jueves, enero 21, 2010

“ALIMENTATE Y EMPIEZA A SOÑAR"


Organizador(a):
Trovando Ando

Tipo:
Causas - Recaudación de fondos

Red:
Global

Hora de inicio:
El Viernes, 15 de enero de 2010 a las 15:50

Hora de finalización:
El Viernes, 22 de enero de 2010 a las 18:50

Lugar:
Quito Ecuador

Descripción:
Hola a todos reciban un saludo de quienes hacemos el grupo Trovando Ando, preocupados por el aumento de los índices de desnutrición infantil en nuestro país hemos organizado la campaña “ALIMENTATE Y EMPIEZA A SOÑAR”,

La misma que trata de recolectar cartones de AVENA ( la cual debe estar lista para tomar), que alimentara a mas de 200 niños de escasos recursos de las afueras de la ciudad de Quito.

Las donaciones las puedes hacer llegar a la avenida Rábida # 2540 y Colón, o a Sangolquí a la calle García Moreno 310 y Sangay, para mayor información comunícate al 095253272 Chelo Granda para pasar retirando tu contribución por tu lugar de trabajo hasta el dia viernes 22 de enero 2010.

Seguros de contar con tu apoyo de antemano muchas gracias,así construimos un mundo mejor.

Festival BarnaSants 2010: Cesk Freixas: La Novíssima Cançó


Cesk Freixas dio el pasado viernes el pistoletazo de salida a la decimoquinta edición del Festival BarnaSants y lo hizo llenando la Sala Oriol Martorell de L’Auditori de Barcelona. Presentó su último CD La mà dels qui t’esperen (La mano de los que te esperan).

17/01/2010

En esta vieja y cansada Europa no es fácil ver a un trovador de menos de treinta años llenar una sala de estas características. Si añadimos que buena parte del público era muy joven y que Cesk Freixas canta en catalán, la ecuación tiene más de una incógnita difícil de despejar.

Podríamos encontrar las claves de este éxito, principalmente en la falta de complejos. A Cesk Freixas no le causa ningún problema que le llamen “cantautor” o que digan que hace “canción protesta”, palabras casi proscritas por una mal entendida postmodernidad que con un indisimulado disgusto dispara contra ellas un “no me gusta que me etiqueten”, que es la forma elegante y guionizada de negar a Cristo tres veces antes que cante el gallo.

Dice lo que piensa y no lo que es “políticamente correcto” en un país donde nadie se enfrenta al poder cuando éste en lugar de dar bastonazos, da subvenciones.

Y en tercer lugar, en un momento donde —perdónenme los analistas ortodoxos— la canción de autor no se lidera en Europa sino en América, asume sin complejos las influencias de Víctor Jara, Silvio Rodríguez, Daniel Viglietti o Alejandro Filio.

Resumiendo, cuando la moda está en ser bandautor o galáctico, no meterse en política porque la protesta no está de moda —y cierra puertas al dinero público— y mirar hacia el norte —que es más cool—, Cesk Freixas llega a la modernidad rompiendo esquemas sin complejos.

Esta postura transgresora de verdad —y no transgresora-caviar— le ha valido no pocas críticas desde la derecha, e incluso desde la izquierda, en resumen desde el poder, que no tolera que nadie se aparte del pensamiento único y que, al que se mueva, no lo saca en la foto.

Es cierto que para los que ya tenemos una edad, este lenguaje un tanto vehemente pueda sonarnos a panfletario. Pero qué pensaríamos de nosotros mismos si pudiéramos retroceder en el tiempo y vernos gritando como si fuéramos la niña del exorcista, aquello de “El pueblo unido jamás será vencido” en aquellas épocas en que ignorábamos que el pueblo siempre está vencido.

Y es precisamente este tipo de lenguaje, que los cánones del postmodernismo han desterrado de nuestras canciones, el que arrastra un público extremadamente joven, del que tan necesitado está el mundo de la trova.

Y este lenguaje es el que predomina en el nuevo CD de Freixas La mà dels qui t’esperen, aparecido unas pocas horas antes del concierto. Once canciones donde la temática social y política es la constante y cualquier otra, cuando aparece, se pone al servicio de la búsqueda de la libertad, de la lucha, de la protesta, de la esperanza.

Estas y otras canciones fueron interpretadas este viernes con una puesta en escena impecable y dominando con profesionalidad el respeto que impone cantar por primera vez en una sala como L’Auditori. “Jamás había cantado con unos focos tan potentes”, bromeó Freixas.

Cesk dedica el CD “a los que piensan que, desde la ternura y el compromiso, la canción también es una herramienta para cambiar el mundo”. Todavía queda esperanza.

Cesk Freixas y su grupo, els Altres Bandais, en L'Auditori de Barcelona




© Xavier Pintanel
Xavier Pintanel
Director de CANCIONEROS.COM

Silvio Rodríguez: “El ALBA intenta un modelo superior de relaciones en Latinoamérica y espero que lo consiga”


20 Enero 2010
Silvio Rodríguez

En entrevista con teleSUR, Silvio Rodríguez (1946) habla de literatura y política, en la víspera del nuevo material discográfico, Segunda cita: “El día que presenté a la prensa Cita con ángeles (2003), que es un disco muy marcado por la agresión a Irak, mencioné que en algún lugar no muy lejano me estaba esperando una cita con los ángeles de mi país. Después me di cuenta de que en Cuba los serafines somos sencillamente los cubanos, porque la Revolución fue como Prometeo, que entregó el fuego, del saber, a los mortales”

Autor de una inconmensurable discografía, cabe mencionar: Días y flores (1975); Te doy una canción (1975); Cuando digo futuro (1977); Al final de este viaje (1978); Mujeres (1979); Rabo de nube (1980); Unicornio (1982); Tríptico (1984); Causas y azares (1986); Oh melancolía (1987); Silvio Rodríguez en Chile (1990); Canciones urgentes (1991); Silvio (1992); Rodríguez (1994); Domínguez (1996); Descartes (1998); Mariposas (1999); Expedición (2002); Citan con ángeles (2003); Érase que se era (2006) y Segunda cita (2010).

