viernes, octubre 29, 2010

Boletín de prensa Trovando Ando

viernes 29 de octubre de 2010

29 de octubre 2010

La banda ecuatoriana Trovando Ando y su colectivo, con seis años de recorrido en la escena ecuatoriana y un reconocido trabajo en la línea de la Canción de Autor y la fusión musical, confirma el deceso de su principal miembro fundador, y compositor, guitarrista y voz principal Pedro Nicolalde, el día de hoy viernes 29 de Octubre a sus 29 años en horas de la madrugada luego de una reunión de trabajo finiquitando asuntos de la filmación de su videoclip promocional "BOLERITO DE SAL".

Con un hueco en el alma vemos partir a un hermano, un amigo, un hijo, un compañero, hoy mas que nunca "Un ángel a muerto", una de la más voces jóvenes y comprometidas del país y este mundo no has dejado, para seguir vigilante desde el otro lado, quizá hoy parte físicamente nuestro hermano, nuestro Ñaño, nuestro guambra, nuestro mijo,nuestro compa, pero su pensamiento y compromiso sigue vigente por hacer de este un mundo mejor.

















Pedro Nicolalde
21 de noviembre 1980 - 29 de Octubre 2010



LA CANCIÓN DE LOS OLVIDADOS
TROVANDO ANDO

soy viejo y desahuciado
soy un bicho y adoptado
soy chino y africano
soy albino e indio claro
soy mongol y amarillo
soy leproso y mendigo
soy demente y tullido
soy pobre y desaparecido....

y te quiero!
te quiero así..
cómo te quiero!
me encanta soñar,
reír y jugar
vivir y cantar
y decir que te quiero...

te quiero así
cómo te quiero!
me encanta volar
creer y amar
gritar y luchar
y decir que te quiero...

soy insurrecto y exiliado
soy prisionero y repudiado
estrafalario y sublevado
heterodoxo y herecierco
soy grito de los que han matado
soy la fosa que se ha encontrado
soy la canción de los olvidados
y también soy un desplazado...

y te quiero!
te quiero así..
cómo te quiero!
me encanta soñar,
reír y jugar
vivir y cantar
y decir que te quiero...

te quiero así
cómo te quiero!
me encanta volar
creer y amar
gritar y luchar
y decir que te quiero...

soy utopía y soy poema
soy orgasmo y soy ramera
soy sudaka y soy sin tierra
soy lustrabotas y soy mierda
soy animal y soy negro
soy campesino y soy obrera
soy longo runa y soy siembra
soy pies descalzos
lo que tu no quieras...

y te quiero!
te quiero así..
cómo te quiero!
me encanta soñar,
reír y jugar
vivir y cantar
y decir que te quiero...

te quiero así
cómo te quiero!
me encanta volar
creer y amar
gritar y luchar
y decir que te quiero...

Donde sea que estés tu familia, amigos, hermanos, compañeros te queremos.

Alegrémonos de ser mujeres; la feminidad es como un poder: Belli

Alegrémonos de ser mujeres; la feminidad es como un poder: Belli
Enviado el Jueves, 21 de Octubre del 2010 (15:04:59)
Género a debateEn su obra más reciente, Gioconda Belli invita a apreciar las posibilidades que tenemos, dice • Propone revertir la marginación que padecen las mujeres mediante la reorganización del mundo laboral

por Fabiola Palapa Quijas

En El país de las mujeres, la novela más reciente de Gioconda Belli, la escritora nicaragüense propone un gobierno de mujeres, orgullosas de su feminidad y del poder que tienen para cambiar el mundo de la política, que cada vez se aleja más de la realidad. En entrevista, la autora considera que su obra “logra hacer sentir bien a las mujeres de ser mujeres. El propósito es que nos alegremos de serlo y nos divirtamos, porque la feminidad es como un poder. El libro está hecho para celebrar ser mujeres y para apreciar las posibilidades que tenemos”.

El país de las mujeres es la obra ganadora del Premio Hispanoamericano de Novela La Otra Orilla, otorgado por Grupo Editorial Norma, y se presentó el domingo pasado en la Feria del Libro del Zócalo (México).

En la novela, la autora imagina cómo sería el mundo si fuera gobernado por mujeres, cómo cambiaría la vida de los ciudadanos no solo al tener una presidenta, cosa que ha ocurrido ya en varios países, sino en una situación en la que un partido de mujeres gobernara. ¿Qué pasaría con los hombres? ¿Cómo evolucionarían las relaciones humanas?

La autora explica que la idea de la novela surgió hace quince años, porque durante la revolución sandinista en Nicaragua hubo un grupo de mujeres que formaron el Partido de la Izquierda Erótica.

“Nos reuníamos en secreto —prosigue— para coordinar estrategias de cómo abordar los problemas de la mujeres en los diferentes lugares donde estábamos cada una ubicada. No éramos el poder, porque eso lo tenían los hombres, pero teníamos posiciones importantes”.

Para Gioconda Belli, una de las grandes necesidades del mundo es liberar el potencial femenino que ha estado sojuzgado y oprimido, porque a partir de la revolución feminista en el siglo XX las condiciones del mundo no se adaptaron a las de la mujer.

“Muchas mujeres —señala la escritora— volvieron a la posición anterior porque, en vez de liberarse, se vieron sobrecargadas no solamente en el aspecto de la maternidad, sino con el trabajo. Estuvo mal la forma en que se reorganizó el mundo con la presencia de la mujer, así que tenemos que romper con esa división entre el trabajo y la casa, y justamente eso plantea la novela”.

La autora sostiene que las utopías son algo inalcanzable, y lo que se plantea en El país de las mujeres es factible, solo se necesita hacer política en el Partido de la Izquierda Erótica (PIE) que cuenta con una página electrónica www.partidoizquierdaerotica.com, donde invita a crear un partido femenino global.

En su novela, Gioconda Belli también explora el tema de cómo perfeccionar la democracia, ya que las protagonistas de la historia se proponen educar a la sociedad para la libertad.

“La mujer es fundamental en el desarrollo y eso no lo invento yo: está comprobado. Las mujeres saben que la sociedad debe estar consciente de usar su libertad y su voto para que exista la democracia. Que la gente vote con responsabilidad, con un conocimiento de causa y no solamente se guíe por la propaganda electoral.

“En el libro quería crear un mundo donde las mujeres quisieran vivir, dónde realmente se puedan hacer las cosas bien y eso tendría impacto en la felicidad y también en conservar el planeta. La novela se enfoca en la necesidad de preocuparnos por cuidar el país, mostrar esa experiencia femenina del cuidado y que tengamos una actitud distinta a la que tenemos con la política y el Estado”.

Exilio y militancia

Gioconda Belli considera que la mujer sigue siendo marginada por las creencias acerca de su papel biológico, y para revertir esa situación plantea que la sociedad reorganice el mundo del trabajo y que las mujeres puedan ingresar al mercado laboral y que los hombres ejerzan la maternidad, como describe en la historia.

La novela transcurre en un país llamado Faguas, inventado por la escritora en la obra La mujer habitada. El lugar quiere decir fuego y agua, y de alguna manera es una metáfora alusiva a Nicaragua, pero sin ceñirse solo a esa realidad.

Belli, quien es una de las escritoras latinoamericanas más reconocidas, fue integrante del Frente Sandinista de Liberación Nacional en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza. Vivió exiliada en México y Costa Rica, y ocupó varios cargos partidarios y gubernamentales en la Revolución Sandinista, en los años 80 del siglo pasado.

Tomado de La Jornada

E-mail, la paradoja de la @


Enviado el Miércoles, 13 de Octubre del 2010
Información libreEl correo electrónico, una de las herramientas que ha revolucionado la comunicación humana, puede obstaculizarla si no se usa correctamente • El bombardeo de e-mail es uno de los factores de que padezca de estrés el 80% de las personas que laboran «conectados»

por Amaury E. del Valle

La comunicación humana ha cambiado mucho gracias al correo electrónico, desde que este se inventó casi por casualidad, al principio de la década de los 70 del pasado siglo, aunque desde años antes se venía anticipando su aparición. Fue el norteamericano Ray Tomlinson, un ingeniero de la firma Bolt Beranek y Newman, contratada por el Gobierno de Estados Unidos para construir la red Arpanet (la precursora de Internet), quien tuvo en 1971 la idea de crear un sistema para enviar y recibir mensajes por la red.

Escribió un programa llamado SNDMSG que se basaba en software usado para transferir archivos entre las máquinas diseminadas por la red, y seleccionó la arroba, que en inglés se lee «at (en tal lugar)», para especificar el destinatario del mensaje.

El «primer e-mail» fueron apenas unas letras sin sentido, «QWERTYUIOP», pulsadas en el teclado para hacer una prueba, pues Tomlinson consideraba su invento como algo cotidiano y no le dio mucha importancia.

No obstante, pronto se hizo evidente que el correo electrónico —que incluso antecedió a Internet— se convertiría en una de las revoluciones comunicativas más importantes de la humanidad.

Y también se puso de manifiesto que esas teclas pulsadas sin sentido que sirvieron a Tomlinson para enviar el primer e-mail, constituyen una costumbre que todavía siguen teniendo muchas personas cuando usan esta herramienta.

Coeficiente en baja

Según una investigación realizada hace unos años por la Universidad de Londres, el bombardeo de información que reciben hoy las personas por diferentes medios puede hacer disminuir hasta diez puntos su coeficiente intelectual, retardando su capacidad de comprensión de los acontecimientos cotidianos.

Este desgrane de todo tipo de informaciones tiene a Internet y la televisión en la cima, seguidos de los constantes correos electrónicos que reciben diariamente quienes tienen acceso a esa utilidad.

Lo interesante es que un estudio realizado por Cisco Sytem determinó que de los e-mail que recibimos día a día, el 30 por ciento son copias de otros correos que nos envían innecesariamente, son irrelevantes o no nos conciernen; mientras que el 40 por ciento no son fáciles de leer debido a su extensión o mala redacción, y el 50 por ciento de las veces habría sido mejor usar el teléfono o tener una conversación cara a cara.

Si a esto le agregamos que un usuario de correo electrónico recibe un promedio a nivel mundial de entre quince y veinte mensajes al día, y que de estos, el 90 por ciento es spam o información no deseada, se entenderá porqué instituciones como el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos, la Agencia Europea para la Salud y la Higiene en el Trabajo o el Instituto Americano del Estrés coincidan en que el bombardeo de e-mail es uno de los factores de que padezca de estrés el 80 por ciento de las personas que laboran «conectados».

No se trata de menospreciar esta importante y crucial vía de comunicación, tirando el sofá por la ventana e impidiendo el acceso a la misma, sino de usarla juiciosamente.

Quizá lo primero que deberíamos hacer todos los usuarios de correo electrónico es revisarnos nosotros mismos para ver cuántos de los mensajes que enviamos son realmente imprescindibles.

Un experto que escribía en Internet sobre el tema —Juan Carlos Jiménez, de Cograf Comunicaciones— recomienda un ejercicio muy sencillo para evaluar durante quince días el uso que le damos al correo electrónico.

Sugiere que cada persona calcule, sobre la base de todos los e-mail que recibe en esa etapa, cuántos fueron pertinentes, cuántos copias innecesarias, los que enviamos y las respuestas que pedimos, así como las aclaratorias que tuvimos que hacer para que el destinatario entendiera qué quisimos decir en el primer mensaje original.

Esta mirada hacia nuestro buzón quizá nos revele cuán preparados estamos para la comunicación escrita electrónica, que no es lo mismo que saber escribir, y además la cantidad de tiempo que perdemos en ella.

¿Cuánto cuesta?

Un grupo de investigadores venezolanos hicieron un estudio en una empresa de su país para determinar cuál era el costo del uso del correo electrónico por los empleados, lo cual arrojó que anualmente esa entidad de 480 empleados perdía anualmente nada menos que 4,8 millones de dólares por ese concepto.

Aparentemente difícil, en realidad para calcular el costo de esas lecturas utilizaron la fórmula: ERD x (T1 + T2) x SD x NE.

En esta, ERD es la cantidad de mensajes recibidos diariamente, sin incluir correos basura o que no tienen que ver con el trabajo; T1 es el tiempo promedio de lectura de cada mensaje; T2 es el tiempo promedio de recuperación de la labor anterior por la interrupción que un e-mail puede significar; SD es el promedio del salario diario de los empleados de la empresa llevado a minutos y NE es el número de empleados con correo electrónico.

En su investigación encontraron que el promedio de comunicaciones electrónicas era de unas cuarenta al día, el tiempo de lectura y de recuperación de la interrupción lo redondearon a dos minutos, y el salario promedio diario llevado a minutos, dividiendo lo que devenga al día entre la cantidad de minutos laborables, era de 0,50 centavos.

Solo con ello se reveló, por ejemplo, que cada empleado pasaba un promedio de una hora y 20 minutos diariamente leyendo e-mails, o que el costo promedio de leer un correo y volver a seguir en su trabajo era de un dólar.

Y cuando la fórmula comenzó a aplicarse, las cifras de pérdidas fueron mucho más astronómicas.

Los autores del estudio coinciden en señalar que a lo anterior habría que agregarle, por ejemplo, el tiempo que se demora en responder en chats, redes sociales y demás; pero que también habría que calcular los indudables beneficios que trae la inmediatez y fiabilidad del correo electrónico para las comunicaciones.

La aplicación de la fórmula no fue un pretexto para denigrar de la @, sino para alertar sobre la importancia de utilizarla bien.

Dolorosas cadenas electrónicas

Olvidar que la comunicación escrita no transmite lo mismo que la oral, que lo escrito en un correo electrónico no siempre es lo que sus destinatarios leen, o que la mitad de las veces quienes lo reciben no logran distinguir entre un sarcasmo y un mensaje serio, puede ocasionar serios problemas a quien trabaja necesariamente prendido al e-mail.

Un pecado mayor es sobrestimar nuestra capacidad de transmitir la intención, el tono y la pertinencia del propósito de la comunicación en un mensaje escrito, cuando una simple comunicación telefónica nos puede ahorrar malos entendidos.

Y peor aún es seguirles el juego a quienes se dedican a enviar múltiples «mensajes cadena», anunciando desde el próximo fin del mundo, hasta fortunas milagrosas o fórmulas mágicas para la buena suerte, que en realidad esconden mecanismos para apoderarse de direcciones de correo electrónico y después inundarnos con spam.

Es imposible negar que el invento de Tomlinson es hoy imprescindible, y lejos de limitar su uso debe fomentarse, pues trae beneficios de todo tipo.

No obstante, nunca estará de más, cuando decidamos escribir un nuevo mensaje, recordar ser concretos, directos o evitar el reenvío innecesario de e-mails no pertinentes, para que cada nuevo mensaje sea una bendición y no un dolor de cabeza más.

Tomado de Juventud Rebelde

Entrevista al escritor uruguayo-cubano Daniel Chavarría



por Liliana Rodríguez

Autor de Joy, su primera novela, uno de los títulos que le confirieron el lugar privilegiado que ocupa hoy en la narrativa latinoamericana, Daniel Chavarría —el escritor cubano, ciudadano uruguayo, como él mismo aclara— colocó la literatura policíaca cubana hace poco más de treinta años en una posición igualmente destacada. Radicado en nuestro país desde 1969, Chavarría es el responsable también de textos como Allá ellos, El ojo Dindymenio, Adiós muchachos, El rojo en la pluma del loro y Viudas de sangre, obras por las cuales obtuvo los premios Dashiell Hammett, en 1992, certamen dedicado a la novela de misterio; Premio Planeta-Joaquín Mortiz, en 1993; Premio Edgar Allan Poe, New York, 2002; Premio Casa de las Américas, 2000 y el Alejo Carpentier, en 2004, respectivamente.

¿Cuándo y en qué circunstancias comienzan los lazos que lo unen a Cuba?

—Mis vínculos con Cuba tienen varios puntos culminantes. Comenzó desde el propio 1959, en que la célula donde militaba en el Partido Comunista Uruguayo me encargó tareas de solidaridad con la Revolución y eso me permitió una hermosa amistad con muchos valiosos compañeros. Estaba alfabetizando en Brasil en 1964, cuando un golpe de Estado dio al traste con mi tarea, además de acusarme y perseguirme como agitador comunista “cubano”. Y en 1969 estaba trabajando en Colombia, cuando una delación sobre mis relaciones con un movimiento guerrillero me trajo a refugiarme en Cuba, como puerto definitivo.

»He vivido aquí más tiempo que en ninguna otra parte y me siento orgulloso de poder asegurar, como Henry Reeve, que un hombre no es del sitio donde nació ni de aquellos en que vivió, sino del lugar en que elige morir».

Alguna vez comentó que al principio le había sido un poco difícil publicar lo que escribía; sin embargo, cada vez que presenta un nuevo libro, solo con mencionar “Daniel Chavarría”, una buena cantidad de personas acuden a su encuentro.

—En efecto, mi vocación chocó contra la dificultad de publicar. Y “al principio” se refiere a los primeros intentos juveniles que escribí en Uruguay. Después se volvió mucho peor y tuve mayores limitaciones porque debía ganarme la vida y mantener una familia en pleno capitalismo. Cuando me radiqué en Cuba, cambió todo: tenía seguridad económica y social, trabajo y sustento dignos, suficiente tiempo libre y, además, descubrí la novela política de aventuras, género de origen soviético que me permitió escribir la primera novela latinoamericana de espionaje. Hasta entonces, en Occidente los temas de intriga internacional habían sido monopolio de los anglosajones y culminaron con la elegante patraña deliciosamente actuada en cine por Sean Connery en el papel de James Bond, agente 007.

»Cuba me brindaba, además, su enfrentamiento radical, histórico, innegable a los aparatos de seguridad imperialistas, como no lo hacía ningún país occidental, cuyos espías eran simples lacayos y correveidiles de los EE.UU. Así surgieron personajes que no hablaban en inglés, tomaban ron, bailaban ritmos caribeños, eran consumados karatecas y, gracias a la ayuda de la KGB, estaban al día con las técnicas más modernas de su profesión.

»Joy, mi primera novela, ganó el Concurso del Ministerio del Interior (MININT) en 1977. Así comenzó mi vida de escritor, que el público ha seguido con creciente interés.

Hace algunos meses tuve la oportunidad de escucharlo leer “Por culpa de un jodido bicho español”, un texto que narra la historia del terrorista salvadoreño que colocó bombas en varios hoteles de la capital cubana. Esas, comentó a posteriori, fueron algunas de las agresiones físicas que el imperialismo lanzó contra nuestro país. Sin embargo, en estos días nuevos ataques se ciñen contra Cuba…

—Y también contra todo el planeta, lo que compromete a la Humanidad en pleno. La Jiribilla ha sido tan amable de publicarme varios artículos de denuncia sobre la guerra nuclear y de adhesión a los planteamientos del Comandante en Jefe.

¿Qué le interesa destacar hoy a través de sus relatos?

—Ahora, con setenta y siete años, trato de escribir en exclusiva para el público cubano y la izquierda de Latinoamérica. Aparte de hacer algunos artículos políticos, termino una de esas novelas que entremezclan varias situaciones y ambientes. Diría que ratifico mi vocación de hacer más claros los temas que toco, facilitar la comprensión de hechos y personalidades. Vaya, que de cierta manera he seguido apegado a mi vieja condición de docente.

Tomado de La Jiribilla

EDUARDO GALEANO: KIRCHNER FUE "UN FUEGO DIFICIL DE APAGAR"

El escritor Eduardo Galeano, que se encuentra en Tucumán ofreciendo un ciclo de charlas, reflexionó sobre la muerte de Néstor Kirchner y dijo que el ex presidente fue "uno de esos fuegos difíciles de apagar".

Consultado hoy sobre la desaparición física de Kirchner, el destacado escritor uruguayo señaló que "según me dijeron en la costa colombiana, un hombre viejo, pobre, pescador negro pudo subir al alto cielo y desde el alto cielo vio la tierra".

"A la vuelta contó y dijo que los humanitos somos un mar de fuegos, hay fuegos grandes, fuegos chicos y fuegos de todos los colores".

"Ningún fuego es igual a otro fuego. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros fuegos arden la vida con tantas ganas que no se pueden mirar sin parpadear y quien se acerca se enciende".

"Néstor Kirchner fue uno de esos fuegos y será difícil apagarlo".

La llegada a América: mujer y ambiente / La Ventana

La llegada a América: mujer y ambiente
Enviado el Martes, 26 de Octubre del 2010 (14:45:40)
Un examen de algunos textos del siglo XIX desde la perspectiva de cómo se percibe el ambiente que fue “América”, bien como forastero (por primera vez), o bien como el regreso al hogar de un nativo

por Catharina Vallejo

Comienzo, necesariamente, con la definición de “ambiente”; el Diccionario de la Real Academia Española da como acepciones: «1) lo que rodea un cuerpo. 2) Aire o atmósfera. 3) Condiciones o circunstancias físicas, sociales, económicas, etc., de un lugar, de una colectividad o de una época». He enfocado este breve estudio desde el conjunto de las tres definiciones: las circunstancias físicas, lo que rodea un cuerpo —es decir, en una primera instancia: el ambiente natural.

Según lo explica Alfred North Whitehead en su estudio sobre el concepto de la naturaleza, ese ambiente se percibe a través de los sentidos, y para concientizar los sentidos, la percepción se constituye en evento, en el que la persona se posiciona. Desde los tiempos de la filosofía griega, a ese “ambiente”, a la naturaleza, se le ha adscrito cualidades metafísicas o simbólicas que han quedado sin cuestionar; y en tal función se la ha visto como femenina; ocurre con frecuencia una “generización” que muchas veces se opera en conjunto con “nación” o/y “patria” —tierra a la que hay que conquistar y luego deber lealtad.

Los textos que testimonian la América desde el principio le otorgan feminidad simbólica. Un ejemplo de mediados siglo XIX (1847), es el conocido poema épico/patriótico del argentino José Mármol titulado “Cantos del peregrino”. Sin duda muchos de ustedes recuerdan otros textos similares. En estos domina la conceptualización del ambiente natural, la carga cerebral, metafísica y espiritual otorgada desde la cultura, de potencia limitada y predeterminada por prescrita, y comunicables solo a través de los pensamientos articulados en palabras.

En este trabajo he querido examinar algunos textos del siglo XIX desde la perspectiva de cómo se percibe el ambiente (ambiente natural) que fue “América” —a través de los sentidos, circunscrita por las limitaciones “naturales”, es decir físicas, del cuerpo humano, y cómo se expresa esa percepción, en textos, es decir a través de la cultura, textos escritos desde el punto de vista de un viajero que llega a sus costas— bien como forastero (por primera vez), o bien como el regreso al hogar de un nativo.

Dados los múltiples puntos posibles (puntos geográficos, de perspectiva y temporales), he debido limitarme y seleccioné la costa caribeña de Colombia, los puertos y la región circundante. Son numerosos los textos que existen de viajeros, artistas, poetas, exploradores que se aventuraron en la región de Cartagena o Santa Marta, subiendo —o bajando— el río Magdalena. El maravilloso sitio de la Biblioteca Luis Ángel Arango en la red tiene listas de viajeros y sus textos, por ejemplo Alejandro de Humboldt, y un conde francés, Gaspard Théodore de Mollien, un poco más tarde —ambos textos científicos que establecen espacios, lugares de percepción y de subjetividad que me interesan clarificar/ establecer en este trabajo.

¿Qué ven? ¿Desde qué posición? ¿Qué sienten al llegar? ¿Qué opinan sobre ese ambiente tan imponente que es la costa de América?

El primer relato del siglo XIX es el de Alejandro de Humboldt. En ese viaje de 1800, cuya narración ocupa un capítulo en los cinco volúmenes de su Narrativa personal de los Viajes a las regiones equinocciales de América…, se dirige Humboldt a Cartagena desde La Habana. Su relato, dominado por un ambiente natural violento, abundante, exótico y prolífero, se presenta como singularmente desierto de género como expresión explícita: no hay tierra fértil, pocas flores, aunque sí listas de plantas y árboles con sus nombres científicos. Aparte de la tripulación de su barco, los únicos hombres son zambos o esclavos cimarrones.

Llama la atención, sin embargo, que en dos breves momentos aparecen las mujeres, aunque sea como referencia indirecta: una anécdota citada de Pedro Cieza de León, quien admiraba a las mujeres de la región, pero que consideraba que estas tenían demasiado trato con el diablo; y otra anécdota sobre una mujer que supuestamente maniató a su marido y lo tiró en una plantación de cacto —acción clasificada como una inmoralidad, perversa y diabólica.

La posición de Humboldt se expresa, podría decirse, como “sujeto” del ambiente, es decir, de dominio sobre el mismo; hay pocos verbos de percepción física o de sentido corporal; abundan verbos de observación, de conocimiento, de opinión, de decisión sobre los significados de los fenómenos del ambiente, que se expresan en la primera persona del singular: «yo observé», «opino», «sé», «deduzco», «decidí que»… En todo se nota el explorador, el primer viajero, el primer civilizado (científico) en un ambiente explícitamente conceptualizado como ‘salvaje’ —aunque no generizado femenino…

A Humboldt también le advierten algunos zambos que no se adentre en la selva, por el peligro que presenta la presencia de serpientes muy grandes —animal bíblicamente asociado con la mujer— peligro que él descarta por considerarlo cuento vengativo por parte de los zambos.

Entre 1822 y 23, el conde francés Gaspard Théodore de Mollien viajó por la misma región, y llegó a la Nueva Granada por la misma costa. Es sumamente interesante notar que su texto, aun traducido al inglés, sí lleva rasgos genéricos muy claros en sus referencias al ambiente natural: los valles son femeninos, se adornan con todas las gracias imaginables, los vientos del desierto —masculinos— se purifican en las montañas y de ahí dominan los valles, mientras de las faldas —femeninas, pues— de las montañas fluyen los riachuelos que «masculinamente fertilizarán los valles».

La tierra, concluye el conde de Mollien, produce cosecha abundante, su “seno” contiene riquezas inmensas. También este viajero se considera ser —o declara que el viajero puede imaginarse como— el primer ser humano en pisar ese ambiente. La soledad profunda, los bosques impenetrables, las montañas inaccesibles, la naturaleza animal solitaria —todo, en breve, tan “salvaje” como cuando llegaron allí los españoles— descartando cual(es)quier(a) otro(s) habitante(s).

También es interesante notar que ambos viajeros —Humboldt y Mollien— experimentan dificultades para llegar a la costa de Cartagena; sufren un ambiente repleto de vientos, ráfagas de lluvia fuertes, mar bravo, y peligros de naufragar bajo capitanes pocos aventureros. Humboldt describe en detalle los varios momentos de aterrizar en diferentes puntos, cuyas condiciones él analiza científicamente, y los presenta como eventos que provocan miedo, todos llenos de peligros necesitados de conquista por el hombre.

La “generización” femenina del ambiente natural de esta región se intensifica en la época romántica —fenómeno bastante estudiado—. De esa época hay varias muestras, tanto creativas como históricas.

Trataré el ambiente natural en la novela de Jorge Isaacs, María —publicada en 1867— en dos momentos, los que ambos cuentan la llegada del personaje principal —Efraín— al valle del Cauca. En las primeras páginas de la novela, el narrador ficcional no sólo llama “virgen” a la naturaleza, también le atribuye la capacidad de provocar placer y acomodar hospitalariamente a un extranjero/ viajero/ huésped: «al estrecharme [su madre] en los brazos y acercarme a su pecho, una sombra me cubrió los ojos: el supremo placer que conmovía a una naturaleza virgen. Aquella naturaleza parecía ostentar toda la hermosura de sus noches, como para recibir a un huésped amigo» (6).

Luego, al internarse en la montaña, Efraín, dice, «la hallé [a la montaña] fresca y temblorosa bajo las caricias de las últimas auras de la noche» (13) —en “sensualización” evidente de la naturaleza ambiente—. Aquí también Efraín ofrece listas de plantas, aunque en esta novela, al no presentar los nombres científicos sino los comunes, el vocabulario se humaniza y de nuevo se sensualiza: «un lecho de peñascos afelpados de musgos, orlados en la ribera por iracales, […] plumajes sedosos y semilleros de color de púrpura […] un cedro corpulento, […] floridas parásitas, […] campanillas azules y tornasoladas […]. Una vegetación exuberante y altiva…» (14).

Esta caminata por el ambiente natural por parte de Efraín no simplemente le hace pensar en María; se convierten en la voz y la persona de la muchacha:
    Aquellas soledades, sus bosques silenciosos, sus flores, sus aves y sus aguas, ¿por qué me hablaban de ella? ¿Qué había allí de María? En las sombras húmedas, en la brisa que movía los follajes, en el rumor del río… Era que veía el Edén, pero faltaba ella; era que no podía dejar de amarla […]. Y aspiraba el perfume del ramo de azucenas silvestres… (15).
Pues ya se estableció la identidad entre María y naturaleza, mujer y ambiente natural, identidad que se continuará afirmando a lo largo del relato.

Así, al final de la novela, de nuevo se establece la identidad de la serie mujer-elementos naturales-América-patria. Durante su estancia en Londres, en una carta que le envía María, Efraín recibe pétalos secados de una rosa: «¡Rosales del huerto de mis amores! … ¡Montañas americanas, montañas mías!…» (131).

Como bien sabemos, Isaacs le hace regresar a Efraín en un intento de ver a María antes de que la muerte le alcance a esta. Llega él a la costa colombiana en un mar tranquilo, pero es el viaje en piragua por el río e internado en la selva en camino al valle del Cauca, donde de nuevo se salvajiza, se feminiza, se sensualiza y se exotiza el ambiente: «De allí para adelante las selvas de las riberas fueron ganando en majestad y galanura… palmeras, […] de flexible tallo e inquieto plumaje, por un no sé qué de coqueto y virginal que recuerda talles seductores y esquivos […]. La navegación iba haciéndose cada vez más penosa» (138).

Recordando a Humboldt, su serpiente y la relación de esta con la mujer, notamos que el guía que lleva a Efraín por el río le enseña una serpiente enorme «gruesa como brazo fornido» (139), de cuya fiereza y poder les informa una «negra joven» (140) que viajará con ellos en la piragua. Se hace muy claro una demonización de lo femenino.

Hasta aquí, como ocurre en muchos casos, hemos visto —porque es lo que hay— textos escritos por hombres —fácticos y ficticios— haciendo de la percepción sensorial del ambiente por parte del hombre una conceptualización simbólica generizada. Frente a aquel dominio masculino del lenguaje, de la percepción, del conocimiento y sentimiento, de la simbolización del ambiente natural, ¿qué puede hacer la/una mujer?

Para comenzar esa reflexión, volvemos a lo ficcional —una novela escrita por Soledad Acosta de Samper titulada Una holandesa en América, publicada en 1876, tan solo nueve años después de María y cuya acción tiene lugar a mediados del siglo XIX. Trataré específicamente la llegada de Lucía, esa “holandesa” a América, a la misma costa, en un episodio narrado desde el “yo” también ficcionalizado de un “diario” que mantiene este personaje en la novela; de nuevo, pues, una voz de sujeto ficcional.

La primera vislumbre que tiene Lucía de la costa americana es Martinica —y pensemos en Colón y su primera llegada a tierras americanas en las islas cercanas—. Desde la distancia del barco hacia la costa de esta isla, su pensamiento sigue el tradicional: de América como madre, patria, interlocutora del diálogo: «—¡América, América —pensé— yo te saludo! Tú serás mi patria y en ti fundo todas las esperanzas de mi vida; sobre tu maternal regazo han nacido todos mis hermanos, y en tus entrañas encierras la tumba de mi madre; te saludo, ¡oh América! Y te amo…» (103).

