viernes, abril 15, 2011

Silvio Rodríguez y Sampling le cantaron a este día (video)



Este video, que publicáramos el primer día de este año, es el más visto de nuestro canal en YouTube, con más de 3800 descargas.

En recuerdo del 15 de abril de 1961, cuando aviones procedentes de Estados Unidos bombardearon por sorpresa distintas zonas de Cuba, el trovador Silvio Rodríguez compuso su canción Girón: preludio, de la que el grupo vocal cubano Sampling realizó esta excepcional versión, llevada al video clip por el realizador Juan Pin Vilar.

No hay fecha más oportuna para volverlo a compartir con los lectores de La pupila insomne.


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Playa Girón


Victoria de Playa Girón


Tomado de La Jornada

Al amanecer del 15 de abril de 1961 aviones de combate con insignias cubanas bombardearon los principales aeropuertos militares de Cuba. Las agencias de prensa estadunidenses difundieron que se había sublevado la fuerza aérea “de Castro”, especie a la que intentaron dar credibilidad con la declaración de un supuesto aviador militar cubano que habría desertado y aterrizado en Miami. Se trataba de un piloto de la flota de la CIA que actuaba contra Cuba desde esa mañana. Adlai Stevenson, representante de Estados Unidos en la ONU, se esforzaba en convencer de lo mismo al Consejo de Seguridad.

El bombardeo se proponía destruir en tierra los siete u ocho viejos y destartalados aviones de las fuerzas revolucionarias pero fue infructuoso por cuanto el mando cubano había dispuesto previamente la dispersión y enmascaramiento de los aparatos. Los bisoños artilleros antiaéreos respondieron con una lluvia de fuego y derribaron su primera nave enemiga. Uno de ellos, víctima de la metralla yanqui, escribió moribundo con su sangre la palabra Fidel en el muro más cercano.

Era la antesala de la invasión de Playa Girón(Bahía de Cochinos), al sur de la provincia de Matanzas, por una brigada mercenaria que con sumo esmero prepararon durante más de un año la CIA y el Pentágono. En marzo de 1960 el presidente Dwight Eisenhower había firmado una orden ejecutiva sistematizando el programa de terrorismo contra Cuba, que incluía el reclutamiento de cientos de contrarrevolucionarios, la unificación bajo el mando de la CIA de las organizaciones contrarrevolucionarias y la creación de una unidad paramilitar.

Es preciso apuntar que desde el mismo triunfo de la Revolución y hasta muchos años después de Playa Girón, la isla fue objeto de una feroz campaña de acciones terroristas, que en conjunto cobró la vida de más de tres mil personas. En los dos años anteriores a la invasión, Estados Unidos empleó cuantiosos recursos en esos menesteres y uno de sus planes más caros fue crear y abastecer un foco de bandas contrarrevolucionarias en las montañas del centro de Cuba, muy cerca del lugar donde se produjo el desembarco. Pero para el momento de la invasión ya esa fuerza había sido puesta fuera de combate por los batallones de milicianos obreros, campesinos y estudiantes.

Así como habían respondido los artilleros antiaéreos en los aeropuertos, lo mismo ocurrió con las unidades enviadas rumbo al lugar del desembarco, que pese a la dificultad de una sola carretera para acceder a ese punto chocaron y comenzaron a hacer retroceder a los invasores ese mismo día, sin olvidar el heroísmo del pequeño destacamento miliciano posicionado en la playa, que logró contener al enemigo y retrasar el desembarco. Para los tanquistas o artilleros de campaña también fue su bautismo de fuego con equipos llegados a Cuba desde la URSS y Checoslovaquia en las semanas anteriores y cuyo uso fue aprendido en tiempo récord. Los pilotos revolucionarios actuaron decisivamente destruyendo buques y aviones e impactando a la infantería enemiga en un vértigo de misiones sucesivas.
Ya Cuba disponía de un numeroso ejército popular miliciano. Salvo por la aviación, fue una cantidad pequeña de ese ejército la que derrotó la invasión en menos de 72 horas, impidiendo así el traslado a Cuba del gobierno títere desde una base militar en Florida, listo para solicitar la intervención de Estados Unidos con la complicidad de la OEA. Aquella fuerzas, afirmó Fidel, habría podido enfrentar con el mismo resultado siete u ocho invasiones simultáneas.
Estados Unidos sufrió su primera derrota militar en América Latina, se acabó la impunidad a que estaba acostumbrado. A partir de entonces los pueblos de nuestra región fueron un poco más independientes. Washington sembraba a América Latina de dictaduras militares pero medio siglo después no queda ninguna de ellas ni están dispuestos los latinoamericanos a permitirlas. Basta mirar a la resistencia en Honduras.

