A un mes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, no es casual que el fin del actual gobierno coincida con el recrudecimiento de la crisis financiera que estalló un año atrás.
Tampoco es fortuito que el monto perdido a partir del descalabro inmobiliario coincida con una parte significativa de la cantidad que la Casa Blanca ha invertido en la guerra en el Medio Oriente.
En su libro "The three trillion dollar war" (La guerra de los tres millones de millones), el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz y la profesora de la Universidad de Harvard Linda Bilmes aseguran que, según cálculos conservadores, la campaña belicista en Iraq ronda esa astronómica cifra.
Por otra parte, estadísticas globales indican que la suma desaparecida en los manejos de la crisis monetaria mundial asciende a un millón de millones de dólares.
En esta coyuntura el presidente Goerge W. Bush propone un plan de salvamento por 700 mil millones, y el mundo se pregunta ¿por qué no retira las tropas de la nación árabe y reinvierte ese presupuesto en una economía que rueda temblorosa hacia una recesión?
Esta es una deuda que pagarán en el futuro los ciudadanos estadounidenses, los mismos que hoy sufragan, también con sus vidas, el costo de la invasión a Iraq.
Una fuerte presión popular e intereses políticos llevaron a que la Cámara de Representantes rechazara la estrategia a inicios de la semana, pero el tema sigue caliente sobre el tapete de las negociaciones.
La crisis y sus verdaderas causas se van de las manos a los políticos.
Stiglitz desbarató recientemente el modelo de mercados y finanzas libres. El problema es serio, los cimientos no son buenos, advirtió al aseverar que ese modo de organización económica es insostenible.
En fecha reciente, cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reiteró que el hambre afecta a alrededor de mil millones de personas en el mundo y valoró en 30 mil millones de dólares la ayuda necesaria para salvar sus vidas, una nueva noticia de inyección ocupó las primeras planas y horarios de mayor "rating" en la prensa internacional.
La acción concertada de seis bancos centrales del planeta proporcionó 180 mil millones de dólares a los mercados para salvar financieras privadas, destacó el escritor español Santiago Alba Rico en su artículo "La crisis del capitalismo. Demagogia y Realismo".
Políticas similares han sido reiteradas por estos días en Asia, Europa y Estados Unidos, pero las fracturas siguen sucediendo.
Este lunes el banco Wachovia Crop sucumbió, mientras las autoridades europeas rescataban tres organismos de esa región.
Días antes, el Washington Mutual se unió a la larga lista de bancarrotas y pasó a ser la mayor quiebra de un banco de depósitos en la historia norteamericana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario