sábado, agosto 29, 2009

Discurso de Presidente Rafael Correa en UNASUR







La Cumbre de UNASUR fue una lección de política
29 Agosto 2009 Haga un comentario
Sandra Russo / Página 12

Qué es América latina hoy, ayer estuvo claro. Tan claro, que fue Suramérica la que estuvo representada en Bariloche. La hegemonía norteamericana en décadas pasadas fue tan fuerte y fue a la ayuda de clases dominantes tan obtusas, aquí y allá, que la retirada histórica de las respectivas dictaduras dejó a la región, en una larga primera etapa, en un sopor de corrupción y negociados.

Nuestras democracias fueron tan deseadas, que a su vez ese deseo envolvió, como un biombo o como una máscara, las barbaridades que las clases dirigentes de esa primera etapa cometieron casi sin pudor.

Bolivia tuvo un presidente que no hablaba ni siquiera español, sino inglés. Brasil tuvo a Collor de Mello. Por Perú pasó Fujimori, que disolvió el Congreso. Ecuador no se privó de excentricidades. Por aquí, la pizza con champagne y las vedettes en Olivos matizaban los atentados terroristas, la voladura de Río Tercero, el tráfico de armas, los sobresueldos, y después el aire alzheimer de un presidente radical que hizo reír en el programa de Tinelli matizó los sobornos en el Senado para arrasar con los derechos laborales, y sigue siendo más recordado que los muertos del 20 de diciembre.

La cumbre de Unasur fue, además de todo lo que se consigna en otras notas, una lección de política. Los presidentes y las presidentas que ayer llegaron a un documento consensuado representan el vibrante regreso de la política a esta región, Suramérica, una palabra que llega del pasado pero alumbra una instancia tan nueva que necesita, claro, no ser solamente aquella América latina a la que la clase dominante hondureña, más que sus militares, le prestó el adjetivo de “bananera”.

Lo hemos visto recientemente, con Micheletti y sus seguidores. Han dicho que Obama es “un negrito que no sabe nada”. Han fraguado delitos que Zelaya no cometió. No estaba ni cerca de proponer ser reelecto, como sí hará el presidente colombiano Uribe. Es que las clases dominantes típicamente latinoamericanas son así. Si es necesario usar a los militares, y pueden, los usan sin problema. Es raro que si pueden no los usen. Más bien, si recurren al golpe de mercado o al acorralamiento mediático, siendo la clase dominante la poseedora de todos los medios de comunicación, es porque las cosas han cambiado tanto que ahora hay, como dijo Evo ayer en Bariloche, “fuerzas armadas que son de la democracia”.

Si bien nuestras clases dominantes típicamente latinoamericanas son educadas en la cultura que les pertenece y las refuerza –algún origen, hace apenas doscientos años–, hemos podido comprobar, sólo con ver cuándo y por qué motivos Estados Unidos decide ir a la guerra, que lo que las pone en acto indefectiblemente siempre es un motivo económico. Algo relacionado con la propiedad de las cosas. Nuestras clases dominantes tienen inscripto en la sangre que el pueblo nunca les sacará nada. Aunque se trate de algo que no les pertenece, de algo de lo que ellos se apropiaron. A eso le llaman confiscación.

Si uno se pone a soñar con Suramérica, sueña con una región que haya dejado en el pasado a las bananas, y con ellas a todos los horribles personajes bananeros que deambulan por las derechas latinoamericanas. Esos capangas que plantan café, caña o soja, esos oscuros abogaduchos de familias tradicionales, esos repetidores consuetudinarios de mentiras sobre la patria, el pueblo o los pobres.

Uno no sueña en ese sentido muy diferente de lo que alguna vez, en diversas materias, soñaron los habitantes de países soberanos.

tomado de youtube y cubadebate

NO a las Bases Militares en Latinoamérica, consenso de UNASUR, fotos y videos


Síntesis de las intervenciones de los Presidente en la Cumbre Extraordinaria de la UNASUR llevada a cabo en Bariloche para debatir la instalación de la bases militares estadounidenses en Colombia. 28 de agosto de 2009


Cristina Fernández, Presidenta de Argentina

• El objetivo central de la reunión es fijar una doctrina común para la evaluación y manejo ante situaciones de tensión como la que plantea el acuerdo militar entre los Estados Unidos y Colombia.
• Tenemos que fijar normas uniformes, que no sean un doble estándar para la instalación de fuerzas extraterritoriales en América del Sur. La doctrina tiene que ser para todos y en todas las circunstancias, junto con un sistema de contralor para garantizar la soberanía de cada uno de los integrantes de la UNASUR.
• Debemos trabajar por reglas en común sin doctrinas de unilateralidad que vengan a perturbar la paz de la región.
• Debemos apoyar la institucionalidad y la democracia en Bolivia y condenamos el golpe de Estado en Honduras.
• Insto a los Presidente a exponer sus ideas con un tono que evite caer en adjetivaciones o calificaciones.

Rafael Correa, Presidente de Ecuador


• En la reunión de Quito, donde recibí la presidencia pro témpore, surgió la inquietud de tratar el tema de las bases militares en nuestra hermana Colombia y decidimos tener este encuentro solidario en Argentina. Esperamos que sea una reunión fructífera, con agenda abierta.
• Se ha sugerido que esta reunión sea abierta a los medios e comunicación. En particular no tengo problemas, pero si hubiera objeción pudiéramos discutir ese punto. El tema fundamental son las bases militares en Colombia, el tráfico de armas en la región, el narcotráfico, convenios militares en la región y el caso de Honduras.
Existen conflictos en la región pero hay que procesarlos de forma democrática, en paz. Es la primera vez que en América Latina se trata la instalación de bases extra regionales en el continente. Esto demuestra que UNASUR también está sirviendo para analizar esta clase de problemas.

Álvaro Uribe, Presidente de Colombia

• Colombia ha tenido una serie de acuerdos con EE.UU desde el 1952. En el 2000 se dio un paso muy importante que es el Plan Colombia, acuerdos QUE se han enmarcado en el conjunto de normas multilaterales para el control del tráfico ilícito de sustancias estupefacientes.
• Colombia ha hecho esfuerzos en la suscripción de convenios con Argentina, con Brasil para eliminar el flagelo de la droga y deseamos poder adelantar convenios con todos los países, especialmente con los vecinos, donde se presentan las mayores dificultades. Con Brasil en muchas ocasiones hemos examinado el tema, esta semana hubo una reunión muy positiva entre los Ministros de Defensa. Tenemos memorando de entendimiento con Ecuador, Nicaragua, Venezuela, un acuerdo en 1998, que dejó de implementarse por decisión de ese gobierno en el 2001 y con la República del Ecuador, que en teoría estaría vigente pero que no se aplica actualmente.
• Este acuerdo con Estados Unidos tiene unos elementos muy importantes, la corresponsabilidad de la lucha contra el terrorismo y las drogas, en ámbito en el que el tema trasciende las declaraciones discursivas.
• Colombia, que ha sufrido este flagelo, en todos los foros recibe declaraciones de solidaridad y pésame, pero pocas veces una cooperación práctica.
• La ayuda que nos ha dado Estados Unidos ha sido práctica, eficaz. Esa eficacia nosotros estamos dispuestos a examinarla con ustedes a lo largo de la reunión y a ser parte de la explicación de la corresponsabilidad que no puede ser una norma que se quede viva en el texto de las declaraciones de la diplomacia y que no tenga vigor y aplicación práctica en el día a día de la lucha contra el terrorismo.
• El área desmilitarizada que le dimos a las FARC la utilizaron para secuestrar, para hacer crecer los cultivos ilícitos y avanzar en su propósito de establecer un imperio terrorista.
• Este acuerdo con los Estados Unidos mantiene el principio de la libertad soberana. No hay renuncia Colombiana a soberanía. Se rige por el principio de la integridad territorial de los estados y hay una cuestión importante, el acceso en los Estados Unidos para ayudar a Colombia en la lucha contra el narcoterrorismo, es un acceso sin renuncia de Colombia a la soberanía sobre un milímetro del territorio.
• Muchas generaciones de colombianos no han vivido un día en paz. Los hechos que han producido en Colombia estos grupos son como los de estas fotografías. (Muestra fotos donde se ve la masacre a varias familias.) Estamos hablando de una amenaza que ha vertido en sangre a la sociedad colombiana, no de un tema liviano de soberanía, sino del derecho fundamental de la sociedad colombiana de superar esta amenaza que tanta sangre ha producido.
• Cuando Europa, Estados Unidos y Canadá, al reconocer estas realidades han declarado estos grupos como terroristas, a nosotros nos sigue inquietando que América Latina no lo haya hecho. Solo se ha avanzado en denominar algunos hechos, no al grupo.
• Este acuerdo con Estados Unidos ha sido importante para apoyar la justicia en Colombia que es independiente del ejecutivo y autónoma… hemos recuperado el monopolio de la justicia de estado y el monopolio de las instituciones estatales para combatir a todos los criminales.
• Nos preocupa que no haya severidad al tratar a estos grupos como terroristas, que se les acepte connotaciones políticas, que de ve en cuando surja la disparates de reconocimiento de beligerancia. Tienen escondites, pero no control territorial. Lo que hacían era desalojar con la intimidación la justicia de estado. Nos preocupa que en algunos discursos se les tenga a estos grupos como aliados políticos. Nos preocupa que estos grupos puedan esconderse en territorios fuera de Colombia y vengan a cometer crímenes en Colombia y regresen a esconderse allá.
• Creemos que hay que buscar por canales diplomáticos la manera de que eso no se siga dando. Nos preocupa que a esos grupos se le encuentren armas provenientes de otros países.

Tabaré Vázquez, presidente de Uruguay


• Quiero expresar nuestro acuerdo en que Suramérica tiene que ser una tierra de paz, una tierra de libertad, de soberanía, de democracia.
• Para lograr ese estado de paz, que es de bienestar social, y recordando lo que la OMS hace para definir la salud que no es solo la falta de patología sino el estado físico, psíquico y social y para lograr esa tierra, hay que trabajar duro y fuerte para eliminar las patologías que estamos padeciendo: luchar contra el terrorismo, la violencia, el narcotráfico, la injusticia social y tratar de eliminar los factores que llevan a que esta tierra sea la peor que distribuye su riqueza.
• La solución de las controversias debe ser resuelta por la vía pacífica, del análisis profundo, poner los temas en cuestión sobre la mesa para ser discutidos.
• Uruguay aboga por la no intervención en otros estados, aboga para que en nuestro territorio no existan bases militares extranjeras como tampoco en ninguno de los países de nuestra América del Sur.
• Por eso rechazamos la instalación de bases extranjeras en las Islas Malvinas y lo hacemos sin estridencia pero tratando de actuar con eficacia. Uruguay se negó a que avión británico cargara combustible en el país para abastecer a aviones en Islas Malvinas.
• Uruguay va a actuar para no reconocer a la actual embajadora de Honduras que ha reconocido su adhesión al gobierno de facto. Uruguay no reconoce más a esta embajadora como embajadora de Honduras en nuestro país.
Hugo Chávez Frías, Presidente de Venezuela
• Hemos escuchado la intervención del Presidente Uribe, hemos tomado nota de ella.
• Hay un tema central que aquí nos trajo y es el tema de la instalación, en Colombia, de siete bases militares o como se les llame.
• Coincido con Rafael Correa en la necesidad de que Uribe presente el “documento integral” o que al menos lo adelante para salir de tantas dudas e incógnitas que, por lo menos, tiene Venezuela.
• La estrategia global de dominación de Estados Unidos es la razón por la que están instalando esas bases en Colombia.
• Traje un documento que creo que pudiera ayudar a tener más claro el panorama, el llamado Libro Blanco del Comando Aéreo de EEUU (Global En Route Strategy) que hasta hace poco se podía consultar en la página web de la Universidad de la Fuerza Aérea estadounidense (www.au.af.mil). Dicho documento menciona la base colombiana de Palanquero como uno de los objetivos para movilización de tropas.
• Palanquero es una localidad de seguridad de cooperación. A partir de allí, casi la mitad del continente puede ser abarcado por un (avión de transporte militar pesado) C-17 y debería ser suficiente para la estrategia de movilidad aérea en el continente sudamericano.
• Apruebo la propuesta de Lula de que la Cumbre debería haberse celebrado en presencia del estadounidense Barack Obama. Sería importante que Obama nos aclarara esas cosas. Sería interesante, también, conocer el documento del acuerdo EEUU-Colombia.
• En Venezuela no hay bases militares chinas ni rusas, ni presencia militar de esos países, pese haberles comprado armas.
• Menos mal que Lula encontró suficiente petróleo y sigue consiguiendo petróleo, para no estar sólo nosotros en la mira del petróleo que necesita el imperio para mantenerse.
• Sabrán que aquí se está hablando de movilidad para la guerra. En Honduras el presidente (Manuel) Zelaya fue secuestrado en un avión a punta de fusiles y ese avión aterrizó antes de ir a Costa Rica en una base militar que tiene Estados Unidos muy cerca de Tegucigalpa.
• No hay ninguna duda” de que el acuerdo de Estados Unidos con Colombia forma parte de la “estrategia militar global de EE.UU., más que de la lucha contra el narcotráfico. Para Venezuela las bases son motivo de alta preocupación”.
• A Venezuela no le suministran repuestos para nuestros aviones. Bloquean cualquier compra en cualquier parte del mundo. Tienen un bloqueo para evitar que tengamos un avioncito, un radar. Por eso fuimos a Moscú y a Pekín, pero no hay bases militares chinas ni rusas en Venezuela. La URSS desapareció hace bastante tiempo, el imperio yanqui lamentablemente todavía no desaparece.
• Este documento pudiera ayudarnos a entender un poco a un nivel más estratégico.
• Quería agregar y me atrevo a proponer que la UNASUR, que tiene conformado el Consejo de Defensa, revise todo este material y considere las bases de Estados Unidos, en Colombia que son para Venezuela de alta preocupación.

