sábado, abril 04, 2009

día del libro, actividades perú


INSTITUTO DEL LIBRO Y LA LECTURA,INLEC DEL PERÚ Y CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
(Telúrica de mayo, entre el 22 y 24 del “mes florido”, en Santiago de Chuco)

2 DE ABRIL
DÍA MUNDIAL DEL LIBRO INFANTIL
PLAN LECTOR PLIEGOS DE LECTURA

1. INFORME

ANDERSEN, PRÍNCIPE DE LOS CUENTISTAS PARA NIÑOS
Danilo Sánchez Lihón


1. Dinamarca se ilumina con fuegos artificiales

Hans Christian Ándersen es el más grande autor de cuentos para niños en la historia de la humanidad, quien vino al mundo en Odense, una pequeña isla de Dinamarca el 2 de abril del año 1805, hace 204 años, fecha que ahora se ha instituido en todo el mundo y en honor suyo como el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil.

Cuando nació su madre al verlo dio un grito de horror y susto, pues la apariencia de la criatura era feúcha, como de una ranita; desmadejada y deforme.

Cuando lo llevó a la adivina para que le predijera qué iba a ser de la vida de ese ser endeble y magro, la hechicera dio otro grito, más fuerte todavía por el asombro que le produjo.

¿Qué avizoró en su bola de cristal la alelada pitonisa? Contempló lo que nunca había visto en su oficio de vaticinar el porvenir de la gente que tenía en su delante.

– ¿Qué ocurre? –Preguntó la madre oprimida por la angustia y la ansiedad, pensando que la muerte era inminente y tocaría muy pronto a su puerta para llevarse a su hijo al cual, pese a ser deslucido, como todas las madres del mundo, se aferran.

– Hecho de ver que de aquí a 100, a 200 años, a 300 años toda Dinamarca se enciende de luces celebrando el nacimiento de este niño, –dijo estupefacta ella misma.

2. Escribe desde el dolor

A la madre esta revelación o advertencia le produjo un alarido mucho más fuerte que el de la adivina y no porque lo creyera. Aullido que fue seguido luego de un ataque de risa que no paró ni siquiera cuando llegó a su casa. E incluso siguió riéndose mucho tiempo después, porque creyó que la vidente se había vuelto loca.

Ahora, 204 años pasada esa fecha, en todas las ciudades del mundo el 2 de abril se realizan festejos por el nacimiento del autor de “El patito feo”, “La sirenita”, “El soldadito de plomo”, “La Reina de las Nieves”, “La princesa y el guisante” y 162 cuentos célebres más que se han engarzado como joyas en el alma de la gente.

En América latina es probable que esta fecha pase desapercibida, aunque Hans no solo se parezca, y lo sea auténticamente, un escritor más bien del Tercer mundo, que nos pertenece por su esencia.

Tanto por su actitud, su contenido y su mensaje, debido a que escribe desde el dolor, la marginalidad y hasta la humillación; y en contra del orgullo, del poder y la soberbia, posturas ahora tan incrustadas en la Europa altanera y necia, es un escritor que nos pertenece plenamente; porque escribe desde lo humano y sincero que siempre estarán de nuestra parte.

Allí está para muestra aquel cuento ejemplar, como es: “El traje nuevo del emperador”.

3. Mendigan un mendrugo de pan

Y es que la experiencia de la vida determinó su sensibilidad, su sabiduría y su grandeza. Así, su madre, en su infancia, fue pordiosera.

Mendigó como tantas niñas de nuestras ciudades, que suben a los ómnibus para decir, con voz quebrada, quejumbrosa y dolida aunque irrenunciablemente puras, diciendo más o menos la siguiente soflama, que la repiten cientos de veces y que reproduzco a tientas:

“Señores y señoras, damas y caballeros, no quiero molestarles en su lindo viaje. No quiero perturbar, nobles pasajeros que me escuchan, su agradable día; pero soy una niña de un hogar sin padre. Tengo a mi madre enferma y soy quien lleva un pan a la mesa de mi humilde hogar.

Ayúdame por favor, no me des la espalda, regálame una moneda de 10 céntimos que no te harán a ti ni pobre ni rico, pero que a mí y a mis hermanitos nos servirá para comer hoy día siquiera un pan ¡Y eso nos levantará la moral.

Y que Dios bendiga tu familia, tu trabajo y siempre tengas salud”.

Discursos así es lo que muchas niñas y niños suben a decir a los ómnibus en las grandes ciudades de América Latina, mendigando un mendrugo de pan y nosotros le respondemos con desprecio o algo igual o peor, con indiferencia.

4. Y va encendiendo cerilla tras cerilla

La madre de Hans le confesaba que por vergüenza de pedir limosna muchas veces se quedaba a dormir bajo los puentes. Y fue en honor a ella que él escribió aquel cuento desgarrador que se conoce con el nombre de “La muchacha de las cerillas”.

Trata dicho relato de una pequeña vendedora ambulante, quien en plena noche de Navidad vende fósforos a la salida del templo para que la gente encienda las luces de bengala en sus casas en donde habrá diversiones, fiesta y la mesa estará servida con ricos y apetitosos manjares.

Pero era tan inclemente el frío que en el intento de calentarse un poco enciende una cerilla. Y en la luz que ésta desprende e irradia entrevé el rostro de su vieja abuela, muerta hace tiempo, quien desde el cielo la llama con ternura.

Era tan nítida esta visión, y es tan dulce el semblante de la abuela, que la niña no quiere por nada del mundo dejar de seguirla viendo y entonces va encendiendo cerilla tras cerilla.

Enciende tantas que al otro día las personas que se levantan temprano a recorrer las calles encuentran muchas de ellas regadas en el suelo. Y muerto por el abandono, la desolación y el congelamiento, el cuerpo de la niña vendedora.

5. Su padre le hizo un teatrino de títeres

Pero a su vez en la vida de Hans fue muy significativa, gravitante y conmueve profundamente, la figura austera, de recogimiento y de humilde sabiduría de su padre providencial.

Quien era zapatero y pudo acompañarlo en la vida solo hasta cuando él cumplió los once años de edad.

Ocurre que fue enrolado en el ejército dinamarqués para luchar en las guerras napoleónicas que asolaron Europa y murió a consecuencia de aquellos acontecimientos en algún recodo inubicable.

Afanados como estamos ahora en elevar los niveles de comprensión lectora de niños y jóvenes, qué bueno es recordar que este niño desvalido, cuya vida fue una herida siempre abierta y sangrante, pero cuya obra se eleva como un prodigio, una estrella matutina y hasta como el sol del mediodía, fue educado, motivado hacia la lectura e incentivado para la creatividad literaria y la proeza de un destino sublime sobre la faz de la tierra, por su padre.

Pero, ¿quién era él? Un humilde artesano y trabajador manual, remendador de calzado, aparentemente escaso, limitado y desasido, quien nos ha legado a un príncipe, a un genio y a un manumisor. Porque es gracias a ese hombre taciturno que tenemos la maravilla universal de un Hans Christian Andersen.

Es que él en su mesa de trabajo al lado de suelas, clavos, martillos y leznas, tenía siempre un estante de libros que leía a su hijo cuando este se acercaba consciente o desprevenido.

6. Y, ¿quién es él?

Hans cuenta que el varón que lo engendró era un hombre triste que nunca reía, salvo con los sucesos graciosos que ocurrían en los libros, tiempo y espacio en que eran estentóreas sus carcajadas que asombraban, fascinaban y prefería el niño porque le llenaba de gozo que ese hombre sacrificado alguna vez riera.

También recuerda en su autobiografía que él le hizo un teatrino de títeres en donde ambos representaban comedias. Y narra enternecido que una vez lo vio llorar desconsoladamente después de la visita de un distinguido caballero.

En ese momento y ante esa situación su hijo le preguntó con enorme inquietud:

– ¿Alguna noticia desgraciada te ha traído ese señor? –le preguntó.

– Ninguna, hijo. Al contrario, ha sido muy gentil y amable conmigo.

– Entonces, papá, ¿lo conoces?

– Sí, lo conozco desde niño.

– Y, ¿quién es?

7. Quien en lo moral está al lado nuestro

– Fue mi antiguo compañero de carpeta en la escuela donde estudiamos juntos.

– Y, entonces, ¿por qué te conmueve tanto?

– Porque él ahora es un ilustre personaje.

– Siendo así, ¿por qué esas lágrimas, papá?

– Porque él ha seguido estudiando y se ha instruido.

– Y, tú?

– Yo, lamentablemente, no. –Fue le que le confesó aquella vez.

Hans Christian Andersen se ha consagrado porque escribe desde el afecto, desde la ternura, como también desde la indignación.

Igualmente, desde el compromiso por coadyuvar a hacer una humanidad más noble, digna y feliz, valores que ya no los tiene Europa sino más bien que los asume y defiende nuestro mundo.

En este 204 aniversario es justo reivindicarlo como un escritor entrañable, nacido entre nosotros y quien en lo razonable, afectivo y moral está al lado nuestro.


2. DEBATE
LITERATURA INFANTIL VERSUS LITERATURA ADULTA
Danilo Sánchez Lihón

1. Un ámbito primordial


El tema de la literatura infantil en relación a la literatura adulta –o adulterada, suelo llamarla, porque si resulta prohibitiva para todo aquello que caracteriza al alma infantil ya no es auténtica literatura– es terreno peligroso. Este es campo minado, que hasta ahora se ha evitado cruzar a fin de no ser devorado por sus aguas estancadas, movedizas o turbulentas. O por las víboras que se agazapan en los lugares poco frecuentados y que con breñales.

Quizá lo recomendable incluso sería evitarlo o no entrar ni enzarzarse en este asunto. Y prudentemente soslayarlo, hacerse a un lado, esquivando el cuerpo y el alma.

Sin embargo, es importante enfocarlo y dilucidarlo.

No solo para ubicarse mejor en una comprensión del acontecimiento artístico y cultural que constituye la literatura en general, sino que también es básico y fundamental debatirlo para la pedagogía.

A fin de lograr una identificación, compromiso y una adhesión a este acervo constituido por páginas brillantes y obras gloriosas que constituyen lo mejor de la literatura, que reconozco como literatura universal, a la denominada para niños y jóvenes, porque ¿qué más universal que estas esencias?

2. La obra literaria auténtica y total

Es a este ámbito, que se lo reconoce ahora como primordial para desarrollar en niños y jóvenes sensibilidad, valores, imaginación e inteligencia.

También para lograr formar hábitos lectores arraigados, asiduos y permanentes; a fin de ser selectivos, críticos y creativos en la perspectiva de realización de la lectura.

Aunque necesariamente teórico y doctrinario este tema podría alcanzar a tener animación a través del debate y la ejemplificación, para lo cual debemos partir explicando qué es aquello que caracteriza a una obra literaria auténtica y total.

Para tal propósito se puede visualizar hasta un cuádruple enfoque o perspectiva: a) desde el creador literario de obras para adultos, sea en los géneros de poesía, narrativa o teatro; b) desde el ángulo del escritor de obras para niños; c) desde el análisis lingüístico; y d) desde las nociones que nos ofrezca la práctica de la lectura.

3. Un universo único, original e insospechado

En principio, se vislumbra que el texto o discurso literario es producto de un autor dirigido hacia un lector supuesto, para lo cual se hace uso de un código estético que refiere acerca de un universo único, original e insospechado, que ese autor recrea con destreza y animosidad.

En dicho texto u obra literaria se activan las seis funciones lingüísticas básicas, tanto aquellas tres iniciales que formulara Karl Bühler, por un lado, y las tres restantes que son los aportes del maestro Ramón Jakobson.

Ellas son respectivamente: la función referencial, expresiva y apelativa. Y las funciones fáctica, poética y metalingüística, por otro.

Planteado así el problema y estando activas todas las funciones lingüísticas, la premisa es que predomina en el fenómeno de la literatura de adultos la función expresiva o emotiva. Y de parte del autor de literatura para niños la función conativa o apelativa, sin dejar de estar presentes y, a veces de modo prevalecente, las otras funciones, principalmente la poética.

4. Identificando coincidencias y diferencias

A modo de ejemplificación presentamos en los numerales siguientes unos textos representativos que nos permiten identificar en este marco las diferencias entre la literatura infantil y la literatura adulta o general.

De un lado, es un fragmento del mito de Pachacámac, como del cuento "El caballero Carmelo" del autor peruano Abraham Valdelomar.

De otro, nada menos que dos textos con que se inician dos obras representativas de la literatura adulta, el inicio de la obra “Conversación en la Catedral” de Mario Vargas Llosa y de “Cien anos de soledad” de Gabriel García Márquez.

Esta muestra de pasajes tomados casi al azar en parejas de textos de literatura adoptada y preferida por niños y jóvenes, y otra de obras reconocidas y ya consagradas que forman parte de la literatura adulta.

5. Para burlarse de los otros dioses

Literatura infantil. Ejemplo del folclore literario:

Allá lejos y hace tiempo cuando los dioses vagaban por el mundo tomando a voluntad distintas apariencias, sucedió lo que voy a contar:

Cuniraya Viracocha era el dios creador de todas las cosas y su poder alcanzaba a todos los hombres. Con que solo lo mandara, se ejecutaba inmediatamente andenes, acueductos, fortalezas, templos, palacios.

Pero también era astuto y bromista; le gustaba aparecerse en los pueblos como un miserable para burlarse de los otros dioses e ídolos. Se vestía de andrajos y andaba tan sucio y desarrapado que sin reconocerlo, lo llamaban “piojoso”.

(El misterio de las islas de Pachacámac).

Discurso literario para niños de un autor contemporáneo:

Un día después del desayuno, cuando el sol comenzaba a calentar, vimos aparecer, desde la reja, en el fondo de la plazoleta, un jinete en bellísimo caballo de paso, pañuelo al cuello, que agitaba el viento, sampedrano pellón de sedosa cabellera negra, y henchida alforja, que picaba espuelas en dirección a la casa.

(Abraham Valdelomar, El caballero Carmelo).


6. Muchas cosas carecían de nombre

Y he aquí dos fragmentos de literatura adulta:

Desde la puerta de La Crónica Santiago miraba la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento de había jodido el Perú? Los canillitas merodean entre los vehículos detenidos por el semáforo de Wilson voceando los diarios de la tarde y él echa a andar, despacio, hacia La Colmena. Las manos en los bolsillos, cabizbajo, va escoltado por transeúntes que avanzan, también hacia la plaza San Martín. Él era como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál?

(Mario Vargas Llosa, Conversación en la catedral)

Muchos años después, frente el pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía habría de recordar aquella tarde remota en que su papá lo llevo a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y caña brava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.

(Gabriel García Márquez, Cien años de soledad)

7. Ante todo la literatura infantil es obra de arte

¿Qué es lo primero que resalta y se pone de manifiesto? Que ambas literaturas son logradas en cuanto a valor estético. En segundo término, que en la literatura infantil se confía y se afianza en la vida, predominando en ella el valor, la virtud y la afirmación de la vida. En la otra se la socava y solivianta.

La literatura infantil en cualquiera de sus expresiones –que son múltiples, variadas, ricas y hasta insospechadas– es, ante todo, obra de arte. Y este nivel debe garantizarse como cabal, completo y total.

No le debe faltar ni sobrar nada en relación a cualquier otro texto, cualquiera sea. Goza y sufre de los mismos avatares en su proceso de concepción que se da en todo arte.

En su fondo estructural y en su trámite, aunque con algunas variantes, principalmente de enfoque, la literatura infantil es un arte incluso mucho más acrisolado en cuanto a su decisión de desechar lo que no es convincente estéticamente ni aceptable desde el punto de vista vital.

