sábado, diciembre 15, 2007

CÓNDOR ANDINO


Cóndor andino


Es un ave carroñero, se alimenta de cadáveres de animales o carroña

Longitud: 1 a 1,20 metros desde la cabeza a la cola.
Envergadura: 3 metros o más.
Los machos son más grandes que las hembras.
Peso: 11,5 Kg.

Coloración: el plumaje es negro, excepto en el dorso de las alas donde es blanco, su cuello es rojizo, en su parte inferior posee un collar de plumón blanco. Los machos presentan una cresta en su cabeza y tienen el iris de color marrón, las hembras, no poseen cresta y el iris es rojo.

Período de incubación: de 54 a 65 días, y es compartida entre el macho y la hembra.
Tienen una baja tasa reproductiva (1 cría cada 2 ó 3años).

Proyecto de Conservación del Cóndor Andino de Argentina

La Fundación Bioandina estuvo en el ISO en Agosto, en el marco del ciclo de seminarios sobre la Patagonia argentina, disertando sobre el proyecto de conservación que llevan adelante.

Durante miles de años el Cóndor Andino, el ave voladora mas grande del mundo, considerado el Espíritu viviente de los Andes, vivió en armonía con el ser humano, siendo venerado por todas las comunidades originarias.

Si bien fue abundante en otro tiempo, este animal simbólico se ha convertido hoy en un desafío de conservación debido al envenenamiento por la ingestión de balas de plomo, sebos tóxicos, la colisión contra cables de alta tensión, la caza furtiva, la alteración de su medio natural: todas causas exclusivamente humanas. Gracias a miles de hora de observación, sabemos que el Cóndor es un animal estrictamente carroñero. De esta forma evita la acumulación de cadáveres, cumpliendo un invalorable papel de "basurero natural" del ecosistema andino, evitando la formación de focos de infección.

Programa de Incubación Artificial

Debido a que esta especie posee una tasa reproductiva muy baja, (ponen un solo huevo y cría un pichón cada dos o tres años) es necesario utilizar la técnica de postura múltiple, esta consiste en retirar el primer huevo puesto por la hembra, estimulando la puesta de un segundo, el cual se deja al cuidado de sus padres. El huevo retirado es trasladado al centro de incubación. Durante dos meses se siguen con mucho cuidado los parámetros de temperatura y humedad que llevarán a un exitoso nacimiento. Cada semana por transparencia se controla el desarrollo del embrión dentro del huevo.

Cuando el pichón pica la cáscara para nacer comienza un proceso que dura aproximadamente tres días, considerado uno de los momentos más críticos. El nacimiento es asistido para evitar los gastos energéticos y los riegos del nacimiento.

Posteriormente todos los pichones nacidos en el marco del Proyecto, son criados en aislamiento humano, en nurserys especialmente diseñadas, donde nunca tendrán contacto con el ser humano. Los pichones son criados con la asistencia de títeres de látex que representan a sus padres, macho con cresta y ojos marrones y hembra sin cresta y con ojos rojos. De esta manera se favorece el reconocimiento hacia su especie y no hacia el ser humano.

Luego serán trasladados a áreas de maduración en aislamiento donde, a través de mallas perimetrales, podrán socializar con cóndores adultos que les servirán de verdaderos maestros para su traslado a zonas silvestres. Ellos permanecerán en estas condiciones hasta completar su plumaje juvenil pardo ocráceo y, a partir de este momento, estarán listos para ser incluidos en programas de liberación.

Programa de Rescate de ejemplares silvestres

Desde hace más de una década, en el Programa de Conservación Cóndor Andino (PCCA), se reciben numerosos llamados, desde diferentes lugares del país, dando aviso de ejemplares que han sido víctimas de inescrupulosos cazadores, heridos por trampas, atrapados y tomados como mascotas o que han caído en manos del tráfico ilegal.

Ante esta problemática, se creó el Centro de Rescate del Cóndor Andino, una herramienta de conservación que permite trabajar en el rescate y la rehabilitación de estas aves. Una vez arribados los ejemplares al Centro de rescate, se les realiza extracciones de sangre para análisis veterinarios, placas radiográficas y en el caso de ser necesario intervenciones quirúrgicas.

Luego de cumplir una cuarentena sanitaria son trasladados a recintos de vuelo donde se evalúa el grado de rehabilitación alcanzado por los ejemplares en aislamiento humano para determinar su inclusión en programas in-situ o ex-situ. En el caso de poder ser devueltos a su ambiente natural, se llevan a cabo la búsqueda del lugar de liberación, acompañada por una intensa campaña educativa en las zonas de influencia y un posterior seguimiento de los ejemplares liberados. En el caso de no poder ser devueltos a su ambientes los ejemplares son destinados a los programas de educación, sociabilización o reproducción.

El PCCA, a través de su programa de incubación artificial y cría en aislamiento humano y gracias al programa de rescate de ejemplares silvestres, ha logrado concretar diversas liberaciones en la cordillera de los Andes. En diciembre de 1997, se concretó la liberación de 5 ejemplares en Valle Encantado, en Patagonia. Estos ejemplares, fueron los primeros en el mundo en llevar en sus alas un transmisor satelital a energía solar.

Posteriormente, se ha logrado realizar dos liberaciones en Venezuela de 6 ejemplares y se asistió, a una liberación en Bolivia de 3 ejemplares.

Proyecto Internacional

A partir del año 2001 el PCCA y el Centro para las Aves Rapaces de Chile, decidieron unir sus esfuerzos en un único Programa Binacional de Conservación del Cóndor Andino (PBCCA). En el marco del PBCCA fue posible realizar tres liberaciones más en Chile de 10 ejemplares en total y en Argentina, se liberó una hembra juvenil en Catamarca.

Para el seguimiento de los ejemplares liberados, se utilizan bandas en las alas de los cóndores, trasmisores de radio y de satélite. Esta moderna tecnología permiten obtener valiosa información científica sobre la biología y ecología del cóndor inaccesible por la imposibilidad de seguirlos en sus grandes desplazamientos diarios a través de un terreno tan accidentado como es la cordillera de los andes.

Si bien los programas de cría y rescate son una poderosa herramienta, la educación es fundamental para producir un cambio cultural en la sociedad. El PCCA cuenta con dos centros de interpretación específicos, "La Cabaña del Cóndor" en el ZOO de Buenos Aires y "Patagonia Viva" en Temaikèn. Estos reciben millones de visitantes al año, quienes acceden a información concreta, a través de videos, fotos, charlas y demás medios educativos, sobre los alcances y resultados del proyecto.

Además se desarrollan programa de educación en escuelas, rurales y de grandes ciudades del país, llegando con un mensaje claro de conservación a mas de 18.000 alumnos por año. Se tarda tres años en devolver la libertad a un Cóndor, pero bastan unos segundos para quitarles la vida. Por eso un cambio cultural es imprescindible y por eso son tan importantes los programas educativos y de difusión. Debemos cambiar la relación que tenemos con nuestro entorno si queremos asegurar la supervivencia de esta especie y, en definitiva, la continuidad de vida en la tierra.


Fuente: Fundación Octubre

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