sábado, julio 25, 2009

6 cantautores cautivaron a los azuayos en el festival de trova



En el II Encuentro Internacional de Canción de Autor, en Cuenca, estuvieron los que tenían que estar. El auditorio del Banco Central quedó grande para la gente, pero pequeño para los aplausos.

En el II Encuentro Internacional de Canción de Autor, en Cuenca, estuvieron los que tenían que estar. El auditorio del Banco Central quedó grande para la gente, pero pequeño para los aplausos.

La agenda en dos urbes
El encuentro termina hoy con conciertos simultáneos en Quito y Ambato desde las 20:00. Unos 25 músicos actuaron en el festival.

En Quito estarán los ecuatorianos Jorge Sánchez y Jaime Guevara; el uruguayo Leo Maslíah, y los cubanos Fernando Aramís y Fernando Bécquer.

En Ambato, en el teatro Lalama cantarán los ecuatorianos Fernando Paredes y Pancho Prado. De Argentina Pablo Fernández y el dúo Jano acompañados del mexicano Carlos Porcel.

Y de esto se dieron cuenta los seis cantautores, quienes con guitarra en mano tocaron para la capital azuaya. Luego de una pequeña introducción, con un charango y con una guitarra, entró al escenario Fabián Durán.

El músico azuayo abrió el festival que se inició en Quito, el martes pasado, y realiza simultáneamente en otras cuatro urbes.

En esta segunda edición del festival llegaron invitados de Cuba, Argentina, México y Uruguay.

Durán, con una mirada al público, inició sus canciones. Los cantos a la Pachamama (Madre Tierra) fueron la temática de sus dos primeras tonadas con charango.

“...Quién ha visto a nuestra reina madre en la selva llorar...”, decía uno de sus temas. El charango quedó en una silla, abrió el estuche de su guitarra y de pie cantó tres canciones. “Time is money, money is money no más...”, decía el blues que contrastó con el quichua de las canciones anteriores.

Los aplausos lo despidieron y él presentó a Marcelo Granda (Chelo Calavera), de Sangolquí, Pichincha. Algo suelto, saludó al público y al no oír respuesta volvió a saludar, esta vez fue de su agrado.

“Soy de los soñadores que le apostamos a lo nuestro”, dijo, y empezó con su recital. Sentado, conectó su guitarra y arrancó.

El público escuchó al músico que también forma parte del colectivo Trovando Ando y es trompetista del grupo quiteño Papá Changó, de reggae y ska.

La canción Dice que dice levantó el ánimo de los asistentes.

El tema con tono contestatario es uno de los más reconocidos del músico y también lo tocan en su banda Papá Changó.

Con un apretón de manos Granda entregó el escenario a Fernando Bécquer. El cubano, que llegó al país el lunes anterior, apareció con un habano. Se sentó, dejó el puro a un lado, saludó al público y empezó su concierto.

Risueño y conversador con la gente quería saber cuántas cuencanas solas había en el auditorio. Sus canciones sonaron a blues, a bolero, a ese sonido popular cubano que a momentos no se distinguía si improvisaba o era una canción de larga data.
Sus letras, algunas con doble sentido, sacaron sonrisas al público que disfrutó de su voz.

Al terminar, un hasta luego, otra vez el habano a la boca, y con otro apretón de manos dejó el escenario a Juan Carlos Terán, el músico que hace años integró Los Hermanos Diablo. El albazo Chauchita contó mediante frases cortas una historia indígena. Bien cantada y con la música adecuada, el autor se ganó al público.

Las argentinas del dúo Jano fueron las últimas. Dijeron que ofrecer un concierto siempre les pone nerviosas por eso apelaron a reírse de sus nombres: Dafne Usorach (guitarra y voces) y Pilmaiquén Mlikota (percusión y voz). Su tema Insistencias fue el más aplaudido por poner en escena en una canción tango, vals, flamenco, bossanova y ranchera.

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