viernes, enero 02, 2009

NO MÁS GENOCIDIO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

si! son imágenes fuertes lo sé.... pero no podemos permitir que siga ocurriendo esto! de nada vale lo que la onu diga si es que esto es incitado por los yanquis y los israelitas que compraron la onu hace rato! hay que hacer algo ya! por lo menos conciencia desde este lado del charco! NO NOS CALLEMOS! YA NO MÁS!!!




























































































































































































































por Ariel Díaz

Qué códigos no quiere o no ha aprendido a manejar el trovador de nuestros días que le acerquen a nuevas generaciones? No se trata de banalizar nuestro arte para complacer a multitudes, de preconcebir nuestra canción para venderla, ni de contabilizar al público como señal de calidad, sino de hacerlo eficiente, interesante, experimentador y realista

por Ariel Díaz


John Lennon fue el hombre que nos hizo comprender
que los viejos no somos los que tenemos muchos años,
sino los que no se subieron a tiempo en el tren de sus hijos.
Gabriel García Márquez, "Crónica por la Muerte de John Lennon"

Herederos de una historia accidentada donde siempre estuvieron al margen de la cultura de masas y del gran mercado del arte, los trovadores han sobrevivido al siglo pasado a golpe de canción y resistencia. Se han mantenido, salvo algunas excepciones, a la retaguardia del hombre. Encargados de salvaguardar valores que cada día son más escasos y reservados.

La mayoría de los criterios a favor de esta corriente musical y poética plantean un atrincheramiento en determinadas características que aíslan el fenómeno, generalmente echando la culpa al mercado, la banalidad impuesta por el sistema económico-político dominante o el bajo nivel cultural y el desinterés de nuevas generaciones víctimas de los mesías de la seudocultura.

Sin duda, vivimos en un mundo diferente al del siglo pasado, aunque con premisas históricas y dialécticas constantes. Es absolutamente cierto que el mercado ha llegado a estatus insospechados como instrumento de dominación, aunque también a una crisis. Si a esto sumamos el desenfrenado desarrollo científico y técnico, la informatización de la sociedad, los medios de difusión y la paulatina transformación de los soportes musicales; así como la madurez del fenómeno Internet; estamos frente a un verdadero "antes y después de Cristo" cultural que no todos hemos concientizado y, lógicamente, hemos establecido cierta resistencia al cambio en muchas direcciones.

Si analizamos al "trovador", extraño y variable término, en medio de esta realidad encontramos a un amplio sector, sobre todo latinoamericano, aferrado al criterio de un cantor puro, primitivo y auténtico, representativo de los intereses del pueblo, bajo la postura utópica de un renacer latinoamericano de ingenuo corte sesentista y nostálgico. Por otra parte toda una prole de músicos más vinculados a las corrientes musicales de la llamada World Music, etiqueta de mercado, efectiva y seductora para ciertas multitudes saturadas de las fórmulas tradicionales, dígase rock, pop, salsa, etcétera.

Las dos posturas tienen su explicación y sus causas. Muchas expresiones culturales han sido durante siglos relegadas a segundos, terceros y últimos planos. Cuando hay un acercamiento es exclusivamente circunstancial y casi con un interés antropológico. La realidad latinoamericana, africana, asiática o árabe está plagada de miradas colonialistas, convenientemente ajustadas al prisma de primer mundo con toda la envergadura política y económica correspondiente.

Investigando solo un poco podremos descubrir que el samba de Brasil no tiene ninguno de los movimientos de danza de Carmen Miranda, que todos los árabes no son musulmanes, que en Cuba no todos bailamos salsa y andamos con maracas por la calle o que el cajón no es un instrumento histórico del flamenco español sino un instrumento tradicional de Perú.

De falsedades está hecho el camino de la cultura que nos imponen como cierta. Pero debemos analizar otros fenómenos con la misma pasión. En Cuba, por ejemplo, tierra que exporta la imagen del son, la trova, el jazz y la salsa de calidad, multitudes de jóvenes bailan, escuchan y reproducen sin descanso el reggaetón, fenómeno totalmente ajeno a las tradiciones de la Isla, importado desde los medios de comunicación foráneos y repetido irresponsablemente por los medios estatales. Incluso muchísimos jóvenes cubanos se acercaron al bolero, de indiscutible origen nacional, solo cuando el cantante mexicano Luis Miguel lanzó sus versiones al mercado.

Es muy sencillo y cómodo echarles la culpa a los jóvenes, catalogarlos de frívolos y superficiales. Yo mismo he cometido este pecado. Pocos hacemos la reflexión más obvia: ¿Qué características traen estas propuestas que logran enganchar con amplios sectores de público? Más allá de las inmensas sumas de recursos financieros y mediáticos que estos productos traen detrás, ¿qué códigos no quiere o no ha aprendido a manejar el trovador de nuestros días que le acerquen a nuevas generaciones? Si, por el contrario, hacemos un arte de mayor calidad, más profundo, más cercano a las tradiciones, de reflexión sobre la vida cotidiana, ¿por qué no conectamos de la misma manera?

En primer lugar, no podemos pasar por alto un déficit educativo de la sociedad. Si en Cuba los medios, estaciones de radio y canales de televisión son del estado, un estado socialista de profunda trayectoria popular, ¿por qué no se ha orientado una política de difusión musical acorde con estos valores? ¿Cómo es posible que estos medios se hagan eco de un fenómeno como el reggaetón?

De por sí el reggaetón (no nos engañemos más) es un engendro de mercado, como suele suceder, tomado a partir de ciertas formas populares, que "casualmente" sale a la palestra en una época de reivindicación latina en el hemisferio, de gobiernos de izquierda, de transformaciones políticas y económicas, de integración. Sobresale en sus letras y estética más difundida lo peor del latino como individuo: el machismo, la violencia, la marginalidad, la mujer como objeto sexual, el mal uso del lenguaje, la holgazanería, el afán por el dinero y toda esa imagen tan conveniente para el sistema imperialista.

Pero todo no es culpa de quien escucha y del evidente deterioro ético y cultural de las mayorías. Creo que nosotros, los creadores, hemos tenido gran parte de responsabilidad en esto. Nuestra trinchera está decidida a resistir, es fuerte, auténtica, pero tenemos que cavarla unos metros adelante. No podemos seguir empantanados en nuestra estética naive y simplificada de cómo debe ser o no un trovador. El rescate de las tradiciones y el folclore de los pueblos no debe verse como un quiste, una postal congelada del daguerrotipo de los abuelos.

Son tiempos en que quien escucha posee mejores equipos de reproducción de sonido. Personalmente (y no critico a quien pueda gustarle) no soporto escuchar un disco de vinilo, el crashde la aguja del tocadiscos me molesta sobremanera. Cuando las grabaciones de The Beatles fueron digitalizadas y remasterizadas 40 años después, descubrimos sonidos, efectos y voces que habían sido grabados y por la tecnología de la época no se escuchaban. Las nuevas técnicas de scannerecharon por tierra teorías sobre el significado de algunas pinturas que habían sido sostenidas por historiadores y expertos durante siglos.

Por otra parte lo audiovisual predomina en la percepción de la realidad. Antes teníamos que ir a un cine a ver la película de moda, ahora la tenemos a mano, en cientos de formatos y opciones diferentes. Nuestra existencia es audiovisual y pronto será tridimensional, a otras velocidades mucho más ágiles. El individuo moderno no dispone del mismo tiempo de acción y, por lo tanto, dedica menos tiempo al aprendizaje tradicional, al texto, a la imagen estática. No recuerdo qué tiempo hace que no escribo una carta a mano, mi caligrafía ha desmejorado notablemente. Prácticamente el formato de CD comienza a perder su valor en el mercado del disco superado por las compras en Internet, más baratas, más inmediatas. Hay televisión para teléfonos móviles, libros virtuales y enciclopedias en red.

Todas estas cosas generalmente son vistas desde un punto de vista negativo, de pérdida de humanidad y no son más que un proceso lógico, dialéctico de la historia. Es la nueva humanidad. Respecto a la durabilidad física no hay comparación, un formato digital puede durar mil veces más que el papel o la cinta magnetofónica y multiplicarse en menos tiempo en cantidades inestimables. No conozco a nadie que me diga que el surgimiento de la imprenta fue un desastre para la literatura universal porque los libros escritos a mano por monjes y sacerdotes eran "más humanos".

Las señales del nuevo mundo que habitamos deben ser escuchadas con inteligencia. Cuentan que cuando los hermanos Lumière presentaron su cinematógrafo en la primera sesión, algunos espectadores huyeron en la secuencia en que el tren arribaba al andén temiendo ser atropellados. Es el impacto de lo nuevo, de lo desconocido. Ese impacto es bien manejado por los mercaderes modernos.

Si de trovadores se trata, tenemos un criterio extendido de que hay que lograr ser muy popular con tu obra para que los medios te reconozcan. Se utiliza el ejemplo clásico de la música de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, aunque eso encarna a otros muchos compañeros de aquella época. Hay quien dice que en esos tiempos nadie los ponía en la radio, mucho menos en televisión. Que, de mano en mano, se pasaron grabaciones caseras que hicieron el trabajo de difusión y de repente eran multitudinarios los conciertos donde se agotaban las entradas.

Esta es una afirmación cierta pero enteramente fuera de contexto. Para empezar, recordemos la época referida que no voy a describir demasiado por conocida y machacada. Contradictoriamente Silvio, Pablo y otros muchos fueron censurados por un sector de ese mismo sistema revolucionario del cual fueron luego voceros y símbolo para la idea izquierdista latinoamericana. Pero lo fueron de manera "oficial" luego de que esa Latinoamérica los aceptó, reconoció y apoyó debido a las circunstancias tan específicas de fiebre revolucionaria y buen gusto por la música, que tuvo transformaciones y desarrollo a nivel mundial.

De alguna manera esta nueva canción tuvo que demostrar (por suerte, calidad mediante) su no premeditada utilidad política para ser difundida de manera masiva, aunque miles de jóvenes ya seguían identificados con su decir. Para entonces, en Cuba estaba prácticamente prohibida la música foránea angloparlante, The Beatles incluidos. Por lo que hubo un predominio de la música nacional, sobre todo la bailable. El rock era casi un sacrilegio a las ideas de independencia y soberanía, cuando en el resto del mundo era todo lo contrario y esta es una de las razones por las cuales pienso que en los países de América la trova cubana fue comprendida y aceptada por mayorías. Por el caudal cultural e intelectual que los 60 habían dejado en la juventud.

En aquellos tiempos, la radio y las presentaciones en vivo eran fundamentales para la existencia de la música toda. Los conciertos de los trovadores se hacían con muy pocos recursos técnicos. Cada vez que escucho grabaciones de esa época me parecen horribles de sonido. Más del 50% de las ideas musicales se pierden en una madeja de armónicos y ruidos. Pero para el espectador de aquellos tiempos eso no importaba, pesaban otras cosas, otros simbolismos de emancipación, libertad y reivindicación social.

Siendo sinceros, respecto a la trova de aquellos días, nos queda solo la resaca, el hecho indiscutible de que aquellas figuras talentosas escribieron una historia que fue transmitida de padres a hijos, pero esa transmisión comenzó a fallar en la medida en que los padres fueron cambiando de intereses y los tiempos impusieron otra realidad para la vida.

La verdad es que a Silvio y Pablo hoy en día tampoco los ponen tanto en la radio y la televisión como se cree. Salvo en alguna fecha de significación política que reafirma aquellos ideales sembrados 50 años atrás y que hoy no se manifiestan de la misma manera. Los jóvenes que hoy tienen entre 16 y 25 años jamás escucharon la primera versión de "Mariposas" o una canción de Pablo Milanés hablando de Santiago de Chile. Pero, en realidad, tampoco tienen por qué escucharlas e identificarse con ellas. Para empezar porque entre Pablo Milanés y el trovador más joven existe una larga fila de trovadores que cantaron a su tiempo y entorno. Estos son apenas conocidos en América Latina, donde se sigue escuchando a Silvio por esa carga histórica de frustración revolucionaria que llevan a cuestas sociedades que vieron tronchadas sus aspiraciones de un mundo mejor.

En estos pueblos la llamada Nueva Trova sigue siendo exitosa, entre otras razones porque estas canciones plantean problemas y pensamientos que para ellos aún no han sido resueltos.

Para la juventud cubana de hoy, Víctor Jara no significa nada, excepto la nostalgia de sus padres que está a años luz de sus ambiciones cada vez más simples.

Un trovador de estos días no puede esperar que las circunstancias se comporten de la misma manera que cuando el surgimiento del Movimiento de la Nueva Trova. No es posible el viaje hasta el público sin discos, video clips, guitarras electroacústicas, afiches, volantes, trípticos, buen sonido, prensa de todo tipo y una larga lista de condiciones que ya se tornan elementales. Por muy magníficos que sean los textos y la música. La canción necesita combustible para moverse.

Solo un par de ejemplos bastarían para ilustrar hasta qué niveles de éxito y calidad a la vez puede llevar aceptar el reto de la modernidad desde posturas consecuentes con el arte profundo y las tradiciones más autóctonas.

El fenómeno Raly Barrionuevo, en Argentina, es una muestra convincente de quien no se quedó estancado en el folclorismo a ultranza. Apoyado por una extraordinaria banda, con una marcada influencia del rock anglosajón, el producto reinterpreta las tradiciones musicales del sur para entregar a los más jóvenes una canción de verdadero impacto masivo sin perder, para nada, la dosis de compromiso social y político de esa realidad.

En Cuba pudiéramos mencionar a William Vivanco, trovador en la esencia de su proceder. William ha traído a la escena nacional una canción heredera de lo caribeño con aires universales, interpretada con derroche de calidad. Desde lo social hasta lo bailable podemos encontrar en este extraordinario músico un arte comprometido con nuestro tiempo, los intereses de las generaciones más actuales, razón por la cual ha prendido, incluso, en grupos sociales que jamás hubieran aceptado a un trovador "formal".

La inserción de las músicas más cercanas al hombre y sus preocupaciones en los grandes mercados ha tenido sus aciertos. Recordemos a una Tracy Chapman en la entrega de aquellos Grammy de principios de los 90 dando lecciones de buen gusto y originalidad acompañada de su guitarra o a una Björk fusionando lo electrónico con sonidos cotidianos en una de las expresiones musicales más comprometidas que yo recuerde.

Lo comprometido y lo social, además, no es exclusivo de los trovadores. El rock sigue siendo una expresión comprometida en muchos artistas y qué decir del hip hop estadounidense con su Graffiti y su Spoken Word. Pasando además por Rubén Blades, Juan Luis Guerra y Carlos Vives. El grito urbano de la música posindustrial de Alemania o la Europa del este.

Ahora bien, un hecho innegable es que la canción de los trovadores lleva, en la mayoría de los casos, una profunda carga lírica de larga tradición. Es capaz de incorporar las formas autóctonas de sus diferentes orígenes y abarcar grandes áreas del pensamiento. Sin renunciar a estas premisas pienso que puede (y debe) abrirse camino ante las nuevas realidades económicas, políticas y sociales, o sea, humanas.

Si pudiéramos establecer varias direcciones esenciales sin las cuales no se puede sobrevivir a nivel artístico en el mundo actual debemos comenzar por las comunicaciones, principalmente Internet. No se concibe un desarrollo del arte y la cultura sin el acceso a las redes informáticas. Es una de las grietas más grandes y democráticas en el sistema mundial.

Cientos de sitios gratuitos y los llamados blogs, resaltan el tema de la canción trovadoresca, incluso, bajo grandes imperios como Myspace. La entera libertad con que se exponen trabajos o se crean gigantescas comunidades que interactúan, promueven e intercambian, criterios, música y videos es un hecho que no tiene precedentes en la historia de la difusión artística y musical.

Portales más específicos como Trovacub, Trovamex, Puntal Alto, A Guitarra Limpia, Trovadores, entre otros, han venido a establecer un diálogo virtual acerca de las problemáticas y retos del trovador de hoy, además de que constituyen verdaderos centros de información sobre conciertos, entrevistas o sucesos discográficos que por las vías tradicionales pasarían inadvertidos.

La venta de música en Internet va camino de desplazar cada vez más al CD original como soporte musical. Hoy en día para muchos en el mundo comprar su música favorita en I-Tunes o E-Music, acompañada de información, videos o imágenes, es algo cotidiano. Es más cómodo, más rápido y más barato. Según la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) este mercado supuso el 15% del mercado musical global en el 2007, generando unos 2 mil millones de euros.

Niéguese el acceso a las redes informáticas y estará negándose lo que a los habitantes de la Edad Media les negaba la iglesia prohibiendo los libros.

Por otra parte tenemos el mundo audiovisual y sus dos puntas de lanza: el Video Clip y el DVD. El primero es el medio indiscutible de promoción musical para el masivo y multicultural universo de la televisión. Como toda manifestación humana, el clip puede ser portador de bisutería y mal gusto, o puede devenir en obra de arte. Este pequeño producto de unos tres minutos de duración promedio es el portador más corto de ideas después del tradicional spot comercial. Síntesis del cine, la fotografía, la plástica, el diseño y la música cumple eficientemente su cometido de vender un producto, pero incluso de hacerlo a quien nunca lo compraría y esta es, a mi juicio, la cualidad más interesante de la que no nos hemos sabido aprovechar lo suficiente.

En nuestro país el Clip ha tenido un desarrollo tremendo en los últimos años, ganando en calidad y realización pero, gracias a las caóticas relaciones económicas nacionales abarca un sector de la música privilegiado, repleto de clichés, mimetismos (que a veces rozan el plagio) y, salvo excepciones y orientaciones forzosas, sin representar a zonas de nuestra música menos agraciadas por un presunto "mercado nacional" en el que personalmente no creo. Pienso en los trovadores, el rock y el hip hop, pero también en la música lírica, clásica o folclórica, campesina, experimental, house o electroacústica.

Luego tenemos el DVD, formato en el que nuestro país recién incursiona de manera industrial. Mucho más caro de producir pero más abarcador, con una amplia gama de aplicaciones y opciones para el consumidor: el concierto en vivo, entrevistas, juegos, información, fotos, música, sesiones de grabación y cuanto se nos antoje. Como siempre, lo caro de producir resulta relativo, en realidad el proceso de fabricación es prácticamente el mismo, con un envoltorio más grande. Por experiencia sé que los costos de fabricación no varían tanto entre un CD convencional y un DVD. Muchas pequeñas empresas brindan este servicio con entrega a domicilio y a precios de feria. La pregunta de ¿por qué a las disqueras cubanas les cuesta tan caro? se la dejo a los entendidos que tendrán seguramente, y como hemos visto tantas veces, varios tomos de razones, bloqueo genocida incluido.

Por último, aunque pudieran ser muchas más, el tema del diseño y la imagen en general. Diseño de espectáculo, de identidad gráfica personalizada, afiches, tarjetas y hasta de vestuario y escenografía. Estamos acostumbrados a separar al trovador de estos "vicios", a verlo más ligado a lo auténtico, al banco del parque, a la imagen romántica de la guitarra al hombro, las sandalias, el alcohol, el sonido malo, la guitarra vieja y no sé cuántas imágenes que a la larga se han convertido también en otros "vicios". La contraparte estética triunfante no escatima adornos para ocultar a veces su mediocridad musical y he aquí un dato interesante.

Si ponemos un mínimo de atención a las fórmulas de éxito, nos parecerá que la afinación ha sido desterrada del canto para siempre, que la danza ha involucionado hasta las cavernas y el vestuario, hasta el reinado de Luis XV, pero notaremos que todo es una maniobra bien diseñada que hace alucinar al receptor. En medio de esta realidad es poco probable que un trovador en sandalias sobre un banco del parque pueda resultar interesante no porque esté mal, sino porque vivimos en un mundo que no tiene espacio para la espontaneidad. Soy de los que opina que la espontaneidad debe ser diseñada y preconcebida si pretende ser eficiente en su hermoso y necesario mensaje.

