domingo, febrero 10, 2008

Un intento de conservar nuestra historia



En la página de lajiribilla, encontrarán mucha información respecto al documental que realizó silvio... además una galería HERMOSA de fotos... gracias a Ivette por quien me enteré de este enlace y gracias a Silvio por tan hermoso regalo...


Un intento de conservar nuestra historia

Alejandro Ramírez Anderson • La Habana



Este documental es solamente una pincelada dentro del basto y multicolorido mosaico que conforman la cultura y la sociedad cubana.

Es un aporte más a ese trabajo perseverante que debemos hacer día a día los documentalistas para no dejar escapar nuestra historia pasivamente.

Pero ha sido también, para nosotros la oportunidad de acercarnos a Silvio Rodríguez, una persona que ha sido referente en nuestras vidas, que conforma desde la distancia muchos de nuestros momentos más importantes y que hoy agradecemo haber tenido el privilegio de compartir este sueño.

Agradecemos también a los navegantes del Playa Girón que confiaron desde el principio en el proyecto y para el cual nos abrieron todas sus puertas, las físicas y las espirituales.

A todo el equipo de realización que incondicionalmente participo en este proyecto.

Al Cento Cultural Pablo, a Víctor y María por todo su apoyo.

Al equipo de trabajo de Ojalá.

A las Instiuciones que nos tendieron su mano y a todas las personas que hicieron posible este documental.

Mucho más allá que el Playa Girón

Guille Vilar • La Habana




Acerca de personalidades del rango artístico que los convierte en iconos de la cultura de su país ―como es el caso de Silvio Rodríguez― deben de existir tantos documentales como perspectivas asumen sus diferentes realizadores. Y en tal sentido, la noticia de esta semana fue la première de Hombres sobre cubierta, realización de los jóvenes directores Alejandro Ramírez y Ernesto Pérez acerca de las experiencias del trovador en el motopesquero Playa Girón desde septiembre de 1969 hasta enero de 1970. Bendecido por la gracia de una eficiente comunicación al sorprendernos el final demasiado pronto, Hombres sobre cubierta es la invitación para viajar en barco por el mar de los recuerdos de una etapa de fecunda creatividad del cantautor, acompañados de su distendido y refrescante sentido del humor o tan analítico en los fundamentos que desde entonces defiende por el derecho a vivir en la sociedad que escogimos.

El reencuentro del Silvio sexagenario con los más sexagenarios marineros Luis Caro, el mayordomo; Jesús Silvera, electronavegante; Carlos Téllez, lavandero y el telegrafista Iraldo González fue el punto de partida para esta rememoración de anécdotas, canciones y reflexiones. Con la astucia de quienes saben el peso del material que tienen en sus manos, los directores Alejandro y Ernesto buscan el adecuado equilibrio de la desbordante simpatía entre estos navegantes de oficio y el músico, cuyas almas permanecen curtidas por el salitre de una confraternidad a prueba del paso del tiempo. Juntos recuerdan momentos como aquel donde Silvio tiene una competencia alcohólica con un armenio o este otro donde encierran al trovador en la gambuza (especie de almacén refrigerado) y que al abrir para sacarlo se encuentran alarmados con un Silvio sangrante, aunque en realidad estaba todo manchado de puré de tomate. Sin embargo, de estos mismos marineros se han escogidos diálogos que revelan una cálida humanidad motivada por la dimensión de aquel joven que les cantaba sus canciones antes que pasaran a la posteridad, admiración y respeto que están sintetizados en este poema del propio Iraldo:



El orgullo que sienten por este artista amigo de ellos, es una presencia constante a lo largo de todo el documental; pero Silvio no se queda atrás cuando declara que si al llegar al barco estaba asombrado, cuando lo abandonó su asombro era todavía mayor por todo lo que recibió. En este viaje a bordo del Playa Girón, también navegamos hacia el profundo sentido ético del trovador cuya proyección manifiesta plena coherencia con la esencia de la Revolución Cubana. Con el natural desenfado de quien habla apoyado en la justeza de sus principios, Silvio evalúa aquellos momentos de finales de los años 60 donde tener el pelo largo era un conflicto visto desde el tamiz de la política y reconoce cómo ahora se ha alcanzado una madurez tal en el proceso revolucionario que hasta en el Parlamento cubano se discute el tema de la transexualidad en nuestro país. Es justamente por esta unidad en la diversidad que el trovador clama por que situaciones coyunturales y superficiales como aquella no puedan obstruir el camino a los revolucionarios en nuestra nación con toda la complejidad de análisis que esto implica. Muestra de la continuidad del compromiso con sus postulados del artista revolucionario, es en esta nave donde compone el 5 de octubre de 1969 la antológica pieza "Playa Girón" y su emblemática estrofa de "si alguien roba comida y después da la vida, ¿qué hacer?". Tan solo hace días que Silvio junto a un grupo de relevantes artistas acaba de finalizar la primera parte de una gira por los establecimientos peninteciarios de la región oriental de nuestro país, recorrido que continuara posteriormente por el occidente como ennoblecedora misión avalada por la prédica martiana de la fe en el mejoramiento humano y en la utilidad de la virtud.

Sin pretensiones formales que distraigan el impacto del contenido, Hombres sobre cubierta es un documental agradablemente realizado cuya elegante factura está concebida por apasionados realizadores que han crecido a la sombra del arte de uno de nuestros grandes creadores y, por lo tanto, resulta inevitable que entre sus principales aciertos se encuentre la emotiva sensibilidad que se desprende de semejante tributo a la epopeya del pueblo cubano y su Revolución en la persona de Silvio y de quienes compartieron con este jornadas inolvidables jornadas en la cubierta del Playa Girón.

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