Rafael Correa, Presidente de Ecuador


• En este documento que ha presentado el Presidente Chávez, Estados Unidos nos trata todavía como patio trasero.
• Hay dos propuestas: que se analice este documento y que pidamos una reunión con el Presidente Obama. Quisiera proponer que el Consejo de Defensa de UNASUR nos presente un informe de las consecuencias de este documento para la región. Segundo que pidamos una reunión con el Presidente Obama.
Evo Morales, Presidente de Bolivia
• Durante la colonia los pueblos indígenas han sido sometidos, humillados por políticas externas. Somos víctimas de la presencia militar de Estados Unidos en mi país como pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
• La Historia de Suramericana ha estado llena de intervenciones políticas y militares de Estados Unidos. Intervenciones con muchos mecanismos. Cuando hay gobiernos que luchan por la seguridad y soberanía palos, golpes militares.
• Cuando hay gobierno sumiso al imperio, cooperación. Esa es la historia de Suramérica…
• Primero, utilizaron la “doctrina del anticomunismo” para perseguir a los dirigentes sindicales que luchan por su reivindicación… Luego vino la doctrina antisubversiva, anti narcotráfico. Éramos narcotraficantes cuando no podían identificar a los movimientos sociales con doctrinas comunistas. Desde el 11 de septiembre de 2001, somos terroristas.
• La Historia en Latinoamérica se repite y es en el fondo la Historia del dominio del imperialismo norteamericano sobre nuestros pueblos, por el interés de sus recursos naturales y por otros intereses.
• En mi Presidencia, como no queríamos conspiración política, sacamos al embajador de Estados Unidos. Permitir que vengan militares extranjeros a nuestro país es descalificar a nuestras Fuerzas Armadas y a nuestra Policía Nacional.
• Cuando queremos comprar equipamiento para combatir el narcotráfico, Estados Unidos no quiere que compremos, hay que pedirles permiso. Si quieren apoyar nuestros esfuerzos en ese sentido, por qué se oponen a la compra de tecnologías para luchar contra el narcotráfico…
• Estados Unidos trata de crear desconfianza en los presidentes de Latinoamérica que estamos gestando la unidad.
• El Presidente Obama declaró que no ha ordenado instalación de bases norteamericanas en Colombia, porque la Constitución de Colombia solo permite el tránsito de tropas extranjeras por la República y no la presencia de estas.
• Si nadie quiere una base militar, por qué no podemos firmar un documento consensuado por la unidad y soberanía de nuestros pueblos que diga que los presidentes sudamericanos no aceptan bases militares de Estados Unidos ni de ningún otro país.
• Se trata de buscar la paz y mientras haya presencia de uniformados extranjeros en un país sudamericano, difícilmente podemos pensar que va a haber paz.
• No hay por qué estar dudando de una declaración de Presidentes para rechazar bases militares en nuestros países. Cuando superemos este tema va a haber confianza para seguir construyendo la unidad de Suramérica. No podemos ser instrumento de la división de Suramérica.
• Los imperios nunca han querido la unidad de Suramérica. El imperio norteamericano nunca va a querer la unidad de Suramérica. Quiero asumamos nuestra responsabilidad para que nunca más se levanten los imperios sobre los pueblos.
• Quiero irme de esta reunión con este documento firmado que diga que no va a haber base militar extranjera en Sudamérica. Si es eso lo que quieren estudiar ministros y cancilleres, que lo estudien.
• Tengo ese mandato del pueblo de Bolivia y no solo de los movimientos sociales de Bolivia, para decir esto: rechazo la instalación de bases militares extranjeras en Sudamérica.

Alan García, Presidente de Perú

• Pienso que es una buena oportunidad de poner las cartas sobre la mesa y decir de qué se trata este acuerdo con Estados Unidos, de qué bases o apoyo estamos hablando, qué presencia es ésa. Y en esto le creeré al presidente Uribe.
• Lo que nos alarma es que, mientras queremos construir un polo de referencia mundial, podamos vernos como parte de una estrategia de otros bloques militares ajenos a la región. Es lo que alarma a los presidentes y a nuestros pueblos.
• En el caso de que los presidentes de los países sudamericanos eviten analizar la crisis diplomática regional desde esta perspectiva estaremos traicionando la esencia de América del Sur al colocar a la región en un conflicto internacional. Y eso es motivo de alarma.
• Si se trata de que Estados Unidos ponga aviones invisibles y radares esféricos en Colombia, yo me siento tentado a suscribir un documento de rechazo a las bases. Si se trata de un acuerdo circunscrito al área colombiana, no me parecería una amenaza.
• Mi país tuvo acuerdos de cooperación con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico durante años. Pero jamás hemos pensado que puedan venir bombarderos invisibles o radares esféricos a nuestro territorio.
• Sugiero que UNASUR establezca un mecanismo de verificación al que nadie puede negarse, para ver qué cosa tenemos, y que vea en qué consisten esas bases o apoyos que han motivado esta reunión.
• Es vergonzoso que presidentes que se dicen defensores del pueblo, compraron el año pasado 38 mil millones de dólares en armas. Eso es más que suficiente para solucionar la vida de millones de familias en el continente.
Rafael Correa, Presidente de Ecuador
• Alan García ha dicho que ahora hay más objeciones y conflictos. No coincido con eso, lo que ocurría antes era que no se discutían las cosas.
• Es un signo positivo, de esperanza que ahora podemos debatir estos temas fraternalmente.
• Este tipo de problemas que estamos discutiendo sobre la presencia de bases militares norteamericanas, siempre han existido, lo que no se debatían.
• No todas las decisiones de UNASUR se toman por consenso. Eso es un error. Comparto que todo no debe ser el consenso.
• Por último, abogo que exista la capacidad del Consejo de Defensa de verificar el uso de las bases en de nuestros países. Quien nada debe, nada teme.
• No solo verificar las bases que van a ser utilizadas por tropas norteamericanas en Colombia, sino que verifique cualquier base militar en Suramérica
Alan García, Presidente de Perú
• Ahora el gran mercado del narcotráfico está constituido por Asia y Europa y también está en nuestro continente. Estados Unidos es una parte del tráfico y tal vez ya no la más importante. Por qué no tenemos un cuerpo de acción concreto para luchar contra este flagelo. Por qué no constituimos los cascos verdes de Latinoamérica.

Rafael Correa, Presidente de Ecuador

• Revisemos las leyes antidrogas, impuestas por los Estados Unidos a inicios de los 90 y para todos los países es igualito.
Cristina Fernández, Presidenta de Argentina
• Los dispositivos en las bases de Palanquero tienen que ver más con guerras convencionales que con la lucha contra el narcotráfico.

Michelle Bachelet, Presidenta de Chile
• Creo que tenemos que esforzarnos aún más por una creación de confianza con los estados vecinos, incluso con los no vecinos; es importante la transparencia en la naturaleza y alcance de contratos suscritos con terceros países.
• Debemos entregar garantías explícitas de no amenazas y que los contratos no tendrán alcance extraterritorial, lo cual considero indispensable para fortalecer la cooperación regional en las llamadas amenazas con medidas de confianza muy útiles para avanzar y disminuir las tensiones
• Necesitamos ser capaces de adoptar una posición sobre la agenda de seguridad de nuestros pueblos.
• Quisiera reafirmar nuestro acuerdo con los principios de la UNASUR con respecto ala soberanía e inviolabilidad de los estados con la determinación de los pueblos.
• En Quito acordamos construir el Consejo Suramericano contra el narcotráfico expresando nuestra voluntad clara de fortalecer nuestro proceso de integración.
• En otra instancia tenemos que juntarnos y debatir sobre el golpe de Estado en Honduras. Creo que el futuro de UNASUR depende de nuestra capacidad para superar los desafíos, pero lo esencial es que los gobiernos tengan capacidad política.
• Renovamos nuestro apoyo de Chile por la legítima demanda de Argentina sobre las Islas Malvinas.

Fernando Lugo, Presidente de Paraguay

• Cuando en Quito pensábamos tener un encuentro aquí, decíamos que el Presidente Uribe no se debe sentir interpelado por nosotros. He intentado ponerme en sus lugar con las múltiples dificultades en su país, no menos que las que tenemos en los nuestros, así como la documentación presentada por Chávez.
• Quisiera abogar por el restablecimiento de relaciones plenas de todos nuestros países. Sé las dificultades entre nosotros. Si tenemos una historia común, también tenemos procesos diferenciados en nuestros países y esto es una riqueza que tiene que ayudarnos a una integración regional como la de UNASUR y que nunca falte este diálogo político con altura…
• Se nos ha despojado de valores morales y materiales y no podemos desaprovechar este tiempo para construir estados, pueblos genuinamente independientes y abiertos a la integración.
• Por eso insto a no perder estos espacios y unirnos para enfrentar la ilegalidad, el tráfico de armas y de drogas que no nos ayudan a crecer a nuestros pueblos.
• Si las bases militares en Colombia no constituyen peligro, enhorabuena, pero si constituyen un peligro UNASUR tiene que pronunciarse.
Luiz Inacio Lula da Silva, Presidente de Brasil
• Ya he conversado sobre esto con Uribe y le dije que respetamos la soberanía de
cada país. Pero queremos resguardarnos, sería importante que en el tratado existan garantías jurídicas o un foro internacional para eso,
• Debemos abogar por la presencia de instrumentos que nos aseguren que la presencia militar de Estados Unidos es algo específico al territorio colombiano. Porque el acuerdo no lo prohíbe. Y el que no prohíbe algo, lo permite.
• La discusión debería ser ampliada, no sólo para analizar el papel de esas tropas estadounidenses en Colombia, sino el rol de Estados Unidos en América Latina.
• Hable con el presidente Barack Obama sobre esta cuestión y le expliqué el nivel de sensibilidad que el acuerdo con Colombia despertó en la región. Le dije al presidente Obama que era importante que podamos discutir estas cuestiones, tal vez de forma paralela a la Asamblea de la ONU. Pero hay problemas de agenda. Yo creo que debemos provocar una buena discusión con el presidente Obama, sobre el rol de Estados Unidos en la región.
• Me permito sugerirle a Uribe que la necesidad de tener tropas estadounidenses para combatir el narcotráfico y el terrorismo podría ser objeto de una revisión.
• Lo que quisiera decirle a Uribe, con todo el respeto, es que si las bases existen allí desde 1952 y todavía no está solucionado el problema, debemos repensar qué otras cosas podemos hacer en conjunto.

Rafael Correa, Presidente de Ecuador
• Los vecinos no acogemos grupos terroristas para atacar a Colombia, es exactamente lo contrario. Grupos como las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) actúan en territorios ecuatorianos. Hemos tenido que mandar 1.500 hombres además de los 10.000 que tenemos en Esmeralda.
• Nosotros no limitamos con Colombia, sino con las FARC. De un lado está Ecuador con cultivos lícitos y del otro lado está el mar verde de cultivo de droga. El problema es Colombia. El 20 por ciento de las fuerzas ecuatorianas está en la frontera con Colombia. Por eso Ecuador está libre de droga. Colombia tiene sólo 3.000 hombres en la frontera, que es el 1 por ciento de sus fuerzas.
• El millonario Plan Colombia, que se inició hace más de diez años, ha sido un fracaso y sólo ha reducido 10.000 hectáreas de producción de droga en ese país.
• En un informe de 2005, el Senado estadounidense que integraba Barack Obama concluyó que había una falta de pruebas evidentes en la lucha contra el narcotráfico de la mano del Plan Colombia.
• Se ha demostrado que esta lucha militarista es un fracaso.
• El gobierno colombiano tiene medios militares propios suficientes para combatir el narcotráfico y Colombia no va a poder controlar a los norteamericanos.
• si el acuerdo contempla inmunidad para los soldados estadounidenses e insistió en que quisiera conocer todo el documento, porque ese acuerdo traspasa la soberanía de un pueblo”.
• En cuanto a la escalada armamentista en la región, según nuestras informaciones, parte de las armas utilizadas por grupos irregulares que actúan en Colombia proceden de Perú y no podemos olvidar que soldados estadounidenses han sido detenidos suministrando armas a los paramilitares. Analicemos de dónde viene el tráfico de armas.
Runaldo Ronald Venetiaan, Surinam
• La delegación de Surinam ha asistido a esta reunión para contribuir al desarrollo de UNASUR y de la unidad suramericana. Vemos signos de impaciencia.
• Hay muchos temas en la pequeña región donde nos encontramos nosotros, pero tanto en el Continente como en el mundo existen problemas que tienen que ver con militares.
• Debemos tratar de solucionar los problemas que existen entre los estados. Cada uno de nuestros países merece respeto. Los principios de no intervención se debe respetar como el de la soberanía.
• Colombia tiene la libertad para conseguir apoyo en la lucha contra el narcotráfico, pero Surinam se da cuanta que a parte del derecho de soberanía hay un derecho regional que debe ser protegido.
• Suscribimos la preocupación por la legalidad de la decisión de Colombia.
• Apoyamos que se creen instrumentos que analicen estos temas.
• Quisiéramos ayudar a sostener la colaboración auque entiendo que hoy no va a haber una solución final, pero espero que podamos conseguir a base de confianza y respeto instrumentos mediante los cuales se intente solucionar estos problemas.

Álvaro Uribe, Presidente de Colombia

• Nuestra política es el entendimiento entre los estados no entre fracciones partidistas.
• Colombia comprende que los beneficios del derecho internacional público no se pueden invocar en beneficio propio, cuando lo hacemos lo hacemos en beneficio del pueblo colombiano. Es importante decirlo. Para nosotros la soberanía, es un tema que exige el respeto a los vecinos.
• Para nosotros es importante que el proceso de UNASUR no se desvincule de la OEA ni vaya en contra. Colombia cree que UNASUR no puede ir en contra ni ser indiferente al sistema interamericano que gira alrededor de la OEA.
• Nosotros comprendemos lo que ha hecho el Presidente Tabaré Vázquez que nuestro continente tiene que ser una tierra de paz, lo deseamos.
• Chávez, este documento que él ha leído es público, no es un descubrimiento. Lo que hemos averiguado es que no es un documento adoptado en Estados Unidos, sino una propuesta del bloque académico.
• Venezuela también tiene juegos de guerra donde no aparece el nombre de Colombia, pero de los mapas se infiere. No puedo ocultar esta preocupación, En varias ocasiones el Presidente Chávez ha expresado que prende los aviones Sukoy y que en pocos minutos está en Colombia. Estos documentos y esas amenazas verbales las pondría en la ecuación. Jamás nosotros le hemos hecho una amenaza verbal.
• La Constitución de Colombia no permite que el gobierno autorice tránsito de tropas, de aviones sin permiso.
• El alcance del acuerdo que Colombia ha hecho con Estados Unidos no puede llevar a Colombia a insertar allí tránsito de tropas o de naves de guerra…
• Con respecto a la de Carmona, no se puede comparar un procedimiento jurídico que otorga un asilo con reclamo de ayudar a capturar a delincuentes como Iván
Márquez o Timochenko que están en Venezuela.
• Presidente Morales, comprendo que para usted la prohibición de bases de Estados Unidos necesariamente tendría que entenderse hoy como la no aprobación del tratado de Colombia con Estados Unidos. Por mucho que digamos que no son bases, podemos demostrar que no son bases norteamericanas y seguirían diciendo que si son bases norteamericanas.
• No me parece que debamos llamar a cuentas al Presidente Obama, esta el sistema interamericano, la OEA, las Naciones Unidas. Una cosa es tener un buen diálogo con Estados Unidos y otra es llamar a cuantas al Presidente Obama. El Máximo autorizado de presencia de contratista de militares norteamericanos en Colombia no varía de 800 personas.
• A medida que avance el diálogo contractivo podemos tomar medidas para combatir el narcotráfico. Los radares son restringidos a esta lucha, no para uso estratégico.
• El acuerdo (con EE.UU.) está cerrado pero no tenemos inconveniente en que el Consejo analice esta cuestión. Pedimos que se miren todos los acuerdos militares en la región y las denuncias contra tráfico de armas.
• Lo que Colombia ha comprado no tiene como objetivo guerras entre naciones sino un problema interno de narcotráfico y narcoterrorismo.
• Queremos avanzar en los acuerdos con Brasil y los países con los que concurrimos en la zona Amazónica. Su gobierno, Presidente Lula, no tiene una sola queja del Plan Colombia en la zona Amazónica. Hemos incorporado un programa que se llama familias Guardabosques que ha demostrado la eficacia para ayudar a proteger la selva de los ataques del narcotráfico, el desequilibrio en el suelo, la flora.
• Satélites internacionales muestran tráfico de vuelos ilegales de vuelos que salen de Colombia a otros países. Justo para eso queremos la cooperación. En el 2003 trazas ilegales inundando el espacio aéreo de Colombia a medida que aumentado la cooperación han disminuido esas trazas ilegales.
• Presidente Correa, no queremos las vías de hecho. Lo que dijimos en Santo Domingo lo debemos cumplir. Lo que pedimos es que nos ayuden no como pretensión hegemónica sino como una necesidad. Espero que podamos tener canales diplomáticos efectivos con todos los gobiernos a través de los mecanismos expresados.
• Hemos hecho gran esfuerzo en la protección de la frontera. Teníamos 9 mil hombres y hoy tenemos 19 mil hombres en la frontera. Con delicadeza hemos administrado los incidentes en esa frontera extensa.
• El Ecuador reclamaba porque Colombia fumigaba en territorio ecuatoriano porque causaba daños, nosotros consideramos que no. Con su antecesor aceptamos no volver a fumigar en esos 10 kilómetros de territorio colombiano a partir de esa frontera. En poco más de un año las FARC sembró droga allí…
• Tuvimos que reanudar las fumigaciones. En nuestro primer encuentro le dije que una vez de fumigar esas 5 mil hectáreas no se haría más y así se ha hecho.

Cristina Fernández, Presidenta de Argentina

• Yo creo presidente Uribe que lo primero es poder leer el acuerdo sobre las bases militares, en términos puntuales y concretos, no estamos hablando de conceptos religiosos ni filosóficos con respecto a loas bases; estamos hablando de verificar los aviones, las armas, ya sea para combatir una guerrilla o combatir el narcotráfico.
• Debemos sentar doctrina en UNASUR acerca del establecimiento de asentamiento de tropas que no sean de países de la región, no solo las bases de EE.UU. en su país.
• Si nosotros pudiéramos establecer en reglas generales estos mecanismos, acerca de los cuales usted hace referencia, estaríamos contribuyendo a la paz en la región y a que Colombia pueda combatir con eficacia el narcotráfico.
• Lo de Honduras, Presidente, no es un caso menos. Allí secuestraron a un presidente, y ahora ni siquiera aceptan la mediación del presidente Arias, de quien nadie puede pensar que está tirando para el lado de Zelaya, ni mucho menos…
• Si en un país vecino se instalaran bases, yo, por lo menos, me sentiría insegura. Debemos conciliar su deseo como presidente a que usted elabore su proyecto de cooperación con EE.UU. y debemos lograr que ese acuerdo no vaya a afectar la seguridad y la institucionalidad de sus vecinos países.
Hugo Chávez Frías, Presidente de Venezuela

• Aspiro a haber dado paso a la integración verdadera entre hermanos, entre Colombia y Venezuela. Solo eso, no voy a caer en provocaciones, ni contestaré la montaña de mentiras.
• El cardenal de Honduras dijo que habían dado un golpe, pero “salvamos a Honduras de Chávez”. Han creado un fantasma, Chávez pues. Chávez anda metiendo las manos en todas partes.
• El canciller de Israel dijo que ya hay cédulas de Hézbollah en Venezuela. Se ha venido confirmando un imaginario para confirmar una agresión contra Venezuela y los planes existen, de invasión a Venezuela y de asesinato al Presidente de Venezuela.
• Capturamos casi a 200 paramilitares colombianos en Caracas, listos para atacar al Palacio de Gobierno. De mí que se diga lo que se quiera, no hago caso, ya no me afecta, ya me curé. Lo que quiero es que mi país sea libre y que podamos unirnos.
• Se ha pedido al gobierno de Colombia que se nos haga llegar el documento oficial del acuerdo con Estados Unidos. Hay versiones donde se hablan de la tecnología que vendrá a esas bases.
• Tengo un documento acá, que salió publicado, no es un descubrimiento mío, salió en el Diario El Tiempo, de Colombia. Están 20 puntos que contiene el acuerdo.
• El día del golpe de Estado helicópteros de Estados Unidos aterrizaron en Maiquetía en Venezuela. Estados Unidos pasó por encima de Naciones Unidas y atacó a Iraq. ¿Quién le va a creer a ese imperio?
• Mientras esto no se aclare tenemos que rechazar la pretensión de Estados Unidos de instalar las bases militares en Colombia.
• Desde Venezuela, a nombre del pueblo venezolano, le pedimos al gobierno de Colombia que revise esa decisión porque nos afecta a todo. Si se instalan las bases nadie ni el Presidente de Colombia ni el que venga después va a garantizar la paz. La semilla de la guerra va a quedar sembrada.
• Termino proponiendo que el Consejo de Defensa de UNASUR nombre una comisión que, aún cuando sabemos que no es fácil la solución, comience a visualizar lo que pudiéramos llamar una iniciativa de paz para Colombia.
• Estamos de acuerdo con activar el Consejo de Defensa de la UNASUR. No tengo ningún problema de mostrar aquí y ante el mundo lo que hacemos con China, Rusia o Irán, tenemos acuerdos de cooperación con Rusia. Ratifico la voluntad del gobierno y pueblo de Venezuela para seguir apoyando a la integración de nuestra querida UNASUR

Evo Morales, Presidente de Bolivia

• Antes de UNASUR había pocos conflictos en Suramérica. Cuando surgía un gobierno apoyado por el pueblo, recibía un golpe de Estado. Quieren atacar el eje del mal ahora desde Colombia.
• No habrá integración hasta que no acabemos con las bases militares de Estados Unidos.
• Si no hay acuerdo para firmar un documento donde rechacemos las bases militares, consultemos a nuestros pueblos y que ellos decidan si quieren bases o no en el continente.
• Uribe nos ha reiterado que no hay bases militares en Colombia. Que haya confianza y que ese Consejo vaya a investigar si es base o no es base. Aprobemos entonces que no se permitirán bases militares en el Continente, problema resuelto.

