sábado, mayo 10, 2008

Para celebrar el 40 Aniversario de la creación de la Escuela


PROGRAMA DE INTEGRACION A PARTIR DEL ARTE


Un proyecto que lidera León Gieco intenta cambiar la mirada sobre la discapacidad La historia de un grupo de artistas discapacitados se verá en el documental "Mundo Alas". Por: Sibila Camps

EN RODAJE. LEON GIECO ABRAZA AL ARMONIQUISTA PANCHO CHEBEZ Y A SU VEZ ES ABRAZADO POR EL BAILARIN JUAN PABLO PEREZ. EL DOCUMENTAL SE ESTRENARA EN DICIEMBRE.

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Pancho Chebez toca la armónica; Alejandro Davio, la guitarra; ambos componen y cantan. También canta Maxi Lemos; y Carina Spina, con la voz afinada como un vidrio limpio. Bailarines, hay varios: Juan Pablo Pérez; Demián Frontera, Sandra González y María Laura Vicente, del grupo Alma; Karina Amado, Lucrecia Pereyra Mazzara, Nidia Scalzo, Eduardo Spasaro y Javier Trunso, del grupo de danza tango de la Asociación Amar.

Son parte del elenco que León Gieco eligió para acompañarlos, a él y a su tecladista y arreglador Luis Gurevich, en Mundo Alas, la gira nacional que realizó entre agosto y octubre del año pasado, y de la que recién ahora está hablando. En los escenarios estuvieron además Carlos Sosa y Antonella Semaan, al frente de sus caballetes. Y Raúl Romero, como presentador de los espectáculos. Todos dieron cuerpo a un sueño que el santafesino venía incubando desde hacía quince años: compartir un proyecto de largo aliento con artistas discapacitados.

Fue descubriéndolos en sus conciertos, cuando se le acercaban para pedirle un espacio para mostrar su arte. Pancho, en cambio, se hizo músico cuando Gieco le calzó en los hombros su primer atril con armónica -la suya propia-, ya que nació sin extremidades.

"Cuando los conozco, me doy cuenta de que todos piensan lo mismo: respetuosamente quieren demostrarles a los otros chicos discapacitados que el arte es muy importante para ellos, porque pueden manifestarse. Un chico con atrofia muscular, que no puede moverse, si le das un pincel, descarga todas esas imposibilidades -que son las posibilidades que nosotros tenemos- en esa pintura, y puede llegar a ser una gran pintura", señala Gieco.

Los insistentes llamados de Pancho a la Casa de Gobierno generaron el recital "Salón Blanco diferente", el 25 agosto de 2006. Allí, los artistas colgaron una tela con una frase de Frida Kahlo: "¿Para qué quiero pies, si tengo alas?" Así nació el nombre del tour, y de la película que fue acompañándolo, que está concluyendo Magoya Films, una productora independiente especializada en documentales.

"Fue como la gira de una banda de rock, como un viaje de egresados: se la pasaron haciendo chistes todo el tiempo -cuenta Sebastián Schindel, corresponsable del filme junto con Fernando Molnar y Nicolás Battle-. Se hicieron muy amigos entre ellos: se visitan, se llaman por teléfono".

Mañana a las 11 volverán a encontrarse en la Legislatura porteña, que declarará de interés cultural el proyecto "Mundo Alas" (ver Película...). Allí estará filmando de nuevo Rosita Boquete, para aportar tomas a la película. Por allí andará también Stellita Caballero, con su cámara de fotos.

Si ésta fuera una nota sobre discapacidad, debería contar qué le falta a cada uno, qué es lo que no puede hacer. "Yo ya me olvidé de eso -confiesa Schindel-. Cuando uno entra en confianza, la discapacidad desaparece, y aparece la persona". Esa es la mirada que prevalece en la película, y lo que ha salvado a sus realizadores de caer en golpes bajos. Hay en cambio ternura, naturalidad, y muchísima admiración, como la que los deslumbró cuando, en el primer alto de la gira, vieron a Antonella ponerse las lentes de contacto con los pies.

"La película hace hincapié en su arte, en su energía, sus anhelos, sus proyectos", agrega Schindel. Según Gieco, sus compañeros de ruta también "quieren explicarles a los padres de los chicos discapacitados que no tengan vergüenza de sus hijos; que sus hijos tienen justamente otras capacidades, que nosotros no tenemos, o las perdimos".

"Ellos no son competitivos, tienen un amor incondicional permanente, son solidarios, no discriminan, creen en la esperanza todo el tiempo. Son personas que tienen un incentivo de vida que te refleja todas tus miserias -destaca el músico-. Ellos ven un mundo que no pueden realizar; por eso crean otras capacidades. Lo que a nosotros nos falta saber, es ver esas otras capacidades que ellos desarrollan; y para eso hacemos esto".

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