domingo, mayo 02, 2010

Patricio Anabalón, sobredosis de melancolía y leyenda



Por Gabriela García / La Nación

La cita es a las 20:30 horas en la Sala Master. En la ocasión, el artista, que ha compartido escenario con Silvio Rodríguez, evocará esos secretos que le arrebatan al hombre cuando es arrojado al mundo.

“Soy un lobo estepario que busca el trance”, dice Anabalón sobre la atmósfera que envuelve a “Umbilical”, el cual puedes escuchar en vivo desde $3.000.

Cantan los pájaros ciegos, las ánimas, el alba, los miércoles de lavanda. En la música de Patricio Anabalón siempre es invierno. “Es mi estación favorita, la de la melancolía”, dice sonriendo el hombre que para sobrevivir en un país de silicona y plasmas se ha refugiado en la poesía. La que encuentra en el insomnio y en los libros de Huidobro, en las leyendas griegas y en la almohada en que descansa. “Soy un lobo estepario que busca el trance. Las canciones me las dictan los sueños”, dice para introducir “Umbilical”, un disco en el que el cantautor lleva la mirada hacia dentro, a lo íntimo, a lo maternal e infantil que suele ser la conexión con nuestro mundo propio.

“Tiene que ver con esos secretos que los antiguos trovadores guardaron, con los cuentos de los abuelos que aquí se traducen en canciones escritas en haikú como ‘El viento’ o ‘Desnuda mi taza de té’, donde narro la historia del rey del bosque con arreglos que te evocan una China milenaria”, explica refiriéndose al espíritu de la naturaleza que el pasado 27 de febrero, y como versa dicha letra premonitoria, agitó hogares e hizo sudar “las frías almas que no volverán jamás”. “Escribí y canté ese tema en una gira con Fernando Ubiergo antes del terremoto y se hizo carne cuando la tierra se sacudió para recordarnos que no somos intocables, que tenemos que dejar la arrogancia y volver a la humildad que tienen las culturas originarias, que estamos llenos de despojos, que somos efímeros y primitivos”, expresa.

PUPILA ANTIGUA

Sobre la base de la guitarra y el chelo que, según Anabalón, nunca a nivel de cantautor había adquirido tanto protagonismo, en once temas el artista habla de esa pequeña muerte que se produce cuando el ser humano es arrojado al mundo. “Es un momento mágico. De hecho, Jodorowsky dice que el primer masaje que le da una madre a un bebé es el cordón umbilical y que por eso los que nacen por cesárea están llenos de traumas. Es el primer túnel, el próximo ya sabemos cual es”, afirma quien piensa a la poesía como el refugio de los sobrevivientes. “Es ella la que le permite a los que no tenemos opinión en esta sociedad dejar la vergüenza de lado. Y si la cantas haces política, filosofía”.

Nacido en 1975 en Chile, Anabalón vivió algún tiempo en Cuba y dice que los presos políticos de La Habana son una realidad que le ametralla el corazón. Aun cuando uno de sus referentes es Silvio Rodríguez, defensor de la revolución y con quien ha compartido escenario, al igual que con trovadores como Vicente Feliú, Ismael Serrano y el mexicano Alejandro Filio. “Siempre voy a estar en contra de su situación política. Creo que el poder siempre corrompe, ya sea de izquierda o de derecha. Y lo que es peor, es el pueblo el que sufre siempre”, reflexiona quien esta noche encabezará su propia batalla: la de cantar su undécimo álbum junto a los versos de Manuel Silva Acevedo y el chelo de Ángel Cárdenas, con la ilusión de que la lluvia no se ensucie cuando caiga.

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