miércoles, diciembre 31, 2008

2009




esto me lo envió mi dulce hermanito alfonso y su compañera ale...

aunque los motivos para festejar son menos que la desolación y crueldad que se vive en gaza, si, espero que el año que viene sea amable, querible, besable!
que no haya más guerra y que los putos yanquis desaparezcan...

Buque de la armada sionista ataca barco con ayuda humanitaria.-

Visite: http://cavb.blogspot.com/
Ex-congresista USA Cynthia McKinney llevaba suministros médicos a Gaza
Cynthia McKinney, ex-congresista USA por el estado de Georgia, llevaba equipo médico en el barco que fue atacado por las bestias sionistas.



Un buque de la Armada israelí ha atacado a un pequeño barco que llevaba a bordo activistas internacionales con ayuda destinada a la franja de Gaza, según ha informado hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Yigal Palmor.

Las autoridades no han informado sobre si hay víctimas tras el enfrentamiento producido entre la embarcación israelí y el yate a motor SS Dignity, que partió ayer del puerto chipriota de Larnaca, en Chipre, y donde viajaban 16 activistas con más de tres toneladas de suministros médicos donados por los chipriotas.

Israel ha declarado el territorio costero como "zona militar cerrada" y ha anunciado que el barco perteneciente al Movimiento de Gaza Libre no podría atracar en sus costas. Según declaraciones de Palmor, la tripulación del cargo se ha negado a responder a los llamamientos que le hizo Israel por radio, y entonces un buque israelí "se enfrentó contra éste".

Pero el Movimiento de Gaza Libre ha informado de que el barco, que llevaba casi cuatro toneladas de asistencia médica, fue embestido y atacado en aguas internacionales a unas 75 millas de Gaza por un buque de la Armada israelí. Palmor ha negado los disparos contra el buque que contenía ayuda humanitaria, aunque ha reconocido que ambas embarcaciones tuvieron "contacto físico".

Fuente: "El País", España http://www.elpais.com/articulo/internacional/Cuarta/jornada/bombardeos/Gaza/mientras/tanques/cercan/franja/elpepuint/20081230elpepuint_1/Tes#despiece1
Reuters
http://uk.reuters.com/article/UKNews1/idUKTRE4BT14Q20081230

PALESTINA: EL GENOCIDIO QUE NO CESA


El bombardeo de la Franja de Gaza por fuerzas de Israel comenzado el sábado 27 de diciembre, no tiene justificación. No es un enfrentamiento entre dos ejércitos. Sigue siendo la continuación del terrorismo de estado que practica Israel (la potencia ocupante), sobre el pueblo palestino. A la luz del derecho humano internacional sólo cabe calificar al estado de Israel de genocida y criminal.
El 9 de diciembre pasado, el Secretario General de la Naciones Unidas, decía en ocasión del 60° Aniversario de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio: "La Convención fue la consecuencia directa del intento de exterminar a la población judía durante el Holocausto y desde entonces ha representado la aspiración de las Naciones Unidas de impedir que ese horror se vuelva a producir." Agregando: "La Convención obliga a los Estados signatarios a "prevenir y castigar" el delito de genocidio; a actuar contra los que matan o cometen otros actos graves "con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal".
En virtud de la Convención, los intentos de cometer genocidio e incitación pública al genocidio son actos punibles.
El pueblo palestino ha sido sistemáticamente expulsado de sus tierras. En 60 años, la superficie de Palestina se redujo a menos de la mitad del territorio que le adjudicó NNUU. Cisjordania se encuentra fragmentada por carreteras israelíes que unen asentamientos ilegales de fanáticos amparados y alentados por la fuerza ocupante. El muro de la vergüenza ahoga vastas áreas de territorio palestino, pese a que la Corte Internacional de La Haya (2004) no sólo lo consideró ilegal sino que ordenó su demolición. Resolución convalidada por la Asamblea General de las NNUU.
Hace 60 años, la Ciudad Vieja, Jerusalén Oriental fue asignada a Palestina y allí su pueblo aspira a erigir su capital. Después de 1967 Jerusalén Oriental fue ocupada por Israel. En 1980 mediante la "Ley de Jerusalén" la potencia ocupante declaró "unilateralmente" a la ciudad como su capital "eterna y unificada". La anexión fue rechazada por los países miembros de las NNUU.
En la Franja de Gaza, que ocupa poco más de la mitad de la superficie de Montevideo, se hacina un millón y medio de habitantes. La mayoría de la población son refugiados que viven en 8 campamentos de la NNUU. El 50 % tiene menos de 15 años. Alrededor de dos tercios de los palestinos viven bajo el umbral de la pobreza. Según cifras oficiales, un tercio de la población está desempleada.
En setiembre de 2005, la potencia ocupante se retiró de la Franja de Gaza pero controla las fronteras y las cierra aplicando castigos colectivos a la población, creando periódicas crisis humanitarias, que nunca se terminan de subsanar. Los asesinatos selectivos (es el único país del mundo que aplica la pena de muerte por presunción), las incursiones armadas, la destrucción de viviendas y cultivos, los bombardeos son una constante en la vida de sus habitantes.
Estamos frente a un genocidio. Hace unas horas, el lunes 29, el general de brigada Dan Harel, jefe adjunto del Estado Mayor israelí, lo expresó claramente: "esta operación es diferente de las anteriores. Hemos establecido un alto objetivo que estamos tratando de lograr". "Estamos atacando no sólo a los terroristas y los lanzadores de cohetes, sino también a todo el Gobierno de Hamás y todas sus ramificaciones", especificó Harel, agregando "estamos bombardeando los edificios gubernamentales, las fábricas, las fuerzas de seguridad y mucho más". "Exigimos la responsabilidad gubernamental a Hamás y no hacemos distinciones entre las distintas ramas. Después de esta operación no quedará un edificio de la organización en pie y el plan es cambiar las reglas del juego", añadió. (www.aurora-israel.co.il)
Cabe recordar que Hamas (Fervor), es un movimiento Islámico que se inició en 1987 como una obra de Socorros Mutuos y aún hoy, sigue siendo una obra social en una sociedad fuertemente pauperizada. El triunfo de Hamas en las elecciones del 2006, tiene sus raíces en los lazos de solidaridad establecidos entre sus miembros y con sus comunidades. Con la destrucción de las redes sociales se acelera y profundiza el genocidio del pueblo palestino.
Los objetivos de Israel expresados por Dan Harel son una violación de los Convenios de Ginebra (12 de agosto de 1949) y el Protocolo I (8 de junio de 1977) y pasibles de ser juzgados por tribunales internacionales, por ser crímenes de lesa humanidad.
Peter Hansen, director de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, resumió, en noviembre, la situación en Gaza y Cisjordania: "Las estadísticas de muerte, destrucción y pobreza no llegan a transmitir el verdadero sufrimiento de la población en los territorios ocupados. Barrios enteros (...) han sido arrasados. En nuestras escuelas una generación completa crece en un ambiente de violencia aterradora. La maldición de la pobreza endémica alcanza ahora a dos tercios de la población".
No basta con parar esta nueva agresión de Israel. Hoy estamos frente a un nuevo baño de sangre, pero en ningún momento ha cesado Palestina de sangrar. Es necesario llamar a las cosas por su nombre: estamos siendo testigos de un GENOCIDIO.
¿Qué hacer frente a un genocidio? Hay tantas propuestas, respuestas, consignas… No hay recetas. ¿Cuál está a nuestro alcance? ¿Cuál es la mejor?... ¿Quién lo sabe?
Lo que sí sabemos es que no somos ciegos ni sordos… ni mudos. Callar no ayuda. Nos hace cómplices.
Por la Comisión de Apoyo al Pueblo Palestino - Uruguay.

Ing. Agr. Ruben Elías Arq. Carlos Altezor
Presidente Secretario

Para comunicarse o por más información:

E-mail: palestina@adinet.com.uyBlog: http://palestina-uy.blogia.com

La soledad de Gaza

TRIBUNA: LUZ GÓMEZ GARCÍA

LUZ GÓMEZ GARCÍA 31/12/2008
elpais.com/articulo/opinion/soledad/Gaza/elpepiopi/20081231elpepiopi_4/Tes

Cuando para acceder a Gaza por el paso de Erez, el visitante autorizado se ve obligado a introducirse en las diabólicas máquinas israelíes inquisidoras del cuerpo humano, unas máquinas no vistas antes en ningún otro sitio, que le zarandean y escudriñan sus entrañas, comprende que se dispone a entrar en uno de los lugares más solitarios del planeta. Atravesados puertas y corredores, un inquietante kilómetro, largo, a pie, de tierra de nadie, de cascotes y escombros, hace que el extranjero mude la impresión de la artificiosa frontera física en la certeza psicológica de hallarse ante un nuevo capítulo, uno de los más insólitos, de las aberraciones de la historia reciente.

La franja palestina, aislada por un muro, es como una gran prisión al aire libre
Israel bloquea por tierra, mar y aire el tránsito de personas y de bienes
Un muro de hormigón armado, de nueve metros de alto, separa la franja de Gaza de Israel. Es un muro hermano del de Cisjordania, aunque primogénito, pero que no ha tenido la misma repercusión jurídica y mediática. Un muro que encierra la mayor densidad de población por kilómetro cuadrado del mundo. Gaza, que ha sido descrita en ocasiones como una gran prisión al aire libre, está condenada a la soledad de todas las prisiones.

Esta dramática realidad responde a una deliberada y planificada política israelí. Nada es casual en Gaza. Detrás de lo que ven los ojos hay una firme voluntad israelí de acoso militar, institucional y jurídico. ¿Qué fue antes: Hamás o la gallina? La gallina. Veamos por qué.

En octubre de 2004, el Parlamento de Israel aprobó "el plan de desconexión de Gaza", que en agosto del año siguiente llevó a cabo unilateralmente. Pretendía poner fin a un problema demográfico insoslayable para la empresa israelí de colonización del territorio: la imposibilidad militar y económica de sostener a una población de 9.000 colonos en un enclave con un millón y medio de palestinos. Faltaban todavía varios meses para el triunfo de Hamás en las elecciones legislativas palestinas de enero de 2006, pero el pronóstico era meridiano y allanaba el camino a la estigmatización colectiva. Cuando en junio de 2007 los islamistas dieron un golpe de mano en Gaza y truncaron el Gobierno de ficticia unidad nacional de la Autoridad Nacional Palestina, la comunidad internacional se aprestó a endurecer su actitud hacia Hamás como organización terrorista. Poco importa que su triunfo en las urnas hubiera contado con la escrupulosa supervisión de observadores internacionales, incluidos algunos diputados españoles. La condena hallaba refrendo y con ella se consumaba la desconexión. Gaza quedaba aislada del mundo: del Israel ocupante, de la madre Palestina y del socorro y la benevolencia internacionales.

El paso siguiente por parte de Israel fue la declaración de Gaza como "entidad hostil" el 19 de septiembre de 2007, que le ha servido para desentenderse interna-cionalmente de las obligaciones que, como potencia ocupante, tiene. La población sufre con ello la paradoja jurídica de estar a la vez bajo ocupación y bajo bloqueo. Las operaciones militares israelíes, que el Gobierno de Israel tan pronto llama de castigo como ofensivas, se han sucedido desde entonces, trufadas de treguas que en absoluto han aliviado el imparable deterioro de la situación de la población. El bloqueo al tránsito de personas y bienes de primera necesidad por tierra, mar y aire, castiga en primera instancia al 62% de la población, que depende directamente del reparto de alimentos y de los servicios básicos a cargo de la UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados palestinos. La Organización Internacional del Trabajo, en su memoria de 2007, habla de una "economía de estado de sitio", y en la de 2008 constata que el aislamiento casi total de Gaza la ha llevado al borde de la crisis humanitaria. El resultado es lo que Issam Younis, de Al Mezan Center for Human Rights, denomina la "subdesarrollización de Gaza": descalabro de los índices de empleo y del PIB, descomposición del sector público, desaparición de la economía productiva, regresión en los derechos de los trabajadores, debilitamiento institucional y deterioro del tejido social. La mera supervivencia se impone a otras prioridades individuales y colectivas a costa de logros históricos de la sociedad palestina, como el pluralismo, la participación de las mujeres en la vida pública, la vitalidad de la cultura de base o los elevados índices de educación universitaria.
A Hamás le dieron su triunfo electoral la parálisis política y el derrumbe económico que culminaron en la Segunda Intifada (2000-2005). Pero sus réditos en Gaza los alimenta a diario la política israelí, con la aquiescencia de Estados Unidos y la estolidez de la Unión Europea, involucrada en inmensas inversiones económicas en los Territorios Ocupados pero sin compromiso político equiparable. Este múltiple concurso ha convertido a Hamás en el protagonista de la historia actual de Palestina. Y lo ha hecho hasta el punto de que la principal crítica de algunos líderes históricos de la OLP a su triunfo haya sido su afán por reescribir la historia de la resistencia palestina, como si ésta hubiera empezado en 1987, cuando coincidiendo con la Primera Intifada se fundó Hamás. Porque los partidos y actores no islamistas minimizan la importancia de la religiosización del espacio público, mientras crece su temor a que, una vez más, los hechos consumados adquieran naturaleza jurídica y Gaza se vea amputada del devenir de los Territorios Ocupados, que en el discurso israelí han quedado reducidos a la demediada Cisjordania.

