martes, mayo 05, 2009

Santiago de Cuba: “Santuario espiritual de la música cubana”: Expresó el destacado pianista y compositor cubano José María Vitier


Por Elvira Orozco Vital

Santiago de Cuba, 4 may 09.- Con dos extraordinarios conciertos el destacado pianista y compositor cubano José María Vitier vistió de lujo y cubanía este fin de semana, a la Ciudad Héroe que él calificó como “santuario espiritual de la música cubana”.

El primero tuvo la magia del primer sábado de mayo, fresco y luminoso, en la Sala Dolores, de Santiago de Cuba, con un selecto programa que incluyó La Comparsa, de Ernesto Lecuona, Son de la Loma, de Miguel Matamoros, Perla Marina, de Sindo Garay y el resto obras de José María Vitier.

Entre ellas interpretó: Espíritu de trova, Tempo habanero, Contradanza festiva, Al alba me llama el bosque, Un Ángel, Son nocturno, Oración por Cuba y Pulso de vida, tema que da nombre al disco compacto que concursa en el Festival Cubadisco 2009 y será promovido en junio próximo al realizar una gira por España.

Vitier fue muy comunicativo al dialogar con los santiagueros, siempre acompañado por la soprano Bárbara Llanes, cuyos registros y expresividad encantaron al numeroso público que llenó la Sala Dolores, y ella conceptuó de “muy especial, maravilloso y culto” por la gran acogida tributada. Junto a Bárbara muy importante fue la percusión de Luis Bárbaro Rodríguez, el bajo acústico, de Jorge Reyes y el violinista Adel González.

El segundo concierto,- aunque más informal fue en la Casa de la Trova “José Pepe Sánchez”, de esta sur oriental ciudad-, y no por eso menos encantador y atractivo, pues José María Vitier, reconoce a Santiago y a sus trovadores como la fuente inspiradora que en su etapa de estudiante y con guitarra al hombro, iba a la Casa de la Trova que le insufló esa avidez por conocer y lo convirtieron más tarde en el virtuoso pianista y compositor que es.

Aquí , el maestro José María Vitier y su cuarteto, intercambiaron con esa prestigiosa agrupación santiaguera, cultivadora de la música popular y tradicional que es la Familia Valera Miranda, regalando otra excelente presentación de la noche dominical que impactó al público que colmó ese espacio y desbordó la Calle Heredia, al escucharse las guitarras, clave, maracas, el piano y la percusión en obras como Flor de Venganza de Marcelino Guerra, Eso no es ná camará, de Graciano Gómez y dos piezas tradicionales de su autoría.

Para el músico Félix Valera, resultó “un lujo, un alto honor, tocar mi música junto a Vitier, siempre que viene a Santiago se preocupa por buscarme para que comparta con él la música y la familiaridad que siempre hemos tenido, es muy grande porque él es un músico de altos quilates y eso a mi me engrandece porque demuestra que siente por mi un cariño que tiene un valor inestimable. Eso es muy importante para mí”.

Dos noches memorables, sin duda este fin de semana, que permitieron ese acercamiento intimista y expresivo, como definen las palabras al catálogo de Silvia Rodríguez Rivero, compañera en la vida y el arte musical de José María Vitier, esta gira por Cuba titulada Paisaje Interior, parte de “una inusual y eficaz formación integrada por piano, percusión cubana, contrabajo acústico y la voz de una soprano lírica, donde Vitier nos propone una forma desprejuiciada y subyugante de abordar el jazz latino, la trova, la música yoruba, la cristiana, la campesina y todo lo cubano en general.

La tesitura de la voz de Bárbara Llanes, como elemento esencial o interpretando textos, se inserta magníficamente a esta proposición, gracias a la amplitud de su registro y la prodigiosa capacidad para adaptar su emisión a las más diversas exigencias de estilo, convirtiéndola en instrumento idóneo para recorrer el amplio espectro que José María Vitier propone y que la reta a brillar con sorprendente capacidad en los modos de una jazzista sui géneris, o las esencias ancestrales de una nana yoruba.

El piano es el hilo conductor o enlace de cada una de las partes, creando, innovando y formulando temas, enlazando el tambor batá, impredecible, vibrante y enardecido, con el perfecto dibujo de la voz de Bárbara Llanes, unida a la delicada riqueza del bajo acústico interpretado por Jorge Reyes, a la percusión de Luis Bárbaro Rodríguez, apegado al rigor de hondas tradiciones que él domina y recrea. Todos penetrados en un profundo sentido explícito, todos conscientes de que cada momento puede ser un mito de nuestro propio mestizaje cultural, del que somos sustancia irreversible.