Todavía encontramos esas portadas de discos con la foto del trovador aferrado a su guitarra en primer plano, su nombre en tipografía cursiva y títulos como La guitarra y la luna o La voz de mi canto. Estamos en el siglo XXI, aquel que Asimov y Blade Runner nos prometían con naves espaciales por las calles. No podemos actuar como si el pasado fuera una norma y no una referencia para vivir mejor.

El trovador cubano es un sello en sí mismo, lo sabemos bien quienes hemos tenido el privilegio de viajar por el mundo. Un sello que no hemos sabido vender como cultura auténtica y profunda. Luego la realidad nos ha dado la calidad, sinceramente a la mayoría de nosotros. Teniendo que grabar en vivo nuestros discos, no nos hemos podido permitir los errores, tenemos que estudiar, superarnos, tener algo nuevo que mostrar en cada concierto. Algunos hacemos nuestros CDs en casa, con micrófonos inapropiados, hacemos la promoción por teléfono, de mano en mano, pegando afiches como delincuentes a la sombra de esta ciudad.

Imaginemos, por un instante, que aprovecháramos de manera consciente y sostenida las verdaderas posibilidades de la modernidad, pero la verdad es que tampoco puede aprovecharse sin radio, sin televisión, sin discos y sin Internet.

Nuestra obra necesita un apoyo que va más allá de su contenido. Aquello de que una obra, si es buena, perdurará, es cada vez un concepto más dudoso. Sobre todo si apenas logra llegar al presente inmediato. Pienso ahora mismo en todas las canciones que se perdieron: excelentes temas que la juventud de este país nunca escuchó, ni siquiera para decidir si les gustaban o no.

El trovador cubano sigue perdido entre actos políticos, aniversarios y condecoraciones. A veces nos siguen pidiendo de antemano las letras de las canciones o si cantamos algo de Silvio Rodríguez. Como si la política también fuera cosa del pasado cuando la necesitamos más que nunca renovada y bien hecha. Pocos conocen las canciones revolucionarias que hemos compuesto desde nuestra realidad, nuestro prisma, cuántos hemos musicalizado a Martí, Vallejo, Villena y tantos otros desconocidos. En medio del desastre natural hemos echado mano a la cultura para mejorar a nuestra gente, casi nadie ha reparado en que esas brigadas artísticas no tenían que esperar a un ciclón para existir todo el año y en todas partes.

Desde la autocrítica tampoco hemos sido, por momentos, emprendedores. A veces el trago ha trabado a la trova, el inmovilismo personal y el acomodo nos ha silenciado, la improvisación y la "descarga" han mellado el filo de la canción. Hemos estado a la espera de no sé qué milagro que no va a ocurrir. Confiados en que nuestro arte es sospechosamente "superior" sin ver que en el mundo que habitamos esto ni es cierto, ni tiene la menor importancia.

No se trata de jugar al marketing (que por cierto tiene su palabra en español, mercadotecnia). No hablo de banalizar nuestro arte para complacer a multitudes, de preconcebir nuestra canción para venderla, ni de contabilizar al público como señal de calidad, hablo de hacerlo eficiente, interesante, experimentador y realista. Hablo de ser espejo de quien mira, pero un espejo que saque a la luz sus necesidades, defectos, añoranzas y sueños, no su cara maquillada y su ropa de marca falsificada.

El trovador de hoy tiene un reto alto, pero puede afianzarse mejor en los escalones a subir. Comprender que debe moverse hacia adelante y mirar atrás solo para seguir ejemplos, no para copiarlos. Un trovador es un músico y un poeta, pero es también un pintor de la vida y un cineasta del barrio, un erudito de academia y un rumbero de solar. Asumir esta carga es lo que nos define. Pero hay que hacerlo bien, exacto, sin patinar. Afinando, tocando la guitarra limpia. Con un concierto bien pensado, bien promocionado, ser celosos con el sonido, con las luces, con la ropa y los zapatos. Entregar algo bien acabado, sobrio o lúdico, pero llevando las riendas del espectáculo. Saber que todos los lugares no son para todas las canciones, ni para todos los artistas, ni para todos los públicos, ni para todas las palabras, pero que todas estas cosas forman nuestra realidad.

Casi en el final de la primera década de este siglo incierto, el último tren de la cultura está a punto de partir. Hay espacio para todos. Podemos subirnos a él con nuestro equipaje o quedarnos en el andén sentados sobre la maleta.

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La Habana 30 de octubre de 2008

Urgente comunicado a los poetas del mundo y a toda persona de corazón sensible.

Por Luis Arias Manzo
CHILE [Español - Français]. Los acontecimientos que están ocurriendo en Palestina, y especialmente en la Banda de Gaza, no pueden dejar indiferentes a los Poetas del Mundo, porque somos poetas comprometidos con la VIDA y con el Proyecto Humano. Lo que está sucediendo en ese lugar del planeta es una fragante masacre encubierta, y cuenta con la complicidad del Imperio y de las naciones aliadas al país más poderoso del planeta. El silencio es complicidad, por eso llamo a los Poetas del Mundo a manifestarse con la fuerza de la palabra, de manera poética y repudiar ese atentado contra la vida.

Llamo a poner en práctica nuestro manifiesto universal de poetas del mundo, por eso les recuerdo algunos párrafos:

"Ser poeta no significa sólo escribir bella poesía, sino que VIVIRLA, y vivirla no significa sólo sentirla, sino que practicarla, y practicarla es una cosa de todos los días, de siempre mientras tenemos cabeza para pensar y corazón para sentir." [Artículo 3]

"Ser Poeta del Mundo es ser un guerrero, o una guerrera, que cabalga por las llanuras de la existencia humana, como lo hizo desde la noche de los tiempos, en busca de la perfección y del crecimiento lícito de la vida, mientras se vive con los ropajes y las condiciones que tenemos para hacerlo. Es por eso que no seremos pasivos ante los crímenes que se cometen día a día en nombre de la libertad, levantaremos nuestra voz como un rayo de luz y haremos temblar al cobarde, porque la palabra la convertiremos en la mejor arma que el asesino haya conocido a lo largo y ancho de la historia." [Artículo 5]

El mensaje de fin de año que debía ser de augurios felices, [anunciar por ejemplo que ya estamos alcanzando los 5.000 poetas miembros], de pronto se transforma en grito de protesta, y de impotencia ante la barbarie y la crueldad.

Que el bullicio de los fuegos artificiales que ya se están escuchando por el planeta, que no sirva para opacar el llanto de los hermanos que sufren.


Luis Arias Manzo
Fundador y Secretario General
Movimiento Poetas del Mundo

Santiago de Chile, 31 de Diciembre 2008 [17:34]


Communiqué d'Urgence aux Poètes du Monde et à toute personne de cœur sensible.

Les évènements qui sont en train de se dérouler en Palestine, et spécialement dans la Bande Gaza, ne peuvent laisser indifférents aux Poètes du Monde, parce que nous sommes des poètes engagés avec la VIE et avec le projet Humain. Ce qu'il se passe dans cette partie de la planète est une fragrante massacre recouverte, et elle compte avec la complicité de l'Empire et des nations alliées au pays le plus puissant de la planète. Le silence est complicité, c'est pour cela que j'appelle aux Poètes du Monde à se manifester avec la force de la parole, de manière poétique et répudier cet attentat contre la VIE.

J'appelle à mettre en pratique notre manifeste universel des poètes du monde, pour cela je vous rappelle quelques paragraphes :

Etre poète ne signifie pas uniquement écrire de la belle poésie mais également LA VIVRE. La vivre ne signifie pas seulement la ressentir mais la mettre en pratique. Et la mettre en pratique est une affaire de tous les jours, de toujours, et ceci tant que nous aurons une tête pour penser et un cœur pour les sentiments. [Article 3]

Etre Poète du Monde signifie être un guerrier, ou bien une guerrière, qui galope à travers les plaines de l'existence humaine, comme il l'a fait depuis la nuit des temps à la recherche de la perfection et de l'évolution licite de la vie, tant que nous pourrons vivre avec les habits et les conditions actuelles. Pour cette raison, nous ne resterons pas impassibles devant les crimes commis chaque jour au nom de la liberté, nous élèverons nos voix pareil à un trait de lumière et nous ferons trembler le lâche. Pour ce faire, nous convertirons la parole en la meilleure arme que l'assassin n'ait jamais connue au cours de toute l'histoire. [Article 5]

Le message de fin d'année qui devait être des bonnes nouvelles [annoncer par exemple que nous sommes déjà presque 5.000 poètes membres], soudain est devenu un cri de protestation et d'impuissance devant la barbarie et la bestialité.

Que le bruit des feux d'artifices qu'on écoute déjà de partout dans la planète ne sers pas à minimiser le pleure des frères qui soufrent.

Luis Arias Manzo
Fondateur et Secrétaire Général
Mouvement Poètes du Monde

Santiago du Chile 31 de Décembre 2008 [17:34]

¿Hasta cuando?


¿Hasta cuándo tendremos que soportar que los sionistas sigan masacrando a la heroica población palestina, después de haber sitiado durante más de un año a hombres, mujeres y niños, tratando de hacerlos rendir por inanición?

¿Hasta cuándo habrá que ver, escuchar y leer en los medios de comunicación (ligados muchos de ellos al capital sionista mundial o simplemente, actuando como felpudos de los mismos) que lo que está ocurriendo hoy en Gaza, ayer en Cisjordania y antes de ayer en Líbano, es culpa de los agredidos y masacrados y no de los aviones, tanques y políticos del Estado Terrorista de Israel que sólo persigue con su actitud hacer desaparecer de la faz de la tierra al pueblo de Palestina?
¿Hasta cuándo tendremos que escuchar que nos digan antisemitas, los mismos asesinos que desde la implantación de un Estado ficticio al que llamaron Israel, han regado de muertes el territorio legítimo de Palestina?
¿Hasta cuándo seguirán coqueteando impunemente con los criminales del Estado sionista, los gobiernos de casi todo el planeta, incluidos -más que vergonzosamente- los del mundo árabe, desoyendo todos ellos el verdadero sentir de sus pueblos que en las calles repudian a los genocidas de Tel Aviv y respaldan a la resistencia palestina?
¿Hasta cuándo seguirá la campaña insidiosa que pretende justificar lo injustificable, denominando "terroristas" a los luchadores de Hamas, auténticos ganadores de las elecciones más transparentes celebradas en Palestina y una de las organizaciones que indiscutiblemente cuenta con el apoyo de la población hoy atacada con furia por sus invasores sionistas?
¿Hasta cuándo deberemos soportar escuchar que ese nefasto traidor a la causa palestina llamado Mahmud Abbás y toda su corte de cómplices de la ANP sigan condenando a los heroicos revolucionarios de Hamás y exigiendo que cesen su resistencia, mientras ellos, en su patética felonía, siguen intentando negociar rastreramente con el Estado sionista?
¿Hasta cuándo habrá que aguantar la hipócrita actitud de quienes, en nombre de querer buscar "una solución pacífica al conflicto palestino" no dicen una palabra sobre la letal posición de los sionistas y prefieren recrear la teoría de los dos demonios, que compara a un bando con el otro?
¿Hasta cuándo seguiremos oyendo el sonsonete condenatoria de quienes desde posiciones aparentemente de izquierda (con la derecha ya sabemos a qué atenernos) condenan a los jóvenes palestinos que se autoinmolan en el territorio del enemigo (como a diario hacen en Iraq los resistentes), demostrando que cuando no hay armas para enfrentar al enemigo que busca asesinarlos, sus propios cuerpos sirven de granada o de misil?
¿Hasta cuándo escucharemos a los mal llamados progresistas reivindicar al nuevo timonel de la política estadounidense, Barak Obama, cuando todo sabemos que seguirá avalando la destrucción de Iraq, la de Afganistán y oficiará de sostén principal de la sanguinaria actitud sionista frente a Palestina ocupada?
¿Hasta cuándo seguiremos soportando mansamente ver como el lobby sionista seduce, opera y coopta a muchos de nuestros gobiernos (el de Argentina, con su presidenta y su ministro de Relaciones Exteriores, es un ejemplo bochornoso de sumisión y complicidad, pero ese mismo derrotero siguen otros en casi todos los continentes), a nuestros políticos, economistas, gente de la cultura, periodistas y hasta deportistas, con la excusa de que si no se someten, pierden consenso, apoyo económico o credibilidad, frente a una poderosa colectividad que suele actuar como grupo de presión en tiempos electorales?
¿Hasta cuándo durará la pasividad (y muchas veces la abierta complicidad) de la población judía de la diáspora frente a los actos criminales de ese gobierno que sostienen con dinero y con el envío de sus propios hijos para que engrosen las filas del ejército genocida?
¿Hasta cuándo soportaremos la mentira de organismos internacionales, como las Naciones Unidas, cuyas resoluciones, condenando al Estado sionista, sólo sirven de papel mojado, porque no sólo Israel no las acata sino que muchos de los gobiernos que impulsan esas acusaciones prosiguen negociando comercial y militarmente con los genocidas del pueblo palestino?
¿Hasta cuándo habrá que aguardar para que los paises del mundo (y sobre todos los mandatarios árabes) decidan por fin iniciar un boicot total al sionismo y sus mandamases de Israel?
¿Hasta cuando tolerará la población del Estado sionista que sus gobernantes continúen con su política de agresión armada y criminal contra el pueblo vecino, sabiendo que de no actuar de forma inmediata (como lo viene haciendo una pequeña minoría de sus compatriotas, que sí se vuelca a las calles a repudiar la agresión sionista), tarde o temprano serán juzgados por formar parte de una estrategia genocida que ya ha derivado en crímenes de lesa humanidad?
¿Hasta cuándo tendremos que esperar para que se produzca, como ocurriera en épocas del flagelo del nazismo, la reacción unificada y masiva de los pueblos que aman la libertad y la independencia, volcándose a las calles de todo el planeta exigiendo que el Estado terrorista de Israel acate de una buena vez la exigencia de parar con sus masacres, con sus violaciones de los derechos humanos, y con esa estrategia nazifascista que tanto parecido tiene con la que sufrieron sus antecesores en manos de los nazis alemanes?
¿Hasta cuándo dejaremos morir a Palestina, ocupada por un ejército cuya bestialidad sólo es comparable con la de sus pares de Estados Unidos y la que en su momento desplegara en Europa, Adolfo Hitler?
Son indudablemente muchas preguntas que se me ocurren en medio de la impotencia, la rabia y el dolor de saber que mientras nosotros escribimos notas, firmamos solicitadas, o en el mejor de los casos nos lanzamos a la calle con nuestros carteles que exigen solidaridad con la resistencia palestina y condena absoluta al sionismo asesino, cientos de niños, niñas, jóvenes y ancianos de la heroica Gaza siguen cayendo acribillados por las balas o destrozados por las bombas y misiles de sus invasores.
Escribo este angustioso listado de preguntas, desde otro territorio heroico situado en el sudeste mexicano, donde hace 15 años, otro pueblo originario como el palestino se levantara en armas para gritar un "Ya basta" gigantesco que alumbró al continente.
Ojalá, la sangre derramada por los zapatistas y sus emocionantes convicciones de lucha sirvan para seguir dando ánimo a los que como ellos, allá en Palestina mártir, sacan fuerza de la adversidad, se crecen en el desasosiego y continúan resistiendo, porque saben que ésa es la única alternativa que tienen para no perder su tierra y sobre todo su dignidad.
Carlos Aznárez

50 años de revolucion, vital y llena de sueños


Cuba ha sido, igualmente, ejemplo y aliento para los excluidos de este mundo, y más de una vez habló por los cientos de millones que no poseen voz, sin callar una sola injusticia y ofreciendo su permanente disposición a compartir con todos el pan, la sangre y los sueños.
Plena de inobjetables realizaciones, vencedora de gigantescos retos y tan vital y llena de sueños por conquistar como el primer día, la Revolución cubana arriba este primero de enero a su Aniversario 50.
Llegar a este momento en las condiciones descritas después del largo y no menos escabroso camino transitado, confirma la legitimidad del proceso de profundas transformaciones operado en la Isla a partir de 1959, y cuyo alcance trascendió en mucho, sin proponérselo, los limites geográficos de las Antillas.
Nada ha sido fácil para el pequeño país, y solo la conjunción de una fuerte voluntad política de cambios, de confianza ilimitada en el valor de las ideas y en la fidelidad del pueblo, fue capaz de derribar, uno a uno, prejuicios y mitos establecidos y que muchas veces parecían insuperables.
Solo así fue posible alcanzar la unidad, como la más preciada y única arma válida para enfrentar exitosamente la empecinada y arrogante conducta del poderoso Imperio. Haberla logrado ¡y mantenido¡ es, sin duda, entre muchas, la primera virtud de las generaciones que en continuidad ejemplar han sido sus protagonistas.
Gestor magnífico de esta historia deviene Fidel Castro, quien fue capaz de descubrir el camino y sin ignorar riesgos y peligros, lo desbrozó de escollos e impurezas, y forjó las condiciones subjetivas necesarias para avanzar por este.
En eso estaba cuando visionario y rodeado del júbilo popular por la victoria de las armas rebeldes, sorprendió a no pocos cuando expresó en aquel memorable ocho de enero de 1959, al llegar a la capital cubana: "Quizás en lo adelante todo sea más difícil."
Pero ni las tempranas amenazas y agresiones militares, ni el bloqueo decretado por Washington lo detuvieron para disponerse a sacudir las deformadas y obsoletas estructuras creadas por el dominio neocolonial y llevar a cabo reforma agraria, alfabetización, recuperación de recursos naturales y de bienes de la nación mediante las leyes de nacionalización, y adoptar otras incontables medidas de beneficio popular encaminadas a paliar ancestrales padecimientos de las grandes mayorías desposeídas.
Tampoco pudo el Imperio impedir que la rebelde isla brindara su solidaridad a pueblos hermanos de África y América Latina en puja por alcanzar o consolidar su independencia, y más allá de la ayuda militar prestada, extendiera sus manos generosas para luchar también contra las enfermedades y la ignorancia.
Cuba ha sido, igualmente, ejemplo y aliento para los excluidos de este mundo, y más de una vez habló por los cientos de millones que no poseen voz, sin callar una sola injusticia y ofreciendo su permanente disposición a compartir con todos el pan, la sangre y los sueños.
Sin exageraciones y despojados de ridículos y estériles chovinismos, los cubanos pueden afirmar que al cabo de casi medio siglo de aquel enero de victorias, iniciaron una época de cambios en este continente y se convirtieron en punto de partida de una larga marcha, apreciable como nunca antes por estos días y que, a no dudarlo, ya no se detendrá jamás.
Por todas esas razones, los pobladores de la Isla tienen motivaciones sobradas para continuar perfeccionando su avanzado proyecto social, hasta lograr una sociedad de bienestar para todos, con justicia y equidad; y de la mano con los pueblos hermanos marchar hacia la consecución de ese otro mundo posible y necesario.
Viejoblues