La interiorización del aislamiento y la rutinización del bloqueo no hacen sino asentar la frustración entre los gazauíes. El clientelismo, conocido popularmente en Palestina como "cultura de la jaima", se alimenta de este ambiente falto de expectativas y experiencias nuevas. Las iniciativas ciudadanas peligran (son modélicos los Comités de Salud Mental, pioneros en el tratamiento de la violencia de género y que han desarrollado una categoría propia de empoderamiento civil) y flaquea la actuación de las ONGs y las agencias de ayuda humanitaria, que se sienten impelidas a tomar partido entre los actores políticos, con el consiguiente deterioro de su actividad y de la imagen general de la cooperación.

Pese a todo, la sociedad de Gaza ha desarrollado fórmulas de relación con el exterior, procederes abiertos y descentralizados que se sirven de las redes de intercambio que propicia la globalización tecnológica. Sorprende en Gaza la vitalista actividad de organizaciones independientes en materia de derechos humanos, salud o cultura, con modélicos sistemas de toma de decisiones colegiada, elaboración de un discurso crítico y autocrítico, financiación y sustentos locales y colaboración en red con otros centros palestinos e internacionales. Estos gazauíes, una mayoría, insisten en la importancia simbólica y psicológica de romper el aislamiento, en el valor de los gestos e intercambios que desde Europa abren una grieta en el cerco. Son iniciativas que no deben morir, porque garantizan, entre otras cosas, un futuro lejos de Hamás, si es esto lo que Europa desea.

Gaza materializa el proyecto israelí para Palestina: dividir y fragmentar el territorio, dividir y fragmentar a su población, y crear nuevos guetos identitarios que propicien la disolución de la unidad histórica, social, cultural y política de Palestina. La estrategia es vieja y conocida, pues proviene de la Nakba misma. Según el historiador israelí Amnon Raz-Krakotzkin, dos son sus armas principales: negar toda responsabilidad histórica e inculpar a las víctimas de su suerte.
Luz Gómez García es profesora de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid.

2009

La policía busca a una persona guapa, sexy, carismática e increíblemente buena en la cama. Tú, claro, estás a salvo, pero yo… ¿Dónde me escondo? ¡Feliz año nuevo 2009!
Que este nuevo año encuentres felicidad, salud, amor, dinero, paz y todo lo que necesites. Y lo que no encuentres búscalo en GOOGLE Feliz año nuevo 2009!
Para el 2009 te deseo la vida de un cepillo de dientes, que tengas mucha pasta, un buen mango y que te cepillen tres veces al día. Feliz año nuevo 2009!
Consulte tu horóscopo de este mes para ver que tal te iría el año nuevo:
En salud: Los astros te sonríen
En dinero: los astros te sonríen
En sexo: Los astros SE DESCOJONAN
Feliz año nuevo 2009 !
Te gusta que te soben, que te rocen, que te hagan sudar¿?. Sentir el aliento, llegar al fondo, subir, bajar…? Pues en el 2009…. Utiliza el metro. Feliz año nuevo 2009!!
La policía ha detenido a 5 miembros de alqaeda, identificados como:Albajad Mamad, Alagachad Meted, Almeted Menead, Alakabad Sakad, Alsakad Sakudi. Feliz Año 2009!!
Perdona que no te haya llamado antes para felicitarte las navidades, pues tengo paperas, cuando tenga pa'putas te llamo y vamos juntos, vale? Feliz año nuevo 2009!
En este momento en este país hay 66.000 personas haciendo el amor, 15.820 están terminando, 19.965 están empezando, 28.819 están en pleno placer y solo hay un@ leyendo mensajes. ¡¡¡Despierta! Feliz año nuevo 2009!
Visto en Webalia

martes, diciembre 30, 2008

Israel aprovecha las últimas horas de Bush y desata el terror


Los habitantes de Gaza aseguran que los ataques de Israel son, sin duda, los peores y más sangrientos que se recuerden en cuarenta años. Es una verdadera carnicería humana la que está perpetrando el ejército judío sionísta. Ya son casi 300 los muertos y más de mil los heridos. ¿Israel está aprovechando los últimos días de Bush? esa es la pregunta que muchos se hacen
Hubo bombardeos desde el amanecer hasta la noche, generando miedo y caos a lo largo y ancho del territorio palestino. El objetivo fue eliminar los lugares en donde Hamas opera: las sedes de los cuerpos de seguridad y edificios gubernamentales. La mayoría de las víctimas son policías, incluyendo su jefe, pero la Franja de Gaza es una de las regiones más sobrepobladas del mundo.
En cualquier sitio en el que Hamas opera viven y trabajan civiles. Se sabe ya, que por lo menos, una tercera parte de las víctimas sean civiles, muchos de ellos mujeres y niños.
Se vieron escenas de desesperación en los hospitales.
Las morgues no se dan abasto y los cadáveres se van acumulando en los pasillos y en las calles. Los doctores advierten que los heridos de gravedad también pueden morir ya que no cuentan con suficientes salas para llevar a cabo las operaciones.
Aterrador escenario
El sábado en la noche el primer ministro israelí Ehud Olmert se dirigió a la población en Gaza para explicarles que Israel no quiere que ellos sufran, que Hamas -no los palestinos- son sus enemigos, pero sus palabras fueron recibidas con escepticismo. Israel justifica que fue obligado a responder los continuos ataques de cohetes y morteros que ha sufrido desde Gaza, que mantienen en vilo las poblaciones israelíes cerca de la frontera.
Desde los territorios palestinos califican la ofensiva desproporcionada. Mientras un israelí murió el pasado sábado por los ataques de Hamas, más de 280 palestinos han muerto por la respuesta israelí.
Aceptan que no todos los cohetes que impactan en suelo israelí son mortíferos, pero que aclaran que tienen esa intención. Las 250.000 personas que viven cerca de la frontera viven con miedo, nunca lejos de los refugios antiaéreos. Muchos celebran que el gobierno israelí haya decidido actuar, pero no ocultan su temor por las posibles represalias de Hamas.
El grupo militante palestino prometió abrir las puertas del infierno. Uno de sus líderes en el exilio, Khaled Meshaal, instó a un tercera Intifada del pueblo palestino.
Elecciones en el horizonte
Entonces ¿por qué Israel ataca con tanta violencia?
¿En realidad creen que podrán detener los ataques desde Gaza cuando los anteriores gobiernos han intentado y fallado usando la misma estrategia militar?
Según el primer ministro israelí lo único que buscan es proteger la población cerca de la frontera con la Franja de Gaza. Para lograr el objetivo, el ministro de defensa Ehud Barak advirtió que están preparados para continuar, ampliar e intensificar los ataques. Pero en Israel se está llevando a cabo otra campaña, la electoral.
En poco más de un mes se llevarán a cabo las elecciones parlamentarias y la opinión del pueblo israelí no es favorable para el gobierno en relación a cómo ha actuado con y contra Gaza. Hasta que no comenzó a endurecer su discurso, el líder de la oposición, Binyamin Netanyahu, encabezaba las encuestas ampliamente.
Ahora la diferencia se ha estrechado. Israel desea destruir todo tipo de armamento en poder de Hamas y la idea de una posible invasión a Gaza ha permanecido dando vueltas en el ambiente desde que el grupo militante asumió el control del territorio hace 18 meses.
Políticamente no hay intención de ver a los soldados israelíes regresar en bolsas, pero fuentes militares no descartan que hayan repetidas incursiones en Gaza por parte del ejército. "No queremos que Hamas tenga un segundo de paz", es el consenso.
El factor Obama
Otra razón de haber actuado ahora es el cambio de poder en la Casa Blanca y aprovechar los últimos días del gobierno de George W. Bush. Estados Unidos es el único país que Israel toma en cuenta y se considera que su presidente electo, Barack Obama, tiende a ser más comprensivo con la causa palestina.
Hasta hace una semana hubo una frágil tregua entre ambas partes y es posible que la violencia cese tan drásticamente como se generó. Pero hasta entonces seguirá permaneciendo el temor en ambos lados de la frontera.

El Che fue habitante de Guayaquil por 43 días


Ernesto Guevara de la Serna estuvo de paso por el Puerto Principal. Fue antes de convertirse en Comandante.

Guayaquil para entonces era una urbe más pequeña. La zona donde hoy hay un jardín y junto a ella una escalera que conecta con la calle adoquinada Numa Pompilio Llona (barrio Las Peñas) antes fue el espacio de una casa de construcción mixta. Justo allí, a la entrada del cerro Santa Ana, habitó el 'Che' Guevara por 43 días en 1953, según el libro 'El Che en Guayaquil' del periodista José Guerra Castillo.
Entonces, Ernesto Guevara de la Serna, médico leprólogo de 25 años, aún no era el Che y todo lo que su mítica y legendaria figura constituye. Así lo cita Guerra.
En esa época los pantaloncillos eran moda y, lejos de ser el fútbol, la natación era el deporte más practicado. En su casa, mitad madera, mitad cemento, rememora Policarpo Avilés. Este hombre ha visto por 83 años cómo el sol ilumina el río Guayas, las casas de arquitectura colonial y los cambios de la urbe con la regeneración urbana. Y cuenta que fue testigo de la llegada de un joven de alta estatura, sin barba y de urgencias económicas notables.
"Era como cualquier otro. Mientras nosotros íbamos a bañarnos al río. Él, o estaba en la glorieta de la Planchada o estaba en casa de Fortunato Safadi, siempre con un libro en la mano leyéndolo", recuerda Avilés.
Según el extinto Jorge Maldonado Rennella, en una carta publicada en diario Expreso en 1996, Ernesto Guevara venía recorriendo el Cono Sur y entró al Ecuador por Huaquillas. Esta misma versión difunde el libro 'El Che', de Paco Ignacio Taibo II.
En Guayaquil -relata el texto de Guerra Castillo- los recorridos del Che fueron cortos: or el Malecón, hasta el parque Olmedo en la avenida homónima.
José Safadi, hermano de Fortunato Safadi, señala que nunca habló de política. Que conversaba de música, psicología y otros temas, menos de política.
"Con mi hermano tuvo una relación de tipo científica. Como eran vecinos lo visitaba. Era muy pacífico. Se paseaba por la calle N. Pompilio Llona y hablaba con los niños", rememora Safadi.
De las estancias en el barrio Las Peñas hay incompatibilidades. Mientras Taibo II relata que Guevara se quedó del 27 de septiembre al 24 de octubre (28 días); Guerra apunta 43 días, por lo que el Che habría partido a Panamá el 15 de noviembre de 1953.
Avilés reflexiona: "Hay gente que quiere hacerse de la historia y sacar provecho de ella. Cuando llegó acá no era el Che. Nadie se fijó en eso. Y el mismo Ernesto Guevara tal como llegó a Guayaquil se fue. Sin decir nada".
Para el investigador Carlos Calderón Chico, el paso de Che Guevara en Guayaquil es anecdótico. "¿Qué significó el Che para el Ecuador en esa época? Nada. Ninguna biografía, la de Anderson, Taibo menciona su paso por Guayaquil. Discutir sobre si vino sin plata o fue pobre y dejar de lado sus ideas es innecesario", dice.

¡Cuba! ¡Cuba! ¡Estudio, Trabajo y Fusil!

SALOMÓN GARCÍA JIMÉNEZ

Lápiz, cartilla, manual; alfabetizar, alfabetizar! ¡Venceremos! Somos la Brigada Conrado Benítez, / somos la vanguardia de la Revolución, / con el libro en alto juramos una meta, / llevar a toda Cuba la alfabetización". Así comienza el himno de aquella histórica campaña de 1961, en que participaron 100 mil adolescentes. El tema es que Cuba va cabalgando en su día. El 1º de enero de 2009 se cumplen 50 años del triunfo de su Revolución y se trata de celebrar aquellos históricos acontecimientos registrados en 1959. Quisiera rendir un homenaje político-cultural al pueblo cubano y a sus dirigentes por su cincuentenario. Junto con ustedes lectores, ir cantando en el camino.
Principio y fin de la Pequeña serenata diurna, del trovador Silvio Rodríguez: "vivo en un país libre / cual solamente puede ser libre / en esta tierra, en este instante / y soy feliz porque soy gigante. / Soy feliz, soy un hombre feliz / y quiero que me perdonen / por este día / los muertos de mi felicidad". Y su Playa Girón, la concluye: "que escriban, pues la historia, su historia, / los hombres de Playa Girón".
A partir del 59, la mayor de las Antillas se transformó en todos los aspectos, económico, social, político, ideológico y cultural. Se convirtió en ejemplo de movilización permanente en América Latina. La Revolución Cubana funcionó como el reducto experto de resistencia exitosa contra el poder imperialista de Estados Unidos, el más cruel y destructivo que ha conocido la humanidad, quien ha pretendido someterla militarmente, con bloqueos económico, políticos y diplomáticos, y por medio de grupos contrarrevolucionarios. Y este pequeño país ha resistido 50 años. Vino la caída de la Unión Soviética y el muro de Berlín, y la experiencia internacionalista cubana salió avante. Es más, se solidarizó con movimientos de liberación en América Latina, Africa (Angola, Namibia, Sudáfrica) y Asia. Hoy, sostiene su presencia y ayuda con expertos en muchas naciones.
Se puso énfasis al régimen socialista y las medidas tuvieron apoyo popular: reformas agraria y urbana, nacionalización de las empresas, campaña de alfabetización, zafra, edificación de milicias del pueblo, gratuidad de servicios públicos, procuración de la excelencia en salud, educación, cultura, arte, deporte, ciencia, técnica, investigación científica, derechos humanos, vivienda, etcétera.
"Amo esta isla, / soy del Caribe: / jamás podría pisar tierra firme / porque me inhibe. / El que nació en el Caribe / goza de una facultad: / al sentir su libertad / se identifica y la vive". El fragmento de Pablo Milanés se llama así como inicia.
El socialismo está vivo en Cuba, a pesar del bloqueo estadunidense. Hay les va una definición de socialismo según El Pequeño Larousse ilustrado: "Doctrina política, económica y social que propugna la propiedad y administración pública de los medios de producción e intercambio". En otras palabras, este sistema social promueve el colectivismo y la solidaridad en la sociedad; el Estado socialista aporta a los ciudadanos "a cada quien según su trabajo". El comunismo científico sería la fase superior del socialismo, y se guiaría por la consigna "a cada quien según su capacidad, a cada cual según su necesidad". Ser comunista "es dar todo de sí a cada instante", es sacrificio. Allí está el ejemplo del Che Guevara.
Los teóricos Carlos Marx y Federico Engels, llaman a este nueva forma de gobierno dictadura del proletariado. Y no porque se instaure un poder dictatorial de las mayorías. No. Se trata de un sistema más igualitario y pacífico, más justo y humanista que el régimen de economía de mercado. Y Cuba es el único país del continente americano que persevera en este modo socialista de vivir. El pueblo cubano ha soportado 50 años de embate imperialista, sosteniendo su Revolución minuto a minuto, entregando la vida. De ellos es la consigna de "Patria o Muerte".
"¡Cuba, que Linda es Cuba! / Quien la conoce la quiere más. / ¡Que linda es Cuba! / ¡Cuba, que Linda es Cuba! / Ahora que es libre, la quiero más. / ¡Cuba, que Linda es Cuba! / Ahora sin los yanquis, ¡la quiero más! / Donde las palmas no son palmeras, / ¡son milicianas y son banderas! / Como Fidel que brilla en las montañas, / con el rubí, cinco rayas y una estrella". Hubiera sido un descuido de mi parte –para este aniversario– no haber citado este famosísimo fragmento del cantautor Eduardo Saborit.
Respecto al imperialismo, fase superior del capitalismo, es una formación social basada en la explotación del hombre por el hombre. Su doctrina actual, el neoliberalismo, justifica de una manera salvaje y frenética que la fuerza de trabajo es una mercancía que se debe comprar barata para amasar grandes fortunas. Los millonarios de los países ricos se vienen a los del tercer mundo a hacer su agosto. Los reaccionarios se basan en "que cada quien se rasque con sus propias uñas" o en eso de que "el pez más grande se come al chico", el libre mercado. Para muestra, allí sigue el imperio de Bush, financiando guerras en Irak y Afganistán, comerciando armamento y planeando robarse el petróleo de aquellos subsuelos y también de México, con el contubernio de vendepatrias. Por eso cuando hablan de socialismo lo satanizan. Repiten sus medios de comunicación capitalistas que este modo más humano de vivir es un régimen totalitario, que Fidel es un dictador, que el estado te quita a tus hijos, que "se comen a los niños" y un sinfín de falacias. En el fondo, no quieren no les conviene el socialismo porque tienen miedo de perder sus privilegios.
"Aquí pensaban seguir / jugando a la democracia / y el pueblo que en su desgracia / se acabara de morir / Y seguir de modo cruel / sin cuidarse ni la forma, / con el robo como norma, / y en eso llegó Fidel. / Y se acabó la diversión, / llegó el comandante y mandó a parar". A ritmo de guaracha, se llama En eso llegó Fidel, es de Carlos Puebla.
Ojalá que Barack Obama cumpla sus promesas de eliminar las restricciones de limitar las remesas y el tránsito de los cubanos residentes en Estados Unidos a la isla. Ojalá que Washington y el presidente negro comiencen por reconocer este error de medio siglo contra Cuba y actúen en consecuencia para poner fin al inmoral bloqueo. Lo agradecería Hugo Chávez en Venezuela; Luiz Inácio Lula Da Silva, en Brasil; Evo Morales, en Bolivia... América Latina y el mundo entero. No soy ingenuo, son buenos deseos para el próximo año.
El pueblo siempre es el protagonista. Pero, en este caso, fue necesario el liderazgo del estadista e intelectual Fidel Castro, siempre a la altura de las necesidades del movimiento libertador. A este luchador con ética y humanismo, la historia lo absolverá. Al héroe de la Revolución lo quiere su pueblo y sus trovadores. ¡Enhorabuena, pueblo digno y valeroso de Cuba. Felicidades compañero Fidel, por su medio siglo de revolución victoriosa.
Cantemos, todo mundo se sabe el comienzo de la Guantanamera, de José Martí: "yo soy un hombre sincero / De donde crece la palma / Y antes de morirme quiero / Echar mis versos del alma".
Viene a mi mente el fragmento de La Paloma (1863) de Sebastián Iradier: "cuando salí de La Habana válgame dios, / nadie me ha visto salir, creo que no... / Si a tu ventana llega una paloma / trátala con cariño que es mi persona..."
Yo digo que el tono de la piel y del español cubanos, son acapulqueños. Y creo que los rayos abrasadores sobre nuestras playas vienen del mismo sol. ¿No seremos hermanos? En un día como hoy: España reconoce la independencia de México (1836). En 1959, el comandante Ernesto Guevara es investido como doctor honoris causa. También es Día de los Inocentes.
Así es el final de La Maza también de Silvio, termina así: "si no creyera en quien me escucha / si no creyera en lo que duele / si no creyera en lo que quede / si no creyera en lo que lucha. / Qué cosa fuera, / qué cosa fuera la maza sin cantera / un amasijo hecho de cuerdas y tendones / un revoltijo de carne con madera...".
¡Feliz Año Nuevo a todos!
salomongj@hotmail.com

Desde mi Trinchera. Son 50…¡y más pa´lante!


por Félix Jacinto Bretón



Al querido y admirado doctor Ramón Antonio-Negro-Veras, uno de los más intransigentes defensores de Cuba y su Revolución.

"Si no creyera en la locura, de la garganta del sinsonte, si no creyera que en el monte, se esconde el trino y la pavura, si no creyera en la balanza, en la razón del equilibrio, si no creyera en el delirio, si no creyera en la esperanza…dice Silvio Rodríguez en La Maza, un tema que se convirtió en un himno en el país en la década de los 80, y que hasta nuestra Sonia Silvestre llegó a popularizar con su voz.
Hago mención del mismo porque en estos días "la cubita bella de nuestros amores y de nuestros dolores", si, esa que está en el mismo trayecto del Sol (con perdón de Pedro Mir), la que ha sabido erguirse como las águilas en medio de las dificultades, la que ha brillado como un lucero al amanecer, la que mantiene su frente en alto y límpida, la que ha sido vilipendiada, asediada y perseguida pero la que -al propio tiempo- ha conquistado el cielo con su resistencia, está de fiesta.
Ese aguerrido, valeroso, combativo, ejemplar y solidario pueblo, de 11 millones de habitantes, celebra este 1 de enero del 2009, el 50 aniversario del triunfo de la más fiel revolución que ha tenido nación alguna en el mundo, la que marcó el camino de la verdadera democracia e independencia, la que cambió la frustración por esperanza y solidaridad, la que transformó en luz la oscuridad, la que terminó con los crímenes y los abusos de los poderosos, la que tomó en cuenta a los campesinos.
Son muchas las cosas que se dicen sobre esta hermosa Patria caribeña, la que llevo colgada en el alma desde que tengo uso de razón. Son muchas las mentiras, las medias verdades, las fábulas, las triquiñuelas, los embustes y los inventos que se han tejido desde el mismo trifunfo de la Revolución 50 años atrás.
Para mucha gente en Cuba, desde el 1959, lo que existe es una "dictadura", y cualquiera hasta se ríe cuando escucha sandeces como esas. Como si un pueblo fuera tan masoquista para soportar medio siglo de un gobierno de fuerza ¡mucho menos en estos tiempos! Por las calles de Cuba no se ven militares portando armas largas. Es más, he estado en el mismisimo Palacio de la Revolución y no he visto los tanques, ni los soldados con bayonetas. Hay menos vigilancia que en el propio Palacio Nacional de mi país.
Dicen también los ignorantes y los estúpidos, con perdón si ofendo a alguien, que en Cuba bajo el régimen de Fidel y ahora Raúl, no hay elecciones. Excúsenme de nuevo, pero tengo que volver a reírme. Eso podrían creerlo los bobos pero yo, que he estado afortunadamente en más de 70 ocasiones en la isla, he visto otra cosa. Allá los pioneros (que son los estudiantes de primeros años) son los que custodian las urnas.
En Cuba, según los enemigos de la Revolución, hay persecución contra todo el que no esté de acuerdo con Fidel o el régimen. Pero resulta que en las cárceles cubanas no hay un preso por motivos políticos. Podrían haber presos por pretender subvertir el orden, por conspirar contra el pueblo, por hacer causa común con los quieren de nuevo apropiarse de las empresas y entronizar la explotación, por lo que quieren arrebatarle la tierra a los campesinos y demás conquistas logradas desde el 59 ¡pero nunca por razones políticas!
Los enemigos hablan, hablan, hablan y así ¡que fácil es! Pero fíjense que en Cuba no se ha disparado un tiro contra el pueblo desde el 1 de enero de 1959, ni siquiera en los momentos más difíciles. Conocimiento no tengo que haya un cubano desaparecido durante estos 50 años.
Otra cosa que los ignorantes pregonan es sobre la libertad de cultos. Tanto, que hasta muchos piensa que en Cuba no hay iglesias. Durante algunas de mis visitas, sobretodo a Santiago, tuve la oportunidad de acudir al santuario de la Caridad del Cobre, patrona de la isla, y ese día por coincidencia había una misa. Fui con una familia de Jiguani y era para una Semana Santa.
Podría seguir citando ejemplos, ejemplos vividos no porque nadie me los haya contado, pero el espacio se me agota y antes de terminar quiero proclamar a los cuatro vientos, que si hay un pueblo que verdaderamente admiro en el mundo ese es el cubano y, al decir esto, las lágrimas corren por mis mejillas de la emoción.
Siempre he dicho que si hay una Patria que honra y sirve de orgullo a los antepasados, esa es la cubana. Pues allí los dirigentes, con escasas excepciones, no han traicionado los ideales y principios de aquellos que lucharon por expulsar de la isla al poderío español pues mantienen una Revolución del pueblo y para el pueblo.
Martí, Gómez, Antonio Maceo (El Titán de Bronce), el Che, Camilo y demás pueden descansar, y de seguro descansan, tranquilos en sus tumbas pues su lucha y sacrificio no fueron en vano. Las causas por las que dieron sus vidas generosas han sido defendidas hasta más allá del limite de lo imaginable por Fidel y demás héroes del Moncada.
En Cuba hay verdadera libertad e independencia, aunque los ignorantes digan lo contrario. En Cuba no hay explotación del hombre por el hombre. Las industrias y las empresas la manejan los obreros. Los campesinos disfrutan de su tierra y reciben asistencia. La educación es gratuita al igual que la salud.
La Revolución fue capaz de erradicar el analfabetismo. La más baja tasa de mortalidad infantil la tiene Cuba, incluso por encima de otros muchos países ricos del planeta. Qué se pasa hambre en Cuba, dicen los enemigos, pero nadie ha muerto por falta de comida hasta ahora. He visto niños y adultos gordísimos. Los pequeños y los ancianos tienen un trato especial del régimen. Los atletas sobresalen cuando representan al país en competencias internacionales ¿y entonces?
En este 50 aniversario del triunfo de la Revolución públicamente digo que por esa cubita bella doy mi sangre y hasta mi vida si fuese necesario, a pesar de que no tengo complejo de mártir. La primera vez que visité la isla en 1992, escuché repetidamente ¡son 33 y más pa´lante! en referencia a los años que cumplía la Revolución. Ahora repito con más fe y fuerza que nunca ¡son 50 y todavía más pa´lante! Felicidades Cuba de mi corazón. Te amo. Hasta la victoria, siempre ¡seguimos en combate!

Selección de anécdotas del libro Así es Fidel

El periodista cubano Luis Báez acaba de editar en La Habana el libro Así es Fidel, donde recoge anécdotas contadas por deportistas, diplomáticos, periodistas, científicos, intelectuales y gente sencilla que compartió algún momento con el líder de la revolución. Esta es una pequeña selección

Ahora sí ganamos la guerra
Raúl Castro Ruz

Yo no he visto a nadie ―y lo digo apoyándome en hechos concretos― que haya tenido una voluntad más grande mientras mayores son las dificultades, que Fidel. Hay que pensar en el esfuerzo que hubo que hacer para organizar un ataque como el del Cuartel Moncada, y pensar en cómo en unas poquitas horas se desvaneció tanta entrega, tanta esperanza, sobre todo tanta sangre.

Después vinieron el presidio, el exilio, la organización del Granma, la clandestinidad y ocasionalmente la persecución en México ―donde ciertamente violamos algunas leyes, pero no contra ese hermano país, sino porque nos alentaba la liberación de Cuba―; y luego llegamos a la patria, y tres días después, en pocas horas, vimos desaparecer de nuevo todo el esfuerzo acumulado, cayeron decenas de compañeros...

Cuando dos semanas después, el 18 de diciembre de 1956, me encuentro con Fidel ya metido en la premontaña de la Sierra Maestra, en un lugar llamado Cinco Palmas, después del abrazo inicial su primera pregunta fue: "¿Cuántos fusiles traes?". Contesté que cinco. Y él resumió: "Y dos que tengo yo, siete. Ahora sí ganamos la guerra".


Todo el respaldo al ballet
Alicia Alonso

La primera vez que Fidel va a mi casa aún yo no había regresado a Cuba. Volvió en una segunda ocasión. Vino a comer en unión de Antonio Núñez Jiménez. Eran los primeros meses de 1959.

Cuando llegó se sentó en la terraza. Pasé una vergüenza terrible.

Sabía que le gustaban los ostiones y los mandé a comprar, pero no los encontraron. La persona que cocinaba se puso muy nerviosa. Comimos arroz con pollo. Fidel habló muchísimo. Conversamos de ballet, de lo que podía hacerse, de cómo debía desarrollarse. Me dijo que teníamos todo el respaldo del gobierno revolucionario.

Al poco tiempo salimos de gira por América Latina como embajada cultural. Ya en el año 1960 se hace la Ley 812 que oficializa toda la ayuda al Ballet Nacional.

¡De aquí no me muevo!
Adalberto Álvarez

En una ocasión citaron a un pequeño grupo de músicos y al ministro de Cultura, Abel Prieto, además, a Alicia Perea, quien presidía el Instituto Cubano de la Música en esos momentos, a una reunión con Carlos Lage en una casa del reparto Siboney que, coincidentemente, fue la primera casa en que estuve cuando entré en la Escuela Nacional de Arte. Allí estuvimos hasta que llegó el compañero Lage, pero, de manera inexplicable, la reunión no comenzaba, hasta que al poco rato siento una voz a mis espaldas que dice: "Buenas tardes, compañeros" y, sin poder aguantarme, exclamé: ¡Coño, Fidel!

No puedo expresar con exactitud la sensación que sentí con tan agradable sorpresa, que se extendió porque tuve la suerte de que se sentara a mi lado en un sofá y estuviera escuchando por casi una hora todos nuestros planteamientos. Pero aquí va lo otro: cuando comenzó a hablar, sin darse cuenta, gesticulaba y golpeaba mi rodilla con sus dedos. De más está decir la fortaleza que posee, y yo me dije: ¡ay, mi madre, yo me quedo sin rodilla, pero de aquí no me muevo!

Recuerdo escrito especialmente para este libro, Ciudad de La Habana, Cuba, 18 de enero de 2008.

Yo no te abandono
Ernesto Che Guevara

Hubo quienes estuvieron en prisión 57 días con la amenaza perenne de la extradición pero en ningún momento perdimos nuestra confianza personal en Fidel Castro. Y es que Fidel tuvo algunos gestos que, casi podríamos decir, comprometían su actitud revolucionaria en pro de la amistad.

Recuerdo que le expuse específicamente mi caso: un extranjero, ilegal en México, con toda una serie de cargos encima. Le dije que no debía de manera alguna, pararse por mí la Revolución, y que podía dejarme; que yo comprendía la situación y trataría de ir a pelear desde donde me lo mandaran y que el único esfuerzo debía hacerse para que me enviaran a país cercano y no a la Argentina. También recuerdo la respuesta tajante de Fidel: "Yo no te abandono".

¡Contra Fidel ni en la pelota!
Camilo Cienfuegos

Tras el triunfo revolucionario de 1959, Fidel Castro y Camilo Cienfuegos acudían con regularidad a encuentros de béisbol, algunas veces como espectadores y en otras como jugadores.

Una noche, ambos acudieron al estadio Latinoamericano de La Habana para un desafío. Surgió entonces la idea de que jugaran divididos en los dos equipos rivales para dar mayor viveza al juego.

Camilo, acariciando su amplia barba, oyó la proposición mascando y exhalando con vigor el humo de su habano. Cuando le explicaron la idea, como un rayo respondió: "¡Contra Fidel ni en la pelota!".

Ese día, mientras el líder de la Revolución actuaba como lanzador para la novena de los Barbudos, el inolvidable comandante Camilo Cienfuegos atrapaba sus lanzamientos como receptor de su equipo.

Prensa Latina, Ciudad de La Habana, Cuba, 28 de octubre de 2006.

Me hubiera gustado vivir en esa naturaleza
Wifredo Lam

Mis regresos a Cuba siempre me han producido dicha infinita, pero ninguno como el de fines de abril de 1963, después de 5 años de ausencia. "Voy a contemplar una Cuba nueva", me dije, al pisar tierra patria. Horas después, iba con mi esposa Lou a la Plaza de la Revolución, a conmemorar el 1ro. de Mayo bajo las banderas del socialismo.

En 1966, en el Museo de Bellas Artes de La Habana, expuse Tercer Mundo, mi homenaje plástico a la Revolución Cubana. Para hacerlo no tenía a mano muchos materiales. Lo pinté en el propio museo, en uno de sus almacenes, donde se guardaban los retratos de generales españoles que gobernaron en Cuba. No hay duda de que sirvieron de incentivo.

Esa fue la primera vez que tuve la oportunidad de saludar a Fidel. Me invitaron a una recepción al Palacio Presidencial. Haydeé Santamaría me lo presentó. Fue cuando nos hicieron esa foto donde estamos Lou y yo junto a Fidel.

Fidel me pareció un hombre eminentemente bello, un héroe con sus barbas negras y su nariz recta. Al saludarlo solo atiné a decirle: "¡Es un placer enorme!". En aquel momento hablaba muy entusiasmado con unos latinoamericanos.

―Me estaban hablando de Humboldt y de la naturaleza de Sudamérica. Me hubiera gustado vivir en esa naturaleza, hacer la revolución por allá ―nos dijo Fidel.

Seguimos hablando de la selva sudamericana, tal como la describe Rómulo Gallegos en Doña Bárbara, y de la lucha entre la serpiente y el burro con que termina la famosa novela.

El Quijote
Roberto Fernández Retamar

Con motivo de la toma de posesión de un presidente latinoamericano, Fidel decidió incluirme en la delegación que lo acompañaría, y al anunciar este hecho en un discurso me llamó, debido a mi triste figura, el Quijote. Algún tiempo después, en una reunión en que también estaba su hermano Raúl, volvió a llamarme así terció para decir: "¿No te das cuenta de que él no quiere ser Quijote? ¡Quiere ser Cervantes!".

Recuerdos narrados al autor, Ciudad de la Habana, 2007.

Te he dicho que iré
Jean Paul Sartre

( ... ) Es lo que Raúl Castro expresa muy bien, a mi juicio, en uno de sus discursos:

"Las campañas contra Cuba son un dínamo que produce una fuerza más grande en provecho de la Revolución".

( ... )

Castro no es hombre fácil de encasillar. En la mayor parte de los países, para entenderse con un ministro, se necesita más bien atenuar la luz: el poder simplifica mucho las cosas. Para comprender a Fidel creo que lo mejor es alimentar su propia llama al extremo: esclarecer lo nuevo como se presenta, sin recurrir a viejas experiencias.

La primera vez que lo vi fue en Holguín, en traje escolar: se devolvía un cuartel al pueblo y Castro inauguraba esa nueva vestimenta.

Llegamos muy retrasados: apenas salió de la ciudad, el auto había seguido una increíble fila de vehículos y peatones: coches privados, taxis ―que hacían el viaje gratuitamente― y camiones cargados y recargados de niños. Presas en las mallas de aquella inmensa red, las máquinas iban, como suele decirse, "a paso de hombre".

Había familias por todas partes. Endomingados, los hombres vestían la ligera camisa cubana que desciende sobre el pantalón hasta medio muslo, y pequeños y grandes se resguardaban del sol con redondos sombreros de paja, de bordes levantados que, a los ojos de las gentes de la ciudad, son, más que el machete, el símbolo del trabajo en los campos.

Todos reían y charlaban y esperaban algo. ¿Qué? Ver a Fidel Castro, desde luego, y quizá tocarlo ―como hacen a menudo las mujeres para robarle un poco de su insolente mérito, de su felicidad.

Bajamos al fin de nuestro Buick y lo estacionamos entre un Packard y un Chevrolet. "Es por ahí", nos dijo un soldado rebelde. Y vimos un estadio.

En las gradas, a mis pies, había millares de niños, y abajo, en el terreno, decenas de millares. Sobre aquel mar de niños había una balsa que parecía hallarse a la deriva ―una tribuna, si se quiere: algunas tablas unidas y sostenidas por unos postes delgados que hasta el día anterior eran troncos de árboles.

Castro había querido que fuera así, para hablarle lo más cerca posible a aquel joven público. Una balaustrada de madera pretendía proteger el estrado, azotado sin cesar por oleadas. Un soldado alto y fuerte les hablaba a aquellas oleadas. Yo le veía de espaldas: era él.

―Por aquí.

Un joven rebelde de uniforme nos abrió paso y bajamos hasta las gradas. En la primera fila, cruzamos una pasarela y nos encontramos en medio de los rebeldes.

Castro terminaba su alocución. Estaba preocupado: aún tenía que pronunciar dos discursos antes de que acabara el día. El más importante era el último: debía dirigirse en La Habana a los representantes de los sindicatos obreros y pedirles que sacrificaran una parte de su salario para las primeras inversiones que iniciarían la industrialización del país.

Ahora bien: sentía que, de minuto en minuto, su voz enronquecía.

Precipitó su alocución y le dio fin en algunos minutos. Todo parecía terminado, pero todo comenzaba. Durante más de un cuarto de hora, aquellos chicos gritaron como enloquecidos.

Castro esperaba un tanto confuso: sabía que a Cuba le gustan los discursos largos y que él ha contribuido a infundirle ese gusto; comprendía que no había hecho bastante. Quiso compensar sus palabras demasiado breves permaneciendo más tiempo en la tribuna.

Advertí entonces que dos de sus oyentes, de 8 a 10 años a lo sumo, se habían aferrado a sus botas. Entre la incertidumbre infantil y Castro se había establecido una extrema relación. Aquella esperaba algo más: la perpetuación de aquella presencia por un acto.

Ahora bien: ese acto estaba allí: era, detrás de nosotros el cuartel humillado por las coronas de la paz. Pero aquello se había anunciado desde hacía tanto tiempo, que había perdido la novedad. En el fondo, aquellos escolares no sabían lo que querían, salvo, quizá, una verdadera fiesta que sintetizara, en la unidad de su esplendor, el pasado que ya se esfumaba y el futuro que se le había prometido.

Y Fidel, que lo sentía muy bien, permanecía allí casi confundido: él, que se da enteramente en sus actos revolucionarios, al servicio de toda la nación, se asombraba de reducirse a aquella presencia desnuda y casi pasiva. Agarró por las axilas al chico que se aferraba a su bota derecha y lo alzó de la tierra.

―¿Qué quieres? ―le preguntó.

―¡Ven con nosotros! ―gritó el pequeño―o ¡Ven al pueblo!

―¿Ocurre algo malo?

El chico era delgado, de ojos brillantes y hundidos: se adivinaba que sus enfermedades, heredadas del régimen anterior, serían aun menos fáciles de curar que las de la nación. Respondió con convicción: ―Todo va bien, Fidel, ¡pero ven con nosotros!

Imagino que él había deseado cien veces aquel encuentro en el que ahora no sabía qué hacer. Deseaba aprovechar al hombre que le sujetaba en sus fuertes manos, pedir, obtener. No por interés, sino por establecer entre el niño y el jefe un verdadero lazo. En todo caso, es el sentimiento que experimenté. Y creí adivinar también que Castro vivía con toda lucidez aquel pequeño drama.

Prometió ir un día y no era una promesa vana. ¿Adónde no va él? ¿Adónde no ha ido? Después bajó al niño.

Ahora, miraba a la muchedumbre, incierto, un tanto disgustado.

Llamado vivamente por sus compañeros, trató de irse dos veces. Se alejaba un poco de la balaustrada, pero no se iba: parecía intimidado. Volvió hacia adelante: el chico lloraba. Fidel le dijo:

―¡Pero si te he dicho que iré!

En vano. Los niños habían vuelto a gritar, y se apretujaban con tanta fuerza contra la tribuna, que la hacían correr el riesgo de desplomarse. Los soldados rebeldes ―unos cien, con palas y fusiles, hombres y mujeres― que debían desfilar frente a Castro, no pudieron abrirse paso.

Fidel permanecía perplejo por encima del entusiasmo desencadenado. Finalmente, tomó el sombrero de paja que le tendía un niño y se lo puso, sin sonreír.

Señalo el hecho porque es raro: Castro detesta las actitudes demagógicas y los disfraces. Hizo el símbolo de un acto porque no había acto que hacer. Pronto se despojó del sombrero de paja, el cual estuvo un instante en la cabeza del comandante Guevara y ―no sé cómo― finalmente vino a parar a la mía: yo lo conservé en medio de la indiferencia general porque no tuve valor para quitármelo.

De pronto, sin motivo preciso, Castro emprendió la fuga literalmente, y detrás de él, los demás jefes rebeldes huyeron igualmente escalando las gradas.

Un canto a la vida
Ana Fidelia Quirot

El día 22 de enero de 1993, a las 4:00 p.m. sufro un accidente doméstico con quemaduras de 2do. y 3er. grado, en el 38% de mi cuerpo. Los primeros auxilios los recibí en el hospital Calixto García, del Vedado; horas más tarde me trasladan hacia el hospital Hermanos Ameijeiras, del municipio Centro Habana.

Recuerdo que me encontraba en el piso 22 de la sala de quemados y más o menos eran las 9:30 p.m., sentí que alguien caminaba con pasos muy firmes hasta la habitación donde me encontraba; de momento siento una voz muy conocida, que me preguntaba: ¿que cómo me sentía? Giré la cabeza hacia el lado izquierdo, y vi a una persona de estatura bien alta y vestida de verde olivo, pero sobre su uniforme llevaba una bata verde, de las que usan los médicos para entrar a los salones. Sabía que lo conocía, pero no estaba segura, hasta que descubro que era nuestro querido e invencible Comandante en Fidel Castro Ruz.

