viernes 17 de julio de 2009
Eloy Reverón (Desde Venezuela. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)
Durante la madrugada del primer día del año de 1994 estallaba la rebelión de Chiapas después que el subcomandante Marcos junto al ejército Zapatista de Liberación habían tomado seis cabeceras municipales demandando democracia, libertad, tierra, pan y justicia para la Indianidad. La noticia corrió con mayor velocidad que la pólvora encendida porque entró al mundo a través de la red, y los medios de comunicación no tuvieron tiempo para articular una matriz de opinión desfavorable al movimiento, sobre todo porque esto sucedió el mismo día que México entraba en el ALCA.
Sin embargo, hubo quien señalara con el dedo a los ideólogos neoliberales que trataron de explicar el fenómeno señalando, como era ya costumbre, a la mano oculta de estalinistas extranjeros y a minorías de desadaptados (González: 1995). Ese mismo sociólogo mexicano, González Casanova que en un primer momento de inspiración poética, comenzara su artículo sobre las causas de la Rebelión de Chiapas, señalando que resultaba anticuado hablar de causas, pero el saber poético se le quedó en el camino tratando de razonar causas, cuando en efecto, lamentablemente no llega al embrión del asunto.
El tema es que toda rebelión o alzamiento político militar que tenga lugar en Nuestra América tiene que estar racionalizado dentro de una ecuación cuyos factores habrán de ser colocados entre paréntesis, entre corchetes y en los extremos de las llaves deberán ubicarse las dos fuerzas esenciales y opuestas: la Cultura de la Dominación, y del otro extremo, la Cultura de la Resistencia. Esas dos fuerzas continúan chocando desde el primer momento cuando el europeo intentó implantar un modelo de sociedad transatlántico, ajeno y excluyente justificado con la imposición de una cultura vendiéndola como superior y salvadora, pero muy a pesar de todos los intentos de exterminio, la Cultura de la Resistencia ha ido despejando la incógnita de esta histórica ecuación representada con símbolos algebraicos. Se trata de una tercera cultura que se deja ver entre la niebla: la Cultura de la Liberación.
La gota que derramó el recipiente que comenzó con la reacción de los pueblos a las políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo, y cuya primera reacción de rebelión popular tuvo lugar en el llamado Caracazo, el 27 de febrero de 1989, precedido por el Meridazo, del año 1987, donde según una observación del historiador y poeta venezolano Luis Britto García, (premio Casa las Américas y autor de más de medio centenar de libros), se inicia una guerra de cuarta generación, a la cual caracteriza como IV guerra mundial, porque la III fue la llamada Guerra Fría, y es esa, antes que Seattle (1998) y hechos posteriores de Londres, fue ese 27 de febrero de 1989, el detonante inicial del movimiento anti globalización, hecho que Enrrique Dussel anunció como la rebelión de la gente del Sexto Sol.
Pero el pregón del fin de las ideologías y la caída del muro de Berlín era una niebla disipada que no serviría nunca más como cortina de humo para eclipsar una realidad muy bien camuflada desde el encubrimiento de América en 1492 y luego, durante la realización de la razón conquistadora que tuvo lugar en 1520, con la llegada de Hernán Cortés a México (Dussel: 1992). Es el auténtico inicio de la globalización, encubierto en la razón conquistadora, una modernidad encubridora del otro para justificar la violencia y el etnocidio en nombre de la salvación de las almas, y cuando esto no fue tan convincente, de la civilización o el desarrollo. Esta realidad encubierta es tan obvia que pasa desapercibida por la mayoría de los científicos sociales, con algunas excepciones, en especial la de Enrique Dussel.
En medio de aquella realidad histórica surgió la necesidad de desarrollar un modelo teórico de la historia para explicar la relación de dominio entre el Estado y el Indio en Venezuela fue necesario elaborar una Teoría que respaldase las bases de una Historia de la Resistencia India para conformar el fundamento histórico de una investigación que requería la visión del tema indigenista desde el punto de vista de los afectados esencialmente. Había vencido el plazo para la realización del arqueo de fuentes y las teorías halladas en el mundo académico no llenaron las expectativas. Lo único que estaba claro entre las líneas de más de ochenta años de actas y publicaciones del Instituto Indigenista Interamericano y de las políticas públicas indigenistas desarrolladas en Venezuela, era algo demasiado obvio: que se trataba de una relación de dominio, que habían transcurrido cinco siglos de políticas públicas montadas en la cronología histórica, y todas estaban mediadas por la mentalidad colonialista de los funcionarios responsables de llevarlas a la práctica. Finalmente la historia se vislumbró entonces como un conflicto entre un grupo cultural que impone por la fuerza de las armas y la superioridad militar, la implantación e imposición de un modelo de sociedad ajeno a los intereses y necesidades de otro que se resiste. Propiciando la evolución de una Cultura de Dominio frente a otra de Resistencia.