Los temas claves para identificar en donde se sitúa la literatura infantil y cuál es la relación que establece con la literatura general, son estos. Allí están las coincidencias y las diferencias que se tienden entre una y otra.

Lo que hace distinta y peculiar a una obra de arte para niños es la raíz prístina, el énfasis en todo aquello que es verdad. En todo aquello que defiende la vida y la hace significativa.

Es en aquel factor trascendental en donde recae su principal diferencia.

8. Promover e incentivar a la lectura en niños y jóvenes

Casi siempre una obra de arte es la expresión de un mundo interior desconocido que se hace evidente a través del lenguaje, ígnea en un código estético muchas veces en sorpresivo e inesperado, que apela a un mundo referencial caracterizado de una manera muy genuina.

Pero a la vez, toda obra de arte está inserta en un contexto social, político e histórico, obedeciendo siempre a una visión del mundo, a una manera de pensar de la comunidad y hasta podríamos decir a una ideología directa o indirectamente absorbida o adoptada, siendo el reflejo de la historia vivida.

De estas categorías participan tanto las obras literarias en general como las específicas obras de arte para niños.

En tal sentido, la literatura infantil no puede estar supeditada a ningún otro fin que el esencialmente literario puesto que al serlo así ya contiene y encierra a todos aquellos otros contenidos que a veces se lo trata de hacer prevalecientes.

Estos hechos la deforman, tales como: a través de ella querer instruir en algún aspecto de la realidad, dejar un mensaje moralizante, bien intencionado pero equívoco en cuanto a que no es el lugar donde debiera darse, como promover e incentivar hacia algunos contenidos pedagógicos o formativos.


9. Reflexiones en relación al arte, la literatura y los niños

Reproducimos a continuación tres opiniones de las muchísimas que existen señalando cómo la literatura infantil es un arte incluso con elementos de mayor riqueza que la literatura general:

– “ Se escribe para niños igual que para adultos, solo que hay que escribir mucho mejor”

MÁXIMO GORKY

– “Los poetas para ser auténticos debemos intentar volver a ser niños”.

ANDRÉ BRETÓN

– “El oficio de escribir para niños seria el oficio de construir mundos y submundos con las palabras. Igual que escribir para los adultos. Solo que, para niños, tiene que haber algo más, un SUPERMUNDO: EL DE LA ESPERANZA. Sí no la tiene, que se limite a escribir para adultos. Será más pobre pero más verdadero.”

ANA MARÍA MACHADO

10. Tres citas desde mundos distintos

Estas tres citas representan corrientes literarias opuestas y pertenecen a mundos diferentes y a personas que provienen de continentes distintos.

Una es de Máximo Gorki, representante conspicuo de la literatura realista y de compromiso social, autor de varios libros escritos bajo las pautas de lo que era la literatura bolchevique.

Otra cita es de un representante de una corriente completamente opuesta e inversa, la de un esteticista puro y nada menos que del padre del surrealismo a nivel mundial, el poeta francés André Bretón.

Y la otra cita corresponde a la autora brasileña Ana María Machado, ganadora del Premio Casa de las Américas de Cuba y del Nóbel de la literatura infantil y juvenil, premio Hans Christian Andersen que le fuera otorgado por el IBBY internacional el año 2000.

Nadie mejor que esta última para representar a nuestro continente en esta reflexión, por provenir de un país como el Brasil que ostenta los dos únicos premios mundiales de la literatura infantil y juvenil latinoamericanos en las personas de Ligia Nojunga Nunes, ganadora del Premio Hans Christian Andersen en el año 1982 y de Ana María Machado en el año que hemos indicado.

11. El niño como el asidero más auténtico y raigal

¿Qué nos dicen y cuáles son las premisas básicas? Nos explican que el proceso del arte en general y de elaboración de los textos literarios en particular, atraviesa por lo que es ser niño. Dicha premisa es que no hay relación más estrecha que entre el niño y la literatura o el arte en general.

Nos deja también una conclusión importante en el propósito de hacer que los estudiantes de educación y los maestros ejerzan una labor docente asumiendo la literatura infantil como una misión de vida por ser un arte de excelencia para formar al hombre integral, meta que se preconiza como la principal en todos los sistemas educativos de nuestros países.

La literatura infantil y la adulta comparten los mismos atributos, siendo el principal el del asombro. Tanto es así que uno de los poetas más estimados de la vanguardia literaria como es André Bretón nos dice que "Los poetas para ser auténticos deben intentar volver a ser niños"

El arte en general tiene en el niño su asidero más auténtico y raigal. Pablo Picasso siempre exclamaba que su mayor ambición era pintar como lo hacen los niños, es decir con gracia, espontaneidad y siempre rayando –decía él– en lo genial.

12. Lectura asidua, selectiva, crítica y creadora

Otro elemento importante que constituye una perspectiva intelectual y actitudinal que enriquecerá mucho un paradigma valioso para el futuro docente, es reconocer la importancia que tiene la literatura infantil en relación a la formación de lectores.

Si no avizoramos la trascendencia de un campo como este, e intentamos plasmar con ello un perfil de docente visionario, estaremos perdiendo una oportunidad valiosa cual es que a través de la educación se forje un hombre y una sociedad mejores.

Al respecto, se requiere de un docente que se identifique, que se comprometa y ejerza una real militancia en este sendero, que es uno de los factores probados para adoptar la lectura asidua, selectiva y creadora, asegurando de tal modo una educación de calidad para niños y jóvenes.

En tal sentido es un tema básico ubicar, comprender y proyectar la literatura infantil, dada la confusión y hasta la ambigüedad existente en relación a qué es lo que educa más y mejor.

Entrar en contacto con textos significativos es propiciar que el maestro logre dos destrezas notables cuales son: ser un excelente lector oral y un calificado narrador de cuentos, aspectos fundamentales para hacer que su labor se torne trascendental.

13. Otras preguntas para el debate

1. ¿Existe la literatura infantil? ¿Cuáles son las razones que sustentan su aseveración?

2. ¿Es legitima la literatura infantil en relación al resto de literaturas?

3. ¿Quiénes son los hacedores de la literatura infantil? ¿Los adultos o los niños?

4. ¿Es o no es la literatura infantil un subproducto de la literatura adulta? ¿Por qué?

5. ¿Cuáles son las razones para que haya un menosprecio desde la literatura y el arte en general hacia la literatura infantil?

6. ¿Qué factores considera que hacen daño a la literatura infantil?

7. ¿La literatura infantil es un arte completo o tiene algo de más o de menos en relación al arte en general?

8. ¿Qué argumentos sustentaría frente a quienes dicen que la literatura infantil es un arte menor?

9. ¿Cree que los criterios o parámetros estéticos de la literatura infantil son los mismos que para el resto de la literatura?

10 ¿Cuáles son los fines que considera que debe tener la literatura en su país?

14. Principios rectores de la enseñanza-aprendizaje de la literatura infantil

Algunas reflexiones más en relación a la ubicación de una asignatura como es la literatura infantil en la formación de los futuros docentes nos lleva a las siguientes consideraciones.

En todo proceso de enseñanza aprendizaje de la literatura infantil en las escuelas de formación de maestros, debe tenerse en cuenta:

a) Partir de experiencias significativas de los alumnos participantes.

b) Tomar como referente la cultura popular, el folclore y el contexto social de las culturas regionales y locales tan ricas como significativas.

c) Tender a que la vida del propio estudiante sea el “significante” en todo el proceso de desarrollo de la asignatura de literatura infantil.

d) Compartir experiencias, recrear la literatura en el aula.

El grado de compromiso y adhesión que esta manifestación artística y cultural alcance a tener en el docente, desprenderá como corolario el hecho de que alcanzara a reproducir en los niños una relación empática o no con esta expresión del espíritu humano, como es la literatura.

