domingo, diciembre 13, 2009

FILE NOT FOUND: La resignación como método de sobrevivencia



Margarita Schultz (Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Para quienes tenemos el hábito de navegar por Internet, internautas de un medio no acuoso, encontrarse con un mensaje como el que encabeza el título de este texto -FILE NOT FOUND- es una experiencia cotidiana.

Algo ya no está más… puede ser un ‘sitio’, un enlace, una obra del net-art… información en resumidas cuentas; sencillamente, ARCHIVO NO ENCONTRADO.

Propongo que comparemos dos experiencias similares/dispares. Buscar un libro impreso en papel en nuestra biblioteca; buscar un libro o un sitio que contiene información variada (también algún libro) en Internet.

El no hallazgo de un libro en nuestra biblioteca nos deja en un estado de insatisfacción que puede durar días, en los cuales revisamos los lomos de los libros una y otra vez, sobre todo si tenemos claridad acerca del lugar exacto donde el libro debería estar. Comenzamos a cavilar acerca de préstamos no devueltos, cambios de lugar del objeto-libro inadvertidos por nosotros mismos, y por ello nos invaden inquietudes acerca de nuestro grado de conciencia y lucidez…

Sin embargo, a raíz del concepto de inestabilidad, clave de bóveda del universo digital, nuestra actitud frente a un archivo que no ha sido encontrado difiere notoriamente.

La inestabilidad de los objetos informáticos tiene diversas fisonomías. Una de ellas está representada en el fenómeno de la fragilidad tecnológica de ese mundo peculiar que constituye el ciberespacio, a la cual se suman incompatibilidades de nuestras máquinas (hardware) o la carencia de programas (software) en nuestros computadores.

También se activa la inestabilidad a raíz del carácter ‘interactivo’ de gran parte de los objetos referidos. Por ejemplo: artículos que se construyen con el aporte intelectual de los usuarios y van modificándose (Wikipedia), foros donde diferentes personas opinan, critican, refrendan lo que otras personas proponen, obras de intención artística creadas para la intervención concreta de quienes acceden a ellas (modificar una imagen, añadir una línea a un poema, seleccionar el final de un relato y modos más complejos…). Frente a la estabilidad de un cuadro, una escultura, un libro impreso, esos objetos digitales de intención artística se caracterizan por una singular labilidad.

¿Qué se genera a partir de la experiencia de ‘no encontrar’, tan frecuente en el mundo del ciberespacio?

La práctica de navegar por Internet nos ha habituado a recibir las pérdidas con espíritu deportivo. Se trata de un desprendimiento que minimiza la importancia de ese ‘no estar’, nuestro ánimo se adapta a ello apelando a su plasticidad. En principio, porque sabemos que ello forma parte del sistema. Las cosas están, duran un tiempo variable y después dejan de estar, porque ya no se las continúa o por otros motivos de orden tecnológico: FILE NOT FOUND.

Además, la multitud de informaciones análogas o equivalentes generan otro ‘espíritu’ (pertenece a la misma familia del desprendimiento): el espíritu de ‘reemplazo’. Saber que se cuenta con un acervo suculento de información vinculada a lo que se busca nos da esa sensación del ‘no importa’. Si lo que buscamos no se encuentra en el sitio seleccionado estará en otro artículo, en otro sitio, en otra base de datos…

Sin embargo, esa tranquilidad con que resolvemos la falta de lo que buscamos en Internet tiene consecuencias que tal vez no advertimos en el momento. Porque, de paso en paso, nos encaminamos hacia el debilitamiento de la importancia de las cosas, a la desaparición de la trascendencia de ciertas cosas. En ese mundo comenzamos a sentir que no hay ‘irreemplazables’.

¿Esos sentimientos rebasan los límites de la experiencia con el ciberespacio?¿Es eso positivo? ¿Implica, en cambio, una contaminación, por anestesia, respecto del apego a los fenómenos en general?

La tranquilidad mentada puede ser evaluada como frivolidad ante la pérdida, y puede ir generando un letargo relativo a otros núcleos del vivir: las personas de las cuales nos separamos, los lugares que dejamos de visitar, nuestras plantas, nuestras mascotas que se mueren o se extravían…

La resignación ante la pérdida puede ser, igualmente, un método de sobrevivencia frente a la inquietud de lo que se pierde continuamente. Una reducción de la angustia que conduce, empero, a una neutralidad valórica. Porque así como se forman los valores en el andar de la experiencia, en ese andar se forma también la indiferencia valórica. No por decisión sino por acumulación.

Pero no estamos ante una fatalidad. No somos criaturas sometidas, súbditos de los vaivenes externos. La indiferencia ante un ARCHIVO NO ENCONTRADO no debería conducir a una indiferencia valórica si acaso mantenemos un alerta, aguzamos la capacidad de diferenciar situaciones, algo que puede caracterizarse como la energía del espíritu crítico.

Margarita Schultz es argentina residente en Chile

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