lunes, marzo 21, 2011

Entrevista con el trovador Alejandro Filio

POR JOSÉ ROBERTO LEONARDO Guatemala

El cantante y músico de trova, Alejandro Filio, accediió a unas preguntas para prensalibre.com en un hotel capitalino en donde habló sobre su quehacer musical y el compromiso que conlleva ser trovador.

¿Qué le ha dejado una trayectoria que empezó con el disco “Hay luz debajo” de 1988?

Empezó un poco antes, en el ambiente de las universidades, en el año 1976. Ahí comencé a militar en esto que hoy se denomina trova y que antes se denominó canto nuevo. Sobre todo, me ha dejado la posibilidad de ser un intérprete del sentir popular y de crecer como ser humano al poderme espejear por medio de esta figura de artista. Y más aún, me ha dejado la sensación de que esto no es un trabajo sino un gran placer.

¿Por qué cree que la trova sigue teniendo seguidores?

Siempre los ha tenido. Por ejemplo, uno de los acontecimientos históricos que generó el nacimiento de muchos artistas más fue la trova cubana. Ahí entran Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Sara González, Vicente Feliu, Carlos Varela. Entonces todo ese fenómeno generó algo más, que es un sentir popular en todo el abanico de sentires que pueda tener la gente.

¿Qué significa para usted el término “Canto Nuevo”?

Es una etiqueta del momento en que me tocó vivir. Al hablar de “Canto Nuevo, es indudable el hecho de hablar de una metamorfosis musical dentro de mi país (México) y Latinoamérica. La continuación ha sido el despertar de muchas expresiones jóvenes. Las temáticas, en este género, siempre son desarrolladas por medio de la poesía y acompañadas de una guitarra. Entonces, ese es el reto: ser un solitario con guitarra para tocar las fibras sensibles se la gente.

¿La poesía influye a la trova o viceversa?

Las dos vienen entrelazadas. La trova siempre fue un idioma poético. El encuentro de la trova con la poesía es magnífico. Por ejemplo, con Silvio Rodríguez, encontramos un equilibrio perfecto entre su estética al escribir y su ética al respetar su razón social y política, que se traduce en la Revolución Cubana.

¿De qué le ha servido manejar su obra discográfica de manera independiente?

Me da una gran libertad. No tengo ninguna censura, ni exigencias de alguna disquera que solo le interese vender discos. Ser dueño de lo que yo hago me ha dado ese poder y sobre todo el respeto de mucha gente por existir a pesar de las disqueras trasnacionales.

¿Siente admiración por algún músico en la actualidad?

Fallecidos me gustan Guty Cárdenas y Álvaro Carrillo, los trovadores de mi país. De Argentina, León Gieco, Fito Páez, de Cuba Silvio Rodríguez. Y todos los compositores como Alberto Cortez y Joan Manuel Serrat son un modelo para mí.

¿Tiene algún poeta favorito?

Pablo Neruda, Jaime Sabines, Amado Nervo y de los nuevos poetas me gusta mucho un mexicano que se llama Edel Juárez y Carlos García de Nicaragua. A todas partes donde voy trato de conseguir libros de poesía porque eso es un alimento para el espíritu creador del trovador.

El amor en todas sus vertientes parece una constante en su obra ¿Por qué?

Creo que en mis canciones hablar del amor en un plan global es hablar del compromiso social, amor hacia nosotros mismos, a nuestro país, el amor a nuestro planeta, etc. De esta manera, hablar de amor es algo comprometedor y muy extenso

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