jueves, mayo 07, 2009

Música brava para que los pueblos canten

Centenario de Juan Antonio Corretjer (1908-2008)
Jorge H. Medina • La Habana

“Yo amo la voz que, en el aire,
es uña en triunfante cuerda.
Amo la hoz en la mano.
Amo la azada en la tierra.

Tierra que, en el corazón,
haces república tierna:
mi alma está en aire de trova
sobre tu carne morena.”
Cantar del aire y de la tierra
Amor de Puerto Rico, 1937


Apasionado como lo era de la música y de las artes en general, Don Juan Antonio Corretjer tenía un conocimiento claro del papel que jugaba la música en la poesía. En abril del año 1981 durante su comparecencia al Place des Poétes en Québec, Canadá, durante una sesión de preguntas y respuestas, un periodista argentino le pidió su opinión sobre las posibilidades de una épica latinoamericana. Don Juan le contesta: “La épica latinoamericana empieza a hablar por boca de las guitarras”. 1


Conversando con el profesor José Torres, a quien cariñosamente le llamamos Cheo, discípulo de Don Juan Antonio Corretjer, me aseguraba la pasión del poeta por la música. Sus conocimientos de la música y los músicos, en general, tanto clásica como popular, eran vastísimos. Recordemos que su compañera Consuelo Lee era pianista y ofrecía clases del instrumento a estudiantes en su casa, por lo que la residencia de los Corretjer era un lugar pletórico de acordes donde se discutían temas musicales de manera cotidiana. Disertaba con autoridad en torno a múltiples asuntos relacionados al pentagrama. Ahí están como ejemplo sus reseñas periodísticas en El Mundo y El Imparcial en torno temas y espectáculos musicales variados. 2 Nuestra fuente quedó impresionada en una ocasión al escuchar a Don Juan conversar con profundidad sobre música popular Gallega con unos amigos que le visitaban. También llamaba la atención la presencia en su discoteca personal de figuras de la canción popular iberoamericana, y en particular una buena cantidad de vinilos del trovador argentino Atahualpa Yupanqui que, según nos dice Cheo, era uno de sus preferidos. Agradable coincidencia en este 2008 celebrarles a ambos, a Don Ata y a Don Juan, sus respectivos Centenarios.

No faltaban en su casa, por igual, los conversatorios sobre temas más contemporáneos. Nos cuenta el cantautor Américo Boschetti que a raíz de la muerte del cantautor inglés y fundador de la legendaria banda inglesa de los Beatles, John Lennon, en diciembre de 1980, él se lo presentó musicalmente. A Don Juan le interesó la figura de Lennon por la trayectoria pacifista y lo importante de su influencia en el movimiento antimilitar en EE. UU. Continúa narrando Américo que cuando se reunían, en ocasiones, le pedía que le tocara alguna canción de Lennon. Y según fue conociéndolas (Angela, Woman is the Nigger of the World, Imagine, Give Peace a Chance) y otras tantas que le interpretó, aquel peludo revoltoso se incorporó en la mente de Don Juan como un verdadero luchador solidario con las causas justas del mundo. Entonces Américo le comentó que pensaba había sido víctima de la CIA-FBI, y Don Juan estuvo de acuerdo.

Corretjer conocía muy bien el emergente movimiento de la nueva cnción popular iberoamericana y sus figuras estelares. Conoció e hizo amistad con dos integrantes del movimiento de la Nova Canço Catalana; Luis Llach y Joan Manuel Serrat. Con ellos platicó ampliamente, en catalán, sobre la historia y proyecciones del movimiento catalán y español de la nueva canción. Existe una foto curiosa de Don Juan tocando una guitarra. Nos dice Américo Boschetti que Don Juan le contó que esa guitarra era muy especial para él pues se la había regalado el cantautor catalán Luis Llach a su llegada a Puerto Rico procedente de Cuba y que la misma había sido tocada por el propio Ernesto Che Guevara, El Guerrillero Heroico. También hizo amistad con el cantautor uruguayo Daniel Viglietti quien le entrevistó para su espacio radial Tímpano. Con estos y otros jóvenes músicos cantautores puertorriqueños e iberoamericanos que le visitaban continuamente tuvo la oportunidad de familiarizarse con el naciente movimiento de la nueva canción iberoamericana, con sus principios y fundamentos y pudo advertir que se trataba de un novedoso y extraordinario instrumento que también servía para impulsar la poesía hacia nuevos públicos.

