viernes, junio 17, 2011

Quito celebrará por segundo año un Encuentro Internacional de Cantautores

II Encuentro Internacional de Cantautores

Por segundo año consecutivo, Ecuador será sede del Encuentro Internacional de Cantautores. El próximo 19 de junio arranca el evento que se extenderá hasta el 25 de junio. Durante una semana, artistas de todo el mundo se harán presentes desde las 20:30 en la Fundación Teatro Nacional Sucre, ubicada en las calles Manabí y Guayaquil, al centro de Quito.

17/06/2011 REDACCIÓN

Cartel del II Encuentro Internacional de Cantautores. “El año pasado hicimos un plan piloto en el que queríamos saber la respuesta del público con los cantautores y tuvo gran acogida. Las personas que se presentan son poetas, escritores y cantantes. Muchos tienen la idea de que un cantautor es un músico o de que un poeta toca la guitarra. Eso no es cierto. Un cantautor toca muchos instrumentos, puede ser un baterista, un pianista o un solista que solamente canta. Nuestra intención ahora fue reunir a músicos de muchas partes del mundo”, manifestó Lourdes Pozo, del departamento de relaciones públicas del Teatro.

Desde las 17:00 se van a realizar de forma gratuita, charlas y conversatorios con los músicos y público en general que se dé cita al Teatro Variedades Ernesto Albán, ubicado en la Plaza del Teatro, en el centro de la ciudad.

“Los artistas conversarán sobre sus experiencias como cantautores. Hablarán sobre lo qué significa ser un cantautor. Para esto habrá un grupo de panelistas de músicos y poetas ecuatorianos que van a realizar estos cuestionamientos”, acotó Pozo.

Las personas que quieran asistir a todos los eventos, deberán comprar un abono de 60 dólares para palco, para platea 45 y luneta 30. Caso contrario, si no desean ir al teatro durante los siete días, deben comprar la entrada individual que va de 10 a 20 dólares.

La española Concha Buika y la ecuatoriana Gloria Arcos abrirán el encuentro. Los días siguientes se presentarán los artistas ecuatorianos Nacho Gómez, Juan Carlos Terán, Elena Vargas y Claudia Oñate. Entre los extranjeros están: David Broza (Israel), Ruta 7 (Colombia), Perrozompopo (Nicaragua), Guillermo Anderson (Honduras), Guy Davis (EEUU) y los españoles Mikel Izal, Javier Ruibal, y Quique González. El argentino Víctor Heredia y la Orquesta de Instrumentos Andinos cerrarán los conciertos.

Listado de conciertos

19 de Junio, Concha Buika

19 de Junio, Gloria Arcos

20 de Junio, Conversatorio Influencias Étnicas

20 de Junio, David Broza

20 de Junio, Claudia Oñate

20 de Junio, Ruta 7

21 de Junio, Clase Magistral con Guy Davis

21 de Junio, Conversatorio con Perrozompopo

21 de Junio, Guillermo Anderson

21 de Junio, Perrozompopo

22 de Junio, Improvisación

22 de Junio, Juan Carlos Terán

22 de Junio, Mikel Izal

22 de Junio, Elena Vargas

23 de Junio, Conversatorio Trovador y Cantautor

23 de Junio, Javier Ruibal

23 de Junio, Quique González

24 de Junio, Conversatorio

24 de Junio, Nacho Gómez

24 de Junio, Guy Davis

25 de Junio, Víctor Heredia y OIA

martes, junio 14, 2011

Preludio del narrador Carpentier


Mario Cremata • La Habana

“…Pero hay hombres sin estilo y hasta grandes escritores sin estilo:
es decir, autores de una obra considerable por el contenido,
pero sin inflexiones propias, sin acento personal (…)
Hay hombres que nacen con su estilo a cuestas”.

A.C

A poco más de 30 años de su desaparición física, la huella que dejara Alejo Carpentier Valmont (1904-1980) sigue cautivando, moviendo al cuestionamiento y a la reflexión a un no desdeñable número de investigadores alrededor del mundo.