Este enfoque sentó su base metódica sobre la combinación de la Hermenéutica Historiográfica con los principios filosóficos expuestos en la obra del doctor José Manuel Briceño Guerrero (1), porque este filósofo venezolano había diseñado una cosmovisión de aquello a lo cual la Cultura de Resistencia se oponía. Su definición de Europa la Primera, y Europa la Segunda, permitían al menos, tener un esquema destilado de aquello a lo cual se resistía la Indianidad. Pero la reflexión histórica a la luz de esta filosofía, y utilizando símbolos permitía la conformación de flexibles esquemas mentales que permitían caracterizar la conformación del rígido esquema de dominación colonial establecido por el Estado Monárquico Mercantilista Español, y lo más interesante, las pequeñas alteraciones que ha sufrido un sistema de dominio colonial a lo largo de medio milenio de olvido (2).
El ordenamiento de los símbolos, dentro del tiempo histórico, caracterizando los diferentes regímenes: político, económico, ideológico, coercitivo y jurídico permitieron la creación de una matriz comparativa teórica donde convergen el concepto de factor histórico (3) con la proyección mental de los símbolos inspirados en la obra del citado filósofo. (4)
En una segunda tesis de maestría logramos dar un segundo paso que consistió en plantear una situación estratégica a la cual ofrecer el análisis histórico. Se escogió un conflicto agonal que se vislumbraba en el Estado Amazonas, y se percibía similar en otras regiones del país como focos de conflictos. Pero todos provenían de una misma retrospectiva, tienen una historia común, un marco similar de antecedentes.
En el tercer paso se siguió la pauta del citado método, pero la base retrospectiva estaba definida en el segundo, donde se procuró una visión panorámica que identificara los factores históricos que intervenían en la conformación de la evolución histórica de la relación del Indio con el Estado, donde este último emerge como conciencia tuitiva a través de la Ley, para mediar entre la relación del Indio explotado, contra el explotador de su fuerza de trabajo, cuado se da el caso.
Otro elemento teórico que se manejó fue la Hermenéutica Histórica que se definió entonces en los siguientes términos:
…, vemos que la naturaleza de la hermenéutica es ser un arte y ciencia de la interpretación que tiene por objeto la comprensión del texto con cierta sutileza y penetración. Se divide en hermenéutica teórica y en hermenéutica práctica o aplicada; la primera es la recolección de principios y reglas que guían la interpretación sutil y adecuada, la segunda es la aplicación de esos principios y reglas en la interpretación concreta de un texto. Para ello pone el texto en su contexto apropiado. Su metodología es la sutileza, tanto de entender un texto, como la de explicar o exponer su sentido y la de aplicar lo que dice el texto a la situación histórica del intérprete. Recorre los movimientos metódicos de la apropiación o acercamiento y del distanciamiento objetivo (Beuchot Puente: 2000)
La hermenéutica descontextualiza en cierta manera el texto para recontextualizar, llega a la contextuación después de una labor elucidatoria y hasta analítica dentro del proceso de estudio del texto y del discurso de los actores. Se intenta poner los textos en sus contextos y aplicarlos al contexto actual. Se aprecia la hermenéutica como un conjunto estructurado de conocimientos, donde los principios dan la organización a los demás enunciados. La hermenéutica intransitiva, o meramente recognitiva es la modalidad en la cual se fija la atención para este estudio, especialmente en su modalidad historiográfica, cuya finalidad es el entender en sí mismo. Una hermenéutica diacrónica porque intenta hallar la historicidad de los textos en su proyección hacia el presente, e incluso en prospectiva.
Mauricio Beuchot Puente expone la metodología de la hermenéutica en tres pasos que son tres modos de sutileza: (i) la subtilitas intelligendi que el autor prefiere llamar subtilitas implicandi, (ii) la subtilitas explicandi y (iii) la subtilitas applicandi. El primer paso propone la interpretación textual o intratextual e incluso al intertextual. Vale decir, interpretar el texto, dentro del texto y entre los textos. Luego:
…se emiten hipótesis interpretativas frente al texto, para tratar de rescatar la intención del autor, y después se ven las consecuencias de la interpretación, sobre todo mediante el diálogo con los otros intérpretes. (Beuchot Puente, p. 4.)
