lunes, abril 20, 2009

Calle 13: hermanos del pecado


Boom absoluto de la escena latina, los socios Residente y Visitante llegan el martes 21 al escenario del Andes Talleres. Entre lo que la música agita y el rapeo sacude, Eduardo Cabra (mitad del dúo) nos habla de esa maquinaria rítmica y sensual de Calle 13, que también fagocita a Fito Páez, a Bersuit y al combo del candombe rioplatense. Otro dato: grabarán junto a Mercedes Sosa.

domingo, 12 de abril de 2009
Nos han llamado alternativos y urbanos”, dispara Visitante de entrada, “pero qué sé yo, en ‘veldad’ no creo que se pueda etiquetar así... ¿Qué implica lo alternativo? ¿Qué limita lo urbano? Sólo estamos con mi hermano haciendo esta música”.

Por más que parezca picante, Visitante (Eduardo Cabra, su nombre real) contesta a Estilo con extremo relajo, desde el fono de su casa en San Juan de Puerto Rico. Será que los brothers de Calle 13 acaban de hacer estallar Santo Domingo. Que el ánimo les vibra en tono caribe. Que rumbean ahora otra vez pa’ la Argentina con el impulso dulzón de la fama.

Todo el mundo parece tener algo que decir a favor de Calle 13. Digamos, en principio, que lo combativo les va por la acidez del rapeo, esa verba libertina que Residente (René Pérez, el más sex symbol, el rapper, el tipo de las líneas en el cráneo y los tatuajes santeros) suelta sin prejuicios. Incluso tirando dinamitas antiimperialistas cuando incita con sarcasmo a ese “baila o disparo, baila o disparo”, el estribillo gringo del tema “Combo imbécil”.

Eso sí: más allá de su reggaetoneo, indudablemente debemos reconocer a Calle 13 el hecho de haber dado un nuevo espasmo a la escena hispana (y espanglish), un poco fatigada de tanto pop latino y rock desencantado.

Cero pelo en la lengua, Residente y Visitante supieron delinear su perfil de ‘bad boys’ enérgicos, comprometidos y desafiantes.

¿Cómo? “Pues queriendo siempre llegar a la gente”, concede el menor ¿Cómo? Con melodías ondulantes, letra anticaretaje y escraches varios: al falso pudor de las ‘pickys’, a la pose de esos latinos que allá en Puerto Rico se ‘gringuean’; a la violencia imbécil del más fuerte, al espejismo fisurado del american way...

¿Rapeo, hip hop, deslengüe? Pues sí, pero zarpado en ritmo. Músicos de la lengua, Residente y Visitante (ocasionalmente también su hermana Ileana) combinan la jerga afiebrada de la noche y la eslabonan en la misma fiesta.

Pasa con ese insolente “Tango del pecado” que electriza de líbido la escena, aún la más reggaetonera y perreadora. Pasa con esa arenga liberadora de “Atrévete te, te!”, capaz de desacartonar a la hippie intelectual con dos careos: “¿Qué importa si te gusta Green Day? ¿Qué importa si te gusta Coldplay?”

Hay que decir, de paso, que “Atrevete, te te!” fue el tema del despegue. En 2005, había nacido el sonido de “Calle 13” ( el disco y el grupo): un sonido que abreva en el jaleo urbano y el mestizaje, sostenido por letras imperiosas.

-¿Cómo ha ido mutando la visión musical de Calle 13?

-Bueno...-dice Visitante con la calma de un sensei. Pienso que los discos se han ido complicando cada vez más. Y está bien que así sea.

No es difícil imaginar cómo se compensan los hermanos. De hecho, la onda casi ‘tacuba’ de Visitante (pianista y compositor musical del dúo) contrasta con la actitud proteica y el nervio del poeta Residente.

“Ésas son cosas de mi hermano”, dice Cabra cuando apuntamos el dato: que Calle 13, antes de empezar a circular por las provincias argentinas, va a grabar con Mercedes Sosa una versión del tema “Canción para un niño de la calle”, de Armando Tejada Gómez y Ángel Ritro.

“Imagínate que para nosotros es algo inmenso conocer a esta gente del folclore argentino”, consiente el Visitante.

La historia fue así: Mercedes Sosa y Calle 13 se conocieron un año atrás, en un concierto de la Fundación Alas (la misma que acaba de presentar el documental de León Gieco) y sintonizaron de inmediato.

Como todo tiene que ver con todo, no les fue difícil compaginar proyectos: más allá del abismo rítmico-generacional, la tucumana y los boricuas piensan que nada está perdido, dicen lo que piensan y encima dan combate. Por algo, el último cd de Calle 13, el que vienen a presentar en esta gira, se titula “Los de atrás vienen conmigo”.

- ¿En qué medida han incorporado la música nuestra a su registro?

-Por empezar -confiesa V- tengo que decir que, de chamaquito, yo escuchaba a Fito Páez. Y ahora Bersuit me encanta, pero me encanta a lo máximo.

- ¿Tu hermano y vos tienen gustos diferentes?

-Pues sí. A mí me atraen más las bandas; a él, artistas como Eminem.

- Claro. De hecho se dijo que están por grabar con el rubio...

- Son sólo rumores.

- ¿Y el proyecto de filmar una película? ¿Eso es cierto?

Visitante, a punto de reír, vuelve al estribillo: “Ésas también son cosas de mi hermano”.

Igual, entre panas se entienden, puesto que el compositor seguro va a colaborar con el soundtrack. Aunque la película suene a vuelo semiótico: al parecer Residente será -alegoría mediante- el mismísimo país de Puerto Rico.

13 a la cabeza

De pronto, la charla nos traslada a esa infancia boricua en los barrios altos, a la casa del abuelo de Eduardo, al patio donde ese devoto administrador de teatro conservaba el busto del Zorzal, Gardel. De modo que volvemos al intercambio cultural: “Crecí escuchando bastante tango; aquí en mi tierra hay una anécdota muy bonita de Gardel.

Cuentan que, cuando vino justo antes de morir, cantó desde una ventana para los pobres que no habían podido comprar la entrada o ver el show”. Precisa: “fue el último concierto de Gardel antes de caer en Colombia”.

A él, sin embargo, lo seduce mucho más la música de Piazzolla. Y en otro plano, el candombe rioplatense.

- ¿Con algo de esto se han ‘complicado’ los discos de Calle 13?

- Claro, por ejemplo el tema que hacemos con Rubén Blades (“La Perla”), ahí incorporamos bastante a candombe, tiene algo de electrónica y también por momentos suena medio dixiland.
Lo cierto es que, para el hitazo franco y para la lírica de amor y reviente, tipo “Bienvenidos a mi mundo” (yo estoy loco de quicio/pero tú estás más loca que yo y me estás alimentando el vicio”), no hay nadie como Calle 13.

Prefieren, igual, sacudirse cualquier etiqueta. “Tampoco estamos en la onda del reggaetón y del hip hop. Obvio que Residente no es un cantante convencional; él está rapeando y el rap es eso, rítmica. Pero no nos planteamos sonar para algún género. Lo que queremos es llegar a la gente y punto”.

Por cuarta vez en la Argentina y primera en Mendoza, el dúo intentará expandir el ritmo de “Los de atrás vienen conmigo”, el material discográfico más reciente. Precisamente ése del que hemos estado hablando, que comprende, entre otras amistades, la flamante presencia del salsero Blades.

“Lo chévere de los viajes es que los ritmos te atrapan, se crea una suerte de aprendizaje”, reflexiona V mientras apunta que, cuando pisó ese otro puerto, el argento, lo hizo enmudecer una comparsa. “Los viajes”, reitera, “hacen que nuestros discos se pongan mejores”.

Momento ¿estamos escuchando una publicidad de Gloria Stefan? Sí, fue un segundo de colapso telefónico que, FM de por medio, le dio paso al anuncio de Calle 13 y su tour por Argentina. No hay chiste con Gloria.

-¿Grabaron con Shakira?

-Sí, colaboramos en su último disco. Eso también nos alimenta.

-¿Y con qué músico, que aún esté pendiente, te gustaría grabar?

-Bersuit sería lo más.

Intenso: apenas con cuatro años de trayectoria, los Calle 13 transitan una carrera influenciándose cada vez más del mestizaje. Y sí: mientras la danza contemporánea hierve a ritmo de reggaetón, sus parloteos otorgan una cuota de verdad a la crónica nocturna. Mariana Guzzante - mguzzante@losandes.com.ar

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Tendrás música de Calle 13?

Yo tengo el último disco "Los de atrás vienen conmigo".

¿Has escuchado "La Jirafa"?

Hay otra canción cuyo video grabaron en Bolivia, hacen en la coreografía una cruz humana de color rojo.