viernes, febrero 22, 2008

SONRÍE ECUADOR...



No seamos amargados. Hay que reconocer que la intención del Vice es buena. Coincido en la necesidad de hacer un proselitismo por incentivar el sentido del humor y la alegría. Tan solo me da pena que coincida con la dramática situación nacional de las inundaciones. Al mismo tiempo hay que reconocer que el humor debería ser la herramienta que más necesitamos precisamente en las calamidades y tragedias. El caso del vicepresidente es testimonio valioso de cómo recurrió al humor para hacer frente a su tragedia personal.

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