Luiz Inacio Lula Da Silva, Presidente de Brasil

• Si hubiéramos empezado por el final, ya hubiera acabado la reunión.
• Dije que no creo en una reunión con la televisión trasmitiendo en directo, con cada uno hablando a su público. Lo que interesa al público es el resultado. No tenemos el derecho de estar el día entero discutiendo sobre dos temas….
• Vamos a poner a todos nuestros Ministros de Defensa para que discutan esto y creo que si un Presidente intenta imponerle a otro su verdad, nosotros no vamos a tener un documento y lo que me preocupa es lo que va a salir en la prensa mañana sobre esta reunión.
Rafael Correa, Presidente de Ecuador
• Solo he participado una vez en la discusión. Vine preparado para debatir el día sobre esto. A mí lo que menos me interesa es lo que diga la prensa mañana, sino que adoptemos criterios para mañana. Creo que para esto nos eligieron los pueblos, para lograr la integración en América Latina.














viernes, agosto 28, 2009

Rafael Correa y Fidel Castro se reunieron en La Habana



http://www.cre.com.ec/Desktop.aspx?Id=143&e=131423

23/08/2009 09:17
Correa se reunió con Fidel Castro en Cuba
La Habana (CRE).-
El presidente de la República, Rafael Correa, se reunió con el líder cubano y el Jefe de Estado, Fidel Castro, en un “fraternal encuentro” que duró varias horas según el periódico oficial Juventud Rebelde.
"Un profundo intercambio de impresiones se produjo en la mañana del pasado 21 de agosto entre el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, y el Presidente de Ecuador, Rafael Correa Delgado, acerca de la actualidad revolucionaria de ambos pueblos en la búsqueda de una mayor equidad y justicia social", publica el diario.
Entre los temas tratados se menciona los "avances obtenidos por la Revolución Ciudadana que impulsa Correa, en particular en las materias económica, de educación y salud".
La nota además señala que el diálogo fue amplio y sincero, y Castro se dejó ver con una camisa blanca que le otorgó una figura distinta al conjunto deportivo con el que había aparecido en las últimas imágenes que fueron difundidas.
Por: Stalyn Briones
sbriones@cre.com.ec

Silvio teatral



Autor: José Manuel Villabella Fuente: CUBARTE 15 de Agosto 2009

Posiblemente en los primeros meses del año 1968 llega a Camagüey un joven delgado, que como única prenda de vestir traía pulóver blanco, ya que sustituía el equipaje con una guitarra. La terminal de trenes estaba atestada y el tren lechero del que bajó traía –como era de esperar--, más pasajeros que lo que admitía su capacidad. Llegaba sudoroso, maltrecho, con el pulóver adherido al torso por el sudor, pero sonriente. Parecía feliz.

En la estación del ferrocarril lo estaba esperando José Rodríguez Lastre, un joven escritor que prácticamente se estrenaba, era popular entre los amigos por el mote de “Nikitín”, porque cuentan, que el libro del politólogo soviético, muy popular en esos años, le servía como archivo para guardar entre sus páginas sus producciones dramáticas.

Contentos y eufóricos, ambos se montaron en una guagua, y como el joven no era ducho en trajinar por el laberíntico Camagüey, Nikitín, además de ser su anfitrión, le sirvió de cicerone. Se dirigieron a la cafetería “El Rincón”, en la calle de Lope Recio, esquina al Callejón Sin Salida –ya que el joven venía “partido del hambre y la sed”— y degustaron, apetitosamente, lo único que había en el menú: potaje de chicharos y tortilla.

Nikitín refiere que él hubiera querido que se alojara en algún hotel, pero Cultura no estuvo en disposición de gestionar habitación a un jovenzuelo de “dudoso linaje”, sin referencias artísticas connotadas, por eso se estableció en la casa de visita del organismo, conocida como Casa Colonial, por su indiscutible construcción del siglo XIX (en la actualidad ocupa el inmueble la Casa de Cultura Joaquín de Agüero), no tan incomoda pero si distante para las labores que venía a emprender el “forastero”.

Conocí al joven al día siguiente –laboraba como director artístico en el Conjunto Dramático de Camagüey--, fui presentado por el director general de la compañía, el argentino Pablo Verbitsky, retirado ya, pero residente entre nosotros en La Habana.
El joven se llamaba Silvio Rodríguez Domínguez, y venía para cumplir con la petición de algunas amistades, y musicalizar la obra, que próximamente se pondría en escena, El Cuadrilatero, precisamente de Nikitín.

Quizás la más influyente en esta petición a Silvio lo fue la coterránea, Emilita. Como ya es sabido, porque Silvio lo ha declarado en varias entrevistas, fue su primer amor. “Fue un amor que tuve cuando estuve en el ejército, haciendo mi servicio militar. La conocí cuando tenía 18 años, fue mi primer amor importante en el sentido que fue el primer amor que me enseñó cosas. Era una muchacha mucho más evolucionada que yo, mucho más inteligente, más culta”.

En las mañanas Silvio iba a la sala-teatro José Luis Tasende, a presenciar los ensayos, hablar con los actores y con el director Pedro Castro. Entre los que trabajaban en la obra, figuraban: Elvira Cruz, Néstor Rodríguez y Miraldo Medinilla (los tres ya retirados).

El Cuadrilátero se estrenó el 14 de septiembre de 1968, y después de mantenerse algún tiempo en cartelera se puso en escena en la sala Hubert de Blank, en La Habana, con gran éxito. Parece que es una de las obras musicales perdidas de Silvio. Aquí son escasos los recuerdos. Nikitín repasa, tarareando la música, y una estrofa que forma parte de Buenas mañanas tenga febrero, que figuraba en la obra con cuatro canciones más.

“Es una lástima, porque no conservo esas canciones”, me dijo Silvio en una ocasión que estuvo por Camagüey. Y cuando le pregunté la diferencia de aquel Silvio de 1968 y este me replicó:

Las diferencias son capitales entre aquel Silvio y este. Aquel se subió a un tren lleno, con escasa ropa, un calzoncillo en el bolsillo y la guitarra. Iba prácticamente en el techo de aquel repleto tren para cumplir con un amigo que me pidió le hiciera la música a su obra... Aquel Silvio no fue recibido por periodista alguno. Aquella fue una etapa hermosa en Camagüey. Compuse una canción dedicada a esta ciudad: “Camino Camagüey”. De aquí tengo recuerdos muy personales

Después de esa aventura no has incursionado más en el teatro. ¿Estarías dispuesto a hacerlo?

Siempre que me interese el tema y tenga tiempo, depende de la obra y de mi motivación. He hecho muchas cosas para la televisión. El problema es que en ocasiones no se acercan a mí y piensan que tengo mucho trabajo, y casi siempre es cierto, pero puede que no esté enfrascado en nada

Y sobre Camagüey. Otro recuerdo camagüeyano fue la canción “Al Mayor”.

Si. Fue para mí un gran esfuerzo. Me hicieron la petición y aquello no salía.. Luego me senté y brotó en diez minutos, tal como está. Pero es una melodía que ha sido cuestionada por mí, porque era una experiencia difícil, una deuda con El Mayor. Además, imagínate, fue la primera vez que canté delante de Fidel.

¿Cómo logras el equilibrio entre letra y música?

Es difícil. Mira, he pasado casi siempre de la música para escribir el texto. Algunas veces, por lo contrario, he tenido el texto y no encuentro la melodía. Pero casi siempre me dejo llevar por lo que sugiere la guitarra. No hay una norma.
Eso demuestra que es muy importante para ti la guitarra.

Es una compañera.

¿Crees es tu representación?

No lo creo. Yo utilizo la guitarra porque tengo ganas de hacerlo y así es como yo hago mis canciones para mí y luego le han gustado a la gente. ¿Hermoso, verdad? Es una deuda impagable. Siempre he laborado abordando mis gustos, ideas y principios.
Silvio, ¿qué es lo que más detestas?

Perder el tiempo.

http://www.cubarte.cult.cu/paginas/actualidad/opinion.detalle.php?id=8490&tabla=entrevista&seccion=El%20Portal%20Cubarte%20Le%20Sugiere

querido silvio de vuelta!!!


Hola!!!
Después de la linda vueltita por el sur, de su gente copada y de la promesa de volver a principios de diciembre.... van las próximas fechas por el Río de la Plata!!

“Querido Silvio” (las mejores canciones, conocidas e inéditas de Silvio Rodríguez, interpretadas por quien suscribe!)
y “Argentuguayos” (Mixtura musical rioplatense)

En Uruguay:

Sábado 22 de agosto a las 22.30 hs.
“Querido Silvio” en:
"The Frog's"
Sarandí 1121 e/Gutiérrez Ruiz y J.P. Varela - Maldonado
Info: 095 716 624 / 099 052 714

Lunes 24 de agosto a las 22.00 hs.
Noche Nostalgiosa en:
"La Caracola"
Ruta 10 - Parada 15 - Playa Verde - Piriápolis
Reservas: (043) 2 31 95

En Argentina:

Jueves 27 de agosto a las 21.30 hs.
“Argentuguayos”
Mixtura musical rioplatense
junto a "Lalo" Grasso en:
“Fina Estampa”
Camarones 1599 y Donato Alvarez - Capital
Tel: 5197-2763 o al 15 5772 4383

Viernes 28 de agosto a las 22.00 hs.
“Querido Silvio” en:
“Punto Norte”
Av. del Libertador 1104 - Vicente López
Tel: 4796-3265 / 4796-2163
o al 15 6249 1205 (desde el 26/8) o a
queridosilvio@gmail.com


Sábado 29 de agosto a las 22.30 hs.
“Querido Silvio” en:
“Fina Estampa”
Camarones 1599 y Donato Alvarez - Capital
Tel: 15 6249 1205 (desde el 26/8) o a
queridosilvio@gmail.com

Domingo 30 de agosto a las 20.30 hs.
“Querido Silvio” en:
“Pamplona”
44 e/ 10 y 11 - La Plata
Reservas: (0221) 15-608 4132
o al (011) 15 6249 1205 (desde el 26/8)
o a queridosilvio@gmail.com

Feliz Vida!!
Osvaldo Navarro
www.queridosilvio.com.ar

Grupos en Yahoo...
queridosilvio-subscribe@gruposyahoo.com
....o
agendaqueridosilvio-subscribe@yahoogroups.com

FERNANDO MONTALBANO y DIEGO MANSO en OLIMPO BAR

Fernando Montalbano y Diego Manso presentan un recital conjunto de trova y música popular argentina.

SÁBADO 29/8 - 22:30 hs - OLIMPO BAR - Mendoza y Corrientes

Rosario - Reservas: Tel. 421-6536 - www.olimpobar.com.ar

miércoles, agosto 26, 2009

Una mirada foucaultiana sobre cine y sexualdad


Todo lo que usted no quiso saber sobre el sexo y siempre le oblicaron a preguntar
Una mirada foucaultiana sobre cine y sexualdad

Javier Ruiz MoscardóRebelión

Lo que sigue es, en origen, un trabajo que tuve que realizar para una asignatura de mi carrera (Filosofía). Por lo tanto, estaba relativamente restringido a ceñirme a ciertos temas y modos de hacer. Por este motivo no estaría dispuesto a defender, sin más análisis y reflexión, algunas de las tesis que defiendo en las siguientes páginas. Sin embargo, una vez releído y retocado un mínimo, estoy satisfecho con las ideas generales y el modo de exponerlas. Y como me parece absurdo tener el texto en el ordenador, me he decidido a enviarlo a rebelion.org – puesto que su temática es bastante coincidente con algunos temas recurrentes en la web – por si puede servir para crear debate, crítica y reflexión.
* * *

0. Introducción: CUATRO INTELECTUALES
Decía Aldous Huxley que “un intelectual es alguien que ha descubierto algo más interesante que el sexo”. Seguramente, el escritor inglés no pretendía nada más que lanzar un dardo irónico contra una intelligentsia con tantas ansias de trascendencia y aires de importancia que consideraba demasiado banal ceder a los placeres de la carne. Y, ya de paso, señalar con toda la malicia posible que su papel de intelectuales orgánicos les venía dado por su incapacidad para ligar, y no al contrario; ya se sabe: a falta de pan, nos tendremos que consolar reflexionando sobre el Ser. Sea como fuere, la cita de Huxley no se cumple en ninguno de los cuatro autores que se pasearán por las páginas venideras: Stanley Kubrick, Pier Paolo Passolini, Bernardo Bertolucci y la aguda mirada de Michel Foucault y su arsenal filosófico. “El papel del intelectual es, ante todo – dirá Foucault – luchar contra las formas de poder allí donde éste es a la vez objeto e instrumento”. Y algo así parece que intentan hacer estos tres directores de culto a lo largo de su filmografía: unir arte con compromiso político, inteligencia con sutiles observaciones sobre el género humano, autorrealización personal con nuevas coordenadas para abandonar la isla de lo establecido y lanzarse a navegar. Además, intentaré demostrar que el análisis de tres películas de estos directores servirá para ilustrar y completar muchas de las tesis que Foucault defiende en su Historia de la sexualidad. Por su temática y trasfondo, las elegidas han sido Eyes Wide Shut, Saló o los 120 días de Sodoma y El último tango en París.