En el año 1976 Juan Antonio Corretjer publica un cuaderno al que dio por título “Para que los pueblos canten”. 3 Allí establece la relación entre la poesía y la música y hace un recuento del tratamiento que al respecto se había logrado con su obra poética, hasta ese momento. Nos dice: “La poesía es música (la música sobre todo es el lema bien conocido de Paul Verlaine) y esta definición, si bien está más cerca del mismo Verlaine que de su tocayo Paul Eluard, también si está más cerca de Luis Palés Matos que de Vicente Huidobro, es cierta también con respecto a Huidobro y a Eluard. Pero aquí la poesía como música va más lejos en su ascendente camino hacia la escala cromática cuando de la página escrita al hilo de la emoción la transmite del ojo hasta el oído del lector. Esa rampa de suave ascensión es la poesía recitada. Me llena de alegre agradecimiento reconocer ahora cómo la música de mi poesía sigue naturalmente este bello y conmovedor camino placentero.”

Más adelante, en el mismo cuaderno, Don Juan hace un recuento de los orígenes, antecedentes, referencias y circunstancias de las primeras iniciativas que realizaron los artistas del patio para llevar su poesía al pentagrama y difundirla de manera innovadora a un público más amplio. “La musicalización de mi poesía la inició el compositor Héctor Campos Parsi en la segunda mitad de la década de los 50, al poner música a dos sonetos de mi libro Tierra Nativa. La soprano portuguesa María Justina de Aldrey las cantó por vez primera en el Ateneo; y muy pronto, María Esther Robles, quien además, los grabó para el Instituto de Cultura Puertorriqueña, en la colección Canción de Arte, con el título de 'Tres Poemas de Corretjer', en 1962”. 4 En esta grabación se recogen tres composiciones del poeta cialeño: “Ese rumor del Balbas”, del libro Los primeros años de 1950, y los poemas “En la luz" y "Soneto insomne”, ambos de Tierra Nativa, de 1951. Aunque estos poemas no son de carácter popular Campos Parsi los elabora con formas de la música popular puertorriqueña: el mapeyé, la danza y el seis.

A esas primeras incursiones musicales en la poesía de Corretjer le sigue un proyecto del Grupo Instarte (Taller Folclórico Puertorriqueño), dirigido por la actriz Brunilda García y el actor Joaquín Collazo. En el 1971 Instarte presenta su versión de canto y recitación del poema “Distancias” en el Ateneo Puertorriqueño que tuvo una buena aceptación por parte del público e interpretación, que según nos cuenta el propio poeta, emocionó a Consuelo Lee, su compañera amantísima. También seleccionan y musicalizan el disparate trovado “Ahora me estoy riendo” y “Andando de noche sola”, del poemario Yerba Bruja, que llevan a las plazas públicas y centros culturales del país. En el año 1974 publican el LP Instarte, Vol II, donde incluyen estas dos interpretaciones.


Siempre que entramos en terrenos de quien fue primero o quien fue el que contribuyó más, abrimos la puerta a la polémica y la posibilidad de la información imprecisa, a veces injusta. Don Juan Antonio era muy consciente de esto y siempre que podía, por un elemental sentido de justicia y personal gratitud, se prestaba a aclarar un dato que resultaba además curioso para él. “El primero en poner música a mi canción de protesta no fue un músico de oficio, sino un perito de Derecho Internacional: Michel Godreau. A pedido que le hiciera Carmen Vázquez Arce para una función universitaria, Godreau hizo la música de Desahogo. La música es muy hermosa”. Era la respuesta del poeta a una introducción de una entrevista que la escritora Olga Nolla hacía para el periódico El Nuevo Día, en febrero del año 1976. 5 Nolla adjudicaba la actividad primigenia a los grupos Instarte, al grupo universitario de Teatro de Guerrilla y a la agrupación Haciendo Punto que presentaban “en vivo” versiones musicalizadas de sus poemas en localidades como el Ateneo Puertorriqueño, el café-teatro La Tea y el Teatro Sylvia Rexach. También por ese año del 76, el grupo de teatro La Rueda Roja presentaba la obra La Pulga donde se destacaba la voz de Nena Rivera en una hermosa interpretación de “Canción de Cuna”, poema de Don Juan originalmente escrito en la cárcel de La Princesa en el año 1936. En enero del 1976 José Nogueras y Silverio Pérez presentan en el Café Teatro La Tea de la Calle Sol en el Viejo San Juan el concierto “Canciones de Cuba y Puerto Rico de ayer y hoy” donde José interpreta una musicalización suya del poema “El sabio”, de Don Juan Antonio.

Con la versión musicalizada del poema “En la vida todo es ir” publicada en el año 1975 en el LP Profecías de Urayoán (Disco Libre - DL017) , el cantautor puertorriqueño Roy Brown inicia uno de los proyectos más coherentes y consistentes alrededor de la obra de un poeta nacional. A esta producción le sigue Distancias, que contiene el éxito de “Oubao Moin” (Disco Libre - DL018), grabada entre abril y junio del 1976, dedicada completamente a la obra del poeta. En total, siete poemas musicalizados, entre ellos “En la vida todo es ir” y “Distancias”. Allí colaboraron con Roy dos destacados músicos, José González y Miguel Cubano, que contribuyeron poniéndole música a tres de los poemas allí incluidos. Con “Boricua en la luna”, versión grabada en el año 1988 e “Inabón Yunes” grabada en el 1989 Roy Brown cierra un ciclo de uno de los proyectos de musicalización de poesías más completos y de la más alta calidad que se haya realizado en Puerto Rico. El músico y productor ponceño Frank Ferrer hace lo propio con dos poemas de Corretjer para su LP Yerbabruja (Guanín 004) del año 1976 donde le pone el sabor de la bomba puertorriqueña y los ritmos del Caribe africano. Un año antes, en octubre de 1975, Frank Ferrer lleva la voz del poeta al vinilo, produciendo la grabación de su poemario Pausa para el amor, (Taíno TLD-0002).

“Entonces vino la explosión”. Eso lo destaca el propio Corretjer en una entrevista concedida al cantautor uruguayo Daniel Viglietti al expresarse emocionado sobre el triunfo mediático obtenido por la versión de “Ensillando mi caballo” por el grupo Haciendo Punto en el año 1976, con Silverio Pérez y Tony Croatto en la cabecera.6

En esta misma entrevista, realizada por Viglietti durante su primera visita a Puerto Rico en el año 1976, para su programa radial Tímpano, posteriormente transmitido en el 1977 para la radio uruguaya, Don Juan habla de su sentir con relación a la musicalización de sus poemas: “Para mí ha sido una gran experiencia, y muy gratificadora, porque si el poeta no tiene comunicación con su pueblo, pues está trunco. No se escribe para uno leerse a sí mismo ni para mirarse en espejo mientras uno lee. Toda poesía, toda arte, toda canción es un dialogo que se establece entre el escritor, el cantor, el compositor, el artista, en fin, con su pueblo y a través de su pueblo con la humanidad. Si eso no se logra y queda uno reducido a un dintel de biblioteca, verdaderamente lo que uno esta haciendo es literatura muerta a dos mil años de distancia de la Grecia clásica.” 7

Corretjer era consciente de que con música el poema se podía difundir mucho más, que llegaba más a la gente y se sentía satisfecho con esa experiencia. Sentía que la canción podía no solo difundir más un poema, sino que de algún modo también contribuía con algo nuevo dentro del poema, que aportaba algo más. “Toda poesía es música pero lo que hay de música en la poesía, propiamente dicho, es una música muda. Entonces el compositor, el músico la coge y le extrae toda su esencia musical, le pone alas a esa música y la hace volar hacia el pueblo.”8

En todos los casos de estas experiencias los cantautores y artistas tomaron poemas ya preexistentes y le pusieron música. De esta manera se unían a una importante corriente dentro de la música popular que estaba aconteciendo a nivel mundial. “La poesía, la música, todo arte es un producto de la historia. Yo creo que la intensificación de la lucha por la independencia de Puerto Rico ha sido el verdadero motor que ha logrado este reavivamiento de la canción puertorriqueña, esta nueva orientación. De la misma manera que el triunfo de la Revolución Cubana ha ejercido su influencia en ese mismo tipo en toda la América Latina y que la resurrección, propiamente dicha, de los movimientos nacionalistas y socialistas en Cataluña, el País Vasco, un poco Galicia, la Bretaña Francesa, es muy importante también. Esto ha hecho una conjunción de los países coloniales, culturalmente más homogéneos, y más insertados, y como parte de la llamada cultura occidental que al fin y al cabo no es más que la cultura de la propiedad privada. Esto ha logrado que Puerto Rico inserte su canción. Por primera vez la canción puertorriqueña se inserta en un ciclo vital de la música popular a escala mundial. Eso no había ocurrido antes”.9