De esa manera se engrandecerá al hombre, la vida y el mundo.


3. CREACIÓN
SOY EL AGUA
Danilo Sánchez Lihón


1. El camino de regreso

– ¿Quién barre mi choza y prepara mi comida? –Se preguntó de un sobresalto el cazador.

Es al borde del entresueño del mediodía, mientras permanece descansando recostado en la floresta.

Se ha despertado con esa interrogante. Y en ello sigue cavilando varias horas más.

Es siempre al regresar, bajando el arco y las flechas de su hombro, que desata el pañuelo en torno a su cuello y observa los ricos potajes servidos en su mesa.

Pero ahora, aún lejos de su cabaña, se hace la misma pregunta:

– ¿Quién barre mi choza y prepara mi comida?

Y no atina a dar una respuesta satisfactoria a este interrogante.

Solo sabe que los alimentos que encuentra servidos están calientes y que es fresco y bueno el aderezo como salidos de una mano maravillosa.

2. Encuentra que las viandas están otra vez servidas

Hoy día ha cazado un cervatillo y dos paujiles. Se los echa a los hombros y emprende el camino de regreso remando suavemente a contracorriente.

Su cabaña aún está distante pero la hora es propicia para retornar; aún con la luz del día, aunque ya apagándose.

El atardecer ha roto sus celajes amarillos y rojos en el poniente.

Ve su imagen reflejada en un remanso de la laguna. Y se siente bien al mirar el arco que lleva en la espalda, las presas que ha cazado y su cabello hirsuto sobre su rostro anguloso.

Contempla largo rato los copos de neblina blanca sobre el verde del follaje y de los cerros.

– Pero ¿quién hace mi comida? –Se dice de nuevo al llegar y encontrar que la vianda está otra vez está servida y que los condimentos son recientes y sabrosos.

– Mañana me esconderé y vigilaré quién visita mi choza.

Sin embargo, al otro día no se acuerda de su propósito.

3. Un atado de frutos silvestres

Se levanta temprano, prepara su aljaba, alinea sus flechas y sale como siempre de madrugada.

Pero al desamarrar su canoa irrumpe otra vez el carbón encendido de su pregunta sin respuesta.

Y allí mismo toma la decisión de esperar.

– ¡Hoy debo saber quién entra en mi choza y amorosa me prepara la cena!

Suelta su canoa y deja que el agua la arrastre río abajo. Y regresa a su morada a buscar explicación a su dilema.

Sin despojarse del carcaj que lleva, toma sitio en un rincón en penumbra desde donde puede observar todo el ámbito de su aposento.

Al cabo de un momento se escuchan unos pasos menudos y a pie descalzo sobre la tierra. Y luego el chirrido de la puerta cuando se empuja y se abre.

Ha entrado una niña trayendo un atado de frutos silvestres que extiende sobre la mesa.

4. ¿Quién eres?

Presta enciende el fuego, corta carne reciente que allí encuentra, pela las papas, desgrana el maíz y lo coce.

Sancocha las verduras y las adereza.

Luego lava, arregla, pone las cosas en orden. Sirve la comida y la cubre con hojas de palma para cuando él llegue.

Y se apresta a salir.

A él desde su rincón le cuesta pronunciar palabra, pues permanece extasiado:

– ¿Quién eres?, –dice por fin.

Con el susto la niña suelta lo que lleva y busca entre las sombras el lugar desde donde la voz la ha asustado.

Él, dejando su escondrijo, vestido aún con su atuendo de caza, sale completamente y otra vez le inquiere:

– ¿Quién eres? –le repite mientras ella se sonroja.

– ¡Soy el agua!, –dice tímida y balbuceante.

5. Sus vestidos idénticos a las flores

– ¿En dónde vives?

– En el manantial. –Dice, ya mirándole de frente, cuan bella y hermosa es.

– Y, ¿cómo es que me conoces?

– Porque cada día te inclinas para beber agua en mi fuente. Y me besas. –Dice, encendiéndosele más aún el rubor en sus mejillas.

