Abraham Nahón (Mexico)
La insurrección popular del 2006 paralizó a Oaxaca. Esta entidad del sureste mexicano, publicitada más como “reserva espiritual de México” por su riqueza natural y su composición multiétnica y pluricultural, hizo emerger durante el conflicto sus contradicciones sociales y su entraña lacerada por los gobiernos despóticos y corruptos que le han saqueado durante largo tiempo. El movimiento social floreció rápidamente en una tierra fértil de lenguas y culturas, pero también abonada por movimientos indígenas y comunitarios de resistencia social que han mostrado particulares formas de organización ante un régimen autoritario y criminal que ha resguardado encarnizadamente las rancias estructuras de poder cuya moneda de curso común es la impunidad.
La bella ciudad colonial de Oaxaca, considerada Patrimonio Histórico de la Humanidad, fue el escenario donde se concentraron las innumerables batallas y las protestas de una sociedad civil que decidió confrontar al poder y a sus excesos mediante la organización social, los plantones, las marchas multitudinarias, la toma de medios de comunicación y erigiendo como autodefensa barricadas que cancelaron durante varios meses el libre tránsito por la ciudad.
Una versión de esta compleja historia de disidencia social se ha reunido en el libro Memorial de agravios, documento fotográfico y ensayístico, que recuenta el movimiento social que convulsionó a México durante el 2006 a fin de motivar que reflexión crítica sobre la violencia. Es una propuesta analítica sobre un conflicto que nos afectó profundamente a todos los oaxaqueños, pero también una propuesta estética, mediante memorables imágenes escritas y visuales que se suman al caudal de expresiones culturales nacidas en torno al conflicto social. Una traducción e interpretación de los hechos en la que los artistas y escritores involucrados reafirman su posición ante un clima autoritario e incierto donde algunos otros aún hoy en día optan por la indefinición.
Bajo la esmerada curaduría y diseño del pintor Rubén Leyva, quien financió con su obra este trabajo colectivo, el libro incluye más de doscientas imágenes configurando una propuesta estética con valor bibliográfico e histórico, que refleja la realidad de Oaxaca y su complejidad social, restituyéndole al arte la función vital y sensible que ha tenido al plasmar a lo largo de la historia de la humanidad, algunos de lo dolores y tragedias más conmovedores, expresando el sufrimiento y el desasosiego que se viven en tiempos de estallido social.
El arte fotográfico registrado en este libro y en esta exposición también se debe a la valentía y al compromiso de diversos periodistas y artistas de la lente, que siguieron muy de cerca tan trepidante historia recibiendo agresiones, gases lacrimógenos o incluso exponiendo su vida, al atestiguar los sucesos de esta revuelta popular . Las fotografías nos permiten ampliar los límites de la realidad que cada uno concibió, multiplicando las miradas de reconocimiento, al situarnos en varios planos a la vez , pudiendo configurar un enorme rompecabezas que nos ayuda a unir las múltiples y variadas partes de una sociedad que se debate (o sueña) por un mejor futuro.
Escritura de luz de la esperanza de la búsqueda de justicia plasmada en imágenes tomadas en circunstancia inverosímiles , registrando las paradojas del horro y sus víctimas y atestiguando la experiencia de desobediencia civil que ha dejado una impronta que ha modificado el rumbo y la historia colectiva y personal de sus habitantes.
Se incluye el trabajo gráfico de los colectivos de artistas anónimos quienes transformaron las paredes de la ciudad, a través del graffiti y el stencil, en lienzos del imaginario social, generando un lenguaje artístico singular, entrecruzando el humor, la ironía, la creatividad y la denuncia social, y revelando signos de una iconografía combativa y popular que está transformando la visión artística en la ciudad de Oaxaca, confinada hasta hace unos años al espacio asignado por las galerías privadas.
Desde luego, en su conjunto, este libro de arte y la exposición fotográfica que se deriva del libro Memorial de agravios es también un homenaje para ese pueblo valeroso que no se amedrentó, y que defendió sus ideas e ideales ante el violento acoso policíaco. Un libro que registra lo épico del movimiento social, revalorando esa historias entrelazadas y cotidianas de quienes vivimos el conflicto como ciudadanos comunes, afectados por el colapso económico y la indolencia política.
Un libro que registra el pasado como cimiento del futuro. Ya que esta prolongada y organizada revuelta popular , sitúa a Oaxaca, en un semillero creativo, artístico y de cambio social en México, adelantándose a los grandes movimientos sociales que se aproximan y que transformarán el rostro y el alma de un país tan desgastado por una política cupular de derecha, por estados empoderados con gobiernos autoritarios y rapaces, y por un clima de violencia y saqueo alarmantes donde los secuestrados, el narcotráfico y la corrupción flagelan la incipiente democracia y la convivencia comunitaria.
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