En otra entrevista a Don Juan que le hace el poeta puertorriqueño Joserramón Che Meléndez en el año 1981 le dice lo siguiente: “Hay una nueva epopeya americana que está empezando a formarse en la boca de las guitarras”. Don Juan, consciente de que parte de la producción de la llamada nueva canción corresponde a motivos folclóricos y amorosos, advierte sobre un potencial desvío de esta. “Pero te seré franco. Ocurre un desbrío evidente. El folclore y el amor son siempre elementos participantes en la canción luchadora, al igual que en la poesía. Pero cuando después del desarrollo de la nueva canción, que es nueva porque pelea, la desvinculación hacia el folclore y la canción amorosa, es un desvío muy peligroso, porque tiende a mercantilizar la canción. Y como no es la canción la que cobra, en la medida en que el cultor gana, la canción pierde.10

Es el año 1983 y el Che Meléndez le hace una segunda entrevista a Don Juan como parte de un proyecto fílmico en preparación y solicitada por el cineasta Pucho Segarra. Le pregunta que si esa difusión musical de la última década había opacado o había ayudado al conocimiento del resto de su obra poética. El vate cialeño responde: “Yo creo que la ha ayudado. Inclusive, particularizando, lo que se ha musicalizado es mi obra folclórica. Mi poesía lírica amorosa, que hay mucha en mi poesía, ha sido pasada por alto. Y todo el cuerpo completo de mi poesía ha sido pasado por alto en la musicalización excepto a principio. Pero el hecho de que la poesía folclórica se haya difundido tanto, no hay duda de que haya llamado la atención sobre el resto de la obra poética, mi poesía de protesta… El haber estado en boca de los cantores, en las plazas públicas, pues para mí significa que haya llamado la atención al resto de mi obra”.11 Le pregunta el Che Meléndez sobre el significado que tuvo el bolero u otra tradición musical popular en su formación a lo que Juan Antonio responde: “El músico que hay en mí —déjame ser justo, la frase es de Campos Parsi—, ¿de dónde crees que viene? De los y las decimistas del cafetal. Cuando me reencontré con ellos en Lloréns, en María Cadilla de Martínez, ¡gracias viejos queridos, gracias!, aquello fue como una resurrección.”12 Como ha señalado el propio Corretjer la mayor parte de su obra musicalizada corresponde a su poesía folclórica donde están presentes las formas musicales características como la décima y el aguinaldo interpretadas por cantantes y agrupaciones del naciente movimiento de la nueva canción puertorriqueña. Pero en septiembre de 1984, y en lo que será el último recital que en vida ofrece Juan Antonio Corretjer, al que se une el también poeta cialeño Edwin Reyes, los trovadores de la montaña dicen presente. Es la Orquesta Criolla Nacional Mapeye que musicaliza e interpreta en diferentes formas de seises, cadena y aguinaldo los poemas del vate cialeño. Es el propio Juan Antonio que bautiza al Grupo Mapeye como Orquesta Criolla Nacional (“A la orquesta criolla la llama el pueblo música brava...” Alabanza a la Torre de Ciales). En el 2006 un colectivo de trovadores capitaneados por Arturito Santiago le rinden homenaje con una producción titulada Yo, Juan Antonio Corretjer Montes en décimas… serie Trova 2006.

