domingo, abril 05, 2009

Trovadores y trapecistas

Recital internacional en teatro Universidad

Catapultados de los bares madrileños, los cantautores Marwan y Lucas vienen trazando una ruta alucinante con sus autobiografías sonoras. Hoy, llegan a Mendoza para presentar sus nuevos CD y expandir su mensaje.


Lucas y Marwan, recorren el mundo con sus canciones íntimas y despojadas. Le llegó el turno a Mendoza.

sábado, 04 de abril de 2009

Nacidos en la escena independiente del cancionero español de los ’90, en los últimos años Marwan y Lucas se convirtieron en los cantautores más interesantes de su país. Con un puñado de discos solistas -y compartiendo escena con gente de distinto palo como Ismael Serrano, Kiko Veneno y Amparanoia- sus canciones ya destilan amor, compromiso y resistencia del alma.

Y sí: son una suerte de dupla dinámica a lo Serrat/Sabina en escala menor. “Un par de pájaros de cabotaje”, desafían entre risas.

Pese a su tesón por la originalidad de las líricas, ninguno desestima ni la melodía ni la frescura.
“Esto es un trabajo duro”, ironiza Lucas, parafraseando el título de su disco anterior. Pero concede, después de años de yirar por el indie, que en realidad la saben disfrutar y la disfrutan. “De la hostia”, así la pasan en Argentina y así piensan, dicen, pasarla en Mendoza.

Lo cierto es que hoy, en medio del “Hay que joderse Tour”, llegan al teatro de la Universidad para dibujar historias con las seis cuerdas y llenar el escenario de gestualidad. “Pensamos el show con el espíritu del bar, subimos y bajamos, nos intercalamos, como somos amigos desde hace tiempo, cada uno interviene en las canciones del otro”.

Marwan y Lucas tienen, juntos o separados, la capacidad de amarrarse a la canción de autor más exquisita. Ésa que pone el acento en el ‘decir’ mientras viaja sin prejuicios por el folk, la rumba, el bolero, el rock o el reggae.

Y si bien vienen de distinto tono baladístico - Marwan del indie madrileño de los ’90, con el background de Ismael Serrano, Pedro Guerra o Tontxu; Lucas del folk más setentoso amante de Caetano y Dylan- ambos se compenetran en la exploración de lo íntimo y tratan de arrancarle acordes a las dinámicas del amor.

La trama sonora de “Trapecista” (el último CD de Marwan) está ligada por una retahíla de cuentos de amor y desastre, retratos de compromiso social y confesionalismo de trinchera. Su repertorio suma, eso sí, un homenaje a las víctimas del 11M (el atentado imborrable de Madrid) y un tema dedicado a los cachavachas del Brasil.

Hijo de padre palestino, la vibra de la sangre y la suerte de los refugiados, le inspiraron al chaval su “Canción para mi padre”, un testimonio acústico que puede oírse en YouTube y que ha fascinado a un público incipiente dentro y fuera de la red.

“Aún así, el amor y el desamor son mis temas más probables; de hecho estoy por grabar ahora en Argentina el video del tema ‘Mi paracaídas’ (el corte de ‘Trapecista’), que habla de la post ruptura, de ese sentimiento a la deriva que queda cayendo sin red”. Hay que saber: sus influencias literarias van de Quim Monzó a los tremendos Bukowski y Houllebecq.

En medio de la noche madrileña, entre los acusticazos del Galileo Galilei, ese rastreador de canciones descubrió de pronto a Ismael Serrano (“me atravesó, me pareció brutal”) y comenzó casi compulsivamente a buscar su propia personalidad sonora.

“El movimiento genera movimiento”, dice Marwan con convicción. Por eso se lanzó a la red con la osadía del solitario y decidió moverse siempre al margen de los sellos.

“Es la paradoja de Internet”, señala, “muchos autores se quejan pero yo me siento agradecido: así circula mi música”.

Lucas, que sí firmó con una compañía pero mantiene intacto su espíritu indie, asegura: “Lo mejor de esto es salir a tocar por el mundo: hemos estado en Tailandia, México, Chile, Uruguay. incluso yo en África y Marwan en Rusia. Y ahí, en cada toque, vendemos nuestros discos”.

-¿Qué sucede con el público argentino?

-Uhhh, es increíble. Aquí hay gente que sabe ya nuestras canciones, que las corea desde la platea. Eso nos pasó en Bahía Blanca y en Córdoba. Qué se yo, no deja de parecernos increíble.

“Palo al agua” es el CD que recopila los ocho años de carrera de Lucas. Hay allí paisajes sensoriales que no descartan el matiz del humor, ese giro tan peninsular que seduce al público latino.

“Eso estuvo desde siempre”, completan los trovadores, “es que no queremos ser monolíticos sino más bien inquietos y múltiples”.

Prontuarios

Hace 30 años, Marwan nació en el barrio madrileño de Aluche, hijo de un palestino y una española. Hace 7 que comenzó a componer sus canciones como fruto de la escucha de ciertos cantautores de toda la vida y algunos de la nueva movida de cantautores españoles que conoció en cantinas y en la sala La Redacción de Madrid. Así, se lanzó a escribir canciones como “El próximo verano”, que interpretó junto a Ismael Serrano.

En su más reciente disco “Trapecista” se agita como músico de denuncia, sobre todo en el tema “Meninos da rua”. Marwan representa uno de los exponentes más claros de la nueva canción de autor española. Sus mayores influencias son Silvio Rodríguez, Serrat, Serrano pero también Calamaro y Drexler.

Actualmente profana estilos como el bolero, reggae, funky y la ranchera. En cuanto a la poesía que Marwan muestra en sus canciones se nota gran influencia de Mario Benedetti, Gloria Fuertes, Félix Grande, Gioconda Belli, José Hierro pero también de autores más salvajes.

Lucas nace en Madrid el 28 de Mayo de 1971. Es un niño rubito, delicado de salud y más bien tímido. A los dos años lo embarcan con la familia a Londres, donde olvidará sus primeras palabras en castellano para gritar en inglés como primera lengua.

Tres años más tarde vuelven a Madrid donde se establece la familia definitivamente. En 1993 llega a sus manos una cinta de Silvio Rodríguez que le hará replantearse su dirección musical: “No se han escrito canciones más “jevis” en castellano que lo que escribió Silvio”.

Así pues, empieza a compatibilizar los conciertos de versiones con un nuevo proyecto junto con amigos talentosos. Lo suyo es jugar con el humor y la galantería en canciones como “Madre no hay más que una” de su último disco o el romance en “Este corazón”. Tiene más de 1.200 conciertos, 300 canciones y quince años dedicados a la música.

Mariana Guzzante - mguzzante@losandes.com.ar

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