sábado, agosto 09, 2008

Las autoridades chinas han incumplido su promesa de mejorar la situación de los derechos humanos en el país

El legado olímpico, amenazado por las promesas incumplidas de las autoridades chinas
Le stade national de Pékin
© Tee Meng
28 julio 2008


Las autoridades chinas han incumplido su promesa de mejorar la situación de los derechos humanos en el país y han traicionado los principios fundamentales del olimpismo, según un nuevo informe de Amnistía Internacional.

El informe, hecho público coincidiendo con la cuenta atrás de los 10 últimos días para los Juegos Olímpicos, evalúa la actuación de las autoridades chinas en cuatro áreas relacionadas con los principios fundamentales del olimpismo de "respeto por los principios éticos fundamentales universales" y "mantenimiento de la dignidad humana", como son la persecución de activistas de derechos humanos, la detención sin juicio y la pena de muerte.

Con el título de China: La cuenta atrás para los Juegos Olímpicos. Promesas incumplidas, el informe concluye que, en la mayor parte de las cuestiones analizadas, la situación de los derechos humanos en el país ha seguido deteriorándose desde el último informe que la organización publicó sobre la materia en abril de 2008 titulado La cuenta atrás para los Juegos Olímpicos. La represión de activistas amenaza el legado olímpico.

Poco antes de que empiecen los Juegos Olímpicos, las autoridades chinas han encerrado, puesto bajo arresto domiciliario y apartado de la vista pública a personas que consideran que pueden amenazar la imagen de "estabilidad" y "armonía" que quieren presentar al mundo.

Roseann Rife, directora adjunta de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía, ha declarado: "Insistiendo en la persecución y castigo de quienes hablan en favor de los derechos humanos, las autoridades chinas han perdido de vista las promesas que formularon cuando se les concedió la organización de los Juegos hace siete años."

"Las autoridades chinas están manchando el legado de los Juegos. Tienen que poner en libertad a todos los activistas pacíficos encarcelados, permitir a periodistas nacionales y extranjeros informar libremente, y avanzar aún más hacia la eliminación de la pena de muerte."

Se han confirmado los informes según los cuales los periodistas extranjeros que trabajan desde el centro de prensa de los Juegos Olímpicos en Pekín no pueden acceder al sitio web de Amnistía Internacional (http://www.amnesty.org/en). Además, también ha sido bloqueado en China el sitio web The China Debate, recientemente lanzado por Amnistía Internacional para promover un foro de debate sobre derechos humanos.

Según los informes disponibles, otros sitios web han sido también bloqueados, entre ellos el periódico taiwanés Liberty Times y las versiones en chino del alemán Deutsche Welle y la británica BBC.

Todo lo anterior poco tiene que ver con las promesas de garantizar "a los medios de comunicación libertad absoluta para informar cuando vengan a China". El control y la censura de Internet crecen a medida que se acerca la inauguración de los Juegos Olímpicos. En el punto de mira hay muchos sitios web, entre ellos varios que informan sobre cuestiones relacionadas con el VIH/SIDA en Pekín.

Pese a las nuevas normas para los medios que supuestamente iban a permitir mayor libertad de información a los periodistas extranjeros, se les sigue impidiendo informar sobre "cuestiones sensibles"; por ejemplo, no se les permite hablar con quienes sufren violaciones de derechos humanos. El Club de Corresponsales Extranjeros de China (FCCC) documentó aproximadamente 180 incidentes de impedimentos informativos en 2007. Esa cifra asciende hoy a 260.

Amnistía Internacional considera también que los activistas y periodistas locales que trabajan en cuestiones relacionadas con los derechos humanos en China corren especial peligro de ser objeto de abusos durante los Juegos Olímpicos. Los periodistas chinos trabajan en un ambiente de censura, no pueden informar sobre cuestiones que las autoridades pueden considerar sensibles, y muchos de ellos aún languidecen en la cárcel por informar sobre esos temas.

El activista del derecho a la vivienda Ye Guozhu permanecerá recluido cumpliendo una pena de cuatro años de prisión por "buscar pelea y causar disturbios" a causa de su oposición a la incautación y demolición de propiedades con el fin de abrir espacio para nuevos proyectos de construcción para los próximos Juegos Olímpicos.

Ye Guozhu debía ser excarcelado el 26 de julio de 2008, pero ahora se sabe que permanecerá recluido al menos hasta el 1 de octubre, tras la clausura de los Juegos Olímpicos de 2008.

China sigue batiendo el récord mundial de ejecuciones. El Tribunal Supremo Popular inició una revisión de la pena de muerte que se cree que se ha saldado con un reducción notable de las ejecuciones; al respecto, una alta autoridad del país ha manifestado que, en el primer semestre de 2008, el Tribunal Supremo Popular desestimó el 15 por ciento de las peticiones de pena de capital.

Sin embargo, las autoridades siguen negándose a hacer públicas las cantidades totales sobre las personas que han sido condenadas a muerte y ejecutadas. Las cifras completas sobre este asunto siguen siendo secreto de Estado. Según algunos cálculos, se cree que el número de personas ejecutadas cada año asciende a miles. En China se pueden castigar con la pena de muere en torno a 68 delitos, entre ellos algunos de carácter no violento, como los relacionados con los narcóticos.

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, aseguró recientemente que la "diplomacia silenciosa" del COI se había materializado en varias reformas de derechos humanos, entre ellas las nuevas normas para los medios de comunicación extranjeros.

Roseann Rife ha declarado: "Amnistía Internacional acoge satisfactoriamente el reconocimiento por parte del COI de su influencia en materia de derechos humanos, pero dada la realidad actual, a la organización le sorprende su confianza en que los medios extranjeros podrán informar libremente y en que no habrá censura en internet. También deberían alzar la voz cuando se produzcan por parte de las autoridades violaciones de los principios olímpicos generales".

"Asimismo, los líderes mundiales que asistan a los Juegos Olímpicos tienen que alzar la voz públicamente en favor de los derechos humanos en China y mostrar su apoyo a los activistas chinos de derechos humanos. Si no lo hacen, estarán transmitiendo el mensaje de que es aceptable que un gobierno albergue los Juegos Olímpicos en un clima de represión y persecución".

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