jueves, abril 16, 2009

Arteasudem Ibaraden: La perversamente peligrosísima utilización de la palabra por parte de los malditos poderes titánicos



Liberto (Desde Artevigo, Canarias. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

A poco que se agudice la atención, comparando detenidamente todo el cúmulo de información que vomitan, a diario y sin cesar, los mal llamados Medios de Comunicación de este idolatrado Primer Mundo, podemos llegar a la conclusión de que uno de los signos más identificativos de este ya más que convulso y frenético siglo XXI, y no sólo en el ámbito global, es la perversamente peligrosísima utilización de la palabra por parte de los malditos poderes tiránicos, con el nocivo y execrable objetivo de perpetuar sus mezquinos intereses, sus inconfesables deseos, en contra -y a costa- de la inmensa mayoría de la población mundial.

El enorme poderío económico y militar que ha conseguido EEUU en el último siglo a base del despojo, saqueo y expoliación de los recursos naturales y humanos de un gran número de países, y todo en nombre del progreso, la democracia y la libertad -para ellos, claro- han hecho posible que el mundo hoy esté dominado por los brutales y belicosos fundamentalistas yankees.

A esta descomunal y terrible supremacía económica y militar, hay que añadirle el inmenso poderío mediático, por medio del cual no sólo han logrado imponer, en prácticamente todo el mundo, lo que se ha venido a denominar como "pensamiento único" --"un solo mundo, un solo mercado, donde yo soy el que digo qué se puede hacer y cómo se puede hacer"-- sino que a través de sus muy bien pagados voceros han intentado acallar y desacreditar cualquier mínima pretensión de crítica o denuncia de sus cruentos, salvajes y sangrantes atropellos y viles tropelías.

Y muy serios ellos, con el rostro compungido, con cara como de quien no sabe de qué va la cosa, afirman --¿¡cómo no!?-- que todo cuanto hacen, todo cuanto tienen previsto hacer, es en nombre de la tan ansiada y sagrada Libertad, de la tan urgente y necesaria Justicia, de la tan deseado y prostituido Sistema Socialista.

Esta es la realidad que vivimos y sufrimos con indecible dolor cuando nos paramos a reflexionar sobre lo que acontece en el mundo. No la podemos eludir. No la debemos eludir si de verdad queremos cambiar esa terrible y espantosa realidad.

Ya lo decía el que está considerado como el padre del Independentismo canario, Secundino Delgado Rodríguez hace ya más de un siglo: "Las palabras también esclavizan, aunque sea Socialismo, República, Anarquía...soy un Revolucionario, nada más". Y nada menos.

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