miércoles, febrero 17, 2010

Vida y obra de Miguel Hernández son estudiadas en dos libros


Dos libros que planean alrededor de la vida y la obra del poeta español Miguel Hernández (Orihuela, 1910; Alicante, 1942) hacen su aparición en estos días en las librerías. Se trata de un estudio sobre la influencia que ha tenido en la música el autor de Perito en lunas, por una parte, y de una descarnada biografía que desmonta varios de los conceptos establecidos sobre su vida.

El 21 de enero, la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE) presentó el libro Miguel Hernández: ¡dejadme la esperanza!, un ensayo de 195 páginas de Fernando González Lucini que acerca a la figura del poeta alicantino a través de la música que ha inspirado su obra, según anunció la entidad en un comunicado emitido el jueves 11 de febrero.

Adicionalmente, este miércoles 17 de febrero saldrá a la venta, bajo el sello Aguilar, el libro El oficio de poeta; Miguel Hernández, de Eutimio Martín, una biografía que es todo menos complaciente, y que traza un retrato irónico y poco piadoso del poeta-cabrero, que aparece como un personaje taimado y calculador a quien no le importa utilizar a sus amigos —entre ellos a Ramón Sijé— para escapar del opresivo ambiente provinciano de su Orihuela natal y hacerse un nombre en la capital.

Miguel Hernández: ¡dejadme la esperanza! es la contribución de la SGAE a la conmemoración del centenario de Hernández. González Lucini, experto en músicas populares, recorre la figura del poeta, a través de artistas tan diversos como Enrique Morente, Lole y Manuel, Extremoduro o Silvio Rodríguez. Además, analiza la música que ha inspirado la obra de este “juglar mediterráneo”.

El comunicado de la SGAE recuerda que, por ejemplo, Camarón de la Isla interpretó por fandangos “El pez más viejo del río”, o que el grupo Jarcha, tan de moda en los albores de la Transición, popularizó su famosísimo poema “Andaluces de Jaén” (sobre una letra firmada por Paco Ibáñez en 1967).

El Año Miguel Hernández, apuntaron desde la SGAE, “es una excelente ocasión para acercarse, también musicalmente, al autor de ‘Andaluces de Jaén’, ‘Perito en lunas’ o ‘El rayo que no cesa’ ”. El comunicado agrega que, “al igual que Alberti, García Lorca o Neruda han inspirado a muchos autores en sus canciones, también lo ha hecho Miguel Hernández, especialmente en países como Argentina, Uruguay o México”.

El libro aparece dentro de la colección de monográficos “Canción y Literatura”, publicada por Ediciones Autor, que recoge y da testimonio de la poesía “cantada” de los grandes poetas, músicos e intérpretes españoles y latinoamericanos.

González Lucini (Gerona, 1946) fue durante una década profesor de música popular y canción de autor en Madrid. Ha sido colaborador y director de diversos programas de radio donde la música ha sido siempre su herramienta de trabajo diario. Uno de los mayores conocedores de la canción española y de su relación con la poesía, es autor, entre otras obras, de la trilogía Y la palabra se hizo música (Ediciones Autor, 2004, 2006, 2007).




“El oficio de poeta; Miguel Hernández”, de Eutimio Martín
El oficio de poeta; Miguel Hernández: una visión descarnada.

El oficio de poeta; Miguel Hernández, es el resultado de casi dos décadas de investigación de Eutimio Martín, catedrático emérito de la universidad francesa de Aix-en-Provence. El libro, según su autor, llena una laguna en la bibliografía hernandiana, la de la biografía a la francesa, más interpretativa: “El resorte de esta biografía es la voluntad de Hernández de convertir la poesía en su oficio y en su medio de vida”. Pero aunque el autor insiste en que las luces del personaje son “cegadoras” respecto a las sombras, es verdad que ha puesto mucha dedicación en su afán desmitificador del escritor.

No es la primera vez que un biógrafo de Hernández desmonta el célebre mito del poeta-cabrero, una imagen que él mismo cultivó para darse a conocer en Madrid. El importante matiz es que el padre del poeta era el propietario del rebaño de cabras que él se vio obligado a pastorear cuando por exigencia paterna tuvo que abandonar la escuela.

“Él tiene ya un concepto moderno de la publicidad personal y lo utiliza en las tertulias literarias madrileñas. No es de extrañar que García Lorca se irrite con la presencia de Hernández cuando éste, vestido de paleto, le robe el protagonismo”, afirma Martín.

Sin embargo, al autor de Perito en lunas acaba molestándole la etiqueta que él mismo ha alimentado cuando ya no la necesita: “Quiere librarse de la maldición paterna, ‘de padres cabreros, hijos cabreros’ y para ello se ve obligado a llamar la atención, pero no veo en esta actitud hipocresía”.

1935 es un año bisagra en la biografía hernandiana. Con anterioridad, la obra del poeta ha estado profundamente influida por el catolicismo —llegó incluso a escribir un auto-sacramental. “Yo no puedo dar una respuesta neta de la dimensión fascistoide de ese primer Miguel Hernández, por influencia de Ramón Sijé [que sí cultivó las ideas fascistas]. Es difícil establecer si el breve tiempo que se dejó contagiar por esa ideología fue por oportunismo”.

Lo que sí es cierto es que en su segundo viaje a Madrid, el poeta, en contacto con Neruda y con el poeta argentino Raúl González Tuñón, se acercará al comunismo en el que acabará militando, pese a que su viuda, Josefina Manresa, niegue reiteradamente esa militancia.

“Creo que hay que dejar de hablar de la miseria económica de Hernández y empezar a hacerlo de la miseria afectiva”, sostiene Martín, y para demostrarlo establece un inventario de posibles relaciones sentimentales: María Zambrano, Delia del Carril, Carmen Pastrana y la probada relación con Maruja Mallo. No está de acuerdo el biógrafo en que el apasionado poemario El rayo que no cesa, en el que percibe un carácter claramente masturbatorio, esté dedicado a la pintora y sí a la química asturiana María Cegarra, que jamás le correspondió.

“El empeño por incluir a la pareja Miguel Hernández-Josefina Manresa en la lista de amantes célebres emana de una muy comprensible y laudable actitud conmiserativa hacia quienes tanto sufrieron, pero carece de fundamento biográfico”, escribe Martín que vuelve a remitirse a los hechos.

“En las cartas que Miguel le escribió en la cárcel a Josefina no cesa de pedirle su presencia confortadora porque sólo le va a ver a Orihuela y Alicante. No se traslada a Madrid, a diferencia de la hermana del poeta, Elvira, que sí lo hace y además acompañada de una niña de tres meses. Por otro lado, en las cartas que ella le escribe no deja de preocuparle con sus problemas, hasta el punto de que él tiene que recordarle que el que está en la cárcel es él”.

Nacido en Palencia en 1935, Martín es licenciado en filología románica por la Universidad de Madrid, obtiene el doctorado en la Universidad de Montpellier, en Francia, con una tesis sobre la obra de Federico García Lorca. Desde 1964 reside en Francia, donde ha ejercido como profesor de lengua y literatura española en las universidades de Niza y Poitiers.

Ha publicado en francés La littérature espagnole d’aujourd’hui (1972) y Federico García Lorca. Un messianisme humaniste (2007) y en castellano es autor de Federico García Lorca: “Poeta en Nueva York” y “Tierra y luna” (1981), Federico García Lorca, heterodoxo y mártir (1986) y Federico García Lorca: antología comentada (1989). Sobre literatura e historia contemporánea española (en particular sobre Miguel Hernández), es autor de numerosos artículos en diversas publicaciones.

Fuentes: El Periódico • Europa Press

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