Silvio comparte diversas reflexiones con los lectores de teleSUR: “Cuba es tratada como a Prometeo y, además, con mucha hipocresía. Cada sol ve los abusos sin nombre que desde el capitalismo se cometen, pero el socialismo arrastra faltas que sus enemigos saben aprovechar. Hoy no basta con ser pacífico y solidario, ni alcanza con velar por el porvenir: hoy el socialismo debe emular y vencer las pautas de libertad que los consorcios mediáticos recomiendan. Ignoro si un socialismo que juegue y gane en esos campos sería proclamado Socialismo del siglo XXI”

MC.- Ediciones Ojalá publicó Canciones del mar (1996) y el año pasado salió de la imprenta un extenso Cancionero (2009), ¿habrá una tercera antología con esbozos de narrativa, partituras y poesía?, ¿quizás un libro con fotografías dispersas de su autoría?

SR.- Pudiera decirse que Canciones del mar llevaba treinta años escrito y que por eso no fue muy difícil organizarlo; para convertirlo en libro sólo tuve que redactar el prólogo. Cancionero surgió de Te doy una canción (2006), la antología que publicó Planeta, imposible de vender en Cuba, por el precio. Así que nos propusimos que la versión cubana fuera tan buena, o mejor: cambiamos el formato, pusimos otras fotos y dibujé las viñetas especialmente para la edición. Prácticamente hicimos otro libro. Agregamos ciertas canciones que aunque no están en discos tuvieron cierta relevancia. Por último añadimos algunas más, inéditas. En total no suman cuatrocientas. Respecto a un posible libro futuro, en estos momentos no sabría decirle.

MC.- La canción “Segunda cita”, dice: “El dolor que no curen los ángeles/ojalá que no pueda volver/La canción que no canten los ángeles/sólo el viento la puede saber”. En Cita con ángeles encontramos referencias a las trágicas muertes de Giordano Bruno, José Martí, García Lorca, Lennon, Allende, Che Guevara y Luther King, ¿el más reciente disco lo imaginó en correspondencia al que grabó en 2003?, ¿cuál será el pretexto para la Segunda cita?

SR.- El día que presenté a la prensa Cita con ángeles (2003), que es un disco muy marcado por la agresión a Irak, mencioné que en algún lugar no muy lejano me estaba esperando una cita con los ángeles de mi país. Después me di cuenta de que en Cuba los serafines somos sencillamente los cubanos, porque la Revolución fue como Prometeo, que entregó el fuego, del saber, a los mortales. Es por eso que Segunda cita (2010) habla de una persona que se pone unas alas postizas y cuenta lo que haría si fuera un espíritu celeste. Este presunto ángel de la guarda comienza por quejarse de ciertas brumas. Parte de esa niebla se debe a mi creencia de que la llamada ofensiva revolucionaria de 1968 fue un error que todavía estamos pagando. Fue cuando el Estado decidió administrar todas las facetas de la vida nacional y comenzó el laberinto burocrático. Respeto a quien pueda pensar diferente pero, para mí, aquel traspié nos condujo hasta el nudo gordiano de hoy.

O sea que los dolores mencionados en Segunda cita son nuestros. “Sea señora” alude la evolución que la sociedad cubana necesita, invocando a Antonio Maceo y a José Martí, pilares de nuestra nación. “Demasiado” es un bolero que trata de hacer ver cómo los absolutos abruman y generan respuestas. “Trovador antiguo” es un tributo a mis dos orígenes: San Antonio (mi pueblo natal) y San Leopoldo (el barrio habanero donde crecí), desde cuyas ruinas me incorporo al olvido y voto por la vida naciente. “Bendita”, originalmente, fue concebida para un documental. En esta nueva versión agregué una rogativa a la virgen de la Caridad de El Cobre, la Patrona de Cuba.

La mayoría de los textos son acercamientos a la realidad cubana, unos más nítidos que otros. Estoy consciente de que un asunto tan específico puede limitar el interés por el disco, pero tampoco es la primera vez que me encomiendo a aquel proverbio indio que reza: cuenta tu aldea y contarás el mundo.

MC.- La canción “San Petesburgo” la dedica a Gabriel García Márquez. “Él una vez me regaló un argumento parecido para una canción. Era sobre una novia abandonada. Nunca lo usé y años después lo vi infiltrado en una de sus novelas”. ¿Ha utilizado personajes de la mitología literaria más allá de Sinuhé y Camelot?, además de Gabo, ¿qué influencia reconoce del boom latinoamericano?