Para diseñar una teoría de la historia que permita visualizar la problemática desde el punto de vista del Indio se requiere identificar los factores históricos que conforman la relación del Indio con la sociedad implantada durante poco más de cinco siglos. Se entiende por factor histórico en la teoría que se desarrolla para explicar esta investigación: aquella realidad histórica que desde el punto de vista local cambia o evoluciona con el devenir del tiempo, pero que desde el punto de vista del Indio se mantiene inmutable porque al traducirse a su idioma no cambia el sentido, la cultura de dominación ejerce sus influjos y la cultura sometida se resiste. A diferencia de la visión tradicional de la Historia que estudia procesos de cambio, en la Historia de la Resistencia India lo que cambia para la cultura de dominación, para el Indio permanece inmutable porque siempre se mantuvo al margen. El reto de la Misión Guicaipuro, es cambiar esa oscura realidad India, para escribir el fin de la historia de la resistencia India.
El tema es que el Indio ha sido la vanguardia de la resistencia, vale decir, el primero en ser sometido; y la resistencia como cultura se resiste a una cultura de dominio que manifiesta su fuerza de dominio dirigida desde cuatro flancos esenciales, fuerzas de dominación que también proceden o laboran en conjunto. Lo esencial está en tener en cuenta al expresar matemáticamente la historia de la Resistencia, y la historia de la dominación, en ambos extremos de la ecuación, afuera de los paréntesis, los corchetes y las llaves, en ambos extremos, siempre estarán la Cultura de Dominio y la Cultura de la Resistencia. De esta manera, el hijo de la India y del europeo también se resisten en tanto la Cultura de la Dominación lo margina y lo excluye por la parte que le corresponde como fruto de la relación con el conquistador. La india_nidad (5) y la negritud estarán fuera de la Casa Grande (6), cuando entraron fue siempre en condición de servidumbre, o a la cama del amo o señor.
La Casa Grande es el elemento simbólico donde recaen los vectores de la fuerza de dominio colonial, la unidad productiva esencial del modo de producción colonialista. Representa también a la sociedad colonial implantada. Las fuerzas esenciales del dominio colonial serán representadas con símbolos, porque a lo largo de la historia, las fuerzas de dominio experimentan mutaciones en su forma, y la fuerza de resistencia siempre ha tenido que ceder el espacio bajo las plantas de sus pies, un paso atrás, para que la Cultura de Dominio tome los recursos naturales.
Son cuatro símbolos básicos y otro símbolo complementario que constituye la quinta esencia de los cuatro primeros cuando en ella se concentre el interés de los actores. La Corona, la Cruz, la Espada y el Sol. La Corona representa fundamentalmente al Estado; la Cruz a la educación; la Espada la fuerza de las armas de conquista, y luego a las fuerzas del orden público en la sociedad colonial implantada; el Sol la ambivalencia del tesoro del saber, el conocimiento lógico, y la cultura, frente a la riqueza material, la Razón Conquistadora.
También guardan estos símbolos una relación estrecha con los principios expresados por el pensamiento filosófico del doctor José M. Briceño Guerrero en su obra (7). La Corona guarda su relación con el Principio Imperial, que se refiere a la capacidad del Estado Español, heredada del Estado Romano que se tradujo en la facultad para poder administrar un aparato burocrático de dimensión universal, el orden establecido a través del la ley u ordenamiento jurídico. La Cruz guarda su relación con el Principio Cristiano, lo que Briceño llama la paideia cristiana; una religión que llega más allá del pueblo elegido por Dios, vale decir, el pueblo judío. El cristiano incorpora a todos los habitantes del planeta como hijos de ese mismo padre, ahora con la responsabilidad del evangelio, de expandir su ideología de fraternidad universal por todos los extremos del mundo. Esta paideia guarda relación importante con el Indio, porque esta Torre de Babel de treinta y dos lenguas e igual número de culturas diferentes en lo que respecta nada más al espacio físico que ocupa Venezuela en el territorio nuestramericano, logra entenderse y unificarse en la lucha por sus derechos, gracias a que se entienden en “cristiano” vale decir la lengua de Cervantes. La Espada con el Principio Señorial; en aquella característica hispana del caballero andante que sale por el mundo en busca de aventuras, representada en el Quijote por la Dulcinea. Es el apóstol Santiago, patrono de los fundadores de ciudades en la América hispana como Lozada o Cortés; fundadores de naciones como Bolívar o San Martín; defensores de la tierra como Ezequiel Zamora. El Sol conectado con el Principio Racional; expresado en un hecho histórico tan elocuente que en 1520 Hernán Cortés ejerce la razón conquistadora y en 1535 ya hubiese una universidad en Santo Domingo, cuando apenas estaban llegando los primeros españoles al Tawuatisuyu o antiguo Perú. Este principio se expresa en aquellos monjes que tradujeron del árabe al latín, a todos los filósofos griegos, permitieron que el concepto del cero y la geometría llegaran a la cultura europea, junto con la posibilidad de construir catedrales, con la lógica aristotélica y el teorema de Pitágoras. Así, lo que el filósofo venezolano llama Europa la Primera expresada en esos cuatro principios, serán representadas por los cuatro símbolos aludidos.
