amplia y su costo político, incalculable. Seguramente en Afganistán murieron, como soldados soviéticos, ciudadanos de Estonia, Lituania, Letonia, Georgia y Ucrania, que hoy forman parte o aspiran a ingresar en la OTAN como repúblicas ex soviéticas.
Otro hecho muy real es que la lucha contra la heroína no se menciona en un país donde la guerra ha convertido a los que cultivan la amapola en capaces de abastecer las necesidades médicas de opio y proveer además de drogas a una cifra incontable de personas.
El Presidente de Rusia observa que la OTAN creció de 16 a 28 miembros. Bush declara que miró a los ojos de su interlocutor ruso y leyó su pensamiento —es lo que hace con el teleprompter—, pero no explicó si escrito en inglés o en ruso.
A Rusia le extrajeron más de 500 mil millones de dólares a través de los países capitalistas de Europa Occidental, una parte importante de los cuales se invirtió en empresas altamente rentables o residencias de lujo, y el resto lo ingresó en bancos norteamericanos amparados por el gobierno de ese país. Todo era ilegal e inmoral. Antes de su desaparición, la URSS fue víctima de sabotajes como el que hizo estallar por medios técnicos el gasoducto de Siberia, operado con software norteamericano, caballo de Troya del imperio, y se desarmó unilateralmente ante Reagan, como ha sido demostrado.
No puedo menos que recordar el lunes 3 de abril, cuando puse a un lado el voluminoso boletín de las noticias internacionales, y tomé el Granma de ese día para distraerme un rato. Comencé por ojear la última página. ¡Qué sorpresa! Juan Varela nos ilustraba con una descripción casi perfecta de la diferencia entre el Conejito de Aguada de Pasajeros, en la provincia de Cienfuegos y el de Nueva Paz, provincia de La Habana, ambos abiertos las 24 horas del día. En el primero se luchó y se lucha en una batalla hasta ahora ganada. En el segundo, aunque se lucha, no está ganada todavía.
¿Qué nos cuenta Juan Varela? "Los vendedores proceden de diferentes lugares, funcionan como una especie de asociación con un original sistema de aviso. Mediante señales alertan la presencia de agentes de la autoridad o de cualquier dirigente. Con felina movilidad son capaces, en pocos minutos, de desmontar el escenario de operaciones y trasladar la mercancía hacia un lugar convenido. Allí esperan la señal que les devuelva la normalidad."
¿De dónde procede lo que vende la quintacolumna en Nueva Paz? Son mercancías sustraídas de fábricas, transportes, centros de almacenaje o distribución. Los que rinden culto al egoísmo sin restricción alguna por parte del Estado, lo cual califican de perturbador, no podrían construir jamás una obra social sólida y duradera, que en nuestra época, con el desarrollo de las fuerzas productivas, sólo puede ser fruto de la educación y la conciencia, creando valores que deben sembrarse y cultivarse.
No está prohibido pensar; tampoco está prohibido soñar, pero pensando no se hace daño a nadie; soñando se puede hundir a un país o algo más: la propia especie. Junto a las fuerzas productivas, la ciencia ha desarrollado parejamente las fuerzas destructivas. ¿Alguien lo puede negar?
Ese mismo día, vuelvo la hoja de Granma y me encuentro con la sección "Detrás de la noticia", que escribe Elson Concepción Pérez. Lo que dice textualmente no tiene desperdicio:
"Ni un solo despacho de la gran prensa se refiere a las diferencias sociales, el desempleo, la inflación, entre otros males llegados con el capitalismo.
"En Internet, no obstante, se puede conocer esa otra cara de la moneda: un grupo de 300 rumanos —los más ricos—, ha alcanzado la espectacular cifra de más de 33 000 millones de dólares, que representan el 27 por ciento del Producto Interno Bruto de este país, según informó la revista Capital 'Top 300'.
"Mientras se cuentan por millones los que viven por debajo de los niveles de la pobreza, la nación del Este europeo tiene un ciudadano con una fortuna calculada entre 3 100 y 3 300 millones de dólares. Su nombre es Dinu Patriciu, que recientemente vendió una parte de la compañía petrolera Rompetrol al grupo KazMunaiGaz, de Kazajstán, por 2 700 millones de euros". Casi 4 000 millones de dólares.
"Dinu destronó a Iosif Constantin Drãgan, que quedó relegado al séptimo puesto con un capital de entre 1 500 y 1 600 millones de dólares, dice textualmente la publicación.
"Gigi Becali, dueño del club de fútbol Steaua, tiene la segunda fortuna más grande, estimada entre 2 800 y 3 000 millones de dólares, que ha acumulado sobre todo en el sector inmobiliario.
"El ex tenista y hombre de negocios Ion Tiriac, el segundo hombre más rico en el 2006, con negocios en banca, seguros y automóviles, pasó al tercer lugar con una fortuna entre 2 200 y 2 400 millones."
Hasta aquí lo que en forma detallada reporta Elson en la sección de Granma.
Recordemos todos que Rumania era un país socialista donde había petróleo e industria petroquímica bastante desarrollada, generoso suelo y clima para la producción de alimentos proteicos y calóricos, para no citar otras ramas.
Había allí teóricos del acceso fácil a los bienes de consumo, como los hay en Cuba; oídos y ojos imperiales atentos a esos sueños.
Hay otros peligros derivados del capitalismo desarrollado: el cambio climático.
Un cable de la AFP informa sobre las declaraciones de James Hansen, principal especialista en clima de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, creada por Eisenhower el 29 de julio de 1958, una institución que ha sido decisiva para el poder actual de Estados Unidos).
"'Las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera ya alcanzaron un nivel peligroso' de 385 partículas por millón, lo que representa un 'punto crítico', explicó a la AFP Hansen, quien, a sus 67 años de edad, dirige el Instituto Goddard de estudios espaciales de la NASA en Nueva York."
"El principal obstáculo para rescatar el planeta no es de orden tecnológico, afirmó James Hansen, nombrado en 2006 entre las 100 personas más influyentes por la revista estadounidense Time."
"'Me ha quedado claro en el curso de los últimos años que tanto el poder ejecutivo como el legislativo han estado fuertemente influenciados por los intereses específicos' del sector de las energías fósiles, subrayó.
"'La industria induce al error al público y a los responsables políticos sobre las causas del cambio climático. De la misma manera en que lo hacen los fabricantes de cigarrillos: saben que fumar provoca cáncer, pero han reclutado científicos para afirmar lo contrario', añadió."
"Durante una audiencia en el Congreso, Hansen denunció las interferencias que impiden que las informaciones científicas alcancen al público luego de llegar al gobierno del presidente George W. Bush.
"Los responsables de relaciones públicas del gobierno, explicó en ese momento, filtran los hechos científicos para reducir en las personas la idea de que el cambio climático y las emisiones humanas de gases de efecto invernadero están vinculados."
"Los responsables políticos, que deberían estar al corriente, 'ignoran el estado actual del problema, su gravedad y sobre todo su urgencia', agregó."
Otro punto importante que deseo señalar: El Fondo Monetario Internacional (FMI), baluarte del sistema capitalista desarrollado impuesto a la humanidad, posee 3 217 toneladas de oro. Estados Unidos, con derecho al 17 por ciento de los votos que se emitan —privilegio concedido a la potencia dominante después de la Segunda Guerra Mundial—, puede vetar cualquier decisión, aunque todos los demás miembros del Fondo la aprueben. La institución, lastrada por excesiva burocracia, decidió vender 403,3 toneladas de oro, "para funcionar con más eficiencia". La causa real es que se ha quedado sin clientes por las condiciones leoninas que impone a sus préstamos. Las 403,3 toneladas de oro, a su precio actual, equivalen a casi 12 mil millones de dólares. Ese dinero no significa nada, una suma igual el gobierno de Estados Unidos la inyecta forzosamente a la circulación en cuestión de horas, para salvar a sus bancos.
El colosal aparato del imperio para la desinformación, entre otras cosas referida a mi mensaje a los intelectuales, afirmó que Fidel arremetía contra el empleo de la computación, cual si se tratara de una persona apartada de la realidad. Abel Prieto, ministro de Cultura y prestigioso intelectual, en su discurso de clausura del Congreso de la UNEAC, respondió con brillantez a la intriga, recordando los más de 600 Joven Club que se han ido creando a lo largo y ancho de la isla en los últimos 20 años y hoy gradúan en el manejo de la computación a más de 200 mil cubanos cada año. Recordó igualmente la Universidad de las Ciencias Informáticas, visitada por los delegados del Congreso, que hoy gradúa más de 1 600 destacados ingenieros en esa especialidad por año, así como la inversión, en pleno período especial, para la reconstrucción del casi imposible proyecto de las Escuelas de Arte de Cubanacán.
Las palabras de Esteban Lazo —un testigo excepcional por haber sido primer secretario del Partido en la Ciudad de La Habana y otras provincias con anterioridad— persuasivas, realistas, contundentes, con su piel negra y su cabello blanco, pero la voz firme de sus 64 años, le dieron fuerza a la argumentación de Abel.
Si el imperio lograra obtener de nuevo el control de Cuba, no quedaría una sola de las escuelas de estudios superiores creadas por la Revolución para ofrecer ese derecho a todos los jóvenes; enviaría a la mayoría a cortar caña; es su política declarada. Trataría de robar los talentos artísticos y científicos ya creados, como hace con los demás países de nuestro hemisferio. Disponer de más de 70 mil especialistas en Medicina General Integral y otros cientos de miles de profesionales, ayudar a otros entre los más pobres y exportar servicios, es un pecado que no puede tolerarse a un pueblo del Tercer Mundo.
Al fin y al cabo, hemos resistido su bloqueo, sus agresiones y sus brutales actos de terrorismo durante casi medio siglo.
Tuve el privilegio de escuchar importantes intervenciones de los invitados latinoamericanos y de otros países en el VII Encuentro Hemisférico de Lucha contra los TLC y por la Integración de los Pueblos. Les doy las gracias por sus palabras solidarias y me sumo a sus causas, que con tanto talento y coraje defienden. ¡Formar conciencia y mover políticamente a las masas es una gran consigna!

Fidel Castro Ruz
Abril 10 de 2008
7 y 06 p.m

GRANMA

El cantautor cubano Amaury Pérez Vidal llamó a intervenir la radio y la televisión cubanas

El cantautor cubano Amaury Pérez Vidal llamó a intervenir la radio y la televisión cubanas

2008-4-10





Intervención de Amaury Pérez Vidal en el VII Congreso de la UNEAC
Palacio de las Convenciones
1 de abril de 2008
Buenas tardes:
Voy a improvisar porque no venía preparado para hablar, no traigo nada escrito, pero lo que ha dicho Waldo, vicepresidente del ICRT, me ha motivado. Les aseguro que será una alocución breve, seguramente la más breve del congreso. Son apenas un par de preguntas y una propuesta.
Quiero recordar antes lo que el amigo irreemplazable, Alfredo Guevara, le respondió a Vicente González Castro cuando este le preguntó, en una entrevista televisiva, hace unos años, ¿Qué cree usted que le falta a la televisión? y Alfredo respondió: Arte. (Aplausos)
Del 50 al 59 yo sabía en manos de quien estaba la televisión y la radio, era en las de Goar Mestre, porque era el dueño, pero en los últimos años, ¿en manos de quién ha estado la Televisión? porque en las manos del pueblo no ha estado, en las manos del Ministerio de Cultura no ha estado y por lo que escucho, tampoco en las manos de la UNEAC. Esa es mi primera pregunta.
La segunda que puede provocar una tercera:
¿Se han fijado ustedes que en los medios impresos y electrónicos que constantemente atacan a las instituciones culturales criollas, a nuestros dirigentes, a los artistas de prestigio comprometidos con la Revolución, digo Cubaencuentro y sus sucedáneos, el Nuevo Herald y todos los referentes electrónicos de pacotilla que circulan por la red jamás se cuestionan a nuestra televisión y a nuestra radio? ¿No será que consideran que el ICRT le está haciendo internamente el trabajo a ellos, al enemigo, y por eso debe ser intocable? (Ovación)
En el año 59, y a solicitud de Fidel, un grupo de compañeros, integrantes de las cédulas del 26 de Julio en la CMQ, entre los que se encontraban Palau, Abraham Maciques, y Amaury Pérez García, intervinieron la televisión y la radio poniendo los medios del lado y al servicio de la Revolución triunfante.
Propongo, hoy, que hagamos una segunda intervención de la radio y la televisión.
Muchas gracias. (Ovación)

Pretextos para un texto con texturas

abril 9, 2008 - Luis Enrique Mejía Godoy



Les escribo, un mes después del regreso de Silvio Rodríguez a Nicaragua,tomándome el tiempo para hacerlo con tranquilidad, especialmente para enviarles una especie de reflexión que he hecho, basada en lo que me produjo personalmente y viví en el concierto de Silvio el dos de marzo en nuestro país. Lo estoy enviando porque me parece que hubo comentarios fuera de lugar y un gran vacío en los medios de comunicación en relación al concierto de este querido hermano.

