viernes, junio 05, 2009

Elogio a Danny Rivera: Palabras en la entrega del Premio Internacional Miguel Matamoros

http://www.lajiribilla.cu/2009/n421_05/421_03.html

Frank Padrón • La Habana

En su concierto Danny Rivera trae un grupo de canciones con las cuales creció, y muchos de nosotros, que lo escuchábamos extasiados, recordamos cómo también crecimos y nos formamos bajo la sombra de esas hermosas piezas; la antigua emisora Radio Liberación en programas como Oiga y Festival o la Discoteca y Nocturno (en Radio Progreso) las emitían con mucha frecuencia, y nosotros aprendimos a admirar al amigo boricua de voz hermosa, de timbre agudo y oído fino para captar y transmitir aquellos mensajes alados.


Pero un buen día se nos apareció Danny en persona y después, como los buenos amigos que quieren que los suyos conozcan a otros, llegó acompañado: trajo a colegas como Lucecita Benítez y Alberto Carrión, quienes también se adueñaron de nuestro cariño y admiración: eran portadores de un nuevo canto muy similar al que hacían por acá Silvio, Pablo y Noel, mas no dejaban de entonar un tipo de canción romántica, no por tradicional menos sincera y comunicativa.

Danny Rivera conserva intactos su repertorio, su agilidad y energía escénicas, su voz melodiosa, que acaricia a cada acorde: bastó su precioso concierto ayer con la Sinfónica Nacional, clausurando Cubadisco, para comprobarlo: allí volvió a hacer muchas de esas canciones con las que aprendimos a quererlo, pero mantiene todavía más intactos otros valores mucho más importantes: su amor por Cuba, su solidaridad, su convicción de que inició con nosotros uno de esos matrimonios para toda la vida, que los años solo fortalecen y aumentan.

Siempre del lado de los humildes, de las causas justas, de una vocación humanística que ha constituido el basamento de toda su obra y su vida, Danny ha estado con Cuba en las verdes y las maduras, y ha hecho causa común con los artistas, sus compañeros de trabajo y de militancia; sus colaboraciones con Frank Fernández, con el siempre recordado Polo Montañez, alguno de sus discos anclados en nuestros estudios y sus frecuentes versiones de nuestros autores, convierten a este boricua en un cubano “aplatanado” que aunque se marche, siempre queda entre nosotros.


Por ello, pocos premios tan justos y oportunos como el que ahora, en un acto de simple justicia (y no solo poética) le confiere la organización de los artistas y escritores en Cuba: la UNEAC.

Danny: recibe nuestra gratitud, nuestra amistad renovada y el testimonio de que eres y seguirás siendo de los nuestros; ya lo dices en uno de tus himnos: “Tu pueblo es mi pueblo”, y también haces tuyo el tan socorrido verso de Lola Rodríguez de Tío, porque lo sabes bien: cada vez que las alas se agitan juntas, esa ave vuela mucho más alto conquistando el cielo. Muchas gracias.
Ciudad de La Habana, 25 de mayo de 2009.

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