sábado, septiembre 29, 2007

DATOS PARA ENTENDER A LOS PERQUEOS

Datos para entender a los perqueos



"También ellos inventaron la rueda y sus robustos carros corren resonantes por su territorio de Perq. Su rueda, sin embargo, se diferencia de la nuestra en que no llegó a perfeccionar su circunferencia; en un punto cualquiera le quedó una pequeña jiba, una bastante suave protuberancia que se aparta del ritmo circular y luego vuelve a él y es como si no hubiera pasado nada, y de hecho no pasaría nada si la rueda estuviera inmóvil, pero los carros corren resonantes por el territorio de Perq y entonces usted se ha sentado en un agradable cojín de estopa y el carro arranca, recorre retumbante un metro cinco o un metro veintidós dentro de la más perfecta suavidad, y de golpe usted da su primer salto en el aire, vuelve a caer sentado, da su segundo salto, vuelve a caer sentado, y tendrá suerte si el carrero ha preferido ajustar las ruedas de manera que las cuatro jibas toquen suelo al mismo tiempo, porque saltar será casi agradable, digamos como un trote de camello, elevándose sin violencia cada tantos segundos; pero también hay carreros incoherentes en Perq, y si las jibas van cada una por su lado ocurrirá que después del primer salto usted bajará hacia el cojín de estopa en el momento en que la segunda jiba toca el suelo, y su descenso coincidirá con un nuevo salto del carro y será duro, será golpe, tal vez será desequilibrio si casi en el mismo instante otra jiba toca suelo o no toca suelo ninguna jiba, habrá tamboleo y desajuste entre cojín de estopa, usted y carro. Inútil bajarse y decirles que la rueda entre nosotros, etcétera; se quedarán mirándolos afligidos, lamentarán con palabras corteses que nuestra rueda, etcétera. Habrá que subir otra vez al carro, imposible comprender esa civilización si se rehusa el viaje salto a salto, en el cojín de estopa o fuera de él, jibas coincidentes o sucesivas, una y luego tres, dos y dos, tres y luego una, o las cuatro consecutivamente y después un pedacito muy dulce, muy sereno de camino, algo que dura apenas el tiempo de sentirse tan bien sobre el cojín de estopa, a punto de empezar a mirar el paisaje y plaf un salto dos saltos cojín salto caída, caída con cojín que salta y encuentro a media altura (es lo peor), violento despegue de usted que sube y el cojín que baja, hueco atronador por dos, tres segundos, descenso a cojín y plaf y después nada, un pedacito muy dulce, muy sereno de camino, plaf salto.
Por lo demás eso explicaría que en Perq la visión sea siempre convulsiva. En un árbol, lo que nosotros llamamos un árbol, ellos tienden a ver por lo menos tres árboles, el árbol cojín de estopa, el árbol salto y el árbol descenso, y en realidad tienen razón cuando ven tres árboles y los definen como diferentes, porque el árbol cojín se compone de un tronco y una copa como los nuestros, el árbol salto es sobre todo copa, y el árbol descenso es sobre todo tronco, pero a los tres árboles se agregan muchos más árboles si el carrero es incoherente y las jibas, como ya se explicó, etcétera. Entonces en esa total arritmia de los saltos y los descensos puede haber ááárrrbbbooolll, y también puede haber ááárrrááárrrááábbbbbbááá- ooorrrlll y otras múltiples variantes. (Huelga señalar que este ejemplo tipográfico es una mera metáfora nominal destinada a mostrar la convulsión en las imágenes y, por consiguiente, sus efectos en la nomenclatura, las definiciones y en último término la historia y la cultura de los perqueos, de las que hablaremos un día si las jibas nos plaf permi plaf ten).
Julio Cortazar: Datos para entender a los perqueos
Ultimo round Tomo II

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