sábado, diciembre 31, 2011

Gerardo Alfonso: soñar realidades y realizar sueños


Por: Daniela Hernández Rojas
30 de Diciembre de 2011
La Loma del Capiro, con Santa Clara que duerme en su falda, se convierte en excelente lugar para conocer, reinventar historias, y por qué no, entrevistar a Gerardo Alfonso, cantautor apegado a las seis cuerdas de su guitarra, trovador cubano responsable de canciones que se convirtieron en símbolos, en himnos. Solo basta recordar las sábanas blancas que cuelgan de los balcones habaneros o los sueños que todavía tenemos del Che.


Gerardo Alfonso, un trovador que siempre está dispuesto a regresar a Santa Clara. (Fotos: Carolina Vilches Monzón)











Con Gerardo conversé cuando se preparaba para cantar este 28 de diciembre en Santa Clara. Lo abordé sin previo aviso, y me atribuyo la confianza de tutearlo, por la afabilidad y por la sencillez con que me permitió indagar en su obra y en su persona, para ayudarme a descubrir que todavía tiene que aportar al desarrollo de esta Isla nuestra tan musical.



«Santa Clara siempre me impacta y por eso le escribí una canción. La primera vez que vine fue como un deslumbramiento: cuando vi el Parque (Vidal), los diferentes grupos sociales que conviven en él, El Mejunje, los Fakires y los jóvenes que bailan con su música, la Marquesina, la retreta y los totís, ¡todo!; todo para mí resultó impactante, y con conocimiento de causa me atrevería a afirmar, que es la ciudad más civilizada de Cuba.  El nivel de aceptación de la diferencia sorprende. En mi Habana, que es la ciudad donde nací y el lugar que adoro, no he encontrado eso, la gente es hostil, hay mucha intolerancia».

Son los sueños todavía, / los que tiran de la gente / como un imán que los une cada día, sentenció Gerardo por la década del noventa en la canción que se convirtió en sinónimo de la figura del Che y sus seguidores. No se trata de molinos, / no se trata de quijotes, / algo se templa en el alma de los hombres, así lo plasmó el artista para quien la figura del guerrillero argentino y cubano entraña una cuestión de puro sentimiento.

«Al Che le tengo un cariño filial, es como un ser querido muy entrañable al que quiero con sus defectos y sus virtudes. Nadie me separa de él, incluso la gente puede pensar que son frases preconcebidas, pero es un sentimiento que guardo desde niño, y la canción solo lo interpreta a través de la música. Las pruebas de que mi afecto hacia él van más allá del puro cliché permanecen en la vigencia del tema».

«El Che que yo quiero es un ser humano ante todo, las cosas desagradables que se dicen de él en otras lugares a mí, sencillamente, "me resbalan". Su figura permanece colmada de valores. No constituye un sentimiento infantil, tampoco se relaciona con la política, es más bien algo del alma. Son los sueños todavía funciona como canción para meditar, y como resulta fundamental realizar sueños y soñar realidades, continúa presente».

--¿Guayasón y ochanga?

--Son géneros nuevos que me inventé a partir de las raíces, de la idiosincrasia nuestra. Por ejemplo, el guayasón mezcla la música afrocubana y la campesina --porque inicialmente quería hacer ritmos tradicionales-- con la influencia del pop de estos tiempos. Así los maduré poco a poco.  No son géneros reconocidos y eso crea un rozamiento fuerte para su desarrollo. En estos momentos toda la música y la cultura en general se encuentran institucionalizadas y nada que permanezca fuera de eso logra sobrevivir. ¡Imagínate, en una Isla donde el son es lo más sublime venir un tipo como yo con un género nuevo!

Siempre, siempre llueve

Junto con la década de los ochenta nació un nuevo grupo de intérpretes, una especie de segunda generación de la trova cubana, que regaló a los seguidores de esta música, nuevas maneras de escribir y crear. De sus frutos es responsable también Gerardo Alfonso.

A Gerardo Alfonso no le gusta que lo encasillen solo dentro de la Nueva Trova, y siempre se distanció de la imagen solemne del trovador con la guitarra.


«No me gusta encasillarme solo dentro de la Nueva Trova porque mi carrera también recorrió otros caminos; aunque sí pertenezco a ese grupo, que junto con Santiago Feliú, Frank Delgado y Carlos Varela, rompió con lo que se conocía hasta entonces. El trovador de la guitarra resultaba una figura solemne, y yo, influido también por otras corrientes, comencé a hacer música de participación, donde la gente además de escuchar, aplaudía y bailaba, eso se relacionaba con la música popular, no con la trova. Por aquellos años inicié mi lío con los géneros: Carlos con el rock and roll; Frank, el son, y Santiago..., Santiago siguió siendo extraño».

--Te voy a hacer una pregunta trillada pero necesaria: Luego de más de 20 años de carrera artística ¿qué te queda?

--Lo bueno que tiene el artista creador radica en que constantemente aprende, porque no triunfó aún. Cuando crees que lo sabes todo, tu vida transcurre en un letargo horizontal, pero cuando percibes que no sabes nada y que tienes que seguir aprendiendo, buscas nuevos senderos para caminar.

«Ahora estoy comenzado de cero, pues todas las cosas que daba como certeras en la música y en la poesía resultaron distintas. Las recorro nuevamente y eso me trae resultados increíbles. Los Rolling Stone o Los Beatles, figuras archiconocidas y que manejo desde niño, me revelaron hace poco otras coordenadas por dibujar en la música».


Este 28 de diciembre cantó Gerardo Alfonso, y llovió en la Loma del Capiro.



Del incorregible miedo a las alturas y de la carrera de Electroenergética, Gerardo pasó a la canción socialmente comprometida, que según cuentan sus más fieles seguidores, provoca a la lluvia en cada uno de sus conciertos. Desde entonces la fusión y el propio desarrollo de la música le impusieron cambios, transformaciones que diversificaron su carrera artística.  
«Cambié muchísimo desde que comencé en los ochenta, pero la evolución resultó un hilo conductor, no una ruptura. Desde niño, sin academia tocaba el piano y la guitarra, eso lo llevé toda la vida, a veces de una manera intensa, otras en reposo; pero ahora recorro ese mismo proceso con más canciones, experiencia y visión de la vida.  



«Siempre partí de un ángulo crítico para cantar, pero ya abandoné de ese vicio. Veo las cosas de otras maneras y así las proyecto. No tengo el talento para catarle a todos los cambios que se ven en el desarrollo de la humanidad en este instante, pero hago lo que puedo».

--¿Pudiera hablarse de un Gerardo poeta?

--Respeto tanto la poesía que no me considero como tal; poetas son otros, yo me sirvo de los versos para escribir lo más elegantemente posible, apegado a mi intelecto, de forma orgánica, y eso me obliga a estudiar.

--Metas para el 2012

--Solo espero que sea mejor que el 2011. Este año fue duro porque ya no cuento con el amparo de otras épocas, no sé por qué. No me quieren de la misma manera; pero todo eso me sirvió para lograr una obra independiente, crear temas cimentados en mí mismo y así, tener mucho más que defender.

No hay comentarios.: