lunes, mayo 17, 2010

PICASSO Y GUAYASAMÍN / Alcides Pereda


Picasso Cosme Proenza advirtió a los entusiastas que la presencia en las Romerías de una exposición de Picasso no era tal, “son estudios del autor de Guernica, no sus óleos”. Antes, Pablo Guayasamín, hijo del renombrado pintor anunció que al llegar a Quito, escogerá tres obras de su padre, una de cada época, y las hará llegar a Holguín, “Quiero que ustedes lo tengan aquí, en una ciudad donde se trabaja tanto por la cultura”.

El preludio de Babel, la cita de las artes plásticas de las XVII Romerías se vistió de lujo al traer a esta ciudad, a más de 700 kilómetros de la capital, la primera exposición de estos dos colosos de la plástica universal. Por vez primera se exponen originales de Picasso y ha sido precisamente en Holguín el sitio escogido. Agencias de diferentes latitudes reflejaron este hecho entre sus resúmenes informativos. Incluso, una de ellas, la china Xinhua, la tuvo entre sus destacadas.

En enero de este año, Gilbert Browstone, un coleccionista norteamericano radicado en Francia, donó a Cuba una colección de cuadros de Pablo Picasso. En el centro de arte de esta ciudad, invadida por cientos de personas, Browstone destacó que pone en manos de los cubanos estas obras porque sabe lo que se hace por la cultura en esta pequeña isla bloqueada.

El ex director del museo Picasso en Francia quiso dedicar su noble gesto a los Cinco Héroes porque son hombres dignos y lo que están haciendo con ellos es extraordinariamente injusto. La exposición de estos bocetos de Picasso, titulada Retratos Imaginarios la integran un total de veintinueve obras, todas hechas casi al final de la vida del pintor y muestran un singular despegue de su tradición pictórica, más preocupado en esta ocasión por llevar a la cartulina figuras con las que se permite toda clase de juego compositivo.

Por su parte, el salón solemne del Museo Provincial La Periquera acogió la exhibición de Guayasamín. Una muestra de su valiosa obra, reconocida por una estética simbolista muy personal que se caracteriza por el uso de colores neutros y formas rotundas, al servicio de un arte que tiene como objetivo la denuncia de injusticias sociales. Preside la colección el último de los cuadros que le hiciera el pintor a Fidel en sus setenta y cinco cumpleaños, y le acompañan además diecinueve originales donde hace uso de técnicas tan diversas como las serigrafía, el aguafuerte y la litografía.

Para Moraima Clavijo, directora del Museo Nacional de Bellas Artes no es una casualidad que sea la ciudad de Holguín y no otra, la primera en apreciar a Picasso y a Guayasamín, “ustedes lo merecen, Babel lo merece, las Romerías lo merecen”, declaró a la prensa convencida de unir con este acontecimiento sobresaliente a ambos artistas.

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