jueves, marzo 19, 2009

CUESTIONADORAS VISIONES SOBRE LA EMIGRACIÓN FEMENINA


Helen H. Hormilla

Mujeres que hilan los destinos de su mundo conocido, mujeres que estampan sobre su cuerpo lágrimas amargas en la lucha por el reconocimiento, mujeres que hurgan en el pasado para comprender el presente, que enfrentan la homofobia, que reaccionan contra la violencia y reivindican una identidad compleja y multicultural. Todas estas maneras de mirar a las emigrantes latinoamericanas y caribeñas que hoy residen en España, se reflejan en el conjunto de obras que --desde el pasado 23 de febrero hasta este 20 de marzo-- integran la exposición colectiva Cuando crucemos el océano. 14 visiones sobre la mujer latinoamericana y caribeña en España, del Centro Hispanoamericano de Cultura de la Habana.

Las migraciones de Sur a Norte constituyen uno de los tópicos más complejos de las últimas décadas, en las que la globalización y la creciente apertura de brechas económicas, sociales y tecnológicas entre los países del primer y tercer mundo, han provocado un movimiento de personas hacia los países desarrollados en busca de mejores condiciones laborales y de vida. En este proceso, las mujeres inmigrantes cargan sobre sí un mayor número de problemas al ser discriminadas no solo por su lugar de origen, idioma o color de la piel, sino por su condición de género. España es uno de los países con un elevado índice de inmigrantes latinoamericanas y caribeñas, muchas veces dedicadas a labores domésticas, a la prostitución o a sectores marginados como el de la construcción, la agricultura, la hostelería y los servicios.

Las catorce obras expuestas recogen el peculiar cuestionamiento que sobre este tema inspiró a diez artistas: Lorena Amorós, Ignacio López, Juan Antonio Lorca, Sandra Martínez, Jesús Martínez Oliva, Cecilia Noriega Bosovich, Pedro Ortuño, Eva Santos, Gertrudis Rivalta y Aurora Alcalde Ramos; y cuatro colectivos artísticos. Husos: Diego Barajas y Camilo García; Ideas felices: Merces y Gloria Prado y los formados por Erika Trejo y Eduardo Cortils y por Ana Navarrete, Verónica Perales, Fred Adam y Silvia Molina. La diversidad de géneros y nacionalidades de los creadores --hombres y mujeres procedentes de países como Perú, Colombia, Cuba, Argentina o España--, garantizan el examen amplio y plural de esta “nueva cartografía de las ciudades españolas”, a raíz de los movimientos migratorios mundiales.

La mezcla de técnicas, soportes y estilos de cada una de las obras, en las que aparece el collage, el performance, la fotografía o el arte audiovisual, dotan a la muestra de una proyección compleja al analizar los dilemas y conflictos que afectan a estas mujeres que partieron de sus lugares originarios por causas muy diferentes, pero que hoy conforman un panorama donde se exponen a dinámicas discriminatorias, con severos costos no solo en los aspectos físicos, sino afectivos e identitarios.

Algunas de las piezas implicadas parten de una visión personal de creadoras que también han emigrado a España en busca de mejores oportunidades. “Solo quería que me quisieran”, la pieza de la santaclareña Gertrudis Rivalta, reflexiona sobre esa condición dual del inmigrante y sobre la multiculturalidad que desde siempre ha marcado a las familias cubanas, divididas entre una y otra orilla del océano. Los pequeños lienzos en los que la artista reproduce las estampas reconstruyen cada segmento de su existencia, resultan una reivindicación de sus antepasados españoles y africanos, que componen cierta condición diaspórica de su propia familia y sirven de metáfora para la propia dinámica de las migraciones históricas en los países de América Latina y el Caribe. Otras piezas como la de la mexicana Erika Trejo (“Juego de damas”), o los videos “Benvinguts a Barbosa”, “La mujer latinoamericana a través de dos modelos descriptivos inadecuados”, “N- 340 Globalfem” y “Nada que decir”; abren el campo de la crítica social a la violencia, la discriminación sexista, los estereotipos o la indefensión legal en que se encuentran muchas de las mujeres que protagonizan esta exposición.

Por otra parte, el material audiovisual “El sueño de Adriana”, del valenciano Pedro Ortuño, ofrece una percepción distinta del conflicto, cuando narra la historia de la primera latinoamericana en contraer matrimonio con otra mujer en España. La lucha por la legitimación de su orientación sexual frente a la sociedad homofóbica colombiana, constituye la principal causa que motivó a esta mujer a salir de su país de origen, para poder alcanzar el anhelo de vivir con la mujer que ama en una sociedad de menores prejuicios y donde se reconozcan sus derechos legales como lesbiana. Con esto, el artista descubre otra arista posible al analizar las causas que determinan a una mujer del tercer mundo a vivir en Europa: la permanencia de culturas machistas en los países de Latinoamérica y el Caribe.

La idea de traer a nuestro país esta exhibición, financiada por la Universidad de Alicante, partió de las organizadoras del XVI Coloquio Internacional del Programa de Estudios de la Mujer de la Casa de las Américas, que en este febrero de 2009 dedicó su XVI edición al tema Ciudad y mujeres en la cultura y la historia latinoamericanas y caribeñas. En palabras de Luisa Campuzano, directora de este programa de estudios: “En esta muestra viajera que se inaugura en Alicante y desde el Mediterráneo vendrá al nuestro, al Caribe, a La Habana, para partir de nuevo hacia otras playas, está, junto a la amarga visión de un complejo presente, el reclamo de un futuro en el que se haga posible la convivencia respetuosa y productiva de todos, sean de donde sean, con sus diversos y enriquecedores acentos, canciones, colores, credos y creencias”. Una oportunidad de acercarnos a un universo que nos afecta de forma directa, en tanto las cubanas y cubanos también formamos parte de ese constante movimiento poblacional, que hoy conmina a cuestionarnos sobre la integración y permanencia de nuestras identidades y culturas en un contexto hemisférico globalizado.

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