domingo, abril 05, 2009

DOCE ELEFANTES SE BALANCEABAN…


Lídice Fernández Espino
Fotos: Nelson Juan Martín Alonso

Digan lo que digan, encontrarse doce elefantes en la Ciudad de La Habana, andando por su libre albedrío, es como para bajarse de una guagua* corriendo e ir a verlos. Eso me contaron y lo creo porque yo --que los había visto--, no pude olvidarlos. Decir que doce elefantes andan es solo en el más figurado de los sentidos.

Comenzaron su trayectoria en la Galería la Casona, donde se presentaron como parte de la 10ma Bienal de la Habana. José Emilio Fuentes Fonseca, JEFF, granmense de nacimiento, cubano por naturaleza, es el creador de estas criaturas que --como dijera-- son sus juguetes, y también de esta manera se lo han tomado los cubanos: no se asustan ante ellos, los acarician, se sientan a su sombra, se tiran fotos junto a ellos, y con el talante hospitalario del cubano, casi los vemos como de la familia.
Desde el 2006 José Emilio se ha dado a la tarea de trabajar el metal inflado y con el tiempo ha ido perfeccionando la técnica que consiste en ensamblar estructuras con planchas de acero mediante soldaduras, a las que se le introduce aire a presión hasta conseguir que la obra tome volumen. Dos elefantes grises de más de tres metros de altura encabezan la manada, y en ella la variedad de tamaño es notorio. Como es de imaginar, enfrentarse a dos elefantes de ese tamaño fue un verdadero reto para el artista. Pero el poder dominarlos al final valió el esfuerzo.

Mientras usted lee estas líneas, las esculturas continúan paseando por la ciudad, ya estuvieron frente al Capitolio Nacional, en la Tribuna Antimperialista, en la Universidad de la Habana, y por el itinerario o ruta que previó el escultor, este tres de abril estuvieron en las calles 31 y 60 en Playa, donde ocurrieron los sucesos de Orfila --cuando el 15 de septiembre de 1947 dos de las facciones gansteriles más poderosas de la Habana se enfrentaron a tiros en esa vecindad durante horas y varias personas resultaron muertas. El cuatro y cinco de abril los acogerá la Plaza de la Revolución, y el día 6 el Miramar Trade Center. La marcha de los elefantes es nocturna por eso si antes de acostarse vio los elefantes puede ser que cuando despierte ya no estén allí.

El recorrido de los paquidermos transcurre por lugares históricos para nuestro país, y también de esa forma convergen lo colonial y la civilización postmoderna cubana. El espíritu de estos animales de sobrevivir, su resistencia física y la necesidad de vivir en familia, los hacen muy allegados a nosotros; pero también ese sentido que les otorga la tradición como amuletos para la buena suerte.

Los elefantes no olvidan y seguro que nadie que los vea en esta X Bienal los olvidará. Doce elefantes se balancean sobre la tela de una araña, como veían que se podía, fueron a buscar a su escultor…

*Óminbus. (N. del E.)






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