jueves, octubre 16, 2008

Ecuador y la anarquía capitalista


El proceso de desarrollo y consolidación del aparato industrial, significó al avance cuantitativo de la tecnificación en la escaza y poca desarrollada sociedad ecuatoriana, históricamente basada en una economía fundamentada en la agrícola, agraria, donde son esas masas campesinas las que predominan dando una fisonomía feudal o semi-feudal a nuestras colectividades nacionales.
Los tres periodos más importantes en el ámbito estructural fueron el cacaotero, el bananero y el petrolero. Donde la región costa jugó como el sector más dinámico de la producción económica de país; la Sierra y Amazonía, era de una producción para el ámbito local.
Aquel sistema hacendatario, que representó la consolidación de una oligarquía nacional fracasó en su papel histórico de llevar a cabo un proceso del avance latifundista hacia una verdadera industrialización, por su compadrazgo con la economía semi-feudal y relacionada directamente con el Imperialismo en su comercialización y como primer socio financiero.
Este imperialismo explota como mercados de su capital, mercadería y como depósitos de materia prima un periodo de nacionalización e industrialización.
La penetración de capital extranjero permite un cierto desarrollo de las fuerzas productivas, intenta nacer algunos centros industriales, desarrollando un proceso importante en los diferentes sectores más económicos.
El poder político donde la relación de la oligo-plutocracia se encontraba en el Estado potenció un desarrollo más autónomo sobre la modernización industrial, como superación o mejoramiento del subdesarrollo.
Los grupos subordinados de esta modalidad de acumulación son el campesinado, que se vio obligado a migrar a los centros de retención de capital en el país (Quito-Guayaquil), desfavoreciendo a la industria agraria, que se debilitó y paso a ser considerada una actividad económica limitada a pesar de que seguía generando ingresos para el Estado.
Mientras se había concentrado en la exportación de petróleo y consideraba a las otras exportaciones como no tradicionales, provocó que la crisis se ahondara a causa de contar como la mayor y prácticamente la única fuente de ingreso del país al petróleo provocando mayor inestabilidad política y económica en donde se empezó a generar en la presión popular que posteriormente se desencadenó una crisis política inestable y difícil de superar.
El auge sistemático de una nueva alianza dominante donde jamás se rompió los intereses de clase entre los grupos exportadores y hacendatarios, que conlleven a una nueva clase en disputa hegemónica como la naciente burguesía industrial.
La política de sustitución de importaciones que permitió forzar la industrialización nacional y aún paliar los efectos de la crisis bananera, no tuvo los resultados esperados. En primer lugar por la incapacidad de las élites para crear las condiciones propicias para su cristalización. No se desarrollo dinámicamente en mercado interno, no se dio una redistribución productiva.
Este intento no alteró el patrón tradicional de la acumulación primario exportadora. Fue un esfuerzo asociado y subordinado a la lógica del capital extranjero.
La lógica de la industrialización tenía un componente externo determinante y por lo tanto insuficiente a cualquier propuesta nacional.
"El capital extranjero va a aliarse generalmente con estas clases dominantes extranjeras, a tratarla como intermediarias para la explotación de los campesinos y de los trabajadores indígenas, consolidados sus relaciones de explotación con sus propios pueblos" Ernest Mandel.
El descenso del boom bananero, y las consecuencias que trajo consigo a la economía nacional, fue superado por un basto potencial petrolero pero insuficiente para satisfacer requerimientos internacionales, nuevamente la explotación de nuestros recursos se decidirá por necesidades externas y no solo por razones nacionales.
Esta burguesía "autóctona" en un principio asociado a las industrias extranjeras de importación, se irán enriqueciendo y transformando progresivamente en empresarios independientes, pero sus inversiones se verán vinculados al comercio internacional.
En los años setenta el Ecuador entró plenamente en el mercado mundial. Las políticas económicas se basaron en la apertura a la industria, pero quedó tan solo como un intento de desarrollo al pisotear al mediano y pequeño comerciante, favoreciendo a las grandes empresas que gozaron de evasión de impuestos, para traer maquinaria, pero que, por su mediocridad las empresas estatales como las privadas fracasaron en el intento de industrializar al país, generando pobreza y mejores condiciones de vidas para la clase dominante, aun que en los tiempos de crisis después del "boom" petrolero se dio la ruptura entre las empresas y banca privada, no se pudo regular la economía ni reactivarla, para fomentar el desarrollo desde las clases medias, esto llevo al país a agudizar la deuda social que se acrecentaba con el pasar de los años, y que hasta la actualidad seguimos pagando las consecuencias de estos errores.
El contexto internacional, el boom petrolero como elemento primordial de la economía nacional, se vio relacionado con la crisis vivida en los años setenta ante el déficit de los Estados Unidos. Ante este déficit económico el estado estadounidense, puso en funcionamiento junto con los bancos la solución mediante una emisión monetaria mayor, que amortigüe esta crisis financiera.
La gran cantidad de circulante que se encontraba en el mercado, sirvió a los bancos a poseer demasiado capital depositadado, ofreciendo "gentilmente" créditos a los países en desarrollo, como Ecuador, a un interés pequeño. Pero, este intento no funcionó y nuevamente entro los Estados Unidos en crisis económica, devaluándose su moneda con relación al mercado mundial.
Por otro lado el precio de petróleo y sus productos básicos seguían subiendo. La solución atrevida fue subir altamente los intereses de los créditos prestados a los países en desarrollo, comenzando así el cuento del nunca acabar de la deuda externa.
Con la existencia de organismos que intervinieron en la concesión y control de créditos a los países subdesarrollados se generó un gran endeudamiento ya que ninguno preveo la baja que tendrían los hidrocarburos.
En nuestro país el aumento de la deuda externa se vio acelerado con el auge petrolero ya que a bancos extranjeros y a acreedores internacionales les era más rentable y conveniente dar créditos a países que tenían garantías de pago con los ingresos del petróleo. Con el apoyo de países del centro se aumento la petición de créditos por parte de países de la periferia
El reajuste en el incremento de las tasas de interés se vio acrecentado el pago que debían realizar los países endeudados pues las dificultades económicas internacionales y los déficit de la economía norteamericana ayudaron al aumento antes mencionado
Con el mal uso que se dio a ese dinero se generó tal sobreendeudamiento que el Ecuador todavía continua pagando. El error de no invertir para una reproducción del capital por la adquisición de armamento y bajo el justificativo de "seguridad nacional" escondía su verdadero plan del avance de las ideas progresistas, siendo este periodo el más oscuro en la vida nacional y latinoamericana por la gran cantidad de dictaduras vividas.
Por otro lado el Estado se convirtió por primera vez en el actor principal en el proceso de desarrollo, pero este estado tenía en su organicidad representantes de la oligarquía interesada por el festín petrolero.
Así el Estado invirtió en diversos proyectos, algunos con una baja rentabilidad nacional y otros bienvenidos por empresarios privados. Por un lado el sector industrial se hallaba en amplio crecimiento, por otro lado el sector agrícola se encontraba rezagado, creciendo a una tasa menor que la poblacional; Por lo que el país necesito de una abundante cantidad de divisas para financiar las importaciones de bienes alimentarios y poder abastecer la demanda y la canasta familiar principalmente.
El Estado fue manejado en función de interés fraccionales, incluso familiares, de grupos empresariales, a lo que represente los intereses generales de la burguesía.A fin de mantener la inflación baja y controlada el gobierno subsidió la importación de los principales bienes alimenticios deficitarios.
El conjunto de este cambio dependiente por inversión extranjera representa una actitud económica en la que el Estado consolida sus intereses con las viejas clases dominantes, relacionados al capital imperialista.
Estos intento de superar la crisis capitalista, se basaron en la teoría Keynesiana por construir un Estado benefactor pero contradictoriamente también regulaba el mercado, sin embargo ayudando a algunas empresas privadas que quebraron y que posteriormente con el discurso y prácticas neoliberales intentaran disminuir el tamaño de las funciones estatales, sobre servicios necesarios para la población.
Así, en vez de consolidarse un empresariado ágil e innovador en el país, los principales agentes económicos desarrollaron una cultura económica característica de los enclaves que han dominado la economía latinoamericana: una oligarquía ociosa, orientada a aprovechar los recursos naturales y humanos vía explotación extensiva y de exportación.
En ese sentido, el Estado, necesita mucho más apoyarse en un nexo con los capitales transnacionales, porque eso puede darle a la propuesta un piso de respaldo que no encuentra directamente en el capital nacional. Y por eso también el gobierno hace esfuerzos por atraer a sectores empresariales.
En este contexto la política de industrialización sustitutiva y la exigencia de un tipo de cambio congelado no pueden conducir a afirmar ingenuidad que se haya impulsado una política económica anti-exportadora.
En la actualidad tomando en cuenta el periodo de globalización neoliberal que comenzó en Chile desde los años 73, entrando al Ecuador en la década de los 80, los países que han aplicado las recetas del Consenso de Washington y del FMI están nuevamente ante la crisis económica a nivel mundial y próximos a un proceso similar de presión y endeudamiento como de los 70. La anarquía productiva del capitalismo nuevamente nos ha llevado a una crisis económica a escala mundial, siendo los pobres los más perjudicados.
El capitalismo va a buscar una salida para esta crisis pero podemos adelantarnos antes de su nuevo afianzamiento mundial de capital, con la verdadera solución que es el socialismo, no son aislados los nuevos aires de cambio en América Latina, producto de la descomposición histórica del neoliberalismo, aprovechar su debilitamiento o vivir medio siglo más de imposición.



Juan Francisco
Torres

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