Crónica de un concierto anunciadísimo y una canción desesperada...
Pretextos para un texto con texturas
Por Luis Enrique Mejía Godoy



¿Qué tiene la música que cada mañana se nutre de vida la desesperanza...?
(LEMG)

Fue la historia común de nuestros pueblos, Cuba y Nicaragua, la que quiso que Silvio Rodríguez y yo nos conociéramos allá por 1978 en el Festival de la Nueva Trova Cubana, en Santiago de Cuba, durante el XI Festival de la Juventud y los Estudiantes, unos meses antes de las primeras insurrecciones en Nicaragua, en el mismo año en que mi hermano Carlos y yo, empezamos a escribir, treinta años atrás, las primeras ideas de lo que sería la obra musical Guitarra Armada, que nunca fue un
instructivo para hacer la guerra como piensan algunos, sino un manual para defendernos de la violencia y la represión. Precisamente, once años atrás, se realizaba el Primer encuentro de la Canción Protesta, organizado por Haydeé Santamaría en Casa de las Américas, La Habana, del 24 de julio al 8 de agosto de 1967, actividad en la que participaron Daniel Viglietti de Uruguay, Barbara Dane de EEU. Carlos Puebla de Cuba, y los iniciadores del Movimiento de la Nueva Trova Cubana, apenas dando sus primeros pasos, los jóvenes cantautores, Silvio Rodríguez, Pablo
Milanés, Vicente Feliú y Noel Nicola. Empezaba con este evento un acercamiento inevitable de nuestros pueblos, realidades y sueños, a través del canto popular.

Sin prisa, los recuerdos vienen nítidos a mi memoria...Yo conocí las canciones de Silvio, Pablo Milanés, Vicente Feliú, Noel Nicola, Sara González, el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos), el grupo Manguaré y el grupo Moncada, especialmente, por los discos de acetato de Larga Duración que lograban llegar a Costa Rica a mediados de los años sesenta, a través de una de las primeras embajadas de Cuba en América Latina y del Instituto Cultural Costarricense Cubano.

Yo vivía en San José y ya cantaba mis primeras canciones de contenido social, donde éramos, sin conocernos aún, parte de un fenómeno de la canción popular latinoamericana llamado Nueva Trova Cubana, Nueva Canción Chilena y Canto Nuevo, Nuevo cancionero Argentino, Canto Testimonial Nicaragüense, Nueva Canción Costarricense, o de forma general, con el membrete de Canción Protesta, Canto Revolucionario y, que empezaba a tener importante divulgación, especialmente después del triunfo de la Unidad Popular de Chile en 1971, que, con las banderas en
alto, la consigna del Pueblo Unido jamás será vencido y las canciones de Victor Jara, Ángel e Isabel Parra, Patricio Mans, Quilapayún e Inti Illimani, celebraban la decisión del pueblo chileno de elegir, por los votos, democráticamente, y apoyaban al primer gobierno socialista de Chile encabezado por el Dr. Salvador Allende. En 1973, cuando la CIA y la Derecha Chilena dieron el golpe militar y asesinaron a miles de ciudadanos chilenos, entre ellos, Salvador Allende y Víctor Jara, mi
hermano Carlos y yo escribimos canciones urgentes y solidarias con la resistencia chilena. Pinocho Pinochet y Chile Vencerá fueron tema s que empezamos divulgar en las múltiples actividades de solidaridad con Chile en muchos países de América Latina y Europa, cuando en Nicaragua, apenas a un año del terremoto que destruyó Managua, seguíamos sobreviviendo bajo la dictadura de los Somoza.

Por supuesto, antes de todo esto, las canciones de Atahualpa Yupanqui, Horacio Guaraní, Violeta Parra y Carlos Puebla, y la voz de Mercedes Sosa y Alfredo Zitarrosa nos habían estimulado con sus canciones de tal manera, que sabíamos que tarde o temprano romperíamos las fronteras y nos íbamos encontrar, llenos de energía y esperanza en esa 'Canción con todos' que escribió el querido poeta Armando Tejada Gómez con música de César Isella y que mis hermanos del grupo vocal Quinteto Tiempo de Argentina hicieran que me emocionara hasta las lágrimas, allá en aquel Festival de la Canción Política en la RDA, durante el X Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, en Berlín, Alemania Democrática, en Febrero de 1973.

Vuelvo al presente. Supe que Silvio estaba planeando una deseada gira por Centroamérica desde el 2007. Nos comunicamos por correo electrónico para confirmarlo, porque no quería estar ausente en tan importante evento. Silvio vendría a Guatemala y El Salvador por primera vez y regresaba a Nicaragua después de veinticinco años, desde que nos juntamos, la última vez, en el Festival por la Paz, en aquel hermoso 23 de abril de 1983 en la Plaza de la Revolución, organizado por el
Ministerio de Cultura, con el apoyo de la UNESCO y con el financiamiento de la solidaridad internacional, especialmente de Holanda.

En ese concierto también participaron Mercedes Sosa, Alí Primera, Daniel Viglietti, Amparo Ochoa, Gabino Palomares, el Grupo Moncada, Chico Buarque, Fagner, Adrián Goizueta y el Grupo Experimental, Isabel Parra, Luis Rico y Silverio Pérez. A casi todos los habíamos conocido en distintos escenarios del mundo y les habíamos prometido, sin imaginarnos que sería tan pronto, vernos en Nicaragua al triunfo de la insurrección contra la dictadura somocista. Mi hermano Carlos y yo fuimos los
anfitriones de aquel encuentro que ahora nos parece un sueño. Abril en Managua fue no solo un concierto, sino una Jornada de la Nueva canción que duró una semana con conciertos en el anfiteatro de la Laguna de Tiscapa y en distintas cabeceras departamentales.

Después de escribirnos varios correos con Silvio y su hermana María de los Ángeles, que es su representante, nos dijeron que se había pospuesto la gira para el verano del 2008 ya que lo de Nicaragua no estaba claro y no querían dejar a nuestro país por fuera. Le agradecí a Silvio. Fue mejor la decisión porque se posponía para el verano del 2008, les comentamos que no había un lugar cubierto para hacer un concierto en invierno con capacidad para más de 1.200 personas. Hablaron de la
posibilidad de organizar la gira entre febrero y marzo para hacer conciertos masivos y populares por primera vez en Guatemala y El Salvador, y cumplir con su deseo de regresar a Nicaragua, como todos sabemos, en circunstancias muy distintas y después de la derrota del Frente Sandinista en 1990, con dieciséis años de gobiernos neoliberales y un año después de haber ganado las elecciones Daniel Ortega en el 2006.

La primera vez que nos vimos con Silvio en Nicaragua fue para recibir,desde la Plaza de la Revolución, a miles de jóvenes que regresaban de alfabetizar en las montañas de Nicaragua recién liberada. Nos vimos solo unos minutos porque ese mismo día, yo salía con el grupo Mancotal a una gira por Costa Rica. Silvio se emocionó mucho en la plaza porque volvía a vivir, de alguna manera, su experiencia de joven en Cuba... El ha comentado que fue como una eclosión, una especie de revelación... Actualmente en Nicaragua vivimos una historia muy distinta de aquella, Silvio y yo lo sabemos muy bien, aunque hasta el día de hoy no hemos hablado de esto...

Ya con la noticia confirmada de que venía Silvio, lo único que se nos ocurrió a mi esposa Lucía y a mí, fue recomendarle a él y su hermana que no hicieran el concierto en ningún lugar que no fuera el Estadio Nacional. Que Silvio, sus admiradores y nuestro pueblo se lo merecían y que no había ningún otro lugar seguro y con condiciones como para hacer un evento de esa categoría. Sería la primera vez, en estos últimos dieciocho años que un cantautor de 'la otra música' se presentaría en un concierto masivo, porque tanto Mercedes Sosa, Joan Manuel Serrat, Alberto Cortez y Facundo Cabral, por mencionar algunos, se habían presentado solamente en la sala mayor del Teatro Rubén Darío.

Poco a poco se fueron definiendo las fechas y el orden de los países de la gira. A Nicaragua le tocó el dos de marzo y fue anunciado con algunas contradicciones en la información, sobre todo en el lugar, los precios de los boletos y los patrocinadores. Primero se habló del Estadio Nacional. Luego se habló de la posibilidad de un concierto gratuito en la concha acústica del Malecón patrocinado exclusivamente por la Alcaldía de Managua, lo cual me pareció un riesgo con un costo inmenso en la logística y la técnica de audio y luces y me parecía un poco
populista ofrecer un concierto gratuito cuando en nuestro país sigue habiendo mucha politización. Hasta que, finalmente, se confirmó que se haría en el parqueo del Casino Pharaohs, empresa gringa de juegos al mejor estilo de Las Vegas, donde comúnmente se organizan peleas de boxeo. Me pareció una broma primero, luego, al confirmarlo, me pareció que los productores se estaban equivocando totalmente de concepto y que sería una locura presentar a Silvio ahí. Todo estaba por verse.

En los siguientes días, hubo más información por los medios escritos y por los canales eficientes de los cuechos, chismes y bolas de Radio Bemba... Finalmente, empezó a salir la publicidad en viñetas de radio, spots de TV y en la forma más popular de anunciar todo tipo de eventos en Managua, las famosas mantas que se colocan en las principales calles de nuestra caótica capital. A propósito, este año, Managua había sido declarada, a pesar de todo, Capital Iberoamericana de la Cultura. Por esta razón, se llegó a especular, y con razón, que la Alcaldía de Managua, a lo mejor, patrocinaría totalmente el concierto de Silvio Rodríguez. Al Trovador de América lo anunciaron con letras ilegibles en las mantas publicitarias del magno concierto, y más bien parecía la promoción de una actividad colegial o el anuncio de un concierto de un desconocido artista en cualquier bar de Managua. Luego, al ver el spot de TV., pude comprender que los Productores nicas no estaban dándole el
nivel ni la seriedad profesional que correspondía a un concierto tan esperado por una generación de jóvenes que conoció las canciones más populares de Silvio a través de sus abuelos, padres o hermanos mayores, todos, casi sin excepción, dueños de una nostalgia personal o colectiva de los difíciles pero hermosos años de la Revolución Sandinista.

Bueno, viene Silvio. Todo parece estar claro y confirmado. Abrirá el concierto el Dúo Guardabarranco y Moisés Gadea. Me pareció una decisión muy acertada la de invitar, no como teloneros, sino como anfitriones, a estos compañeros, destacados y queridos cantautores nacionales. Se dice que Silvio lo solicitó personalmente a los organizadores, no lo dudo. Todos sabemos, además, que Katia Cardenal, en el año 2001 grabó un CD realizado entre Nicaragua, Noruega y Cuba, con canciones de Silvio donde
él participó compartiendo con ella su emblemática canción 'Playa Girón'. De tal manera, que el reencuentro con Katia le daba también un sabor especial a la noche en la que, yo pensé, que Katia cantaría a dúo con Silvio una de sus canciones, espontáneamente, talvez como había sucedido en el concierto de Mercedes Sosa, hacía unos días en el Teatro Rubén Darío, donde la Negra Sosa invitó a cantar a Norma Helena Gadea un par de canciones.

Otra cosa que me llamó la atención en la publicidad es que, en ningún momento se destacó, a excepción de una nota de El Nuevo Diario, de la presencia, junto a Silvio, de otro cantautor fundador de la Nueva Trova Cubana, como es nuestro hermano Vicente Feliú. Quizás por eso mismo, cuando Vicente salió al escenario invitado por Silvio para cantar Créeme y El Colibrí (que me imagino, la mayoría del público no se enteró que esta canción es el mismo Romance Español 'El Colibrí', también recopilado en las montañas de Nicaragua, esta vez, en versión de habanera como se canta en Cuba este tema folklórico que cuenta Silvio que lo inspiró para componer sus primeras canciones). El rumor de la gente al dejar Silvio a Vicente solo con su guitarra hizo sentirme mal, lo confieso. Vicente fue tan humilde que dijo 'No se preocupen, Silvio
vuelve...' Algunos que conocían la canción Créeme, la cantaron tímidamente, pero después del Colibrí el público, en su mayoría, quedó más perdido que un zanate en mitad de las Cataratas del Niágara... Esos pequeños detalles del concierto, para mí, fueron muy lindos y los disfruté en total silencio, imaginándome quizás, que estaba en el corredor de un vieja casona del algún pueblo de nuestro Caribe.

Comenté con algunos amigos músicos que el lugar que habían escogido para el concierto, una vez que le negaron el estadio a la productora, no sé por qué razones, era un lugar inconveniente y hasta me atreví a decir que pésimo. Para colmo, los vientos de esta época del año anunciaban anticipadamente polvaredas que seguramente afectarían al público y a los artistas. Salieron los boletos a la venta... Todos los días se comentaba la respuesta del público en la adquisición de entradas. A última hora se anunció el precio especial para estudiantes y personas de la tercera edad, me pareció una muy buena decisión. Yo acabo de cumplir sesenta y tres años y agradezco la cortesía que hay en los Bancos para la gente mayor de edad, pero no tenía pensado ir al concierto, sabiendo que iba a estar incómodo, expuesto al polvo y al humo de las fritangas y los fumadores. Pero, de todo corazón, deseaba que fuera una noche inolvidable, mágica, contagiosa y que, (aunque dudaba alcanzaran las 15.000 personas que los organizadores apostaban lograr ingresar), que Silvio, Vicente y sus compañeros músicos, tuvieran un público con la adrenalina al tope y con el mayor de los respetos para el trabajo en el escenario de este hermano del canto latinoamericano y el exponente, junto a Pablito Milanés, más destacado de la Nueva Trova Cubana y de la Canción Latinoamericana. La otra música, como nos gusta llamarla a algunos.

Vuelvo al pasado y los recuerdos...Con Silvio tuvimos la oportunidad, que no siempre se tiene entre artistas que se encuentran en los famosos Festivales Internacionales, de conocernos un poco más. Fue de regreso de una Jornada de la Canción latinoamericana en Uruguay, cuando ese país hermano regresó a la Democracia en 1985 y Viglietti, Los Olimareños y otros cantautores de Uruguay nos invitaron para un multitudinario concierto que nos recordó nuevamente el de Managua en 1983. Antes, con
Silvio habíamos estado representando a nuestros respectivos pueblos y revoluciones, en el XII Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes en la Unión Soviética .

Pero después de los noventa, solo nos habíamos hablado un par de veces por teléfono, nos habíamos enviado recados con amigos comunes, y últimamente, como ya he contado, nos escribimos por correo electrónico.
Esto sucede con muchos amigos, especialmente entre artistas, aunque casi nunca nos veamos, seguimos manteniendo una amistad mucho más allá de los años y las distancias. Mucho más allá de los silencios y los cambios de realidades en nuestros países, mucho más allá de la urgencia de una canción aún no escrita...Algunos de estos compañeros de oficio han muerto y han dejado una huella imborrable, como es el caso de Víctor Jara, Alí Primera, Amparo Ochoa, Alfredo Zitarrosa, Noel Nicola, Orlando Gamboa, Caito Diaz . Todos tenemos que envejecer y morir, pero sabemos que las canciones ahí están, nuevecitas, como la primera vez, cargadas de una gran humanidad y un deseo siempre renovado de defenderlas desde el lado izquierdo del corazón, donde la esperanza pasta como un unicornio...

También sabía que Silvio había tenido problemas por el frío y el viento en el estadio de Guatemala. Lo vi en una foto de un periódico guatemalteco, por Internet. El concierto en El Salvador, fue muy especial por el recuerdo de la amistad con el poeta Roque Dalton y su hijo Roquito. Silvio vino a Nicaragua cansado pero siempre dispuesto a cerrar este ciclo histórico en Centroamérica.

Yo sé lo que es cantar casi afónico y con problemas en los pulmones. También conozco el 'miedo escénico'... que nunca se supera. El público casi nunca se entera de esto porque los artistas generalmente nos entregamos en cuerpo y en alma, precisamente, cuando hacemos una diferencia entre lo que es el arte y lo que es la industria del arte o la empresa comercial... Independientemente del derecho que tenemos de que nuestro trabajo sea justamente remunerado, que nuestros derechos de autor sean respetados y nuestro trabajo artístico apoyado de la mejor manera, profesionalmente con la tecnología moderna, más allá de lo que cada uno escoge como tema y contenido.

Finalmente, todos los rumores, bolas y cuechos alrededor de la llegada de Silvio Rodríguez empezaron a confirmarse. Yo me encontraba camino a San Juan del Sur, para realizar un concierto en prevención contra el VIH y el sida organizado por la Fundación Mejía Godoy y otras organismos, en la tarde del domingo 1º. de marzo, cuando Silvio, su hermana, Vicente Feliú, los músicos del grupo Trovarrocco y el equipo de técnicos,llegaban por fin a Nicaragua. Sabía que no íbamos a poder vernos. El tiempo era limitadísimo entre pruebas de sonido, descanso y preparación del concierto.

Solo faltaba entonces el último concierto tan esperado en Nicaragua que inclusive, había alborotado a muchos fans de Silvio en Costa Rica y Honduras, quienes organizaron una caravana que viajó ese mismo día para hacer una infinita cola por más de dos horas y media cuando ya el cantautor nacional Moisés Gadea y el Dúo Guardabarranco había iniciado su parte introductoria. Yo estaba afuera en esa larga fila, no me lo contaron.

Me imagino, o quiero imaginarme que, Silvio, cuando vio desde el avión, los patios baldíos de la vieja Managua (a los que se refirió Julio Cortázar en su poema Declaración de amor a Nicaragua, poema que después le puso música mi hermano Carlos), y haber reconocido la Plaza de la Revolución, antes llamada Plaza de la República, después bautizada Plaza de la Fuente Musical, y hoy, nuevamente confirmada Plaza de la Revolución, pudo haber recordado, quizás, aquella tarde del Concierto por la Paz en Abril de 1983, donde nuestro pueblo, en medio de una guerra fraticida, un bloqueo bárbaro e injusto impuesto por los gringos, y un calor casi llegando a los cuarenta grados, pedía a gritos a Silvio sus canciones más queridas, y él en un gesto solidario, muy común entre los trovadores de nuestra América, estrenó su Canción Urgente para Nicaragua, acompañada por el grupo Manguaré (que según cuentan, Silvio la escribió en el avión en el que venía de La Habana) y que quedó registrada para siempre en el corazón, la conciencia y la memoria de nuestro pueblo, pero también en un CD y un en Video que se grabó ese día y que contribuyó a denunciar la guerra que contra Nicaragua imponía el gobierno de Mr. Ronald Reagan, gobernante de la potencia más grande del mundo que insistía en convencer en sus discursos que el mundo era en blanco-y-negro, como las películas de vaqueros que él protagonizó en el Hollywood de los años cuarenta.

Como que es hoy, ahí están las imágenes del concierto por la Paz. En video y en fotos, los rostros de los muchachas y muchachos, curtidos por el sol, con sus gorras verde olivo, sus sombreros de palma y sus pañuelos rojinegros en el cuello. Con sus sonrisas brillantes como el sol de abril, a pesar de la escasez y la pobreza... Los padres y madres con sus hijos en brazos. En aquel emblemático Festival, las banderas de Nicaragua y el FSLN ondeando entre la multitud que había acudido desde tempranas horas de la mañana. Los Comandantes, por primera vez,
confundidos entre el público y no en la tarima. La poesía y el canto de nuestro Continente presidiendo este inolvidable e irrepetible festival... La Cultura en el poder. El poder de la Cultura. 'Solo le pido a Dios', del querido trovador argentino León Gieco,vibrando en la potente voz de Mercedes Sosa. En ese mismo concierto que tuve el honor de abrir con mi canción 'Yo soy de un Pueblo Sencillo'. El pueblo cantó
a coro cerrado con Daniel Viglietti su conocidísima canción 'A desalambrar' y escuchó otro tema que esa tarde estrenó, 'El sombrero en alto de Sandino'. El corazón aceleraba su ritmo. El zenzontle mexicano, Amparo Ochoa, a dúo con Gabino Palomares nos cantó esa canción fundamental para nuestra resistencia cultural 'La maldición de la Malinche'. Alí Primera, desde Venezuela, vino especialmente para abrazar al pueblo salvadoreño con 'El sombrero azul', que desde entonces se
convirtió en un himno de la lucha por la paz del Pulgarcito de Centroamérica.

En fin, Chico Buarque y Fagner de Brasil, Isabel Parra de Chile, Luis Rico de Bolivia, Silverio Pérez de Puerto Rico, Adrián Goizueta de Costa Rica, hicieron con sus canciones una fiesta de amor y de solidaridad. Mi hermano Carlos y su grupo, Los de Palacagüina, cantaron el poema-canción de Gioconda Belli que se hizo consigna 'No pasarán' y Nicaragua, Nicaragüita se convirtió a partir de esa tarde en la más hermosa canción de amor a Nicaragua . Hoy, todavía se me encharcan los ojos. Estoy
seguro que Silvio tampoco olvida ese día. 'Solo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente...'. 'Andará Nicaragua su camino en la gloria...'. 'Se me Rugama el corazón... Es el sombrero en alto de Sandino...'. 'No pasarán, amor no pasarán...', 'Pero ahora que ya sos libre, yo te quiero mucho más...'. Yo pienso que Nicaragua nunca fue ni será ayer igual que hoy, ni será mañana igual que ayer, aunque nosotros sigamos siendo los mismos... Somos los que fuimos y fuimos lo que
éramos. 'Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá Dios, que será divino, Yo me muero como viví...' afirma Silvio en su canción 'El Necio', la canción que escogió para iniciar su concierto del dos de marzo del 2008.

Al terminar el concierto del 23 de abril del 83, cuando desarmaron la enorme tarima de la Plaza de la Revolución, y regresaron los equipos sofisticados de audio y luces a Holanda por barco desde el puerto de Corinto por donde habían llegado hace unos días. Cuando las cámaras de TV. que grabaron el concierto se apagaron y el pueblo regresó a sus casas, tranquilo, sin temor a ser asaltado, a pie, al 'ride' o
amontonado en una camioneta o un camión IFA, allá, en la Plaza de la Revolución, dentro de la estructura de hierro y cemento de las ruinas de la vieja Catedral, quedó, como un eco aquel canto solidario que este dos de marzo del 2008 volví a escuchar en el concierto de Silvio, y se me coló de nuevo 'entre el espanto y la ternura', mientras, después de hacer una fila durante una hora y media, decidí buscar otra manera de entrar (por donde más tarde entraría Silvio con su guitarra) y dije que éramos invitados de él, pues a media noche, mientras yo regresaba de mi
concierto de San Juan del Sur, mi esposa Lucía, recibió una llamada de Maria de los Ángeles, para decirnos que Silvio nos invitaba a su concierto. Pasamos a recoger los boletos de cortesía.
Ya Guardabarranco interpretaba sus últimas canciones. 'Guerrero del amor' era coreada por una buena parte del público, aunque la mayoría de ellos no estuvieron en los Frentes de Guerra en los años 80... Los más desesperados pedían, mejor dicho, reclamaban la presencia de Silvio. La canción 'Casa abierta' salió del corazón de Salvador y Katia, abriéndole las puertas de nuestro país a Silvio, que no es hoy la misma Nicaragüita que él conoció, mientras el público, todavía en su mayoría haciendo fila afuera, presionaba contra el único portón, logrando romperlo después, lo que permitió entrar a empujones y codazos a los rezagados y pacientes fans y uno que otro 'colado' que pasaba por ahí y que no entendía por que tanta bulla para escuchar las canciones, que no eran regaetones de moda ni con un volumen ensordecedor, de un hombre que con una guitarra sobre sus rodillas proponía uno de los temas más cantados por 'moros y cristianos' y que esa noche coreaban furiosa y alegremente los jóvenes de ayer y de hoy: 'Ojalá que el deseo se vaya tras de ti a tu viejo gobierno de difuntos y flores...'

Un niño como de doce años saltó de su silla, como impulsado por un resorte, al reconocer el tema que había esperado hasta entonces, se abrazó a su madre que trataba de secarse la lágrimas sin echar a perder su maquillaje. Porque Silvio, en este concierto, cosa que disfruté muchísimo, hizo versiones muy distintas, sobre todo, en las introducciones, intermezzos y solos del grupo maravilloso de músicos que
lo acompañaron, propuesta acústica, delicada, más para un teatro que para un concierto al aire libre, según mi opinión...

El tres cubano hilvanando melodías del punto guajiro, o recorriendo las venas de nuestra América con el son, la habanera y la chacarera. Cajón, bongoes, batería, congas, o simplemente con un pandeiro brasileño como sucedió con una de mis canciones favoritas, 'Pequeña Serenata diurna'. Silvio haciendo segunda voz con su público. El concierto se desarrollaba sobre un pedregoso camino y el Juglar proponía la belleza como única forma de vencer los espejismos, como también propone el cantautor español Luis Eduardo Auté. Un concepto hermoso pero lamentablemente muy
mal aprovechado por los productores que confundieron el concierto de Silvio con una pelea de Rosendo Alvarez. Solo faltó el ring, porque la barra al final pidió urgentemente otro round. Silvio regresó dos veces al escenario para seguir proponiendo 'aflojar odios y apretar amores...' como dice en su canción 'Reparador de Sueños'.

Apenas comenzaba la noche y la canción (de marketing, como el mismo Silvio la llama, ironizando...) 'El Necio' aún no era más que la propuesta del trovador para iniciar el concierto que iba a ser acompañado por el trío Trovarroco (formado por Rachid López, César Bacaró y Maikel Elizarde, especializados en temas clásicos del barroco y
del Renacimiento), el percusionista Oliver Valdés y una joven flautista,afinada y precisa, que parecía uno de los ángeles que suele pintar Silvio en sus canciones. Estoy seguro que Silvio ya sabía que además de las canciones coreadas, en más de dos horas de concierto, la mayoría muy conocidas y popularizadas por los vendedores piratas de CDs que seguramente hicieron su agosto este dos de marzo, no faltarían las
gargantas que desde casi la mitad del concierto propusieran, rogaran, solicitaran, exigieran, la famosa 'Canción Urgente para Nicaragua' que al final, después de la decisión de Silvio de no cantarla, o explicar que tenía problemas con esta canción y hasta pedir disculpas, se iba a convertir en el tema de la noche... La suerte estaba echada. La voz del trovador se proyectaba por encima del rumor que recogía un micrófono abierto para captar el ambiente del concierto... Era casi como estar en
un bar enorme donde la gente hablaba, gritaba, pedía un trago o simplemente comentaba la canción de turno. Yo seguía en silencio, intentaba concentrarme en el trabajo del tres y la guitarra que muchas veces se perdió por la mala sonorización. Desde el rincón más lúcido de mi corazón y mi conciencia me hacía cómplice de Silvio.

Me seguían llegando los recuerdos...Ahora me fluyen como un río de aguas transparentes y tranquilas... En una oportunidad, a finales de los años noventa, en un bar de la capital frecuentado por jóvenes de clase media, muchos, hijos de Sandinistas o disidentes del FSLN, me pidieron hacer un concierto. Por supuesto, pagado. Fue una aventura y un riesgo que quise correr. En medio de cervezas, rones, tequilas, mucho humo de cigarrillos, gritos, coros desafinados, una que otra lágrima y un rumor insoportable pero natural en esos ambientes nocturnos, logré salir adelante, como un torero que sale ileso del ruedo, o un alambrista que logra el equilibrio necesario sobre la cuerda floja... Al final, al despedirme, después de cantar 'Somos hijos del maíz' y 'Nicaragua Nicaragüita', me pidieron a gritos 'La Consigna', canción de la guerrilla del FSLN, compuesta por mi hermano Carlos en los años setenta e inevitable de incluir en el repertorio de los conciertos y actividades
políticas en las plazas de nuestro país en los años ochenta. Me negué a cantarla diciéndoles que no la tenía en repertorio y que no me la sabía. En realidad, no quería cantarla ni ahí ni en ninguna parte.

En el concierto de Silvio, cuando le pidieron 'Canción urgente para Nicaragua' y Silvio respondió lo que todos sabemos, inevitablemente recordé mi experiencia. Yo recibí una rechifla y protestas en aquel bar. Empezaron a golpear las mesas con las botellas y con las manos. Podrían haberlo hecho con las tarjetas de crédito, (parodiando lo que dijo John Lennon). Yo me retiré del escenario. El propietario del lugar me rogó que saliera a cantar de nuevo antes de que los jóvenes rompieran el
local. La verdad es que esto ha pasado en este y el otro lado del mar. Hay miles de historias escritas y por escribir... Entonces les dije a los jóvenes que si querían cantar ellos 'La Consigna', mi grupo y yo los acompañaríamos, y así fue...

Esto me trae también el recuerdo de una experiencia en Guatemala, donde me negué a cantar la canción 'Comandante Carlos Fonseca' por tratarse de un himno que no tenía que ver nada con el concierto de aquella noche en el local 'Trovajazz'. Yo mismo, por mucho tiempo me había censurado de cantar 'Yo soy de un pueblo sencillo' después de la derrota electoral del FSLN, pero con el pasar de los años, yo mismo, sin ninguna presión volví a incluirla en mi repertorio para cantarla en el lugar y el
momento que deseo hacerlo y creo conveniente. Pero este es mi caso y no el de otro y es mi propia decisión. Silvio hizo lo que tenía que hacer. Yo hubiera hecho lo mismo.

Leí algunos comentarios que se publicaron en El Nuevo Diario, además de otros artículos que se escribieron después del concierto de Silvio, en relación a la comercialización del arte y los artistas, al ser o no revolucionario por cobrar honorarios y pedir condiciones técnicas y logísticas para nuestro trabajo. Y hasta comparar a Silvio con cualquier artista que se sube a un escenario a divertir a la gente. Me parecieron comentarios totalmente equivocados y hasta groseros. Entonces se me ocurre contar un par de anécdotas.

Después de la derrota del FSLN, alguien que llegó a vernos a un concierto al Café Concert La Buena Nota, reclamó que por qué se estaba cobrando la entrada si los Mejía Godoy habíamos cantado siempre en plazas públicas y de forma gratuita para el pueblo. La respuesta fue simple, porque vivimos de nuestro trabajo, dijimos. Luego, cuando exigimos que requeríamos de una producción profesional en audio y luces
para nuestros espectáculos, que no necesariamente fueran en el Teatro Rubén Darío, nos dijeron que se nos estaban subiendo los humos a la cabeza y que ahora cantábamos solo para la burguesía... o que ahora nos estábamos pareciendo a los artistas comerciales...

Por último, una vez, recién el triunfo de la Revolución, me encontraba haciendo una presentación en el pueblito de Terrabona, cerca de Sébaco, y un niño que nos seguía a unos pasos de distancia, finalmente se me acercó y me dijo,'Tóqueme la Josefana', y metiéndose la mano en el bolsillo sacó una moneda de veinticinco centavos y me la dio. Era todo lo que andaba ese niño en su bolsa. 'O casi todo, o casi nada, que no es lo mismo pero es igual...'

No quería escribir estas palabras que no son necesariamente una crítica a los organizadores del concierto, ni una cobertura periodística, ni una reflexión ni una defensa de Silvio ni material para un debate ni nada que se le parezca, sin dejar que los recuerdos fluyeran sin prisa y compartir la emoción, las contradicciones que sentí y el silencio que hice durante todo el concierto de Silvio porque me estremecieron sus canciones como a cualquiera que sabe que frente a nosotros estaba el cantor, el juglar, el trovador, el poeta, el ser humano, el artista, comunicándose como él lo sabe hacer, con esa su voz tan particular y acurrucando su guitarra, con una carga de honestidad, sinceridad y coherencia a toda prueba.

A lo mejor más de un problema había resultado en su visita a Nicaragua. Con un audio que dejó mucho que desear y no logró mostrar de la mejor manera el trabajo profesional de los increíbles músicos originarios de Santa Clara. Al fondo del escenario una pantalla negra en la que se intentaba proyectar estrellitas y figuras geométricas más bien distraían... Y un público era más lo que hablaba y gritaba que lo que escuchaba, con su respectiva dosis de banderas de Cuba, Nicaragua y el
FSLN como si se trataba de un acto político en aquel terreno, propiedad de uno de los Casinos de Juegos que han invadido el país en los últimos años de la nueva Nicaragua y la propuesta de la clase política de 'desarrollo y prosperidad...' Solo faltaron los candidatos a alcaldes.
¿Andará Nicaragua su camino en la gloria...? No sé, pero estoy seguro que fue la sangre sabia de los héroes la que escribió nuestra historia, hasta que las cosas cambiaron para mal. Me lo dijo un hermano que ha sangrado conmigo, me lo dijo un cubano que supo cantarnos que la era paría un corazón (cuando el Ché era asesinado), mientras en nuestras pequeñas 'Bananas Republics' de Centroamérica, bajo la bota de las dictaduras tropicales, seguía teniendo más valor una mula que la vida de
un obrero. Se llevaron el oro y nos dejaron los pulmones perforados. Se fueron las Bananeras y nos quedaron las secuelas del Nemagón y la indiferencia de los gobiernos de turno en los últimos dieciocho años... Vinieron las Maquilas en la Nueva Era y seguimos, quinientos años después de haber cambiado oro por espejos de vidrio, esperando nuestra redención. Mientras tanto, la sombra vertical de Sandino, desde la Loma de Tiscapa seguirá siendo un espectro con Bolivar, el Ché, Leonel Rugada, Roque Dalton, y muchos más.

Cuando Silvio dedicó su hermosa canción (que escuché por primera vez en abril de 1983) 'El dulce abismo' a los cinco hermanos cubanos prisioneros políticos en las cárceles de EEUU, sonreí con los ojos húmedos y la piel de gallina, cómplice con su pueblo en la amistad, la solidaridad y la ternura. Quizás muchos no se dieron cuenta de qué hablaba Silvio, porque quizás lo llegaron a ver cantar sus éxitos, que
por supuesto, no tiene nada de malo.
'Solo el amor de tanta sangre derramada hizo posible tanta luz en nuestras vidas. Solo el amor reverdecido entre la muerte donde con actos se respaldan las palabras... ' dice una estrofa de una canción que escribí en 1993. Solo el amor hizo posible este concierto, digo ahora.

Sigue siendo urgente una nueva canción para todos los tiempos. Gracias a Silvio, hermano, compañero y amigo, por su entrega sin bozal, más allá de los pronósticos y los comentarios... Gracias por seguir echando redes a los sueños... Quiero que Silvio sepa que su visita nos ha servido para reafirmar más nuestro oficio de trovadores itinerantes, comprometidos con el arte y la cultura. Sé que ahora estamos más unidos que nunca, en la lucha contra cualquier tipo de guerra y de injusticia en el mundo. Sé que él vino a sumar por encima de las diferencias, con su poesía y su
música, para replantearnos los sueños... lo siento por los que urgían escuchar una canción en particular.

Para terminar, recuerdo los versos de una canción que escribí en 1972 pero que pude haberla escrito después del concierto de Silvio.

«El cantor no tiene estrella porque es dueño de la noche

cuando llora su guitarra se llena de mariposas

el sendero que ha escogido junto al pueblo va venciendo

va luchando, caminando, con el grito en la garganta

y el corazón en la mano...»

Los colores de mi hijo

Los colores de mi hijo
Indira Páez



Yo nací en una casa de lo más multicolor. Y no, no me refiero a las paredes. Esas eran blancas, como las de cualquier casa de Puerto
Cabello en los setenta. Mi casa era multicolor por dentro. Y es que mi mamá es de piel tan clara, que sus hermanos la bautizaron "rana platanera".

Y mi papá era de un trigueño agresivo, con bigote de charro, sonrisa de Gardel y cabello ensortijado, estirado a juro con brillantina. La vejez lo ha desteñido, a mi papá. Como si la melanina se acabara con el tiempo. Como si los años fueran de lejía.

De esa mezcla emulsionada salimos nosotros, cinco hermanos de lo más variopintos. Mi hermano mayor, vaya usted a saber por qué, parece árabe. Ojos penetrantes, nariz aguileña, frente amplia y cabello rizado (cuando existía, pues ahora ostenta una calvicie de lo más
atractiva). Le sigue una hermana preciosa, nariz perfilada, pecas, ojos inmensos, sonrisa como > mandada a hacer. Castaña clara y de
cabello cenizo.
Se ayuda con Kolestone, vamos a estar claros. Pero le queda de un bien que parece que hubiera nacido así.

Al tercero, extrañamente, le decían "el catire" (rubia, de piel blanca). Nunca entendí por qué, con ese cabello de pinchos rebeldes que crece hacia arriba. Eso sí, tan rana platanera como la madre. Yo soy trigueña como mi padre, y mi nariz delata algún ancestro africano
por ahí.

Y mi hermana menor es pecosa y achinada, como si en algún momento los genes se hubieran vuelto locos y por generación espontánea hubieran creado una sucursal asiática en la casa.

Así, los almuerzos en mi casa parecían más una convención de las naciones unidas que otra cosa. Claro que yo jamás me di cuenta de eso. Para mí eran almuerzos, punto. Con el olor inenarrable de las caraotas negras de mi mamá y las tajadas de plátano frito que se
hacían por kilos.

De chiquita nunca entendí por qué en el colegio de monjas un día una niñita me preguntó si mi papá era el chofer. Tampoco supe por qué no lo habían dejado entrar a cierto local nocturno muy de moda en los ochenta. Yo jamás me fijé en los colores de mi familia. Mi papá, mi mamá y mis hermanos, siempre fueron exactamente eso: mi papá, mi mamá y mis hermanos.

Cuando yo era chiquita pensaba que los colores los tenían las cosas, no la gente. No entendía por qué a algunos les decían negros si yo los veía marrones, y a otros les decían blancos si yo los veía como Anaranjado claro tirando a rosa pálido. Y menos aún entendía por qué aparentemente y para muchos adultos, era mejor ser "blanco" que "negro". Una vez mi papá se comió un semáforo y alguien le gritó: "¡negro tenías que ser!". Yo me quedé estupefacta al descubrir que los "blancos" jamás se comían los semáforos.

Así las cosas, comenzó en mi adolescencia una suerte de fascinación por aquello de los colores de la gente, las etnias, las razas y esos asuntos que parecían importar tanto a la humanidad. Tanto, que hasta guerras entre países generaba. Tanto, que se mataba la gente por asuntos de piel. De genes. De células. De melanina.

Yo buscando vivencias reales, y con lo enamorada que soy, tuve novios marrones, rosados, amarillos y uno hasta medio verdoso.

Me casé con un italiano y tuve una hija que parece una actriz de Zefirelli. Y finalmente me enamoré hasta los huesos y me casé otra vez. Con un marrón. Un marrón de esos que la gente llama "negro".

Una tía abuela me dijo cuando me casé: "ni se te ocurra tener hijos con ese hombre, porque te van a salir negritos". A mí no me cabía en
la cabeza que a estas alturas de la historia universal, alguien pudiera hacer un comentario como ese. Pero mi tía tiene 84 años, y uno, a la gente de 84 años, le perdona todo. Hasta el racismo.

Como soy bien terca salí embarazada de mi esposo marrón. El embarazo fue una montaña rusa total, así que cuando nació mi hijo, sano, con diez deditos en las manos y diez en los pies, un par de ojos, orejas, boca, nariz y gritos, yo estallaba de felicidad. Y cuando uno estalla de felicidad, no escucha nada.

Pero resulta que han pasado cinco meses, y aunque sigo felicísima, se me ha ido pasando la sordera. Y como soy tan bruta, no termino de entender cómo es que tanta gente, que no solo mi tía la de 84, me pregunta "¿y de qué color es el niño?". Sí, sí, así mismo. "¿De qué color es?".

Les importa muchísimo ese detalle a algunos. Tal vez a demasiados. Una amiga de España. Una antigua vecina.
Una ex compañera de colegio. Una gente cualquiera que no tiene 84 años. Una gente que, que yo sepa, no pertenece al partido Neo Nazi, ni milita en el Ku Flux Klan, ni es aria, ni tiene esvásticas en la ropa. Una gente que se ofende si uno les dice racista. Llegan así, llaman, escriben. Y lo primero que preguntan, antes de esas típicas preguntas de viejita ("¿Cuánto pesó?" "¿Cuánto midió?" "¿Lloró mucho?"), es "¿y de qué color es?". Y la verdad, lo confieso, a riesgo de quedar como una madre desnaturalizada, es que yo no me
había fijado de qué color era mi hijo.

Porque cuando nació mi hija la italianita nadie me preguntó eso. Entonces no pensé que era tan importante saberse el color del hijo. Yo
me sabía la fecha de su primera sonrisa. Me sabía cuándo se le puso la triple, cuándo comió papilla por primera vez. Sabía que tenía tres tipos de llanto (uno de hambre, uno de sueño y uno de ñonguera). Sabía que por las noches le gustaba quedarse dormida en mi pecho. Cosas, pues, intrascendentes. Igual con mi bebé. Ya me sé sus ojos de memoria, por ejemplo. A veces están a media asta y es que tiene sueño, pero lucha porque no quiere perderse nada. Me sé sus saltos cuando quiere que lo cargue. La temperatura de su piel, el olor de su nuca. Pero el domingo pasado me encontré a una ex compañera de trabajo que no veía desde mi preñez, y ¡zuás!, me lanzó la pregunta. "¿Ya nació tu hijo? ¿Y de qué color es?". Me agarró desprevenida, y no supe qué responderle, pero me prometí a mí misma averiguarlo, ya que a tanta gente parece importarle el asunto. Debe ser que es algo vital, y yo de mala madre no he prestado atención a la epidermis de mis críos.

Así que ante tanta curiosidad de la gente, me he puesto a detallar los colores de mi hijo. Y resulta que mi bebé es un camaleón. Sí, de
verdad. Cambia de colores.

A las cinco y media de la mañana, cuando se despierta pidiendo comida, es como rojo. Un rojo furioso y candelero. Después se pone como rosadito, y se ríe anaranjado. A veces pasa el día verde manzana, y me provoca darle mordiscos por todos lados. Cuando lo baño, y chapotea con el agua, se vuelve como plateado, una cosa increíble. Cuando se le cierran los ojitos del sueño, es amarillo pollito y
provoca acunarlo y meterlo bajo las dos alas acurrucadito. Finalmente se duerme y, lo juro por Dios, se pone azul. Y brilla en la oscuridad. Ese es mi hijo, multicolor. Sé que va a ser un poco difícil llenarle la planilla del pasaporte, o contestarles a las ex compañeras de colegio cuando pregunten de qué color es mi hijo. Pero eso es lo que hay. Lo juro.

Mi hijo es color arcoiris

Juan Carlos Pérez: Trovador contra viento y marea

Juan Carlos Pérez: Trovador contra viento y marea

Por Joaquín Borges-Triana

Decido este camino porque sí
porque prefiero el agua natural
y creo en el amor universal
con que me abrí.



El texto reproducido anteriormente es un fragmento de "Cantata", sin duda una de las piezas del trovador Juan Carlos Pérez que más lo identifica.
Dicha melodía fue premiada allá por la segunda mitad del decenio de los años 80, en una de las emisiones del concurso Adolfo Guzmán. En aquella ocasión, los responsables de interpretar el tema en dicho evento fueron los cardenenses del grupo Nuestra América, y para ello, contaron con un formidable arreglo vocal instrumental, escrito por Frank Fernández.
Lamentablemente, otras excelentes creaciones de este morador de Santiago de las Vegas no han corrido idéntica suerte y puede asegurarse que todavía su obra resulta desconocida por el gran público cubano; a pesar de que algunas de sus composiciones han sido versionadas por artistas internacionales de suma valía y hasta por figuras de un ámbito tan comercial como el de Operación Triunfo.

A Juanca, como solemos decirle sus socios y amigos, lo conocí hacia los finales de los 70, cuando yo era apenas un adolescente y él se presentaba una que otra vez en aquella maravilla de peña que Teresita Fernández llevaba adelante cada domingo en el Parque Lenin. Ya entrados los 80, tuve la fortuna de compartir largas conversaciones con el trovador en unas descargas que se realizaban en casa de Ella Rataishack, una hermana polaca que me deparó la vida y que por entonces estudiaba en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. Su acogedor apartamento de un edificio
ubicado en G y 5ta, en El Vedado, funcionaba como lugar de obligatoria cita para que poetas, cuentistas, trovadictos y trovadores -en compañía del hijo alegre de la caña de azúcar- compartiéramos textos, canciones y sueños en espera del amanecer.

Nacido en la ciudad de La Habana el 25 de septiembre de 1953, Juan Carlos Pérez es de esos contados trovadores que posee una determinada formación académica como músico. Graduado de nivel medio en guitarra y percusión, inicia su carrera como baterista hasta 1974, fecha en la que ingresa en el entonces Movimiento de la Nueva Trova. Sus intereses por profundizar en las técnicas acústicas y de experimentación sonora, lo llevan a cursar estudios de música electroacústica con el maestro Juan Blanco. Es por todo ello que no sorprende el hecho de que en etapas específicas de su quehacer, Juanca se haya asociado a diferentes instrumentistas para encontrar respaldo a sus canciones o que, incluso, en un período figurase como un miembro más de la desaparecida banda de pop-rock denominada Paisaje con Río, popular agrupación durante la primera parte de los años 90 y que llegó a interpretar algunas composiciones de este cantautor.

Desde la lejana fecha en que descubrí sus primeras canciones, me cautivó el trabajo de Juan Carlos Pérez, en particular por el notable dominio que evidenciaba de la guitarra, que al tocarla no se limitaba al manido rasgueo de sus cuerdas sino que ideaba muy complejos acompañamientos, los cuales de por sí resultaban piezas guitarrísticas. También me atrapaba la fuerza de su lírica, con letras que hablaban de los problemas de nuestro entorno desde una postura rebelde, sin que ello fuera óbice para que al propio tiempo nos brindara otras creaciones en las que lo predominante era el sentimiento de la ternura.

Por eso, recuerdo que cuando salió escogido como finalista del concurso Adolfo Guzmán en 1986 y luego estuvo entre los galardonados por su aludido tema "Cantata", que a la postre resultó el tercer premio de aquel certamen, sentí una profunda alegría porque se empezaba a reconocer de manera pública al tremendo artista que siempre él ha sido, a pesar de que en algunos momentos haya habido quienes han querido menospreciarlo. Y es que no pocas veces al pensar en el quehacer artístico de Juanca durante una buena cantidad de años, he tenido que llegar a la conclusión de que él ha sido un "trovador sin suerte". Con el estigma de ser comparado por algunos -en mi criterio, de manera injusta- con Santiago Feliú, en virtud de la coloratura de su voz y del modo en que arma los acordes y en general ejecuta la
guitarra.

Por razones como las antes apuntadas, el también trovador Fernando Bécquer, en la nota de presentación a un concierto de Juan Carlos en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, escribe: "A finales de la década de los 80, en una incesante búsqueda de todo lo que tuviese que ver con trovadores, poetas, pelos largos, sandalias y acentos argentinos, conocí a este humilde hacedor de canciones que a golpe de guitarra y voz, desafiaba el desinterés de los medios de difusión respecto a su obra y enfrentaba una absurda prohibición debido a ciertas difamaciones que a estas alturas no vale la pena nombrar. Juan Carlos Pérez es uno de los ejemplos más dignos y más claros a la hora de afirmar que el trovador es una actitud ante la vida.
Poeta sin discusión, tronco de músico, ha cautivado a sus seguidores por más de veinte años, sus textos son un llamado a la unidad y a la sinceridad entre los seres humanos. Sus melodías vuelan en un rock and roll haciendo escala en un lírico guaguancó, respirando los aires del bossa nova para aterrizar definitivamente en la canción trovadoresca. (.) Juan Carlos Pérez es un hombre de siempre y su trova es de todos los tiempos".

La cancionística de Juan Carlos Pérez es en extremo variada en cuanto a motivos melódicos y armónicos. A veces nos entrega canciones tiernas, en otras ocasiones sus composiciones resultan desgarradas, así como afirmativas y, sobre todo en sus primeros años como creador, rebeldes. Algo que le distingue son los riffs guitarrísticos que suele armar, exponentes de una manera rítmica de tocar el instrumento de las seis cuerdas. Igualmente, una peculiaridad que le ha acompañado a lo largo de estos más de treinta años como trovador es su afición por ser hacedor o partícipe de numerosas peñas. Así, lo recuerdo en tertulias como la de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), junto a Nicolás Guillén; en una que desarrollase por mucho tiempo en la sede de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), en 23 esquina a I, en el Vedado habanero; o en una llevada a cabo en su terruño de Santiago de las Vegas. Es justo resaltar ese costado de promotor cultural que ha acompañado a Juan Carlos Pérez y que lo ha animado a buscar espacios donde presentarse e interactuar con el público, no sólo para él sino también para otros muchos compañeros suyos del gremio trovadoresco. Esto ha demandado una especial
tenacidad y una voluntad de servir, que no resultan características todo lo abundante que se quisiera, pues implican de uno u otro modo afectar la propia obra personal y en no pocos casos, recibir como pago por tanto y tanto esfuerzo la ingratitud de quienes un día fueron beneficiados, pero que con pasmosa facilidad se olvidan de ello.

No es hasta el primer quinquenio de los 90 cuando por fin, una de las disqueras cubanas, la EGREM, se anima a editar un fonograma de Juan Carlos Pérez, en el que justo es decirlo, la discográfica no tuvo que hacer casi inversión alguna porque el propio artista se encargó de grabar la matriz del material, que sólo circuló entre nosotros en formato de casete. La ópera prima de este trovador, denominada Participo, fue un trabajo que de cierta forma pasó por el circuito cubano sin penas ni glorias, pues apenas cuando entró en circulación en su momento se hizo mención, pese a poseer un nivel de realización al menos aceptable.
Aunque unos cuantos años después de que el casete circulase entre nosotros, recibí del propio Juan Carlos un CD contentivo de aquellas grabaciones, pero remasterizadas y con la ventaja indudable de escucharlas en el soporte digital. Una audición de dicho material permite apreciar que el álbum como tal no ha perdido vigencia, al margen de que haya transcurrido el tiempo. Participo es una propuesta en lo fundamental de carácter filosófico, con temas escritos a partir de una mirada intimista y diríase que muy humana. Aquí el creador pone de manifiesto su vocación poética y lírica, lo cual produce un acabado literario nada común en los textos de las canciones de los días en que las mismas fueron compuestas.

Musicalmente, la primera producción de Juan Carlos Pérez asumió los aires del rock, el folk y el pop, a tono con la experiencia que por entonces había vivido junto a Paisaje con Río, la tropa encabezada por Ernesto Romero y quien fuera el responsable de las orquestaciones en la ópera prima de Juanca, trabajo en el que una vez más Ernesto demostró sus potencialidades como arreglista, con enfoques bien contemporáneos. En el fonograma, sobresale en el trabajo de acompañamiento la guitarra de Julio César López (Pací), que con sus riffs y solos da un timbre muy fresco a toda la propuesta.

Por cierto, a propósito de la intervención del guitarrista eléctrico Julio César López y de otros músicos invitados, hoy lamento de nuevo que sus nombres no se registraron en los créditos del casete, bastante limitado en los datos que ofrece al que lo comprase, cosa en particular dañina para aquellos que como yo, al pasar de los años, volvemos a consultar el soporte en busca de la mínima información necesaria para periodistas e investigadores. De los ocho cortes que contiene la grabación, me resultan los de mayor impacto por la conjunción de música y texto "Canción del futuro", "Participo 1" y "Tema del ángel", esta última una auténtica joya y que se me antoja lo mejor del fonograma y una de las composiciones más significativas en la obra del cantautor habanero.

Gracias a lo plasmado en las composiciones de Juan Carlos Pérez, como las que aparecen en su fonograma Participo, hago mías las palabras de Vicente Feliú cuando, en referencia al quehacer de este trovador, una vez escribió: "Su música tiene la hermosa característica de ser tremendamente impura. No hay fórmulas para su musa, que puede moverse entre el rock, los ambientes sinfónicos, los ritmos cubanos, brasileros, argentinos y africanos, y sentirse todos a la vez, en una fusión natural de toda la música que ha estudiado y disfrutado. Sus versos nos llevan de la mano por toda la poesía hispanoamericana y las versionadas de otros idiomas, al mismo tiempo que sus temáticas nos sumergen en el mundo en que vivimos, sufrimos y amamos con angustia y esperanza, dominadas por el humanismo que nuestra tierra ha sembrado en todos en los últimos cuarenta años".

Es evidente que la carrera discográfica de este singular creador resulta en extremo limitada pues, además del ya comentado Participo, sólo ha editado el álbum Juan Carlos Pérez en vivo, una producción independiente. La huella principal de su quehacer la hallamos en los numerosos conciertos de los que ha sido protagonistas. En ellos, hemos asistido a los decirse de un artista que apuesta por abordar asuntos problemáticos de nuestro tiempo. Ésa es una de sus principales virtudes y con ello, recoge el legado de la trova nacional de ayer y de hoy, que a lo largo de su devenir ha funcionado como factor dialoguillo. Entre sus composiciones destacadas en dicho sentido, cabe mencionarse "La paja en el ojo ajeno" y "Cuba Artista", una vieja pieza
de los ochenta que, si bien su contenido hoy la realidad lo ha rebasado, sirve como testimonio de lo que acontecía en la época en que la canción fue escrita.

A la par de esta clase de repertorio, él posee otro que básicamente está dentro de una temática de corte más intimista o existencial. Ejemplos de semejante línea composición al se encuentran en cortes como "Clariviví", "Mundo bajo", tema que suele interpretar en un formidable dúo con Diego Cano, o "Contra señal", cuyo texto me permito reproducir a continuación:

Lo que no enciende el corazón no te engrandece
Y si no sube donde vas no te merece
Lo que no enciende el corazón es tiempo oscuro
Y sólo puede
Generar un amor inseguro
Lo que no enciende el corazón no es de verdad
Y sólo puede generar oscuridad
Un beso que se traba, un desvío, una broma
Un círculo vicioso para dioses sin corona.
Si no eres más feliz a donde estás por qué te quedas
Y si cuando te tocan, otra mano es la que llega
Te enredas en tu sombra, no te vas a desatar
Y a lo mejor mañana ya no hay tiempo
Mañana ya no hay tiempo.
Mi voz es una alerta a favor de la locura
Y va contra el amor de los amores que no curan
Mi voz es la pupila dilatada entre tus manos
Un día irrepetible, un día irrepetible
Un día irrepetible, una luz
Un hombre humano.
Si no eres más feliz a donde estás por qué te quedas
Y si cuando te tocan, otra mano es la que llega
Te enredas en tu sombra, no te vas a desatar
Y a lo mejor mañana ya no hay tiempo
Mañana ya no hay tiempo.
Mañana ya no hay tiempo
Contra señal.

En semanas recientes, una canción de Juan Carlos Pérez ha sido galardonada con el principal lauro en el concurso que nuestro Caimán Barbudo organizó para festejar el cumpleaños ochenta de la siempre vigente Elena Burke, y creo que la noticia nos llena de regocijo a todos los que hemos apostado por su obra desde hace ya años.
A lo anterior se une que en los meses pasados, nada menos que el gran Pedro Aznar (sí, el argentino que fuese miembro de Serú Girán y del Pat Metheny Group) ha incorporado a su repertorio la canción "Tema del ángel", de la que ya ha grabado una versión sencillamente fabulosa.

Estas y las razones antes expuestas son sobradas para que desde aquí transmitamos la más cálida de las felicitaciones posibles a alguien que ha sabido ser fiel contra viento y marea al arte de trovar, una de las auténticas tradiciones de eso que se define como cubanía.

FUENTE: EL CAIMAN BARBUDO
http://www.caimanbarbudo.cu/html_total/simpresas/articulos/345/index_articulo_04.htm

Vicente Feliú: «Con la estupidez no mejora el mundo»

Vicente Feliú: «Con la estupidez no mejora el mundo»
El cubano protagoniza hoy los conciertos de las Pasiegas dentro del programa 'Abril para vivir'

18.04.08 -
JUAN JESÚS GARCÍA



Luis Eduardo Aute escribió: «Cuatro elementos fundamentan a la Nueva Trova Cubana: el fuego en la ardiente rabia de Silvio Rodríguez; el aire en las transparentes atmósferas de Noel Nicola; el agua en la apasionante humedad de Pablo Milanés, y la tierra en la firmeza tiernamente humana de Vicente Feliú». Este grande de la canción hispanoamericana protagoniza hoy los
conciertos de las Pasiegas dentro del programa 'Abril para vivir', que también ofrecerá el próximo martes la actuación de su hermano Santiago.

-'Nueva' Trova, 'novísima', 'postrova'. ¿Cómo anda el tema?

-La Trova Cubana nació paralela con el surgimiento del pensamiento independentista, cuando los cubanos empezaron a pensar como nación, a mediados del siglo XIX. De entonces para acá, la trova y sus hacedores han acompañado la historia de Cuba. A mi modo de ver, ha habido cuatro grandes momentos: la Trova raíz, llamada también tradicional; la del Son; el Filín, y la Nueva Trova. Estos cuatro momentos han respondido a situaciones clave de la historia de Cuba, que sería bastante más largo de explicar.

-Pablo Y Silvio han sido la proa de la N.T. ¿Por qué al resto de los compañeros de promoción les ha costado más salir?

-Para especificar, entiendo sobresalir más que salir. La razón es bien sencilla. Silvio y Pablo son dos de los más grandes cultores de la canción en castellano. Cualquiera del resto de nosotros hubiera anhelado escribir tres de las cientos de canciones que ellos han compuesto.

-Viendo las nuevas generaciones que pasan, por ejemplo, por la cantera del Centro Pablo de la Torriente ¿queda Trova para rato?
-Para muchísimo rato. La Trova es parte fundamental de la cultura de nuestro pueblo, pueblo que tendría que desaparecer, como algunos quieren, para que desaparezca esta canción. Cosas, ambas, que dudo.

-En estos tiempos en los que parece que prima lo lúdico, superficial e inmediato, ¿qué papel le queda jugar a la palabra cantada?

-Seguir demostrando con estoicismo y resistencia, con pensamiento y belleza, por cruda que pueda ser, que con la estupidez no mejorará este mundo que se vuelve cada vez peor, que mientras menos se piense y se recuerde -cosa que pretenden los grandes medios- terminaremos pareciéndonos a nada. Esta canción, o palabra cantada, o canción de autor, o trova o como quieran llamarle, implica todos los riesgos, desde que no te pasen en los medios y tengas que inventar para vivir hasta que te maten, como ocurrió con Joe Hill, Benjo Cruz, Jorge Salerno o Víctor Jara.
-¿Cómo vive el mundo de la cultura cubano la situación actual de recambio en el país?

-En perfecta coherencia con la dirección del país. Creo que estamos en un momento álgido de nuestra sociedad, en la que se están pidiendo y analizando en profundidad, con opiniones múltiples y sólidas, cambios importantes que nos lleven a perfeccionar el socialismo que queremos.
FUENTE:
http://www.ideal.es/granada/20080418/cultura/vicente-feliu-estupidez-mejora-20080418.html

ENTREVISTA A SILVIO RODRÍGUEZ , LA HABANA, MARZO, 2008

ENTREVISTA A SILVIO RODRÍGUEZ
LA HABANA, MARZO, 2008




Programa Radial "La Noche se Mueve"
Miami, 1210 AM
www.lanochesemueve.us


De Lunes a Viernes de 9 a 10 de la noche
Con Edmundo García

Simbología:

EG: Edmundo García
SR: Silvio Rodríguez

EG: Amigos muy buenas noches, hoy es un programa sumamente peculiar para mí. Hoy voy a tener en La Noche se Mueve, sin adjetivos y calificativos, y ante todo las gracias, a Silvio Rodríguez. Por primera vez con La Noche se Mueve para el público de los Estados Unidos y muy particularmente para el público de Miami y del sur de la Florida. Gracias, Silvio.

SR: Chico, gracias a ti Edmundo, porque realmente he estado mirando la cantidad de entrevistas que tienes y yo creo que estás, no se si sin proponértelo o proponiéndotelo, estás haciendo un fabuloso libro de testimonios sobre Cuba, sobre los cubanos, sobre la realidad de estos tiempos, sobre profecías de todo tipo. Es un libro muy variado, pero creo que va a ser un libro muy interesante, cuando sea todo un cuerpo así, porque hay tantas opiniones diversas, tantos puntos de vista, tantas maneras… y en ese sentido yo creo que te va a quedar muy buen trabajo ahí.

EG: Dios quiera. Esta es la entrevista, te decía, más importante de mi vida, por muchísimas razones, tengo que pasar este momentico, gracias que tu me lo haces muy fácil, para tratar de ser un poquito el impenitente que soy, será tal vez una entrevista y tal vez una conversación.

SR: Ojalá sea una conversación.

EG: Yo creo que va a ser una conversación. Y los oyentes disculpen si no encuentran al periodista o al inquisidor, o lo que quieran ponerle de mí, disculpen. Esta es para mi, ojalá ustedes la disfruten. Esta es para mi espíritu. Si la disfrutan ¡qué bueno!, si no Iʼm sorry.

A mi hay dos cosas que me han salvado de una vida muy tormentosa y difícil. Una y siempre lo he dicho, Cuba siempre me ha salvado y la otra, es tu obra, siempre al lado de Cuba, tu obra, no se si como recreación, pero creo que eso le pasa a muchas personas. Amaury me decía en la entrevista que tu eres un forjador de conciencia y es verdad.

SR: Eso está raro, porque creo que he hecho muy pocas canciones tratando de meterme en el asunto de la conciencia ajena. Bueno… pudiera ser que las canciones las hago desde mi propia conciencia o desde mis propias nociones con mucha sinceridad, y yo creo que eso es muy importante.
Una de las lecciones de ética cancionística más importante que recibí en mi vida la tengo del grandísimo maestro José Antonio Méndez cuando una vez delante de mi le preguntaron qué cómo debían ser las canciones, y él dijo, escuetamente: sinceras. Eso es una de las cosas más grandes que he aprendido.

EG: Ahora que tú hablas de José Antonio. En un Festival de Boleros de Oro lo presento esa noche converso con el un rato y al otro día por la mañana la noticia… Prácticamente soy el último presentador, como quieran ponerle...

SR: ¿Tremendo, no? Y además es increíble porque uno no espera que una persona como José Antonio se muera así…

EG: De esa manera.

SR: Si, todo el mundo espera que le de cirrosis hepática, por esas cosas de José Antonio, de ser un ser tan nocturno, de la nocturnidad alevosa y entonces uno dice un día, bueno a José Antonio no se lo que le pasa, pero que lo atropelle un carro, una doble noticia triste.

EG: Para mi fue impactante, por eso que una persona que admiras tanto y acabas de ver hace ocho horas y te dicen que ha muerto de esa manera, o sea… Es duro.
Bueno Silvio, tu estás bien informado de lo que pasa alrededor tuyo. Había una especulación permanente, y digo especulación porque se leer entre líneas y reviso con cuidado cada vez que aparece una declaración tuya o noticia. Se creó una gran algazara porque Silvio Rodríguez se iba a vivir a Chile y muchas interpretaciones, incluso lo asociaban a que eso tenía que ver con tu salida de la Asamblea Nacional.

SR: ¡Qué cosa más grande!
Esta cosa de Chile yo la sabía prácticamente desde que salió, que fue el 30 de diciembre, porque Vicente Feliú me mandó un blog que había salido en Chile de un amigo de él, en que bromeaba con eso y había redactado como una especie de noticia y decía que yo me iba a vivir a Chile y había extraído pedacitos de otras declaraciones mías de otro lugar y las había insertado y le daba a la noticia todo aquello una especie de veracidad.

Vicente estaba un poco bravo y decía, parece mentira que este amigo, y yo me eché a reír, porque se que en Chile se toma muy en serio el asunto de las bromas el Día de los Inocentes, y eso salió justamente el Día de los Inocentes, claro fue una broma que él hizo el Día de los Inocentes.