1. Stanley Kubrick, o la familia y el deseo
- Para siempre... Para siempre...
No usemos esa palabra, no... me da miedo.
Yo te quiero, ¿y sabes?
hay algo muy importante que debemos hacer lo antes posible...
- ¿Y qué es?
- Follar.

(Kubrick, S. “Eyes Wide Shut”, escena final)
En El discreto encanto de la burguesía, Luis Buñuel dibujaba un lúcido retrato de la clase burguesa y las pautas morales que supuestamente defiende y promueve. Lo importante de su esbozo es que presenta como máxima directriz de su conducta no ya el puritanismo, ni los preceptos religiosos ni la estabilidad anímica y profesional que se le suele atribuir; muy al contrario, la acusación del cineasta surrealista apunta a su cinismo. A la continua escisión entre apariencia y realidad y a la doble moral de la clase dirigente. Lo que Buñuel seguramente quiera destacar es que los burgueses, supuestos depositarios de valores como el trabajo, la familia y la religión, no suelen creerse a pies juntillas su ideario: lo promueven mediante el cinismo más impío de que son capaces, presentándolo como inalterable y connatural al público pero actuando en privado de forma totalmente distinta. Asumen su propia mentira con tal de mantener su poder y hacer creer a sus súbditos que son incorruptibles. La clave en el film de Buñuel, según mi interpretación, no es que hayamos de despreciar unos valores caducos y conservadores por ser los propios de la burguesía; es que no debemos siquiera tomarlos en consideración, puesto que ni ellos mismos los adoptan. Ahora bien, no es que haya que ver a los burgueses de Buñuel como irónicos revolucionarios o superhombres capaces de crear sus valores. Ellos hacen como si de verdad adorasen su credo y fuera el único verdadero. Si se permiten licencias y traiciones es justamente porque la pregunta ya viene respondida de antemano: su verdad sigue siendo válida pese a que no tengan una fe incondicionada en ella. Lo que equivale a decir que la siguen únicamente por interés de clase: les sirve, y basta. Los burgueses de Buñuel son los grandes escépticos: su verdad es instrumental y no les va nada mal con ella.

La burguesía del film de Kubrick 1 , por el contrario, sí que afirma convencida su verdad. Es significativo, en primer lugar – y puesto que hemos entrado en distinciones sociales y de clase –, que los burgueses de Kubrick no sean, como en la película de Buñuel, ni políticos ni dirigentes ni propietarios de ningún medio de producción. Son burgueses en sentido impropio y por mimetización: han acumulado riqueza gracias a sus profesiones liberales (Bill Harford, interpretado por Tom Cruise en el que probalmente sea el único papel aceptable de su carrera, es un importante médico de las clases altas) y han asimilado las costumbres burguesas por imitación. Con este matrimonio liberal y pseudoprogesista, la ideología burguesa ha conseguido que se interiorice la fracción de verdad que supuestamente posee; que el matrimonio Harford se la crea sin ningún tipo de cinismo, tranquilizándoles; que se sientan orgullosos de cumplir con su télos: han formado una familia, tienen un buen trabajo y su religión es su estilo de vida, que les va a hacer totalmente felices para siempre. Han eliminado la contingencia de su vida, lo tienen todo atado y bien atado. Salvo un pequeño factor, luego lo veremos, que no tenían en cuenta: el deseo.
Tenemos ya, pues, una primera línea de trabajo: analizar de qué modo el deseo se infiltra y desarrolla dentro de la familia burguesa, núcleo social fundamental de las sociedades capitalistas. Tenemos, también, una primera conclusión: lo importante no es la verdad fundamentada de ciertos valores, sino su asunción teórica y práctica como tal. Pero antes de adentrarnos por los oscuros caminos del deseo, profundizaremos en la relación, materializada en la familia de la película, entre verdad y sexualidad.

Distingue Foucault en el primer volumen de su Historia de la sexualidad entre el dispositivo de alianza y el dispositivo de sexualidad. En el complejo entramado que Occidente inventó para erigir al sexo – constructo inseparable de la sexualidad – en soberano de la identidad del sujeto moderno, el juego entre ambos dispositivos juega un papel fundamental. El dispositivo de alianza, grosso modo, produciría una forma de organización social, fundada en las relaciones de sexo (es decir, en compañeros sexuales), a la antigua usanza: lo fundamental serían las leyes y las normas – el modelo jurídico –, la fijación del modelo matrimonial para la transmisión de patrimonio y parentesco, un estatuto bien definido de las dos personas que se unen, etc... Una serie de características que, en denifitiva, quien no haya leído a Michel Foucault no tendría ningún género de dudas para considerarlas propias y definitorias de la familia burguesa. ¿Quién dudaría, más aún siendo mínimamente progresista, de que el modelo burgués se basa en el inmovilismo, en lo apolíneo, en la fijación inalterable de caracteres invariables, en un conjunto de valores tolerables y en otro conjunto que queda fuera, amenazante, condenado al ostracismo y silenciado? ¿Quién dudaría de que lo fundamental en la familia burguesa es la perpetuación de la estirpe y el modelo que la sustenta, siendo la función clave del sexo la reproducción? Pues, como no podría ser de otro modo, quien duda es quien fue injustamente bautizado por Sartre como el último bastión de la burguesía.
A partir del s. XVIII, continuará Foucault, la sexualidad no será producida tanto por el antiguo dispositivo de alianza cuanto por el nuevo dispositivo que comienza a aflorar: el de sexualidad mismo. 2 Su objetivo último último será “penetrar en los cuerpos de manera cada vez más detallada y controlar las poblaciones de manera cada vez más global” 3 Ciertamente, el desarrollo económico del capitalismo exigía un nuevo dispositivo de control social, puesto que el antiguo dispositivo de alianza había quedado obsoleto 4 . Este dispositivo, por contra, incide en la valoración del cuerpo y la intensificación de los placeres: una vez el sujeto se identifique con su sexualidad – fundada, además, en su cuerpo –, el mecanismo de control quedará asegurado: categorías y pautas de conducta forjarán la sujeción de los individuos a través de lo que el filósofo francés denominará biopoder. 5 Para el tema que nos ocupa, que no es otro que ver el papel de la familia en la gestación de la sexualidad y su verdad, debemos quedarnos con que es a partir del dispositivo de alianza como se forma el de sexualidad; lo que significa, en esencia, que la familia – que pudiéramos entender, en principio, como catalizadora del dispositivo de alianza – constituye en realidad el punto de anclaje del nuevo modelo basado en la sexualidad. En otras palabras: no hay que abordar el análisis de la familia desde el modelo jurídico – la ley, la norma, la prohibición, la delimitación de lo correcto y lo incorrecto, lo tolerable y lo que queda fuera –, como han hecho la mayoría de críticos; antes bien, hay que entenderla como correa de transmisión del caduco modelo de alianza hacia el emergente modelo de sexualidad, destinado a universalizarse del siglo XVIII en adelante 6 . La familia no es el símbolo de la represión, no constriñe a adaptarse a un rol preconfigurado so pena de ser estigmatizado socialmente, no obliga a cercenar el eros a cambio de la perpetuación de un núcleo social determinado. La familia, una vez es afectada por el dispositivo de sexualidad, será la que produzca sujetos sexualizados – es decir, la que transmita y construya el modelo de sexualidad – a través de la implementación de los placeres, las sensaciones y la problemática del cuerpo; y, una vez consolidada esta sexualidad, conseguirá que los individuos la perciban como su verdad más íntima. Veámoslo, sin más dilación, en el matrimonio Harford:

A primera vista, y a mi juicio pecando de superficialidad, nos encontramos con la tentativa de hacer una hermenéutica de la película en clave pre-foucaultiana, mediante herramientas freudianas que incidan en la represión del eros y focalicen el análisis de la familia retratada por Kubrick desde el dispositivo de alianza. Y es posible que, pese a que debamos tener en cuenta más variables, no fuéramos desencaminados del todo. Es indudable que Kubrick presenta esta obra póstuma 7 como una alegoría del descenso a los infiernos de la conciencia, como el viaje al corazón de las tinieblas del protagonista. El periplo nocturno de Tom Cruise simboliza la introspección de Bill Harford al interior de su conciencia, de su yo más oculto, barnizado por los fantasmas de su inconsciente. Siendo más rigurosos, debemos sustituir el nombre y el instrumental freudiano por el de Karl Gustav Jung:
concretamente, la alegoría de Kubrick representa el intento de Bill Harford por explorar y conocer su sombra. 8 La sombra de Jung es una reelaboración de la noción de inconsciente de Freud, como el conjunto de cualidades y atributos en principio desconocidos para el ego. La diferencia con el concepto de inconsciente es que, por ejemplo, algunas de estas cualidades no tienen por qué ser inaccesibles a la conciencia; es más, con un poco de esfuerzo y terapia, podemos llegar a ver nuestra sombra y descubrir atributos que solemos negar en nosotros mismos pero que se encuentran en el centro de nuestra personalidad. 9 Desde este prisma, la odisea del médico protagonista de Eyes Wide Shut constituye un intento de integrar su sombra en su consciencia. Por decirlo a lo Foucault: Bill Harford intentaría descubrir y asilimar su verdad más íntima haciendo hablar a su sombra, integrando sus deseos – reprimidos, negados, silenciados – en su psique. Lo curioso es que esta verdad sombría se basa en su sexualidad y se descubre haciendo hablar – obligando a confesar – a sus deseos. Deseo, sexualidad y familia se imbrican en ese viaje que Bill Harford pretende concluir conociéndose a sí mismo y averiguando quién es en realidad, una vez sus ideales burgueses se ven amenazados.