Tal vez las claves de ese comportamiento haya que buscarlas —es pertinente decirlo sin cortapisas— más allá de la personalidad a ratos inquietante de este cubano que manejó con soltura y creatividad el idioma, para adentrarse en la intríngulis de una metodología de la escritura; para ser todavía más exactos, en un estilo.

Carpentier empezó a escribir temprano, con una norma muy castiza, todavía en el canon decimonónico, pero con un macroobjetivo bien definido: sacar al lector cubano del provincianismo. Es un extranjero aclimatado, bilingüe, con una cultura prodigiosa, que aún se encuentra sometido a algunos rezagos del esteticismo trasnochado que languidecía a nivel continental, lo cual se verifica en sus primeros trabajos, tildados por él en la madurez de “pecados”, porque respondían a una forma ya superada.

Entre abril de 1923 y enero de 1924 se tiene noticia de la publicación de unos siete trabajos firmados con el seudónimo de su madre (Lina Valmont) en la revista Chic, y de otros tres en el periódico El País (1922), anteriores al que hasta hace poco era reconocido como el primer artículo dado a conocer por Alejo. Y es que todo hace indicar que ambos, de común acuerdo, decidieron que esa era la vía más factible para poder cobrar el importe de cada crónica terminada, en espera de que el joven lograra posicionarse en el gremio y esquivara el sinnúmero de prejuicios y resquemores que seguramente despertara su precocidad intelectual.

Entonces la prensa se encontraba en una etapa de tránsito. Había todavía elementos del modernismo, el naturalismo, las tendencias europeas finiseculares que subsisten. En realidad, el XIX se prolonga en el mundo entero, y en Cuba, hasta la década del XX, justo cuando una nueva pléyade de intelectuales salía a la palestra pública, con aspiraciones de modernizar el ambiente gastado que asfixiaba a la todavía joven República. Aquella comunidad de verdaderos “sentipensantes” —si se asume el guiño de Eduardo Galeano—, se distinguió por un fuerte sentimiento y proyección nacionalistas, en una coyuntura donde la penetración ideológica, socioeconómica y cultural norteamericana se afianzaba y buscaba mecanismos de perfección.

Seguramente el conocimiento que el Carpentier de 17, 18 y 19 años había podido acumular su capacidad de estar informado de todo y de todos, o lo que es lo mismo, su aguzado olfato periodístico, unido a la astucia para calibrar especificidades y requerimientos de sus posibles receptores, le granjearon un lugar preferente en estos años de su “darse a conocer”.

Un principio inherente al ejercicio periodístico es la adecuación del mensaje, y por ello el autor debe cuidarse de caer en excesivas generalizaciones. Todo hace indicar que el adolescente adquirió también de forma autodidacta una temprana conciencia de las peculiaridades de uno y otro medio de prensa, y de sus respectivos públicos. Será una intuición que le facilitará multiplicar al unísono sus colaboraciones, y que incorporará como método a una vasta carrera periodística, como se verifica al revisar sus trabajos, y como testimonia desde París en las cartas a su madre —encargada de entregar puntualmente los trabajos en las distintas redacciones habaneras de periódicos o revistas— cuando inquiere sobre la eficacia comunicativa de sus escritos para Social y Carteles o asimila las sugerencias que en este sentido le formula Luis Gómez Wangüemert, jefe de redacción de esta última.

De tal suerte, al analizar comparativamente sus crónicas de El País con las destinadas a Chic, salta a la vista que las primeras, dirigidas a un público más provinciano, esto es, tradicional y apegado a lo nacional, se permitían, cual paradoja al tratarse de un órgano diario, la densidad y la impronta literaria que no tendrán, al menos de forma tan marcada, las que enviaba a un magazine como Chic, donde gozarán de entusiasta acogida esos aconteceres ligados a la vanguardia que estaba sentando cátedra en el Viejo Continente, abordados en un tono más light, más conciso…, en definitiva más periodístico, como lo reclamaba su público.

Al joven cronista no le interesa tanto construir sus colaboraciones lo más apegado posible a eso que se tiene como “imagen de la realidad”; en vez de eso opta por legar una mirada singular y atrayente que, si por momentos idealiza lo que pudiera tomarse como “verdad”, no deja de erigirse en espacio donde el sujeto-narrador interpreta y dibuja el mundo social.