Y bueno, eso sucedió el 30 de diciembre, pero la noticia vino a coger fuerza como en febrero, finales de enero, febrero, fue que vino a coger fuerza la noticia. Tú sabes que siempre se demora un poco en hacer un recorrido.

EG: Desde enero yo la venía siguiendo.

SR: Un cable de la UPI, creo que fue.

EG: Si y aquello fue cogiendo fuerza, lo pararon unos días, después armaron más elementos, entonces engordaron la vaquita.

SR: Si, si, si. No tengo ni que desmentirlo, realmente estoy explicando como fue. Cosa que no quiere decir que algún día no decida o que no tenga derecho, algún día, a pasarme un tiempo en algún país.

EG: A pasar una temporada de vida alternativa, de hecho te has pasado la vida pasando temporadas alternativas.

SR: Mira, yo me pasé casi un año fuera de Cuba y nadie lo notó.

EG: ¿Cuándo fue eso?

SR: Eso fue entre la segunda mitad del 96 a la primera mitad del 97.

EG: ¿Y qué estabas haciendo?

SR: Estaba en París. Estaba con Niurka que estaba estudiando en el Conservatorio Nacional de Música.

EG: ¿Estás orgulloso de la tremenda música que es Niurka?

SR: Realmente ella es el músico de la familia.

EG: Esa muchacha puede tocar donde quiera y te digo, no es el criterio mío, sino de personas con conocimientos que dicen: esa muchacha es una gran virtuosa.

SR: Es muy buen músico y además está muy bien preparada.

EG: Si, eso es lo que me han dicho, pero que además tiene condiciones de virtuosismo.

SR: Si, es virtuosa.

EG: Te estoy hablando por ejemplo de Jorge Luis Prats, que la ha oído.

SR: Si, ella se preparó muy bien, aquí en Cuba, primero con sus maestros acá y después también en el Conservatorio Nacional de Música de París.

EG: ¿Entonces estuviste ese año en París?

SR: Ese año estuve casi todo el tiempo, pasaba más tiempo allá en París que acá en La Habana.

EG: ¿Qué hacías en París?

SR: Componía, componía canciones. Me pasaba prácticamente el día donde vivíamos, que era un apartamentito en la calle Monge, por ahí cerca de las Sorbona, muy cerquita.

EG: En el barrio latino.

SR: En el barrio latino, si.

EG: Esa parte es muy bonita.

SR: Es muy agradable. Estábamos muy cerca de St. Michelle.

EG: Silvio, de todas maneras Chile es un país que ha sido muy importante en tu vida, quitando la bobería que salió en la prensa, me refiero a Chile como país, Chile como pueblo, Chile como historia, Chile y tus amigos. Yo te veo además a ti, además de Cuba, con Chile, tu eres un semidiós para ellos.

SR: ¿Qué te iba a decir? Mira, Chile fue el primer país latinoamericano que yo visité. Había ido ese año, 1972, en febrero a un festival en Berlín que se hacía en la antigua RDA de la canción política le llamaban, y en septiembre, me acuerdo, que gracias a gestiones, a la petición expresa de Gladys Marín, que luego fue una gran amiga durante toda su vida…

EG: Leí tu mensaje de condolencia, cuando la muerte de Gladys y me di cuenta que te había llegado muy adentro.

SR: Si, es que ella es una persona, y fíjate, que no puedo hablar en pasado, ella es una mujer tremenda, una mujer muy valiosa, muy valiente.
Durante toda la época de Pinochet ella estuvo desafiando ahí en primera línea. Ella perdió a su esposo, que era uno de los detenidos desaparecidos y ella se reunía con los familiares de los detenidos desaparecidos y llevaba como todos esos familiares su imagen colgada al cuello. Era tremendo verla en medio de esa situación.
Entonces Gladys, cuando yo la conocí ella era la dirigente de de la Juventud Comunista chilena y yo fui invitado a un evento de la Juventud Comunista chilena, y gracias a que ella nos invitó, la Juventud Comunista de acá nos llevó dentro de su delegación a Noel, a Pablo y a mi, que ninguno de los tres éramos además militantes comunistas, cosa que fue prácticamente excepcional.
Eso nos permitió ponernos en contacto con la realidad apasionante que era el Chile de Salvador Allende. Nos permitió ponernos en contacto con cosas que nosotros como jóvenes cubanos, ya en la seguridad de una sociedad, en que no había, digamos, una lucha de clases violenta en las calles nos sentíamos a salvo, y quizás, en esa época, con un poquito de complejo de culpa, porque no habíamos sido lo suficientemente mayores, no habíamos tenido edad para luchar por la libertad.
Habíamos sido beneficiarios de toda aquella bonanza que significó la Revolución y sentíamos que teníamos como una especie de deuda, sobre todo desde el momento que decidimos cantar cosas revolucionarias y cosas sociales. Nos veíamos un poco como… no se…

EG: Ahora que tu tocas ese tema, y es algo que yo he preguntado aquí, a distintos estamentos de la sociedad. Yo me pregunto, nuestra generación, tu generación, también la mía, ya la Revolución tiene 50 años, no forma parte de la épica de la Revolución, sin embargo si fuimos usufructuarios de todo un grupo de beneficios.
La preocupación viene, esta generación, que ya nace dentro del período especial, que tampoco forma parte de la época, pero que tampoco es usufructuaria de la bonanza, ya nace en los apagones, en las limitaciones, determinadas escaceses, por las razones que todo el mundo conoce y que están ahí como razones físicas de los hechos.

SR: Si, que son mitad y mitad.

EG: ¿Cómo se les trasmite a esas nuevas generaciones, que realmente son la nueva nación, cómo se logra llevarles de forma convincente, el mensaje, la educación, la formación, si no tuvo ninguno de estos dos referentes?

SR: Mira, yo creo, la única forma es informarlos, la única forma es usando la información, pero la reiteración de la información tiene su contraparte, sobre todo cuando la información se hace programática mente y se esquematiza, se hace un esquema de lo que es informar y de lo que es educar.
Eso tendría que ser un proceso que estuviera constantemente regenerándose a si mismo y debiera estar a cargo de personas que fueran muy poco ortodoxas y muy poco dadas a esquematizarse. Es algo muy difícil, porque las nuevas generaciones, a no ser a través de la información no tienen cómo enterarse de una serie de referencias históricas, y realmente, no se hasta qué punto es justo, por mucha justicia que haya detrás, no se hasta qué punto es justo, imponerle a las nuevas generaciones un punto de vista basado en realidades anteriores.

EG: Yo he llegado a la conclusión, y hay cosas de nuestra vidas que tienen puntos de contacto, o sea yo he aprendido leyendo, conversando y viajando.
En Cuba se conversa bastante, se lee, tal vez como en ningún otro país, incluyendo el primer mundo y creo que cuando la gente pueda viajar sin problemas, y se que tu has abogado por eso…

SR: Absolutamente.

EG: Esas tres contrastaciones, yo creo que al final van a tener mucho más impacto.

SR: Bueno, de hecho, muchos jóvenes, que viajan y constatan, después se arrepienten del paso que dieron, otros no, otros tienen más suerte y se pueden insertar en la vida, mal que bien.

EG: Tu sabes que hay estadísticas, no se por qué el gobierno cubano no las hace públicas, por las razones que fuesen, hay un creciente número de repatriados, de personas que viviendo en Estados Unidos…

SR: Eso hace años que sucede.

EG: Hay personas que llegan, y no te estoy hablando de pocos, te estoy hablando de miles, tal vez por razones, en fin, los gobiernos saben siempre por qué hacen las cosas, tienen sus razones…

SR : Bueno, como que se inventaron leyes para que no fuera así, reconocer después que es así es un lío para las propias leyes que tu inventaste, te crea un problema.

EG: En la mayoría de los casos son personas que realmente quieren repatriarse y volver a vivir en su país. Yo conozco muchos, yo quisiera reflejar una de estas historias, pero bueno… debe ser eso.

SR: Mira, ahora mismo que estuvieron aquí los Aute, Eduardo y Maritchu, dice Maritchu que cuando venían en el avión para acá venían con una cubana que hacía dos años que estaba en España y se sentó con ella al lado y empezaron a confesarse ahí en el avión y que le dijo, mira, si yo hubiera sabido lo que era España, yo no hubiera…, lo que pasa es que ahora estoy ganando dinero y voy a tirar dos añitos
más, pero dentro de dos años yo regreso para mi país.

EG: Yo pienso, fíjate, tal vez porque somos criaturas de islas, porque realmente hay un grupo de posibilidades, pero aquello que nadie sabe lo que tiene hasta que no lo pierde, la gente en una gran medida…
En el caso de Miami, donde hay una politización, extra politización, en función de una industria, cuando se dice industria anticastrista realmente, es una industria, una industria donde Ud. mete algo en crudo y después es un beneficio, eso existe ahí, está explicado, demostrado. Yo lo he explicado un millón de veces pero antes que yo millones de gente y entonces crea una presión social, una especie de orgullo personal, y mucha gente no lo reconoce.
Sin embargo en una sociedad como la norteamericana, que me precio de conocerla un poquito, cada día la agudización de contradicciones es más grande y se va reflejando en todos los estamentos, incluso en esa privilegiada comunidad cubana americana. Se empiezan a sentir determinadas presiones, en especial los recién llegados que llegan a unos Estados Unidos que no es los Estados Unidos de los 70, de determinados proyectos, además enfrentan la presión de quienes se fueron antes y han creado como una casta de dominio sobre los demás, imponiéndoles cosas.
Yo veo en el futuro un proceso de normalización y en muchos casos viejitos en un proceso de repatriación, como se están viendo pero no se publican.

SR: Realmente me estás hablando de cosas que yo, la mitad de ellas las intuyo pero no las se, porque no tengo todos los días el privilegio de sentarme a hablar así con una persona que tenga esa experiencia que has tenido tú. ¿Cuántos años tú llevas?

EG: Ocho, en Miami. Estuve en Londres.

SR: Ah… en Londres.

EG: Yo salgo hacia Londres, de Londres me voy a Estados Unidos. Ya va para ocho años en Estados Unidos. Este es mi cuarto viaje a Cuba, Después del primero ya no he parado de regresar y no pararé de regresar.

SR: ¿Y no tienes problemas Edmundo?

EG: Bueno, entre tanto absurdo, yo soy periodista, yo vivo de esto, hay quien inventa que lo es. Este es mi trabajo, aunque muchos tratan de boicotear eso, he tenido mucha, mucha presión.

SR: Me imagino, me imagino y me he enterado de muchas cosas a través de estas entrevistas.

EG: Yo estoy amparado bajo la Primera Enmienda, o sea, yo soy ciudadano cubano y soy ciudadano norteamericano, soy periodista a tiempo completo, éste es mi único empleo, no tengo negocios ni nada, por tanto estoy amparado por la Primera Enmienda de los Estados Unidos que me garantiza la libertad de movimiento en función de mi trabajo.

O sea, en esta anormalidad que existe respecto a Cuba, aún ahí hay una Constitución que por lo menos no han podido…

SR: ¿O sea, que las medidas restrictivas Estados Unidos no las aplica a los periodistas?

EG: A los periodistas no las aplica.
Silvio, estoy recordando ahora esos discos de los 60. Tu sabes que los tengo, se me rayan… cojo un berrinche, pero bueno ahí están, los tengo y los voy poniendo y…

SR: ¿Y por qué no los digitalizas? ¿Se te rompen los CD?

EG: No, a veces se rayan, los tengo en el carro…

SR: Ah… si el toqueteo.

EG: Dime Silvio, esa época de los 60, esa época maravillosa, esos primeros discos que tú haces donde aparecen tantas canciones que son inolvidables, inolvidables ¿Qué había en Silvio que produce esas canciones, esos textos, esas crónicas sociales? En mi criterio, y en el de muchos, allí comienza a tejerse la leyenda y ya tu obra te trasciende, ya contigo no hay casualidad.

SR: Imagínate, yo en los sesenta me hice hombre. Empecé siendo un niño en los sesenta y terminé siendo un hombre.
En el año 59, cuando triunfa la Revolución, yo tenía doce años recién cumplidos, y en el año 69, cuando partí en el Playa Girón, tenía 22, o sea recién había alcanzado mi mayoría de edad. Todavía me sentía un poco adolescente, te lo confieso, a los 22 años y a los 23, también. Y no sólo adolescente, por momentos me sentía hasta niño.
La niñez es una de las etapas más importantes de la vida humana, no me cabe la más mínima duda. Ahí toda la grandeza es cuando se manifiesta verdaderamente en los seres humanos, porque es la etapa en la que uno no tiene restricciones o está aprendiendo a asumirlas: ese duro trabajo de aprender las restricciones que te va imponiendo la sociedad, la vida, las limitaciones, la moral, etc. etc. etc. Y en esa pelea justa, de esa pureza que traen los seres humanos, que va chocando y que a veces también se va enriqueciendo con elementos éticos, con cosas hermosas que también se adquieren, yo creo que ahí es donde está la esencia de todo, y de ahí parte todo lo bueno y todo lo malo que vamos a ser.
Yo creo que esa presencia del niño en mi, fue determinante para que hiciera las canciones que hice, la cantidad de canciones que hice, y es así porque yo me dediqué a hacer una especie de inventario del mundo. Yo fui viendo las cosas y las fui contando; y las fui contando con asombro, como un niño ve las cosas y las cuenta. Y yo creo que esa sinceridad inevitable de un niño, fue el factor determinante, el común denominador de todas esas canciones.