SR.- Hace unos veinte años tuve la suerte de ser uno de los dos pasajeros de un avión; el otro era el premio Nobel. Aquella nave solitaria volaba rumbo a México por un cielo más negro que un dolor y, entre muchos vaivenes, García Márquez me contaba que a veces se le ocurrían unas pequeñas historias, que no daban para novelas o cuentos, que posiblemente eran canciones sin música. En “San Petersburgo”, lo que más se acerca a lo que él me iba contando es Elena, la novia plantada, porque el resto puede parecer una historia de Pushkin o una película de Bundarchuk. Y la verdad es que no sabría decir por qué se me juntó el mar Báltico con el Caribe.

Pero si de referencias se trata, Poe está en muchas de mis canciones, y también Hoffman, London, Stevenson. Uno de mis primeros temas se llamó “El tábano”, por el personaje de la novela de Ethel Lilian Voynich. “Jerusalén, año cero” habla del Cristo, personaje bíblico. “Cayó una estrella” se la dediqué a Ray Bradbury, por su cuento Calidoscopio. Otras canciones han salido impregnadas de cine, como “Epistolario del subdesarrollo”; o de las artes plásticas, como “Óleo de mujer con sombrero”; y hasta del Holocausto, por un libro de dibujos infantiles del gueto de Terezín, en Checoeslovaquia. Es natural que haya bebido de García Márquez, de Vargas Llosa, de Cortázar, de Fuentes. Les debo mucho a Quiroga y a Rulfo, a Benedetti y a Galeano. Son grandes ilustradores que me acompañan. Borges es un encantador de inteligencias. También hay muchos cubanos habitando mis canciones: Martí, Juana Borrero, Villena, Tallet, Carpentier, Eliseo, Carlos Enríquez, Onelio Jorge, Lezama, Jesús Díaz, Nogueras, Fabelo y todavía algunos más. Y fíjese que no hablo de músicos, porque entonces sería lo de nunca acabar.

MC.- Declaró que sus primeras lecturas fueron: José Martí, Rubén Darío, Juan de Dios Peza, Nicolás Guillén y César Vallejo. ¿Y Neruda? lo pregunto porque la canción “Más de una vez” me recuerda al poema “Sobre mi mala educación” y “Mi casa ha sido tomada por las flores” parece que tiene un remitente en la residencia madrileña de Neruda antes de la guerra civil española

SR.- Supe de Martí, Darío, Peza y Guillén porque, cuando yo era niño, mi padre me los leía en voz alta. Con Vallejo me encontré en la adolescencia; me lo enseñó una musa llamada Emilia Sánchez, en una etapa en que yo, sin saberlo, buscaba voces que me identificaran. De Neruda todo el mundo me advertía que era “peligroso”, que tuviera cuidado con él. Esto hizo que me le acercara con cierto sigilo y posiblemente un poco tarde. La “peligrosidad” de Neruda consiste en su poder de seducción y en que muy fácilmente uno se pone a nerudear, después de conocerlo. Pero eso ya me había sucedido con Vallejo, que me produjo un gran impacto; así que, cuando por fin llegué a Neruda, yo estaba a salvo, vallejeando.

“Sobre mi mala educación” pertenece a Estravagario, quizá el libro más fascinante, si lo hubiera, de Neruda. Recuerdo haberlo descubierto en mi primera visita a Chile, que fue en 1972. Sin embargo “Más de una vez” la escribí tres años antes, a bordo del motopesquero Playa Girón. Respecto al texto que se parece a “Mi casa ha sido tomada por las flores”, voy a buscarlo porque no recuerdo que hayamos sido presentados.

MC.- En 1972 viajó por primera vez a Santiago de Chile, al Séptimo Congreso de las Juventudes Comunistas, un año antes había conocido a una delegación de músicos chilenos; 1990 fue “el año chileno”, y ahora incluye una canción sui géneris: “Carta a Violeta Parra”; ¿quién fuera Víctor Jara?, ¿quién pudiera pertenecer a la Nueva canción chilena?

SR.- Era la primera vez que visitábamos Latinoamérica y nos tocó ir a Chile, justamente durante el gobierno de la Unidad Popular. Nosotros veníamos de un país que había hecho una revolución armada. Chile mostraba el caso insólito de un socialista radical que había llegado al poder a través de las urnas. El Presidente Allende luchaba duro contra las injusticias, pero la furia reaccionaria se le enfrentaba en todas partes. Incluso algunos de la izquierda, que con hechos apoyaban su gobierno, lo agujereaban en la prensa. Cada día había huelgas, mítines y marchas; salir a la calle y enredarse en cualquier enfrentamiento era lo cotidiano. Nosotros, recién llegados, no entendíamos quiénes se daban golpes, pero imaginábamos que donde caían las bombas lacrimógenas encontraríamos compañeros.

Noel Nicola, Pablo Milanés y yo aterrizamos en aquel Santiago enloquecido, gracias a la invitación de Gladys Marín, que por entonces dirigía las Juventudes Comunistas de Chile. Nos había recomendado una amiga común: Isabel Parra. Ninguno de los tres éramos militantes, pero el interés directo de la secretaria general había conseguido que la Unión de Jóvenes Comunistas nos incluyera en su delegación.

El Ilushin soviético besó Pudahuel de madrugada. Hacía un frío espantoso, pero numerosas personas esperaban a los compañeros cubanos. En el conglomerado empezamos a distinguir cabecitas de cantores chilenos. Al primero que yo identifiqué fue a Víctor Jara, porque llevaba la misma gorra marinera de cuando lo conocí en La Habana. Aquel instante en que descubrí su sonrisa se me quedó tan grabado que siempre que llego a ese aeropuerto veo su fantasma. Desde entonces cuido de su recibimiento, así que me reviso antes de pasar por allí.