Cuando lo vi fue como experimentar un canto a la vida. Él estaba muy preocupado por mi estado de salud. En su conversación, me dijo que había que avisarle a mi mamá y le respondí negativamente. Porque a mi juicio, me encontraba bien y muy pronto volvería estar en la pista para continuar representado a mi país.

Fidel me respondió así: "En estos momentos, no importa que vuelvas a la alta competición, lo que realmente interesa es que te recuperes". No sabía yo la magnitud de mis quemaduras, pues pensé que no eran de tanta gravedad. Por eso, ese gesto tan humano de mi querido Comandante, jamás lo olvidaré. Él estuvo en la cabecera de mi cama para darme el aliento de luchar por la vida que tanto necesitaba para resurgir, como el ave Fénix.

Me siento eternamente agradecida por todo el esfuerzo realizado por los médicos del hospital Hermanos Ameijeiras y el pueblo de Cuba, el cual con su constante preocupación y mensajes de aliento, influyó notablemente en mi recuperación.

Después del proceso de salvación, vino la fase de cirugías reconstructivas, esto me iba a permitir ganar en movilidad en las partes dañadas de mi cuerpo: fueron secciones muy duras de entrenamiento pero tenía un gran compromiso con Fidel y con mi pueblo: volver a las pistas del mundo y ubicarme entre las mejores corredoras de 800 metros planos.

Ese día llegó en una fecha muy especial para los cubanos con conscientes y agradecidos de la buena bondad de nuestra gran Revolución. Ocurrió el 13 de agosto, de 1995, en la ciudad de Gotemburgo, cuando gané la medalla de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo, justamente en el día de cumpleaños del mayor impulsor de los resultados deportivos cubanos, nuestro queridísimo Comandante Fidel Castro Ruz.

Otra del mismo libro... (contada por Manuel Yepe) ESTABA GANANDO... En el programa de la visita oficial a Cuba del Jefe de Estado de un país amigo del Tercer Mundo, en 1960, se había previsto, para un domingo, un almuerzo y día de descanso en la playa de Jibacoa, unos 40 kilómetros al Este de La Habana, por invitación del Primer Ministro Fidel Castro.Hacia allá se trasladó un día antes un funcionario de la Dirección de Protocolo que tenía la encomienda de preparar una casa cuyas llaves nos habían entregado los compañeros de la Marina de Guerra Revolucionaria, especialmente para la ocasión.Ocurrió, sin embargo, que cuando temprano en la mañana del propio día de la actividad llegaron a Jibacoa otros funcionarios del Protocolo con los víveres, bebidas, vajillas, copas, cubiertos, y hasta los instrumentos musicales que se utilizarían en el ágape, encontraron que el compañero que había llegado el día anterior se había hecho sospechoso a los guarda fronteras de la playa y había sido arrestado, razón por la cual no estaba preparada la casa.Como no lograron comunicarse con la Dirección en La Habana, tuvieron la feliz iniciativa de gestionar el arrendamiento de un local apropiado para fiestas en Santa Cruz del Norte, un pequeño poblado de pescadores algo más cercano de la capital pero también en la costa norte y en la misma ruta.En plena autopista interceptaron a la caravana de autos cuando viajaba hacia Jibacoa, como antes lo habían hecho con el ómnibus que transportaba a los artistas.Desde el poblado de Santa Cruz del Norte se logró comunicación con La Habana para informar al Primer Ministro acerca del cambio de sitio.Todo parecía felizmente resuelto cuando comenzaron a servirse los daiquiris, mojitos y entremeses a los invitados y los músicos dejaron oír sus instrumentos.Pero, media hora más tarde, Fidel no había llegado y temíamos que el Presidente comenzara a impacientarse.Fue entonces cuando entró, por microondas, un mensaje del líder de la Revolución cubana.Estaba concursando en el Torneo Ernest Hemingway de pesca de la aguja. Se disculpaba por el retraso. En algunos minutos más esperaba poder unirse a su invitado. Sugería que almorzaran sin aguardarlo. Transmití las disculpas al presidente pero mentí en cuanto a los motivos: - Graves problemas de gobierno han impedido al Primer Ministro estar aquí a tiempo, ya se dirige hacia acá.Media hora más tarde, recibí nuevas instrucciones del Primer Ministro. Estaba ganando el concurso y, por ello, no podía abandonar la justa. Reiteraba su solicitud de disculpas y recomendaba que se sirviera el almuerzo sin esperarle.- Parece que el primer Ministro ha tenido que convocar una reunión muy urgente del Gobierno, le pide que lo espere y le anuncia que no tardará, - fue el adulterado mensaje que le transmití.Pasados otros treinta minutos, el alto dignatario extranjero no disimulaba ya su disgusto.- Es que hay una situación muy tensa en las relaciones con los Estados Unidos y, seguramente, algún asunto grave se ha presentado - trataba de tranquilizarle.El mandatario extranjero aceptó que se sirviera el almuerzo sin esperar más a su anfitrión, comió con naturalidad y aparentó disfrutar el espectáculo artístico. Pero al cabo del postre se levantó y pidió retirarse.Mientras subía la comitiva a los automóviles, yo estaba convencido de que acababa de ser testigo de un grave incidente en las relaciones diplomáticas entre las dos naciones.Pero menos de diez minutos después de que la caravana tomara por la espaciosa Vía Blanca rumbo a la capital, se detuvo abruptamente.El automóvil en el que viajaba el Comandante en Jefe Fidel Castro, que transitaba en sentido opuesto, la había interceptado. Fidel abrió personalmente la puerta trasera izquierda del vehículo, penetró en él y ocupó el lugar que rápidamente le dejé libre junto al Presidente.- ¿Ya le contaron que estaba compitiendo en el concurso de pesca Ernest Hemingway? No podía dejarlo porque estaba ganando. En definitiva obtuve el primer premio -, fue el saludo, feliz, del jefe de la Revolución.- Sí, ya lo sabía. Me alegra mucho. Lo felicito. Estoy muy contento de que haya usted podido venir - dijo el Presidente extranjero. Y se abrazaron sonrientes mientras que yo, actuando de traductor, sudaba copiosamente.



Recuerdo escrito especialmente para este libro, Ciudad de La Habana, Cuba, 1 de 2008.

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José Luis Díaz-Granados

No es casual que la parábola vital y revolucionaria de Fidel Castro haya ocurrido entre dos milenios.

Comienza su epopeya finalizando la década de los 40. Construye el primer pilar de su gloria en 1953, desembarca en el "Granma" con sus heroicos compañeros cuatro años más tarde, triunfa sobre la tiranía batistiana en 1959, derrota la flotilla mercenaria en Playa Girón en 1961, conduce y edifica la Revolución Cubana en los 60, 70, 80, 90 y, bloqueado y amenazado de muerte durante todos esos años por el más poderoso imperio jamás visto, lo desafía, lo reta y lo enfrenta, aún sin el apoyo de la superpotencia soviética que se derrumbó en el 90 y sigue adelante liderando su proyecto, resistiendo al frente de su pueblo y rompiendo el muro del tiempo para penetrar indemne en el siglo XXI.

Fidel habla y cada palabra suya se consigna en libros, medios de comunicación y memorias y la humanidad anota con asombro que es el único líder mundial que tiene ascendiente político en los pueblos de Asia, África y América Latina. Además, hay un hecho curioso corroborado en el mundo de la informática: es el personaje más fotografiado del siglo XX.

Este hombre entre dos siglos, entre dos milenios, tiene algo extraterrenal, rasgos de chamán hispano y precolombino, que le confieren una poderosa fuerza interior, insospechada, que hace que, por ejemplo entre una multitud heterogénea y ferviente alrededor del Lincoln Memorial en Washington, en 1960, sólo a él se le pose una paloma blanca sobre el hombro izquierdo. Posteriormente, este fenómeno se ha repetido muchísimas veces, en Cuba y en otros lugares del mundo.

Conociéndolo, conversando con él, escuchándolo, admirándolo de cerca o de lejos, cualquiera se da cuenta que Fidel es un ser humano excepcional, que puede ser amado u odiado, pero en todo caso grande, único e irrepetible.

2
Hubiera querido conocerlo en 1959 cuando mis 13 años se estremecieron, bajo el luminoso influjo de mi padre, con su ascenso al poder revolucionario de Cuba.

Acaricié ese sueño durante mucho tiempo, pero una y otra vez se desvanecía ante realidades de mi vida cotidiana. En 1992, después de haber presidido la delegación colombiana a un encuentro de solidaridad con Cuba, al momento de dirigirme al Aeropuerto "José Martí" para tomar el avión de regreso a Bogotá, me informaron que Fidel acababa de llegar al lugar del evento para saludar a los delegados.

No pude en esa ocasión estrecharle la mano al Comandante, pero lo haría más tarde.

Por fin el sueño se realizó en Bogotá, el 8 de agosto de 1994, después de haber asistido el líder cubano a la ceremonia de posesión del presidente Ernesto Samper Pizano.

Los integrantes de los diferentes comités de solidaridad con Cuba organizamos un acto masivo en el Salón Rojo del Hotel "Tequendama", que se inició a las diez de la mañana del citado día.

En la primera fila, junto a Gladys, mi compañera, mi hijo Federico, el poeta Armando Orozco Tovar y varias decenas de amigos y simpatizantes de la Revolución Cubana, adiviné tras las luces de los reflectores que fulguraban a un costado de la mesa de honor, el rostro esplendente de Fidel Castro. Vestido con uniforme de gala con las insignias de Comandante en Jefe, avanzaba hacia la mesa seguido por el entonces canciller Roberto Robaina y el embajador cubano en Colombia, Jesús Martínez Beatón, en medio de la más estruendosa y entusiasta ovación.




Fidel levantó el brazo y saludó a la multitud apiñada en aquel recinto legendario, testigo mudo de diversos actos y sucesos históricos de nuestro país. Dos o tres minutos después escuché que el embajador anunciaba mi nombre. Me situé justo frente al Comandante y leí el discurso de bienvenida que había preparado la noche anterior.

Le recuerdo que de Colombia, país donde es hoy el huésped más ilustre, partieron hace un siglo decenas de compatriotas a acompañar a Antonio Maceo en su hazaña de libertar a Cuba del imperio español; hago alusión a la solidaridad de los colombianos y de los habitantes del Tercer Mundo, como legiones jubilosas y crecientes, que en mil formas materializan día a día su comunión con la Revolución Cubana y reafirmo nuestra fe en la eternidad de su proyecto, recordando unos versos de Neruda (Cuando dije el mágico nombre, Fidel levantó las cejas en actitud de admiración y asombro), que dicen: "y si cayera Cuba caeríamos / y vendríamos para levantarla, / y si florece con todas sus flores / florecerá con nuestra propia savia".

En medio de los aplausos me acerqué a la mesa. El Comandante se puso de pie y con cálida cordialidad me estrechó la mano. Coloqué la otra mano encima de la suya y él hizo lo mismo. Sólo atiné a decirle: "Hace 25 años esperaba este momento". Fidel entrecerró los ojos, hizo una ligera venia al tiempo que sonreía y luego me siguió con la mirada hasta que ocupé de nuevo mi puesto.

Minutos más tarde, durante su brillante intervención ---en la cual recordó su estancia en Bogotá cuando los sucesos del 9 de abril de 1948---, me sentí muy halagado cuando dijo que escuchando a quienes lo habían antecedido en la palabra había reafirmado su convicción de que en Colombia se hablaba y se escribía el mejor español del mundo.

3
En noviembre de 1994 asisto en La Habana al I Encuentro Mundial de Solidaridad con Cuba. La sesión plenaria en el Teatro "Carlos Marx" la preside Fidel.

Intervienen delegados de Sudáfrica, Italia, España, Libia, Angola, Australia y Laos; también el Comandante sandinista Daniel Ortega, de Nicaragua, el pastor norteamericano Lucius Walker, la vicecanciller de Zambia y el exagente de la CIA Phillip Agee, quien denuncia horrores y atrocidades cometidas por la agencia gringa.

Entretanto, Fidel escucha con paciencia a cada orador; a veces toma nota, con mucha calma, con un bolígrafo. De pronto traza unas líneas sobre el papel, mira hacia todos los lados como si quisiera escudriñar cada uno de los tres mil rostros allí presentes. Si alguien anota algo gracioso, ríe; luego aplaude. Cuando un delegado formula una pregunta de teoría marxista, mira a sus compañeros de mesa y los señala bromeando como diciéndoles: "Esa respóndanla ustedes". }

En el intermedio, al mediodía, Fidel se levanta pausadamente y sale a pasos lentos, dejando en el piso la huella recia de sus botas. En la tarde, escucha un informe de un delegado mexicano que plantea la construcción de un canal interoceánico entre su país y Cuba, y parece que estuviera adormecido, pero de pronto sorprende al orador con una pregunta:

"¿Y en esa construcción no se contaminarían las aguas? ¿Ya consultaron la opinión de los ecologistas?". Se vuelve a sus compañeros de mesa y ríe irónicamente: "porque nosotros también debemos hacer preguntas"; otro orador se excede en el tiempo y Fidel, tolerante, abre los brazos y hace un gesto de resignación; de pronto ante alguna afirmación ingeniosa aplaude con entusiasmo. Se suceden varias intervenciones: a todos escucha respetuosamente; se frota las manos, alarga los dedos, levanta las cejas y se mira las uñas, una a una: cuando Agee narra las anécdotas del terror de la CIA, Fidel lo mira asombrado, luego nos mira y se ríe de buena gana mostrando todos sus dientes. Cuando se acerca el fin de la sesión se queda mirando la madera de la mesa presidencial, coloca las puntas de los cinco dedos de su mano izquierda con firmeza y comienza a tocar un piano imaginario o a colocar objetos invisibles sobre la mesa. El moderador pide brevedad a los oradores. En esas, pasa el Comandante Shafik Handal de El Salvador con un centenar de hojas en la mano y Fidel lo señala con los índices de las dos manos, muerto de la risa.