EG: ¿Quién alimentó esa sensibilidad en el niño en tu familia, tu mamá, tu papá, el entorno?

SR: Yo creo que es una combinación, porque mi familia materna es eminentemente musical, y mi padre, específicamente mi padre, a pesar de haber tenido una instrucción deficiente, porque lo único que estudió fue hasta segundo grado, era lector, leía mucho y leía poesía. Un hombre de segundo grado que era carpintero, que era ebanista y leía a Juan de Dios Peza, leía a Martí, leía a Darío, a Guillén.

EG: ¿Y te leía?

SR: Y me leía. Pero había una cosa importante, yo veía a mi padre acostado con un libro sobre el pecho. Es una imagen que yo tengo de mi padre de siempre. Indudablemente eso influyó en mi acercamiento a los libros y también porque el me llamaba y me decía, escucha esto.
Me acuerdo perfectamente, yo tenía 6 ó 7 años, cuando me leyó el poema de Darío Los motivos del lobo, que es la historia de San Francisco de Asís y me acuerdo que inmediatamente después yo escribí como una especie de poemita o algo así que se llamaba Aúlla lobo. Yo creo que por ahí empezó.

EG: ¿En algún momento tu tienes certeza que tu destino sería poético?

SR: No, no. Yo pensaba que iba a ser astrónomo. Era lo que me gustaba cuando niño, porque me gustaban mucho las estrellas. Era lo que más me gustaba, realmente, la astronomía, y durante muchos años, mientras duró mi niñez, pensé que iba a ser astrónomo, pero luego choqué con las matemáticas, ¡la dura realidad de las matemáticas!

EG: ¿No te gustan las matemáticas? A mi tampoco.

SR No, no, que va, no me gustan, por eso te digo que choqué con la dura realidad de las matemáticas. (Risas)

EG: ¿Cuándo tú tienes la certeza que tu destino es poético, es musical, es literario?

SR: Realmente certeza, nunca he tenido. (Risas). Deseos si, deseos he tenido muchos.

EG: Si, pero tu sabes, has dejado, tienes hecha una obra.

SR: Mira, a principios del 67 yo llevaba un diariecito estando en la Revista Verde Olivo, mi última etapa en las Fuerzas Armadas y ya yo había conocido a Mario Romeu, que fue quien me llevó al programa de…

EG: De Rifat.

SR: …de Rifat y de Orlando Quiroga, Música y Estrellas.

EG: Dicen que fuiste con unas botas rusas.

SR: Si, si, era las que tenía. Eran mis zapatos, yo estaba en el Ejército y yo fui al programa al día siguiente de desmovilizarme. Yo me desmovilicé un lunes 12 de junio de 1967, y al día siguiente, martes 13 de junio debuté en Música y Estrellas, y los únicos zapatos que tenía eran mis botas rusas, ¿con qué iba a ir? No podía ir con otros (Risas)

EG: Además esa es la época en que los muchachos de tu edad, ante algún evento, buscaban el traje del padre, probablemente con el que se casó. (Risas)

SR: No, yo no tenía traje. Yo había tenido un traje cuando estaba en el Ejército, mi madre me lo había mandado a hacer pero yo se lo había regalado a un compañero que se casaba.

EG: Apuesto cualquier cosa que tú no tienes un traje.

SR: No, no tengo traje.

EG: Ni vas a tener nunca un traje (Risas)

SR: No, no. Tengo algunas chaquetas.

EG: Pero jamás un traje y un safari mucho menos.

SR: Nooo, un safari, ¡sería imperdonable! (Risas)

EG: Un safari con lapiceros, ya eso sería: ¡ni hablar!

SR: No, de espanto. Lo más que llegué a usar fueron algunas guayaberas.

EG: La guayabera, que es una prenda tan cubana, tan bonita, yo crecí con un prejuicio a la guayabera porque me imponía un encartonamiento, ya se me ha ido quitando y ahora a cada rato me las pongo.

SR: Te las remangas, claro.

EG ¿Te las pones a veces Silvio?

SR: Aquí en Cuba se han dejado de hacer las guayaberas. Desde hace muchos años se importaban de Panamá.

EG: Tu sabes que a los cubano americanos, a los que nacen allí, le dicen los yuca, no se por qué, pero bueno, les dicen así y bueno se ponen un jeans y se ponen una guayabera y se sienten orgullosísimos con aquella guayabera.

SR: Bueno, es una forma de identificarse.

EG: Hay un verso en una canción tuya que yo siempre recuerdo y envidio, no por haberlo escrito, yo nunca he tenido la intención de ser poeta, sino de haberlo vivido. Tú hablas, que cuando te vas de San Antonio, te vas sabiendo que en Tampa,
tu abuelo habló con Martí. ¿Te lo contó tu abuelo?

SR: Si, varias veces además. La anécdota es que mi abuelo, cuando tenía como 11 ó 12 años fue a Tampa, a buscar trabajo, como tabaquero, ya a esa edad.
El se encontró en una bodega -me decía- con un señor que le preguntó, que qué hacía allí y le dijo que buscando trabajo, que era aprendiz en una tabaquería de Tampa, y que entonces, ese señor le dijo: Ah…en esa tabaquería, ah…pues mira, nos vamos a ver pronto, porque yo voy a ir dentro de unos días por ahí.
Y que un día, estando él en la tabaquería, dijeron, viene el delegado…

EG: …del Partido Revolucionario Cubano…

SR: No, él no me dijo del Partido, un delegado cubano, fue lo que me dijo, según recuerdo. Y entonces cuando lo vio, lo vio hablar allí, que hablaba bonito y todas esas cosas y que los tabaqueros cooperaron ahí, con parte de sus ahorros.

EG: Fueron los tabaqueros de Tampa los que kilo a kilo…

SR: Si, financiaron eso.

EG: Esa es mi bronca en Miami, Martí, nuca le pidió un kilo a ningún gobierno, kilo a kilo, hicieron su guerra. Ser patriota con dinero extranjero, yo no lo puedo entender.

¿Y volviendo a eso, tu abuelo te lo contaba con emoción?

SR: Mi abuelo me lo contó varias veces, yo no recuerdo muy bien eso, porque son recuerdos de cuando yo era muy chiquito, mi abuelo me lo contó cuando ya yo vivía aquí en la Habana e íbamos los fines de semana a San Antonio. Me lo contó varias veces, eso si lo recuerdo y recuerdo que me sentaba en sus rodillas, para contármelo.

EG: De alguna manera, a muchos nos sucede que ese verso: "me fui sabiendo que en Tampa mi abuelo habló con Martí", es como decir, soy consciente de la historia. Es un gran verso. A mí me emociona recordarlo, lo recuerdo sin música, en distintos contextos, muchas veces voy caminando, ante alguna situación, me sorprendo diciéndolo, además me gusta decirlo en voz alta, "me fui sabiendo que en Tampa, mi abuelo habló con Martí"
Yo le encuentro un montón de lecturas, tal vez cosa mía. Es muy fuerte…

SR: Si, para mi también es fuerte haber tenido la fortuna de que mi abuelo me contara eso, ¿no?

EG: De ser parte de ese legado

SR: Si, si, y sin ningún alarde, o sea, había como una especie de orgullo, no era un orgullo malsano, era un orgullo muy humilde, muy humilde, y yo creo que me lo contó varias veces para que se me grabara.
Mira ahorita estábamos hablando de cómo a las generaciones que lo siguen a uno, uno les enseña, uno les trasmite y mira que forma más abierta y menos impositiva, porque el peligro de esa cosas es que parezca…

EG: Cartón, pero para eso hace falta mucho talento, sin talento…

SR Exactamente, si, hace falta talento.

EG: Sin talento se mimetizan, uno tiende a rechazarlas. Yo lo he dicho, mí educación política real se produce en Miami, a mi me educa realmente la ultraderecha de Miami, cuando la conozco, cuando la descubro, cuando veo sus intenciones.
Tal vez aquí me lo decían todos los días, pero muy encartonado, hasta el punto que yo no le hacía caso, pero cuando yo choco con la concreta… A mi Miami me va politizando, me va radicalizando, en la medida que empiezo a entender a esa ultraderecha.

SR: Y además esa especie de neobatistianismo que hay.

EG: Ese es un proceso interesantísimo, como los herederos de Batista o los celebradores de Batista han controlado el poder político aún estando en Miami.

SR: Bueno, eran los que más dinero tenían.

EG: Eran los que más dinero tenían y realmente el gobierno norteamericano los financió cuando llegaron. Sin embargo ahora hay una clase de nuevas personas que están viendo que esa gente que tiene el poder político no refleja ni representan sus intereses sino que los discriminan y los agraden.

Se está produciendo un movimiento en los Estados Unidos muy interesante y en Miami, particularmente en la comunidad cubano americana está produciéndose una evolución, muy interesante. Eso no quiere decir que ni son comunistas, ni que son socialistas, ni revolucionarios, pero es que le han roto la columna vertebral de su escala de valores, desde posiciones anexionistas, anticubanas, antinorteamericanas, antipopulares, antidemocráticas, entonces aspiran a venir a Cuba como un pacto de poder, y las generaciones que están ahí nuevas, quiéranlo o no, les guste o no la Revolución, reconózcanlo o no, conocen la esencia del pueblo cubano, y se van a dar con un muro en la frente.

Y eso es interesante porque está habiendo una transformación en Miami. Yo te puedo decir, te puedo garantizar, yo he hecho tres programas sobre tu obra en mi programa de radio y he abierto micrófonos, he abierto líneas, te voy a traer las grabaciones, excepto una frase con un calificativo descabellado, un tipo que más que todo inspira lástima, que no sabe lo que dice, que no entiende tu obra, desfasado por completo, el respeto a tu obra, el respeto a la obra de Pablo, el respeto a la obra de Irakere, el respeto al proyecto cultural, o sea, usted no se respeta a si mismo si usted niega eso.

SR: Eso yo lo he sentido, he sentido identidad, he sentido afecto, no se si respeto, pero por lo menos afecto, pero por lo menos no discriminación. Me pasó una vez y lo conté en una entrevista que hice para el Herald, que después no publicaron.

EG: Tú la publicaste.

SR: Yo la publiqué en Internet después, porque además trabajé en ella, me metí como dos o tres días redactando aquello y después vi que pasaron como dos o tres meses y entonces la lancé para Internet.

EG: Claro. Y hablan de democracia, y hablan de pluralismo y exigen a Cuba. Una sociedad tan fuerte...

SR: Bueno, el mismo programa que hice con Bayly y que al final me dice, ¿y tu crees que este programa lo pasen en Cuba?, yo le contesté, yo no se si lo pasarán, yo lo que te puedo prometer es que lo voy a proponer.

EG: Y se pasó, yo recuerdo, yo estaba en Cuba.

SR: Y se pasó. Se pasó un día como a las once de la noche y no se advirtió y no llamaron a nadie. (Risas) Pero se pasó.

EG: Murió el domingo Cachao, Silvio. Murió Cachao con 89 años.

SR: Es uno de los inventores del mambo y un gran instrumentista.

EG: Muy buena gente.

SR: ¿Buena gente, no? No tuve el gusto de conocerlo.

EG: Como Celia era muy buena gente también.

SR: A Celia le mandé saludos. Celia y yo intercambiamos en determinado momento saludos. Nunca pude conocerla.

EG: Coincidir.

SR: Me hubiera encantado.

EG: Y es probable si hubieran coincidido, ella, por esa presión social que te cuento, se hubiera inhibido o te hubiera propuesto una cumbre secreta (Risas)

SR: Hubiera sido en la intimidad.

Ella cuando iba a Venezuela se veía con una familia con la que yo tenía algún tipo de vínculo, y a través de esa familia, cuando yo me enteré… Porque yo a quien conocía de esa familia era a una muchacha, por supuesto, y cuando ella me contó que Celia iba mucho a su casa, entonces le dije: dile a Celia que yo la admiro mucho, bueno si sabe quien soy yo, si no sabe, le dices un cubano que se llama… Y si, sabía quien era yo, bueno te estoy hablando de la década del 70.

EG: Pero ya se te conocía.

SR: Si, si.

EG: Yo creo que contigo pasa algo muy interesante, cuando alguien compra un disco tuyo, una vez, no deja de comprarlos.

¿Después de "Cita con los Ángeles", tú has sacado alguno más?

SR: Si, como no, saqué un disco, después te lo regalo, es un disco de canciones viejas, pero casi todas inéditas, que se llama: "Érase que se era", ¿ese no lo conoces?

EG: No.