El despojo de todo lo redundante, el equilibrio en el empleo de figuras retóricas o la adjetivación precisa, no se logran si no con la constancia y la madurez. Sin embargo, debe apuntarse como un acierto notable el que ya en esta prosa temprana, que llega tamizada por el tiempo, se respire esa lucha ejemplar del narrador contra todo lo que coadyuve a aniquilar sus potencialidades comunicativas.

La crónica periodística, no tanto por los arrojos temáticos ni la amenidad o armonía de la composición, sino por el propio soporte para el que fue concebida (revistas, periódicos), supuso, más que una gratificación económica para muchos noveles escritores, un reconocimiento social, y le aportó un cariz más democrático, masivo e inclusivo a dicha producción escritural.

Transcurrido casi un siglo de que Alejo Carpentier y otros intelectuales bisoños emprendieran con verdadera fruición la tarea de sacar a Cuba del aislamiento, se percibe la certeza de un salto, y de un salto productivo. De la afición por este género entre familias enteras de las clases medias o menos favorecidas, y de la función informativa, de orientación y de deleite que en buena medida cumplió, se cuenta con más de un testimonio. Y la eficacia comunicativa no admite serios cuestionamientos si se advierte que se trata de materiales imperecederos, cuya lectura depara no escasas sorpresas al público de hoy.

En este caudal cronístico inicial subyace el ojo crítico de quien no fallará en deslindar lo efímero de lo valedero, lo superfluo de lo imperecedero. Un hombre comprometido con su época, apasionado por su ciudad, un transgresor deslumbrado por el arte legítimo y los frutos de la vanguardia europea, un iconoclasta que otea y sucumbe ante lo autóctono.

Osado, trepidante, con un conocimiento atípico para su edad y una elocuencia también poco común, y, como se subrayó, con la temprana conciencia de superar los tiempos abolidos, se revela el jovencito que, partiendo de un sentido universalista de la cultura, no desdeñará la preterida renovación nacional.

Su modo de actuar será la voluntad de servicio a través de la prensa, y su modesta contribución, aún en una etapa formativa como intelectual, serán estas páginas, donde si bien no ha cristalizado lo que ha de llamarse su estilo una voz definida como espejo de culturas, no dejan de advertirse, junto a la desmesura de todo iniciado, algunos atisbos destacables: la autonomía creadora, la cubanía absoluta, el audaz enfoque personal, las riquezas de su metaforismo, la sutil ironía, los golpes de audacia comunicativa… vale decir, la fulgurante carrera periodística que precede y complementa al escritor en ciernes, aunque el lenguaje periodístico diferirá, en lo esencial, del lenguaje literario.

Este texto ha sido elaborado especialmente para La Jiribilla, con información de la recién defendida Tesis de Licenciatura en Periodismo del autor, en la Universidad de La Habana, titulada Arpegios de un “pecador”. El estudio, enfocado hacia el análisis del estilo narrativo-periodístico de Alejo Carpentier (1922-1924), propuso una mirada inédita a su primera producción escritural, a partir de la compilación y examen de las crónicas firmadas con el seudónimo de Lina Valmont en el periódico El País y la revista Chic, desplazando el análisis hacia los contextos, las mediaciones y el perfil de las publicaciones, cual universo profuso, complejo y totalmente inexplorado tanto por biógrafos, como estudiosos del novelista cubano más universal.

Ché: “La historia tendrá que contar con los pobres de América”

El Comandante Ernesto Che Guevara interviene ante la Asamblea General de la ONU

En La pupila insomne no podemos dejar de celebrar el cumpleaños del Comandante Ché Guevara.

Nada mejor para hacerlo que escuchar en su propia voz las premonitorias palabras con que -en representación de la Revolución cubana- anunció las luchas de los pueblos de América por su definitiva independencia en su discurso ante la Asamblea General de la ONU y comprobar cómo la historia le va dando la razón.



Cristina Manzanedo: "es preocupante la persecución policial al inmigrante que vivimos cotidianamente en España"

06/06/2011
Cristina Manzanedo, voluntaria de Entreculturas y coordinadora del eje transversal de Migraciones, nos cuenta de forma transparente la realidad de la migración en España y la tendencia hacia la integración y cohesión de los casi 6 millones de extranjeros que viven en nuestro país.

Según tu opinión y tu experiencia, ¿cuáles son los principales motivos por los que la gente se desplaza, en concreto, las personas refugiadas y migrantes que llegan a España?

La mayoría de las personas se desplazan a España por la falta de trabajo en sus países de origen y la demanda de trabajadores que hay en Europa. Otro grupo muy importante son personas refugiadas, que huyen de la violencia y persecución en sus países de origen y que tienen derecho a protección internacional.

¿De dónde proceden mayoritariamente?

En España hay 5,7 millones de extranjeros, de los que 2,4 millones provienen de la Unión Europea y 3,3 millones son ciudadanos extracomunitarios. Rumanía y Reino Unido son los países de nacionalidad predominante entre los ciudadanos europeos en España. Entre los ciudadanos extracomunitarios, los principales países de origen son Marruecos, Ecuador y Colombia.


En el último año, ¿se ha incrementado o ha disminuido el número de inmigrantes que cruzan la frontera?

Según el Anuario de la Inmigración en España 2010, las llegadas de inmigrantes prácticamente cesaron en 2010 debido a la crisis económica, tras una década de aumentos, aunque se prevé que el país vuelva a necesitar trabajadores extranjeros dentro de pocos años. En 2010 el número de trabajadores extranjeros aumentó sólo en 6.000, después de casi 100.000 en 2009, de 400.000 en 2008 y de crecer en 550.000 anuales entre los años 2000 y 2007. Además, en 2010, los retornos voluntarios de trabajadores extranjeros a sus países han compensado las entradas que siguen produciéndose, aunque más levemente que en años anteriores, deparando un balance prácticamente nulo de crecimiento de la inmigración.


¿Cómo crees que es la respuesta de España ante la población migrante?

La gestión de los flujos migratorios en España vincula la entrada de migrantes al mercado de trabajo y mediante un sistema de contrataciones en origen muy restrictivo que no ha funcionado en los últimos años y que provoca que la gente llegue en situación irregular. No es un sistema eficaz, creo que podría haber otras fórmulas de gestión que beneficiasen a países receptores y emisores. Y es preocupante la persecución policial al inmigrante que vivimos cotidianamente en nuestras calles. Sin embargo, también hay que destacar que la integración de la población extranjera en nuestra sociedad ha funcionado mucho mejor, y esto se explica tanto por las políticas públicas existentes como por la respuesta mayoritariamente positiva de la ciudadanía española a la convivencia con personas de otros países.


¿Qué aprendizaje debemos extraer de esta realidad?

Que España ha cambiado, ya no es blanca sino mestiza. Las personas de origen extranjero son ya parte de nuestra sociedad y a todos nos interesa su adecuada integración. Trabajar para una sociedad cohesionada supone un esfuerzo tanto para la población inmigrante como para la receptora, mediante la necesaria conversión de actitudes personales y grupales.

Cubano Frank Fernández grabará conciertos de Beethoven






Por Adalys Pilar Mireles

Imagen activaPinar del Río, Cuba, 13 jun (PL) El compositor e instrumentista cubano Frank Fernández grabará los cinco conciertos para piano de Luidwig Van Beethoven junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, proyecto que considera una de sus mayores quimeras.

Confío en que veré realizado este sueño a finales de año, declaró a Prensa Latina el autor de más de 600 obras.

Los cinco conciertos para piano de Beethoven fueron estrenados por el artista en Cuba décadas atrás.

Fernández anunció que reverenciará además a Federico Chopin, representante del romanticismo musical en su estado más puro.

El también productor discográfico, adelantó que dedicará un próximo álbum al genio polaco, poco después de los homenajes por el bicentenario de su natalicio.

Aplaudido en más de 36 países, el laureado concertista viajará en 2011 a naciones de Europa y América Latina.

La gira incluirá presentaciones en Rusia, Uruguay y Colombia.

Ícono de la pianística mundial, el versátil músico asegura que las partituras que más disfruta son las del último compositor que interpreta.