Pocas páginas después, es un señor pasajero que le recuerda —o le inculca— un lazo temporal y genérico (masculino) entre el puerto de Santa Marta y la conquista española, al mencionar que entre ese momento y la llegada de la holandesa mediaban exactamente 300 años (106). La holandesa, sin embargo, al acercarse a la costa colombiana y ver la Sierra Nevada de Santa Marta que se destaca sobre las nubes, ver las casas sobre las faldas de los cerros,
    magníficas arboledas de mangos, guayabos, altas y enhiestas palmeras, frondosos platanares y veinte clases de árboles frutales más…, dirige su diálogo no ya a la naturaleza misma, sino a los co-viajeros: “No cesaba de pedir explicaciones acerca de cuanto veía, pues todo era para mí nuevo, sonriente, encantador y aún más bello de cuanto había leído y soñado”. (103).
Se comienza aquí a ver lo que Alfred Whitehead teoriza sobre la naturaleza: esta es lo que observamos y percibimos a través de los sentidos (3); aquí la percepción del ambiente se presenta casi como un regreso al inicio, antes de la mitologización, a flor de cuerpo, por así decir. Lucía expresa esa percepción sensorial y llega a “naturales” consecuencias sentidas:
    ¡Oh tierra privilegiada! ¡Cuánto se debe de amar en esta atmósfera que convida a vivir, a gozar y a ser dichoso! Pero al mismo tiempo, en medio de una naturaleza eternamente bella y fresca, la idea de llegar a la vejez y de perder los sentidos, que hacen gozar tanto con los objetos que se ofrecen a la vista, al olfato y al oído, debe de ser mucho más penosa que en otros países, donde el pensamiento de la decadencia y de la muerte se presenta cada año con la llegada del invierno que lo marchita todo y hace caer las hojas de los árboles y secar las hierbas de los prados (105).
Se presenta la realidad de América como presencia ante los cinco sentidos, y al mismo tiempo como trayecto temporal lineal, mientras en “otros países” —europeos, se supone— se presenta en un tiempo cíclico que prepara a los seres humanos para la decadencia inevitable. Es notable en este pasaje la intrusión del elemento temporal del ambiente como existencia vital, y en tanto “América”.

Para la llegada de Lucía a la tierra firme de América desde el mar, también ella, como Humboldt y Théodore, tiene que aguantar una breve tormenta en el mar, pero su reacción es distinta a la de los exploradores (masculinos) anteriores:
    Deseosa de presenciar un espectáculo que tantas veces había oído describir y que frecuentemente veía desde tierra en Holanda, y considerando al mar más como a un amigo que como enemigo, al empezar la borrasca no quise buscar el abrigo del camarote, sino que permanecí sobre cubierta en unión de Mercedes, la cual se entusiasmaba siempre delante del peligro, y escuchaba… el bramar de las olas y la imponente música del viento entre las cuerdas y palos desnudos del azotado navío. Apoyadas contra el palo mayor y abrazadas para no caernos, nos pusimos a contemplar la lucha de la débil embarcación (107).
Mientras aún siguen impresionando las sensaciones físicas —oyen, tambalean y ven— a su conclusión se añade una dimensión espiritual a la percepción del paisaje, no genérica ni temporal sino una oposición entre la realidad y lo poético: «A su regreso, Lucía no tuvo ya ocasión de admirar el paisaje que tan poético le había parecido esa mañana, porque el sofocante calor y los mosquitos que se arrojaron sobre ellos, no le dieron un momento de tregua…» (114).

La misma autora de la novela, Soledad Acosta de Samper, en un viaje que hizo a la Suiza a mediados del siglo XIX, y cuyo relato publicó en los periódicos de Bogotá en los mismos años en los que publicó a novela, subraya numerosas veces esa relación, oponiendo lo poético no solo a la realidad, sino a lo civilizado: semejante a Lucía en Santa Marta, contempla Acosta a Ginebra en una barca desde la mitad del lago; encuentra la vista desde allí —lejos, panorámica: «bellísima», pero, sigue diciendo, «se oía a lo lejos la voz de la civilización, quitando así mucho de su poesía a la admirable escena…» (#25, oct 1, 1879 pág. 112)— y repite varias veces esta comparación.

Así lo que llega a dominar en Suiza es la civilización, no el ambiente natural; ya el hombre lo ha domado completamente. En Lucerna Acosta presenta otra experiencia similar a la de Lucía en América: se embarcan al lago, donde
    se levantan… tempestades repentinas que sacuden sus olas espumosas remedando un pequeño mar embravecido. Una corta borrasca nos acometió en medio del lago, y el barquito subía y bajaba entre sus blancas olas, balanceándonos como un leve madero…; esta escena nos encantó sin darnos cuidado, pues íbamos costeando sin el menor peligro (212).
Precisamente, es notable cómo en este relato del viaje por Suiza para conocer y admirar su naturaleza —relato de un viaje hecho en la realidad, como el de Humboldt— dominan las obras hechas por el hombre; la civilización está aún en las montañas de difícil acceso: se había hecho «una excavación. . . en las entrañas de la montaña para facilitar el camino…» (136); casi todos los trayectos los pasan en transporte “facilitado”: mulas ensilladas, diligencia, barco, tren, «cómoda berlina» (212). Cuando caminan, se sienten como «peregrinos, apoyados en nuestros bastones… o como pastores de Arcadia…» (256).

El viaje por esas tierras es civilizado, una gira programada según el tiempo disponible, y «el viajero, como el judío errante, tiene que seguir su marcha sin descanso, si no quiere destruir todos sus cálculos de viaje» (257).

Aquí de nuevo es notable cómo Acosta relaciona el espectáculo de una catarata con el tiempo: «El mugiente torbellino que sin cesar se precipita, cae, brama y huye sin detenerse nunca, sin apocarse jamás, ni suspender un segundo su curso desordenado. Es la imagen del tiempo que nunca podremos recobrar si lo gastamos sin fruto» (258-259). Así también, la memoria de su propio país —la «querida patria» (135)— no le llega a través de los sentidos del ambiente, sino como un momento de tiempo cuando señala el día de la patria en Colombia (julio 20).

En este recorrido selectivo y somero que acabo de hacer se han visto ciertas diferencias entre la perspectiva masculina —el científico de principios del siglo XIX y el escritor romántico— y la femenina —un personaje en una novela fuera del romanticismo, y en un viaje de descubrimiento de una escritora. A través de esta, vemos un “retorno” a la percepción del ambiente dominada por los sentidos, pero asimismo presenta un viraje hacia una conciencia temporal de ese ambiente —espacio— natural. En Acosta de Samper la naturaleza sigue siendo un ambiente no simbolizado en la mujer, en efecto, un ambiente sin género, pero sí, como imagen de la modernidad, en un conjunto temporal y no poético.

-------------------------------

Obras citadas

Acosta de Samper, Soledad. Una holandesa en América. [1876] La Habana/Bogotá: Casa de las Américas/Eds Uniandes, 2007.

Acosta de Samper, Soledad. “Recuerdos de Suiza”. La mujer. Bogotá. Tomo III, oct.187 – Abril 1880.

Isaacs, Jorge. María. [1867] México: Porrúa, 1988.

Mármol, José. Cantos del peregrino. [1844] Buenos Aires: Eds Estrada.

North Whitehead, Alfred. The Concept of Nature [1920]. Amherst NY: Prometheus Books, 2004.

Théodore, Gaspard, Travels in the Republic of Colombia: in the years 1822 and 1823 [1824].

Von Humboldt, Alexander. Viaje a las regions equinocciales del Nuevo continente… 1799-1804. Caracas: Es. Técnica industrial… 1941-1942. 5 vols.

Con este artículo continuamos una nueva temporada de reflexiones, esta vez sobre el tema de género y medio ambiente, con trabajos presentados en la edición 2010 del Coloquio Internacional Mujeres y ambiente en la historia y la cultura latinoamericanas y caribeñas, organizado, como cada año, por el Programa de Estudios de la Mujer en la Casa de las Américas.

jueves, octubre 28, 2010

Santiago Feliu: Un puente musical de Cuba

Un puente musical de Cuba (*)

Osmel Almaguer

Santiago Feliú en concierto.

HAVANA TIMES, Oct. 28 — Santiago Feliu es integrante del movimiento de la Nueva Trova, aunque por afinidades generacionales ha sido identificado como parte de la Novísima Trova.

Es cantante, guitarrista, productor y compositor. Domina además el bajo, la batería, la percusión menor, el piano y la armónica.

Discípulo de Silvio Rodríguez y aprendiz de los amigos de su hermano Vicente, desde bien temprano la música llegó a su vida. Ya con trece años conoció a muchos de los músicos que le acompañarían en los escenarios.

Comienza a tomar la guitarra en una alineación derecha a pesar de su condición de zurdo, sentando las bases para sus peculiares e innovadoras melodías. Se acerca vehementemente al cine, en escapadas del ambiente cargado de su hogar.

Lee a clásicos como Herman Hesse, Michael Ende y Franz Kafka, de cuyas obras fue permeando las letras de sus canciones. Escuchó a los grandes exponentes de la música clásica (Beethoven, Mozart, etc.) y a Juan Formell, tildado por algunos como el “Mozart de Cuba.”

Alguien lo llamó alguna vez “un hippie en el comunismo.” Y creo que no encontró una manera mejor de definir su espíritu. De la melancolía a la esperanza, descubriendo la poesía en lo que le rodea, suele ser escuchado por esos que desean que les hablen, que compartan su dolor existencial y el peso que implica conocer la Historia.

Su orientación izquierdista aparece bien metabolizada en las letras de sus canciones, lo que las aleja del panfleto político, y las acerca más al sentido de la vida, al existir humano, a la Historia y a cuestiones como la revolución, la evolución, la guerra o el tiempo mismo.

Santiago Feliú en concierto.

Su tema más conocido, todo un clásico de la Trova cubana, se titula Para Bárbara, y fue inspirado por un matrimonio que duró tan solo ocho meses. De él nació su hijo Adriano, quien ya se incluye en la corriente de la canción “novísima.”

El trabajo de guitarra que introduce en sus canciones, trasciende el mero acompañamiento de las canciones trovadorescas. Con la armónica enfatiza los sentimientos que quiere expresar, ejecutando, en ocasiones, conmovedores solos entre estrofa y estrofa.

Ha grabado los discos Vida (1986), Trovadores (1987), Para mañana (1988), Náuseas de Fin de Siglo (Estudio, 1991), Náuseas de Fin de Siglo (En vivo, 1994), Ansias del Alba (Con Vicente Feliu, 1997), Futuro Inmediato (1999), Santiago Feliu (En vivo, 2000), Entre Otros (Junto a Noel Nicola, 2002), Sin Julieta (2002) y Ay, La Vida (2010).

Para Bárbara

CD Náuseas de Fin de Siglo

La letra de esta canción se encuentra llena de poesía. Los sentidos de las palabras intentan viajar a lo infinito, a una cosmovisión, a un estado de gracia universal, nacido de una relación corta pero a todas luces muy intensa con su esposa.

Siento que tus destellos ahogan mi brisa / mi brisa que presiento inagotable azul infinita / límpida brisa / de lirismo inagotable / soplo de sueños / que en mi verso / se derrama.

Si de mi voz florece / la canción / motivo de / tu dar / si de tus ojos nace / la bondad / de abrirme en el verso / un palpitar / no me dejes ir.

La letra se desarrolla sin contar una historia. Más bien es una alegoría, un acercamiento a la inspiración que ciertas cosas o personas nos producen. Al diálogo de retroalimentación que solemos mantener con ellas.

Pero esta relación no es siempre positiva, no avanza uniformemente, sino que se encuentra plagada de contradicciones. Un destello, si es demasiado fuerte, puede producir ceguera momentánea en el observador.

Santiago Feliú en concierto.

Así sucede con cada cosa en este mundo. Todo tiene aspectos positivos y negativos.

Que un destello ahogue su brisa, puede parecer un disparate, si lo entendemos en sentido directo. No obstante, se trata de un recurso poético conocido como sinestesia, mediante el cual un sentido, en este caso el de la visión, es asociado con otro para crear un efecto de belleza y/o comunicar un sentimiento, idea o impresión.

Cuando Santiago le habla a Bárbara, parece estarle hablando a la creación misma, que es la que provoca, a través de esa contradicción que mencionaba más arriba, el estado de inspiración y armonía con el mundo.

Por eso la canción nace de esa bondad de “abrirte en el pecho un palpitar” (o sea, provocarle sentimientos), y es como un soplo, algo inapresable que deja la sensación de haberse ido sin alcanzar su definición mejor*.

Sin embargo, su relación con bárbara (o su musa) no fluye en un único sentido. También los destellos del cantante ahogan la brisa de ella, que es inagotable, y como la de él, azul, infinita, al derramarse en la canción.

Por eso el autor no considera su voz como patrimonio privado, sino más bien como el resultado de una relación con la creación, con la mujer, con el mundo, y con la vida. Entonces, de alguna manera, él pasa de creador a creado, y le pide, en esta su canción, que ya no es tanto de él sino también de ella y de todos, que no lo deje ir, que no deje escapar ese momento tan preciso e importante.

La relación con su esposa se redimensiona a partir de su condición de inspiradora de esta canción, que ha sido parte de todos nosotros, porque Santiago así lo soñó.

**Referencia al poema de José Lezama Lima “Ah, que tú escapes”… en el momento en el que alcanzas tu definición mejor…; sobre el acto mismo de la creación poética.

Néstor Kirchner: legados y desafíos

27 Octubre 2010

Es indiscutible que la inesperada y prematura desaparición de Néstor Kirchner tendrá un enorme impacto sobre la vida política argentina. Sucintamente podría decirse, primero, que con él desaparece el político más influyente de la Argentina, el que marcaba la agenda de la discusión pública y el ritmo de la vida política nacional.

Segundo, que durante su gestión como presidente cambió el rumbo por el que venía transitando la Argentina -muy especialmente en materia de derechos humanos y política internacional, pero también con una ejemplar renovación de la Corte Suprema, reparando las vejaciones que en este rubro, como en tantos otros, había cometido el menemismo.

Tercero: desaparece con su muerte el único que reunía las condiciones requeridas para contener, como ningún otro, la compleja y turbulenta realidad del peronismo, cuyas pugnas internas en épocas pasadas sumieron al país en gravísimas crisis institucionales. Este tal vez sea el más serio desafío con el que tendrá que lidiar la presidenta.

Cuarto, su muerte la priva de una compañía irreemplazable: durante décadas Néstor Kirchner no sólo militó codo a codo con ella sino que también fue su consejero, aliado y confidente. Su desaparición deja un vacío muy grande en la Casa Rosada.

Pero, contrariamente a muchas malintencionadas especulaciones expresadas en estas horas, la presidenta es una política hecha y derecha y, además, una mujer de mucho temple y carácter y que seguramente sabrá sobreponerse a su inmenso dolor y honrar la memoria del ex -presidente manteniendo con firmeza en sus manos el timón del Estado y evitando que al interior del PJ se desencadene una feroz pelea por la sucesión. Nada autoriza a pensar en un paralelismo entre su situación y la de Isabel Martínez de Perón ante la muerte de su esposo, en 1974.

Esta no reunía las menores condiciones para gobernar la Argentina, no tenía trayectoria política alguna y el país se hallaba en una situación incomparablemente distinta a la actual, donde la presencia de militares fascistas era el dato más significativo de aquella coyuntura. La de hoy es completamente distinta en todas y cada una de aquellas dimensiones.

De todos modos, para responder a los desafíos del momento Cristina Fernández tendrá que contar con mucho apoyo, reforzar su articulación con las clases y capas populares mediante la rápida implementación de políticas sociales y económicas más efectivas (y, en algunos casos, largamente demoradas) y, sobre todo, mantener a raya a los aparatos que se arrogan una representación popular que en realidad no tienen y que pueden interferir negativamente en el crucial último año de su mandato y en sus perspectivas electorales.