Entre lo sustancial que le debo a Chile está Violeta Parra. La primera canción que le escuché se llama “La carta”. Por eso ahora le mandé estas líneas, que hubiera querido más alegres, aunque yo sé que ella me entiende. No conozco en extenso a los cantores del Chile más actual, pero sospecho que Patricio Anabalón y Francisco Villa son de los principales.

MC.- “Santiago de Chile” y “Canción urgente para Nicaragua” difícilmente podrían ser interpretadas en ambos países con la misma rabia que al ser escritas, dado que las circunstancias políticas han cambiado; ¿ha compuesto música y letra sobre el ALBA de Latinoamérica?, ¿escribirá algo sobre el golpe de Estado en Honduras?

SR.- “Santiago de Chile” apareció el 11 de septiembre de 1973, mientras la radio repetía que La Moneda estaba siendo bombardeada. No me parece que yo haya escrito esa canción, sino que yo fui escrito por ella. Estoy en cada línea, soy parte de su respiración. “Canción urgente para Nicaragua” nació de la admiración por el triunfo sandinista, pero con prisa, por eso lo de “urgente”. Norma Elena Gadea me había invitado a un acto de solidaridad con Nicaragua que se iba a celebrar en Madrid y me dio vergüenza aparecerme sin un tema a propósito. Total: cuando llegué estaba tan indeciso que ni mencioné que llevaba una canción. Tiempo después se la canté a Juan Formell y le gustó, lo que me dio ánimos para estrenarla cuando fui a Managua.

Siempre he tenido dudas con el arte demasiado explícito. Siempre me he sentido poco seguro en ese mundo, aunque por curiosidad o ejercicio haya jugueteado con él. He admirado a grandes maestros de la poética del mensaje, como Carlos Puebla y Alí Primera. Pero para que yo escriba una canción, como suele decirse, “de contenido”, tiene que salirme tan fluidamente que apenas me dé cuenta que lo hago. Esto no sólo me pasa con la política, también con otras motivaciones de cierta intensidad. Si pienso muy directamente en lo que estoy haciendo, se me materializa demasiado y deja de tener sentido, al menos en términos de invención, que es lo que yo disfruto.

Conversando puedo llamarle infame al golpe de estado en Honduras, que además revela lo que desea para el Sur cierta administración norteña. Tampoco tengo problemas en expresar que el ALBA intenta un modelo superior de relaciones en Latinoamérica y que espero que lo consiga. Me gustaría tener canciones convincentes, que volvieran al mundo solidario con Haití y con el drama africano; que generaran acciones que revertieran el cambio climático y acabaran con las guerras. Pero para que mis opiniones se hagan versos necesito del cortocircuito que me ha hecho escribir quizá no todas mis canciones, pero sí las que valen la pena.

MC.- “Érase que se era” y “Epistolario del subdesarrollo”, nos remontan a La Habana que las nuevas generaciones no conocimos, ¿cómo definiría el Socialismo del siglo XXI en Cuba?

SR.- No me preocupa cómo se llama o de qué siglo es el sistema que gobierna, siempre que sea convincente. El socialismo, como yo lo entiendo, es la forma más racional y justa de distribución, tanto de los recursos planetarios como de los bienes que producimos. Más cuando vemos el crecimiento de la población mundial y el agotamiento de las fuentes naturales. Pero han existido muchos socialismos. Del socialismo que yo puedo hablar es del que conozco desde hace medio siglo.

Cuando hace algunos años el gobierno cubano decretó que no se podría cambiar de sistema político, muchos defendimos nuestro socialismo, conscientes de los logros revolucionarios en la construcción una sociedad justa. Y no es que se nos escape que hasta las ideas más generosas hay que vigilarlas: vivimos en un mundo cambiante donde algunos conceptos, leyes e instituciones envejecen. Pero si en Cuba ha habido errores de gobierno no es menos cierto que muchas de nuestras dificultades se deben a que no cedemos a las imposiciones imperiales. Contradecir a los poderosos puede ser más cruento que llamarse de determinada manera. Basta con ver la cantidad de partidos y gobiernos que se hacen llamar socialistas, o de izquierdas, y nadie se molesta por eso.

Cuba es tratada como a Prometeo y, además, con mucha hipocresía. Cada sol ve los abusos sin nombre que desde el capitalismo se cometen, pero el socialismo arrastra faltas que sus enemigos saben aprovechar. Hoy no basta con ser pacífico y solidario, ni alcanza con velar por el porvenir: hoy el socialismo debe emular y vencer las pautas de libertad que los consorcios mediáticos recomiendan. Ignoro si un socialismo que juegue y gane en esos campos sería proclamado “Socialismo del siglo XXI”. En cualquier caso, inmediatamente aparecerían nuevas tasas que superar, reales o imaginarias. Por eso, cuando aquella declaración de socialismo a ultranza, yo voté porque nuestro sistema fuera perfectible. No porque debamos satisfacer el gusto de quienes nos desprecian, sino porque cualquier sociedad humana, llámese como se llame, tendrá siempre el deber de superarse.

Luis Eduardo Aute lo supo poner en poesía:

“Que no, que no, que el pensamiento
no puede tomar asiento,
que el pensamiento es estar
siempre de paso, de paso, de paso”

Los gobiernos de Estados Unidos y de Cuba llevan demasiado tiempo atascados en la misma política vieja y sin salida. La Casa Blanca debería levantar sin condiciones su injustificable bloqueo contra Cuba. Y el gobierno cubano no debería esperar al levantamiento del bloqueo para hacer algunas de las mejoras que nuestro país necesita. Para acercarnos a un ideal en el siglo XXI, aún tenemos que soltar mucho lastre.

MC.- Hablando de la vieja Habana, ¿el disco Expedición fue un regreso a la instrumentalización sinfónica aprendida en el grupo de Experimentación sonora del ICAIC?, ¿a partir de Mariposas podemos hablar un nuevo sonido, de una interpretación de orquesta de cámara en Silvio?

SR.- Sin lo aprendido en el Grupo de Experimentación Sonora no hubiera podido llegar a Expedición (2002). Pero para Expedición tuve que esforzarme todavía más, aunque tampoco alcancé lo que hubiera deseado. Para orquestar no basta escribir música. La orquestación es una especialidad en sí misma y requiere de estudios y experiencia. A falta de una formación adecuada, me asesoré técnicamente; los músicos sinfónicos también fueron muy cooperativos. Pero hoy pienso que si vuelvo a escribir para una orquesta grande lo podría hacer mejor.

Siendo una producción agotadora para mis fuerzas (incluso económicas), Expedición tuvo la mala suerte de salir cuando mi disquera histórica en España era absorbida por una trasnacional. Eso contribuyó a que no tuviera una cobertura adecuada. Aún así, y para mi sorpresa, tuvo muy buenas críticas en todas partes. Doy gracias a los locos que las escribieron.

Respecto al ambiente de cámara de Mariposas (1999), en gran medida se debe al elaborado sonido de la guitarra de Rey Guerra. El diálogo de los dos instrumentos acústicos ayuda a reforzar esa atmósfera. Sin embargo a mí me parece que el concepto de cámara empezó a rondarme desde mucho antes, cuando empecé a superponer guitarras en la trilogía del nombre y los apellidos. El arte trovadoresco puede considerarse, por definición, una forma de música de cámara.

MC.- En 2009 murieron Cintio Vitier y Mario Benedetti, el año pasado usted ofreció un recital A dos voces, con Roberto Fernández Retamar, un concepto de conciertos que solían hacer Daniel Viglietti y Mario Benedetti; ¿extraña las dos voces y presencias de los poetas Vitier y Benedetti?

SR.- Conocí a Mario Benedetti cuando los dos estábamos exiliados en Casa de las Américas. Él, del régimen militar uruguayo; yo, del extremismo de algunos de mis compatriotas de los años 60. Mario, con su portafolio y su modestia, parecía un pulcro oficinista que irradiaba ternura, más que el poeta tremendo que ya era. Desde nuestros inicios apoyó a la nueva trova, como cuando nos incluyó en aquel “diálogo con los jóvenes de Nuestra América”. Así nos daba voz, y con ella responsabilidad. Lo recuerdo con Roque Dalton en los primeros conciertos que hicimos en CASA, siempre escuchando las canciones y dándonos aliento. Todavía después, cuando se fue a vivir a España, publicó una antología por allá. Yo he admirado sus cuentos magistrales, su insólita novela El cumpleaños de Juan Ángel (1971), o Primavera con una esquina rota (1982), donde percibo una especie de afinidad con mi vocación de tocar asuntos delicados, esos temas difíciles, porque si nosotros mismos no indagamos en nuestras contradicciones ¿qué vamos a esperar de los que no nos quieren? Mario, con más de 80 años, era el poeta más leído por la juventud hispanoamericana. Era un gigante que, cuando estaba presente, trataba de que no te dieras cuenta.

Cuando conocí a Cintio Vitier no me pasaban por la radio, pero algunas salitas me invitaban a hacer recitales. De muchas presentaciones que hice por entonces, recuerdo, entre el público, las cabezas muy juntas de Cintio y de Fina García-Marruz, presencias que me resultaban desconcertantes porque mi auditorio solía ser más joven, o así pensaba yo, y no de personalidades literarias como ellos. Luego los fotografié en el Parque Lenin, en la peña que Teresita Fernández hacía con el poeta Garzón Céspedes, lugar que atraía maravillas como ellos mismos, o como Marta Valdés. Su presencia en aquellos rincones sin anuncio enseñaba cómo algunos mayores podían ser afines a los espacios alternativos. Por entonces yo no sabía que también ellos eran incomprendidos.

Desde que vivían frente al parque de Vista Alegre les hacía visitas. Después seguimos encontrándonos en tertulias afines y en los hogares de sus hijos, Sergio y José María. Puedo decir que familias mediante, siempre junto a su inseparable Fina, me fue creciendo un gran apego hacia Cintio, que también era músico por un violín muy, suyo y no de Ingres. Haber podido escucharle su serena sabiduría, su refinado humor cubano, su revelador conocimiento de Martí, y aquello de hacerme sentir a veces conversando con mi propio padre, son prendas que su amistad me regaló. Para colmo de deudas, uno de sus últimos escritos fue la nota entrañable que le dictó a Fina para la contratapa de Cancionero (2009). Muy cierto que se echa de menos a los poetas, pero quien conoció a Cintio y a Mario también extraña mucho a sus personas.

MC.- Finalmente, ¿cuándo saldrá su disco Segunda cita?, ¿ya hizo los trazos de una gira por Iberoamérica?

SR.- Segunda cita está terminado desde julio de 2009, pero tuve que salir a cantar por Latinoamérica y pospuse el lanzamiento para cuando regresara. Cuando volví a Cuba, en septiembre, me diagnosticaron una hepatitis que me obligó a hacer reposo y a postergar de nuevo la presentación. Los jóvenes músicos que me acompañan en este trabajo son formidables. El disco valdría la pena sólo por escucharles. Si acaso gustara, podríamos salir a mostrarlo; si no, esperaremos a hacer otro que deseen escuchar. Es muy probable que vea la luz en marzo. Pase lo que pase, creo que en Segunda cita también “he dicho lo mío a tiempo y sonriente”.

(Entrevista realizada por Mario Casasús, para Telesur)

¿Quién mató a Roque Dalton?



Hermann Bellinghausen
La Jornada

Roque DaltonA 35 años de su asesinato, Roque Dalton (1935-1975) está más vivo de lo que jamás pensaron sus detractores literarios, y pervive también, intensamente, en términos políticos y de experiencia revolucionaria. Es uno de los muchos caídos en las esperanzadoras insurrecciones en los años 70 del siglo pasado que terminaron enlutando Centroamérica y el Cono Sur, y que, con excepción de Nicaragua, fueron derrotadas. Lo particularmente doloroso en el caso de Dalton es que fue asesinado por sus propios compañeros de lucha en El Salvador.

La noche del 10 de mayo de 1975, mientras dormía, recibió un tiro en la cabeza por decisión de tres de los cuatro miembros de la Comisión Militar del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP): Joaquín Villalobos, Alejandro Rivas Mira y Vladimir Rogel Umaña. Ellos mismos se encargaron de la ejecución.

Para entonces, Dalton llevaba un mes “preso” por los mandos del ERP, al cual pertenecía; lo acusaban de agente, primero “de la CIA”, y después “castrista”. El propio Fidel Castro reviró, y acusó de agentes de la CIA a Villalobos y a sus socios del tribunal guerrillero. Al parecer, el gran “delito” del poeta fue insistir en que antes de la insurrección era necesario crear un “frente de masas”, o sea, tener bases en la sociedad descontenta. Eso acabaron haciendo los guerrilleros que confluyeron en el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) después de la muerte de Dalton.

Joaquín Villalobos llegó a ser uno de los comandantes del FMLN, y tras los acuerdos de paz del Castillo de Chapultepec, que dieron fin a la guerra de El Salvador en 1992, regaló su arma al presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari; arma que a su vez había entregado a Villalobos el comandante Fidel Castro.

El gesto le ganó un boleto de primera clase a la Universidad de Oxford, donde sufrió una “metamorfosis”, como ha ironizado Roberto Bardini. Los estudios de posgrado hicieron de Villalobos especialista en problemas de seguridad y le permitieron asesorar al gobierno fascista de sus antiguos enemigos de ARENA, y más recientemente al presidente colombiano Álvaro Uribe.

Su deuda con Salinas era grande, y no dudó en trasladarse a México en enero de 1994 para sobrevolar la selva Lacandona junto con mandos del Ejército federal, para orientarlos en la ofensiva que preparaban contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a raíz del levantamiento indígena de Chiapas.

El asesino de Roque Dalton vuelve a México en 2010 para hablar en Los Pinos ante el cuerpo diplomático y el gabinete del presidente Felipe Calderón, evaluar positivamente su “guerra” contra el crimen organizado y delatar los “mitos” que la intentan desprestigiar (La Jornada, 9/01/10). Coincide la visita con la nueva publicación (¡en Australia!) del libro más emblemático y polémico de su víctima, Historias y poemas de una lucha de clases (editorial Oceansur, Melbourne, 2010), que Dalton escribió hacia 1975, póstumamente conocido como Poemas clandestinos (1981).

Una franja de sus ideas y convicciones hoy resultan obsoletas pero fueron comunes en la izquierda latinoamericana de los años 60 y 70 del siglo XX, como el sovietismo devoto o el rechazo intransigente a la homosexualidad (aunque debe reconocerse que ya había asumido la igualdad de las mujeres, pues aprendió las primeras lecciones del feminismo sesentero, lo que en esa tradición de izquierda tenía su mérito).

Toda generación de poetas es en parte obsoleta. Para ilustrarlo con el caso mexicano e independientemente de los logros artísticos, esto aplica a los modernistas porfirianos, los estridentistas, los Contemporáneos, las revistas Taller e Hijo pródigo o el valemadrismo infrarrealista. Pero lo que va quedando es la poesía, donde la hay. Y las verdades que la alimentaron.

Revolucionario de corazón, miltante íntegro y comprometido hasta el final, en Historias y poemas, Roque Dalton se desdobla en cinco heterónimos, poetas de su invención: la joven activista Vilma Flores, el líder estudiantil Timoteo Lúe, el también narrador Juan Zapata, el ensayista literario Luis Luna y el de mayor edad, Jorge Cruz, asesor jurídico del movimiento obrero católico, especialista en Paulo Freire y presunto autor de una Oda solidaria a Camilo Torres; su alter ego Dalton “transcribe” la serie Poemas para salvar a Cristo, incluyendo el memorable Credo del Che.

Víctima de un “error” estalinista del hoy oxfordiano asesor bélico de gobiernos neoliberales y represivos, Dalton tiene asegurado su lugar como autor fundamental (y siempre incómodo) en las letras salvadoreñas y el conjunto de la literatura en lengua castellana. Tan sólo su libro más conocido, Las historias prohibidas de Pulgarcito (1974), en deuda con las misceláneas de Julio Cortázar, pertenece a la estirpe cuasi nerudiana de Guatemala: las líneas de su mano, de Luis Cardoza y Aragón, y Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano.

¿Quién dijo que la poesía no muerde?

Silvio Rodríguez promete: Segunda cita: a tiempo y sonriente


Ana Margarita González
Redacción Radio Ciudad de La Habana

Acabo de leer y apenas tengo tiempo para hilvanar todas las imágenes en mi mente. Silvio Rodríguez reveló a Telesur que, quizás para marzo, esté listo otro nuevo disco: Segunda cita, donde realizará el encuentro pendiente que tiene con los ángeles de su país.

Silvio es uno de esos cantores a los cuales siempre tengo que escuchar. No importa si canta, si habla, si hace música o sonríe. Siempre estoy atenta, y aunque no he tenido mucha suerte con él, lo sigo amando como el primer día, cuando lo descubrí siendo aún una niña y llené las paredes de mi cuarto de fotos y canciones.

En julio del 2001, vi cantar a Silvio en la Casa de las Américas. Estaba acompañado por los argentinos Víctor Heredia y León Gieco, y por sus amigos entrañables: Vicente Feliú y Carlos Varela. Fue durante la presentación de las canciones que harían el disco canciones con Santa Fe, a propósito de recaudar fondos para ayudar a los niños de la ciudad del mismo nombre, en Argentina perjudicados por las inundaciones del río Salado.

Más recientemente vinieron los días de los conciertos por las prisiones en Cuba, acompañado siempre de diversas personalidades del arte y la música. Y es que como Silvio me dijo aquella noche en La Casa: “siempre estoy trabajando y aunque la gente no me vea en un concierto, estoy trabajando para ellos”.

Recuerdo que aquella noche cálida, llegó al delirio, cuando Silvio empezó a cantar Cita con ángeles. El delirio porque juntos, “dio algo de lo bueno que tiene”. No se expresan ampliamente en esta entrevista de Telesur los temas que se incluyen en la Segunda cita, pero pronostico un disco a la “altura de Silvio”, autor de no sé cuántas canciones, donde destacan La Era está pariendo un corazón, Unicornio azul, Mujeres, Óleo de mujer con sombrero, rabo de nube, te doy una canción,….

Sobre el pretexto de la Segunda cita, Silvio respondió: “El día que presenté a la prensa Cita con ángeles (2003), que es un disco muy marcado por la agresión a Irak, mencioné que en algún lugar no muy lejano me estaba esperando una cita con los ángeles de mi país. Después me di cuenta de que en Cuba los serafines somos sencillamente los cubanos, porque la Revolución fue como Prometeo, que entregó el fuego, del saber, a los mortales.

“Es por eso que Segunda cita (2010) habla de una persona que se pone unas alas postizas y cuenta lo que haría si fuera un espíritu celeste. Este presunto ángel de la guarda comienza por quejarse de ciertas brumas. Parte de esa niebla se debe a mi creencia de que la llamada ofensiva revolucionaria de 1968 fue un error que todavía estamos pagando. Fue cuando el Estado decidió administrar todas las facetas de la vida nacional y comenzó el laberinto burocrático. Respeto a quien pueda pensar diferente pero, para mí, aquel traspié nos condujo hasta el nudo gordiano de hoy.

“O sea que los dolores mencionados en Segunda cita son nuestros. Sea señora alude la evolución que la sociedad cubana necesita, invocando a Antonio Maceo y a José Martí, pilares de nuestra nación. Demasiado es un bolero que trata de hacer ver cómo los absolutos abruman y generan respuestas. Trovador antiguo es un tributo a mis dos orígenes: San Antonio (mi pueblo natal) y San Leopoldo (el barrio habanero donde crecí), desde cuyas ruinas me incorporo al olvido y voto por la vida naciente. Bendita, originalmente, fue concebida para un documental. En esta nueva versión agregué una rogativa a la virgen de la Caridad de El Cobre, la Patrona de Cuba.

“La mayoría de los textos son acercamientos a la realidad cubana, unos más nítidos que otros. Estoy consciente de que un asunto tan específico puede limitar el interés por el disco, pero tampoco es la primera vez que me encomiendo a aquel proverbio indio que reza: cuenta tu aldea y contarás el mundo.

“Segunda cita está terminado desde julio de 2009, pero tuve que salir a cantar por Latinoamérica y pospuse el lanzamiento para cuando regresara. Cuando volví a Cuba, en septiembre, me diagnosticaron una hepatitis que me obligó a hacer reposo y a postergar de nuevo la presentación. Los jóvenes músicos que me acompañan en este trabajo son formidables.

El disco valdría la pena sólo por escucharles. Si acaso gustara, podríamos salir a mostrarlo; si no, esperaremos a hacer otro que deseen escuchar. Es muy probable que vea la luz en marzo. Pase lo que pase, creo que en Segunda cita también «he dicho lo mío a tiempo y sonriente”.