Es él, esta vez, quien se siente estremecido y avergonzado.

Y ella recobra su prestancia.

Allí está. Con sus vestidos idénticos a las flores que crecen en las orillas del camino.

– ¿Y por qué preparas atenta mi comida? –Le indaga él.

– Porque regresas cansado. Y en tu cabaña nadie te espera.

– Y tú, ¿tienes familia?


6. Tiéndete a mis pies, recuéstate y sé manantial

– Sí. Y mucha. El sol y los nevados son mis abuelos. La lluvia, la neblina y el granizo son mis parientes.

– Y ¿tus padres?

– Mi padre es el río que fue convertido en piedra, porque no le correspondía enamorar ni pretender a mi madre.

– ¿Quién es ella?

La laguna de Alcacocha criada desde niña como doncella. Y consagrada a un Dios implacable.

– ¿Pero aceptó a tu padre?

– Sí. Mi madre desde el principio lo adoraba. Y por eso él y ella fueron castigados. Él fue convertido en roca. Y mi madre cuando pudo acercarse hasta él, llorando le pidió de rodillas quedarse junto a su cuerpo endurecido. Él le dijo entonces: Si quieres tiéndete a mis pies, recuéstate y sé manantial.

7. Donde las flores y las espigas se mecen ondulantes con el viento

– Y, ¿así fue?

– Sí.

– ¿Y entonces?

– Ella estiró sus muslos cogida a él y se fue convirtiendo en ojo de agua que mana y aflora desde el fondo de la roca donde está el corazón de mi padre. La hija de ellos dos soy yo.

Él cazador la miró y sintió ternura. Y le dijo:

– Eres verdaderamente el agua. Quédate a vivir conmigo, –le dijo.

La niña vio sus ojos y el brillo en su frente. Recorrió palmo a palmo su destino. Y respondió:

– ¿Es para siempre?

– Sí, para siempre, eternidad tras eternidad.

Y allí se unieron. Juntos el cazador y el agua sembraron los campos y edificaron nuestro pueblo.

En el lugar donde ellos viven las flores y las espigas se mecen ondulantes con el viento.

8. Eso nunca amor mío

Pero hoy ella se despertó llorando.

– Amor, amor, –la acarició enternecido el cazador–. ¡No llores! ¡Despierta!

– Sí, qué pasa. –Balbuceó ella.

– Estás llorando.

– ¡Ay, he tenido un sueño terrible!

– Cuéntalo para que nunca suceda.

– Soñé que me iba secando. Me iba volviendo turbia, amargada y vieja.

– ¿Tú? ¡Eso no, amor mío!

– Así ocurría en mi sueño.

– Pero eso nunca acontecerá en la realidad, amor mío. Tú eres transparente y tierna. Linda. Y siempre buena.

– Yo me iba volviendo arena, cascajo y luego polvo y humo calcinado.

– ¡No! Y, ¿por qué ocurría eso?

9. Aún lo esperaba habitando en su casa

– Ocurría así porque el hombre se había vuelto soberbio y perverso: incendiaba los bosques, mataba animales por gusto, contaminaba los lagos, pisoteaba las plantas, destrozaba los bosques.

Luego de escucharla el hombre aquel día subió a su barca. Desamarró el nudo de la soga de su canoa que estaba atado a un horcón de la cerca de su casa. Navegó largo rato cabizbajo. Y lloró amargamente.

¡Era él quien hacía lo que su amada el agua le había señalado!

Vio, sin embargo, que aún quedaba algo hermoso y que la tierra aún florecía. Se enterneció que aún era tiempo de salvarla, de lograr que el agua no se secara, ni se volviera vieja ni se tornara amarga.

La laguna por donde navegaba aún estaba limpia y hacia el fondo se contornaban felices los peces.

Juró que ya nunca la destruiría.

Y suspiró sintiéndose dichoso de tener aún una oportunidad en la vida y que la niña bella que era su esposa aún lo esperaba habitando su casa.



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