A Playa Girón se fue a combatir naturalmente por el socialismo. Millones que hasta dos años antes teníamos prejuicios anticomunistas habíamos experimentado tal radicalización de nuestro pensamiento político que escuchamos fervorosos a Fidel el 16 de abril dar vivas a nuestra revolución socialista en la despedida de los caídos en el bombardeo de la mañana anterior. La conciencia revolucionaria y la unidad del pueblo organizado en torno a sus líderes ha sido y es lo que hace invencible a Cuba.

aguerra_123@yahoo.com.mx

“El amor y el temor son los principios de la regulación divina de la conducta” (Primera parte)


relatividad-circular


Entrevista con el santero Remberto

R.M.L.G.: ¿Ha pensado usted alguna vez en la religión como tal, es decir, con independencia de una u otra forma concreta de existencia o manifestación?

Remberto: Uhm…, me estás llevando a tu terreno, el terreno de la Filosofía.

R.M.L.G.: No le estoy pidiendo que se ponga a teorizar. Apenas quisiera conocer su percepción general sobre el asunto.

Remberto: Eso es otra cosa: mi percepción del asunto.

R.M.L.G.: Su punto de vista. ¿Cómo Usted valora eso que llaman “fenómeno religioso”?

Remberto: Yo considero que una persona que tiene un arraigo religioso, o una fe, ya sea en este tipo de religión o en cualquier otra, encuentra en ella un punto de afianzamiento, un apoyo para enfrentar el mundo, la posibilidad de resolver una parte de los problemas que la aquejan. Digamos, por ejemplo, que en mi casa haya un enfermo y resulta evidente que no progresa. Ante todo, debo dirigirme al médico, que es la persona indicada para resolver el problema. Pero, en lo más profundo de mi ser, yo siento que eso no basta. Si yo no tuviera eso que se llama fe, ese sentimiento y esa convicción que no sé cómo explicar (es una palabra de dos letricas, nada más, pero ¡encierra tanto!); si en mis momentos de tranquilidad yo no tuviera la fe que me hace pedirle a mi ángel de la guarda la cura de esa persona -porque me unen a ella lazos de cariño, de afecto, de amor, de simpatía, no sé- pienso que yo estaría mucho más desvalido, mucho más a merced de lo imprevisto, de la casualidad; sería más temeroso, menos sereno; la angustia me devoraría. La fe me sirve como un sostén, como un bastón en mi mano, que me impide caer y darme de bruces contra el piso. Para las situaciones difíciles de la vida, mi apoyo es mi religión y la fe que yo tengo.

R.M.L.G.: ¿Usted imagina o puede imaginar la humanidad sin religión?

Remberto: Yo no me la imagino. Pienso que todo el mundo, aunque diga que no tiene religión, tiene que tener fe en algo. No sólo se tiene fe en valores místicos, como ocurre con nosotros los religiosos. También se tiene fe en determinados sistemas de creencias, en principios, conceptos, lógicas, razonamientos, métodos que suelen trascender la capacidad de razonamiento de la mayoría de los mortales. Por ejemplo, yo tengo fe en la teoría de la relatividad; y como yo, miles. Pero ni yo ni la mayoría de esos miles entendería una sola línea escrita por Einstein. A un materialista dialéctico yo no le pueda hablar de Dios ni de Obatalá, pero quizá ese materialista tenga fe en lo que escribió Lenin, o en lo que escribió Marx, muchas veces sin haber abierto siquiera un libro marxista leninista; y entonces ésos son los apoyos que él tiene para conducir su vida. Y de la misma forma que en la religión hay misterios, el materialismo tiene los suyos. Que uno de estos sistemas de creencias sea cierto y el otro falso, o que cada cual tenga parte y parte de verdad y falsedad, eso es otra cosa. Lo malo es no tener ninguna fe. El hombre necesita de un bastón para andar por la vida, y un bastón bastante efectivo es la religión. Porque hay dos cosas que el hombre valora mucho: una son las personas que ama (madre, padre, hijos) y otra, esa condición inefable de algo superior, algo supremo, que no conocen quizá, pero que consideran lo ideal, lo más puro, lo más nítido, lo más claro, y por eso lo más correcto, lo más beneficioso.

R.M.L.G.: ¿Qué considera Usted que le ha aportado la religión a la humanidad?

Remberto: Quizá seguridad. Seguridad en algunos casos; en otros casos, el temor de ofender a Algo que les infunde temor, les infunde el sentimiento de que, si no actúan de forma virtuosa, se les puede pasar la cuenta más adelante. No sé quién pueda ser: Dios, Jehová, el Gran Arquitecto del Universo, o vaya Usted a saber…

R.M.L.G.: ¿Usted considera que el temor tiene un papel importante…?

Remberto: Yo creo que sí; y lo creo porque considero que se puede llegar a Dios por dos vías: la primera, por motivo de fe, cuando tú estás convencido previamente de su existencia, pues has tenido la vivencia de haberlo invocado y de que Él te haya respondido; y la segunda, por el temor de hacer algo incorrecto, que no esté dentro de los cánones aceptables, que esté mal encauzado, por lo cual luego tengas que pagar: que la Vida, el Destino, Dios, Jehová, Alá o el Gran Arquitecto te pasen la cuenta por tu maldad.

(Continuará.)