miércoles, julio 29, 2009

Chile: No es posible el indulto a torturadores


Los derechos humanos no son una cuestión de conflicto político o de diferente ideología, son una cuestión ética fundamental.
Enrique Villanueva M Piensa Chile

Este debate sobre el indulto a torturadores no se puede desligar del tema de los derechoshumanos, y de la ética, perocomosurge en el marco de unademocracia cadavezmasdesperfilada y arrinconada a sersolo una expresión electoral, podemos sugerir que las opiniones de quieneslevantaron la ideade este“perdonazocamuflado”, o que opinan sobre la conveniencia delindulto enbien de la reconciliación, seguramente lo que están haciendo es poner en el medio de la campaña presidencial un argumento espinoso e intencionado, o bien seestán allanando elterreno para asegurar un cargo en un futuro gobierno.

Pero no es de extrañar que pasen estas cosas en nuestro país, en cuya democraciano se concibe realizar un debate nacional acerca, no solo de los derechos humanos, tampocosobre lo aberranteque resultaseguiravalando yremozando una Constitución que la mayoría de los chilenos rechazamos; que fue diseñada y aprobada en medio de un régimen de terror, que consagra la exclusión y la discriminación. Estos temas a pesar de su importancia no son considerados como relevantes para elejercicio de la democracia y la participación ciudadana. Entonces en esta realidad que vivimos, en la cual todo se diseña y ejecuta en acuerdos de cuatro paredes, no es de extrañar el llamado, o la opinión, a favor de indultar a torturadores.

Además que elintento de amnistiarlos, perdonarlos oindultarles noesnuevo,bajo la figurade la guerra antisubversiva enabrildelaño1978( decreto Ley 2191 ) se concedió la amnistía“ a todas las personas que, en calidad de autores, cómplices o encubridores hayan incurrido en hechos delictuosos, durante la vigencia de la situación de Estado de Sitio comprendida entre el 11 de Septiembre de 1973 y el 10 de Marzo de 1978”..

Enesaocasión y por muchotiempodespués, se argumentó que pudo haber “errores o excesos” en la llamada “lucha antisubversiva”, con el objetivo deliberar a losinculpados cobijándoles con el mantode la “obediencia debida”. A estas a alturas de la vida, quien no sabe que la “lucha antisubversiva” fue el eufemismo utilizado por la dictadura para falsear lo que en verdad ocurrió, una represión política sistematizada, masiva y de exterminio, que comprometió a las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investigaciones y que constituyó un régimen de auténtico Terrorismo de Estado?.

Poresta razón la idea de indulto es contraria al respeto por los derechos humanos y en este ámbito no caben las excepciones. Los derechos humanos no son una cuestión de conflicto político o de diferente ideología, son una cuestión ética fundamental. Si admitimos una escala de valores paraindultar a unos y no a otros, sabiendo quetodos los inculpados,en distintos grados de culpabilidad, formaron parte de un régimen terrorista, estamos legitimando latorturay el asesinato como medio de hacer política.

Por otrapartees ciertoqueno todos los militares son culpables de violacionesa los derechos humanos, los mandos de esa época generaron un espiral de miedo y violencia queinvolucró y comprometió al conjunto de las FFAAensus planes y acciones. Sabemos también que la doctrina militar centra toda la responsabilidad en el mando, pero la obediencia debida no exculpa a los subordinados de sus acciones ni es tampoco un eximente de responsabilidad penal. Estamos hablando de personas, civiles y militares, que torturaron aotros, queasesinaron, que eran conscientes de lo que hacían, integrados a un régimen político queejercía elterror, y que se sentían empoderados por este para hacer lo que hacían.
La obediencia debida ha sido y es un argumento espurio, esgrimido para justificar la represión, lo que ha permitido a sus autores intelectuales y materiales ( y también a muchosarrepentidos ), ampararseen la ejecución de “órdenes de servicio” o de “operaciones”, que disponían emprender acciones de “aniquilamiento” en contra de la “subversión” y el “enemigo interno”.

Por lasrazonesexpuestas, y como ex militares, no estamos de acuerdo con opiniones que hacen equivalente el indulto a torturadores con la reconciliación, aquí lomas importantees noaceptar la embrutecedora y castrante "obediencia debida", que oculta el acto máscobarde que un ser humano puede ejecutar: la tortura. Por tal razón no haytorturadores de primerao de segunda, o personas calificadas en este contexto para recibirun indulto o no,el torturador es unosolo y su conductacobardeyaberranteno puedeser exculpadabajo ninguna figuralegal,independientemente de su grado jerárquico o ubicación (civil o militar) en la cadenade mando.

Finalmente cabe recordar a los impulsores de estas ideas, que en Chile yen nuestrasFFAA, hubo varios centenares de oficiales ysuboficiales quienes fuimos torturados, otrosasesinados, encarcelados, y exiliados, por negarnos a cumplir con los planes de los sectores políticos y de los mandos militares que planificaron, encabezaron yejecutaron el golpe en contra de Salvador Allende.

Por esa actitud valiente que asumimos frente a nuestro pueblo y ante nuestra conciencia, hoy podemosdecir que es un acto de cobardía el ocultarse detrás del uniforme militar, del poder político, de la obediencia debida y de las leyes de amnistía, intentando justificar la participación, directa o indirecta, en el apoyo a una dictadura que amparó las violaciones, torturas crueles, infringidas a personas maniatadas, los asesinatos clandestinos o, para aminorar con el paso del tiempo, el papel directo de militares y civiles en estoshechos, que solo son calificables como crímenes de lesa humanidad.

OFICIALES Y SUBOFICIALES FUERZA AEREA DE CHILE, CONDENADOS EN EL PROCESO CONTRA BACHELET Y OTROS 1973.
Enrique Villanueva
RUT: 5.116.162-9
Teléfono09 164 07 13
e-mail: evillanueva68@hotmail.com

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