domingo, julio 19, 2009

30 años de Revolución: una inmensa alegría, un inmenso compromiso.



sábado 18 de julio de 2009
Comunidades Eclesiales de Base
julio 14, 2009 - Cartas de los Lectores

Al celebrar estos 30 años, sigamos fortaleciendo los valores de la Revolución

Nadie puede decir no me meto, no me comprometo, porque sería mal cristiano y mal ciudadano
Monseñor Oscar Arnulfo Romero

1. Celebramos estos 30 años con emoción y fortalecidos por lo intensamente vivido por y con nuestro Pueblo.

¿Quién de nosotros puede quedar frío o indiferente (ante) el heroísmo especialmente de la juventud al enfrentar la guerra de 10 años impuesta por la administración del gobierno norteamericano con más de 70 mil muertos y la destrucción de nuestra economía?

¿Quién de nosotros no va admirarse y sentirse interpelado por la fortaleza y capacidad de nuestro pueblo para enfrentar la carga que ha soportado con 16 años de gobiernos neoliberales en beneficio de los poderosos y en contra de los derechos más fundamentales de nuestro Pueblo?

Celebrar con inmensa alegría estos 30 años, no es solamente celebrar un día, el 19 de Julio como día del triunfo revolucionario. Es también celebrar la lucha para derrocar al dictador, y es celebrar tantos meses, tantos días, tantas horas intensamente vividas con sus aciertos, sus logros, sus fallas, y dificultades y con tanta sangre y tantas vidas entregadas en el campo de batalla y en la lucha de cada día. Al celebrar estos 30 años queremos reconocer la presencia del Dios Liberador que se nos manifiesta desde el Éxodo. Pero también lejos de falsos triunfalismos, queremos reconocer y pedimos perdón por las fallas y errores cometidos, por las desviaciones del recto camino.

Además celebrar estos 30 años es también ver con realismo hacia adelante, pensar en las enormes tareas pendientes, las dificultades actuales y las venideras, y asumir el compromiso que implica seguir luchando para realizar los sueños que alimentan y sostienen el espíritu de nuestra querida Revolución. Es potenciar lo positivamente vivido y para lanzarnos hacia adelante con renovados bríos, con un mayor empuje y con una muy firme Esperanza.

Como cristianos, como CEB, no podíamos dejar pasar este 30 Aniversario sin dar gracias a Dios por habernos concedido participar en este largo proceso vivido por nuestro Pueblo por la causa de la Justicia. Esta causa es una realización concreta de la Opción por la causa de los Pobres. De lo intensamente vivido queremos tener presente la Profética Insurrección Evangélica con sus Ayunos, su Viacrucis de 315 km por la Paz y por la Vida y contra el terrorismo del gobierno norteamericano. También queremos tener presente el surgimiento, en tiempos neoliberales, de nuestros Proyectos Sociales por la Vida-servicio y voz profética. Y con humildad y sencillez queremos reconocer nuestras fallas, especialmente cuando se ha debilitado nuestro compromiso o nuestra voz profética.

2. Antes fueron tiempos de guerra y tiempos neoliberales. Hoy celebramos los 30 años en un contexto distinto, pues hay ahora un gobierno con principios revolucionarios y con realizaciones a favor de nuestro Pueblo tales como Hambre 0, Usura 0 y el no cobro en Hospitales y Escuelas públicas etc.

La situación sigue siendo muy difícil y nos presenta muchos desafíos. Por eso nuestra celebración del 30 Aniversario no puede ser una celebración meramente triunfalista. Ni basta decir hemos sobrevivido y superado las tan enormes dificultades y agresiones durante 30 años. Eso es cierto, pero también tenemos que saber luchar contra la pasividad e indiferencia que han traído estos últimos 18 años de tanto rejuego político. Tenemos que luchar contra el desánimo y la desesperanza que acarrean tantos años de pobreza y de hambre. Y esto con plena conciencia de que el camino de superación de la pobreza es muy largo y lleno de dificultades, no solo de parte del FMI, o de la suspensión de la Cuenta del Milenio, sino también de nuestras fallas internas.

3. Como cristianos, al celebrar estos 30 años en la situación actual, interpelados por el Evangelio y por nuestro propio Pueblo, tenemos que avanzar más en nuestro compromiso. En primer lugar queremos junto con otros, revitalizar o dado el caso, rescatar los valores auténticos de la Revolución tales como la Justicia, la generosidad hasta entregar la vida, la honestidad, la solidaridad con los más pobres y excluidos, y la solidaridad con los Pueblos hermanos que sufren violencia.

Ahora, con toda energía denunciamos el Golpe de Estado que sufre nuestro hermano pueblo hondureño a manos del ejército capacitado y apoyado por las administraciones Reagan y Bush.

En segundo lugar, con sabiduría y alegría queremos reconocer y contribuir activamente a potenciar los aciertos y logros del Gobierno y de diversas organizaciones de nuestra sociedad que están a favor de la Justicia. Pero también con sabiduría y humildad deberemos señalar sus errores y fallas con una sincera voz profética. Y al mismo tiempo debemos ejercer la autocrítica con nosotras mismas.

En tercer lugar, nuestro compromiso concreto en las tareas de cada día en cada uno de nuestros barrios, en el trabajo y en la escuela y en la participación ciudadana, serán señales claras de que nuestro compromiso por la Causa de los Pobres y por la Justicia, es auténtico y que no son meras palabras.

Damos gracias a Dios de que en este caminar nos ha inspirado y nos siguen iluminando y fortaleciendo muy especialmente el Éxodo-el Paso Liberador de Dios en nuestra historia concreta, y el querer que en nuestra sociedad sea una realidad el sueño de Jesús por el Reinado de Dios: La Buena Noticia para los Pobres, la Liberación para los oprimidos (Lucas 4).

Y seguimos proclamando que entre Cristianismo y Revolución, no hay contradicción con tal que ambos se vivan, lo vivamos, auténticamente.

Comunidades Eclesiales de Base. Managua. Julio 2009.

En el 30 Aniversario de la Revolución.

"Trovadora de Alma ." trovadoradealma.arg@gmail.com

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