A las 6 y15 de la tarde me anuncian y me dirijo al podio. Con voz serena y clara le expreso al "querido presidente, comandante y compañero Fidel" que vengo de un país sitiado por oscuras fuerzas que pretenden eliminar las expresiones de la inconformidad; le recuerdo que también Cartagena de Indias fue sitiada por otro imperio, pero que al final salió victoriosa; de ahí nuestra fe en el futuro de Colombia y de América Latina, estimulados por la fuerza extraordinaria de la Revolución Cubana. Y termino recitando una décima que escribí en 1966:

"Cuba, patria de Martí, / isla que Fidel libera, / cierta amenazante fiera / jamás podrá contra tí. / Nunca tanto valor vi, / ni tanta fértil pasión / que cuando con tu canción / valerosa y guerrillera / pusiste en jaque a la fiera. / ¡Viva la Revolución!".

Me parece que he sido objeto de una ovación atronadora. Los integrantes de la mesa, con Fidel a la cabeza, se ponen de pie y aplauden largo rato. Me acerco al Comandante, quien me da la mano efusivamente y luego me abraza juntando el rostro con el mío, al tiempo que dice, mirándome a los ojos: "Muy bonitos sus versos, José Luis".

La mirada penetrante, bajo las pobladas cejas, me envuelve en una conmoción jubilosa. Aguarda a que yo me despida, sin palabras, y me ve ir con una sonrisa plácida. Este momento único, indeleble, revive el saludo de Bogotá.

He sido el último orador de la plenaria. El moderador levanta la sesión y convoca a los delegados para las comisiones del día siguiente.

4
Entre las 11 de la noche del primero y las 4 de la madrugada del 2 de febrero de 2001, sostuvimos con el Comandante en Jefe Fidel Castro un extenso diálogo, una amena conversación en la que participamos los miembros del jurado del concurso "Casa de las Américas" en sus diversos géneros.

Horas antes, Sergio Ramírez ---excelente narrador nicaraguense, ex-vicepresidente de su país--- y yo, conversamos en un rincón apartado del Palacio de la Revolución, mientras saboreábamos un exquisito whisky, a la espera de Fidel, quien se hallaba en el acto de clausura del Congreso Internacional de Economistas en el Palacio de las Convenciones.

Estaban allí el presidente de la Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar, el poeta Pablo Armando Fernández y otros prestantes escritores e intelectuales cubanos. Entre los miembros del jurado recuerdo a la novelista española Belén Gopegui, al narrador ecuatoriano Javier Vásconez, al guatemalteco Méndez Vides, a la argentina Sylvia Iparaguirre, el brasilero Fernando Morais, la puertorriqueña Mayra Santos-Febres y los argentinos Andrés Rivera y Néstor Kohan, entre otros.

A las 11, Fidel nos estaba esperando en una estancia con paredes y biombos de madera cubiertos por helechos. Al fondo, una mesa con toda clase de viandas y licores.

Me acompañaba mi esposa, Gladys Siabatto, a quien el Comandante saludó con especial cariño. Luego, Fidel y yo nos dimos un estrecho abrazo y pasamos a una sala iluminada que se fue llenando de personalidades del mundo político: Carlos Lage Dávila, el vicepresidente, Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Abel Prieto, escritor y ministro de Cultura, entre otros.

El Comandante escuchó el acento español de Belén Gopegui y la abrazó con afecto. La acompañaba su esposo, el editor Bértole y conversaron animadamente con el Jefe de la Revolución durante largo rato.

El joven ensayista argentino Néstor Kohan y yo nos acercamos al Comandante y comenzamos a dialogar de diversos aspectos de la situación política de América Latina. Kohan prácticamente asediaba con preguntas, todas interesantes, a Fidel, quien le respondía con largas reflexiones, mientras me miraba de reojo. De pronto desvió el tema hacia sus comienzos políticos en los años 40 y comienzos de los 50, la iniciación en la vida revolucionaria, cuando militaba en el Partido del Pueblo (Ortodoxo), que lideraba Eduardo Chibás, el sacrificado dirigente que denunció la corrupción de los gobernantes de Cuba.

--- Yo militaba con los ortodoxos ---decía Fidel---, porque era el partido que aglutinaba en ese momento la mayoría del pueblo.

En un momento dado vuelve a mí sus ojillos vivarachos, me miran con picardía y, colocando su mano derecha sobre mi corazón, palmoteando varias veces, comenta:

---... porque en ese entonces yo no era miembro del Partido Comunista...!

Gladys suelta una carcajada y comenta en voz alta: "Ahí tiene, pues!". Fidel sigue hablando del partido Ortodoxo y de Chibás, y en un momento dado le pregunto ---yo con un vaso de whisky, Fidel con una copa de mojito---:

--- Comandante: si Batista no hubiera dado el golpe del 10 de marzo de 1952 y si, por ejemplo, Chibás hubiera sido electo presidente de Cuba ¿cuál hubiera sido su papel, su trayectoria política, su presencia en la historia de Cuba?

--- Yo hubiera seguido en la lucha ---respondió Fidel, sin perder el hilo temático ni el tono de la charla---. Hubiera seguido trabajando por un cambio revolucionario... Chibás hubiera sido un presidente tradicional. No un corrupto, no. Pero tradicional. Corrupto no, porque él dio su vida precisamente por denunciar la corrupción gubernamental. Y yo en aquellos días estaba buscando las pruebas que Chibás necesitaba...

Fidel mientras hablaba, me colocaba la mano en el pecho y en el hombro.

--- A Chibás le pedían las pruebas, porque había denunciado una finca que había adquirido ilícitamente un ministro... y le pedían pruebas, pruebas y no las tenía, y en un momento de depresión Chibás se suicidó. Eso produjo una enorme conmoción en la población, sobre todo porque en aquella época existía un ambiente prelectoral. Un director muy decoroso decía: "no hay que ir a Guatemala, sino ir a los registros...". En fin. Yo me fui a investigar en una avioneta. No sé cómo estoy vivo. Yo tenía conmigo las pruebas que Chibás necesitaba, los documentos que probaban que desde Palacio habían mandado a matar a los que reclamaban sus derechos. Cuando ellos iban a firmar la renuncia de sus tierras llegué yo, que era el abogado de su causa, y les dije: "Alto...!" y demostré que Chibás tenía razón en denunciar la corrupción del gobierno de Prío. Prío había comprado quince fincas en un año, que eran parte de una operación fraudulenta con sus hermanos, que compraban montones de fincas por la quinta parte de su valor real. Luego revendían esas tierras, pero la denuncia mayor iba a salir precisamente el 10 de marzo de 1952, el día del golpe de Batista.

Otros invitados, curiosos, comenzaron a desplazarme e interrumpieron al Comandante para hacerle variadas preguntas.

En ese momento apareció Gladys con un plato lleno de diversas carnes con tostones y me regañó porque no había comido en toda la noche. Javier Vásconez también me llamó la atención: pareces petrificado, me dijo, y los dos me alejaron afectuosamente de aquel momento histórico, casi irreal.

Cuando salimos del Palacio de la Revolución, La Habana mostraba las bellas luces de su amanecer, tan celebrado por Hemingway y Luis Cernuda. Gladys y yo también teníamos muchos motivos para celebrarlo.

Mujeres, 'glamour' y Revolución: la mirada inédita de Alberto Díaz Gutiérrez 'Korda'

La exposición 'Korda, Conocido Desconocido' reúne en la Casa de América de Madrid más de doscientas imágenes, la mayoría inéditas o copiadas 'a negativo completo', de un fotógrafo que pasó a la historia por ser el autor del célebre retrato del Che Guevara y que soñaba con las mujeres más hermosas.

El día que murió Alberto Díaz Gutiérrez, "Korda", el fotógrafo cubano autor del célebre retrato del Ché Guevara, pudieron dormir tranquilos los padres y los maridos celosos de La Habana.

Lo dice su amigo y discípulo José Alberto Figueroa un día antes de asistir, este jueves en la Casa de América de Madrid, a la apertura de la exposición "Korda, Conocido Desconocido", con más de doscientas imágenes, la mayoría inéditas o copiadas "a negativo completo".

El fotógrafo murió en París el 25 de mayo de 2001. Había nacido 73 años antes en La Habana, el 14 de septiembre de 1928. Figueroa habla del "maestro" Korda "humano y carismático", al que prefiere llamar "amoroso" antes que seductor, que "tenía atractivo para las mujeres de cualquier edad".

Alberto Díaz Gutiérrez, "Korda", nació en La Habana el 24 de septiembre de 1928 y falleció en París el 25 de mayo de 2001, día en que pudieron dormir tranquilos los padres y los maridos celosos de la capital cubana, asegura su amigo y discípulo José Alberto Figueroa.

Figueroa, que asistirá mañana a la apertura de esta exposición, habla del "maestro" Korda "humano y carismático", al que prefiere llamar "amoroso" antes que seductor, que "tenía atractivo para las mujeres de cualquier edad".

Las palabras de Figueroa se corresponden con las declaraciones del propio Korda poco tiempo antes de morir: Que aprendió a manejar la cámara con la esperanza de convertirse en un famoso fotógrafo de moda y conocer así "a las mujeres más hermosas de Cuba" pero que dos meses después del triunfo de la Revolución (enero de 1959) decidió dedicar a esta su vida y su obra.

Y así lo refleja la exposición que estará abierta hasta el 25 de enero: mujeres retratadas en los Studios Korda y otras, desconocidas, que retrató en los escenarios de la revolución cubana; pero también la obra documental que realizó siguiendo a los líderes cubanos, Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara, entre otros.

Las fotografías, todas en blanco y negro, positivadas por Figueroa, describen viajes diversos que realizó Castro por el interior de la Isla, a Venezuela, a Estados Unidos o a Rusia.

En las imágenes aparece el pueblo cubano en las grandes concentraciones de apoyo a los revolucionarios, el mar, la niñez, y el comandante Fidel en sus recorridos por la sierra, pescando, buceando, esquiando, jugando al golf o al béisbol o frente a un tablero de ajedrez.



Moda, sociedad y política
Los Studios Korda fueron fundados en 1954 por Luis, Genovevo y Alberto en una pequeña oficina del edificio La Metropolitana de La Habana. Importantes campañas publicitarias para grandes marcas ayudaron a la consolidación del estudio, adquiriendo así una proyección mayor en comparación con otros estudios tradicionales hasta que el 14 de marzo de 1968 fueron intervenidos por el Departamento de Lacra Social del Ministerio del Interior, haciendo desaparecer la mayor parte de sus archivos.

Cuatro series de fotografías caracterizan la carrera del fotógrafo cubano:


'Los líderes' (las instantáneas ofrecen miradas íntimas hacia la vida de Castro que cautivaron a los espectadores).


'El pueblo' (esta serie ofrece fotografías fruto de los viajes y del contacto de Fidel Castro con el pueblo cubano).


'La mujer' (con la labor de Korda en el campo de la moda, las poses provocativas de la fotografía cubana quedaron apartadas con instantáneas mucho más sensuales y elegantes al beber de influencias como las de Avedon).


'El mar' (Korda está considerado el fundador de la fotografía submarina en Cuba. Entre los negativos destacan las imágenes de Castro y Che participando en el torneo de pesca de aguja "Ernest Hemingway", celebrado en La Habana).


La comisaria de la exposición, la historiadora cubana Cristina Vives, dice que al comienzo de la Revolución, el fotógrafo dejó la moda y la publicidad y cambio a Norka (Natalia Mendez) -"su modelo favorita"- por Fidel y los demás líderes políticos pero "aplicando en estos nuevos modelos los mismos códigos fotográficos, luz natural, composición, pose, glamour...".

Aunque en esa segunda etapa no se olvidó Korda de las mujeres: Dice la comisaria que "en los actos oficiales aprovechaba para buscar la belleza femenina en medio de la muchedumbre. De ahí salió la segunda época de mujeres, las pos-revolucionarias".

La exposición forma parte de un ciclo que conmemora el cincuenta aniversario del triunfo revolucionario, el 1 de enero próximo, y supone un homenaje al fotógrafo que, a decir de Figueroa, era "una amenaza para las mujeres hermosas".

Entrevista a Eduardo Galeano

28-12-2008

"Toda riqueza se nutre de alguna pobreza"
Luis Zarranz, Florencia y Francisco Silio
Agencia Rodolfo Walsh


El escritor y periodista Eduardo Galeano habla de los cafés, de la crisis económica mundial, de América Latina, Bagdad, las palabras traicionadas y de la poca originalidad de los medios de comunicación que tienen menos capacidad de decir lo suyo. "Nos mean y la prensa dice llueve".

Cuando era chico y ser periodista era cosa del futuro lejano, me dije que entrevistar a quien ahora baja del ascensor era mi máxima aspiración. La anécdota sirve, como pocas, para reflejar la admiración que nos despierta el entrevistado y sería totalmente injusto omitir el dato, sabiendo lo fácil que usted se dará cuenta al leer la entrevista, ajena a todo manual del entrevistador: ahí donde decía que
debíamos interrumpirlo, lo hemos dejado hablar. Donde estaba escrito eso de que "un buen periodista no muestra sus sensaciones", hemos hecho el esfuerzo para que estuvieran a flor de piel.

La reflexión sobre esta experiencia, cosa que los manuales tampoco aconsejan hacer, nos arrojó una interesante conclusión: la subjetivación del hecho periodístico, ya de una manera intencionada, nos permitió no sólo saborear el momento sino merodear la esencia de quien teníamos enfrente, pero sentimos de nuestro lado.

La puerta del ascensor se abre en la planta baja de este refinado hotel de pretenciosa arquitectura y decoración, pero de escaso buen gusto. De él baja el único pasajero que transporta, procedente del décimo piso: pantalones de jeans, camisa azul turquesa. Por debajo, una camiseta negra. Por encima, un pulóver en forma de mochila, colgando sobre sus hombros y cayendo por la espalda.

Camina lento. No hay apuro en él. Las manos abrazadas por detrás, a la altura de la cintura. Un paso y otro, mirada marinero hacia el frente. Uno percibe una armonía entre ese tempo de cada paso, entre esa manera tan reflexiva de caminar y el intelectual que es, que ya, a prima vista, se siente trasladado a otro espacio y no en el anexo del Hotel Hermitage que lo hospeda en estos primeros días de la IV Feria del Libro de Mar del Plata, en la que es uno de los invitados ilustres y el encargado de la apertura.

Transitamos los quince metros que nos distancian desde el mostrador del lobby hasta su persona, es justo reconocerlo, con mucha más prisa, ansiedad y expectativa que él. Nos saludamos e intercambiamos las primeras palabras: que el tiempo está loco, que es extraño para la época el frío y el viento que hay hoy, y otras vaguedades climáticas.

Caminamos por el hotel, ya metidos en su ritmo, en busca de un lugar agradable y tranquilo donde poder sentarnos a conversar, actividad que los tiempos actuales desprecian. Ese sitio será el exclusivo café para huéspedes, donde los (pocos) que están presentes no hablan entre ellos sino con un alguien vía celular. Ninguno de ellos repara en la presencia de Eduardo Galeano. Es probable que, incluso, no sepan de quién se trata ni quieran saberlo.

Hombres de negocios, negocios de hombres: la presencia femenina es nula. Cada uno de ellos actúa tal como se espera que actúen en un ambiente como éste. El salón es, en efecto, una millonada de clichés, de poses y de gestos comunes. Somos nosotros y él los únicos que desentonamos con la geografía y eso más que una pena, genera orgullo.

Antes que el grabador se encienda, uno ya se siente complacido de estar a punto de cruzas palabras (de eso se trata) con quien ha hecho de ellas alquimia de sueños, dolores, alegrías, tristezas y las ha incorporado a la vida cotidiana. Este viaje relámpago a la Feliz con el exclusivo objetivo de entrevistar al escritor de Las Venas Abiertas de América Latina, El libro de los Abrazos, Patas Arriba y el reciente
Espejos, entre muchísimos otros a través de los cuales ya hablamos con él; los intercambios de correos electrónicos, el llamado al celular para avisar(nos) que lo habían cambiado de "tapera", un decir galeanesco para referirse a estos hoteles de múltiples estrellas: todo queda en el pasado en el silencio que pregona la primera pregunta.

P. Vamos a arrancar, como diría mi abuelo, por el principio. Dicen que la vida es el reflejo de la infancia. ¿Cómo fue tu infancia, qué te acordás de aquellos años?

R. La verdad que no tengo mucho para contar de mi infancia porque fue una infancia bastante silvestre. Yo vivía en un barrio donde ahora en Montevideo hay rascacielos pero en mis tiempos eran puro descampado. Mi hermano y yo, la verdad, que tuvimos una infancia muy libre, con bandas que se organizaban para pelear, al estilo de la edad.

P. Así como cambió tu barrio, ¿cambió mucho Uruguay de aquella época a hoy?

R. Sí, cambió. Claro que cambio. Cambio todo, Uruguay y el mundo han cambiado muchísimo. El Uruguay que me formó era el Uruguay de los cafés. Yo soy hijo de los cafés de Montevideo. Yo no tuve educación formal. Todo lo que sé se lo debo a los cafés viejos de Montevideo, los que me formaron. Ahora quedó uno solo vivo, pero había muchos.

P. ¿Qué se aprende en los cafés que no se aprende en los lugares formales?

R. En mi caso una lección de vida que es saber valorar el tiempo y la posibilidad de perder el tiempo, tener siempre tiempo para perder el tiempo.

P. Esta es otra de las cosas que también se perdió.

R. Sí, se perdió porque ahora el tiempo tiene un valor de rentabilidad, que tiene un precio que es superior al valor y entonces el tiempo se vende, como todo. En mi caso en particular, aprendí el arte de narrar en los cafés, escuchando narradores orales, gente que no sé quiénes eran pero me colaba en las mesas. En aquel tiempo se podía andar por Montevideo sin documentos, sin nada. No había violencia, entonces yo en los cafés me sentaba y escuchaba: así aprendí el arte de narrar.

P. Y ahora que hay menos cafés, ¿dónde se puede aprender el arte de narrar?

R. Todavía tengo un café, que me lo habían cerrado pero ahora me lo reabrieron, el Brasilero. Es un café de 1887, de las pocas cosas que quedan así vivas. Y la verdad que el café, hablando de rentabilidad, no es rentable. Que un tipo esté tres horas en una mesa con un cortado es inimaginable en el mundo de hoy. De todos modos el arte de narrar se aprende escuchando, siempre: eso no ha cambiado. Para no ser mudo
hay que empezar por no ser sordo. Si vos no sabés escuchar no vas a saber hablar o en todo caso lo que digas no va tener interés para los demás porque los laberintos de tu propio ombligo pueden ser apasionantes para vos pero para el resto de la humanidad no tienen porqué ser un tema que interese demasiado. Entonces creo que para
poder hablar hay que saber escuchar y hay que recibir esas voces y aprender que las voces que valen la pena escuchar suenan, a veces, en los lugares menos presentables. Digamos, no en los foros universitarios, en los centros donde se reúnen los expertos para explicar cómo es el mundo, sino en lugares sencillos simples, por ejemplo las paredes.

P. Vos has rescatado mucho los graffitis. ¿Qué admiras de ellos?

R. Yo soy un gran lector de paredes, que es la imprenta de los pobres, el periódico abierto a todos. Y ahí, en el Río Pinturas, en Argentina, están los primeros graffitis: son esas manos, que es un modo de decir 'yo estuve ahí, yo soy algo más que una mota de polvo en el universo, yo soy algo más que un instantito de tiempo, estuve aquí'. Y un poco lo que mueve a la gente a escribir algo en una pared es eso, aparte de opinar. A veces opinan estupendamente: "Las vírgenes tienen muchas
navidades pero ninguna Nochebuena" o "nos mean y la prensa dice llueve".

P. Ese es de Buenos Aires

R. Ese es de Buenos Aires, el otro es de Montevideo pero hay millares de maravillas que uno va encontrando, va rescatando, y después de lo que uno escucha, la maravilla del relato oral. Se supone que las voces del pueblo son nada más eco de las voces del poder, según los técnicos, pero no es verdad eso. Es verdad que el lenguaje popular se ha degradado mucho por obra de la televisión y de los medios masivos
que imponen cierto lenguaje obligatorio. Yo tengo una amiga canaria, de las Islas Canarias, que se interesa mucho por estos temas de lenguaje y el lenguaje rural en las aldeas perdidas de las islas. Entonces andaba recorriendo por ahí con un aparatito de estos (señala al grabador) para recoger las voces de los viejos. Y muchos de los viejos les decían, 'no, mejor hablé con él que habla mucho más
bonito'. Y él era el nieto, el bisnieto. Y ellos hablaban como la tele, por eso hablaban más bonito.

Galeano hunde sus labios en el cortado, los humedece, y luego, lentamente, absorbe su contenido. No habla sólo con su boca, no. Sus manos hablan también. Su mirada tiene voces, que es preciso saber escuchar y también saber mirar. La boca te mira con la misma pasión con que los ojos sueltan las palabras. Nos habla a nosotros pero casi podríamos jurar que le habla al café, a él mismo, a la historia que será, al futuro que fue.

Le preguntamos en qué cosas América Latina sigue teniendo las venas abiertas y en cuáles fue suturando las heridas y no esconde el fastidio por una pregunta que juzga reiterada en sus entrevistas. Nos lo dice con la boca pero también con los ojos, las manos, los gestos. "¿Qué te voy a contestar, lo mismo que siempre contesto?, que me
encontré con el conde Drácula en una calle de Buenos Aires, que andaba buscando psicoanalista por el complejo de inferioridad que le producían las grandes corporaciones internacionales. Eso contesto siempre para evadirme", argumenta para volver a evadirse. "Lo cierto que sí, -agrega- es una región del mundo que trabaja al servicio de otra. Sí, es cierto, eso sigue siendo verdad, y que no hay ninguna
riqueza inocent: toda riqueza se nutre de alguna pobreza y ahora fíjate con esta crisis mundial el mundo entero está aceptando con bastante pasividad, y hasta con aplausos, estos regalitos que van recibiendo los banqueros, los pobres banqueros que son los culpables de esta catástrofe financiera", sostiene con ironía.

Luego se explaya sobre el plan de "salvataje" con que Europa y Estados Unidos hicieron de Papa Noel: "Los banqueros son los que reciben la recompensa con que los premian, por lo menos, con 3 millones de millones, que te da una buena cantidad de ceros. A lo larga lo paga eso que llaman 'tercer mundo', o sea las naciones sometidas, que venden lo que venden cada vez más barato, pagan deudas externas que
son como sogas ahí metidas en el pescuezo con una vuelta de rosca y otra y otra. Por fin se le ocurrió a alguien -Correa, en Ecuador- ver si era legítima o no. Le vamos a pagar la deuda legítima, pero primero vamos a ver qué es esa deuda. Argentina no sabe la deuda qué paga, Uruguay tampoco. Se supone que son deudas que vienen de alguna parte, que tienen un fundamento, pero nunca a nadie se le ocurrió escarbar
una por una para decir 'ésta deuda no la vamos a pagar'", dice mientras escarba el aire con la mano.

"Chile no tendría que pagar los prestamos que le dieron a Pinochet para que asesinara gente, al igual que otros asesinos de países que contaron con auxilio. La mayor deuda se incrementa en la época de las dictaduras", recita dando cuenta, una vez más, que ese crisol que es América Latina tiene también, en lo más horroroso de su historia reciente, una historia presente.

Estamos tratando de entender, Galeano mediante, lo inentendible de un sistema que paga lo que no debe, debe lo que no paga, premia lo que debería castigar y castiga lo que debe premiar. Semejante esquizofrenia nos altera y las preguntas se preguntan si hubo un hecho puntual, algún suceso concreto, que impulsó a Eduardo a ponerle
palabras a las injusticias, para que sean menos injustas: "Yo nunca sentí que fuera el denunciador de nada. Yo simplemente soy un enamorado de la realidad y trato de contarla, en lo que tiene de horrendo y en lo que tiene de maravilloso. Porque si contara nada más lo que tiene de horrendo, la gente se moriría de aburrimiento, que es lo que pasa con la mayor parte de la literatura bien intencionada, que en lugar de generar indignación genera sueño. No sueños sino sueño, o sea una irresistible necesidad de dormir porque es aburridísima y en efecto estas letanías de dolor incesante no conducen a ninguna parte porque aburren a todos y además, justamente, los dolientes del dolor lo que menos quieren es volver a escuchar el dolor que padecen, encima que lo están padeciendo. Entonces hay que saber cómo tratar de
acercarse a esto temas a veces muy espinosos logrando que sean atractivos y que además estén siempre acompañados por una contraparte: a veces una pequeña frase, una pequeña cosita que indique que en medio de ese desierto hay un trébol de cuatro hojas, o de cinco, o de seis hojas"

En criollo, diría la abuela, mezclar una de cal con una de arena. ¿Ejemplos?: "Por ejemplo, en Espejos, hay unas cuantas referencias a la guerra de Irak, claro, lógico, una guerra que nació de una mentira y que mintiendo sigue y que ha matado no se sabe cuánta gente porque de sabe cuántos muertos hay entre los invasores pero no entre los invadidos, de eso no hay la menor idea. Entonces hay unos cuantos textos que se refieren a eso pero también hay uno que dice 'cuidado con confundirse, querido lector, mucho cuidado. En Irak nació el primer poema de amor de la historia de la humanidad, en ese mismo lugar que es ahora ese escenario de horror incesante, y que se refiere al encuentro de una diosa inmortal y un pastor mortal'. En mi versión sintetizada lo que dice ese poema es que 'la diosa amó aquella noche
como si fuera mortal y el pastor fue inmortal mientras duró esa noche'".

P. ¿Como "las mil y una noches"?

R. En Irak nació la escritura, y en Irak la princesa Sherezade contó las mil y una noches que es el libro que nos enseñó a todos el arte de contar, porque yo aprendí lo que aprendí en los cafés pero también porque Sherezade me enseñó que si el rey se aburría, le cortaba la cabeza y que por lo tanto está prohibido aburrir. Y me enseñó el arte del suspenso porque siempre dejaba los cuentos sin terminar para que el sultán no la matase. Entonces para saber cómo terminaba la historia tenía que llegar a la noche siguiente. Así te enseña la técnica del tigre en el aire, cómo se puede lograr mantener la tensión del lector. Bueno, eso fue escrito en Bagdad, a partir de una cantidad inmensa de historias que circulaban en la época.

Bagdad era el cruce de todos los caminos, allí se encontraban las cosas y las palabras: las cosas porque era un centro comercial importantísimo y las palabras porque era el centro cultural más importante del mundo, por lejos. Esta misma Bagdad ahora bombardeada, despreciada, triturada por Occidente que, entre otras cosas, aniquila lo que ignora. Qué nivel de ignorancia. Seguramente Bush cree que la
escritura fue inventada en Texas, estoy seguro. Qué nivel de brutalidad, qué nivel de patanería que tienen los amos del mundo, es algo que te deja visco.

Nos reímos, está claro, que para no llorar. "Tienen el complejo mesiánico de que son los salvadores del mundo, de blancos, negros, rojos, violetas. Bush hablaba con Dios, nunca aclaró si era por fax, por mail y tampoco qué días se comunicaba, pero él dijo que la orden de invadir Irak se la había dado Dios", esgrime Eduardo ya sin café que llevarse a la boca.

"Y quién nos salva a nosotros de ellos", le preguntamos y nos reímos ya sin saber si para es, o no, para evitar las lágrimas. "De ese tema Dios no dio orientaciones", apunta Galeano, marcado los "olvidos" del Señor. "Lo que quiero decir es que ellos tienen una vieja costumbre, insana costumbre, tóxica para la humanidad, peligrosa para la humanidad, de sentir que tienen que salvarte. Yo no quiero que me salven, qué mierda. Además todos los que vienen a salvarte terminan chupándote hasta la última gota de tu sangre y exprimiéndote hasta la última gota de tu sudor. Estos salvadores...", dice meneando la cabeza, que también habla, de izquierda a derecha.

"Además fíjense la importancia que tienen en Estados Unidos todas estas sectas evangélicas desde donde irradian esas ideas que insisten con la idea de la salvación. Salvar a los otros en lugar de respetarlos, de escucharlos. En lugar de decir 'señores, por ahí ustedes tienen algo interesante que decir', no: el mensaje siempre es al revés. Es unidireccional, del que manda al mandado, del que opina
al opinado. 'Yo te voy a decir cómo son las cosas, te voy a explicar cómo es el mundo, te voy a dar la receta para que te vaya mejor en la vida'".

P. ¿Por eso el sistema acepta la caridad, de arriba hacia abajo, y no la solidaridad, que es entre iguales?

R. Si, además ahora con los resultados estos podrían, en un acto de sentido común, decir 'bueno al fin y al cabo esa idolatría del mercado, que hay dejar que el dinero actúe y que el Estado no joda, por lo menos es sospechosa'. El hecho es que hicieron puré el Estado en todo el sur del mundo. Los servicios públicos están desechos. Mirá
lo que es Aerolíneas Argentinas. ¿Qué quedó? Un pobre resto humeante. Parece que hubiera sido victima de algún bombardeo: un avión de guerra que fue victima de un bombardeo. Yo viajaba en Aerolíneas Argentinas cuando dirigía la revista Crisis, y era la mejor línea del mundo. Mirá cómo está ahora. Mira cómo está el Correo. Yo estoy harto de mandar cartas de Uruguay a la Argentina que no llegan nunca. Son servicios religiosos: los entregan cuando Dios quiere. (Otra vez risas compartidas. Otra vez, para no llorar).

P. Bueno, con YPF nos pasó algo muy parecido

R. YPF es otro desastre. Y los trenes. Esa película, "La Próxima Estación", qué gran tarea hizo Pino Solanas con eso. Todas esas situaciones son collares de infamias por todas partes para aniquilar el Estado porque era una molestia, algo que se interponía entre el progreso y el hombre. Y lo pulverizaron y ahora que lo necesitamos, ¿qué hacemos? ¿Cómo no va a funcionar el correo? No puede ser.

Acá es especialmente desastroso pero en Uruguay, fíjense lo que me pasó con Espejos, les cuento una sola de las muchas experiencias que tuve: en Montevideo tengo una casilla de correo, la 751, donde me llegan las cartas, las revistas. Entonces yo le quería mandar el libro a un gran amigo mío que es músico y musicólogo y tiene otra casilla en el mismo lugar, que es el Correo Central de Montevideo. La casilla de
él está a un metro y medio de la mía. Entonces yo voy con el libro y le digo a los amigos que atienden ahí, que me conocen de memoria, 'mirá, ponele este libro en su casilla'. Y me dicen: 'No, eso no se puede hacer. Tenés que franquearlo, mandar el paquete' y entonces... recorrer ese metro y medio, demoró un mes".

La anécdota, por demás gráfica, permite que la charla se entremeta con el deterioro de los servicios públicos en todo el mundo, y en especial en América Latina. Galeano rebalsa en anécdotas personales que ilustran de qué hablamos: un libro perdido rumbo a la Argentina, otro hacia España, paquetes que no llegan. "Esto es horrible de decir pero en la época de Franco se decía que 'la única carta que no llega es la
que no se escribe'. Y era verdad. Y este deterioro de los servicios públicos conspira contra la democracia porque la desprestigia. Pareciera ser que los servicios públicos sólo funcionan bien cuando hay milicos en el poder. Y ese es un flaco favor que le hacemos a la democracia, porque también se supone que es un esfuerzo civil"

P. Los medios de comunicación también se mueven como si muchas cosas funcionaran mejor con los milicos en el Poder, por ejemplo con la seguridad, que pareciera acechar como una flaqueza de la democracia.

R. Sí, yo a veces escucho TN y me da la impresión de que Buenos Aires debe ser como Irán o Bagdad, y voy a Buenos Aires y no tiene nada que ver con lo que cuentan que es. Además se ha dado un fenómeno, éste también internacional: es impresionante cómo en la época de la globalización se repite todo. Qué poca originalidad. Los países tienen menos capacidad de decir lo suyo, de caminar su camino. Entonces se
dan esas copias universales: los informativos de la televisión.

Empiezan, en casi todos los países, con temas de seguridad pública, crímenes, violaciones, asesinatos. Eso es la mitad o más del informativo, con lo cual la población queda temblando y diciendo 'estamos en manos de los delitos, de los delincuentes, de los criminales'.

P. Tocan las fibras del miedo...

R. Miedo que es el peor de los consejeros, porque el miedo, ¿qué es lo que te va a aconsejar?: mano dura. 'Acá lo que se necesita es mano dura' y la democracia tiene mano blanda, entonces a la nostalgia de la dictadura militar hay un camino muy chiquito.

Es un tema bárbaro porque hasta ahora la izquierda no ha podido resolver el tema de la inseguridad. Quizá porque la inseguridad no existe, la inseguridad es el resultado de otras cosas, de la injusticia social, de la cultura del consumo.

Las palabras, quizás felices por ser bien tratadas, dan una vuelta en el aire antes de meterse en el grabador, en los oídos, en la boca, en los ojos. Es extraño expresarlo pero hay una sensación de comunión, de común-unión, que parece, también, dar vueltas en el aire.

Es posible, acaso, que nada de eso ocurra y el sólo hecho de coincidir con lo que este escritor está escribiendo con la boca, nos genere tal impresión. El manual dice en ese punto que es el primer error del "periodista ingenuo" que se deja convencer con lo que el entrevistado dice. ¿Será así?

"Antonio Machado, el gran poeta español, decía una frase lindísima: 'ahora cualquier necio confunde valor y precio'. Y ese es un retrato del mundo de nuestro tiempo. Entonces la cultura del consumo, que es lo que se le inyecta a la gente todos los días sobre todo por los medios, pero también por el sistema educativo, sostiene la idea de que el que no consume, no existe. Y esa cultura se funda en esa confusión
del valor y el precio. Entonces vos valés si tenés ropa más cara. Y eso es una incitación al delito porque si vos le metes eso en la cabeza a los chicos de la villa o la gente más desamparada de la población, la idea de que ser es tener, y que sino tenés no sos, es una invitación al delito. Es decirles 'dale, andá con esa vieja que está ahí al pedo, dale, arrancale la cartera'".

P. Y eso también lleva a que veamos al otro, como describe una frase tuya, "como una amenaza y no como una promesa"

R. Exactamente. Y hay una dictadura del miedo en escala universal. Ahí también todo se copia. Hay una vieja leyenda china, que tiene miles de años, de un leñador que pierde el hacha. Entonces el leñador lo mira al vecino, y ve que tiene cara de ladrón, aspecto de ladrón: '¿usted no vio un hacha?', le pregunta. 'No, no', contesta el vecino. 'Me contestó como un ladrón', piensa el leñador. Le coincidía todo. A las dos o tres horas encuentra el hacha que se le había caído en unos
árboles, vuelve a mirar al vecino y piensa: 'La verdad que no tiene para nada cara de ladrón'. Pero mientras el hacha estaba desaparecida el vecino era el culpable. El tema de la justicia por mano propia proviene de ese equívoco, incide en los linchamientos y castigos de muchos que son inocentes.

Es imposible eludir, a esta altura, los intentos que a ambos lados del Río de la Plata pretenden bajar la edad de imputabilidad de los menores. (¿y qué dirán los manuales al respecto?). Las cejas de Galeano se arquean en forma de herradura. Los ojos se clavan en un más allá que no alcanzamos a ver y las manos levantan vuelo. Todo el cuerpo dice una ironía: "Yo me pregunto, ¿y los bebés? Porque los bebés son bastantes jodidos. Ya Freud lo tenía estudiado a eso, la perversidad del bebé, entonces si el bebé es perverso, bueno, que vaya a la cárcel..."

P. El manual se enoja pero el humorismo vuelve: "O mejor, que ya desde el embarazo los metan presos con sus madres".

R. Pero no lo repitas porque les das ideas. Van a meter presa a la que tiene el delincuente en la panza.

P. Tarde, ¿no fue eso lo que hicieron los militares genocidas?

R. Sí, es así. Incluso muchos se han de haber contado el cuento que así los salvaron. Supongo, porque la conciencia culpable siempre necesita alivio, consuelo, aún en el caso de los tipos más jodidos. Probablemente disfrazaron ese robo, el más siniestro de todos, ese botín de niños que hubo sobre todo en la Argentina. Esta idea de que el vencedor, quizá recibiendo el trofeo, se contaba el cuento de que
estaba salvando a aquel chico de la corrupción roja.

P. Eduardo, vos que sos un escritor que trabaja con las palabras, ¿te han contado ellas el dolor que sienten por el cambio de significado que han tenido? Nombrabas la palabra "mercado" y antes el mercado era otra cosa, proceso era otra cosa al "Proceso". ¿Se sienten dolidas las palabras?

R. Está lindo eso que me decís. Sí, yo creo que sí. Hay una responsabilidad en el ejercicio de las palabras. Aquello que el maestro Onetti me dijo cuando era chico: 'Las únicas palabras que deben existir son las palabras mejores que el silencio'. Pero cuando vos estás peleando para encontrarlas y aparecen, hay que cuidarlas, regarlas, acariciarlas. Las palabras están muy mentidas, manoseadas,
prostituidas. Entonces las cosas no significan lo que son, son lo que significan. Es un desastre, el diccionario parece un basurero. Y claro que a las palabras les duele ser basura. Nacieron para algo mejor, nacieron para ser manos que tocar, brazos que abrazan.

P. En tus libros has rescatado que para los guaraníes, la palabra era el alma. ¿Cómo era eso?

R. Sí, ñeñé, que significa palabra y alma. Toda la belleza de los mitos de origen guaraníes coincide en que los paraguayos son hijos de la palabra que los llamó. Y que sonó de adentro de un Cedro, un cedro mágico. Ahí sonó la palabra que los llamó. Es muy hermosa la idea de que la uva está hecha de vino.

La frase se materializa, producto de los gestos que acompañan el racimo, en la imagen de la uva. El grabador se apaga pero la conversación no. (En este punto el manual también es confuso sobre los pasos a seguir). La charla sigue por los pasillos del Hotel que, después de largo rato, volvemos a habitar pese a no haber salido físicamente de él. Galeano relata, con lujo de detalles, su experiencia en la frontera entre Brasil y Venezuela, hace ya unos años, donde se infectó la malaria. Nos cuenta la experiencia de dormir en una hamaca paraguaya sobre el río, y ver pasar las serpientes por debajo.

Hablamos de Luis Sepúlveda y "el viejo que leía poemas de amor"; de aquel negro orgulloso con sus dientes de oro macizo que Eduardo rescata en uno de sus textos; algo de fútbol es inevitable; criticamos en conjunto el mal gusto del hotel, en conjunto criticamos a los críticos por el mal gusto de decirnos cómo se debe mirar, elogiamos un par de sueños de los "Sueños de Kurosawa"; admiramos a Vicent Van Gogh
y el texto que, para uno de nosotros, constituye uno de los mejores relatos de los múltiples relatos que constituyen Espejos.

Afuera ha parado de llover pero dentro nuestro hay un diluvio. El saludo se repite una vez más, pero esta vez sí es definitivo.

Se aleja unos pasos, a ese ritmo de ver las cosas, en busca del ascensor que lo trajo a la planta baja. Antes de perderse en él, nos dice sonriendo, en esa voz que no alcanza a ser grito pero que está mucho más elevada del tono medio, que nos entendemos con el tiempo. Ya no hay tiempo de preguntarle porqué.

Es una buena excusa para inventar un nuevo encuentro.