domingo, noviembre 22, 2009

Leonardo García, como mis verdades



Por: Roberto Reyes
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba cuenta con una sede recién remozada en Santa Clara. La Casa de la UNEAC es ahora más espaciosa, ha reorganizado sus locales, sus paredes ya no muestran el deterioro de meses atrás y su patio central ha ganado en amplitud. Precisamente en ese espacio descubierto se presentó el pasado martes 20 de octubre el trovador Leonardo García, justo cuando transcurrían las últimas horas del Día de la Cultura Cubana. El concierto se llamó “Como mis verdades” y estuvieron invitados Pepe O’Farril en la guitarra, Michel “El Gallo” Hernández en el bajo y Alejandro “Batutico” en la percusión. En algunas piezas se unieron al trovador sus amigos cantores Yaíma Orozco, Alain Garrido y Karel Fleites.

Recuerdo que conocí a Leonardo García cuando se presentaba, en la segunda mitad de los años 90, en los festivales de artistas aficionados de la Federación Estudiantil Universitaria, en la Universidad Central de Las Villas. Como había aprendido a tocar guitarra en la Escuela Vocacional de Arte de Villa Clara, sus primeras intervenciones en los eventos fueron con piezas instrumentales que evidenciaban las huellas académicas. Eran obras esmeradas, sin espacio para la improvisación. De aquella etapa el cantor atesora varios premios y reconocimientos. Poco a poco Leonardo comenzó a incorporarle voz a su música para crear sus primeras canciones, pero sospecho que muy pocos pudieron imaginar que llegarían hasta las cotas de excelencia que han alcanzado hoy. Y no hablo de una obra que se escucha hasta el cansancio en la radio, ni de videos glamorosos, ni de grandes ventas de discos, porque me refiero a un juglar que se mueve, más bien se desliza, por los cauces de la moderación. Junto al cuidadoso trabajo con la guitarra, y la búsqueda de hallazgos armónicos y melódicos, Leonardo muestra una incontenible tendencia a la meditación, como si sus canciones pretendieran dejarnos indefensos y desnudos. Es el caso de piezas como “Emigro”, “Entre la luna y yo”, “Detrás del tilo” y “De paso por el sol”. Incluso cuando el trovador regala composiciones en las que predomina la cadencia de géneros como el son, el oído atento reconoce hermosas metáforas, preocupaciones sociales, el flujo y reflujo del amor. “Días corriendo” y “Pobre gente” pudieran servir de ejemplo.

Siempre me ha llamado la atención que Leonardo García habla como si procurara no herir a su interlocutor con la intensidad de su voz, por el contrario sobre el escenario su garganta emite sonidos firmes, robustos, cargados de inflexiones. Así nos recibió el pasado 20 de octubre en el patio de la Casa de la UNEAC en Santa Clara, después de ser presentado de manera hermosa por el poeta Yamil Díaz. Pero no siempre se tiene la posibilidad de asistir a un concierto de Leonardo García, por eso Trastienda musical ha elegido más de una decena de sus canciones y te las ofrece en esta descarga

No hay comentarios.: