domingo, noviembre 22, 2009

La Casa de los encuentros

Los escritores Laura Antillano y Humberto Mata, de Venezuela, evocan su experiencia como jurados del Premio Casa de las Américas y su relación con la entidad cultural, en el contexto del homenaje que realiza la FILVEN a la institución.


“La Casa de las Américas es un proyecto cultural que pasó de la intención a las acciones, a los programas, al resguardo oportuno del patrimonio tangible e intangible que tenemos no solo en nuestra sede en Cuba, sino que compartimos a través del continente latinoamericano y del Caribe”, apuntó Roberto Zurbano, director del Fondo Editorial de la Casa, en un panel dedicado a celebrar los 50 años de la institución durante la séptima jornada de la V Feria Internacional del Libro de Venezuela.

Antes de presentar a los invitados venezolanos del panel —los escritores Laura Antillano y Humberto Mata—, Zurbano recordó a Haydee Santamaría, y apuntó que ella dejó una estela importante, pues a través de la Casa creó una red de relaciones en todo el continente, lo cual propició que muchas de las figuras más relevantes del arte y la literatura en la región pasaran por La Habana y se encontraran en el entorno de la institución cultural.

Subrayó que la Casa fue una de las primeras instituciones fundadas por la Revolución cubana, y una de las que ha acompañado durante estas décadas su obra cultural. “La obra de la Revolución es sobre todo una obra cultural, y el trabajo que han realizado entidades como la Casa ha sido proyectar ese ideario hacia el espacio natural en que se ha desenvuelto aquella, el Caribe y Latinoamérica”, enfatizó Zurbano.

A propósito de los girasoles que presidían la mesa, Zurbano dijo que “esa flor acompaña los grandes momentos de la Casa y ese es el espíritu (de la institución), el de los girasoles, que miran siempre al sol e irradian paz, dulzura y conocimiento”.

Por su parte, Laura Antillano, quien nos ha acompañado en más de una ocasión, dos veces como jurado del Premio Literario, y es una importante narradora y promotora de la literatura para niños, dijo que es un honor participar en un panel dedicado a la Casa. “Mi relación con la Casa ha sido fundamental en mi vínculo con otros escritores latinoamericanos y para la literatura que escribimos”, apuntó Laura, y mostró algunas imágenes que evocan los momentos en que participó como jurado por primera vez, en 1978.



Recordó que estaba embarazada de su primer hijo y todos estaban pendientes de su estado, entre ellos el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar, actual presidente de la Casa, de quien guarda una carta en la que se preocupa por el nacimiento del bebé, después que ella regresó a su país. Asimismo, evocó el peculiar sentido del humor de Haydee Santamaría, quien se disfrazaba de fantasma durante las noches del Premio Literario y sorprendía a los jurados en sus habitaciones.

Zurbano retomó la palabra para agradecer el homenaje realizado por los escritores venezolanos Luis Britto García y Héctor Díaz Polanco, así como por el dramaturgo Rodolfo Santana en el contexto de la V Feria Internacional del Libro de Venezuela.

Apuntó que cuando surgió la Casa existía en América Latina un contexto muy complejo. “Comenzaba la guerra fría, las instituciones culturales comenzaban a ser pagadas por entidades norteamericanas”, señaló, y puntualizó que hoy tenemos un entorno también difícil, pero hemos reunido cincuenta años de experiencia, y nos acompañan muchos amigos que participan con nosotros en esta labor de integración cultural.


Humberto Mata, por su parte, dijo que ser jurado del Premio Casa ha sido una de las experiencias más extraordinarias que ha tenido. “Nunca me había sentido tan bien entre libros e intelectuales”, subrayó, y relató cómo se trabaja durante el certamen, pero también cuánto se disfruta. “Qué cosa magnífica la hospitalidad de los cubanos, la comunidad que se crea, la gente del pueblo pendiente del Premio”, dijo, y agregó entre risas que lo único que lamenta es no haber vuelto más.

Citó un texto de Roberto Fernández Retamar sobre la Casa en el que el actual presidente de la institución dice que “le hemos sido fieles a Haydee del único modo que la complacería: creciendo”.

“Casa es eso, un espacio que ha ido creciendo; creciendo en el amor hacia todos, y en el de nosotros hacia ella; creciendo físicamente y en sus actividades”, destacó Mata, y evocó su situación y la del entorno intelectual de su país cuando surgió la Casa. “Estábamos absolutamente aislados del pensamiento latinoamericano y era casi una blasfemia hablar de eso. Una gran parte de los venezolanos no queríamos parecer venezolanos o latinoamericanos, queríamos ser otros, o, mejor dicho, otro: los Estados Unidos”, enfatizó, y agregó que “dentro de esa isla que éramos nosotros, una Isla empezó a salvarnos, la isla de Cuba”.

Recordó que en esa fecha empezó a llegarles la revista Casa, y se dieron cuenta de que “el mundo latinoamericano es maravilloso, y tiene un pensamiento profundo que habíamos olvidado, rechazado o escondido, y que gracias a Cuba empezamos a conocernos”.

Por último, compartió con los asistentes un pequeño texto a propósito del efecto que tuvo esa publicación en el entorno intelectual caraqueño. Dijo que “Caracas, que a cada instante vuelve a nacer desde cenizas; que tiene como símbolo de pertenencia el cambio permanente, vio en su momento cómo una revista semiclandestina, absolutamente maravillosa y `descortés´, invadía los anaqueles menos frecuentados de ciertas librerías”.



Se trataba de la revista Casa, “que venía por esos vericuetos a decirnos: hay un mundo que debes conquistar y ese mundo no está lejos de ti, sino en ti, en tus costumbres, en tu manera de caminar y hacer el amor, en los piropos que lanzas a las muchachas más hermosas del mundo, las latinoamericanas, en tus sueños y en tu poderosa necesidad de no sucumbir”.

Por último, Mata agradeció a la Casa, a Haydee —a quien no pudo conocer— y a Roberto Fernández Retamar, “ese ser extraordinario que tanto ha hecho por la institución y por todos nosotros”.

Para finalizar el panel, Zurbano evocó las figuras de Manuel Galich, dramaturgo guatemalteco que fundó el departamento de Teatro de la Casa y su revista Conjunto; a Mario Benedetti, fundador del Centro de Investigaciones Literarias, y a Roque Dalton, quien también trabajó en la institución, entre muchos otros que han pasado por allí durante estas cinco décadas.

“El mejor patrimonio de la Casa no es el trabajo que hacemos cotidianamente, sino que está en espacios como este, en cualquier persona que lee los libros que editamos, en quienes comparten con nosotros testimonios como los que hemos escuchado”, concluyó Zurbano.

Música y poesía como siempre en Casa

Para concluir las actividades de la Casa de las Américas en la séptima jornada de la V Feria Internacional del Libro de Venezuela, tuvo lugar la presentación de la antología poética Fábula lluvia, de Luis Lorente, ganador del Premio Casa de Poesía en el año 2004 con su volumen Esta tarde llegando la noche.

A propósito del volumen, Roberto Zurbano convidó a disfrutarlo a la “vieja usanza” de Casa, con un recital de poesía y canción, aprovechando la participación en la sala de los trovadores cubanos Raúl Verdecia e Ismael de la Torre, quienes trabajan junto a los venezolanos en la Misión Cultura.

Poco antes de que se iniciara “la descarga” de trova y poesía, Zurbano recordó que la Casa fue un importante centro de promoción de la canción de autor desde sus orígenes como movimiento, y que en esa institución cubana tuvo lugar en 1967 el Encuentro de la Canción Protesta, que reunía a algunos de los nombres hoy ineludibles de esa manifestación musical en nuestro continente.

Entre acordes de guitarra y versos de Verdecia, de la Torre y Lorente, quien integra la delegación de la institución en Caracas, la tarde fue adentrándose en la noche de Caracas.

Mañana, el programa de la Casa está dedicado al encuentro con los más pequeños lectores, pues tendrá lugar la presentación en este contexto del libro Perro viejo, de Teresa Cárdenas, ganadora en el año 2005 del Premio Casa de literatura para niños y jóvenes. La escritora y narradora oral ha estado desarrollando este tipo de trabajo con los niños que participan en las actividades del Pabellón Infantil desde la segunda fecha de FILVEN.

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