viernes, enero 23, 2009

Fidel Castro recibió con una sorpresa a la Presidenta


y en la cnn ya hablaban de que fidel estaba muerto! cdlr! no tienen idea de las cosas que pasan en la realidad!

La visita a Cuba

El convaleciente líder le dijo que estaba "esperanzado" con Obama
ueves 22 de enero de 200

FOTO
Raúl Castro y Cristina Kirchner se suben al coche que, según se sabría horas después, los llevó a ver a Fidel Foto: AP
Mariana Verón
Enviada especial



LA HABANA.? Después de un impresionante operativo cargado de misterio, Cristina Kirchner se llevó de aquí el trofeo simbólico que había venido a buscar en una visita a la que le dedicó cuatro días: una reunión de 30 minutos con Fidel Castro en momentos en que el emblema del poder cubano llevaba más de un mes sin aparecer en público.
La Presidenta fue la única argentina en ver al viejo líder de la revolución. Eran las 13 cuando la Presidenta desapareció sorpresivamente. En la residencia de la embajada argentina la esperaban ministros, funcionarios, legisladores y todo el equipo de fotógrafos y camarógrafos oficiales. Había pasado una hora y seguía sin volver. Nadie sabía el paradero de la jefa del Estado. El Tango 01 estaba con sus motores en marcha esperándola para partir a Caracas.
En alguna casona en las cercanías del barrio de Miramar, Cristina Kirchner se había encontrado con Fidel. Hablaron de Barack Obama y de las "esperanzas" que el líder de la revolución deposita en el nuevo presidente del país más odiado en la isla. La propia Cristina dio la noticia horas después. "Perdón por la demora, pero estuve reunida con Fidel", dijo apenas pisó la residencia argentina. Estallaron los gritos dentro de la gran casa donde esperaban los residentes argentinos en Cuba. A alguien casi le da un infarto. Era Alberto Granados, el argentino amigo de Ernesto "Che" Guevara que recorrió junto con el ícono mundial de la rebeldía los países de América latina. De frágil salud, Granados esperaba a Cristina sentado, con sus manos apoyadas en un viejo bastón.
"El cree sinceramente en lo que está diciendo, ojalá que lo pueda hacer o que lo dejen hacer", relató la Presidenta sobre las palabras de Fidel hacia Obama. Escuchaban atentos, a su lado, el presidente Raúl Castro y el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, los únicos que acompañaron a la Presidenta a la reunión.
Aunque la información del gobierno argentino fue escasa durante toda la vista presidencial a esta isla, ayer las fuentes se abrieron al unísono para relatar la conversación privada. Había euforia en la comitiva argentina. Cristina les contó que el legendario líder revolucionario la había felicitado por su discurso de anteanoche, en la Universidad de La Habana, en el que la jefa del Estado había elogiado las primeras palabras del presidente de los Estados Unidos. Cristina Kirchner se mostraba desbordada de satisfacción. Verborrágica, contó que Fidel le había dicho que coincidía con todas sus palabras. Incluso, detalló que estaba vestido con un jogging, el atuendo que se convirtió en costumbre para Fidel desde que dejó el poder.
La conversación de la Presidenta sirvió para los norteamericanos quizá mucho más que para los argentinos. De allí salieron las primeras reflexiones públicas de Castro sobre Obama.
El gobierno argentino había guardado en secreto la carta que anteanoche le había escrito el legendario líder a la Presidenta después de haber visto dos de sus discursos por televisión.
Los argentinos ni siquiera pudieron tomar la foto de la Presidenta y Fidel Castro. Víctor Buggé, el histórico fotógrafo presidencial, se lamentaba. Había retratado a todos los presidentes, desde Raúl Alfonsín hasta Néstor Kirchner, con el revolucionario cubano. Esta vez, la fotografía quedó sólo para la cámara local, según dijeron en la comitiva argentina (aunque hasta la madrugada no se había difundido).
"Le agradecí que me recibiera; lo considero una distinción a todo el pueblo argentino", dijo Cristina Kirchner. Su custodio personal y su secretario privado fueron los únicos que la acompañaron, pero no entraron a la reunión.
Protocolo especial
El último día de la Presidenta aquí ya había empezado con sorpresas: apareció sin aviso el presidente Raúl Castro para acompañarla en una visita a la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), donde estudian 600 alumnos argentinos.
Carismático como su hermano, y ovacionado por los estudiantes, Raúl improvisó un discurso en plena calle, lejos de todo protocolo. Los guardias de seguridad corrían y se desesperaban. El presidente cubano se paró en el auto blindado que lo trasladaba y relató con tono pausado y buena dosis de humor anécdotas del "Che" Guevara. "Era bueno para todo, menos para la medicina", se río, después de contar que una vez lo ayudó a operar una gata, en México, a la que el revolucionario argentino le había cosido los intestinos.
"Hoy fue un día muy especial, y fue una forma muy especial también de terminar nuestra presencia aquí en Cuba", se despidió Cristina. Después partió, satisfecha, rumbo a Caracas.

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