Cuba: luz en el camino de liberación y resistencia


El heroico triunfo de los rebeldes de la Sierra Maestra, apoyados por la mayoría del pueblo de Cuba, derrocando a la feroz dictadura de Fulgencio Batista sorprendió a América Latina y el mundo a inicios de 1959.
Para algunos sectores de las clases medias intelectuales de la región, incluyendo a norteamericanos, los guerrilleros de la Sierra Maestra eran jóvenes románticos y las historias de la resistencia clandestina de alguna manera se vivían como uno de los tantos relatos de los resistentes europeos contra el nazismo.
Algo de eso había en lo que se hablaba en los pasillos universitarios de aquellos tiempos, generalmente los más informados. Parecía imposible a todas luces que en una isla pequeña del Caribe, hubiera triunfado una revolución popular que marcaría la historia regional y mundial para siempre.
Muy pocos analizaban como un hecho extraordinario que esta revolución era la continuidad de otra lucha heroica, la de los mambises cubanos contra el colonialismo español en el siglo XIX, -una de la páginas más brillantes en la historia de América Latina y el Caribe- tanto en el concepto de la guerra de liberación como en la inspiración política de José Martí y el Manifiesto de Montecristi.
Esa continuidad histórica fue también lo que ayudó a la instalación y permanencia de la revolución dando un marco genuino y propio, difícilmente repetible en otros lugares.
Una inspiración y bases genuinas que les permitirían sobrevivir no sólo en resistencia permanente contra la potencia imperial, situada a sólo 90 millas de distancia, sino también en los momentos en que sus principales apoyos como la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)y el socialismo del este europeo se desintegraron.
Cuba en soledad siguió resistiendo y creciendo moralmente ante el mundo.
En Washington, en cambio, habían entendido
rápidamente de qué se trataba la revolución que llegó en 1959 para quedarse. Los rebeldes que bajaron de la Sierra Maestra y las acciones revolucionarias de los primeros tiempos, nada tenían que ver con el simple derribamiento de un tirano y su reemplazo en el poder.
Desde esos primeros días la revolución arrasó con las estructuras del poder neocolonial y Cuba se convirtió en el primer país -y el único hasta ahora en la región- realmente soberano e independiente de la política de Estados Unidos.
En "la Historia me absolverá" el comandante Fidel Castro Ruz había expresado, a través de su magnífico alegato ante los jueces de la dictadura batistiana, no sólo la tragedia que vivía el pueblo de Cuba, sino el programa de acción revolucionario para revertir esa situación.
Y esto se cumplió a pesar del entorno que rodeó que rodeó el amanecer revolucionarios.
Terminada la Segunda Guerra Mundial y debilitado el imperialismo con la derrota del facismo en Alemania nazi, en Italia, y en el Japón militarista, Estados Unidos se enfrentó al prestigio que había adquirido la URSS y el sistema socialista mundial y decidió recuperar terreno rápidamente.
Asi comenzó rápidamente la reorganización de sus organismos de inteligencia y se diseñaron estrategias y tácticas de guerras sucias y sicológicas para desacreditar a quien definiría como su nuevo enemigo: el comunismo.
Operaciones secretas, acciones subversivas a nivel mundial, conspiraciones de todo tipo comenzaron a sucederse rápidamente después del dictado de la ley de Seguridad Nacional en 1947 para crear la Agencia Central de Inteligencia CIA, entre otros proyectos similares.
Cuando la Revolución Cubana llegó al poder, entre otros acontecimientos que marcarían la vida regional, la CIA había asesinado a Jorge Elícer Gaitán el 9 de abril de 1948 en Colombia, frustrando un movimiento popular de raíces profundas y sembrando de muertos los campos y ciudades en ese país, que hasta hoy continúa bajo un terrorismo de estado encubierto.
Washington creía tener bajo su estricto control a Centroamérica después de sus numerosas intervenciones en los años 30, con la invasión y luego asesinato de Augusto César Sandino en Nicaragua y la instalación de la dictadura del primer Anastasio Somoza (García)al que sucedió su hijo. Fue el premio que le dio Washington al asesino de Sandino.
En 1932 produjo la gran matanza de miles de salvadoreños rebelados justamente bajo la dirección del revolucionario Farabundo Martí, quien había luchado junto a Sandino.
Pero en 1944 en Guatemala, una rebelión cívico-militar derrocó a los generales Jorge Ubico, el dictador con 14 años de gobierno y a su sucesor Federico Ponce, El 20 de octubre de ese año se iniciaría la llamada Revolución guatemalteca nacionalista, patriótica, antiimperialista, agraria que tuvo en su primer momento a la junta revolucionaria, luego al presidente Juan José Arévalo, al que sucedió Jacobo Arbenz. Esta revolución- que duró 10 años- rompía con el dominio económico y político que había logrado Estados Unidos en Centroamérica.
En 1954 Estados Unidos invade Guatemala bajo el argumento de "defender los derechos" de las fruteras del imperio y luchar contra el "comunismo" de Arbenz. Saltando rápidamente por el mapa de América Latina, habían logrado también desviar y frustrar el formidable proceso revolucionario surgido en Bolivia en 1952.
En el mismo año 54 otro dictador amigo de Washington, el general Alfredo Stroessner , llegó para quedarse 35 años en Paraguay.
A la vez la embajada de Estados Unidos en Brasil jugaba un papel determinante, en la guerra sicológica sin cuartel que llevó al suicidio- todavía hoy sospechado de asesinato- del presidente Getulio Vargas, quien había liderado una revolución en 1930, y había sido elegido en 1951 por el pueblo de Brasil.
En 1955, también Washington fue clave en el derrocamiento de Juan Domingo Perón en Argentina, donde había surgido un movimiento popular de grandes alcances, que desde el punto de vista de Washington era "más que amenazante".
La década del 50 fue prolífica en la instalación de dictadores en el caribe: el golpe del 10 de marzo de 1952 puso en el poder al sargento Fulgencio Batista en Cuba y en el 53, surge la sorpresa de los revolucionarios del Moncada, una acción que si bien fracasó desde el punto de vista militar, abriría las puertas a la revolución que triunfó en 1959.
Pretendieron la continuidad de la dictadura con "elecciones" y Batista tomó posesión del gobierno en 1955.
Sólo dos años después asumía otro de los dictadores cercanos: Francoise Duvalier en Haití(1957), mientras continuaba la mano de hierro de su colega Rafael Leonidas Trujillo en República Dominicana y Puerto Rico seguía bajo ocupación colonial.
Por todo esto, relatado a grandes rasgos y sólo con algunos ejemplos para mostrar el entorno feroz de la revolución que comenzó en Cuba aquel enero de 1959, y la dinámica temible del imperio en esos tiempos, es que aquellos muchachos, que bajaron de la Sierra Maestra, significaron una derrota increíble para las políticas de dominación regional de Estados Unidos.
Y eso determinó que desde los primeros momentos de 1959 hasta hoy, 50 años después, Estados Unidos no dejó un solo día de atacar a Cuba, dejando miles de víctimas, entre ellas las del avión que sus mercenarios hicieron estallar en pleno vuelo en Barbados en 1976. A todo este accionar terrorista se añade el daño provocado por el bloqueo o sitio medieval que mantiene sobre ese país, desde hace casi medio siglo. La resistencia cubana supera toda capacidad de imaginación.
Cuba los ha derrotado en todos los terrenos, militar, político, cultural, pero esencialmente en lo ético y moral. En el nuevo mapa de América Latina, ahora es Cuba quien ingresa por la puerta grande.
Su ejemplo irradió luces y esperanzas para los oprimidos de América Latina y el mundo. Es la inspiración que produjo esta irrupción de los pueblos que hoy resisten los embates del imperio y cuya voluntad ha cambiado el mapa de América, golpeando las nuevas políticas imperiales y los diseños geoestratégicos de recolonización continental planeados para el siglo XXI.
Las luchas de liberación del siglo XX y las mayores rebeliones contra las injusticias, así como el resurgimiento cultural desde las catacumbas de la dominación, reconocen la inspiración y solidaridad de la Revolución Cubana que en estos días llega a su medio siglo.
Es el espejo luminoso donde se mira una América en rebelión, en contraposición con el espejo astillado de un imperio decadente, que continúa sembrando terrorismo y muerte en el mundo.
La Revolución encendió luces hace 50 años, que hoy se multiplican e iluminan cada vez más los oscuros arrabales de nuestra América decidida a recuperar su independencia frustrada y la liberación definitiva. Aquel 1 de enero de 1959 el pueblo cubano abrió las compuertas de la imaginación liberadora que es en suma el camino a la vida en dignidad.
Stella Calloni

Cuba, una genuina democracia nacida de la lucha armada


La Revolución que surgió de los fusiles empuñados por los hombres y mujeres más conscientes de su época, dispuestos a tomar el cielo por asalto, que destruyó las raíces del orden injusto y creó un mundo nuevo, convirtiendo en realidad lo hasta entonces imposible, reivindicó también en este hemisferio el valor justo de la democracia llevándolo más alto y más lejos que en el antiguo olimpo.
Una de las singularidades de la Revolución cubana, a punto de entrar a su quinta década de vida, es la manera original en que se planteó el acceso de la mayoría de su población al disfrute de los beneficios de la democracia, uno de sus mayores logros paradigmáticos incesantemente calumniado desde el exterior.
Más allá de la vocinglería acerca de la libertad de expresión y asociación, o a la nostalgia por la ausencia de colisiones electorales partidarias para el acceso a los altos mandos de la nación, los goces íntimos de la democracia como gobierno del pueblo y para el pueblo son ignorados a ex profeso por los apologistas del capitalismo y enemigos del sistema político cubano.
El primer acto democrático de los valientes que se alzaron contra la dictadura que en 1952 pisoteó la Constitución de la República e inició la era del terrorismo desde el Estado con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, fue convocar al pueblo a tomar las armas y darle la oportunidad de constituirse en Ejército revolucionario integrado por campesinos, estudiantes, obreros y amas de casas.
Lo segundo sería, una vez culminada la lucha armada, las acciones para convertir en realidad la promesa del Moncada y sumar al pueblo a la lucha por liquidar las huellas de la explotación capitalista, construir una sociedad nueva y defenderla de las tantas formas de agresión contra el nuevo poder, en contubernio de apátridas con los desplazados asesores yanquis.
Fidel Castro fue claro desde el primer momento, cuando advirtió que democracia era precisamente devolver al pueblo las fábricas y servicios incautados por el capital nacional y extranjero, alfabetizar a los iletrados, permitir el acceso y permanencia de los niños y jóvenes a las escuelas.
En su concepción, democracia era facilitar tierras al campesino para que la trabajase, garantizar médicos y servicios básicos de salud para la población, extender a todos los rincones de la Patria los beneficios de la cultura y las artes, resolver viviendas decorosas a las familias, asegurar empleos para la fuerza laboral activa saludable y para los limitados físicamente.
Democracia era darle al cubano la posibilidad de entrenarse en las armas y poder defender a la Patria frente a las continuas amenazas de sus enemigos de adentro y de afuera, dijo también Fidel en sus múltiples intervenciones en los primeros años de la Revolución.
Qué gobierno, si no fuera democrático y de todo el pueblo, podría darse ese lujo de armar al pueblo, insistía el líder de la Revolución e incitaba a los enemigos a que imitasen si lo deseaban el ejemplo de lo que estaba aconteciendo en Cuba.
Lo primero, por tanto, que encaró exitosamente la Revolución, fue resolver el problema de convertir en realidad los derechos económicos, sociales y culturales de sus ciudadanos, instituirlos como obligación del Estado, y con ello asegurar la garantía de existencia de una sociedad democrática con todos y para el bien de todos, como lo había anticipado José Martí.
Simultáneamente se fue creando el conjunto de instituciones de masa, sociales y profesionales que, junto a la restitución de los sindicatos y central obrera libres de las patronales capitalistas —secuestrados por la tiranía y puestos al servicio de espurios intereses nacionales y extranjeros—, conforman hoy el conglomerado de asociaciones civiles que marcan su impronta en todo el acontecer nacional e internacional. Ellas son representantes de los diferentes sectores y grupos sociales de la nueva Cuba.
Desde el barrio hasta las más altas instancias del Estado, lo mismo en asuntos locales que en decisiones estratégicas que interesan a toda la nación, la voz de la familia se une a la del trabajador y del campesino, el estudiante o el artista, el científico o el militar para hacerse escuchar con sus propuestas y opiniones acerca de los temas que se debaten e interesan a todos.
Expresión de una democracia participativa que incluye a todos los sectores sociales del país, de abajo hacia arriba, son las elecciones que se celebran desde 1976 para la constitución de los órganos municipales, provinciales y la Asamblea Nacional del Poder Popular, encargados de dirigir y fiscalizar el funcionamiento del gobierno a esos mismos niveles y tomar las decisiones correspondientes.
Perfeccionar los perfiles y el accionar de este engranaje social, en cuya vanguardia está el Partido Comunista, es cuestión vital en una sociedad en continuo desarrollo, que se plantea los retos de constituirse en una opción justa y decorosa de vida, apta para asegurar los derechos básicos del ser humano y enfrentada a muerte con engañosas propuestas de regresar al capitalismo.
QUE CADA CUAL EXPRESE LO QUE SIENTA
Desde octubre pasado y hasta el 20 de enero próximo, Cuba vive en efervescencia electoral, promoviendo, nominando y eligiendo para dirigir sus destinos a los hombres y mujeres que se han formado durante 50 años de quehacer democrático. Ellos, como sus promotores, han sido educados en un sistema ajeno a la politiquería, la prebenda o la caza de oportunidades para enriquecer los bolsillos de políticos y asegurarse desde el poder posiciones de dominio en base a las esperanzas de millones de compatriotas.
Al valorar la calidad de este sistema electoral, el General de Ejército Raúl Castro destacó en su reciente recorrido por Santiago de Cuba, que este se caracteriza por la participación de los ciudadanos, y manifestó enfáticamente que si estudiase uno por uno a todos los países de este planeta, se verá que en algunos hay una democracia ajustada a su sistema de clase pero ninguna más democrática que la cubana.
Subrayó que en ningún lugar del mundo se seleccionan los candidatos como en Cuba, donde lo hace el pueblo y advirtió que, como es lógico, nada es perfecto de una sola vez y por siempre y el sistema electoral tiene que seguir profundizando en sus concepciones democráticas.
Recordó el Segundo Secretario del Partido que una especial muestra de democracia ha sido la discusión popular a raíz del discurso que pronunció el 26 de julio último, por encomienda del Partido y aprobado por Fidel, y que dicho análisis motivó miles de planteamientos e insatisfacciones de los sectores del pueblo, pero nadie impugnó al sistema socialista ni a la Revolución.
"En Cuba tenemos un solo Partido, pero tenemos que convertirnos en el Partido más democrático que exista, donde se discuta más, que existan diferencias, no antagónicas, y que se emitan en el lugar que correspondan, que cada uno diga lo que desee, dentro del orden establecido, respetando siempre el lugar adecuado, en el momento oportuno y de forma correcta", insistió.
Seguidamente apuntó: "Hay que luchar para que sea así, sin miedo de ninguna clase, que cada cual exprese lo que sienta".
La Revolución que surgió de los fusiles empuñados por los hombres y mujeres más conscientes de su época, dispuestos a tomar el cielo por asalto, que destruyó las raíces del orden injusto y creó un mundo nuevo, convirtiendo en realidad lo hasta entonces imposible, reivindicó también en este hemisferio el valor justo de la democracia llevándolo más alto y más lejos que en el antiguo olimpo.
Frank Agüero Gomez

Año nuevo, brindis por Cuba




Así, cuando este fin de año se levanten las copas para brindar por el comienzo de un nuevo año, todo hombre y mujer que se sienta libre, que cera en un mundo mejor, en un futuro posible, habría que hacerlo también para agradecer a Cuba por el sacrificio y la lucha de 50 años.
El triunfo de Evo Morales en Bolivia, de Rafael Correa en Ecuador, la victoria y permanencia de Hugo Chávez en Venezuela, los triunfos de Lula en Brasil, Tabaré Vázquez en Uruguay, Fernando Lugo en Uruguay, Ortega en Nicaragua hasta los aspectos más positivos del accionar de Cristina Krichner en Argentina, sería imposible sin la existencia y permanencia de la Revolución Cubana, más allá de la lucha propia de cada pueblo.
Tradicionalmente todos los fin de años se acostumbra a realizar un balance de los transcurrido en los 365 días previos, se tiran los almanaques como reafirmación del tiempo pasado y apertura a lo que vendrá, y muchos tienen la sensación de estar en un período de cambio, donde todo es posible.
Los luchadores por un mundo distinto, cuando efectuábamos un balance del año, y en los peores momentos de nuestra historia, teníamos un elemento que nos impedía concluir negativamente: la permanencia de la Revolución Cubana, que precisamente el primero de enero, como el año, auguraba la posibilidad de un mundo nuevo.
Cuando Fidel Castro y sus "barbudos" entraron a La Habana el primero de enero de 1959, no sólo estaban terminando con una dictadura, devolviendo la dignidad a un pueblo, sino que también estaban demostrando al mundo, y en especial a los pueblos de la región, de que era posible derrotar a un gobierno militar, terrorista, apoyado por los EE.UU.
Después, con aciertos y errores, la Revolución fue demostrando que los pueblos pueden construir un modelo de sociedad sin copiar esquemas, y con su sola permanencia, más allá del respaldo brindado a las fuerzas de cambio en la región -y en otras partes como en Africa- permitió el desarrollo y fortalecimiento de la izquierda y hasta fue un elemento de presión para la aplicación de la democracia burguesa, tan recortada en América Latina en los 60 y 70.
Desde 1959 en adelante, la izquierda latinoamericana se atrevió a buscar caminos nuevos, originales, para organizar al pueblo en sus luchas. Algunos cuestionarán los métodos elegidos, pero nadie puede desconocer que en todo ese período se avanzó a un ritmo jamás alcanzado antes.
Muchos de los que critican los métodos de la izquierda en sus luchas, terminaron beneficiándose de ello. Basta como ejemplo lo sucedido en Nicaragua. Fue la lucha armada de los sandinistas que provocó la caída de la dictadura de los Somoza. Y si después Violeta Chamorro, el corrupto Arnoldo Alemán, llegaron a la presidencia, se lo deben a la lucha de los sandinistas que terminó con la dictadura y abrió el camino a esa democracia –aunque recortada todavía- que existe desde 1989.
La existencia y desarrollo de los gobiernos populares y progresistas en la región, desde la radical Venezuela, a los gobiernos más "tibios" de Uruguay, Brasil, Argentina, o a la promesa de cambio en Bolivia, se debe en gran parte a la existencia y permanencia de la Revolución Cubana.
El sacrificio de los cubanos en estos 47 años de bloqueo y agresiones imperialistas, permitió a la izquierda latinoamericana desarrollarse, y de hecho también obligó a los gobiernos burgueses a abrirse un poco a la participación ciudadana. Y no se trata sólo del apoyo y asilo brindado por los cubanos a los revolucionarios, ni de las misiones de solidaridad médicas y de otros tipos ofrecidas por el gobierno de la isla a decenas de países.
Para muchos cubanos, una vida de bloqueo, de escasez de determinadas comodidades, fue una forma de resistencia obligada ante una agresión irracional de la mayor potencia militar de la historia. La permanencia y desarrollo de un sistema social que busca terminar con las desigualdades, y quiere dignificar al hombre como ser social, emprendido por los cubanos, se constituyó en un ejemplo para la región. No para copiarlo porque cada pueblo tendrá que encontrar su modelo de participación, sino como posibilidad de construirlo.
Pero, además de este ejemplo de conducta, los latinoamericanos también tienen que agradecer la ayuda material concreta brindada por Cuba. Muchos de los que hoy están en puestos de gobierno, o dirigiendo partidos y organizaciones a lo largo del contiente, en los peores momentos de nuestra historia, recibieron asilo, protección y cobijo en Cuba. Y ayuda material para volver a luchar.
Y esto incluye ministros, legisladores, dirigentes desde el Chile de la Concertación, hasta la revolucionaria Venezuela de hoy, pasando por Brasil, Argentina, Bolivia y Uruguay, para mencionar solo algunos.
El triunfo de Evo Morales en Bolivia, la victoria y permanencia de Hugo Chávez en Venezuela, los triunfos de Lula y Tabaré Vázquez en Brasil y Uruguay, hasta los aspectos más positivos del accionar de Néstor Krichner en Argentina, sería imposible sin la existencia y permanencia de la Revolución Cubana, más allá de la lucha propia de cada pueblo.
Y este ejemplo y solidaridad concreta, también se extendió a Africa. En algún momento la historia deberá otorgar el importante lugar que le corresponde a los cubanos en la independencia de Namibia, la existencia de Angola, la liberación de Mandela y el fin del apartheid. Fue la resistencia de los cubanos en Cuito Canavale, Angola, y la posterior ofensiva de noviembre de 1987, que terminó con la expulsión de las tropas sudafricanas de ese país lo que provocó la inmediata independencia de Namibia, y posteriormente la caída del régimen racista.
Así, cuando este fin de año se levanten las copas para brindar por el comienzo de un nuevo año, habría que hacerlo también para agradecer a Cuba por el sacrificio y la lucha de 50 años.