Lo cubano una vez más es el objetivo esencial de las búsquedas musicales de José María Vitier. Lo cubano que heredamos y lo cubano que surge cada día. Lo cubano poseído y lo cubano anhelado.

Breve diálogo con José María Vitier

Muy feliz por el éxito, recibiendo las felicitaciones de amigos entrañables, anduvo Vitier como en su casa, sencillo, amable, accesible al terminar el concierto de la sala Dolores. “Esta gira tiene matices diferentes a las anteriores, afirma a CMKC Digital, José María Vitier García-Marruz, quien ha nombrado Paisaje Interior a su gira por el país, porque “no solamente es el hecho de que uno está vinculado a algunos paisajes de países y del interior de la mayor de las Antillas, pero sobre todo más que eso, es que cuando uno ofrece un trabajo como este, muestra el paisaje interior de uno mismo, de la espiritualidad de uno mismo y llevar eso a estos nuevos paisajes a lugares afectados por huracanes, para nosotros que somos habaneros pues bueno tiene mucho sentido con nuestro paisaje interior.

¿Usted tenía hace muchos años la idea de formar un cuarteto de jazz como ahora?

No, no exactamente. Este es un trabajo que a veces lo presentamos así con percusión voz y piano, y otras veces lo hacemos con bajo, violín, instrumentos de cuerdas también, ya este trabajo tiene un disco hecho que se llama Iré Habana y aunque yo trabajo solo me gusta reunirme con grandes figuras como el caso de Bárbara Llanes para hacer cosas diferentes, para hacer fusiones diferentes.

Periodista, me preguntabas por la gira después de esta noche de buena trova. Bueno, no sin antes ir al Santuario del Cobre, iremos a Bayamo, después vamos a Manzanillo, íbamos a Holguín, pero en realidad será en Gibara, me da muchísima alegría ir a Gibara que está muy necesitada de arte y de espíritu y es un pueblo muy lindo también y nunca he ido a ese lugar. De Gibara vamos a Camaguey y luego a Cienfuegos, descansamos unos días en La Habana y el cierre de esta primera fase de la gira nacional lo haremos en la Basílica menor de San Francisco de Asís, porque salimos para Europa.

Vitier, usted nombró a Santiago de Cuba como el santuario de la música cubana, ¿por qué?

Así es, para mi Santiago es Santuario espiritual de toda la música de Cuba, es referente de los estudiosos de la Isla y del mundo, todos venimos aquí a beber de los aportes de la música popular y tradicional que nació en esta región y digo que siempre venimos aquí no solamente a brindar lo mejor, lo que seamos capaces de hacer, pero, también a recibir lo que Santiago mucho nos da.

¿Cuánto se ha enriquecido su obra musical mostrada a los santiagueros en estas noches de inigualables conciertos?

Todo es novedoso. Hemos hecho varios estrenos que aparecen en el disco Pulso de vida, por ejemplo ese que nombramos Partir de un tema secreto, en el que intervenimos varios amigos y yo, sin contar que hay una obra incógnita que es una obra que sacamos del sobre, que no se sabe, yo mismo no sé que cosa es la obra, y de hecho viene siendo un estreno también, de hecho lo es, porque me la envió Silvio Rodríguez, es una obra de él y me dio mucho gusto.

Y no faltó la Casa de la Trova, como anunciamos, donde hicimos algunas cosas de Concierto y otras a las que siempre convocamos a algunos amigos. Es un poco informal, me incorporo como todos los años a los músicos populares que estén aquí en esta ciudad, como la Familia Valera Miranda.

Estos encuentros musicales, te reitero, empezaron informalmente con reuniones mías con Ángel Almenares, el padre de Alejandro, con los distintos grupos de aquí, con Eliades Ochoa, con muchos amigos de toda la vida y eso ha seguido, se ha vuelto una tradición y cada vez que yo vengo nos reunimos aquí, antes era un poco cerrado, ahora lo hacemos para el público que nos sigue.

¿En el Concierto presentó música cubana diversa? “Sí he hecho una pequeña muestra de mi humilde trabajo y rindo homenaje a los maestros, a los grandes, como fueron Ernesto Lecuona, Sindo Garay, por eso el final lo hicimos con Perla marina de Sindo Garay y Son de la Loma, de Miguel Matamoros.

¿Qué proyectos inmediatos tiene José María Vitier?

“Estoy escribiendo mucha música, canciones, estoy preparando una gira breve a Europa en el mes de junio, donde espero hacer el lanzamiento de mi último disco titulado Pulso de vida, que ya finalmente se fabricó y ya sale en España y se presentará en el Cubadisco próximamente, ahí se incluye en trabajo realizado con Bárbara Llanes. Después iremos a México, como todos los años, digo, si se resuelve la emergencia médica tremenda que hay, espero que sí, porque es en el segundo semestre y haremos un trabajo muy diferente, y nada, tocando lo más que puedo, ese es mi plan por el momento.

¿En qué lugar tiene usted a Santiago de Cuba?

Yo vine aquí cuando apenas era un adolescente, venía con una mochila y una guitarra, ¨-yo tocaba un poco de guitarra por ese tiempo, y ciento y pico de pesos, pero con ese dinero en esa época uno se hospedaba en el hotel Casa Granda y se comía con cinco pesos, y ahí próximo a la trova tuve la suerte de conocer a los grandes de la trova, a Emiliano Blez, Ramón Márquez, Los Castillo, a Daniel y Augusto Castillo, conocimos a Pucho El Pollero, a Angel Almenares padre y al hijo, Alejandro, a Eliades Ochoa que era flaquito y así empezamos a conocer a la trova santiaguera y aquí tuve una escuela de música, yo estaba en el Conservatorio Amadeo Roldán, aprendiendo piano pero no composición, yo me entusiasmé con la composición en Santiago. Y seguí viniendo durante la década del setenta ya casado, vine a hacer un documental sobre la trova, y después vine con el grupo Síntesis una vez, en los años 78 o 79 y otras muchas veces vine por mi cuenta, a veces a celebrar mi aniversario de bodas aquí, en fin, por distintos motivos o sencillamente para venir a El Cobre, o en alguna gira, es decir que siempre hemos estado viniendo a Santiago incesantemente desde el siglo pasado.

Al preguntarle acerca del estado de salud de sus padres, Cintio y Fina, expresó. Mi padre, bueno está luchando con la edad y los achaques y Fina, mi mamá, bastante bien por suerte, recuperándose”.

Maestro, una última pregunta: ¿A quién dedicó estos conciertos? Rápido y contento dijo: “A Santiago, a ustedes y a su público, que aplaudió hasta el delirio, nuestro mayor premio”.

Con la soprano Bárbara Llanes conversamos al finalizar su presentación y gratamente impresionada, dijo: “Todo fue tan lindo. El público de Santiago es maravillo, no esperaba tanta emoción. Nosotros hemos estado otras veces aquí y siempre nos han recibido muy bien. Pero a veces a uno se le olvida que la gente es tan linda, después te vas para La habana y dejas de tener esas emociones.

¿Esa fusión tuya con la obra de Vitier y la percusión cómo surge? Hace años que nosotros trabajamos esta vertiente. Por ejemplo, la misa cubana a la Caridad del Cobre, tiene percusión cubana , tiene más o menos el mismo formato, exceptuando los tambores batá, pero después se incorporaron los tambores batá por que él escribió esta aria, un rezo a la Virgen de la Caridad de El Cobre que después se incorporó como un ancor, es decir, un fondeo y resultó que siempre concluimos nuestras presentaciones con esta canción a la Caridad del Cobre y que titula Oración por Cuba, que como dijo el maestro José María Vitier es como un Ave María por Cuba..

¿Y para ti como soprano expresarte en esa lengua yoruba? Para mi es maravilloso, yo soy cubana. O sea nosotros somos cubanos y lo llevamos adentro, pero es que además yo soy hija de congueros, yo soy de Bejucal, yo nací allí y no sé si ustedes han oído las charangas de Bejucal, bueno, pues en Bejucal todo el mundo baila muy bien y todo el mundo los tambores los tiene adentro. Pero cuando canto Perla marina, ay mi madre, yo pienso que la trova tradicional cubana es la música más linda que existe en el mundo, o sea, desde Monteverdi, Bach, Bethoven, fíjate con qué la comparo, con alta música de concierto. Para mi las canciones de la trova tradicional son algo muy especial, desde el punto de vista musical y emocional, son hermosísimas, están muy bien escritas y además de eso, tocan muy profundamente al corazón.

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