martes, enero 06, 2009

Pedro Guerra "La música no está en crisis"

mTras cuatro años de retiro, el cantautor canario regresó al panorama musical hace un año con el álbum `vidas´. Ahora se encuentra en plena promoción de `vidas en vivo´, un CD y DVD que recoge sus trece años de carrera.


TEXTO: ELISA JIMENO. FOTOS: OSKAR MONTERO

A hora que tanto se habla de crisis mundial, Pedro Guerra destaca que en la industria discográfica ya lleva presente unos años. Esto implica muchos recortes en los presupuestos destinados a actividades culturales, problema que afecta de manera muy directa al trabajo de los músicos y otros artistas. "La música no está en crisis, los creadores no están en crisis, pero la industria sí, así que tenemos muy pocas posibilidades de realizar proyectos interesantes con el público", señala este creador, que acaba de regresar al panorama musical después de casi cuatro años de retiro.
Este disco aparece después de muchos meses desaparecido del mundo de la música. ¿Qué ha estado haciendo durante este tiempo?
Cuando hice el disco Bolsillos con su correspondiente gira, que fue en torno a 2005, llevaba diez años de una intensidad brutal para mí, y me encontraba un poco agotado y necesitado de un tiempo de retiro. Este ha sido un retiro consciente, en el que he tenido muy poco contacto con la música.No he hecho ningún concierto, no he compuesto ninguna canción, ni he hecho apariciones mediáticas... Me dediqué a mi familia básicamente, a estar en casa con ellos. No quería oír hablar de viajar, ni nada de eso. Durante dos años estuve en esa burbuja y después empecé a componer las canciones del disco nuevo.
¿Ha sido muy exigente con su nuevo trabajo?
De alguna forma iba a ser un disco que apareciese después de un tiempo de retiro, así que me lo tomé con mucha exigencia, con mucha calma. No me planteé hacer algo de un día para otro, sino que empecé a componer y, cuando sentí que tenía material, saqué el disco. Este retiro me ha servido para despejar la cabeza, y para afrontar un disco con otra mirada.
En sus discos siempre ha contado con muchas colaboraciones, ¿si tuviera que destacar alguna?
Admiro a todas las personas con las que he trabajado, pero si tengo que elegir a una con la que he cantado y que ha significado mucho, voy a elegir a alguien de fuera de España, para que mis amigos no se enfaden, y es Cesárea Évora, con quien tuve el inmenso honor de trabajar en una ocasión. Canté con ella una canción que hicimos Luis Pastor y yo, y para mí, cantar con ella es como cantar con alguien que considero una institución dentro de la música. Además, creo que al elegirla ninguna persona se sentirá mal, porque es una mujer muy querida y admirada por cualquiera en el mundo de la música.
¿En su carrera se puede decir que hubo un antes y un después de Contamíname?
Hay un antes y un después en mi carrera cuando decido irme a vivir a Madrid. Empecé a cantar en Madrid en el local Libertad 8. Y es precisamente en aquella época cuando compuse Contamíname, que marcó un momento muy importante en mi carrera, mucho más que mi primer disco. De hecho, la mezcla de lo que sucede en el Libertad 8 más esta canción es lo que me convirtió en un artista del que se empezó a hablar, y entonces mi nombre empezó a surgir en medios de comunicación... El año 1994 fue el disparo de salida.
En varias ocasiones ha compuesto para otros cantantes. ¿Es raro para usted escuchar una canción suya con la voz de otro músico?
Excepto en un par de ocasiones, nunca compuse una canción por encargo, siempre lo he hecho pensando en que quien la iba a cantar iba a ser yo. Me convertí en un compositor para otros casi por casualidad. En la inmensa mayoría de los casos, un artista sintió una identificación con un tema mío y lo quiso cantar. A mí me parece muy bien, y siempre pienso que cuando alguien va a cantar una canción lo lógico es que lo haga a su manera; si lo hiciera a la mía no tendría ningún sentido.
Como curiosidad, y teniendo en cuenta que es canario, se ha atrevido a cantar en euskera.
Dos veces. La primera vez canté con Oskorri. Fue en un aniversario, en el que grabaron un disco en el polideportivo de Getxo. Participamos muchos artistas, Ruper Ordorika, Mikel Laboa, Albert Pla, Antón Reixa, Fermín Muguruza... Y ahora he vuelto a participar con un disco de Kepa Junkera, en el que también han participado muchos artistas.
¿Fue difícil?
No me ha resultado difícil ninguna de las dos veces, más allá de que canto en euskera y no tengo ni idea de lo que estoy diciendo. No puedo establecer una relación directa con lo que estoy cantando porque no hay ningún paralelismo, pero los canarios tenemos una pronunciación distinta, y eso me facilitó cantar en euskera. Yo me limito a leer lo que veo y aprendiendo un par de cosas de pronunciación, el resultado es más o menos correcto. Esta última vez fui al estudio de grabación con Kepa y no me corrigieron muchas cosas.
A la hora de trabajar, ¿lleva siempre encima la guitarra, un boli y un papel?
La guitarra cada vez la llevo menos, porque cuando trabajamos en gira tenemos unas guitarras que van con el equipo.No llevo mi guitarra encima. Lo sí que hago normalmente es llevar un bolígrafo y una libreta. Entonces recopilo ideas que luego, cuando tengo tiempo, es a lo primero que recurro. Veo las ideas y las voy desarrollando. Esa es la manera de trabajar desde que hago giras, desde hace 12 años. ¿Y el proceso de crear una canción? Parto de una idea que surge de algún fragmento que he escrito, y después voy desarrollando la música y la letra a la vez.
¿Dónde busca la inspiración?
En la lectura, en la prensa y también en cosas que tienen que ver con la vida cotidiana, con los sentimientos, con las emociones.
Usted es de Tenerife y la gente de las islas siempre dice que vivir en ellas es diferente. ¿Fue difícil dejarlas?
Estar en una isla te marca mucho. En Tenerife el mar siempre está muy presente y es un lugar pequeño, así que fue un gran cambio pasar a una ciudad tan grande como Madrid, y sobre todo, la ausencia del mar. Yo vivía en La Laguna, una ciudad pequeña donde todo el mundo se conoce y en Madrid, en un primer momento, fue complicado porque la gente en la gran ciudad es muy diferente, el trato es más hostil. Después te empiezas a mover y la ciudad te acaba acogiendo, pero en un primer momento no.
Tiene dos hijos, ¿a ellos también les gusta la música?
La mayor tiene 14 años y le gusta mucho, pero en este momento no tenemos demasiado en común musicalmente hablando. Escucha lo mismo que escuchan masivamente los chavales de 14 años. De pronto les gusta el rap, el hip hop... Sí que a veces tenemos algún punto en común, por ejemplo le gusta Pereza, y ahí me puedo acercar un poco.
¿Y con el pequeño?
El pequeño tiene dos años y creo que a él le encanta la música. Por lo menos, cuando la oye quiere bailar,moverse. Ahora está empezando a cantar, memoriza las canciones que escucha tanto en la guardería como en casa, y empieza a hacer sus primeros pinitos cantando alguna canción.
¿Cómo ve que evoluciona el panorama musical?
Yo creo que más que evolucionar lo que está haciendo es involucionar. Ahora se habla de crisis global, pero la crisis en la industria discográfica empezó hace años. Se está empezando a hablar de que el 2009 va a ser un año duro para los músicos, porque ante la crisis los ayuntamientos recortan el dinero destinado a la Cultura, y los particulares recortan el dinero destinado al ocio. Este año ya se ha empezado a notar.
¿Y cómo repercute en los músicos?
La música no está en crisis, los creadores no están en crisis, pero la industria sí, así que tenemos muy pocas posibilidades de poner proyectos interesantes con el público. Yo creo que se sigue haciendo muy buena música, pero las vías para promocionarla están en un momento malo.
Durante muchos años participó en la Fundación Contamíname, ¿por qué lo dejó?
Surgió en 1999, cuando estaba en la gira del disco Raíz, que quizá fue el momento más álgido, de más popularidad. Entonces empecé a pensar en la idea de involucrarme en cosas que no fueran ligadas a mi carrera musical y surgió la idea de la Fundación Contamíname. Yo tenía ganas de hacer cosas, pero no con la intención de ganar dinero, no quería crear una empresa. Ayudé a crear la fundación no sólo a nivel de trabajo, sino también económicamente, pero mi meta era retirarme en el momento en que se autogestionara y en 2005 vi que ya no me necesitaba. Y así ha sido, camina por su propio pie, y yo estoy menos involucrado.

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