De esta manera el funcionario, el sacerdote, el militar y el educador llegan con su Cabildo, su Iglesia, su Cuartel y su Universidad; todos vinieron a establecer sus instituciones en esta Tierra de Gracia. Todos ocuparon ese espacio físico para construir ciudades, para habitar y a explotar la tierra para su sustento. El Indio con mayúscula es la Tierra, un binomio inseparable, la Tierra es también la quinta esencia de estos cuatro elementos que conforman la cultura criolla. Todos la quieren para algún beneficio particular. La Tierra es la fuente de la riqueza representada en la explotación de la fuerza de trabajo india, y luego en la mano de obra esclava importada de África.
Para el Indio, la relación con la Corona siempre ha sido una relación con el régimen político: el Estado, llámese español, República o Quinta República. Cuando esta relación cambie en la práctica y en la forma como lo ha concebido La Constitución de 1999, se completará un proceso revolucionario; el Fin de la Historia de la Resistencia India. Esto en la relación interna, entre corchetes y paréntesis. Fuera de la llave está la Historia de la Resistencia a la Cultura de Dominación.
Después de entender la dimensión histórica de estos cuatro principios, y de comprender la importancia de la demarcación de la Tierra para el Indio, e incluso la repartición de los fundos zamoranos en otro contexto; y de entender la mentalidad colonialista, que no es más que el conjunto de la Cultura de Dominación, la justificación ideológica de esa cultura establecida históricamente en el inconsciente colectivo.
La razón dominadora es una característica tan profundamente arraigada a nuestra cultura, que cuesta trabajo admitir sus diferentes manifestaciones en el propio modo de observar la cotidianidad del entorno. Después de alcanzar toda esta percepción en el plano teórico, entonces el autor cuenta con un instrumento teórico para explicar el análisis histórico para el apoyo al Método para la Solución de Conflictos de Seguridad y Defensa, para lo cual se diseñó originalmente este modelo teórico. Pero en el devenir de nuestras reflexiones, tanto en la Cátedra de Pensamiento Mirandiano, como en su aplicación en la solución de conflictos, explicamos como esa Cultura de Dominación, en su relación trialéctica con la Cultura de Resistencia, y la Cultura Mirandiana de la Liberación, serán los fundamentos la explicación teórica de la Revolución Bolivariana. Francisco de Miranda, peregrinó durante cuatro décadas estudiando a lo que hoy conocemos como el espacio físico europeo y la expansión geográfica de su cultura, en plena efervescencia de la Revolución Burguesa. Lo extraordinario de la visión mirandiana es que no se limitó a simple testigo de los acontecimientos, sino que se involucró como actor en procesos tan complejos como la Revolución Francesa, y se presentó en las cortes rusas, como un testigo protagónico, en su condición de prócer de la guerra de independencia de los Estados Unidos. Lo relevante de Miranda, es que a partir del instante en que se vio obligado a separarse del servicio militar español, comenzó a ver el mundo, con el papel y el lápiz de un plan liberador. Europa bajo la óptica Mirandiana, son los ojos de un liberador, analizando la Cultura Militar, histórica, filosófica, científica y artística en función de Gran Arquitecto de la Emancipación Nuestraamericana.
Por más práctico que sea el método, el autor no puede solucionar un problema que con anterioridad no comprende. Y la función esencial de la Historia con mayúscula, es comprender. En tal sentido la comprensión del proceso de dominio le provee del juicio para la transmutación de la cultura de dominio en cultura de la liberación. De allí la importancia de este pensamiento como aporte al proceso revolucionario que vive Nuestra América, donde el Indio con mayúscula tiene un papel protagónico esencial.
Otra dificultad teórica se presenta al tratar de darle una explicación epistemológica, a un asunto que definimos como mentalidad colonialista, de la cual la Historia de alguna manera advierte su presencia desde los tiempos de Moisés. Es una ideología tan obvia y arraigada que pasa desapercibida, una sugestión mental que expresa en la política a través de un lenguaje muy específico el cual evoluciona en apariencia a través del tiempo histórico. Los Conquistadores se expresaron en términos como sometimiento y conversión al credo cristiano. Los expedientes y documentos oficiales posteriores a la Independencia hablan de reducción de indios salvajes. Durante la Venezuela gomecista del positivismo, se habla de civilización de tribus para rescatarlas de la barbarie. El indigenismo de los primeros congresos propone la integración del indígena para convertirlo en mexicano, venezolano, según el territorio ocupado. Los antropólogos de Barbados incorporaron el término etnocidio y propusieron su liberación. Todos estos vocablos se refieren en términos más amplios, a la forma ideológica que ha asumido la relación que durante medio milenio, que en cierta forma se describe con el eufemismo de “Encuentro de dos Mundos”. El indígena del siglo XXI se asume Indio con mayúscula, con el orgullo de su condición de indianidad y la conciencia ciudadana fundamentada en el conocimiento de los derechos y deberes. En Moisés la mentalidad colonialista se traduce en un hecho tan patético que él afirma que Dios, personalmente le prometió una tierra, pero en la prédica religiosa, el hecho de que esta tierra prometida estaba habitada por seres humanos con derecho natural sobre ellas, no parece cobrar importancia. De igual manera los conquistadores despojaban a los aborígenes de sus tierras por un derecho divino, a cambio de la felicidad eterna en el reino de los cielos, aunque hubiera que quemarlos en la hoguera para semejantes fines. En diferentes períodos de la historia la mentalidad colonialista se manifiesta con intensidades diferentes, pero en principio, siempre opera semejante.
El uso y el abuso de las palabras en la política y en los documentos burocráticos a través del tiempo histórico hacen que las palabras pierdan su carga semántica. Cuando Isabel la Católica dijo que sus súbditos indios eran libres, esta libertad es una Libertad real porque proviene de Su Majestad, de Su Alteza Real. Cuando esta Libertad ha de llevarse a la práctica legal en América ya se escribe con minúscula. Y cuando el historiador la observa como objeto de estudio en el pasado no le queda más remedio que referirse a esa “libertad” entre comillas. En este caso, lo que es real en el Derecho no se hace realidad al llegar al Hecho.
La evolución del lenguaje se manifiesta a través de los documentos que hacen testimonio y fundamento de esta historia. Se identifican los cuatro Factores Históricos con cuatro símbolos y cuatro Ritos. En la historia y en el presente estos símbolos continúan actuado en la relación de dominación ejercida sobre el aborigen. El primer símbolo es La Espada, que mediante el Rito de la Guerra conquista el territorio, ejerce su dominio militar. La Corona, segundo símbolo, que mediante el Rito legal de las capitulaciones y actas de fundación, ejerce su jurisdicción política. El tercer símbolo, el de la Cruz que doblega la mente del indígena, mediante el Rito de la Comunión. El cuarto símbolo es oro que representa la ambivalencia de la riqueza material y la espiritual a través del dominio de la razón educación formal mediante el ritual del aprendizaje en el andamiaje universitario, en la literatura, el conocimiento. La quinta esencia es la Tierra que representa al Indio, porque el Indio y la tierra resultan inseparables.
Estos cuatro símbolos que definen a los factores históricos, se expresan mediante semejante recurso por las siguientes razones. Primero, porque son elementos históricos que se manifiestan en los diferentes períodos representando un papel equivalente y con actitudes semejantes. Segundo, porque el uso del símbolo permite destacar las similitudes esenciales, y dejar a un lado las diferencias superficiales que distraen la atención. Tercero, porque un breve bosquejo histórico conformado por la selección de ciertos agentes que constituyen aspectos de una relación política presentes durante medio milenio representando el mismo drama histórico, pero ahora los actores principales son los descendientes de los sobrevivientes al holocausto de la Conquista. Por último son nuevas organizaciones burocráticas, hablando diferentes idiomas, pero el significado de las palabras, en su sentido esencial, es similar; pero el elemento que influyó sobre todos los actores durante medio milenio de olvido, es la mentalidad colonialista. El uso del símbolo, no solo permite, sino que obliga a observar cada ejemplo desde diferentes tiempos históricos sin distraer lo esencial. Durante la explicación del contexto histórico de la resistencia India se agregan detalles a este sentido de la herencia histórica considerada como un factor de suma importancia al considerar el punto de vista asumido por la cultura criolla con respecto al Indio.
Por ahora, se ilustra de manera gráfica la relación teórica establecida entre los factores históricos representados mediante símbolos, en cada uno de sus regímenes a los cuales representan durante los diferentes períodos. Para el criollo cada régimen, bien sea político, ideológico, coercitivo, jurídico económico cada uno cambia según el tiempo histórico. Para el Indio, el único tiempo histórico es el de la Resistencia. En la lengua de Cervantes, el régimen ideológico puede llamarse en un momento Iglesia Católica, Iglesia Misionera, Ministerio de Justicia, Ministerio de Educación, Educación bilingüe, o Misión Guaicaipuro; para el Indio, en sus treinta y dos lenguas, siempre le ha tocado cargar la cruz, siempre será un régimen ideológico ajeno. Para la Historia Criolla el régimen económico podrá llamarse, mercantilismo, liberalismo económico, desarrollismo, neoliberalismo; para el Indio siempre será el oro debajo de la tierra que pisa, y que cada régimen económico lo solicita para su beneficio.
Una vez definido el enfoque teórico de los factores históricos con los símbolos, se combina la metodología del Plan General del Estudio Histórico (8); una vez que se comprende el problema Indio aplicándole la práctica de la hermenéutica a los hechos históricos, entonces estará listo el tema para aplicarle el Método para la Solución de Problemas en Seguridad y Defensa (9). Esto fue aplicado en el capítulo tercero de la citada tesis. La Metodología desarrollada en el Plan General del Estudio Histórico que se aplica en el presente es la impartida en cuatro niveles de Técnicas de Investigación y dos Seminarios durante los cinco años de formación en la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, simplificado: Arqueo de fuentes a tres niveles; bibliográfico, Hemerográfico y Documental. Lectura: Selectiva, de Clasificación y Analítica. Elaboración de esquemas, clasificación de Ideas, Elaboración de Ficheros, bases de datos computarizadas. Crítica Interna y Externa de documentos, elaboración de Cronología y seguimiento de fuentes entre otras. Una vez adaptada la visión del historiador al estratega, éste último cuenta con una visión estratégicamente definida de la realidad histórica para explicar situaciones históricas nítidamente proyectadas en el presente. La visión del estratega permite ampliar la visión del historiador para que este a su vez entregue un punto de vista ampliado y adaptado al análisis situacional, para cualquiera de los métodos conocidos.
Después de esta reflexión queda en el ambiente una incertidumbre: ¿Esta Historia de la Resistencia India, no es también la historia de todos los excluidos? Tendremos que explicar brevemente porqué, y de qué manera se produce lo que hemos llamado la Alquimia de la Historia.
El modelo tradicional impuesto por la ideología de la dominación divide la realidad cuando parcela o divide la historia en Descubrimiento, Conquista, Colonia e Independencia. El pretexto: su obediencia a un modelo didáctico para aprenderse de memoria la historia con mayor facilidad, pero dificultando la comprensión de lo esencial. Es necesario desmontar ese discurso histórico del dominio colonial. Un discurso que difundió con grandes esfuerzos, las generalidades de la obra de Simón Rodríguez, dejando en último plano, en los límites del silencio, lo esencial de su obra filosófica, y su crítica al proceso revolucionario de su tiempo, que hoy lucen con clara actualidad.
La Conquista no habrá terminado mientras existan aventureros sacando el oro y destruyendo las cuencas de nuestros ríos; y la Independencia será una utopía tan linda como la Libertad mientras la mentalidad colonial persista en la mente de funcionarios y de burócratas. Si hubiera sido como la historia tradicional narró, con la batalla de Carabobo hubiera llegado la paz. Pero las guerras civiles se apoderaron de la vida política durante cien años. Y todavía hay grandes sectores de la sociedad que ignoran cien años de guerras civiles, y la violencia institucionalizada que en 1968 denunciara la Conferencia Episcopal de Medellín.
La historia oficial negó hasta que no pudo que la guerra de independencia fue una explosión social y la lucha de clases: una reacción violenta de los sectores excluidos de la sociedad, contra los dueños de la Casa Grande, los mantuanos o blancos criollos, y de los blancos criollos contra los privilegios de los funcionarios metropolitanos.
Una vez derrotados en la batalla de Carabobo, Junín y Ayacucho, esos mismos realistas, se reincorporaron a la sociedad. Un ejemplo elocuente lo constituye un miembro importante del Estado Mayor Conjunto que figura en el cuadro realista de la Batalla de Carabobo, Feliciano Montenegro y Colón, constante defensor de la Monarquía durante los once años que había durado la Guerra a Muerte. Instaló el Colegio Independencia, donde se educaron los hijos de la nueva clase terrateniente, la Legión de los Libertadores. Una nueva etapa de la conquista ideológica, el vector de dominio colonial, la Cruz se reacomoda y avanza. Tal como lo señalara Simón Rodríguez, no hubo independencia sino un armisticio. Un grupo trató de conservar o restaurar sus privilegios, y el otro trató de ingresar a la nueva sociedad nacional en términos de igualdad. Se redujo el número de excluidos y se ampliaron las condiciones para ingresar, pero los prejuicios y la mentalidad colonialista perduraron, porque los dueños de los medios de producción conservaron la estructura productiva en función de los mercados metropolitanos, mientras la nueva clase latifundista se consolidaba.
Los héroes de la Independencia venezolana constituyeron una nueva clase terrateniente que obtuvo su independencia política con armas compradas a crédito que el país estuvo pagando durante un siglo. Pero siempre un sector de la clase dominante renovó su proyecto de sociedad con el mismo modo de producción colonialista. El vector de la fuerza de dominio económico se fortalece, una nueva forma de hallar El Dorado.
La Historia de la Resistencia India es la Historia de todos excluidos. Es la historia de un conflicto entre un sector que pretende implantar variaciones de un mismo modelo de sociedad colonial, y otro sector que lo rechazó durante tres siglos. Al llegar el siglo XVII, una vez consolidado el rígido sistema colonial español comenzó ha manifestar la crisis que terminaría derrumbándolo en los albores del siglo siguiente. ¿Cómo puede explicarse esa primera crisis de la sociedad colonial implantada con la Teoría de la Resistencia India?
Dibujamos los cuatro símbolos en la pizarra o los proyectamos en una diapositiva sucesivamente la cruz, la figura ecuestre armada de su lanza, la corona y el sol. Como en la física dibujamos las flechas que representan las fuerzas del dominio apuntando a un espacio cuadrado que representa la Casa Grande. Tenemos representados los cuatro principios que conforman la cosmovisión europea proyectado la fuerza de dominio colonial hacia la unidad productiva, la expansión geográfica de su cultura en América.
Existen regiones de América donde ese rígido sistema colonial no tuvo tiempo para establecerse porque los cruzados que llegaron con sus caballos y sus lanzas no lograron construir sus catedrales, ni acueductos, ni fortines, ni palacios. Me refiero a los llanos y las pampas donde los caballos y el ganado cimarrón se soltaron a la vida salvaje multiplicándose en proyección geométrica por falta de enemigos naturales. Un espacio para la vida cimarrona de los prófugos de la esclavitud y del sistema judicial, refugio de salteadores de camino que comenzaron a consumir mayor cantidad de proteínas derivadas de la carne, y a romper el monopolio comercial del régimen hispano.
Entre 1531 y 1560 llegaron a Sevilla 155.000 Kilos de oro y 18.300.000 kilos de plata, un precioso botín que no cuenta lo que se quedó en el camino por naufragios y ataques de piratas y corsarios. El eufemismo eurocentrista lo llama acumulación originaria. Ese metal pasó a las arcas financieras, oxigenó el desarrollo de la ciencia y la técnica para el crecimiento de la industria y la ampliación del comercio marítimo. Esa inmensa fortuna requerirá de pieles, frutos y materias primas que serán extraídas de contrabando.
De igual manera, los curas españoles desarrollaron métodos para la irrigación para cultivar el cacao llegando a exportar 680 Toneladas del preciado producto entre los años 1630 y 1640; entre 1660 1670 la suma llegó a 2300 Toneladas; y entre 1690 y 1700, las exportaciones llegaron a 5260 toneladas. En las vísperas de la guerra de independencia las exportaciones ascendían a las 25300 toneladas de cacao. Con mano de obra esclava y la producción a gran escala generó una clase criolla en capacidad de pagar fortuna por títulos nobiliarios.
Cuando llegó la crisis de autoridad colonial, el vector de la fuerza de dominio imperial se debilita con la presencia de Bonaparte en España. La corona quedará sin su flecha.
Los señores mantuanos se reúnen en un congreso constituyente y se erigen como herederos del sistema esclavista colonial de los hispanos. Los pardos y los canarios que habían logrado ilustrarse no aceptarán la misma desigualdad, constituirían un órgano político para hacer presión. El Joven Simón Bolívar había financiado la misión diplomática de La Junta que viajaría personalmente a solicitar apoyo al Gobierno británico para la Junta Patriótica que se había constituido el 19 de abril para defender los derechos del Rey de España. Es iniciado en los augustos misterios de la política, la diplomacia y las artes militares en la Biblioteca del 58 Grafton Way, residencia de un ciudadano del mundo de origen venezolano, prócer de la Independencia de los Estados Unidos y Mariscal de Campo en la batalla de Valmy durante la Revolución Francesa, que había peregrinado durante cuatro décadas, impresionando con su sólida formación intelectual y por su constancia en un plan tan minuciosamente elaborado que le mereció el título de Gran Arquitecto de la Emancipación hispanoamericana. Quien contrariamente a lo que habían pensado los historiadores y las matrices de opinión pública de su tiempo, mostró en catorce tomos de documentos que conocía mejor las proyecciones político económicas del Continente, y quien además vislumbró el peso específico de la indianidad y la africanidad en el proceso de emancipación. El joven Simón Bolívar vislumbró la idea de que sólo la presencia y experiencia política de un señorío de esta magnitud podía sustituir el vacío de autoridad dejado por La debilidad de Corona que había desestabilizado el rígido sistema colonial.
Lamentablemente el pupilo no pudo lograr la utopía mirandiana porque apenas logró romper el vector de dominio colonial representado por las armas, logrando canalizar la capacidad destructiva de la artillería pesada de aquellos tiempos, las hordas de la caballería llanera hasta las cimas de Los Andes. Tampoco pudo lograr la integración política de Nuestra América porque hubo dos vectores del rígido sistema colonial que se mantuvieron intactos. La Cruz que encontró defensores del antiguo régimen en todos los ámbitos de la oficialidad eclesiástica. El vector representado por la razón conquistadora y el poder económico metropolitano quedó sustituido por el costo de una independencia política alcanzada con unas armas y municiones compradas a crédito, en manos de los financistas internacionales.
Así vemos que hubo independencia política pero no hubo emancipación porque la mentalidad colonialista representada por La Cruz como vector del dominio cultural y religioso utilizó todo su poder económico y su poder de transnacional del comercio espiritual, para procurar que todo cambiara para que todo quedara igual.
La idea de la Revolución Bolivariana es en el fondo de la Historia, la continuación del diseño arquitectónico de Francisco de Miranda y la obra inconclusa de Bolívar donde el peso específico de ese sincretismo cultural del inventar o perecer copiando de Simón Rodríguez, el simbolismo de la continuidad de la amenaza de la explosión social representada por Ezequiel Zamora, y la integración de Nuestra América como la bautizaría, en 1806 el propio Francisco de Miranda quien nunca la concibió separada.
Queda una pregunta final. ¿Cómo se realiza esa transmutación alquímica de la cultura del dominio en cultura de la liberación?. ¿Será un problema generacional, en el sentido de que puedan pasar varias generaciones antes de que cambie la mentalidad o la ideología de dominación sea sustituida por la conciencia revolucionaria?
En todo caso, el camino hacia la Cultura de Liberación, requiere del desmontaje hermenéutico del discurso histórico tradicional, para sustraerle los elementos ideológicos de dominación colonialista, comprendiendo que si la Cruz se combinó con la Corona y la Espada para conquistar al Indio. Cuando esa misma Cruz se combina con el sol de la razón, nos encontramos, que significa la combinación de la fe cristiana con el materialismo histórico cuyo resultado intentó ser la Teología de la Liberación para liberar del capitalismo salvaje, a toda la sociedad. Lo expresado no es más que la manifestación física de la Alquimia de la Historia, la fuerza del fantasma de revolución pacífica que recorre a Nuestra América.
Notas:
1) Indio con mayúscula trasciende el concepto de indígena, en términos de la condición de indianidad. Indio con minúscula es el equivalente psicolingüístico de exclusión, similar a la estrella que los nazis obligaban a usar a los judíos para estigmatizarlos.
2) J.M. Briceño Guerrero El Laberinto de los Tres Minotauros, Este volumen recoge tres obras fundamentales (La identificación americana con la Europa segunda, Europa y América en el pensar mantuano y Discurso salvaje) de Briceño Guerrero. En ellas se abordan los grandes discursos de fondo que han dominado el pensamiento americano.
3) Medio Milenio de Olvido, es el título del libro de Eloy Reverón, en camino hacia la imprenta.
4) Aquella realidad histórica que desde el punto de vista criollo cambia o evoluciona con el devenir del tiempo, pero que desde el punto de vista del Indio se mantiene inmutable porque al traducirse a su lengua no cambia el sentido.
5) Revisar la Matriz Comparativa Teórica.
6) Escrito separado para que no reproduzca en otro equipo: indignidad
7) Inspirado en Casa Grande y Senzala, de Gilberto Freyre para señalar la unidad productiva del modo de producción colonialista.
8) Estos principios los desarrolla a lo largo de su carrera de filósofo en la Universidad de Los Andes, pero se refiere ésta por ser la última en su cronología: El Camino del Minotauro, Caracas, Monte Ávila Editores, 1997
9) Consiste en un levantamiento exhaustivo de la información mediante los llamados arqueos de fuentes, en sus niveles bibliográfico, hemerográfico y documental. Su ordenamiento en fichero relacionado con el esquema de las ideas esenciales del discurso histórico a desarrollar. Aunque le agregamos los elementos informáticos y diferimos de la forma mecánica y represiva a la creatividad impuesta por sus acólitos, citamos a Germán Carrera Damas, Metodología y Estudio de la Historia, 1972.
10) Nelson García Becerra, Método para la Solución de Problemas en Seguridad y Defensa, Caracas, IAEDEN, 2002.
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