La Argentina se asoma a una nueva etapa signada por la ausencia del ex -presidente: el asesinato de Mariano Ferreyra ya había iniciado este proceso; la muerte de Néstor Kirchner lo acelera y profundiza aún más.
www.atilioboron.com

miércoles, octubre 27, 2010

Unasur señala que muerte de Néstor Kirchner priva a la región de un líder clave

spacer

Los países miembros de la Unasur expresaron su más profunda condolencias a los familiares del fallecido ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner. Aseguraron que la desaparición física del también Secretario general de la Unión ''priva a América Latina de un líder clave en la construcción de una región sin exclusiones''.


spacer
TeleSUR _ Hace: 01 hora
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) manifestó este miércoles que la muerte del secretario general del organismo y ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner priva a Latinoamérica "de un líder clave en la construcción de una región sin exclusiones".

El fallecimiento del ex mandatario argentino, a consecuencia de un infarto fulminante, "priva a América Latina de un líder clave en la construcción de una región sin exclusiones", señaló un comunicado del bloque.

El documento fue emitido por la Presidencia de la Unasur, actualmente en manos del jefe de Estado ecuatoriano, Rafael Correa.

"Expresamos nuestra más profunda condolencia y un saludo fraterno a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a sus hijos, familiares, así como al pueblo argentino, la total solidaridad en estos difíciles momentos", señaló un comunicado de la Unión.

El comunicado recordó la lucha emprendida por Kirchner por los cambios en su país y también en la región.

Además "trabajó desde distintas instancias por la justicia social, la equidad, la democracia y la integración".

Del mismo modo, los países miembros del organismo suramericano manifestaron que durante la corta permanencia del ex presidente argentino, participó en momentos decisivos para la región.

Entre las instancias decisivas se encuentran: "el acercamiento entre los países hermanos de Colombia y Venezuela, la defensa de la democracia ante el intento de golpe de Estado en Ecuador y la implementación de la cláusula democrática para América del Sur", agregó el documento firmado por la Unión.

El pasado 4 de mayo, Néstor Kirchner fue designado como el titular de la Secretaría General de la Unasur, este hecho se dio durante la reunión extraordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado, celebrado en Los Cardales, provincia de Buenos Aires.

En declaraciones a teleSUR, el canciller Ricardo Patiño estimó que para el 26 de noviembre, cuando se tiene pautada una reunión de la Unasur en la que Ecuador traspasará la presidencia pro témpore del organismo a Guyana, se evalúe también el reemplazo de Kirchner en la Secretaría General del bloque.

A la cita, que se efectuará en Georgetown, capital de Guyana, acudirán los Jefes de Estado de las naciones miembros de la Unasur.


"Serán los presidentes los que tomarán la decisión" sobre las medidas a seguir para reemplazarlo como Secretario, indicó Patiño, sin dejar de resaltar que "en temas de liderazgo, nos afectará mucho. Ahora nos deja este vacío inmenso, difícil de llenar, por el inmenso liderazgo que el ex presidente Néstor Kirchner tenía. Tenemos que seguir adelante con este dolor en el alma".

El Secretario General de la Unión falleció en la mañana de este miércoles luego de ingresar de urgencia en una clínica del país por problemas en el corazón.

Kirchner fue internado de urgencia en el Hospital Formenti, de la ciudad santacruceña de El Calafate (suroeste), con un cuadro grave, acompañado de la presidenta del país, Cristina Fernández.

El médico presidencial Luis Buonomo, informó que Kirchner "falleció a raíz de un episodio de muerte súbita", luego de sufrir una descompensación.

La muerte es "un fuerte impacto porque hoy es un día especial feriado nacional por el Censo" que se realizaría este miércoles, dijo.

El 2 de febrero de este año el mandatario fue operado de la carótida y el 11 de septiembre había sido intervenido en el Sanatorio de los Arcos para practicarle una angioplastía de forma exitosa.

teleSUR-Unasur/yi-PR

lunes, octubre 25, 2010

Mariano, te abrazo emocionada

sábado 23 de octubre de 2010

Elisa Rando (especial para ARGENPRESS.info)

Si mi abrazo militante, fraterno, pudiera darle calor a tu cuerpo. Sangre a tus venas. Aliento a tu boca entrecerrada, Mariano, te abrazo con todas las fuerzas que me da mi modesta y veterana militancia socialista.

Si estuviera a tu altura, si pudiera alcanzarte, allí cerca del sol y las estrellas, acaricio tu mejilla, tibia, esperanzada. Tu barba joven. Tus ojos buenos. Tus ideales que alentaron y conmovieron tu noble corazón ilusionado. Tu mente nueva. Tu decisión de luchar. Lucha sin tarifa de rufianes. Lucha que sólo los jóvenes que descubrieron la injusticia son capaces de tener sin condiciones, sin peso y sin medida. Noble lucha la de la juventud perseguida en todos lados que controlan los matones.


Te abrazo como me abrazaron... Te contengo, como me contuvieron. Te acaricio como me acariciaron mis compañeros del alma, la noche que un incendió miserable, dejó en mi camino, para siempre, las brazas que aún no se apagaron. Solo derrumbaron un edificio. Quemaron cien mil libros. Encarcelaron quinientos jóvenes. Fue hace muchos años, pero fue. Y me dejaron fuerzas hasta estos, mis largos años naturales. En mi generación militante se levantó una montaña de compromisos, de decisiones, de luchas. de derrotas, de cárceles e injusticias... Que fue lo importante. Y también de cantos que ayudaron a decir lo que queríamos. Por decir, dijimos casi todo.


La juventud siempre descubre caminos nuevos, para los necios, intransitables. Por eso cuando elijen matar la vida y los ejemplos, los primeros asesinados son siempre los más jóvenes. La simiente. El porvenir. Se ensañan con ellos porque son los incorruptibles. Los miserables odian a los jóvenes por el ejemplo. En la comparación pierden siempre. Y en las ideas, no tienen ni una. Por eso y muchas cosas más los ramplones los odian. Los asesinos a sueldo los matan. Los que tienen poder ocultan todo.


Me conmueven tus trece años de inocente militante. De callado, sencillo, firme, militante. Que sabe, porque lo siente, que la Revolución es la novia de todos y la mujer de ninguno. Que hay que conquistarla paso a paso. Golpe a golpe. Fuerza a fuerza…y como ahora, muerto a muerto.


Las hogueras, como las balas parece que solamente sirvieran para matar. Ellos se creen fuertes. Imbéciles con licencia para matar. Practican lo único que aprendieron. No dan para más.

Las hogueras, como las balas muchas veces abren caminos donde solo existen senderos. Despejan, marcan, señalan. No solamente matan. Focalizan la decrepitud del que apunta y tira. Y… matar, matar, no mata un tartufo miserable. Un reclutado entre un montón, en un estercolero. El pensamiento. Los ideales. Los principios no tienen fronteras ni los erosiona el tiempo. Ni los desaparecen los decretos.

Lo que mata es el olvido. Lo que pudre es el silencio.

El pueblo en la calle selló su compromiso con la vida y salió a quebrar con sus cuerpos a la muerte. Salió y saldrá siempre a romperle el brazo al asesino y al crimen.

Mariano, no hay fosa que te contenga. No hay nicho que te encierre. No hay espanto que te aparte. No hay agua bendita que te declare muerto. Ni rufianes que te asesinen. Ni bandera que no te cubra.

Morir, morir, morirán los carroñeros. Seguro que morirán barridos por el viento de la historia grande. Por la historia que le falta escribir con letra firme a este pueblo nuestro.

Haremos todos, un juramento laico. Juramos por tu vida. Juramos por tu lucha.


También por tu inocencia. Juramos por los que como tu cayeron en medio de la tormenta. De la mugre cómplice que mata y huye. Que no construye más que socavones donde algún día ha de pudrirse con ellos la infamia de haber pretendido matar el pensamiento, las ilusiones y la emoción de tu ejemplo.


Juramos por la verdad reivindicar tu vida. Continuar la lucha. Levantarnos mil veces, aunque hayamos caído cien.

Mariano, te abrazo. Me quedo con tu tibieza, tus emociones, tus esperanzas.


Quede en tu nombre, que ya es nuestro, el compromiso de construir un mundo nuevo. Una sociedad sin clases, sin explotados. Sin explotadores. Sin miserias, ni miserables. Sin asesinos reclutados. Sin hambre. Sin olvidos.

