miércoles, octubre 03, 2007

Alarmante incremento de violencia contra mujeres

Alarmante incremento de violencia contra mujeres


Sara Lovera López
SEMlac




La violencia que reciben las mujeres de sus parejas creció hasta en 72 por ciento en los últimos 17 años en México, lo que ha generado más gastos en los servicios de salud, tanto en costos como en capacidad de atención.

Los datos señalan que las víctimas bajan su productividad laboral y, como ha crecido el número de mujeres violentadas, también se afecta la productividad nacional por ausencias laborales, distracción en el trabajo y depresión.

Estos son algunos contornos de un estudio aún inédito al que SEMlac tuvo acceso, realizado por cinco investigadoras del Instituto Nacional de Salud Pública, al explorar especificidades de la encuesta nacional efectuada por la Secretaría de Salud en todo el país, durante 2005.

Hallaron que en los últimos 17 años en el país, la violencia de pareja aumentó, entre 30 y 72 por ciento, y que en un solo año más de 7.000 mujeres tuvieron que ir al hospital, lo que equivale a que el 30 ciento de más de 24.000 encuestadas requirió atención médica.

De las lesionadas, 13 por ciento fueron hospitalizadas con lesiones físicas significativas, resultado de heridas con instrumentos punzo cortantes o golpes severos en la cabeza.

El análisis señala que la violencia de pareja se da entre mujeres de educación básica, de campo y ciudad, entre casadas y unidas, de diferentes estratos económicos y en las 32 entidades del país.

Rosario Valdez, Martha Hijar, Leticia Ávila, Rosalba Rojas, Aurora Franco y Leonor Rivera, responsables del estudio, afirman que esto debe ser tomado en cuenta para mejorar los servicios de salud y ampliar la mirada en la atención y prevención de este flagelo.
Seleccionaron para su análisis sólo violencia de pareja y ratificaron que la agresión de sus maridos o concubinos tiene consecuencias físicas y sicológicas para ellas, además de incidir en la productividad.

También se impacta la economía familiar, por los días que ellas dejan de laborar o las mermas en su salario por desatención al trabajo, afectadas por el sufrimiento. Esto es particularmente grave en un país en crisis, con más de tres millones de desempleados, sostiene el documento.

Las investigaciones a fondo sobre el maltrato de mujeres por parte de sus parejas masculinas son muy recientes en México. Datan de los años 90, apenas hace 17 años.

La población estudiada fue de 34.042 mujeres entre 15 y 80 años. En relación con la escolaridad, llama la atención el nivel educativo reportado por las entrevistadas, que se refleja en la elevada proporción de mujeres que indicaron como máximo nivel educativo la primaria completa (22,6 %) y la secundaria (27,3).

El resto de la población se distribuyó de la siguiente manera: 9,1 por ciento sin instrucción, 16,8 primaria incompleta, 7,8 carrera técnica o comercial, 10,8 preparatoria o normal básica, 5,1 licenciatura; sólo 46 mujeres reportaron estudios de postgrado.
Respecto al estado civil, 56 por ciento eran casadas, 18 por ciento estaba en unión libre, 11,8 eran solteras y el resto separadas, viudas o divorciadas.

Al seleccionar sólo a mujeres casadas y unidas que reportan violencia en casa, encontraron un patrón repetitivo de maltrato, a veces durante más de una década.

Las entrevistadas hablaron de violencia física (empujones, golpes, heridas de arma de fuego o punzo cortante); violencia psicológica o emocional (intimidación, humillaciones verbales, amenaza de violencia física); violencia sexual (forzar física o emocionalmente a la mujer a la relación sexual).
De las que reportaron tener pareja, 7,8 por ciento reconoció vivir una relación violenta. En preguntas indirectas se halló una prevalencia de violencia de pareja de 21,5 por ciento, muy por arriba de lo que se había estimado en los años noventa.

Para cada uno de los tipos de violencia de pareja actual, la encuesta reveló que sufren la psicológica 19,6 por ciento, física 9,8, sexual siete por ciento, y económica 5,1. Se estableció que las mujeres pueden sufrir más de una forma de violencia y que alguna de esas variantes son difícilmente reconocidas o reportadas por las mujeres.

El análisis servirá para investigar cuáles son las condiciones estructurales, culturales o poblacionales que están influyendo en las diferencias y armar políticas públicas adecuadas y no sólo de percepciones generales.

Las investigadoras sostienen que los hallazgos indican que, además de los problemas físicos por las lesiones, las mujeres pueden tener problemas de salud mental e impactos muy desfavorables.

Pero algo más: de las mujeres que reportaron violencia por parte de la pareja actual, 23,5 por ciento tuvieron algún tipo de consecuencia para su salud; representando el 4,8 por ciento del total de entrevistadas. En su mayoría, ellas declararon haber tenido moretones y dolores en el cuerpo.

Estas lesiones se localizaron principalmente en extremidades superiores y en la cabeza.

Dentro de las lesiones físicas provocadas por la violencia destacan aquellas que se presentaron durante o luego de una relación sexual en el último año. El 11,4 por ciento de éstas informaron haber tenido algún tipo de daño: 9,8 por ciento infecciones genitales y 8,4 sangrado vaginal.
Necesitaron visitar al médico, en consultorio, el 30 por ciento. De ellas, una visita el 86,5 por ciento y 13,5 tuvieron necesidad de hospitalizarse, lo cual señala la severidad de las lesiones infligidas por la pareja.

Respecto a las lesiones en gestantes, un dato alarmante es que 4,4 por ciento refirieron haber sido pateadas y golpeadas en el abdomen en alguno de sus embarazos.

El análisis de las investigadoras muestra que una de cada cinco mujeres en el ámbito nacional sufre violencia de su pareja actual, lo que significa que una proporción importante de la población femenina que demanda atención médica, está sufriendo las consecuencias de acciones agresivas y requiriendo servicios de salud, con lo cual se eleva el costo de éstos.

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