Aute: cuatro décadas tras la canción perfecta


'Memorable cuerpo' resume la vida artística del músico

TEREIXA CONSTENLA - Madrid - 31/12/2008

"Tengo la sensación de que todavía no sé nada. Está siendo un largo aprendizaje"

"Me parece tan falaz decir que no crees en nada como que crees en Dios"

Hace 41 años, un pintor llamado Luis Eduardo Aute (Manila, 1943) grabó un disco empujado por mucha gente que no era él. El éxito se le desplomó encima. Las versiones de Rosas en el mar y Aleluya número 1 sonaron en medio mundo. Atemorizado ante el torbellino, el pintor se recogió en su estudio caparazón y durante cinco años sólo cantó para sí mismo. Siguió pintando, siguió componiendo por diversión y, pasado el lustro, accedió a grabar un segundo trabajo con la condición de que la discográfica no le obligase a promocionarlo en entrevistas ni en conciertos.

Tardó otros 10 años en subirse por vez primera a un escenario. Ocurrió en Albacete, en un acto del sindicato CNT. De nuevo empujado por otros como Agustín García Calvo y Chicho Sánchez Ferlosio. "Nunca me planteé escribir canciones, ni grabar, ni cantar, ni salir al escenario. Soy más de estar entre bastidores", revivía ayer frente a la chimenea de su casa madrileña.

El pintor que nunca pensó en cantar lleva enzarzado en la música más de cuatro décadas. Y no de cualquier manera. Logró parar los relojes a las cuatro y diez, convertir una canción de amor (Al alba) en un himno contra la pena de muerte, extender Albanta -uno de sus discos- como nombre de niña, hacer poesía de una masturbación, meter a Dios en las camas y al cine en las canciones. Y eso que sólo pasaba por allí, que lo suyo eran los lienzos. "No me hago a la idea, tengo la sensación de que no han sido 41 años y de que todavía no sé nada. Está siendo un largo aprendizaje. Escribir canciones es una cosa rara, una aventura personal que no se aprende en ningún sitio".

Toma notas aquí y allá. Un día las ordena, otro las acompaña con la guitarra. Y luego, sin que sepa cómo, sale una canción. "No sabría explicar cómo se han hecho, pero tengo la sensación de que ya existían, que estaban escondidas en algún sitio". Así ha creado casi 400. Una generosa selección figura en Memorable cuerpo, una edición de lujo con siete discos, un doble DVD, un libro con canciones, fotos, pinturas y un dibujo firmado por el autor con el que su discográfica festeja sus cuatro décadas en la música. Difícil que algo así acabe en el top manta. "Supongo que es uno de los objetivos de la compañía, si tiene alguna función la industria discográfica ahora que todo el mundo se baja los CD de Internet debe ir por ahí", sostiene.

Habla con una voz tan tenue que hace temer que algo trascendente podría huir de nuevo hacia su interior. Si es pudor, sorprende en alguien que se desnuda a cada paso en cuadros y poemas; en cada una de las canciones que han guiado a varias generaciones por el enrevesado mapa de los sentimientos y de las dudas.

-¿Le da orgullo o le pesa?

-¿La banda sonora? No tengo conciencia de eso, creo que me engañan. Alguna gente me dice que hay muchas Albas y Albantas consecuencia de mis canciones. Siempre pregunto qué tal les ha ido, me aterra pensar que hayan sido desgraciados. Lo que más aprecio es cuando alguien me da las gracias porque las canciones le han rescatado y ayudado a salir de un agujero en algún momento terrible. Es más que suficiente compensación por escribir canciones.

Casi todas ellas hablan -o fabulan- sobre él, un inseguro pelín tímido que escarba en lo más íntimo para componer. "El subterfugio de comunicarte a través de un medio tal vez desinhibe. A lo mejor no sé bien de qué, pero sí de que tengo ganas de hablar con un interlocutor imaginario que está de acuerdo conmigo en todo". Nada más íntimo que el sexo, Dios o la muerte, la trinidad recurrente en la discografía de Aute. Una trinidad que comparte con Leonard Cohen y, al 66%, con Woody Allen: el cineasta que mejor ha psicoanalizado a los judíos deja fuera a Dios.

Aute no comulga con un dios institucionalizado ni reniega del todo de un creador: "No soy ateo, me parece tan falaz decir que no crees en nada como que crees en Dios. No lo sé, navego en la ignorancia, pero tengo más propensión a pensar que la vida tiene un sentido. Creo en la causalidad, no en la casualidad". Su religiosidad, siempre vinculada al sexo, se desparrama también por la pintura, poblada de ángeles, espinas y crucifixiones.

"Una canción es un estado de ánimo, soy incapaz de escribir dos palabras juntas si no tengo el estado de ánimo. Cualquiera escribe una canción, pero no cualquiera escribe una con razón de ser". Uno de los pocos poemas ajenos que ha musicado es el último que escribió el portugués Fernando Pessoa, What matters is just you. Desde entonces le da vueltas a un disco con últimos poemas (ha seleccionado ya a Machado, Rilke y Eluard). "No son nada terribles, suelen ser tremendamente inocentes, blancos, como el primero", cuenta. Aute es incapaz de elegir una canción entre las suyas, pero no duda sobre otros. Tararea unos versos en inglés de Vincent, el tema que Don Mclean escribió para Van Gogh. "Dice que este mundo no se ha hecho para alguien tan bello como tú, lo cuento y me emociona". Y se emociona con la misma naturalidad con la que antes ha confesado que le queda una canción por hacer: "La persigo desde que empecé a escribir. Cuando haga esa canción, ya no haré ninguna más".

-El poema perfecto. ¿Eso existe?

-Supongo que no, pero es lo que me hace moverme.
Fuente: EL PAIS

¡¡¡Que así sean todos los hoy del próximo año!!!





Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho.
Los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que esté.

MIGUEL DE CERVANTES

ENTREVISTA INÉDITA CON FIDEL CASTRO: CÓMO HIZO LA REVOLUCIÓN QUE MAÑANA CUMPLE MEDIO SIGLO


"Nunca dije que no quería la paz, sólo ponía condiciones inaceptables"
El líder de la más exitosa guerrilla de Latinoamérica recuerda la inexperiencia de los primeros pasos, el aprendizaje de códigos y trucos en la selva, la personalidad de Camilo Cienfuegos y la del Che, la ofensiva final y el amanecer del 1 de enero de 1959.
Eduardo Tagliaferro
31.12.2008
http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=17881

Compañeros. Fidel y el Che en la selva.

-¿La vía militar era la única opción para derrotar a Fulgencio Batista?

-En un momento, cuando ya estábamos en la Sierra Maestra y no éramos más de 200 hombres, los militares amenazaron con un golpe de Estado. Fue cuando Batista pensaba realizar algunas promesas democráticas y llamar a los partidos políticos. Nosotros seguíamos atentamente esos movimientos y les advertimos a los militares que seguiríamos la guerra. Teníamos mucho apoyo entre la población. Si se realizaba el golpe militar pensábamos poner condiciones. Queríamos que entregaran la provincia de Oriente y todas las armas que tenían allí. Entonces recién podríamos hablar de paz. Ésa era nuestra respuesta al golpe. Yo no decía que no quería la paz, ponía condiciones inaceptables.

-¿Compartían esa definición con los partidos políticos?

-En el llano, hasta el propio movimiento conspiraba con los soldados. Ellos no nos veían a nosotros como nos veíamos nosotros mismos. Nosotros nos veíamos como un pequeño ejército en desarrollo que un día derrotaría a un gran ejército. Ellos, nuestro propio movimiento, nos veían como un grupo que agitaba para debilitar al gobierno y que ello terminaría con una huelga general victoriosa o con un golpe militar por el que llegaría la victoria. La gente de nuestro movimiento pensaba que aquella guerra terminaría con una sublevación y luego con el derrocamiento de Batista. A medida que se desarrollaban los combates a nosotros nos quedaba claro que no nos podrían derrotar. Sólo nosotros confiábamos en triunfar militarmente.

-¿Cómo llegaron a esa convicción?

-Fuimos creciendo lentamente y acumulando armas. En un principio éramos 82. El primer combate lo dimos con 18 o con 20 armas. Varios días después derrotamos a un batallón de paracaidistas aguerridos. Nos persiguió una columna como de 300 hombres. Les hicimos un cerco. Nuestra ubicación en esa ocasión fue excelente. Lo fundamental en esta guerra es la experiencia. Si nosotros hubiéramos desembarcado del "Granma" con los 82 hombres en el lugar adecuado y no hubiera pasado lo que pasó, la guerra se hubiera acabado en ocho meses. Pronto descubrimos que cuando atacábamos a los cuarteles no siempre los tomábamos y teníamos bajas. Pero ese mismo enemigo en movimiento era débil. Descubrimos una regla de oro: que el enemigo es fuerte en su posición y muy débil fuera de ella. Que una columna de 300 hombres en las montañas tiene la fuerza de la escuadra que está delante.

-¿Por qué motivo?