España y Latinoamérica rinden homenaje a Mercedes Sosa




Por Agencia EFE – hace 11 horas

Madrid, 20 ene (EFE).- El recuerdo de Mercedes Sosa reunió en Madrid a reconocidas voces de España y Latinoamérica, en un sentido concierto-homenaje en el que, además de la música, sonaron sobre el escenario las palabras de cariño de muchos de los que la conocieron, la admiraron y ahora la echan de menos.

Tres meses después de su fallecimiento en Buenos Aires, a la edad de 74 años, "la Negra" colgó el cartel de "no hay entradas" en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, como ya lo hizo durante años en otros tantos lugares del mundo.

Los españoles Ana Belén, Joan Manuel Serrat y Pedro Guerra, los argentinos Opus Cuatro y la peruana Tania Libertad le dedicaron sus canciones y sus palabras, y recordaron su primer encuentro con ella, hace muchos años, cuando ya era "generosa y humana, como ha sido siempre".

En la personalidad de Sosa ahondó el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, quien en una breve intervención antes de dar comienzo el concierto expresó su admiración por una mujer, dijo, que "encarnó los más altos valores latinoamericanos".

"Amó a su tierra, a su pueblo, a su lengua, se comprometió a fondo con los derechos humanos y la democracia, defendió a las mujeres y a los pueblos originarios, luchó contra la opresión y le cantó a la patria, a la libertad y a la vida", señaló.

La ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, recordó la primera vez que la vio en un concierto en Estados Unidos, y reconoció que gracias a Sosa conoció Latinoamérica sin salir de España, "como muchas otras personas".

Los versos de Violeta Parra, y su "Gracias a la vida", recitado por el actor español Sancho Gracia dieron paso a los artistas que interpretaron tres temas cada uno, arropados por una impresionante imagen de "la Negra" proyectada sobre una silueta del mapa de América Latina.

Su sonrisa acompañó las suaves melodías del cuarteto argentino "Opus Cuatro", que mirando al cielo le dieron las gracias "por honrar la vida".

Pedro Guerra la quiso recordar con una "Samba para no morir", "aquella que escuchaba de su boca en Tenerife cuando era pequeño".

"Le agradeceré siempre sus maravillosos ejemplos, como persona y como artista", dijo la peruana Tania Libertad, quien interpretó canciones "que aprendí de ella".

El cantautor español Joan Manuel Serrat compartió con el público "la grandeza del vacío de su ausencia, a la que tratamos de poner bálsamo con actos así".

Ana Belén, a quien las canciones de "la Negra" le llegaron por los discos que su marido, el también cantante Víctor Manuel, adquiría en sus giras por América, la recordó con el tema "Valderrama".

"La interpretó Mercedes la primera vez que la vi en un concierto en España. Nunca olvidaré su voz y las emociones que transmitía", explicó a los asistentes.

"Sólo le pido a Dios", "Caminante no hay camino", "Volver a los diecisiete" u "Honrar a la vida", son algunos de los temas que los artistas interpretaron en recuerdo de Sosa.

Al homenaje a la que fue conocida como "la voz de Iberoamérica" acudieron también conocidos personajes de la vida social española, como el futbolista uruguayo Diego Forlán, jugador del Atlético de Madrid, cantantes, escritores y periodistas.

En el recuerdo a Sosa estuvieron presentes los embajadores latinoamericanos en España, entre ellos, Yolette Azor-Charles, la representante diplomática de Haití en España, para quien el secretario general Iberoamericano tuvo palabras de cariño.

Enrique Iglesias recordó a los asistentes que la recaudación del concierto se donará "integra" a los damnificados por el sismo que asoló Haití hace apenas una semana.

Indicó también que la SEGIB ha abierto una cuenta, a la que se puede acceder a través de su página web, www.segib.org, donde todo el que esté interesado puede hacer llegar su donación.

La institución iberoamericana, la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID), y los ministerios de Cultura de España y Argentina ha sido los impulsores del homenaje en el que hoy se recordó a una de las mejores voces de todos los tiempos.

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Recibirá Cienfuegos en mayo la Feria Cubadisco 2010


Cuba, 20 de enero.- Poetas, repentistas e investigadores de Colombia, España, Ecuador y Panamá, participarán en la XIV Feria Internacional Cubadisco 2010, que el 9 de mayo próximo se llevará a cabo en esta ciudad cubana.

Aquí ya se trabaja para dar cabida a la canturia campesina más larga del mundo, en la que se dedicarán más de 300 horas a la canción guajira.

Yurieta Bonne Carricarte, del comité organizador del acontecimiento, dijo que el 9 de mayo, los habitantes de esta ciudad echarán la casa por la ventana para la realización de esta fiesta, cuyo trayecto ininterrumpido por las provincias comenzará en Holguín, el 1 de mayo.

Aquí se llevarán a cabo espectáculos, coloquios, concursos y conciertos de repentismo, los cuales durarán hasta la noche del día 10, día en que arrancará la fiesta en Villa Clara, agregó Bonne Carricarte.

Asimismo, dio a conocer que en marzo, en la provincia de Cienfuegos se llevará a cabo el espectáculo "Se formó la guajira", dirigido por Alexis Díaz Pimienta, como adelanto a todas las acciones de esta XIV edición del Cubadisco.

Esta canturia tiene su primer antecedente en el Son más largo del mundo, interpretado por más de 300 horas en el 2004. (Con información de Notimex/JJJ)