Si he defendido que resulta simplista utilizar este instrumental para analizar el que seguramente es uno de los más lúcidos análisis de las relaciones matrimoniales que se han llevado a la gran pantalla, es porque Kubrick es lo suficiente transgresor como para evitar un desenlace acorde y coherente con sus postulados. Más o menos a la manera del Marlow de Joseph Conrad en el corazón de las tinieblas – que no he nombrado anteriormente por pura retórica –, Bill Harford espera que esa travesía alcance un sentido una vez llegada a su fin; espera que Ítaca le reconforte y ofrezca las coordenadas para comprender su pasado y presente; espera descubrir una verdad alojada en su interior que, en principio, es incapaz de interpretar con sus esquemas racionales (razón principal por la que, igual que Marlow en la obra maestra de Conrad, cuanto más cerca se encuentra de su objetivo más irracional le parece todo, y la estética del film se torna onírica, inquietante, brumosa). Pero no. Bill Harford, al final de su viaje, no descubre ninguna verdad esencial, sino todo lo contrario. Vamos a demostrarlo:

Sostiene Foucault que una de las evidencias que apoyan la tesis de que la familia ha sido históricamente el elemento que ha sistematizado el dispositivo de sexualidad, es que desde el siglo XVIII “la familia ha llegado a ser un lugar obligatorio de afectos, de sentimientos, de amor” y que el hecho de que “la sexualidad tenga como punto privilegiado de eclosión la familia” demuestra que uno de los objetivos buscados es “la intensificaciön afectiva del espacio familiar” 1 0 Que el espacio familiar no es nada banal en relación a la sexualidad – como pudiera serlo en la antigua grecia, donde la satisfacción sexual no provenía necesariamente del núcleo familiar –, queda patente en el idílico matrimono Cruise-Kidman. Son jóvenes, guapos, con dinero; tienen una hija preciosa a la que están criando con todo el amor de que son capaces para que no le falte de nada y pueda, en un futuro lejano, realizar el mismo télos que ellos han perseguido. Sus conciencias están tranquilas, su estilo de vida les reconforta y satisface. Su finalidad como sujetos está cumplida: su proyecto de existencia – por decirlo con Sartre – está placenteramente concluido. Y en ese punto se encuentra el matrimonio cuando descubren la amenaza del deseo para su estado de ataraxia burguesa. El deseo amenaza todo ese constructo petrificado que, en principio, representa la estabilidad anímica que promueve el modelo familiar burgués. Consecuentemente, una vez descubierto que todo lo que creían ser certezas se desvanecen con la emergencia del deseo, el paso lógico – en la lógica, claro está, de quien se analiza a sí mismo con instrumental pre-foucaultiano – consiste en preguntarle al deseo por qué estaba tan equivocado, con el objetivo de que le responda dándole los datos precisos para reconstruirse, redescubrirse y fundamentarse en la nueva verdad que se le vedaba. Aparece, pues, la confesión como pieza central del proceso. Y no es casual.

Dice Foucault que “la confesión fue y sigue siendo hoy la matriz general que rige la producción del discurso verdadero sobre el sexo” 1 1 . Foucault se refiere sobre todo a la confesión cristiana y al papel que jugó en el proceso que conminó a interrogarse y hablar de sexo a todas horas y pormenorizadamente. Pero, una vez instituida la confesión como método, se extrapoló a un gran conjunto de saberes como la medicina y la pedagogía. Y, desde esa secularizción de la confesión, podemos aventurar que también se generalizó incluso al margen de los saberes para convertirse en la forma ideal de conocer la sexualidad de cada uno. “Ya no se trata sólo de decir lo que se hizo – dice Foucault – y cómo, sino de restituir en él y en torno a él los pensamientos, las obsesiones que lo acompañan, las imágenes, los deseos, las modulaciones y la calidad del placer que lo habitan. Por primera vez sin duda una sociedad se inclinó para solicitar y oír la confidencia misma de los placeres individuales” 1 2 . El matrimono Harford, sin duda, se convenció de que el mejor modo de descubrir su sexualidad – y, en ese sentido, su verdad – era mediante la confesión. De otro modo no podemos comprender la importancia de la escena en que Alice le confiesa a Bill su sueño erótico, en el que su marido no aparece ni en los créditos. Bill descubre – o más bien cree descubrir – la mentira que sostiene su matrimonio. Por eso piensa el deseo como algo peligroso y acusa a su mujer de una suerte de infidelidad no sólo sexual, sino más bien como una traición a su estilo de vida. El deseo, en el mapa de Bill, debía canalizarse siempre y para siempre hacia el marido, y todo deseo extramatrimonial – recordemos que el dispositivo de sexualidad exige que la familia sea el lugar privilegiado de la sexualidad y la intensificación de sus placeres – debía silenciarse. Sólo al final del film descubrirá, lo adelanto ya, que ese deseo no queda fuera de su modelo de sexualidad: es constitutivo y constituyente, producido por esa misma familia – en rigor, por el juego de poder que atraviesa la familia – y necesario para el mantenimiento de sus ideales.

La confesión, que suponemos fundada en la sinceridad – de la esposa al marido, del feligrés al cura – debía mostrar a Bill la verdad de su matrimonio. 1 3 Es decir: su propia verdad. Y si su esposa, que en principio compartía enfáticamente sus valores, tiene deseos inconfesables que la desestabilizan como sujeto, ¿no tendrá él pensamientos semejantes alojados en lo más hondo de su psique? Urge descender a los infiernos de su interior, abandonar la isla y adentrarse en el océano sombrío de su conciencia. Y entonces se arma de valor y le pregunta a su deseo, a su sexo: intenta descubrir “el fragmento de noche que cada uno lleva en sí” 1 4 , como lo había descubierto en Alice.

Vayamos concluyendo. Bill descubre, en su viaje, no sólo que también es capaz de albergar deseos inconfesables; descubre que seguramente siempre los ha tenido, pero se ha visto obligado a negarlos para reafirmarse a él y a su modus vivendi. Bill obtiene placer al tontear con la prostituta, al fantasear con las niñas del vendedor de disfraces, al observar la orgía en la que intenta participar. Pero, lejos de descubrir esa verdad que lo redefinirá como sujeto, sólo descubre la contingencia (¡bravo por Kubrick!). El deseo, como a su mujer, le permite relativizar el valor de su matrimonio y las ideas que lo sostienen. Además, descubre que no es que haya que negar esos deseos para sostener la infalibilidad de su matrimonio; sólo para sostener un matrimonio trascendental, eterno y castrador. Y no es ése su matrimonio, no son así los matrimonios y las familias del s.XVIII hasta nuestros días. El dispositivo de sexualidad es complejo y construye una economía de placeres y deseos que trascienden el espacio matrimonial; más aún, el matrimonio monogámico moderno exige que estos deseos existan, erigiéndose en una mentira compartida donde la sexualidad juega múltiples papeles y busca obtener diversos efectos. Alice tiene fantasías justamente porque acepta su rol matrimonial. Igual que Bill. Ambos descubren la “ironía del dispositivo de sexualidad: nos hace creer que en él reside nuestra 'liberación'” 1 5 . No hay liberación, no hay más verdad que la instrumental. No hay que darle tantas vueltas. No existe lo eterno, el para siempre. Por eso, había algo que el matrimonio Harford tenía que hacer urgentemente: follar; follar por follar.

2. Pier Paolo Pasolini, o la sociedad disciplinar y el biopoder

“La aparente permisividad de nuestra sociedad de consumo es una falsedad y Salò es una prueba para demostrarlo. Hay una ideología real e inconsciente que unifica a todos, y que es la ideología del consumo. Uno toma una posición ideológica fascista, otro adopta una posición ideológica antifascista, pero ambos, antes de sus ideologías, tienen un terreno común que es la ideología del consumismo. El consumismo es lo que considero el verdadero y nuevo fascismo. Ahora que puedo hacer una comparación, me he dado cuenta de una cosa que escandalizará a los demás, y que me hubiera escandalizado a mí mismo hace diez años. Que la pobreza no es el peor de los males y ni siquiera la explotación. Es decir, el gran mal del hombre no estriba en la pobreza y la explotación, sino en la pérdida de singularidad humana bajo el imperio del consumismo. Bajo el fascismo se podía ir a la cárcel. Pero hoy, hasta eso es estéril. El fascismo basaba su poder en la iglesia y el ejército, que no son nada comparados con la televisión”.

(Pier Paolo Pasolini, en una entrevista en la prensa italiana a pocos días de su muerte)

Dos intelectuales comprometidos. Dos homosexuales cuando no estaba de moda serlo.

Dos acérrimos anticapitalistas. Dos muertes trágicas. Dos noctámbulos aficionados a la mala vida – la buena vida –, dos provocadores, dos incorfomistas. Foucault y Pasolini, y muchos más paralelismos entre ellos de los que pudiéramos sospechar. Sus muertes alimentaron la leyenda: el primero de SIDA, el segundo asesinado. El francés removió, como la dinamita nietzscheana, los cimientos de la tradición filosófica occidental; el italiano reinventó el cine. Focault pretendía desvelar los saberes ocultos, señalar los olvidos interesados de la historia, abandonar las certezas epistemológicas y atreverse a pensar de otro modo; Pasolini retrató sin piedad ni tapujos la marginalidad, el abuso de poder, la vida y la muerte y, en definitiva, las luces y sombras del género humano de un modo como nadie ha hecho. Saló o los 120 días de Sodoma es una gran muestra de ello, y seguramente la película más provocativa y transgresora de todo el siglo XX.

Se decía de Pasolini que tenía tres idólos: Jesucristo, Marx y Freud. Pero no se asusten los foucaultianos, pues su hermenéutica de las tres figuras se aleja de la hagiografía triste y típica que los suele caracterizar. De Jesucristo admiraba lo mismo que de Marx: su valor para revelarse contra la injusticia, el orden establecido y la barbarie. De Freud, en cambio, su interés por lo oculto, lo prohibido, lo interiorizado, lo inconsciente. Pero Pasolini no es esencialista: le interesa la psicología como estudio antropológico, no como desocultamiento de la verdad interior. Su Saló es prueba de ello: de nuevo el horror, la voluntad de poder, el salvajismo primitivo sobre el que se construyen la personalidad y la sociedad entera. Si Kubrick centraba su alegoría en el deseo, Pasolini la centra en el poder. Pero ambas obras juegan con el leit-motiv de que tras la aparente serenidad de nuestras vidas se esconde un infierno particularmente horrendo. Más aún: ambas facetas son inseparables. Todo documento de civilización, ya lo decia Walter Benjamin, es al mismo tiempo un documento de barbarie. Pero vayamos despacio.
Las entrevistas a Pasolini, como en Foucault, son especialmente clarificadoras para conocer en profundidad su pensamiento. En el caso de Saló abundan las declaraciones, por lo que no es demasiado difícil – pese a los equívocos y malentendidos que generó la película – descubrir lo que pretendía al rodarla. Saló actúa como una metáfora de la sociedad de consumo y sus mecanismos de control social. Ejerce pues, por empezar a utilizar vocabulario filosófico, el papel de híbrido entre sociedad disciplinar y las deleuzianas sociedades de control. El fascismo de los burgueses de Saló no hay que interpretarlo de forma literal: simboliza el fascismo subyacente a la sociedad de consumo, no el fenómeno político de la primera mitad del siglo XX. Pero antes de entrar en materia, demos unas cuantas coordenadas más para estar en condiciones de abordar la complejidad de esta obra.

Por si alguien todavía piensa que la visión del sexo de Pasolini cuadra con la escolástica psicoanalítica, resultará útil remitirnos a su trilogía de la vida y a su posterior abjuración de la misma. Entre 1971 y 1975, el director italiano filmó tres películas bautizadas como “trilogía de la vida”: El Decamerón, Los Cuentos de Canterbury y Los Cuentos de las 1001 noches. En ellas, todo era una continua exaltación de la vida, el sexo y la libertad, en ambientes bucólicos, romantizados y placenteros en los que evadirse, mediante una suerte de hedonismo liberador, de las encorsetadas y puritanas normas sociales del occidente capitalista. Pero poco después Pasolini escribirá la “abjuración de la trilogía de la vida”, en la que renegará de esas tres películas y su búsqueda de lirismo sexual, y pasará directamente al infierno de Saló. Podemos aventurar que se percató de que no todo en el sexo tenía que ser alegre y liberador: también podía ejercer de soporte para los más terribles despotismos.

