viernes, marzo 13, 2009

PASTOR CANTA A SARAMAGO


PASTOR CANTA A SARAMAGO / http://www.luispastor.com/
Casa de Cultura José Saramago (recién inaugurada)
Albacete
13 de marzo de 2009

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Del disco (2006)
"EN ESTA ESQUINA DEL TIEMPO" , "NESTA ESQUINA DO TEMPO"
(Catorce poemas de José Saramago musicados por Luis Pastor y cantados en portugués y en castellano, en los que aparece la colaboración de Joao Afonso y de Pasión Vega. Con dibujos de Javier Fernández de Molina y prólogo de José Saramago)

Introducción

Nos dicen que la vida no es juego y lo creemos, sobre todo porque a veces nos asomamos a la ventana y vemos el espectáculo del mundo. Mas tarde nos dicen que con las cosas de comer no se juega, que hay que ser serios, rigurosos, disciplinados, hombres y mujeres de provecho.

No nos dicen que seamos soñadores, ni músicos, ni poetas, no nos hablan de la transgresión y sin embargo, cuando tenemos la fortuna de conocer creadores sabemos que nos ha pasado lo mejor que nos podía ocurrir.

Un día, no hace mucho, se encontraron José Saramago y Luis Pastor. Más tarde compartieron tribuna para decir con fuerza que no querían guerras canallas, que las únicas ofensivas morales y necesarias eran las que debían combatir el hambre y la falta de cultura. Y el siguiente paso, este sí osado, lo dio Luis Pastor cuando le dijo a Saramago que iba a componer música para sus poemas y además iba a cantar en portugués. Saramago se echó a reir, dijo "ojalá". y seguro que pensó que la locura de los músicos es casi tan grande como la de los sabios, así que se olvidó del asunto y se puso a escribir "las intermitencias de la muerte". Mientras, llegaron noticias de que Luis pastor preparaba un nuevo disco, "Dúos", en el que cantaba con algunos de los más grandes y para que no quedara dudas de que era cierto, músicos y poetas, más de ochenta locos, se fueron a Lanzarote, a casa de Saramago, a inaugurar con música una biblioteca que tiene mucha poesía dentro. Y allí Luis cantó, en portugués, con la impresionante Pasión Vega el poema Ergo uma rosa, que bailó para que hasta las piedras se emocionaran, María Pagés.

Esa noche, sin papeles ni palabras, simplemente con la alegría de compartir, se selló el pacto que es este disco. Luego hemos reconstruido la historia, la noche en que Lourdes Guerra, voz y alma de esta obra, no pudo dormir porque Luis se empeñaba en oir, una y otra vez la voz de Saramago para aprender la pronunciación portuguesa, los mil viajes a Lisboa para resolver con finura lo que en Madrid habrían solventado de ser más cuerdos, la atenta mirada de Joao Afonso y los guitarristas portugueses, la alegre camaradería de Miguel Ríos y Regi, los ir y venir de poemas, de maquetas, de vida. Nadie ha podido calcular las llamadas que Lourdes Guerra, alma y voz de esta obra, como ha quedado dicho, ha realizado en estos meses, pero se cuenta que varias multinacionales han aumentado sus beneficios. Y los taxis, y las compañías aéreas... Pero la obra está aquí, y es buena.

José Saramago y Luis Pastor han jugado, pese a las recomendaciones de los bien pensantes. Han transgredido normas y a sus edades, cada uno cargando con muchos jóvenes años, han circulado entre poemas y canciones, con la piel desnuda sintiendo y gozando. Más que un disco es un milagro, es aire para respirar, un certificado de que la belleza existe y de que el juego creativo es la savia que nos permite andar sobre dos piernas pensando que somos capaces de tocar las estrellas.

Pilar del Río
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Prólogo

Al tomar la decisión de cantar en portugués, Luis Pastor hizo más que cruzar una frontera lingüística. Ya sabemos que no siempre es cómodo para un español, penetrar en los diabólicos secretos de la pronunciación lusa, descifrar murmullos que, a su oido, son casi inaudibles. Que cada uno aprecie hasta donde llegó el éxito de Luis en este aspecto. A mí lo que más me importa es reconocer en ésta, su "emigración musical" sonoridades nuevas, nuevas modulaciones, como si a la lengua portuguesa, al llevarla del brazo, se le hubiera transmitido un calor especial, una dulzura de otra época, un diferente modo de sentir. Que sea yo el autor de las poesías acá interpretadas, en portugués, y también en castellano, es solo una feliz coincidencia. Lo que más importa es la música. Y la voz, esa inconfundible voz de Luis Pastor, áspera y al mismo tiempo suave, como lo fueron las voces de los grandes trovadores del siglo pasado. Oigámoslo. El tiempo cabe todo en la duración de un disco.

José Saramago

-2006-

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