Un beso en tu frente noble, compañero. Un compromiso sobre tus manos jóvenes, valientes, tibias como brazas encendidas.

Convocante, serás de largas luchas. No dejaste en vano en la calle tus sueños y tu vida. Querida vida, “compañero del alma, compañero”.
Mariano: “Hasta la Victoria siempre”…del Comandante, ¿lo recuerdas?

Foto: Argentina - Mariano Ferreira, militante del Partido Obrero asesinado por una patota de la burocracia sindical de la Unión Ferroviaria de José Pedraza.

Una voz que nos une y nos identifica

Entrevista con María Santucho

Que Nuestra América —como la nombrara el Héroe Nacional cubano José Martí— es cada día más nuestra, constituye ya un hecho inobjetable, a pesar de los intentos —golpistas, seudoculturales y de variados signos— que la amenazan. Y para mantener esa unión son válidos y necesarios todos los empeños.

24/10/2010

Así, desde hace tres años el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, con sede en La Habana, lleva a vías de hecho en Argentina su probada vocación integracionista, con jornadas culturales en las que priman la honestidad y la belleza.

Para conocer los detalles de este empeño conversamos con María Santucho, coordinadora general del Centro y autora intelectual —y también en buena medida material— de las jornadas Nuestra voz para vos.

¿Cómo y cuándo surgió esta idea?

Se concretó el primer evento de esta gira en el año 2008, pero ello tiene antecedentes en el espíritu de trabajo con el que hemos hecho las cosas en el Centro Pablo: acercar, multiplicar lo que hacemos. En varias oportunidades en años anteriores de manera muy puntual y casi por casualidad estuvieron en nuestro Centro o en eventos en los que participó el Centro Pablo, algunos artistas, algunos músicos, básicamente, argentinos, y eso nos permitió la posibilidad de un intercambio. Estoy recordando la visita de Pedro Aznar, la participación de Raly Barrionuevo en un evento mayor todavía que el que nosotros hacemos aquí en el Centro, un encuentro que se realizó en nuestro país contra el terrorismo, contra la guerra, para el cual fue convocado nuestro Centro y muy especialmente Víctor Casaus, a ser el coordinador de ese evento y nosotros invitamos a una serie de artistas entre los que estaban, por supuesto, músicos argentinos.

De todo este intercambio surgió la posibilidad de que nuestros músicos, artistas plásticos, diseñadores, fotógrafos, los mismos compañeros que trabajamos aquí en el Centro Pablo, pudiéramos organizar eventos en escenarios argentinos.

De esta manera, entre Víctor y los iniciadores de este primer evento —los trovadores Ihosvany Bernal y Samuel Águila, la diseñadora Katia Hernández y el fotógrafo Enrique Smith—, empezamos a madurar la idea de llevar una pequeña gira, una muestra por diferentes escenarios argentinos. A través del correo electrónico hicimos contactos con gente con la que me unen lazos profesionales, de amistad y hasta de familia. Armamos esta gira y buscamos el nombre que surgió jugando con el vos argentino y la voz que queríamos llevar de lo que estábamos haciendo aquí en Cuba, sobre todo la labor de las nuevas promociones en el tema de la canción cubana contemporánea ­como la llama Joaquín Borges-Triana­, los diseñadores, los artistas gráficos, los artistas plásticos, nucleados en nuestro centro a partir del proyecto de arte digital.

Algunos nombres de las personas que desde un principio apoyaron y aún apoyan este proyecto…

Muchos amigos e instituciones han dado su aporte; pero básicamente, nos ha ayudado la diseñadora y productora Florencia Lance, quien vive en estos momentos en Salta, aunque es de Buenos Aires. Muchos de los primeros contactos los iniciamos a través de ella. A esta amiga se le sumaron personas e instituciones a lo largo de estos tres años en Rosario, Córdoba, Santiago del Estero, Salta y más recientemente Tilcara en la provincia de Jujuy.

Me gustaría nombrar a algunos de ellos porque da la medida de cómo hemos logrado trabajar con apoyo tanto del sector estatal, como del privado. Esto nos ha dado un gran margen para dar a conocer la obra del Centro, ellos son: Liliana Herrero, Pablo Kleiman, Guillermo Levy, Alicia Candiani, Cuatro de trovas, Dúo Jano, Rodolfo Legname, Andrés Chazarreta, Francisco Santucho, Tere y el Indio Froilán, Eloy López, Susana Moreau, Radek Sánchez, Coqui Ortiz, Francisco Benítez, Carolina Savino, Claudio Asad, Martha González, Chiqui Ledesma, Patricia y Silvina de Cuento con alas, Luis Gurevich, Raly Barrionuevo, Mariana Iglesias, Verónica Villanueva, Sergio Abarca, y muchas más personas que con toda generosidad nos abrieron espacios para llevar nuestra voz desde la Isla de Cuba. Todo esto, que ya es una ayuda importantísima, no sería suficiente sin el apoyo incondicional recibido de dos instituciones básicas no solo para que se hiciera esta gira, sino para el trabajo del espacio A guitarra limpia: Fondo Ojalá, de Silvio Rodríguez y el Instituto Cubano de la Música, del Ministerio de Cultura.

La segunda delegación de la gira de 2009, en el invierno argentino de ese año, el verano nuestro, fueron Lilliana Héctor, Ariel Díaz —trovadores los dos pero que forman un dúo—, Víctor Casaus y yo. En esa oportunidad llevamos la misma propuesta, o sea, exposiciones de artes gráficas, conciertos, conciertos concebidos a seis manos, porque se hicieron algunos de trova con la presentación de un libro de poemas de Víctor publicado ya en Cuba del cual hicimos una edición argentina. En esta segunda edición fuimos abriendo espacios, además de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santiago del Estero, sumamos entonces Salta, o sea, hemos ido abriendo nuevos contactos un poco más hacia el norte de la Argentina, que es donde nos hemos concentrado.

En 2010, ¿se mantuvo el mismo itinerario o se amplió?

Se amplió el itinerario hacia la zona norte del país que es Jujuy, Tilcara ubicada en la Quebrada de Humahuaca, lugar emblemático en el tema de la música andina y además un mundo muy nuevo para nosotros y para los artistas cubanos que vienen de una Isla del Caribe. La confrontación y la posibilidad de que pudieran chocar con ese mundo cultural y social tan diferente, nos parecía muy importante.

En esta oportunidad, estaba el dúo Karma que ha hecho un trabajo más allá de lo estrictamente musical, investigativo, de sonoridades nuevas y de sonoridades del altiplano. Era una posibilidad para ellos de enriquecimiento cultural.

El dúo Karma fue la representación de la trova; Kaloian Santos, fotógrafo, quien ha estado muy vinculado al espacio A guitarra limpia y también al trabajo en general del Centro Pablo; y Jesús García que se inauguraba como productor de eventos culturales y fue muy importante para él descubrir esta posibilidad nueva para su trabajo.

En esta gira de 2010, hubo un intercambio especial con importantes figuras del folclor argentino, más allá de lo que se había realizado en las giras anteriores…

Exactamente, tuvimos la posibilidad de poder coordinar encuentros y trabajos con figuras de la talla de Liliana Herrero, Luis Gurevich, Coqui Ortiz, que fue el punto máximo de estos encuentros porque les posibilitó a estos jóvenes artistas tener acceso a grandes maestros. Siempre hemos tenido como idea fundamental trabajar allí con los artistas jóvenes que van surgiendo, algunos de los cuales han estado en Cuba, y esta combinación de trabajo con tus iguales y con los maestros ha permitido crear puentes de humanidad y de creación verdaderamente enriquecedores.

Entonces, todo parece indicar que será haciéndose escuchar nuestra voz en Argentina por muchos años más…

Espero que sí, que los recursos económicos nos sigan acompañando. Tengo la certeza de que esos lazos ya son indestructibles, y con amor y tenacidad iremos sorteando las dificultades para seguir compartiendo tantos espacios de belleza y de imaginación. Es una linda manera de seguir peleando la idea de la gran patria latinoamericana y así crear un lugar en el mundo que amplíe los márgenes estrechos que establecen las barreras geográficas demasiado estrictas para los tiempos que corren.

Vivian Núñez
Periodista