-Porque ninguno de los que está detrás tira y tú liquidas a tu vanguardia. Aprendimos que no debíamos atacar por el frente sino por los costados. Después aprendimos otras cosas: tropa que cae en una emboscada cuando se retira se desmoraliza y se desorganiza totalmente. Así fuimos aprendiendo nuestras reglas, por ejemplo, la importancia de provocarlos, de hacer que se movieran. Siempre inventábamos alguna cosa para moverlos. Nosotros los engañamos muchas veces porque ellos no les informaban a sus tropas los golpes que recibían. Entonces volvían a caer en las mismas trampas.

-¿Qué características tenían los primeros combatientes?

-Cuando desembarcamos recibimos un golpe muy fuerte. De los 82 que desembarcaron había unos 40 que hubieran podido comandar una columna. No había militares de academia. Ellos actúan en virtud de cálculos. La última ofensiva que nos lanza el enemigo tenía 10 mil hombres, con tanques, artillería y aviones. Yo me quedaba siempre con los nuevos. Y siempre combatiendo. La escuela era el combate. Ninguno de los que se incorporaba había disparado nunca un tiro antes del combate. Toda la enseñanza era teórica, era enseñanza por mecanismos ópticos. Nunca disparaban. Mi papel fue el de entrenador. Yo gradué alrededor de 50 fusiles de mira telescópica en el "Granma". Habíamos llegado a combinar de tal manera la técnica de la mirilla telescópica que poníamos un plato de perfil a 600 metros y a lo sumo luego de tres disparos lo rompíamos. Para demostrarles a los nuevos la eficacia de los disparos, ponía una botella a 200 metros, cerca de sus pies, y disparaba. Lo hacía yo. No se hacía a pulso, sino con apoyo en tierra. No recuerdo una sola bala que hubiera dado entre la botella y el compañero.

-¿Qué características le imprimieron Camilo Cienfuegos y el Che a la lucha armada?

-Camilo se incorpora más tarde. Che desde el principio. Che siempre aplicado, era buen tirador. Muy responsable, muy disciplinado. Él recibe unas clases de un español republicano, Bayo. Yo no iba mucho a esas clases. Lo que el Che aprendió de Bayo no le sirvió de nada en la Sierra. Bayo era un tipo simpático, afable. Para demostrar lo que puede la voluntad un día hizo una huelga de hambre de 20 días. Era un bárbaro. Un español de los tiempos del Cid Campeador. Con la guerra civil había intentado desembarcar en Mallorca. El Che y Camilo aprendieron de la experiencia. El Che tenía, entre otras características, la de ser muy valiente, muy audaz. Había que cuidarlo al Che. Si hacía falta un voluntario, el primero que se ofrecía siempre era el Che. Camilo no cargaba minas, iba más ligero. Che cargaba minas, a veces sobrecargaba a la columna. Camilo era otro tipo de personalidad. Era de un humor excepcional. Avanzaba pero no tenía esa determinación fría del Che. Che quería hacer cosas audaces que yo no le permitía. Él tenía el sueño de hacer la revolución en la Argentina. Era muy austero, tenía iniciativa.

-¿Tenía la posibilidad de encontrar las tareas apropiadas para cada uno?

-Todos éramos nuevos. Yo no sabía las características de cada uno. Es más fácil que Camilo cumpliera una misión a que esa misma misión la pudiera cumplir el Che. Camilo sirvió para el llano. Fue el primero que estuvo en el llano. Estuvo un día corriendo de aquí para allá, era muy bicho. Cuando la invasión de Bahía de los Cochinos (en 1962), Camilo llevó 90 hombres. Che 140. Ya eran veteranos. ¿Veteranos de qué? De los que derrotaron la ofensiva del ejército de Batista. La primera columna que hicimos fue la de Che. Luego hicimos las otras.

-¿No estaba en los planes la guerrilla urbana?

-No fue difícil que yo me diera cuenta de que la ciudad no era el lugar donde tenía que darse la batalla. Incluso durante el Moncada si no hubiéramos podido derrocar al régimen hubiéramos marchado hacia la montaña y no hubiera habido ni "Granma" ni nada. Cualquiera que hubiera ido a la montaña y hubiera organizado una guerrilla contra Batista hubiera tenido una popularidad enorme. Nosotros conseguíamos una simpatía grande pero nadie nos ayudaba. Dependíamos de nosotros, de nuestras caminatas, de nuestras piernas. Es falsa la teoría de que nosotros podríamos haber empezado la guerra con los hombres que atacamos el Moncada. Nadie había estado en la Sierra. A poco de andar nos convertimos en nuestros propios guías. Con los ojos cerrados yo podía saber en qué punto estaba del territorio de operaciones. No dependíamos de prácticos.

-¿Cómo fue la ofensiva final?

-Después de la huelga que el movimiento lanzó en el llano, Batista reúne a 10 mil soldados. La resistencia nosotros la comenzamos con menos de 200 hombres. A la columna de Che iba mucha gente, pero de cada diez, uno solo soportaba las condiciones. Los soldados mismos se seleccionaban. Todo estaba concentrado en la columna uno, Radio Rebelde, el hospital, algunas minas que producíamos. Éramos 300 hombres luchando contra 10 mil organizados en batallones, con tanques y esa aviación maldita.

-¿Cómo es eso de que fabricaban minas?

-Las fabricábamos con el TNT de las bombas que nos tiraban. De cada 10, una o dos no explotaban. Nos habíamos convertido en expertos en desarmar bombas. Nunca nos faltó el TNT porque nunca nos faltó una ración de bombas.

-¿Y cómo fue la ofensiva final?

-La ofensiva que nos lanzó el ejército duró 74 días. Durante 35 de ellos estuvimos avanzando. No dábamos la noticia de las victorias sino dos o tres días después para no alertar sobre nuestras posiciones. La guerra se acaba cuando tú derrotas a las tropas que están en operaciones. En esa ofensiva tuvimos como 50 bajas y ellos más de mil. Les hicimos cerca de 500 prisioneros, les ocupamos 600 armas. Después les mandamos las columnas con el Che y con Camilo y les invadimos el centro del país. Lo único que movimos fue el segundo frente, que estaba muy lento. En esas circunstancias cometimos algunas imprudencias.

-¿Por ejemplo?

-Nosotros andábamos de aquí para allá, de noche y de día. Teníamos cercado al batallón dirigido por el general Sánchez Mosquera, el batallón más agresivo. Lo obligamos a moverse con heridos. Le capturamos una gran cantidad de prisioneros y de noche los acosábamos con los altoparlantes, con música, con arengas. El día que se rindieron yo cometí un disparate. Por la mañana del décimo día les quitamos la comida y el agua. Yo invito a uno de ellos, no recuerdo si al propio Sánchez Mosquera, a dialogar y se conviene la rendición. De idiota, de impaciente, llego al campamento de noche con Ramirito para ver las armas. De repente me encuentro rodeado de un montón de soldados armados que me reconocen. En esa circunstancia no queda otra que hacerse el valiente. Les hablo, les pregunto si recibieron la comida y los medicamentos, los saludé respetuoso y me fui rápido.

-¿Cómo fue el 1 de enero de 1959?

-El 28 de diciembre se reúne conmigo el general Cantillo. Me dice: "Hemos perdido la guerra. Cómo le ponemos fin". Le propongo que subleve el regimiento de Santiago de Cuba, que lo presentaríamos como un movimiento cívico-militar. Le pongo tres condiciones: que no haya golpe de Estado, que no lo ayuden a huir a Batista y que no entablen negociaciones con la embajada de Estados Unidos. Hasta el 30 no tuvimos novedades. El tipo incumplió las tres condiciones. Antes del amanecer del 1º me despiertan con la noticia de que había un golpe de Estado en la capital. Por Radio Rebelde convocamos a la huelga general y decidimos avanzar a toda marcha. Todas las radios comienzan a transmitir en cadena con Radio Rebelde, que tenía 1 kw. Che ya había tomado Santa Clara. Sus soldados comenzaron a rendirse y sumarse a nuestro avance.

"Podrán decir que tuvieron un encuentro con el diablo"
Tres meses después de la caída de las Torres Gemelas, quince días antes del estallido de la crisis argentina de 2001, la izquierda latinoamericana agrupada en el denominado Foro de San Pablo se reunió en La Habana. Aunque allí estaban Luiz Inácio "Lula" da Silva -que aventuró que "la izquierda puede llegar al gobierno en Brasil pero no para hacer la política vergonzante de Fernando de la Rúa"-, el nicaragüense Daniel Ortega, el salvadoreño Schafik Hándal, sin duda que la estrella era Fidel Castro. Durante cada una de las jornadas, entregó dosis homeopáticas de sus opiniones. El plato fuerte se lo guardó para el cierre. A las nueve de la noche, se paró en el centro del escenario. Dijo que había ubicado el micrófono en ese lugar para controlar que nadie se durmiera. Luego confesaría a este cronista que antes de llegar al Palacio de las Convenciones había nadado dos horas. Durante cinco horas, Fidel habló frente a unos 1.200 dirigentes. A las cuatro de la mañana llegó el "Hasta la victoria siempre". Comenzó a saludar al público e invitó a este cronista y a unos pocos periodistas extranjeros que cubrían el evento a esperarlo en sus oficinas. Apareció a las seis de la mañana. Invitó a los periodistas a cenar, desayunar y almorzar. La mesa estaba servida. Pidió que primero lo dejaran comer. Por eso ametralló con preguntas a sus interlocutores. Una manera de testear frente a quienes se exponía. Su secretario, Carlitos, cabeceaba a su lado, mientras el Comandante se explayaba en cada respuesta. A cada momento abría una frase que lo alejaba del hilo del relato. Pero siempre volvía al punto que había comenzado a transitar. Incluso aventuraba un título para el reportaje: "Podrán decir que tuvieron un encuentro con el diablo". A las 14, después de ocho horas, los periodistas le pidieron que se apiadara de ellos y le pusieron punto final a la entrevista. Este cronista hacía esfuerzos para no dormirse frente a la laptop en la que transcribía el encuentro, cuando por la tevé vio a Fidel Castro despidiendo al vicepresidente de Vietnam al pie de su avión.
Cortesía de: Analia Averbuj analia12001@yahoo.com.ar
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