Han sido muchos los músicos y artistas que han contribuido a que la obra del poeta nacional se encuentre definitivamente adherida al conciente colectivo de su amado pueblo. A los mencionados hay que añadir los aportes de otros músicos, cantautores, artistas y agrupaciones como Mario César Ríos, María Gisela Rosado, Américo Boschetti, Gary Nuñez, Carmen Nydia Velázquez, Lucecita Benítez, Andrés Jiménez, Irving García, David Santiago, Danny Rivera, Leonardo Rodríguez, Grupo Ráfaga, Grupo Trapiche y el grupo Paseo Taíno de Antonio Blasini. Otros han cantado en su memoria o en la de su compañera Consuelo como el cantautor Américo Boschetti con “Juan Pitirre”, o el trovador Arturito Santiago junto al Taller Campesino de Edwin Colón Zayas interpretando “Oda a Don Juan Antonio”, y la cantautora Zoraida Santiago con la hermosa canción “Consuelo” publicada en su CD Canción sublevada del año 1994. A nivel internacional su obra ha tomado vuelo en las voces del grupo argentino-mexicano Sanampay, en el CD En esta hora del año 1997, editado por Discos Pueblo, México, donde interpretan "Ahora me despido", con música de Roy Brown; y en la del cantautor catalán Joan Manuel Serrat, "Canciones" del año 2000, que ha demostrado, con su versión en flamenco de "En la vida todo es ir", la universalidad indiscutible de la poesía corretjeriana. El puertorriqueño Cheo Feliciano ha hecho su aportación dando a conocer la obra de Corretjer en el mundo de la rítmica afroboricua con una versión del poema “Desahogo” y otra de “Lamento guajiro” que llevan la música del cantautor puertorriqueño José Nogueras. Ambas versiones fueron grabadas para la producción Estampas del año 1979. Nuestra voz nacional, Luz Esther Benítez (Lucecita), ha registrado una estremecedora interpretación de "Oubao Moin" para su producción "Traigo un pueblo en mi voz , grabada en vivo en el Centro de Bellas Artes de Santurce en el año 1987, cargada de una energía, emoción y sentimiento únicos, una de esas interpretaciones que no solo arrancan aplausos y ovaciones entre el público oyente, sino que queda en la memoria colectiva y moviliza, cada vez que se le escucha, a la acción y al compromiso con el ideario corretjeriano.

Los músicos puertorriqueños de hoy se dan a la tarea de no permitir el desarraigo, con el consecuente olvido de la obra de Corretjer. Leonardo Rodríguez, cantautor, ha grabado una hermosa realización del poema “El diablo y yo” publicado en el CD Entre sillas del año 2006 de la Agrupación Somos Tres. El experimentado guitarrista, arreglista y músico Juan Carlos Kacho Montalvo ha musicalizado el poema “Canción de Despedida” que hemos escuchado en la privilegiada voz de Chabela Rodríguez que se empeña en darles diferentes y vigorosos giros armónicos a las interpretación de esta y otras canciones como “Ayuburí”, versiones presentadas en vivo al público durante el histórico Concierto-Homenaje que se le ofreciera al poeta en conmemoración de su Centenario el 1ro. de marzo de 2008 en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico. Es el compromiso patriótico que afirman nuestras jóvenes generaciones de cantautores, cantantes, músicos y agrupaciones de hoy. Fiel a la Vega, Así Somos, Sol de Menta, Grupo Nudo, Grupo Rebeldía, y muchos otros en este relevo de resistencia y Patria que no acaba. A todos ellos y a los que se les unirán durante la jornada centenaria, las palabras de gratitud del poeta Juan Antonio Corretjer tal como las dejó escritas en su cuaderno Para que los pueblos canten:

“En modesta prueba de agradecimiento incluyo en esta edición retratos de estas agrupaciones de jóvenes músicos y cantantes que tan generosamente han acogido mis poemas. No puedo sino pensar en ellos al llevar a la prensa este libro. Ellos han llevado mi poesía adonde nació: el corazón de Puerto Rico”.

Notas

1 1era. entrevista a JAC 1981, Joserramón Meléndez, Extraordinaria, Año 3, No. 2, p. 7, 1983
2 Poesía & Revolución, Tomo 1, p.330-350, Río Piedras, 1981
3 Para que los pueblos canten, p. 55-56, Guaynabo, 1976
4 Ibid
5 El Nuevo Día, 14 de febrero de 1976
6 Daniel Viglietti ,Tímpano, 1977, Archivo Colección Jorge H. Medina
7 Ibid
8 Ibid
9 Ibid
10 1era. entrevista a JAC 1981, Joserramón Meléndez, Extraordinaria, Año 3, No. 2, p. 7, 1983
11 2da. entrevista a JAC 1883, Joserramón Meléndez, Extraordinaria, Año 3, No. 2, p. 7, 1983
12 Ibid
13 Para que los pueblos canten, p. 56, Guaynabo, 1976

No hay comentarios.: