Escrito por Redacción El Diario de la República
17-04-09----17:47
Raly Barrionuevo, el más roquero de los folcloristas jóvenes, ofrece resistencia, señala el futuro de la música santiagueña y cuenta su vínculo familiar con San Luis. Su suegro es el dirigente opositor "Tato" Iglesias.
Cuenta la leyenda que la presentación anterior de Raly Barrionuevo en el boliche Don Miranda no terminó de la mejor manera. Algunas consideraciones políticas que el cantante lanzó desde el escenario no cayeron del todo bien y hubo algún revuelo que no pasó a mayores.
Es que a Raly, más allá de su personalidad introvertida, le gusta opinar sobre lo que le parece injusto y ha hecho de su posición política una bandera izada casi a la misma altura que su condición musical. Mañana va por la revancha en el mismo lugar.
En diálogo telefónico con ETC, el santiagueño prefiere obviar ese show y mirar hacia futuro. “Fuimos hace bastante al boliche y también al festival de la Calle Angosta. Tocar en el boliche me recuerda una historia que no hago tan seguido, que es la de tocar cerca de la gente, en una intimidad que me recuerda a cuando empecé. La tradición de ese lugar merece mucho respeto”.
Tenés una relación especial con la gente de San Luis y con la provincia.
Es una relación familiar. Mi esposa es de San Luis (es hija del dirigente opositor Roberto "Tato" Iglesias), aunque ya no vive allá. Su madre vive en Juana Koslay y yo voy cada tanto en plan familiar.
Otra provincia especial para vos es Santiago del Estero, de donde sos oriundo y de donde han salido músicos impresionantes. ¿Quién será el siguiente?
Hay un montón de changos chicos que son muy buenos escribiendo y tocando. Uno de ellos es Franco Ramírez. También hay otros que son un poquito más grandes y que se están haciendo conocer. Todos tienen que encontrar su camino.
¿Cómo le fue “Noticias del alma”, tu último disco?
Para mi, más que bien. Porque continúa el camino de los discos anteriores y reafirma una idea que tengo sobre escribir y cantar.
¿Por qué no es tan común que desde el folclore se hable de política?
Me parece que no es una cosa difícil ni fácil. Depende de la visión de cada uno, la forma en que cada artista ve la situación. Lo que yo canto es lo que voy viendo y viviendo cada día, no hay otro misterio. Son visiones que uno tiene del mundo, una idea que no es acabada ni mucho menos. No quiere decir que sea la verdad, es solamente mi verdad.
Le cantás mucho al campo, pero no al campo, como el vocablo que se conoce por estos días, crisis mediante.
Una cosa es el gran negocio del campo, de la zona ruralista y la otra es el campesino, esa persona que tiene un vínculo diferente con su tierra y no anda en súper camionetas. Cada uno tiene su historia. Del que hablo yo en mis canciones es del hombre que está en su tierra, que vive ahí y cuida la naturaleza. Se acaban de dar datos oficiales que aseguran que el fosfato, con el que se fumigan los campos de soja, produce cáncer en los niños. Y la gente que yo conozco del campo no usa fosfato.
¿Desde qué lugar se elabora la resistencia hoy?
Desde todos lados, no se puede aflojar en ningún espacio. La música, la educación, la cultura deben funcionar como foco. Cada uno desde su lugar puede hacer algo o entregarse. Lo mejor es resistir.
En la “Baguala del desengaño” te preguntás dónde se encuentra el hombre. ¿Lo pudiste encontrar?
Si, lo encontré. Todos tenemos un costado humano y lo que se debe buscar es el ser humano. En todos lados hay gente destacable.
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