Me complace tanto tocar un son como una sonata de Beethoven, desde pequeño amaba todos los géneros, sin prejuicios ni dogmatismos, crecí entre el legado de clásicos como Wolfgang Amadeus Mozart y el de legendarios trovadores y soneros cubanos, añadió.

El virtuoso actuó en el teatro José Jacinto Milanés de esta provincia, uno de los últimos escenarios de su gira nacional, que calificó de maravillosa.

El reencuentro con mi público es siempre enriquecedor y las gratificaciones espirituales inenarrables, conozco y creo en la sensibilidad del pueblo cubano, insistió.

Maestro de varias generaciones de instrumentistas, elogió la calidad de los creadores del archipiélago, dotados -dijo- de cualidades excepcionales por el mestizaje de influencias y raíces, salpicadas de esencias españolas, africanas, francesas e italianas.

mem/ap

Acogedor concierto de Ireno García y Marta Campos en Santa Clara


Por: Francisnet Díaz Rondón
13 de Junio de 2011

De acogedor y excelente puede catalogarse el concierto ofrecido en la noche de ayer domingo por los destacados trovadores Ireno García y Marta Campos, como parte de su gira nacional a propósito de los 35 años de vida artística de ambos músicos, en la sala Margarita Casallas del Centro Cultural El Mejunje, de Santa Clara.

Ireno García y Marta Campos se sintieron a gusto en El Mejunje. (Fotos: Carolina Vilches Monzón)




Según los cantautores, la idea del periplo fue iniciativa del Ministerio de Cultura, el cual los convocó para celebrar sus más de tres décadas dedicadas a la música, conmemoración que ninguno de ellos siquiera tenía en cuenta.

«Yo pregunté si habían llamado a casa de Sindo Garay, porque no me lo creía», relató Ireno sobre su expresión en el instante en que le comunicaron el acontecimiento y al percatarse del tiempo transcurrido haciendo música profesionalmente, al igual que Marta.

Un grupo de jóvenes músicos acompañaron a los trovadores.






Al inicio del concierto los trovadores interpretaron juntos una canción y seguidamente Marta quedó a merced del auditorio. «Este es un lugar necesario para todos los trovadores cubanos», manifestó sobre El Mejunje, y agradeció la presencia del público.

La trovadora de perenne sonrisa --acompañada por los jóvenes músicos del grupo de Ireno García: Maiyelis Martínez (tres), Pedro Enrique Peña (guitarra), la chelista Lis Amor Zaldívar y Maurice Arteaga, en la percusión menor-- repasó parte de su vasto repertorio.

Un canto de amor, Tonada sencilla; Cuando pasaste tú, «una canción que hice para los amigos»; Caminar contigo --dedicada a Pablo de la Torriente Brau, premiada en el concurso Una canción para Pablo, organizado por el centro cultural que lleva el nombre del gran intelectual y luchador cubano--; Quiero dormir con la luna, tema que da nombre a su primer disco, así como el clásico de la trova tradicional Ella y yo, de Oscar Hernández, se escucharon en su inconfundible voz.


Mientras, Ireno deleitó a los presentes con sus obras Con tanto, A la deriva, Fábula de mayo, La rueda de la suerte, La fuente, Ahora, María Fernanda, dedicada a su nieta; Baladas de fin de marzo y el popular Andar La Habana, tema de despedida del programa televisivo de igual nombre.

Al final del concierto ambos cantautores interpretaron Nadie sabe de mi corazón, de Ireno, y el movido son La negrita se alborota, de Marta, y recibieron una gran ovación del público, agradecido por un concierto hecho con amor y total entrega.

La gira de Ireno García y Marta Campos inició por varias provincias orientales y continuará mañana martes por Matanzas hasta culminar en la capital del país esta semana.

El cuentero y sus historias


Nara Araújo

Uno de los atractivos de la crónica es su libertad. Libertad de mezclar lo factual con algo imaginativo, el dato con algo de ficción. La crónica surgió como un género a caballo entre la historia y la literatura, como un espacio de tránsito, cultivado tanto por cruzados, como por conquistadores, y frecuentado por grandes escritores, como José Martí. La crónica es un género agradecido: su brevedad atrae, su ligereza, seduce. Por su etimología, la crónica remite al decursar del tiempo, lo cual siempre resulta de amplio interés humano. Pero la crónica, para alcanzar su definición mejor, debe cuidar sus asuntos, aquello a lo cual se refiere, su objeto de atención: ser registro de acontecimientos y memoria de costumbres y hábitos. Si en ella el lenguaje resulta un eficaz instrumento comunicativo, la lectura de la crónica siempre encontrará a un público ávido y dispuesto.

Las crónicas de Ciro Bianchi Ross reúnen esos requisitos y aseguran la fidelidad de sus lectores, que con constancia y devoción siguen sus avatares en páginas periodísticas. Pero no siempre esos espacios circulan con amplitud, así que poner sus crónicas al alcance definitivo de otros lectores siempre resulta una sabia decisión editorial. Leí con placer su anterior libro de crónicas, Memoria oculta de La Habana, y ahora no solo he repetido tal disfrute, sino que encuentro la oportunidad de expresar mi entusiasmo fuera del coto privado. Las 50 crónicas incluidas en Yo tengo la historia, son una muestra elocuente del oficio y la constancia de su autor, quien con un nombre y apellidos de antiguas resonancias persas, itálicas y hebreas, es ejemplo de acendrada y raigal cubanía.

Reunidas de acuerdo con un orden temático, las crónicas que en su momento respondieron a su fecha de aparición, ahora se agrupan en una estructura que contiene varios tópicos, enmarcados en el período histórico correspondiente a la República, aquella república enmendada (por la Enmienda Platt), como la bautizara otra cronista ejemplar, Renée Méndez Capote. Estos tópicos podrían resumirse en los siguientes: 1- los medios masivos de comunicación, y entre ellos: a) los periódicos —la crónica social, las fotos, las caricaturas (el Bobo de Abela y el Loquito de Nuez); b) las revistas (en particular, Bohemia); c) las novelas radiales, el folletín (y sus autores principales Caignet y Buesa, Iris Dávila, Dora Alonso y Caridad Bravo Adams); 2- moral y costumbres: a) la trompetilla; b) los cantos populares: la Chambelona c) los duelos; d) las bebidas cubanas: el daiquiri; e) el juego; 3- Figuras de la cultura cubana: Grenet, Carpentier, Pedroso, Carbonell; 4- La vida republicana: a) la política (presidentes, militares, senadores y representantes); b) los grandes capitales privados; c) de bandoleros y de patriotas; 5- Sucesos sonados: El Hotel Nacional, el castillo de Atarés; grupos sociales: los chinos y los judíos; 6- los crímenes políticos.

Mediante esta selección, el lector asiste a algunas de las representaciones de la vida republicana, pero la voz del buen cronista que las pone en escena, no editorializa, no adoctrina, simplemente deja que los hechos hablen por sí mismos. Algunas zonas le llaman la atención: la historia del periodismo cubano —las figuras de la política, las de la cultura y las del ámbito popular. Sus fuentes residen en una memoria histórica: un anecdotario que obtiene a través de los testigos, pero igualmente, en datos librescos, en autoridades en la materia de la cual se ocupa: de Fernando Ortiz y Jorge Mañach, a Esteban Pichardo, Enrique de la Osa y Adelaida de Juan. Cuidadoso de la Gran Historia, de aquella registrada y codificada, al autor le interesa también la pequeña historia, la que no está en los libros y la tradición de la ciudad letrada. Y en esa pequeña historia surgen los aspectos inéditos, originales, de relatos de vida, a veces de leyendas casi, que forman parte de un imaginario colectivo.

De esta manera, el autor se torna cuentero y se desplaza de la posición del periodista de oficio, lupa en mano, entomólogo, investigador, al del narrador que ensarta sus historias con un sentido del ritmo, de la intriga y del desenlace. En algunas de estas crónicas asoma el relato detectivesco, que combina los entresijos de la vida política con los avatares de los destinos individuales, donde el azar no deja de estar presente. Hay en estas crónicas material novelesco tanto por lo inédito de ciertas situaciones, como por el orden en que el cuentero las va contando, eso que podría denominarse como la trama.

En ese orden narrativo, en ese procedimiento de dosificación, de encadenamiento, de suspense, reside el atractivo de muchas de estas historias. En otras de ellas resaltan el diseño de un tipo social, de un perfil psicológico, y de aquellos indicadores que son el resultado de la conocida relación entre el Hombre y su Circunstancia, y que apuntan hacia la constitución de una idiosincrasia y de un inconsciente colectivo. El cuentero incorpora a esos arquetipos a su arsenal de personajes, los estudia, los pone en acción, y les insufla un soplo de vida. Para lograr su lenguaje se adecua en el tono y en los giros lingüísticos a los ambientes en que se mueven. Si estas crónicas de Oro Bianchi Ross son otro lado de la historia republicana, también lo es el registro idiomático que en ellas se inscribe.

La República emerge entonces no solo en sus esplendores y sus miserias, en sus resplandores y sus sombras, en sus arquetipos y en sus figuras, sino que también emerge en su lenguaje. Un inventario exhaustivo de los giros y los cubanismos empleados por el autor sirve a la recuperación de esa zona de nuestra Historial/ historia, pero sobre todo, como discurso sonoro que ambienta la vida de los personajes que por ellas transitan. Giros provenientes de los juegos: "salió como bola por tronera "/ "dio un palo periodístico" / "se viró con fichas "/ "devolver la pelota "/ "tirar bola negra "; y coloquialismos: "terminó como la fiesta del Guatao " / "llevarse en la golilla "/ "dorar la píldora " / "hacer una ponina" / "la cosa está de yuca y ñame "/; "poner la tapa al pomo "/ "la cosa está de anjá ", entre otras delicias del español de Cuba.

Ciro Bianchi Ross tiene el olfato del investigador, pero también posee el oído del narrador, y esta jugosa combinación le permite construir el escenario republicano de manera que sus historias enseñan, pero también deleitan. Si a esto se le añade la sonrisa de quien escribe, una sonrisa que se asoma de manera persistente, incluso cuando lo que se cuenta está en un momento de "yuca y ñame" (o sea, muy difícil), resulta entonces la lectura un aprendizaje que escapa a la gravedad, a la grandilocuencia o al panfleto. El humor siempre ha sido un excelente medio para desacralizar y llegar a la otra cara del envés. Así, se recupera entonces la sabrosura de una época en alguna medida sabrosa: por amena, entretenida y divertida.

Una época de sainete donde figuras operáticas como Orestes Ferrara, caricaturescas como Grau, o demoníacas como Balista no son las únicas que animan la vida de la joven nación, en la época fundacional de la posindependencia. El inventario de frases atribuidas a ciertos personajes/personeros de aquellos tiempos a veces suenan a invento o hallazgo narrativo, cuyo origen se ha perdido en el acervo popular, en las canciones, los motes, los apodos, las conguitas y los chistes con los cuales el pueblo resistió y agredió a los poco honrosos gobernantes locales. Pero si no son ciertas han sido bien halladas en estas historias del cuentero Ciro Bianchi Ross.

La Habana, 11 de mayo de 2008.

Prólogo de Yo tengo la historia

Encuentro Internacional de Cantautores llega a Quito

14 jun 2011

Quito, 14 jun (Andes).- El II Encuentro Internacional de Cantautores se realizará desde el 19 al 25 de junio, en la Fundación Teatro Nacional Sucre, en Quito.

Artistas internacionales como Víctor Heredia (Argentina), Concha Buika (España), Perrozompopo (Nicaragua), Ruta 7 (Colombia), Guillermo Anderson (Honduras) y Guy Davis (EEUU) participarán en la cita musical. Claudia Oñate, Juan Carlos Terán, Elena Vargas y la orquesta de Instrumentos Andinos representarán al Ecuador.

Las presentaciones serán a partir de las 20:00. Las entradas cuestan entre 10 (platea y luneta) y 25 dólares (palcos). También se realizarán charlas de música y poesía en el teatro Variedades, ubicado junto al Teatro Nacional Sucre. /CHD.