Resultará productivo, antes de centrarnos en el film, destacar que la concepción del poder de Foucault y Pasolini es curiosamente muy similar. Aunque utilicen lenguajes distintos, la visión de Pasolini del poder como modulación – y no sólo represión – de las conciencias, se acerca mucho al análisis foucaultiano de los modos de subjetivación mediante el poder. “El único sistema ideológico que ha implicado incluso a los dominados – dice Pasolini – es en mi opinión el consumismo”. Pasolini abandona la idea del poder como pura represión institucionalizada y encarnada en el Estado y sus estructuras. Utilizando la noción de ideología del marxismo, la presenta no ya como la alienación de la esencia del ser humano, sino como el sistema que hegemoniza pensamientos, actitudes y comportamientos. El consumismo – el capitalismo avanzado o desarrollado – exige que los oprimidos se identifiquen ideológicamente con los opresores. “Las sociedades represivas – continúa el italiano – reprimen todo y por tanto los hombres pueden hacerlo todo (...); las sociedades permisivas permiten algo y sólo se puede hacer ese algo, lo cuál es terrible”. Pese a que Foucault seguramente protestaría con eso de las sociedades represivas, e insistiría en que el poder produce siempre y es simplista no darse cuenta, lo cierto es que Pasolini presenta la forma de dominación y control de nuestras sociedades del mismo modo que el filósofo francés: lo fundamental es la conminación a hacer cosas – la producción de conductas permitidas –, y no la prohibición. Para que el capitalismo avanzado se perpetúe, los oprimidos tienen que ser asimilados a la lógica del consumismo y actuar en consecuencia. Y esto no exime al sexo: “La tan airada liberación sexual – ¡ojo! habla Pasolini – es una pantomima, un comercio erótico degradante que hace de los cuerpos un producto (...) la lucha progresista por la democratización expresiva y por la liberación sexual ha sido brutalmente superada y trivializada por la decisión del poder consumista de conceder una vasta tolerancia”. Y no nos equivoquemos juzgando a Pasolini, que no es precisamente un moralista 1 6 . No se está quejando de la trivilización del sexo y su banalización, a la manera de un católico o un impotente. Está mostrando que el sistema ha sido capaz de asimilar conductas sexuales que en principio eran síntoma de rebeldía y transgresión, mediante una tolerancia hipócrita que destruye cualquier potencial revolucionario que se pueda construir sobre el sexo. Y su diagnóstico incide en que el mecanismo fundamental ha sido la cosificación de los cuerpos. Luego volveremos sobre esto.

Admito la crítica de que Pasolini puede quedar estancado en un vocabulario marxista del que seguramente Foucault renegaría. Pero las líneas maestras de sus análisis no son tan divergentes. Cambiemos cosificación por “invasión del cuerpo viviente, su valorización y la gestión distributiva de sus fuerzas” 1 7 y seguramente tendremos algo muy parecido.

Ya tenemos, pues, una primera conclusión: tanto en Foucault como en Pasolini, el control se ejerce en gran medida a través de los cuerpos. La Saló de Pasolini no es más que un espejo de nuestras sociedades. La violencia explícita hacia los cuerpos de la película es en lo fundamental la misma violencia que, sin daños físicos, se ejerce en los cuerpos de los individuos de las sociedades de consumo. Allí se violenta explícitamente a los cuerpos. Aquí, mediante los medios de comunicación y las diferentes instituciones – familia, escuela, hospitales – por las que nos vemos obligados a pasar durante nuestras vidas. Violencia, debemos matizar, en el sentido de control de conductas. Para doblegar los espíritus es necesario disciplinar los cuerpos.

Y es aquí donde debemos inscribir el concepto de biopoder. Ya vimos en el apartado de Kubrick que el dispositivo de sexualidad fomenta la implementación de los placeres y las sensaciones a través de la valorización del cuerpo. El concepto de biopoder da un paso más. Ciertamente, los mecanismos de poder que desembocarán en el biopoder penetran en el cuerpo e incitan y promueven una serie de fuerzas destinadas a doblegarlo. Pero su fin último no es administrar los cuerpos, sino administrar la vida. Es un poder que “se ejerce positivamente sobre la vida, que procura administrarla, aumentarla, multiplicarla, ejercer sobre ella controles precisos y regulaciones generales” 1 8 . No es un poder que se centre en los cuerpos individualizados, sino a nivel de especie y raza. Pero para ello – para poder ejercerse en lo que Foucault llama hombre-espíritu – necesita penetrar en los cuerpos, centrándose en el cuerpo como máquina y en “su adiestramiento, el aumento de sus aptitudes, la extorsión de sus fuerzas, el crecimiento paralelo de su utilidad y su docilidad, su integración en sistemas de control eficaciones y económicos” 1 9 . De este modo conseguirá su objetivo principal: la sujeción de los cuerpos y el control de las poblaciones. Me atrevo a decir que cuando Pasolini habla de cosificación – y sobre todo cuando cosifica sin piedad ni escrúpulos a los niños secuestrados de Saló – está pensando en algo muy similar.

¿Acaso no pretenden los fascistas del film 2 0 la “administración de los cuerpos y la gestión calculadora de la vida”? ¿Acaso su voluntad de poder 2 1 no está al servicio de “hacer vivir o de arrojar a la muerte”? ¡Si hasta apuntan en una libreta a los niños díscolos para torturarlos y matarlos al final de los 120 días! La enfermiza obsesión por la muerte que recorre todo el film tiene como trasunto su contrario, la vida y su desarrollo. Los fascistas, en realidad, no están realizando un cásting para elegir a los sacrificados; están sometiendo a su población a un procedimiento para elegir a los supervivientes que, además, serán integrados a su sistema. Los fascistas están administrando la vida, no la muerte.

Añade Foucault que el biopoder fue un elemento indispensable en el desarrollo del capitalismo 2 2 , igual que Pasolini sostiene que el capitalismo avanzado exige la cosificación de los cuerpos. Pero, ¿cuál es el papel de la sexualidad en todo este proceso? ¿Qué tiene que ver el sexo con el biopoder y el control? Volvamos a Saló. Al lento y calculado proceso por el que los fascistas eligen a sus víctimas. Las observan minuciosamente, las persiguen, las analizan. Las desnudan para conocerlas mejor. Los niños empiezan a sospechar que su cuerpo, su sexo, es importante para los demás. Los categorizan: niños por aquí, niñas por allá. Además, intentan que estén sanos; la salud es un valor público para los opresores. Las víctimas, una vez identificadas con sus categorías, pasan a la polis, a la mansión burguesa en que serán vejados durante 120 días hasta que sean asimilados o mueran en el intento.

Como dirá Foucault: “(el sexo) depende de las disciplinas del cuerpo:
adiestramiento, intensificación y distribución de las fuerzas, ajuste y economía de energías 2 3 ¿Acaso hacen otra cosa los fascistas que adiestrarlos y proporcionarles toda una tecnología de placeres? De hecho, algunos jóvenes acaban considerando placentero lo que en principio les parecían torturas y vejaciones. Y una vez tienen los cuerpos totalmente disciplinados – obedientes, complacientes, resignados – pasan a regular la población: administran la vida y la muerte. Todo ello a través del sexo que, en palabras de Foucault, es “acceso a la vida del cuerpo y a la vida de la especie” 2 4 . Igual que la familia era el punto de anclaje entre el dispositivo de alianza y el de sexualidad, el sexo es el ámbito privilegiado para pasar del cuerpo-individuo a la economía de raza-especie y control de población. Es, en palabras de Foucault, la clave de la invidividualidad – ¡por eso se ha tenido que identificar sexo y verdad! – y a la vez lo que permite amaestrarla. Y una vez amaestrados los individuos – los niños de Saló – ya se puede operar políticamente, por ejemplo mediante campañas de moralización – di no a las drogas, si te pasas te lo pierdes – o de responsabilización – apaga la luz de tu cuarto, no vayas a contribuir al cambio climático. Disciplina y regulación a través del sexo, una vez el sexo se ha erigido en la verdad del sujeto.

Parece que el Pasolini de Saló, sin conocerlas, hace suyas las siguientes palabras de Foucault: “el nazismo fue sin duda la combinación más ingenua y más astuta de las fantasías de la sangre con los paroxismos de un poder disciplinario”. 2 5 Por redondear la idea: los cuerpos, su pura materialidad, se invadió directamente y se disciplinó, y ello mediante el elemento del “sexo”, una vez convertido en pieza fundamental del sujeto.

Pero, ¿cómo salir de Saló? ¿Cómo ir más allá? ¿Cómo evitar la barbarie? Foucault es más optimista que Pasolini, su solución apunta a los cuerpos y los placeres como punto de apoyo del contraataque, al cuidado de sí en lugar de la formulación del sexo-deseo que promete una liberación inexistente. Pasolini, en los últimos años de su vida, no ve salidas. Su melancolía se refleja en esa escena en que un comunista es asesinado por los fascistas cuando lo descubren haciendo el amor con una negra esclavizada por ellos. Eso sí: muere con el puño en alto y con toda la dignidad de la libertad y la transgresión. Como Foucault y Pasolini.

3. Epílogo: Bertolucci, o la práctica de la libertad

“El arte de vivir consiste en matar a la psicología,
crear consigo mismo y con los demás individualidades, seres, relaciones,
cualidades que no tengan nombre.
Si no se consigue hacer eso en la propia vida,
no me parece que merezca la pena ser vivida.”
(Michel Foucault, El cuidado de sí)

Reconozco que esto es un capricho. Con Eyes Wide Shut y Saló todavía tenía excusa: no es difícil utilizarlas, y además fructíferamente, para un trabajo sobre Foucault y sexualidad. Con El último tango en París lo tengo más difícil, lo sé. Pero esa última escena con Marlon Brando borracho, bailando patéticamente el último tango en una ciudad que nunca jamás volvería a ser la del amor, me tocó el alma. Qué desesperación, qué frustración, qué poca dignidad, qué ironía. Y esa Maria Schneider matando todos sus anhelos a sangre fría, condenándose a una vida insulsa a cambio de tranquilidad y confort, destrozando dos existencias de un mismo disparo: la suya y la de Brando, aunque este último seguramente estaba muerto desde el comienzo de la película. Y, de paso, ejecutando un disparo que condenaba a una Europa y un París todavía con la resaca del 68 a abandonar definitivamente las pocas ansias de libertad que le quedaban. Había triunfado el conformismo. Había sonado el último tango.

Por eso no me resisto a concluir sin Bertolucci. Heredero del buen hacer de Pasolini, con quien trabajó al principio de su carrera, no abandonaría los temas propios de su maestro: la revolución, la explotación, la resistencia. El último tango en París es un buen ejemplo de todos ellos, una venganza hacia los herederos estéticos del 68 – especialmente contra la nouvelle vogue, simbolizada en el novio pseudointelectual de la Schneider – y un canto desesperado y romántico hacia otro mundo que estaba condenado al fracaso.

Puestos a concederme licencias creativas, este último apartado, y que el lector me perdone, va a abandonar parcialmente las investigaciones foucaultianas para cederme durante unos párrafos el beneplácito de la creatividad. Y es que hasta ahora hemos hablado de cómo el poder ha utilizado el sexo para ejercer el control de las sociedades y los sujetos, pero no hemos hablado de cómo los sujetos pueden utilizar el sexo para la subversión y la resistencia. No digo, lo adelanto ya, que el sexo tenga que subordinarse a algún fin – v.g., la revolución – que se le considere superior. Digo simplemente que puede ser una buena trinchera si así lo queremos.

También puede no serlo y no pasa nada. Pero si aceptamos que no hay mejor revolución que la que cambia conciencias, abre espacios de libertad y pequeñas vías de escape; si podemos abrir pequeñas grietas en el muro de la racionalidad establecida; si podemos construir un pequeño y frágil navío con el que abandonar la isla y explorar nuevos mundos, el sexo puede ser una buena herramienta. Porque, en definitiva, se trata de eso: pensar de otro modo, vivir de otro modo. Decir no para construirnos a nosotros mismos de forma distinta a lo siempre igual, a lo ya dado. Contra la sexualidad establecida y regulada, una nueva economía de los placeres y los cuerpos.

¿Por qué no?
Empieza la película. Un Marlon Brando hecho polvo, desecho, recorre destrozado una calle de un ruidoso y gris París. Es la viva imagen de Europa: taciturna, desencantada, decadente. Como el viejo continente, todos sus sueños se han visto destrozados con el paso del tiempo. El amor no es más que un mito condenado al fracaso, como la revolución del 68. En seguida, aparece en escena Maria Schneider: joven, pizpireta, hermosa. Las ruinas de la civilización, encarnadas en Brando, no han hecho todavía mella en la muchacha. Representa esa generación que, tras el derrumbe de la iconografía del 68 y sus promesas, llegaba al mundo sin más anhelos que disfrutar de una existencia cómoda y placentera. Ya no importa la revolución: no estamos en el mejor de los mundos, pero no hay otro mundo posible. Seguramente ningún póster del Che decoraría su habitación de estudiante; una generación pragmática, emprendedora pero realista, con ganas de vivir pero sin ganas de cambiar de vida. Además, luego lo descubriremos, tiene novio y es guapo y hace cine y le hace feliz. Algún día se casarán, tendrán un trabajo que no les hará ricos pero les permitirá pagar el piso y la educación de los niños, y envejecerán juntos. Nada más, ni nada menos.

A los diez minutos de metraje, Brando y Schneider coinciden en un piso por alquilar. Destartalado, desnudo, puro. Un espacio vacío en que confluyen, representados en los dos protagonistas, el fracaso de la revolución y el triunfo del conformismo. Y el deseo – pero no el deseo a la manera de Freud que tanto disgustaba a Foucault; sino otro deseo, también alojado en la psique humana y que seguramente es el único resorte de esperanza que nos queda: el deseo de transgresión – se apodera de la joven parisina. En un arrebato pasional, en esa habitación donde el tiempo y el espacio parecen no importar, Brando y Schneider hacen el amor. Sin concesiones ni preguntas. Ambos se traicionan un poquito: el primero, por volver a soñar; la segunda, por coquetear con lo prohibido, con el pasado, con la subversión.

En su segundo encuentro Brando marca las normas, que son por cierto bastante foucaultianas: sin nombres, sin historia, sin pasado ni presente. Brando pretende una desindividualización total de ambos protagonistas: no importan los sujetos – es más: pretende destruirlos, al atacar su biografía –; sólo importa el presente, detenido en ese habitáculo de creación sin límites donde dos personas sin máscara comparten su exhasperante soledad. “Venimos a olvidar, a olvidar todas las cosas, absolutamente todas; olvidaremos a las personas, todo lo que hemos hecho. Vamos a olvidarlo todo, absolutamente todo”, le dice Brando. Quiere olvidar. Quiere esconderse del absurdo de su vida, buscar una pureza sentimental que ya nunca podrá tener pero que bastará con desear, puesto que su alternativa es peor todavía. “Yo no podré”, le contesta Schneider. Claro que no podrá: le faltan unos 30 años de frustraciones y fracasos acumulados para llegar a ese nivel de desesperación.

Todavía quiere creer en la vida y en su proyecto. No tengo mucho, piensa seguramente, pero tengo más que tú. Aún me quedan cosas por las que luchar; no son ideas, es cierto, ni metas demasiado ambiciosas. Pero tengo que buscar trabajo e ir al cine con mi novio, si me olvido de todo eso, ¿qué me queda? ¿un desconocido en una habitación más desconocida todavía?. “¿Tienes miedo?”, contesta Brando, anticipando el diagnóstico. Pues claro que tiene miedo; miedo de verse reflejada en el descompuesto rostro de su amante, miedo de descubrir que su mundo carece también de sentido. “No”, contesta, firme. Y vuelven a hacer el amor.

Y entonces el famoso fotograma: la joven y el viejo abrazados, desnudos, después de hacer el amor, frente a frente. Acaban riendo. “Tendré que inventar un nombre para ti”, le dice Schneider. “Durante mi vida me han puesto un millón de nombres y no deseo ninguno de ellos”, contesta Brando muy foucaultianamente. No quiere ser ningún sujeto definido. Por primera vez en su vida se ve libre en esa habitación, libre de hacer a voluntad todo lo que desee sin dar explicaciones a nada ni a nadie. Ha abandonado toda esperanza. Y esa habitación que detiene el tiempo ya no es una isla de la que es imposible salir: es un océano donde las únicas certezas las construyen dos personas, sus deseos y sus placeres. Ninguno de los dos necesita ya la verdad: les basta detener el tiempo y exprimirle el máximo jugo al momento sin ataduras ni obligaciones.

Y llegan las dudas. Tal vez no soy tan feliz como creía, piensa Schneider. Tal vez mi vida es una mierda. Tal vez me follo a este viejo precisamente por eso, porque necesito escapar, porque necesito huir, porque necesito crear. Porque necesito pensar de otro modo para seguir viviendo, porque lo otro ya no es vida: es rutina, es costumbre, es conformismo. Y Brando, más de lo mismo: tal vez, sólo tal vez, es posible que vuelva a enamorarme; que vuelva a sentir, que vuelva a desear, que vuelva a disfrutar. Tal vez ya no hay lugar para la revolución, de acuerdo, pero puede que lo haya para la resistencia: para pequeñas victorias, pequeñas venganzas, pequeños ajustes de cuentas. Tal vez disfruto siendo libre con ella, tal vez este es el no-lugar donde me autorrealizo. Tampoco es mucho, pero es más que una revolución que nunca llegará.

Y llegan las luchas. Son mundos incompatibles, los dos lo saben. Y de nuevo, las tinieblas y la lucha de poderes: víctima y verdugo intercambian papeles. Pero ya es tarde para separarse, están condenados a una eterna dialéctica de la que no saldrá ninguna sínstesis: unas veces ganará él, sodomizándola, poseyéndola, destruyéndola. Y ella necesitará ser destruida para seguir adelante, es ya demasiado fuerte esa atracción que se ha alojado en su interior, que no puede rechazar. Otras veces será ella la que lo domine: también la vieja europa del progreso debe ceder ante el paso del tiempo. “Siempre estás asustada”, le dice justo antes de la escena que perturbaría durante años a una España puritana y fácilmente impresionable. Descubre quién eres de una vez, o mejor aún, niégate para descubrir que no eres nada. Trae la mantequilla. “Familia, dais asco, me cago en todos vosotros... La libertad es aniquilada por el egoísmo”. Es la venganza particular de Brando hacia los valores que siempre ha odiado y que ahora se restituyen sin ningún agravio en los anhelos de su joven enamorada. Tras el 68, todo ha cambiado para que nada cambie.

Y tras un tiempo, ya no tienen miedo. Van abandonando sus fantasmas. Él es cada vez menos un producto de su pasado. Ella ya no le teme ni a él ni a su vida. Ambos se han vengado juntos del mundo: Brando, de un mundo que no le da nada de lo que le prometió. Ella, de un mundo que no le promete nada. Ambos se han despojado de lo que creían conocer para empezar de nuevo en cuatro paredes llenas de moho.

Y por fin, el baile. Esta vez con nombres. Ya han vuelto a ser sujetos. Craso error. Se han etiquetado, se han contado su historia, se conocen. Sujeto viene de sujeción, ya se sabe. Ya no son libres. ¿Lo peor de todo?: que han visto que esos retazos de libertad eran momentáneos y efímeros.

Sin embargo, aún estaban a tiempo. Podían huir al océano y explorar juntos un mundo imaginario que les satisfaciera más que el que ambos conocían. Pero ya no hay valor. Ya no es tiempo de héroes. El 68 ha desaparecido a todos los efectos. Y ella, que ya conoce a su enamorado, que es algo más que una quimera imaginaria, algo más que una válvula de escape y algo más que un pasatiempo donde jugar a satisfacer sus deseos más profundos..., ella dispara. Ese algo la amenaza, y tiene que matarlo, alejarlo de su mente, expulsarlo de su existencia atada y bien atada. Y vuelve a disparar. Fin.

Pero una vez fue feliz. Amaba sin reglas ni normas. Podía crear en libertad. Podía revolucionarse a sí misma. En esa pequeña habitación se estaba jugando el destino del mundo. El sexo permitía olvidarlo todo y empezar de cero, rendirse y ceder a las imposiciones del sistema o rebelarse desesperadamente disfrutando de un presente que no suele dejarse disfrutar.

Ya no es tiempo de tangos. Ya nadie llora por amor en París. Pero, gracias a Foucault, uno descubre que un poco de valor para pensar de otro modo basta para llenar el corazón de los inconformistas. Brindemos por ello.
Notas

1 Subrayemos por adelantado que si Kubrick centra su historia en una familia burguesa, no lo hace porque quiera retratar, al estilo de Buñuel, el modelo de vida burgués, reduciendo su análisis a una sola clase social. Antes bien, el matrimonio Harford le sirve a Kubrick como paradigma y modelo del modelo familiar que, aunque burgués en origen, ha sido extrapolado a todo el cuerpo social. El matrimonio Harford no simboliza la familia burguesa; es el modelo de familia occidental y monogámica que se ha generalizado en el mundo desarrollado.

2 La reiteración del término sexualidad puede inducirnos a error. La sexualidad, dice Foucault, es en toda época un producto del poder. Pero la importancia que a partir del s.XVIII se le otorga socialmente, hace que podamos referirnos por sexualidad al modo de concebir cierto ámbito del ser humano desde la modernidad hasta nuestro días.

3 Foucault, M. Historia de la sexualidad, I: La voluntad de saber, edición a cargo de Julia Varela y Fernando Álvarez-Uría, ed. s.XXI (Madrid), pág. 113
4 “El dispositivo de alianza (...) perdió importancia a medida que los procesos económicos y las estructuras políticas dejaron de hallar en él un instrumento adecuado o un soporte suficiente” Íbid. pág. 112

5 Baste por el momento esta breve mención, puesto que el análisis del biopoder y las sociedades disciplinares se abordará en el siguiente apartado, cuando hablemos de Saló.

6 “La familia es el intercambiador de la sexualidad y de la alianza: transporta la ley y la dimensión de lo jurídico hasta el dispositivo de sexulidad; y transporta la economía del placer y la intensidad de las sensaciones hasta el régimen de la alianza” Íbid. Pág. 114

7 Kubrick murió antes de que se realizara el montaje final.

8 Es conocida la influencia del psicoananalista suizo en la obra de Kubrick, especialmente esta noción suya de sombra.

9 " Cuando un individuo hace un intento para ver su sombra, se da cuenta (y a veces se avergüenza) de cualidades e impulsos que niega en sí mismo, pero que puede ver claramente en otras personas, cosas tales como egotismo, pereza mental y sensiblería; fantasías, planes e intrigas irreales; negligencia y cobardía; apetíto desordenado de dinero y posesiones..." VON FRANZ, Marie Louise, en el libro de Jung y otros autores, El Hombre y sus Símbolos, Ed. Aguilar, Madrid, 2ª edición, pág. 168.

1 0 Citas entrecomilladas extraídas de Foucault, M. Historia de la sexualidad, I: La voluntad de saber, edición a cargo de Julia Varela y Fernando Álvarez-Uría, ed. s.XXI (Madrid), pág. 115
1 1 Íbid. pág. 66
1 2 Íbid . pág. 66 y 67

1 3 “Dos modalidades de producción de lo verdadero: los procedimientos de la confesión y la discursividad científica” Íbid. pág. 68. Observamos, pues, el estrecho vínculo entre verdad y confesión. La verdad, en este sentido, se construye y produce gracias a la confesión.

1 4 Íbid . pág. 73. Y un poco más alante aducirá: “le pedimos que diga nuestra verdad o, mejor, le pedimos que diga la verdad profundamente enterrada de esa verdad de nosotros mismos que creemos poseer en la inmediatez de la conciencia. Le decimos su verdad, descifrando lo que él nos dice de ella; él nos dice la nuestra liberando lo que se esquiva”. El subrayado es mío.

1 5 Íbid . pág. 169

1 6 Cuesta concebir como moralista a un hombre como Pasolini, bastante aficionado a la prostitución y a los jóvenes mancebos.

1 7 Foucault, M. Historia de la sexualidad, I: La voluntad de saber, edición a cargo de Julia Varela y Fernando Álvarez-Uría, ed. s.XXI (Madrid), pág. 150

1 8 Íbid. pág. 145

1 9 Íbid. pág. 147

2 0 Los cuatro fascistas de Saló, por cierto, forman un irónico y acertado elenco de los verdaderos poderes fácticos del occidente neocapitalista: un banquero, un cura, un político y un juez.

2 1 Nietzsche es otra de las influencias clave de Saló, especialmente la desvirtuada e interesada interpretación fascista de la voluntad de poder y la utilización de la masa como rebaño.

2 2 “Éste – el biopoder – no pudo afirmarse sino al precio de la inserción controlada de los cuerpos en el aparato de producción y mediante un ajuste de los fenómenos de población a los procesos económicos” Foucault, M. Historia de la sexualidad, I: La voluntad de saber, edición a cargo de Julia Varela y Fernando Álvarez-Uría, ed. s.XXI (Madrid), pág. 149

2 3 Íbid. pág. 154

2 4 Íbid. pág. 154 y 155

2 5 Íbid. pág. 158 y 159