domingo, diciembre 06, 2009

A escondidas escuchaba a Silvio y a Pablo, dice León Gieco en La Habana


5 Diciembre 2009

Invitado al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, León Gieco está en La Habana para presentar la película “Mundo Alas”, que codirige junto a los argentinos Sebastián Schindel y Fernando Molnar.

En estrevista concedida a La Jiribilla, el artista argentino aseguró que Cuba es “tremendamente especial para mí. Cuando joven, a escondidas, me pasaban por debajo de la mesa casetes con las canciones de Silvio y Pablo.
Fue una época muy dura en Argentina porque había represión y ellos estaban prohibidos. Luego en 1984, con la vuelta a la democracia, Silvio y Pablo hicieron un concierto histórico en el Estadio Obras Sanitarias. Tuve la oportunidad de estar con ellos y cantar con Pablo ‘Canción para Carito’. Fue grandioso para mí. Era como un desquite total a aquellos años que teníamos que pasarnos esas canciones en silencio.”

Cubadebate quisiera corresponderle a Gieco, que es tan especial para los cubanos, recardando una de sus más extraordinarias canciones, “La memoria”, dedicada a los “jóvenes que ya no están”, víctimas de las dictaduras que han asolado a América Latina. Incluida la Argentina que costó la muerte a más de 20 000 personas y inauguró la práctica siniestra del secuestro de los hijos de sus víctimas.

La Memoria
Letra y música: León Gieco
Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
El engaño y la complicidad
de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final
a las bestias de aquel infierno.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento.
Los desaparecidos que se buscan
con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento.
Todos los muertos de la A.M.I.A.
y los de la Embajada de Israel,
el poder secreto de las armas,
la justicia que mira y no ve.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
Fue cuando se callaron las iglesias,
fue cuando el fútbol se lo comió todo,
que los padres palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.
La bala a Chico Méndez en Brasil,
150.000 guatemaltecos,
los mineros que enfrentan al fusil,
represión estudiantil en México.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
América con almas destruidas,
los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Mugica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento.

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