domingo, abril 11, 2010

ENTREVISTA CON Sara González



Por la Revolución, hacer todo
lo que tenga que hacer, hasta dar mi vida
Cobertura Especial de La Jiribilla
Fotos: Kaloian

Yo me sumé hace muchos años. Nací hace 58 años y tengo 50 viendo diariamente con la Revolución, junto a mi familia, que siempre estuvo muy identificada con el Movimiento 26 de julio, con la lucha contra Batista; mi núcleo familiar era de gente revolucionaria, mis abuelos fueron fundadores del Partido por allá por Santa Clara. Yo me crié en un mundo así, donde se hablaba con respeto de las ideas revolucionarias, de que cuando triunfara la Revolución íbamos a hacer cosas importantes y creo que sí, se hicieron, así lo vimos mi familia y yo. Por supuesto, participé de ellas, como en la Alfabetización, aunque era muy pequeñita iba a dar clases a una escuelita primaria. Creo que he participado en todo lo habido y por haber que ha hecho esta Revolución. No soy ni miembro del Partido, ni lo fui de la Juventud Comunista, no por no estar de acuerdo con su ideología, sino porque yo no tengo disciplina para ser miembro partidario. Pero eso nunca ha limitado ni la consideración de la Revolución por mí, por mi trabajo, y eso nunca me ha limitado tampoco a mí para hacer todo lo que tenga que hacer, hasta dar mi vida, por cualquier causa de la Revolución.


Las canciones como las que he cantado aquí, encajan en momentos como el que vivimos. Yo canté de Silvio Rodríguez, “Me acosa el carapálida”, que representa para nosotros a los norteamericanos blancos, imperialistas –como lo fueron los cawboys que mataban en otros tiempos a los indios-. Esta canción está muy bien definida en todo lo que dice: toda la propuesta que ha tenido el imperialismo yanqui desde sus inicios a lo que será su final, o el de todos, está dicha en esa canción. Señala algo muy importante, a lo cual yo me sumo: ni mi tierra, ni mi agua, ni mi aire, ni nada, me van a arrebatar; me van a tener que matar, nos van a tener que matar a todos. Cuba hace muchos años se lo ha dicho a ellos; pero ellos insisten.

No creo que sea fácil agredir este país con ninguna de las razones del mundo. Primeramente porque Cuba no es un país agresivo con nadie, ni nunca ha ido a amenazar a nadie, al contrario, toda la vida hemos estado dando ayudas y solidaridad a todos los países, hasta a ellos mismos. Cuando el huracán Katrina, por ejemplo, el primer país que se ofreció a auxiliarlos fue el nuestro y muchas veces más lo ha hecho. Es decir, que ni con ellos tenemos reservas de sentimientos humanos y de solidaridad. Hoy, venir a este acto, formar parte de él es una vez más decir algo como lo que leí en el escenario: Cuba está dispuesta, todo el tiempo, a limar asperezas, Cuba no quiere guerras con nadie, ni con los EE.UU.; pero, por favor, que nos dejen vivir alguna vez en paz. Llevo 50 años viviendo en este país y no ha habido ni uno en que no se haya amenazado a este país. Nosotros no nos hemos acostumbrado, creo que vamos a responderles siempre.



“No nos cansaremos de celebrar la alegría
enorme de estar vivos y aquí”*

Sara González • La Habana


Vendrán, quizás, nuevas urgencias; nuevas armas apuntarán hacia nosotros: hacia esta manera obstinada de vivir en paz. Estamos muy acostumbrados a pasar sin miedo por tiempos afilados.

Inventarán aún más absurdos argumentos para deshacer este sueño imperfecto, como toda obra que se hace día a día, amenazada, bajo la tempestad. No importa.

No nos fatigaremos, no nos cansaremos de cantar y trabajar por la esperanza, de compartir cuanto tenemos con nuestra gente honrada, no nos cansaremos de celebrar la alegría enorme de estar vivos y aquí: Esto no tiene precio.

Comparto mi suerte con la suerte de la luz. No me voy a cansar de seguir siendo libre y de luchar por eso. Aquí tienen mis más de 50 primeros años de confianza. Eso puedo ofrecer, de corazón: porque el futuro nuestro tiene que ser hermoso. Tiene que ser hermoso.

* Palabras de la cantautora Sara González leídas en el Concierto por la Patria

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